Documento 25 - Las huestes de mensajeros del espacio

   
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El libro de Urantia

Documento 25

Las huestes de mensajeros del espacio

25:0.1 (273.1) LAS huestes de mensajeros del espacio están clasificadas en un punto intermedio dentro de la familia del Espíritu Infinito. Estos seres polifacéticos actúan como eslabones de conexión entre las personalidades más altas y los espíritus ministrantes. Las huestes de mensajeros abarcan los siguientes órdenes de seres celestiales:

25:0.2 (273.2) 1. Servitales de Havona.

25:0.3 (273.3) 2. Conciliadores Universales.

25:0.4 (273.4) 3. Asesores Técnicos.

25:0.5 (273.5) 4. Custodios de los Registros del Paraíso.

25:0.6 (273.6) 5. Registradoras Celestiales.

25:0.7 (273.7) 6. Acompañantes de la Morontia.

25:0.8 (273.8) 7. Acompañantes del Paraíso.

25:0.9 (273.9) Solo tres de los siete grupos enumerados —los servitales, los conciliadores y las Acompañantes de la Morontia— son creados como tales. Los otros cuatro representan niveles de logro de los órdenes angélicos. Según su naturaleza inherente y el estatus que hayan alcanzado, las huestes de mensajeros sirven de formas diversas en el universo de universos, pero siempre bajo la dirección de los que rigen los mundos donde están destinados.

1. Los Servitales de Havona

25:1.1 (273.10) Aunque denominados servitales, estas «criaturas intermedias» del universo central no son sirvientes en ningún sentido inferior de la palabra. En el mundo espiritual, no hay trabajo de baja categoría, todo servicio es sagrado y estimulante; tampoco los órdenes más altos de seres miran con menosprecio a los órdenes más bajos de existencia.

25:1.2 (273.11) Los Servitales de Havona son la obra creativa conjunta de los siete Espíritus Maestros y sus asociados, los siete Directores Supremos del Poder. Esta colaboración creativa es la que más se acerca a ser el patrón de la larga lista de reproducciones de orden dual que acontecen en los universos evolutivos y se extienden desde la creación de una Radiante Estrella Matutina por la unión de Hijo Creador y Espíritu Creativo, hasta la procreación sexual propia de mundos como Urantia.

25:1.3 (273.12) El número de servitales es enorme y se siguen creando continuamente. Aparecen en grupos de mil en el tercer momento que sigue a la reunión de los Espíritus Maestros y los Directores Supremos del Poder en su área conjunta situada en el sector más septentrional del Paraíso. Cada cuarto servital creado es de tipo más físico que los demás, es decir, setecientos cincuenta de cada mil son aparentemente conformes al tipo de espíritu, pero doscientos cincuenta son de naturaleza semifísica. Estas criaturas cuartas son en cierto modo del orden de los seres materiales (materiales en el sentido de Havona) y se parecen más a los directores físicos del poder que a los Espíritus Maestros.

25:1.4 (274.1) En las relaciones entre personalidades, lo espiritual domina sobre lo material, aunque ahora en Urantia no lo parezca. En la creación de los Servitales de Havona, prevalece la ley de la dominación del espíritu; la proporción establecida es de tres seres espirituales por uno semifísico.

25:1.5 (274.2) Los servitales recién creados y los Guías de los Graduados recién aparecidos pasan todos ellos por cursos de formación impartidos permanentemente por los guías más antiguos en cada uno de los siete circuitos de Havona. Los Servitales se asignan luego a las actividades a las que están mejor adaptados, y puesto que son de dos tipos —espirituales y semifísicos— hay pocos límites a la variedad de tareas que estos seres polifacéticos pueden llevar a cabo. Los grupos más altos o de espíritu son asignados selectivamente al servicio del Padre, del Hijo y del Espíritu, y al trabajo de los siete Espíritus Maestros. Cada cierto tiempo son enviados en grandes grupos a servir en los mundos de estudio que rodean las esferas sede de los siete superuniversos, los mundos dedicados a la formación final y la cultura espiritual de las almas ascendentes del tiempo que se están preparando para avanzar a los circuitos de Havona. Tanto los servitales de espíritu como sus compañeros más físicos son nombrados también asistentes y asociados de los Guías de los Graduados para ayudar e instruir a los diversos órdenes de criaturas ascendentes que han alcanzado Havona y buscan llegar al Paraíso.

25:1.6 (274.3) Los Servitales de Havona y los Guías de los Graduados manifiestan una dedicación trascendente a su trabajo y un afecto conmovedor entre sí, un afecto que, aunque espiritual, solo podríais comprender comparándolo con el fenómeno del amor humano. Hay un patetismo divino cuando se separan los servitales de los guías, como ocurre tan a menudo cuando los servitales son destinados a misiones más allá de los límites del universo central; pero parten con alegría, no con pena. En los seres espirituales, la alegre satisfacción de cumplir con el alto deber es la emoción que lo eclipsa todo. No puede haber pena ante la consciencia del deber divino cumplido con fidelidad. Y cuando el alma ascendente del hombre esté frente al Juez Supremo, la decisión de importancia eterna no estará determinada por éxitos materiales ni logros cuantitativos. Este es el veredicto que resuena en las altas cortes: «Bien hecho, servidor bueno y fiel; has sido fiel en algunas cosas esenciales; serás hecho regidor de las realidades del universo».

