Documento 17 - Los siete grupos de Espíritus Supremos

   
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El libro de Urantia

Documento 17

Los siete grupos de Espíritus Supremos

17:0.1 (197.1) LOS siete grupos de Espíritus Supremos son los directores universales que coordinan la administración segmentada en siete del gran universo. Aunque todos están catalogados dentro de la familia funcional del Espíritu Infinito, los tres grupos siguientes se clasifican habitualmente como hijos de la Trinidad del Paraíso:

17:0.2 (197.2) 1. Los siete Espíritus Maestros.

17:0.3 (197.3) 2. Los siete Ejecutivos Supremos.

17:0.4 (197.4) 3. Los Espíritus Reflectantes.

17:0.5 (197.5) Los cuatro grupos restantes son traídos a la existencia por los actos creativos del Espíritu Infinito o por sus colaboradores con estatus creativo:

17:0.6 (197.6) 4. Los Auxiliares Reflectantes de Imagen.

17:0.7 (197.7) 5. Los siete Espíritus de los Circuitos.

17:0.8 (197.8) 6. Los Espíritus Creativos de los universos locales.

17:0.9 (197.9) 7. Los espíritus-mente adjutores.

17:0.10 (197.10) Estos siete órdenes se conocen en Uversa como los siete grupos de Espíritus Supremos. Su ámbito funcional se extiende desde la presencia personal de los siete Espíritus Maestros en la periferia de la Isla eterna, pasando por los siete satélites paradisiacos del Espíritu, los circuitos de Havona, los gobiernos de los superuniversos y la administración y supervisión de los universos locales, hasta llegar incluso al servicio humilde de los adjutores otorgados a los campos de la mente evolutiva de los mundos del tiempo y el espacio.

17:0.11 (197.11) Los siete Espíritus Maestros son los directores que coordinan este extenso campo administrativo. En algunos asuntos relativos a la regulación administrativa del poder físico organizado, de la energía de la mente y del ministerio impersonal del espíritu actúan personal y directamente, y en otros actúan a través de una amplia diversidad de colaboradores. En todos los asuntos de naturaleza ejecutiva —resoluciones, regulaciones, ajustes y decisiones administrativas— los Espíritus Maestros actúan en las personas de los siete Ejecutivos Supremos. En el universo central los Espíritus Maestros pueden actuar a través de los siete Espíritus de los Circuitos de Havona. En las sedes centrales de los siete superuniversos se revelan a través del canal de los Espíritus Reflectantes y actúan a través de las personas de los Ancianos de los Días, con quienes están en comunicación personal a través de los Auxiliares Reflectantes de Imagen.

17:0.12 (197.12) Los siete Espíritus Maestros no se ponen en contacto directa y personalmente con la administración del universo a un nivel inferior al de las cortes de los Ancianos de los Días. El Espíritu Maestro de Orvonton administra vuestro universo local como una parte de nuestro superuniverso, pero su función en relación con los seres nativos de Nebadon la desempeña directamente y la dirige personalmente el Espíritu Madre Creativo residente en Salvington, la sede de vuestro universo local.

1. Los siete Ejecutivos Supremos

17:1.1 (198.1) La sede ejecutiva de los Espíritus Maestros ocupa los siete satélites paradisiacos del Espíritu Infinito, que giran alrededor de la Isla central entre las esferas resplandecientes del Hijo Eterno y el circuito más interior de Havona. Estas esferas ejecutivas están bajo la dirección de los Ejecutivos Supremos, un grupo de siete que fueron trinizados por el Padre, el Hijo y el Espíritu según las especificaciones de los siete Espíritus Maestros para generar un tipo de seres que pudieran actuar como sus representantes universales.

17:1.2 (198.2) Los Espíritus Maestros mantienen contacto con las varias divisiones de los gobiernos de los superuniversos a través de estos Ejecutivos Supremos. Son ellos quienes determinan en gran medida las tendencias constitutivas básicas de los siete superuniversos. Son perfectos de manera uniforme y divina, pero poseen también diversidad de personalidades. No están encabezados por un presidente; cada vez que se reúnen, eligen a uno de ellos para presidir ese consejo conjunto. Viajan periódicamente al Paraíso para reunirse en consejo con los siete Espíritus Maestros.

