¿Dios nos castiga?

   
   Números de párrafo: Activar | Desactivar
Versión para imprimirVersión para imprimir
landscape sunrise

Ningún padre afectuoso se apresura jamás en castigar a un miembro de su familia que comete un error. ~ El libro de Urantia, 54:5:4 (617.4)

«Ya no temáis que Dios castigue una nación por el pecado de un individuo; tam-poco castigará el Padre en el cielo a uno de sus hijos creyentes por los pecados de una nación...» ~ Jesús, El libro de Urantia, 145:2:8 (1630.4)

Una vez que captéis la idea de Dios como Padre verdadero y amante, el único concepto que Jesús enseñó, para ser consistentes debéis de ahí en adelante, abandonar completamente todos esos conceptos primitivos sobre Dios como monarca ofendido, gobernante rígido y todopoderoso cuyo mayor deleite consiste en sorprender a sus súbditos en el error y en asegurarse de que sean castigados debidamente, a menos que otro ser casi igual a él mismo ofrezca sufrir por ellos, morir como substituto y en su lugar. Toda la idea del rescate y de la expiación es incompatible con el concepto de Dios tal como lo enseñó y ejemplificó Jesús de Nazaret. El amor infinito de Dios no es secundario a nada en la naturaleza divina. ~ El libro de Urantia, 188:4.8 (2017.3)

Pero puedes estar seguro de una cosa: el Padre no envía aflicción como castigo arbitrario de la fechoría. ~ El libro de Urantia, 148:5:3 (1661.5)

INFORMACIÓN SOBRE LA FUNDACIÓN

Versión para imprimirVersión para imprimir

Urantia Foundation, 533 W. Diversey Parkway, Chicago, IL 60614, USA
Teléfono: (fuera de EUA y Canada) +1-773-525-3319
© Urantia Foundation. Reservados todos los derechos