25:1.7 (274.4) En el servicio a los superuniversos los Servitales de Havona son asignados siempre al ámbito presidido por el Espíritu Maestro a quien más se parecen en prerrogativas de espíritu generales y especiales. Sirven solo en los mundos educativos que rodean las capitales de los siete superuniversos, y el último informe de Uversa indica que casi 138 mil millones de servitales ejercían su ministerio en sus 490 satélites. Se dedican a una variedad sin fin de actividades relacionadas con el trabajo de esos mundos educativos que componen las superuniversidades del superuniverso de Orvonton. Allí son vuestros compañeros. Han descendido desde el paso siguiente de vuestra carrera para estudiaros y motivaros con la realidad y la certeza de que os graduaréis finalmente en los universos del tiempo para pasar a los dominios de la eternidad. Mediante estos contactos los servitales adquieren una experiencia preliminar de ministerio a las criaturas ascendentes del tiempo que les será de gran utilidad en su trabajo posterior en los circuitos de Havona, bien como asociados de los Guías de los Graduados o como Guías de los Graduados ellos mismos en calidad de servitales trasladados.

2. Los Conciliadores Universales

25:2.1 (275.1) Por cada Servital de Havona creado, siete Conciliadores Universales son traídos a la existencia, uno en cada superuniverso. Esta actuación creativa implica una determinada técnica en los superuniversos de respuesta reflectante a operaciones que tienen lugar en el Paraíso.

25:2.2 (275.2) En los mundos sede de los siete superuniversos actúan los siete reflejos de los siete Espíritus Maestros. Es difícil describir la naturaleza de estos Espíritus Reflectantes a las mentes materiales. Son verdaderas personalidades, y sin embargo cada miembro del grupo de un superuniverso refleja perfectamente solo a uno de los siete Espíritus Maestros. Cada vez que los Espíritus Maestros colaboran con los directores del poder con el propósito de crear un grupo de Servitales de Havona, hay una focalización simultánea sobre uno de los Espíritus Reflectantes de cada uno de los grupos de un superuniverso y aparecen en el acto y totalmente desarrollados un número igual de Conciliadores Universales en los mundos sede de las supercreaciones. Si en la creación de los servitales tomara la iniciativa el Espíritu Maestro número siete, únicamente los Espíritus Reflectantes del orden séptimo gestarían conciliadores; y concurrentemente a la creación de mil servitales del tipo de Orvonton, aparecerían en la capital de cada superuniverso mil conciliadores del orden séptimo. De estos episodios, que reflejan la naturaleza séptuple de los Espíritus Maestros, surgen los siete órdenes creados de conciliadores que sirven en cada superuniverso.

25:2.3 (275.3) Los Conciliadores con estatus preparadisiaco, al estar restringidos a sus segmentos de creación nativos, no sirven de forma intercambiable entre superuniversos. El cuerpo de cada superuniverso, que abarca un séptimo de cada orden creado, pasa por lo tanto un tiempo muy largo bajo la influencia de uno de los Espíritus Maestros con exclusión de los otros, porque aunque los siete se reflejan en las capitales de los superuniversos, solo uno domina en cada supercreación.

25:2.4 (275.4) De hecho, cada una de las siete supercreaciones está permeada por aquel Espíritu Maestro que preside sus destinos. Cada superuniverso se convierte así en un gigantesco espejo que refleja la naturaleza y el carácter del Espíritu Maestro supervisor, y todo esto se prolonga además en cada universo local subsidiario mediante la presencia y la función de los Espíritus Madre Creativos. El efecto de un entorno así sobre el crecimiento evolutivo es tan profundo que, en sus carreras postsuperuniversales, los conciliadores manifiestan colectivamente cuarenta y nueve puntos de vista experienciales, o percepciones, cada uno angular —por lo tanto incompleto— pero todos se compensan mutuamente y juntos tienden a abarcar el círculo de la Supremacía.

25:2.5 (275.5) En cada superuniverso, los Conciliadores Universales se encuentran segregados en grupos de cuatro por algún fenómeno extraño e innato, y continúan su servicio asociados de este modo. En cada grupo, tres son personalidades de espíritu y uno es un ser semimaterial como las criaturas cuartas de los servitales. Este cuarteto constituye una comisión conciliadora compuesta como sigue:

25:2.6 (275.6) 1. El juez-árbitro. Designado unánimemente por los otros tres como el más competente y mejor cualificado para actuar como cabeza judicial del grupo.

25:2.7 (275.7) 2. El defensor de espíritu. Nombrado por el juez-árbitro para presentar pruebas y salvaguardar los derechos de todas las personalidades implicadas en cualquier asunto asignado a la comisión conciliadora para su enjuiciamiento.

25:2.8 (276.1) 3. El ejecutor divino. El conciliador cualificado por su naturaleza intrínseca para ponerse en contacto con los seres materiales de los mundos y ejecutar las decisiones de la comisión. Los ejecutores divinos, al ser criaturas cuartas —seres cuasi materiales—, son casi, aunque no del todo, visibles para la visión limitada de las razas mortales.