17:1.3 (198.3) Los siete Ejecutivos Supremos actúan como coordinadores administrativos del gran universo. Se les podría calificar como la junta directiva de la creación posterior a Havona. No se ocupan de los asuntos internos del Paraíso, y dirigen sus limitadas esferas de actividad en Havona a través de los siete Espíritus de los Circuitos. Por lo demás, hay pocos límites al alcance de su supervisión. Se dedican a la dirección de las cosas físicas, intelectuales y espirituales; ven todo, oyen todo, sienten todo, incluso saben todo lo que sucede en los siete superuniversos y en Havona.

17:1.4 (198.4) Estos Ejecutivos Supremos no dan origen a políticas ni modifican procedimientos del universo; se ocupan de ejecutar los planes de la divinidad promulgados por los siete Espíritus Maestros. Tampoco interfieren en el gobierno de los Ancianos de los Días de los superuniversos ni en la soberanía de los Hijos Creadores de los universos locales. Son los ejecutivos coordinadores cuya función consiste en llevar a cabo las políticas conjuntas de todos los regidores debidamente constituidos del gran universo.

17:1.5 (198.5) Cada uno de los ejecutivos junto con las instalaciones de su esfera se dedican a la administración eficiente de un único superuniverso. El Ejecutivo Supremo número uno, que actúa en la esfera ejecutiva número uno, está enteramente ocupado en los asuntos del superuniverso número uno, y así sucesivamente hasta el Ejecutivo Supremo número siete, que trabaja en el séptimo satélite paradisiaco del Espíritu y dedica sus energías a la gestión del séptimo superuniverso. El nombre de esta séptima esfera es Orvonton, pues los satélites paradisiacos del Espíritu tienen los mismos nombres que sus correspondientes superuniversos. De hecho, a los superuniversos les pusieron los nombres de los satélites.

17:1.6 (198.6) En la esfera ejecutiva del séptimo superuniverso la cantidad de personal dedicado a mantener en orden los asuntos de Orvonton sobrepasa los límites de la comprensión humana y abarca prácticamente a todos los órdenes de inteligencias celestiales. Todos los servicios de los superuniversos de envío de personalidades (excepto los Espíritus Inspirados de la Trinidad y los Ajustadores del Pensamiento) pasan por uno de esos siete mundos ejecutivos en sus viajes por el universo hacia y desde el Paraíso, y ahí se mantienen los registros centrales de todas las personalidades creadas por la Tercera Fuente y Centro que actúan en los superuniversos. El sistema de archivos materiales, morontiales y espirituales de uno de estos mundos ejecutivos del Espíritu asombra incluso a un ser de mi orden.

17:1.7 (199.1) La mayor parte de los subordinados inmediatos de los Ejecutivos Supremos está compuesta por hijos trinizados de las personalidades del Paraíso-Havona y por la prole trinizada de los mortales glorificados que se han graduado en la formación multisecular del programa ascendente del tiempo y el espacio. El jefe del Consejo Supremo del Cuerpo de la Finalización del Paraíso es quien nombra a estos hijos trinizados para servir con los Ejecutivos Supremos.

17:1.8 (199.2) Cada Ejecutivo Supremo tiene dos gabinetes consultivos. Las hijas del Espíritu Infinito de la sede de cada superuniverso eligen de entre ellas representantes para servir durante un milenio en el gabinete consultivo primario de su Ejecutivo Supremo. Para todos los asuntos que afectan a los mortales ascendentes del tiempo, hay un gabinete secundario compuesto por mortales que han logrado llegar al Paraíso y por hijos trinizados de mortales glorificados; este cuerpo es elegido por los seres en perfeccionamiento y ascensión que moran transitoriamente en las siete sedes de los superuniversos. Los Ejecutivos Supremos nombran a todos los demás responsables de asuntos.

17:1.9 (199.3) En estos satélites paradisiacos del Espíritu se celebran grandes cónclaves cada cierto tiempo. Los hijos trinizados asignados a estos mundos, junto con los ascendentes que han logrado llegar al Paraíso, se congregan con las personalidades de espíritu de la Tercera Fuente y Centro para tratar sobre las luchas y triunfos de la carrera ascendente. Los Ejecutivos Supremos presiden siempre estas asambleas fraternales.

