Georges Michelson-Dupont: treinta años de servicio en la Fundación Urantia
Georges Michelson-Dupont: treinta años de servicio en la Fundación Urantia
Recopilado por el personal de la Fundación Urantia
Nota de la redacción: Georges cumplió fielmente con sus obligaciones como fideicomisario desde octubre de 1995, tras ser elegido para cubrir la vacante creada por la dimisión de Hoite Caston. Ocupó el cargo de vicepresidente de 1997 a 2013, el de vicepresidente internacional de 2014 a 2025, y ha sido director de traducciones desde noviembre de 2008.
La reunión de la junta directiva de octubre fue emotiva. Tras presentar su 108.º informe trimestral de traducciones, Georges se despidió de nosotros con sinceridad y asumió el cargo de fideicomisario emérito.
Desde que descubrió los Documentos de Urantia en 1978, Georges comprendió su importancia para el desarrollo espiritual de este desafortunado planeta. Con la ayuda de su padre, Jacques Dupont, uno de los primeros pioneros de la revelación en Francia, él y su esposa, Marlène, se involucraron en traducciones, proyectos educativos y actividades sociales. Como fideicomisario, continuó con esa labor.
Georges no era ajeno a las complejidades y exigencias de traducir. Reconocía el proceso como una ciencia y un arte, y estaba firmemente convencido de que un traductor debía ser un ferviente creyente en la revelación. También estaba muy en sintonía con la tecnología, por lo que en 1998 reconoció inmediatamente el potencial de difusión de la incipiente Internet. Se han escrito muchos artículos sobre su colaboración con Dorothy Elder y la puesta en marcha de la Escuela de El libro de Urantia en Internet, que se convirtió en la Escuela Internacional de El libro de Urantia (UBIS) y que pronto ofrecerá cursos virtuales gratuitos en 10 idiomas.
Georges reflexionó sobre su experiencia como fideicomisario, que calificó como la cima de su vida. Señaló que sirvió con modestia pero con convicción, no solo a sus hermanas y hermanos, sino también al gobierno planetario y al Supremo. En sus propias palabras: «En resumen, yo era como todos los hombres y mujeres de esta junta, un hombre corriente con mis cualidades y debilidades, que intentaba llevar a cabo una tarea extraordinaria». Los siguientes comentarios dan testimonio de su éxito.
Mo Siegel, fideicomisario:
Georges es un ejemplo de servicio desinteresado a la revelación. Desde mediados de la década de 1980, ha dedicado su vida a traducir y compartir El libro de Urantia, incluyendo la fundación de la UBIS, la escuela más antigua dedicada a su estudio. Como fideicomisario, promovió incansablemente el acceso global a las enseñanzas gestionando traducciones, sirviendo como líder de comité, maquetando libros y participando en actividades de divulgación personal. En todos mis años de trabajo en 23 juntas directivas, nunca he conocido a un trabajador más dedicado ni un amigo más leal.
Marilynn Kulieke, fideicomisaria:
Tuve la suerte de conocer a Georges desde el primer día en que me convertí en fideicomisaria. Fue mi mentor cuando intentaba ponerme al día con los demás fideicomisarios sobre el estado de las traducciones. Admiraba su filosofía profundamente centrada, basada en su fuerte relación con Dios, y sus incansables esfuerzos por llevar las traducciones a todo el mundo. Lo que más echaré de menos son sus sonrisas pícaras, sus discursos bellamente elaborados y su inquebrantable dedicación a la Fundación Urantia.
Gard Jameson, fideicomisario:
Georges Michelson-Dupont ha sido mi amigo durante más de 30 años. También ha sido mi maestro en muchos sentidos. Su legado en materia de traducciones y educación es un homenaje permanente a su visión y su servicio. ¡Merci, mon ami!
Olga López, fideicomisaria:
Desde que tuve el honor de conocerlo, Georges siempre ha sido una inspiración para mí por su compromiso con la difusión de las enseñanzas, su combinación de firmeza y amabilidad, y su visión de futuro. Siempre le estaré agradecida por la confianza que depositó en mí, y espero poder contar con su amistad y sus sabios consejos durante mucho tiempo.