25:2.9 (276.2) 4. El registrador. El miembro restante de la comisión se convierte automáticamente en el registrador, el secretario del tribunal. Se encarga de que todos los registros estén adecuadamente preparados para los archivos del superuniverso y para los registros del universo local. Si la comisión está sirviendo en un mundo evolutivo, se prepara un tercer informe con ayuda del ejecutor para los registros físicos del gobierno del sistema con jurisdicción competente.

25:2.10 (276.3) Una comisión en sesión funciona como un grupo de tres, puesto que el defensor se desvincula durante el proceso de enjuiciamiento y participa en la formulación del veredicto solo al concluir la vista. De ahí que estas comisiones se llamen a veces tríos de árbitros.

25:2.11 (276.4) Los conciliadores son de gran valor para el buen funcionamiento del universo de universos. Atraviesan el espacio a la velocidad seráfica triple para servir como tribunales ambulantes de los mundos, comisiones dedicadas al enjuiciamiento rápido de las dificultades menores. Si no fuera por estas comisiones móviles y sumamente imparciales, los tribunales de las esferas estarían desbordados sin remedio por los malentendidos menores de los mundos.

25:2.12 (276.5) Estos tríos de árbitros no se pronuncian sobre asuntos de importancia eterna. El alma, la perspectiva eterna de las criaturas del tiempo, nunca es puesta en peligro por los actos de estos tríos. Los Conciliadores no abordan cuestiones que vayan más allá de la existencia temporal y el bienestar cósmico de las criaturas del tiempo. Pero una vez que una comisión ha aceptado la jurisdicción sobre un problema, sus resoluciones son finales y siempre unánimes. La decisión del juez-árbitro no tiene apelación posible.

3. El servicio de gran alcance de los Conciliadores

25:3.1 (276.6) Los conciliadores mantienen su sede de grupo en la capital de su superuniverso, donde se encuentra su cuerpo primario de reserva. Sus reservas secundarias están emplazadas en las capitales de los universos locales. Los comisionados más jóvenes y menos experimentados empiezan su servicio en los mundos más bajos, mundos como Urantia, y cuando han madurado en experiencia son ascendidos a enjuiciar problemas mayores.

25:3.2 (276.7) El orden de los conciliadores es totalmente digno de confianza; ninguno se ha descarriado jamás. Aunque no infalibles en sabiduría y juicio, su fiabilidad es incuestionable y su fidelidad inquebrantable. Tienen su origen en la sede de un superuniverso y a ella acaban volviendo tras ascender por los siguientes niveles de servicio en el universo:

25:3.3 (276.8) 1. Conciliadores para los mundos. Cuando las personalidades supervisoras de los mundos individuales se encuentran perplejas, y hasta bloqueadas, respecto al procedimiento correcto a seguir en una situación dada, y si el caso no tiene la suficiente importancia como para llevarlo a los tribunales del mundo regularmente constituidos, una comisión conciliadora se pondrá inmediatamente en funcionamiento en cuanto reciba la petición de dos personalidades, una de cada una de las partes en conflicto.

25:3.4 (277.1) Una vez que dichas dificultades administrativas y jurisdiccionales han sido puestas en manos de los conciliadores para que las estudien y enjuicien, estos son supremos en autoridad. Pero no formularán ninguna decisión hasta que se hayan escuchado todos los testimonios, y su autoridad para convocar a testigos de todas partes sin excepción es absolutamente ilimitada. Y aunque sus decisiones son inapelables, en algunos casos se puede llegar a un punto en el que la comisión cierre sus archivos, deje de emitir opiniones y transfiera toda la cuestión a tribunales más altos del dominio.

25:3.5 (277.2) Las decisiones de los comisionados quedan recogidas en los registros planetarios y, si es necesario, el ejecutor divino las pone en práctica. Su poder es muy grande y el ámbito de sus actividades en un mundo habitado es muy amplio. Los ejecutores divinos son maestros en dirigir lo que es hacia lo que debería ser. Unas veces su trabajo está visiblemente encaminado al bienestar del planeta, pero otras veces sus actos en los mundos del tiempo y el espacio son difíciles de explicar. Aunque no desafían la ley natural ni los usos vigentes del planeta en la ejecución de las sentencias, muchas veces llevan a cabo sus extrañas acciones y aplican los mandatos de los conciliadores conforme a leyes más altas de administración de los sistemas.

25:3.6 (277.3) 2. Conciliadores para las sedes de los sistemas. Tras su servicio en los mundos evolutivos, estas comisiones de cuatro son ascendidas a la sede de un sistema. Ahí tienen mucho trabajo, y demuestran ser amigos comprensivos de hombres, ángeles y otros seres de espíritu. Los tríos de árbitros no se ocupan tanto de diferencias personales como de disputas de grupos y de malentendidos que surgen entre distintos órdenes de criaturas; y es que en la sede de un sistema viven seres espirituales y materiales junto con tipos combinados, como los Hijos Materiales.