17:1.10 (199.4) Una vez por milenio paradisiaco los siete Ejecutivos Supremos dejan sus sedes de autoridad y van al Paraíso a celebrar su cónclave milenario de saludos y buenos deseos universales para las huestes inteligentes de la creación. Este acontecimiento memorable tiene lugar en presencia directa de Majeston, el jefe de todos los grupos de espíritus reflectantes. De este modo pueden comunicarse simultáneamente con todos sus compañeros del gran universo mediante el funcionamiento único de la reflectividad universal.

2. Majeston, el jefe de la reflectividad

17:2.1 (199.5) Los Espíritus Reflectantes tienen su origen divino en la Trinidad. Estos seres únicos y algo misteriosos son cincuenta. Estas personalidades extraordinarias se crearon de siete en siete, y cada uno de estos episodios creativos se llevó a cabo mediante el enlace de la Trinidad del Paraíso con uno de los siete Espíritus Maestros.

17:2.2 (199.6) Esta operación de capital importancia, que ocurrió en los albores del tiempo, supone el esfuerzo inicial de las Personalidades Creadoras Supremas, representadas por los Espíritus Maestros, para actuar como cocreadoras con la Trinidad del Paraíso. Esta unión del poder creativo de los Creadores Supremos con los potenciales creativos de la Trinidad es la fuente misma de la actualidad del Ser Supremo. Por eso, cuando el ciclo de la creación reflectante terminó su curso, cuando cada uno de los siete Espíritus Maestros encontró una sincronía creativa perfecta con la Trinidad del Paraíso, cuando se personalizó el Espíritu Reflectante número cuarenta y nueve, se produjo una reacción nueva y de gran alcance en el Absoluto de Deidad que impartió nuevas prerrogativas de personalidad al Ser Supremo y culminó en la personalización de Majeston, el jefe de la reflectividad y centro en el Paraíso de todo el trabajo de los cuarenta y nueve Espíritus Reflectantes y sus colaboradores en todo el universo de universos.

17:2.3 (200.1) Majeston es una verdadera persona, el centro personal e infalible de los fenómenos de reflectividad de los siete superuniversos del tiempo y el espacio. Mantiene una sede permanente en el Paraíso cerca del centro de todas las cosas, en el punto de encuentro de los siete Espíritus Maestros. Se ocupa exclusivamente de la coordinación y el mantenimiento del servicio de reflectividad de la extensa creación; no está implicado de ninguna otra manera en la administración de los asuntos del universo.

17:2.4 (200.2) Majeston no está incluido en nuestro catálogo de personalidades paradisiacas porque es la única personalidad existente de la divinidad creada por el Ser Supremo en enlace funcional con el Absoluto de Deidad. Es una persona, pero se ocupa exclusivamente, y parece que de forma automática, de este único aspecto de la organización del universo. No actúa ahora a ningún título personal con relación a otros órdenes (no reflectantes) de personalidades del universo.

17:2.5 (200.3) La creación de Majeston señaló el primer acto creativo supremo del Ser Supremo. Esta voluntad de acción surgió de la volición del Ser Supremo, pero la prodigiosa reacción del Absoluto de Deidad no se conocía de antemano. Desde la aparición de Havona en la eternidad, el universo no había visto factualizarse de modo tan formidable una alineación de poder y una coordinación de actividades funcionales de espíritu tan extensa y gigantesca. La respuesta de la Deidad a las voluntades creativas del Ser Supremo y sus colaboradores sobrepasó enormemente el propósito intencionado de estos y excedió en mucho sus previsiones conceptuales.

17:2.6 (200.4) En edades futuras en las que el Supremo y el Último podrían alcanzar nuevos niveles de divinidad y ascender a nuevos dominios de funcionamiento de la personalidad, nos sobrecoge imaginar lo que dichas edades podrían presenciar en el ámbito de la deización de otros seres inesperados y nunca soñados que poseyeran poderes inimaginables de coordinación aumentada del universo. Pudiera parecer que no hay límite al potencial de respuesta del Absoluto de Deidad ante semejante unificación de relaciones entre la Deidad experiencial y la Trinidad existencial del Paraíso.