Sherry Cathcart Chavis, fideicomisaria:
Te he querido y admirado desde la primera vez que te vi en la conferencia de Urantia en Nueva York. Por entonces acababa de divorciarme y criaba sola a mi hija pequeña. Estabas dando una conferencia plenaria y una frase se me ha quedado grabada desde entonces: «Si tienes problemas, cualquier problema que no puedas resolver, ven y déjalos a mis pies».
Me quedé asombrada. ¿Cómo podía alguien tener tanta fe, tanta confianza en el Padre? ¡Qué ejemplo tan vivo! Ese momento sembró algo muy profundo en mí: esperanza, confianza y una visión de cómo podría ser la fe viva.
A lo largo de los años, su alegría y su amor inquebrantable han seguido inspirándome. He sido testigo de su valentía espiritual al expresar sus convicciones y le he visto reparar sus errores de forma abierta y humilde cuando era necesario. Esa combinación de valentía, humildad y consciencia de sí mismo ha sido una lección de vida.
Treinta años de servicio, en la salud y en la enfermedad, cuando los trabajadores eran pocos y cuando eran muchos, tu dedicación nunca ha flaqueado. Echaré de menos el brillo de tus ojos bondadosos, tu cálida invitación a «venir a desayunar», tu sabiduría y tu paz.
Tu lealtad al Padre a través del servicio ha dejado una luz en este mundo que no se apagará. Bien hecho, siervo fiel.
Chris Wood, fideicomisario:
Georges siempre ha representado para mí la perspectiva mundial de esta revelación. Fue uno de los primeros oradores que vi, y me tomé muy en serio su mensaje de mantener el libro libre de contaminación cultural para que resulte atractivo a todas las personas de todas las culturas, ahora y en el futuro. Su mensaje ha sido una inspiración, y espero llevar adelante el reto de preservar El libro de Urantia para todas las personas y para las generaciones venideras. ¡Gracias, Georges!
Judy Van Cleave, fideicomisaria:
No hay ningún miembro del consejo de administración más dedicado y trabajador que Georges. Su amor y servicio a la revelación, compartido por su amada esposa Marlène, es insuperable. Su devoción por las enseñanzas es, sin duda, el tema dominante en su vida en común. Los quiero mucho a ambos por eso y por mucho más, y echaré de menos la presencia de Georges entre nosotros. Se han ganado con creces este tiempo para atesorar los fugaces momentos de la juventud de su adorada nieta y para pasar sus años dorados con un poco más de descanso. Me alegro por ellos. Un día, en un futuro lejano, sin duda escucharán juntos esas codiciadas palabras de nuestro amado Creador: «Bien hecho, mis buenos y fieles servidores».
Marcel Pereboom, fideicomisario asociado:
En la década de 1990, asistí a un grupo de estudio en Wassenaar, Países Bajos, con la Sra. Begemann. Cada vez que se mencionaba tu nombre, ella siempre hablaba de ti con gran respeto y aprecio.
No fue hasta 2018, en la Conferencia Internacional de Urantia en Noordwijk/Ámsterdam, cuando finalmente nos conocimos. Tengo que admitir que la Sra. Begemann tenía razón. Y el resto es historia.
Víctor García-Bory, fideicomisario:
Conocí a Georges y a su encantadora esposa, Marlène, en 1997, en una conferencia de Urantia en Nashville, Tennessee. Me impresionó cómo su amor por la revelación y por sus semejantes emanaba de su corazón. Con el paso de los años, me di cuenta de que estas cualidades iban acompañadas de un grado singular de sinceridad, compromiso y generosidad hacia la revelación y la Fundación Urantia, hacia sus amigos y compañeros fideicomisarios.
Con su carisma natural, su creatividad y su dedicación, Georges es un líder que inspira a través del servicio, la lealtad y la amistad. Es un visionario capaz de ver el final desde el principio, lo suficientemente valiente como para soñar en grande y trabajar para alcanzar una meta. Georges es un compañero de equipo valiente, dispuesto a decir la verdad en medio de la adversidad y la confusión, que antepone la misión a todo lo demás.