25:3.7 (277.4) En el momento en que los Creadores traen a la existencia a individuos que evolucionan y tienen la capacidad de elegir, se produce una desviación del funcionamiento armonioso de la perfección divina. Es seguro que surgirán malentendidos y habrá que tomar medidas para ajustar equitativamente esas honradas diferencias de puntos de vista. No olvidemos que los omniscientes y todopoderosos Creadores podrían haber hecho los universos locales tan perfectos como Havona. En el universo central no hacen falta comisiones conciliadoras. Pero los Creadores, en su infinita sabiduría, no eligieron hacerlo así. Y aunque han producido universos llenos de diferencias y colmados de dificultades, han proporcionado igualmente los mecanismos y los medios necesarios para componer esas diferencias y armonizar toda esa aparente confusión.

25:3.8 (277.5) 3. Conciliadores de las constelaciones. Tras su servicio en los sistemas, los Conciliadores son ascendidos a enjuiciar los problemas de una constelación, donde se encargan de resolver las dificultades menores que surgen entre sus cien sistemas de mundos habitados. No muchos de los problemas que se presentan en las sedes de la constelación caen bajo su jurisdicción, pero se mantienen ocupados yendo de sistema en sistema para reunir pruebas y preparar declaraciones preliminares. Si la disputa es legítima, si las dificultades surgen de diferencias sinceras de opinión y de una honrada diversidad de puntos de vista, por pocas que sean las personas involucradas, por muy trivial que parezca el malentendido, siempre se puede hacer que una comisión conciliadora se pronuncie sobre el fondo de la controversia.

25:3.9 (277.6) 4. Conciliadores para los universos locales. En este trabajo más amplio de un universo, los comisionados son de gran ayuda tanto para los Melquisedec como para los Hijos Magistrados, y también para los regidores de la constelación y para la multitud de personalidades que se ocupan de coordinar y administrar las cien constelaciones. Los diferentes órdenes de serafines y otros residentes de las esferas sede de un universo local también se valen de la ayuda y las decisiones de los tríos de árbitros.

25:3.10 (278.1) Es casi imposible explicar la naturaleza de las diferencias que pueden surgir en los asuntos pormenorizados de un sistema, una constelación o un universo. Se producen dificultades, pero son muy diferentes de los pleitos y tribulaciones insignificantes de la existencia material tal como se vive en los mundos evolutivos.

25:3.11 (278.2) 5. Conciliadores para los sectores menores de un superuniverso. Tras los problemas de los universos locales, los comisionados son ascendidos al estudio de las cuestiones que surgen en los sectores menores de su superuniverso. Cuanto más ascienden hacia dentro desde los planetas individuales, menos son los deberes materiales del ejecutor divino. Va asumiendo gradualmente un nuevo papel de intérprete de la justicia y la misericordia, al tiempo que —por ser cuasi material— mantiene al conjunto de la comisión en contacto comprensivo con los aspectos materiales de sus investigaciones.

25:3.12 (278.3) 6. Conciliadores para los sectores mayores de un superuniverso. El carácter del trabajo de los comisionados sigue cambiando a medida que avanzan. Hay cada vez menos malentendidos que enjuiciar y cada vez más fenómenos misteriosos que explicar e interpretar. De etapa en etapa evolucionan desde árbitros de diferencias a explicadores de misterios: jueces que evolucionan hacia maestros interpretativos. En su día fueron árbitros de los que, por ignorancia, permitieron que surgieran dificultades y malentendidos, pero ahora se están convirtiendo en instructores de quienes son lo bastante inteligentes y tolerantes como para evitar las disparidades de la mente y las guerras de opinión. Cuanto más elevada es la educación de una criatura, más respeto tiene por el conocimiento, la experiencia y las opiniones de los demás.

25:3.13 (278.4) 7. Conciliadores para el superuniverso. Aquí los conciliadores se hacen iguales en rango: cuatro maestros-árbitros compenetrados entre sí y perfectamente coordinados. El ejecutor divino es despojado del poder punitivo y se convierte en la voz física del trío espiritual. Para entonces estos consejeros y maestros se han familiarizado con la mayor parte de los problemas y dificultades propios de la conducción de los asuntos de los superuniversos y se han vuelto expertos en ellos. Se convierten así en asesores maravillosos y maestros sabios de los peregrinos ascendentes que se encuentran residiendo en las esferas educativas que rodean los mundos sede de los superuniversos.

25:3.14 (278.5) Todos los conciliadores sirven bajo la supervisión general de los Ancianos de los Días y bajo la dirección directa de los Auxiliares de Imagen hasta el momento de ser ascendidos al Paraíso. Durante su estancia en el Paraíso, están bajo las órdenes del Espíritu Maestro que preside el superuniverso en el que se originaron.

25:3.15 (278.6) Los registros de los superuniversos no enumeran a los conciliadores que han pasado más allá de su jurisdicción, y esas comisiones están muy dispersas por todo el gran universo. El último informe registral de Uversa cifra el número de comisiones que actúan en Orvonton en casi dieciocho billones, más de setenta billones de individuos. Pero estos son solo una parte muy pequeña de la multitud de conciliadores que se han creado en Orvonton; su número es de una magnitud mucho mayor y es equivalente al número total de Servitales de Havona, habida cuenta de los transmutados en Guías de los Graduados.