3. Los Espíritus Reflectantes

17:3.1 (200.5) Los cuarenta y nueve Espíritus Reflectantes tienen su origen en la Trinidad, pero cada uno de los siete episodios creativos que acompañaron su aparición produjo un tipo de ser semejante en su naturaleza a las características del Espíritu Maestro coancestral. Y así, reflejan de diversas maneras las naturalezas y los caracteres de las siete combinaciones posibles de asociación de las características de divinidad del Padre Universal, el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito. Por esta razón es necesario que haya siete de estos Espíritus Reflectantes en la sede de cada superuniverso. Se requiere uno de cada uno de los siete tipos para conseguir el reflejo perfecto de todos los aspectos de todas las posibles manifestaciones de las tres Deidades del Paraíso, dado que dichos fenómenos podrían ocurrir en cualquier parte de los siete superuniversos. En consecuencia, se asignó uno de cada tipo al servicio de cada uno de los superuniversos. Estos grupos de siete Espíritus Reflectantes diferentes mantienen sus sedes en las capitales de los superuniversos en el foco reflectante de cada dominio, que no es idéntico al punto de polaridad espiritual.

17:3.2 (200.6) Los Espíritus Reflectantes tienen nombre, pero estas designaciones no se revelan a los mundos del espacio. Pertenecen a la naturaleza y el carácter de estos seres y forman parte de uno de los siete misterios universales de las esferas secretas del Paraíso.

17:3.3 (201.1) El atributo de la reflectividad, fenómeno de los niveles de mente del Actor Conjunto, del Ser Supremo y de los Espíritus Maestros, es transmisible a todos los seres implicados en la ejecución de este vasto plan de información universal. Y aquí hay un gran misterio: ni los Espíritus Maestros ni las Deidades del Paraíso muestran individual ni colectivamente estos poderes de reflectividad universal del mismo orden tal como se manifiestan en esas cuarenta y nueve personalidades de enlace de Majeston, y sin embargo ellos son los creadores de todos esos seres maravillosamente dotados. La herencia divina desvela a veces en la criatura ciertos atributos que no son perceptibles en el Creador.

17:3.4 (201.2) Todo el personal del servicio de reflectividad, excepto Majeston y los Espíritus Reflectantes, son criaturas del Espíritu Infinito y de sus colaboradores y subordinados directos. Los Espíritus Reflectantes de cada superuniverso son los creadores de sus Auxiliares Reflectantes de Imagen, sus voces personales ante las cortes de los Ancianos de los Días.

17:3.5 (201.3) Los Espíritus Reflectantes no son meros agentes de transmisión, son además personalidades retentivas. Sus vástagos, las seconafines, también son personalidades retentivas o de registro. Todo lo que tenga verdadero valor espiritual se registra por duplicado, y una de las impresiones se conserva en la dotación personal de algún miembro de uno de los numerosos órdenes de personalidades secoráficas pertenecientes al cuantioso personal de los Espíritus Reflectantes.

17:3.6 (201.4) Los registros formales de los universos son transmitidos hacia arriba por y a través de los registradores angélicos, pero los verdaderos registros espirituales se recogen por reflectividad y se conservan en la mente de personalidades adecuadas e idóneas pertenecientes a la familia del Espíritu Infinito. Son los registros vivos en contraste con los registros formales y muertos del universo, y se conservan perfectamente en la mente viva de las personalidades registradoras del Espíritu Infinito.

17:3.7 (201.5) La organización de la reflectividad es también el mecanismo de recolección de noticias y de diseminación de decretos de toda la creación. Está en operación constante, en contraste con el funcionamiento periódico de los varios servicios de difusión.

17:3.8 (201.6) Todo lo importante que sucede en la sede de un universo local es reflejado inherentemente hacia la capital de su superuniverso. Y a la inversa, todo lo relevante para los universos locales es reflejado hacia las capitales de los universos locales desde la sede de su superuniverso. El servicio de reflectividad que va desde los universos del tiempo hacia los superuniversos parece que es automático o que opera solo, pero no es así. Todo él es muy personal e inteligente; su precisión es el resultado de una cooperación perfecta de las personalidades y, por lo tanto, no sería exacto atribuirla a las presencias y actuaciones impersonales de los Absolutos.