Tenemos una deuda de gratitud con Georges por el impacto positivo que ha tenido al hacer posibles las traducciones, y por muchas otras cosas que no tengo espacio aquí para compartir. Espero continuar nuestra amistad, querido Monsieur Michelson-Dupont. Merci beaucoup, mon très cher ami.
Collins Lomo, fideicomisario asociado:
Recuerdo la primera vez que te conocí en Accra (Ghana), durante nuestra conferencia sobre El libro de Urantia en el año 2017. Acabábamos de empezar a organizarnos como lectores en Ghana y a conocer la comunidad internacional, y aunque no me lo creí cuando me dijeron que alguien de la Fundación asistiría a nuestra reunión, apareciste y mostraste un gran interés por lo que habíamos logrado en poco tiempo. Hoy, es un placer para mí haber servido contigo en la junta y haberme inspirado en tus numerosas contribuciones a la revelación. Pido que el universo te bendiga, Georges, y que nuestros amigos invisibles traigan muchos más servidores como tú para continuar el trabajo en Urantia.
Tom Sadler, fideicomisario asociado:
Como persona que ha contribuido enormemente a las traducciones, considero a Georges una figura extraordinaria. Su compromiso con El libro de Urantia establece el estándar para el resto de los que formamos parte del proceso. Estoy agradecido por la oportunidad de conocerle, hablar con él y disfrutar de sus historias sobre la historia de El libro de Urantia. Agradezco a Georges su liderazgo y orientación a lo largo de los años.
Joyce Anderson, fideicomisaria asociada:
Pude pasar algún tiempo con Georges en la conferencia de Ámsterdam en 2018. Fue un entorno encantador para conocerlo y comprender mejor su hermoso carácter y su dedicación al servicio de la revelación, especialmente las traducciones y la UBIS. Ha sido fundamental en tantos proyectos críticos a lo largo de los años. ¡Estoy encantada de que sea fideicomisario emérito!
Richard Zhu, fideicomisario asociado:
Georges, ha sido un honor trabajar contigo en la difusión de la revelación. Te estoy muy agradecido por tu continuo apoyo y orientación en la traducción al chino, y has hecho grandes contribuciones a la publicación de la traducción. ¡Todos los lectores chinos te recordarán!
Joanne Strobel, miembro del personal:
Así como Jesús fue enviado por el Padre para revelar su amorosa bondad a los hijos de los hombres, Georges ha personificado la bondad amorosa para los que hemos tenido la suerte de trabajar con él. Desde el momento en que conocí a Georges en 2012, supe que era siempre paciente, amable y humilde. Ha sido un mentor magistral y alentador, con un enfoque preciso en la revelación y la capacidad de ver la vida a través de esa lente espiritual. Cuando la vida de Richard Keeler llegaba a su fin, Georges lo acogió en su casa para cuidarlo. Recuerdo ver en Zoom cómo guiaba con ternura al frágil Richard hacia los brazos extendidos de Marlène cuando ella vino a anunciar la cena. Ese pequeño gesto me hizo llorar y pensé: «Así es el amor».
Tamara Strumfeld, miembro del personal:
Georges, tus tres décadas como fideicomisario han estado marcadas por la sabiduría, la inspiración y el tipo de orientación cariñosa que solo un verdadero hermano mayor puede proporcionar: tu inquebrantable dedicación a buscar la voluntad del Padre ha sido un faro para todos nosotros. Aunque puede que sea imposible llenar el vacío que dejas como fideicomisario, el amor, el respeto y la profunda gratitud que sentimos por ti permanecerán para siempre en nuestros corazones. ¡Te quiero!
Middle row: Olga López, Marta Elders, Víctor García-Bory, Share Beasley, Jay Bird
Front row: Line St-Pierre, Sandra Burga-Cisneros Pizarro, Ralph Zehr, Judy Van Cleave, Marilynn Kulieke