25:3.16 (278.7) A medida que aumenta su número, los conciliadores de los superuniversos son trasladados cada cierto tiempo al consejo de perfección del Paraíso del que emergen posteriormente como el cuerpo coordinador que el Espíritu Infinito ha hecho evolucionar para el universo de universos, un grupo maravilloso de seres que crece constantemente en número y eficacia. Por ascenso experiencial y formación paradisiaca han adquirido una comprensión única de la realidad emergente del Ser Supremo y deambulan por el universo de universos en misiones especiales.

25:3.17 (279.1) Los miembros de una comisión conciliadora no se separan nunca. Los cuatro sirven juntos como grupo para siempre tal como se vincularon en origen. Incluso en su servicio glorificado siguen actuando como cuartetos de experiencia cósmica acumulada y sabiduría experiencial perfeccionada. Están eternamente asociados como personificación de la justicia suprema del tiempo y el espacio.

4. Los Asesores Técnicos

25:4.1 (279.2) Estas mentes legales y técnicas del mundo del espíritu no fueron creadas como tales. El Espíritu Infinito eligió entre las primeras supernafines y omniafines a un millón de las mentes más metódicas como núcleo de este grupo inmenso y polifacético. Y desde esos tiempos tan lejanos, se ha exigido siempre a todos los que aspiran a convertirse en Asesores Técnicos una experiencia efectiva en la aplicación de las leyes de la perfección a los planes de la creación evolutiva.

25:4.2 (279.3) Los Asesores Técnicos son reclutados de entre los siguientes órdenes de personalidades:

25:4.3 (279.4) 1. Las supernafines

25:4.4 (279.5) 2. Las seconafines

25:4.5 (279.6) 3. Las terciafines

25:4.6 (279.7) 4. Las omniafines

25:4.7 (279.8) 5. Las serafines

25:4.8 (279.9) 6. Ciertos tipos de mortales ascendentes

25:4.9 (279.10) 7. Ciertos tipos de intermedios ascendentes.

25:4.10 (279.11) En el momento presente, sin contar a los mortales y a los intermedios, adscritos todos ellos de forma transitoria, el número de Asesores Técnicos que están registrados en Uversa y actúan en Orvonton es algo superior a los sesenta y un billones.

25:4.11 (279.12) Aunque los Asesores Técnicos actúan con frecuencia de manera individual, están organizados para el servicio y mantienen sedes comunes en las esferas donde están destinados en grupos de siete. En cada grupo, al menos cinco deben tener estatus permanente, mientras que dos pueden estar vinculados temporalmente. Los mortales ascendentes y las criaturas intermedias ascendentes sirven en estas comisiones asesoras mientras prosiguen su ascenso al Paraíso, pero no se incorporan a los cursos regulares de formación de los Asesores Técnicos ni se convierten nunca en miembros permanentes de este orden.

25:4.12 (279.13) Los mortales y los intermedios que sirven transitoriamente con los asesores son seleccionados para este trabajo por su pericia en el concepto de la ley universal y la justicia suprema. A medida que viajáis hacia vuestra meta paradisiaca y vais adquiriendo cada vez más conocimientos y mayor destreza, se os ofrece continuamente la oportunidad de compartir con otros la sabiduría y la experiencia que ya habéis acumulado. A lo largo de vuestro camino hacia Havona ejercéis el papel de maestro-alumno. Os abriréis camino por los niveles ascendentes de esta vasta universidad experiencial transmitiendo a aquellos que están justo por debajo de vosotros los conocimientos recién adquiridos en vuestra carrera progresiva. En el régimen universal no se considerará que os habéis hecho poseedores de conocimiento y verdad hasta que demostréis vuestra capacidad y buena disposición para transmitir a otros ese conocimiento y esa verdad.

25:4.13 (280.1) Tras un largo periodo de formación y experiencia efectiva, cualquiera de los espíritus ministrantes con estatus superior al de querubín es susceptible de ser nombrado Asesor Técnico de forma permanente. Todos los candidatos ingresan voluntariamente en este orden de servicio, pero una vez que han asumido esta responsabilidad, no pueden renunciar a ella. Solo los Ancianos de los Días pueden trasladar a estos asesores a otras actividades.

25:4.14 (280.2) La formación de los Asesores Técnicos, iniciada en las facultades Melquisedec de los universos locales, continúa hasta las cortes de los Ancianos de los Días. Tras esta formación en un superuniverso pasan a las «escuelas de los siete círculos» ubicadas en los mundos piloto de los circuitos de Havona. Después de los mundos piloto son admitidos en la «Facultad de Ética de la Ley y de Técnica de la Supremacía», la escuela de formación paradisiaca para el perfeccionamiento de los Asesores Técnicos.

25:4.15 (280.3) Estos asesores son algo más que expertos legales; son estudiosos y maestros del derecho aplicado, las leyes del universo aplicadas a la vida y el destino de todos los que habitan los vastos dominios de la extensa creación. Con el paso del tiempo se convierten en las bibliotecas jurídicas vivas del tiempo y el espacio, y evitan problemas sin fin y retrasos innecesarios al instruir a las personalidades del tiempo respecto a las formas y modos de proceder más aceptables para los regidores de la eternidad. Son capaces de aconsejar a los trabajadores del espacio para que puedan obrar en armonía con los requisitos del Paraíso. Son los maestros de todas las criaturas en lo relativo a la técnica de los Creadores.

