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Breve Historia De La Traducción Francesa

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Georges Michaelson-Dupont
Georges Michelson-Dupont
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Breve Historia De La Traducción Francesa

Jacques Weiss
Jacques Weiss

De Georges Michelson-Dupont, vicepresidente y director de Traducciones de la Fundación Urantia, Recloses (Francia)

Poco después de la publicación de El libro de Urantia en 1955, la Sra. Caroline Brown, miembro del Foro, envió un ejemplar a su amigo Jacques Weiss. El Sr. Weiss era un hombre brillante y graduado en la École Polytechnique, una de las universidades francesas más prestigiosas. Era ingeniero, un brillante hombre de negocios en el campo de las minas de carbón y el transporte, y traductor profesional de libros espirituales.

El Sr. Weiss necesitó un año para leer El libro de Urantia, comprender sus enseñanzas y convencerse a sí mismo para traducirlo. En 1956, el Sr. Weiss escribió a la Hermandad Urantia mencionando su interés en traducir el libro al francés. A esto siguió un intercambio de correspondencia y, en respuesta a una carta de la Sra. Rowley, fechada en diciembre de 1956, el Sr. Weiss escribió:

Personalmente he hecho muchas traducciones, como los libros de Spalding, Vida y enseñanzas de los maestros del Lejano Oriente, publicado en francés en 1946, y más recientemente Curación esotérica, de Alice Bayley.

El Sr. Weiss comenzó a traducir El libro de Urantia a finales de 1956 o principios de 1957. El 13 de noviembre de 1957, escribió lo siguiente a la Srta. Christensen (Christy):

Para tantear el terreno, primero di yo los pasos. Actualmente he traducido al francés la primera mitad de la primera parte. Durante muchos meses este trabajo me ha llevado varias horas cada día… Es difícil, porque tienes que crear terminología nueva y por lo tanto debes meditar sobre muchas frases. También hay palabras que son “falsos amigos” en inglés y francés. Entre decenas de ejemplos, cito “realize”. En francés significa principalmente “comprender claramente”, pero en francés “réaliser” significa “hacer actual”.

En este párrafo, el Sr. Weiss enumera algunos de los muchos desafíos y dificultades que experimentan todos los traductores. No es solo que un traductor deba traducir ideas en lugar de palabras, sino que también en el caso de El libro de Urantia se deben entender claramente y traducir con precisión nuevos conceptos.

El Sr. Weiss contrató a varias personas para terminar la traducción, y el resultado fue un trabajo de equipo. Los nombres siguientes aparecen en la primera edición del libro: Lysie Guionic y Simone Leclerc. La Sra. Guionic estaba a cargo de la sintaxis y puntuación francesa, en tanto que Simone Leclerc, que no hablaba inglés, estaba implicada en el sabor espiritual de la traducción.

Es posible que otras personas participaran también en la traducción. En el siguiente párrafo de la carta a Christy antes mencionada, el Sr. Weiss escribió lo siguiente:

Puesto que la traducción en su totalidad es más que el trabajo de un solo hombre, he contactado con dos hombres y les he pedido que traduzcan la tercera y la cuarta parte como trabajo pagado. El primer hombre es un refugiado húngaro, un espiritista que habla igual de bien el alemán, el inglés y el francés. El segundo es un experto francés en la Biblia que me enseñó algunos fundamentos del idioma hebreo a principios de los años cuarenta. Ninguno de ellos me ha dado una respuesta definitiva.

En una carta con fecha del 16 de junio de 1958, el Sr. Weiss escribió:

En cuanto a la traducción francesa, he asumido la responsabilidad total y llevo toda la carga del trabajo, el coste, la supervisión, la corrección, la terminología unificada y la elección del equipo. Yo mismo he traducido la parte primera y la segunda. Un buen traductor profesional comenzará pronto la parte tercera, y una señora aficionada ha comenzado la parte cuarta.

Hacia el 8 de marzo de 1960, el Sr. Weiss terminó la traducción y recibió un telegrama de felicitación de la Fundación Urantia. Envió su trabajo a Chicago para que fuera revisado por el Sr. Gelsey, un “corrector” contratado por la Fundación Urantia.

El 14 de abril de 1961 se firmó un contrato entre la Fundación Urantia y el Sr. Weiss, y se imprimieron 2.625 ejemplares de “La Cosmogonie d’Urantia” el 28 de noviembre de 1961, seguida por la impresión de la segunda parte el 14 de marzo de 1962, y de la tercera parte el 12 de abril de 1962.

Gracias a la tenacidad y a la actitud persuasiva de un hombre, y las circunstancias excepcionales que rodearon el trabajo de traducción, la traducción francesa se hizo realidad y se ofrecieron nuevos potenciales de crecimiento espiritual en el mundo francófono. Fue un esfuerzo de equipo llevado por un hombre de convicciones y un grupo de cinco individuos responsables que, con valentía y paciencia, transformaron un sueño en realidad.

La traducción francesa fue la primera de El libro de Urantia, y muchos de los traductores siguientes, aunque traduzcan del texto inglés, han usado la traducción francesa como referencia y fuente de inspiración.