17:3.9 (201.7) Si bien los Ajustadores del Pensamiento no participan en el funcionamiento del sistema universal de reflectividad, tenemos todos los motivos para creer que todos los fragmentos del Padre están plenamente al corriente de estas operaciones y pueden hacer uso de su contenido.

17:3.10 (201.8) Durante la presente edad del universo, el alcance en el espacio del servicio de reflectividad exterior al Paraíso parece estar limitado por la periferia de los siete superuniversos. Por otra parte, la función de este servicio parece ser independiente del tiempo y el espacio. Da la impresión de ser independiente de todos los circuitos universales subabsolutos conocidos.

17:3.11 (201.9) En la sede de cada superuniverso la organización reflectante actúa como una unidad segregada; pero en ciertas ocasiones especiales las siete pueden actuar y actúan al unísono universal bajo la dirección de Majeston, como en el caso del jubileo que sigue al asentamiento de todo un universo local en luz y vida, y con ocasión de las salutaciones milenarias de los siete Ejecutivos Supremos.

4. Los Auxiliares Reflectantes de Imagen

17:4.1 (202.1) Los cuarenta y nueve Auxiliares Reflectantes de Imagen fueron creados por los Espíritus Reflectantes, y hay exactamente siete Auxiliares en la sede de cada superuniverso. El primer acto creativo de los siete Espíritus Reflectantes de Uversa fue dar origen a sus siete Auxiliares de Imagen, y cada Espíritu Reflectante creó a su propio Auxiliar. Los Auxiliares de Imagen son, en ciertos atributos y características, reproducciones perfectas de sus Espíritus Reflectantes Madre; son prácticamente duplicados, menos en el atributo de la reflectividad. Son verdaderas imágenes y funcionan constantemente como canal de comunicación entre los Espíritus Reflectantes y las autoridades de los superuniversos. Los Auxiliares de Imagen no son meros asistentes; son representaciones propiamente dichas de sus respectivos Espíritus ancestros; son imágenes, y son fieles a su nombre.

17:4.2 (202.2) Los propios Espíritus Reflectantes son verdaderas personalidades, aunque de un orden incomprensible para los seres materiales. Incluso en la esfera sede de un superuniverso, requieren la asistencia de sus Auxiliares de Imagen en toda relación personal con los Ancianos de los Días y sus asociados. En los contactos entre los Auxiliares de Imagen y los Ancianos de los Días a veces puede actuar aceptablemente un solo Auxiliar, pero en otras ocasiones son necesarios dos, tres, cuatro e incluso los siete para presentar de forma completa y adecuada la comunicación que se les ha encargado transmitir. Del mismo modo, los mensajes de los Auxiliares de Imagen son recibidos por uno, dos o los tres Ancianos de los Días según lo exija el contenido de la comunicación.

17:4.3 (202.3) Los Auxiliares de Imagen sirven por siempre al lado de sus Espíritus ancestrales y tienen a su disposición una multitud increíble de seconafines ayudantes. Los Auxiliares de Imagen no actúan directamente en conexión con los mundos de formación de los mortales ascendentes. Están estrechamente asociados al servicio de información del programa universal de progresión de los mortales, pero no entraréis en contacto personal con ellos cuando residáis en las escuelas de Uversa porque estos seres aparentemente personales están desprovistos de voluntad; no ejercen el poder de elegir. Son verdaderas imágenes que reflejan enteramente la personalidad y la mente de su Espíritu ancestro particular. Como clase, los mortales ascendentes no entran en contacto íntimo con la reflectividad. Siempre se interpondrá algún ser de naturaleza reflectante entre vosotros y el funcionamiento propiamente dicho del servicio.