25:4.16 (280.4) Esta biblioteca viva del derecho aplicado no podría ser creada; estos seres deben evolucionar mediante experiencia de hecho. Las Deidades infinitas son existenciales, lo que compensa su falta de experiencia; lo saben todo incluso antes de experimentarlo, pero no transmiten este conocimiento no experiencial a sus criaturas subordinadas.

25:4.17 (280.5) Los Asesores Técnicos se dedican a la labor de evitar retrasos, facilitar el progreso y aconsejar sobre la consecución de algo. Siempre hay una manera mejor y correcta de hacer las cosas; siempre está la técnica de la perfección, un método divino, y estos asesores saben cómo llevarnos a todos a descubrir esa mejor manera.

25:4.18 (280.6) Estos seres sabios y prácticos en grado sumo están siempre estrechamente vinculados al servicio y al trabajo de los Censores Universales. Los Melquisedec están provistos de un cuerpo formado. Los regidores de los sistemas, las constelaciones, los universos y los sectores de los superuniversos disponen todos ellos de un gran número de estas mentes de referencia técnica o legal del mundo espiritual. Un grupo especial actúa como consejero legal para los Portadores de Vida y asesora a estos Hijos sobre el grado de desviación permisible respecto al orden establecido de propagación de la vida, además de instruirlos sobre sus prerrogativas y su libertad de acción. Son los asesores de todas las clases de seres sobre los usos y métodos adecuados para todas las operaciones del mundo del espíritu. Pero no tratan directa y personalmente con las criaturas materiales de los planetas.

25:4.19 (280.7) Además de aconsejar sobre los usos legales, los Asesores Técnicos se dedican también a interpretar con eficiencia todas las leyes —físicas, mentales y espirituales— que conciernen a los seres criatura. Están a la disposición de los Conciliadores Universales y de todos los que deseen conocer la verdad de la ley, es decir, saber cómo se puede esperar que reaccione la Supremacía de la Deidad ante una situación dada que contenga factores de un orden físico, mental y espiritual establecido. Intentan incluso dilucidar la técnica del Último.

25:4.20 (281.1) Los Asesores Técnicos son seres seleccionados y probados; no he sabido nunca que ninguno de ellos se haya descarriado. No consta en los archivos de Uversa que hayan sido juzgados nunca por desacato a las leyes divinas que tan efectivamente interpretan y tan elocuentemente exponen. No hay límite conocido al campo de su servicio ni tampoco se ha puesto ninguno a su progreso. Continúan como asesores hasta los portales mismos del Paraíso. Todo el universo de la ley y la experiencia les está abierto.

5. Los Custodios de los Registros del Paraíso

25:5.1 (281.2) De entre las supernafines terciarias de Havona se elige a algunas de las registradoras jefe más antiguas como Custodios de Registros, como conservadoras de los archivos formales de la Isla de Luz, archivos que se contraponen a los registros vivos guardados en la mente de las depositarias del conocimiento, denominadas a veces la «biblioteca viva del Paraíso».

25:5.2 (281.3) Las ángeles registradoras de los planetas habitados son la fuente de todos los registros individuales. Otros registradores cumplen su cometido en todos los universos, tanto en lo que se refiere a los registros formales como a los registros vivos. Desde Urantia hasta el Paraíso se dan ambos tipos de registros: en un universo local hay más registros escritos y menos vivos; en el Paraíso, más registros vivos y menos formales; en Uversa se dan ambos tipos por igual.

25:5.3 (281.4) Todo suceso significativo en la creación organizada y habitada es objeto de registro. Mientras que los acontecimientos que solo tienen relevancia local se registran solo localmente, los de relevancia más amplia se tratan en consecuencia. Desde los planetas, los sistemas y las constelaciones de Nebadon, todo lo que tiene importancia para el universo se anota en Salvington, y desde esas capitales de los universos, estos episodios se elevan a registros más altos donde se recogen los asuntos de los sectores y de los supergobiernos. El Paraíso tiene también un resumen pertinente de los datos de los superuniversos y de Havona, y este relato histórico y acumulativo del universo de universos está bajo la custodia de estas ensalzadas supernafines terciarias.

25:5.4 (281.5) Aunque algunos de estos seres han sido enviados a los superuniversos para servir como Jefes de Registros y dirigir las actividades de las Registradoras Celestiales, ninguno de ellos ha sido transferido nunca de la lista permanente de su orden.

6. Las Registradoras Celestiales

25:6.1 (281.6) Son las registradoras que realizan todas las anotaciones por duplicado; hacen un registro original de espíritu y un duplicado semimaterial, lo que se podría llamar una copia al carbón. Pueden hacerlo gracias a su peculiar capacidad de manipular simultáneamente tanto la energía espiritual como la material. Las Registradoras Celestiales no son creadas como tales; son serafines ascendentes de los universos locales. Son recibidas, clasificadas y asignadas a sus esferas de trabajo por los consejos de Jefes de Registros de las sedes de los siete superuniversos. En ellas están ubicadas también las escuelas de formación de las Registradoras Celestiales. La escuela de Uversa está dirigida por los Perfeccionadores de la Sabiduría y los Consejeros Divinos.

