Búsqueda de un distribuidor en Hungría para la traducción al húngaro, Az Urantia könyv
Búsqueda de un distribuidor en Hungría para la traducción al húngaro, Az Urantia könyv
De Henk Mylanus, fideicomisario, gerente de ventas en Europa, Bretaña (Francia)
Encontrar un buen distribuidor para las traducciones europeas de El libro de Urantia siempre es un trabajo difícil, pero encontrar uno en Hungría demostró ser lo más difícil. Dejen que les explique.
Cuando volábamos a Chicago en abril de 2010, escuchamos a un pasajero de la fila de atrás decir a su compañero: “¡Mira esa explosión tan enorme!”.
En ese momento volábamos sobre Islandia, y fuimos testigos de la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull, que trastornó los vuelos en el espacio aéreo europeo durante seis días, y tuvimos que permanecer en Chicago durante diez días antes de poder volar de vuelta a Europa.
Se suponía que íbamos a volar a Budapest para asistir a la Feria Internacional del Libro de Budapest, pero la feria había terminado antes de que pudiéramos llegar a Budapest. Nuestro primer intento de encontrar un distribuidor acabó con una situación de fuerza mayor.
Nuestro segundo intento comenzó después de firmar un contrato de distribución en Polonia con un distribuidor independiente de Lodz. Fuimos en coche desde el sur de Polonia, pasando por Brno y Bratislava hasta llegar a Budapest.
Habíamos hecho una búsqueda exhaustiva por Internet de distribuidores independientes, pero no pudimos encontrar uno apropiado para la traducción al húngaro. Como hacemos habitualmente, comenzamos a hablar con los propietarios de librerías para descubrir quién les suministraba los libros, y poco después teníamos una lista de tres distribuidores independientes.
Comenzamos nuestras negociaciones con el mayor de los tres, que acabaron con la firma de un contrato que tenía que estar ratificado por el propietario, que estaba ausente por vacaciones. Teníamos que tomar una decisión difícil: esperar dos semanas en Budapest a que regresara el dueño, o volver a casa y confiar en que se ratificara el contrato. Dos semanas en Budapest serían muy caras, así que decidimos volver a casa. Dos semanas más tarde, recibimos un correo que decía, sin más explicaciones, que el propietario rechazaba firmar el contrato y que no distribuiría Az Urantia könyv.
Decidimos intentar otro enfoque e hicimos una búsqueda exhaustiva por internet de editores de literatura. Nos habíamos comunicado con el traductor al húngaro, que nos dio una lista de doscientos editores en Budapest. Nuestra lista abreviada de ocho empresas contenía los asociados más prometedores para el acuerdo de distribución.
Reservamos otro vuelo a Budapest en mayo de 2011, pero el desastre nos golpeó porque tuve un accidente casi fatal. Toda posibilidad de viajar se canceló durante un largo tiempo. Una vez más, nuestro tercer intento acabó en una situación de fuerza mayor.
Más de un año después, en agosto de 2012, decidimos ir en coche a Budapest, visitar a las ocho empresas e intentar negociar un contrato. ¡Nuestro cuarto intento! Y ¡listo!, al segundo día entramos en contacto con Bioenergetic, un asociado ideal porque este editor estaba interesado en representar a editores extranjeros y en hacer disponible su red de distribución. Nuestra segunda reunión tuvo lugar una semana después, y firmamos un contrato de distribución.
Enviamos varios palés de libros a Bioenergetic, y ellos distribuyeron el lote completo a unos treinta y cinco clientes. La venta de libros comenzó el 8 de noviembre de 2012 y, a finales de diciembre, se habían vendido un total de 160 ejemplares de Az Urantia könyv principalmente en Budapest, pero también en países vecinos como Eslovaquia.
Se estima que las perspectivas para el 2013 serán prometedoras.
¡Más vale tarde que nunca!