En recuerdo de Carmelo María Martínez Ortiz de Zárate

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De los miembros del equipo de revisión al español

Carmelo Martínez, Anibal Pacheco, Olga López, Víctor García-Bory, Raúl Pujol
Carmelo Martínez, Anibal Pacheco, Olga López, Víctor García-Bory, Raúl Pujol

Nota de la redacción: Carmelo fue el revisor jefe del equipo de la revisión al español de la Fundación. Trabajó en este proyecto durante incontables horas a lo largo de los últimos 10 años, y nuestra gratitud por su servicio es inconmensurable. Nos entristece informarles de que Carmelo se graduó recientemente y pedimos a los miembros del equipo de revisión que compartieran algunos recuerdos.

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De Olga López, miembro del equipo, Barcelona (España)

Carmelo se graduó a los mundos mansión el 15 de enero de 2020, a la edad de 72 años. Aunque su fallecimiento se debió a complicaciones derivadas de un cáncer de próstata, este suceso fue inesperado para todos, me atrevería a decir que incluso para él mismo. Estuvo trabajando hasta el final en el proceso de revisión al español, un proyecto a largo plazo que comenzó en 2011 y que actualmente se encuentra en sus etapas finales.

Nacido cerca de Bilbao (País Vasco, España), ingeniero industrial y licenciado en Económicas, casado y con dos hijos, una hija y siete nietos, Carmelo fue un verdadero servidor de los círculos, un trabajador infatigable y una mente brillante que siempre estaba dispuesto a dar sus puntos de vista perspicaces sobre los temas más complejos que aparecen en El libro de Urantia.

Fue el presidente de la Asociación Urantia de España de 2012 a 2018, que prosperó durante su mandato. Dejó también muchos trabajos secundarios y, lo más importante, el proyecto de su vida: la revisión al español de El libro de Urantia.

Conocí a Carmelo en 2005, y desde entonces le he considerado un amigo muy querido. Disfrutamos juntos de muchos momentos preciosos que atesoraré para siempre. Ahora que él está en la siguiente etapa del largo viaje al Paraíso, su ejemplo viviente será una inspiración para que todos sigamos trabajando por el bien de la quinta revelación de época.

Laster arte, Carmelo! Hasta que nos volvamos a ver, terminaremos lo que tú empezaste e iremos más allá en la difusión de la revelación Urantia.

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De Raúl Pujol, miembro del equipo, Florida (Estados Unidos)

Carmelo y yo nos conocimos en la Fundación Urantia, cuando el equipo de revisión al español tuvo su primera reunión en 2011. Desde el mismo momento en que intercambié unas palabras con él pude sentir su compromiso hacia la tarea que teníamos entre manos. Era el líder de nuestro equipo de traducción y puedo atestiguar la calidad de su trabajo. Recuerdo con cariño nuestros debates sobre la mejor manera de traducir una palabra, una idea, una frase. Discrepamos en muchas ocasiones, estuvimos de acuerdo en muchas más. Me siento honrado por haber trabajado con él en este proyecto y estoy seguro de que los demás miembros del equipo sienten lo mismo. En él encontré a un amigo y hermano, y espero con ilusión volverlo a ver en la siguiente etapa de la vida, cuando llegue mi hora. ¡Adiós, amigo mío!

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De Aníbal Pacheco, miembro del equipo, Santiago (Chile)

Recuerdo a Carmelo por su talante tranquilo y su rigor cuando nos animaba a avanzar en el proceso de revisión de El libro de Urantia. Expresaba su alegría cuando nuestra revisión mejoraba la calidad y precisión del texto. También puedo afirmar que estaba enamorado del trabajo de revisión, pues fui testigo de sus enormes aportaciones durante nuestros años de colaboración diaria.

Como el resto del equipo de revisión, Carmelo tenía fe en nuestro trabajo. Solo esta fe puede explicar su amor, paciencia, decisión y dedicación durante todos estos años de servicio. Carmelo seguirá en mi recuerdo como revisor jefe, colega de trabajo, amigo y hermano.

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De Víctor García-Bory, fideicomisario asociado, Nueva York (Estados Unidos)

Hoy les invito a celebrar la vida y ejemplo de Carmelo como padre, esposo y amigo, cuando reconocemos su graduación a una nueva y mejor etapa de su carrera de ascensión por el universo.

Cuando reflexiono sobre la vida de servicio desinteresado de Carmelo y la importancia de sus contribuciones al mejoramiento de la comunidad Urantia, incluyendo la revisión al español de El libro de Urantia y a la comunidad Urantia en general, recuerdo lo discreto que era sobre ellas. Nunca buscó atraer la atención hacia sí mismo, más bien su manera de actuar era la del hombre de la parábola de Jesús, que cuando «enciende un candil … pone su candil sobre un pedestal donde todos puedan contemplar la luz» 151:3.1 (1691.4). Así era, y es, Carmelo: siempre discreto, preparado y capaz de entregar frutos del espíritu en abundancia a pesar de los enormes retos que la vida le planteó.

Carmelo fue un ejemplo inspirador en muchos aspectos, especialmente en términos de superar adversidades, espíritu de trabajo en equipo, dedicación, lealtad, talento y sinceridad.

Por ahora no puedo pensar en una mejor manera de transmitir quién es este amigo para muchos de nosotros que compartir con ustedes el extracto de una conversación que tuvimos el pasado mes de septiembre, que Carmelo aceptó grabar para compartir con otros en el futuro.

«Creo en El libro de Urantia porque, gracias a él, descubrí al Padre dentro de mí. He descubierto el Espíritu del Padre.

«He empezado a conocerlo de verdad, a saber cómo es, cómo actúa. Esto ha significado un cambio en mi vida personal; es algo que aprecio profundamente porque creo que conocer al Padre es fundamental.

«Animo a todos los lectores a que lo intenten, a que reflexionen en su interior y descubran al Padre, que encuentren el amor que el Padre tiene por nosotros.

«He sentido ese amor del Padre por mí y por los demás muchas veces. Animo a todos a que le descubran porque, cuando lo hagan, si no lo han descubierto ya… la revelación será algo natural, algo lógico, algo que se cree porque sí, porque Él es, porque es lo que Él dice.

«En cualquier situación, se trata de tener fe en el Padre.»

De momento mis oraciones, mi amor y apoyo se dirigen a su esposa Charo y a sus hijos, mientras me alegro, igual que todos los miembros de su familia urantiana, de saber que este verdadero servidor de los círculos concéntricos está con su amado Padre celestial.

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