25:6.2 (281.7) A medida que las registradoras progresan en su servicio en el universo, continúan con su sistema de registro dual, lo que hace que sus archivos sean siempre accesibles a toda clase de seres, desde los de orden material hasta los altos espíritus de luz. En vuestra experiencia de transición, a medida que ascendáis desde este mundo material, siempre tendréis la posibilidad de consultar los registros de la historia y las tradiciones de la esfera correspondiente a vuestro estatus y de familiarizaros con ellas.

25:6.3 (282.1) Las registradoras son un cuerpo probado y comprobado. No he sabido nunca de la defección de una Registradora Celestial, y no se ha descubierto nunca una falsificación en sus registros. Están sujetas a una inspección dual, pues sus registros son examinados por sus eminentes compañeros de Uversa y por los Mensajeros Poderosos, que certifican la exactitud de los duplicados cuasi físicos de los registros originales de espíritu.

25:6.4 (282.2) El número de registradoras en avance emplazados en las esferas subordinadas de registro de los universos de Orvonton asciende a billones y billones, pero las de estatus logrado de Uversa son apenas ocho millones. Estas registradoras superiores o graduadas son las que en los superuniversos custodian y expiden los registros garantizados del tiempo y el espacio. Su sede permanente está en las moradas circulares que rodean el área de registros de Uversa. No dejan nunca la custodia de estos registros a otros. Pueden ausentarse individualmente, pero nunca muchas a la vez.

25:6.5 (282.3) Como ocurre con las supernafines que se han convertido en Custodios de Registros, el cuerpo de las Registradoras Celestiales es una asignación permanente. Una vez incorporadas a estos servicios, las serafines y supernafines seguirán siendo Registradoras Celestiales y Custodios de Registros respectivamente hasta el día de la administración nueva y modificada correspondiente a la personalización plena de Dios Supremo.

25:6.6 (282.4) En Uversa, estas Registradoras Celestiales de alto rango pueden mostrar los registros de todo lo que ha tenido importancia cósmica en todo Orvonton desde los remotos tiempos de la llegada de los Ancianos de los Días, mientras que en la Isla eterna, los Custodios de Registros guardan archivos de ese ámbito que dan fe de las operaciones realizadas en el Paraíso desde los tiempos de la personificación del Espíritu Infinito.

7. Las Acompañantes de la Morontia

25:7.1 (282.5) Estas hijas de los Espíritus Madre de los universos locales son las amigas y colaboradoras de todos los que viven la vida ascendente de la morontia. No son indispensables para el trabajo real de progresión como criatura de un ascendente ni tampoco sustituyen en ningún sentido el trabajo de las guardianas seráficas que acompañan frecuentemente a sus allegados mortales en el viaje al Paraíso. Las Acompañantes de la Morontia son simplemente amables anfitrionas de aquellos que acaban de iniciar su largo ascenso hacia dentro. Son también expertas patrocinadoras del juego y están hábilmente asistidas en esta tarea por los directores de la reversión.

25:7.2 (282.6) Aunque tendréis que desempeñar tareas serias y cada vez más difíciles en los mundos de formación en la morontia de Nebadon, se os proporcionarán siempre temporadas regulares de descanso y reversión. En todo el viaje al Paraíso, siempre habrá tiempo para el descanso y el juego del espíritu; y en la carrera de luz y vida siempre hay tiempo para la adoración y para nuevos logros.

25:7.3 (282.7) Estas Acompañantes de la Morontia son unas amigas tan cordiales que, cuando dejéis finalmente la última fase de la experiencia en la morontia y os preparéis para embarcaros en la aventura de espíritu en el superuniverso, lamentaréis de verdad que estas amables criaturas no puedan acompañaros, pero sirven exclusivamente en los universos locales. En todas las etapas de la carrera ascendente, todas las personalidades con las que podáis establecer contacto serán amables y cordiales, pero no encontraréis otro grupo tan entregado a la amistad y al compañerismo hasta que conozcáis a las Acompañantes del Paraíso.

25:7.4 (283.1) El trabajo de las Acompañantes de la Morontia se describe más a fondo en las narraciones que tratan de los asuntos de vuestro universo local.

8. Las Acompañantes del Paraíso

25:8.1 (283.2) Las Acompañantes del Paraíso son un grupo combinado o compuesto seleccionado de entre las las serafines, las seconafines, las supernafines y las omniafines. Aunque sirven durante un periodo de tiempo que consideraríais extraordinariamente largo, no tienen estatus permanente. Al término de esta misión retoman por regla general (pero no siempre) las funciones que realizaban cuando fueron convocadas para el servicio del Paraíso.

25:8.2 (283.3) Los miembros de las huestes angélicas son propuestos para este servicio por los Espíritus Madre de los universos locales, por los Espíritus Reflectantes de los superuniversos y por Majeston del Paraíso. Son convocadas a la Isla central y comisionadas como Acompañantes del Paraíso por uno de los siete Espíritus Maestros. Aparte del estatus permanente en el Paraíso, este servicio temporal de acompañamiento en el Paraíso es el honor más alto que se pueda conceder jamás a un espíritu ministrante.