5. Los siete Espíritus de los Circuitos

17:5.1 (202.4) Los siete Espíritus de los Circuitos de Havona son la representación impersonal conjunta del Espíritu Infinito y de los siete Espíritus Maestros para los siete circuitos del universo central. Son los servidores de los Espíritus Maestros, de los que descienden colectivamente. Los Espíritus Maestros proporcionan una individualidad administrativa definida y diversificada a los siete superuniversos. A través de estos Espíritus uniformes de los Circuitos de Havona, están facultados para proporcionar al universo central una supervisión espiritual unificada, uniforme y coordinada.

17:5.2 (202.5) Cada uno de los siete Espíritus de los Circuitos está limitado a permear uno solo de los circuitos de Havona. No tienen relación directa con los regímenes de los Eternos de los Días, los regidores de los mundos individuales de Havona. Pero están en enlace con los siete Ejecutivos Supremos y se sincronizan con la presencia del Ser Supremo en el universo central. Su trabajo está totalmente confinado a Havona.

17:5.3 (203.1) Estos Espíritus de los Circuitos entran en contacto con los que pasan por Havona a través de su descendencia personal, las supernafines terciarias. Aunque los Espíritus de Circuito coexisten con los siete Espíritus Maestros, su función en la creación de las supernafines terciarias no logró gran relevancia hasta la llegada de los primeros peregrinos del tiempo al circuito exterior de Havona en los días de Grandfanda.

17:5.4 (203.2) A medida que avancéis de circuito en circuito en Havona, sabréis de los Espíritus de los Circuitos, pero no tendréis posibilidad de mantener una comunicación personal con ellos, aun cuando podréis disfrutar personalmente de su influencia espiritual y reconocer la presencia impersonal de esta influencia.

17:5.5 (203.3) Los Espíritus de Circuito se relacionan con los habitantes nativos de Havona de manera muy semejante a como se relacionan los Ajustadores del Pensamiento con las criaturas mortales que habitan los mundos de los universos evolutivos. Igual que los Ajustadores del Pensamiento, los Espíritus de Circuito son impersonales y se armonizan con la mente perfecta de los seres de Havona de manera muy semejante a como los espíritus impersonales del Padre universal moran en el interior de la mente finita de los hombres mortales. Pero los Espíritus de los Circuitos nunca llegan a ser parte permanente de las personalidades de Havona.

6. Los Espíritus Creativos de los universos locales

17:6.1 (203.4) Gran parte de lo relativo a la naturaleza y función de los Espíritus Creativos de los universos locales pertenece propiamente a la narrativa de su asociación con los Hijos Creadores en la organización y gestión de las creaciones locales; pero hay muchos aspectos de las experiencias anteriores al universo local de estos seres maravillosos que se pueden incluir en esta exposición sobre los siete grupos de Espíritus Supremos.

17:6.2 (203.5) Conocemos bien seis fases de la carrera del Espíritu Madre de un universo local, y especulamos mucho sobre la probabilidad de una séptima etapa de actividad. Estas diferentes etapas de existencia son:

17:6.3 (203.6) 1. La diferenciación paradisiaca inicial. Cuando un Hijo Creador es personalizado por la acción conjunta del Padre Universal y el Hijo Eterno, se produce simultáneamente en la persona del Espíritu Infinito lo que se conoce como la «reacción suprema de complemento». No comprendemos la naturaleza de esta reacción, pero entendemos que designa una modificación inherente de las posibilidades personalizables abarcadas dentro del potencial creativo del Creador Conjunto. El nacimiento de un Hijo Creador de igual rango señala el nacimiento dentro de la persona del Espíritu Infinito del potencial de la futura consorte de este Hijo del Paraíso en el universo local. No tenemos conocimiento de esta nueva identificación prepersonal de una entidad, pero sabemos que este hecho se inscribe en los registros paradisiacos de la carrera de ese Hijo Creador.

17:6.4 (203.7) 2. La formación preliminar como creadora. Durante el largo periodo de formación preliminar de un Hijo Miguel en la organización y administración de universos, su futura consorte experimenta un desarrollo adicional de su entidad y se hace grupalmente consciente de su destino. No lo sabemos, pero sospechamos que esta entidad grupalmente consciente toma conocimiento del espacio y comienza la formación preliminar requerida para la adquisición de las destrezas de espíritu necesarias para su futuro trabajo de colaboración con el Miguel complementario en la creación y administración de un universo.