25:8.3 (283.4) Estas ángeles seleccionadas se dedican al servicio de compañía y son asignadas como acompañantes a los seres de cualquier clase que pudieran estar solos en el Paraíso, principalmente a los mortales ascendentes, pero también a todo el que esté solo en la Isla central. Las Acompañantes del Paraíso no tienen nada especial que hacer a favor de aquellos con quienes fraternizan, son simples acompañantes. Casi todos los demás seres que vosotros los mortales encontraréis durante vuestra estancia en el Paraíso —aparte de vuestros compañeros de peregrinación— tendrán algo concreto que hacer con vosotros o por vosotros, pero estas ángeles tienen la única misión de estar con vosotros y comunicarse con vosotros como acompañantes de vuestra personalidad. A menudo son asistidas en su ministerio por los amables y brillantes Ciudadanos del Paraíso.

25:8.4 (283.5) Los mortales provienen de razas que son muy sociables. Los Creadores saben bien que «no es bueno que el hombre esté solo» y, en consecuencia, se ha previsto compañía, incluso en el Paraíso.

25:8.5 (283.6) Si tú, como mortal ascendente, alcanzaras el Paraíso junto a la persona compañera o íntimamente allegada de tu carrera terrenal, o diera la casualidad de que tu guardiana seráfica del destino llegara contigo o te estuviera esperando, no se te asignaría una acompañante permanente. Pero si llegas solo, una acompañante te dará con toda seguridad la bienvenida cuando despiertes del sueño terminal del tiempo en la Isla de Luz. Y aunque se sepa que estarás acompañado por alguien vinculado a ti durante la ascensión, se te asignarán acompañantes temporales para darte la bienvenida en las orillas eternas y escoltarte hasta el lugar reservado para recibiros a ti y a tus allegados. Puedes tener la seguridad de que serás acogido con cariño cuando experimentes la resurrección para la eternidad en las orillas sempiternas del Paraíso.

25:8.6 (283.7) Las acompañantes de acogida son asignadas durante los días terminales de la estancia del ascendente en el último circuito de Havona, y examinan cuidadosamente el expediente del origen del mortal, así como los acontecimientos de su afanoso ascenso por los mundos del espacio y los círculos de Havona. Cuando reciben a los mortales del tiempo a su llegada, están ya muy versadas en las carreras de estos peregrinos y demuestran ser compañeras fascinantes y comprensivas desde el primer momento.

25:8.7 (283.8) Durante tu estancia prefinalitaria en el Paraíso, si por alguna razón debieras ser separado temporalmente de tu allegado de la carrera ascendente —mortal o seráfico— se te asignaría en el acto una Acompañante del Paraíso para que te aconseje y acompañe. Una vez asignada a un mortal ascendente que reside en solitario en el Paraíso, la acompañante permanece con esta persona hasta que se reúne con sus allegados ascendentes o bien es incorporada debidamente al Cuerpo de la Finalización.

25:8.8 (284.1) Las Acompañantes del Paraíso son asignadas por orden de lista de espera, pero un ascendente nunca es puesto a cargo de una acompañante de naturaleza diferente a la de su tipo de superuniverso. Si llegara hoy un mortal de Urantia al Paraíso, se le asignaría la primera acompañante de la lista de espera que fuera originaria de Orvonton o de la naturaleza del séptimo Espíritu Maestro. Por este motivo las omniafines no prestan servicio con las criaturas ascendentes de los siete superuniversos.

25:8.9 (284.2) Las Acompañantes del Paraíso realizan muchos servicios adicionales: si un mortal ascendente alcanzara solo el universo central y fracasara en alguna fase de la aventura de la Deidad al atravesar Havona, sería devuelto en su momento a los universos del tiempo y se haría una llamada inmediata a las reservas de las Acompañantes del Paraíso. Una acompañante de este orden sería asignada para seguir al peregrino derrotado, consolarlo, animarlo y permanecer con él hasta que volviera al universo central para reanudar el ascenso al Paraíso.

25:8.10 (284.3) Si un peregrino ascendente fracasara en la aventura de la Deidad mientras atraviesa Havona en compañía de una serafín ascendente, la ángel guardiana de la carrera mortal, esta elegiría acompañar a su compañero mortal. Estas serafines se ofrecen siempre voluntarias y se les permite acompañar a sus camaradas mortales de tantos años de vuelta al servicio del tiempo y el espacio.

25:8.11 (284.4) En cambio esto no ocurre en el caso de dos ascendentes mortales estrechamente vinculados: si uno logra a Dios mientras que el otro fracasa temporalmente, el individuo afortunado elige invariablemente volver a las creaciones evolutivas con el decepcionado, pero no le está permitido. En lugar de eso se hace una llamada a las reservas de las Acompañantes del Paraíso y se selecciona a una de las voluntarias para acompañar al peregrino decepcionado. Un Ciudadano del Paraíso voluntario se vincula luego con el mortal victorioso, que se queda en la Isla central esperando el regreso a Havona de su camarada derrotado y se dedica mientras tanto a enseñar en ciertas escuelas paradisiacas donde expone la valerosa historia del ascenso evolutivo.

25:8.12 (284.5) [Patrocinado por un Alto en Autoridad de Uversa.]

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