17:6.5 (204.1) 3. La etapa de creación física. En el momento en que el Hijo Eterno confiere a un Hijo Miguel el encargo de creación, el Espíritu Maestro que dirige el superuniverso al que se destina este nuevo Hijo Creador expresa la «oración de identificación» en presencia del Espíritu Infinito; y por primera vez, la entidad del posterior Espíritu Creativo aparece diferenciada de la persona del Espíritu Infinito. Y al avanzar directamente hacia la persona del Espíritu Maestro peticionario, esta entidad deja inmediatamente de ser reconocible para nosotros y parece convertirse en parte de la persona de este Espíritu Maestro. El Espíritu Creativo recién identificado permanece con el Espíritu Maestro hasta el momento de la partida del Hijo Creador hacia la aventura del espacio, momento en el que el Espíritu Maestro confía el nuevo Espíritu consorte al cuidado del Hijo Creador, al tiempo que confiere al Espíritu consorte el encargo de fidelidad eterna y lealtad sin fin. Y ocurre entonces uno de los episodios más profundamente conmovedores que se dan en el Paraíso. El Padre Universal habla para reconocer la unión eterna del Hijo Creador y el Espíritu Creativo, y para confirmar el otorgamiento por el Espíritu Maestro con jurisdicción en el superuniverso de ciertos poderes conjuntos de administración.

17:6.6 (204.2) El Hijo Creador y el Espíritu Creativo, unidos por el Padre, parten entonces hacia su aventura de creación de un universo. Y trabajan juntos bajo esta forma de asociación durante todo el largo y arduo periodo de la organización material de su universo.

17:6.7 (204.3) 4. La era de creación de vida. Tras la declaración del Hijo Creador de su intención de crear vida, tienen lugar en el Paraíso las «ceremonias de personalización» en las que participan los siete Espíritus Maestros y que son experimentadas personalmente por el Espíritu Maestro supervisor. Esta es una contribución de la Deidad del Paraíso a la individualidad del Espíritu consorte del Hijo Creador y se hace manifiesta al universo en el fenómeno de la «erupción primaria» en la persona del Espíritu Infinito. Al tiempo que ocurre este fenómeno en el Paraíso, el Espíritu consorte del Hijo Creador, impersonal hasta ese momento, se convierte en una persona auténtica a todos los efectos prácticos. De ahí en adelante y para siempre, este mismo Espíritu Madre del universo local será considerado como una persona y mantendrá relaciones personales con las multitudes de personalidades de vida creada que vendrán a continuación.

17:6.8 (204.4) 5. Las edades posteriores al otorgamiento. Otro gran cambio ocurre en la carrera sin fin de un Espíritu Creativo cuando el Hijo Creador regresa a la sede del universo tras completar su séptimo otorgamiento y después de haber adquirido la soberanía plena del universo. Con tal ocasión, ante los administradores del universo reunidos, el Hijo Creador triunfante eleva a la cosoberanía al Espíritu Madre del Universo y reconoce a la consorte Espíritu como su igual.

17:6.9 (204.5) 6. Las edades de luz y vida. Con el establecimiento de la era de luz y vida, la cosoberana del universo local entra en la sexta fase de la carrera de un Espíritu Creativo. Pero no podemos describir la naturaleza de esta gran experiencia. Tales cosas pertenecen a una etapa futura de la evolución de Nebadon.

17:6.10 (204.6) 7. La carrera no revelada. Conocemos estas seis fases de la carrera del Espíritu Madre de un universo local. Es inevitable que nos preguntemos: ¿Hay una séptima carrera? Sabemos que cuando los finalitarios alcanzan lo que parece ser su destino final de ascensión mortal, hay constancia de que entran en la carrera de espíritus de sexta etapa. Conjeturamos que a los finalitarios todavía les espera otra carrera no revelada de misión en el universo. Parece lógico que consideremos igualmente que los Espíritus Madre de los Universos tengan también ante ellas alguna carrera no desvelada que constituiría su séptima fase de experiencia personal de servicio en el universo y cooperación leal con el orden de los Migueles Creadores.

7. Los espíritus-mente adjutores

17:7.1 (205.1) Estos espíritus adjutores son la dotación séptupla de mente del Espíritu Madre de un universo local a las criaturas vivas de la creación conjunta de un Hijo Creador y dicho Espíritu Creativo. Esta dotación se hace posible en el momento de la elevación del Espíritu al estatus en que tiene prerrogativas de personalidad. La narración de la naturaleza y el funcionamiento de los siete espíritus-mente adjutores pertenece más propiamente a la historia de vuestro universo local de Nebadon.

8. Las funciones de los Espíritus Supremos

17:8.1 (205.2) Los siete grupos de Espíritus Supremos constituyen el núcleo de la familia funcional de la Tercera Fuente y Centro, a la vez como Espíritu Infinito y como Actor Conjunto. El dominio de los Espíritus Supremos se extiende desde la presencia de la Trinidad en el Paraíso hasta el funcionamiento de la mente del orden mortal-evolutivo en los planetas del espacio. Unifican así los niveles administrativos descendentes y coordinan las múltiples funciones del personal de estos. Ya sea un grupo de Espíritus Reflectantes en enlace con los Ancianos de los Días, un Espíritu Creativo que actúa en sintonía con un Hijo Miguel o los siete Espíritus Maestros encircuitados alrededor de la Trinidad del Paraíso, la actividad de los Espíritus Supremos aparece por todas partes en el universo central, los superuniversos y los universos locales. Actúan igual con las personalidades trinitarias del orden de los «Días» y con las personalidades paradisiacas del orden de los «Hijos».

17:8.2 (205.3) Junto con su Espíritu Madre Infinito, los grupos de Espíritus Supremos son los creadores directos de la vasta familia de criaturas de la Tercera Fuente y Centro. Todos los órdenes de los espíritus ministrantes surgen de esta asociación. Las supernafines primarias se originan en el Espíritu Infinito; los seres secundarios de este orden son creados por los Espíritus Maestros; las supernafines terciarias, por los Siete Espíritus de los Circuitos. Los Espíritus Reflectantes, colectivamente, son las madres-autoras de un maravilloso orden de huestes angélicas, las poderosas seconafines de los servicios de los superuniversos. Un Espíritu Creativo es la madre de los órdenes angélicos de una creación local. Estas ministras seráficas son originales de cada universo local, aunque están formadas según los patrones del universo central. Todos estos creadores de espíritus ministrantes son asistidos solo indirectamente desde el alojamiento central del Espíritu Infinito, la madre original y eterna de todas las ministras angélicas.

17:8.3 (205.4) Los siete grupos de Espíritus Supremos son los coordinadores de la creación habitada. La asociación de sus cabezas dirigentes, los siete Espíritus Maestros, parece coordinar las extensas actividades de Dios Séptuplo:

17:8.4 (205.5) 1. Colectivamente, los Espíritus Maestros son casi equivalentes al nivel de divinidad de la Trinidad de las Deidades del Paraíso.

17:8.5 (205.6) 2. Individualmente, agotan las posibilidades asociables primarias de la Deidad trina.

17:8.6 (206.1) 3. Como representantes diversificados del Actor Conjunto, son los depositarios de la soberanía de poder y mente-espíritu del Ser Supremo que él no ejerce aún personalmente.

17:8.7 (206.2) 4. A través de los Espíritus Reflectantes, sincronizan los gobiernos de los Ancianos de los Días en los superuniversos con Majeston, el centro paradisiaco de la reflectividad universal.

17:8.8 (206.3) 5. Al participar en la individualización de las Ministras Divinas de los universos locales, los Espíritus Maestros contribuyen al último nivel de Dios Séptuplo, la unión Hijo Creador-Espíritu Creativo de los universos locales.

17:8.9 (206.4) La unidad funcional inherente al Actor Conjunto se desvela a los universos en vías de evolución en los siete Espíritus Maestros, sus personalidades primarias. Pero en los superuniversos perfeccionados del futuro esta unidad será sin duda inseparable de la soberanía experiencial del Supremo.

17:8.10 (206.5) [Presentado por un Consejero Divino de Uversa.]

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