Documento 33 - La administración del universo local

   
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El libro de Urantia

Documento 33

La administración del universo local

33:0.1 (366.1) AUNQUE el Padre Universal rige ciertamente su inmensa creación, actúa en la administración de un universo local a través de la persona del Hijo Creador. El Padre no interviene personalmente de ninguna otra manera en los asuntos administrativos de un universo local. Estas cuestiones están encomendadas al Hijo Creador, al Espíritu Madre del universo local y a los múltiples hijos de ambos. Los planes, las políticas y los actos administrativos del universo local son establecidos y ejecutados por este Hijo que, en conjunción con su Espíritu compañero, delega el poder ejecutivo en Gabriel y la autoridad jurisdiccional en los Padres de las Constelaciones, los Soberanos de los Sistemas y los Príncipes Planetarios.

1. Miguel de Nebadon

33:1.1 (366.2) Nuestro Hijo Creador es la personificación del concepto original número 611 121 de identidad infinita con origen simultáneo en el Padre Universal y el Hijo Eterno. El Miguel de Nebadon es el «Hijo unigénito» que personaliza este concepto universal 611 121 de divinidad e infinitud. Su sede está en la triple mansión de luz de Salvington. Y esta residencia está dispuesta así porque Miguel ha experimentado el vivir en las tres fases de existencia de las criaturas inteligentes: la espiritual, morontial y material. Debido al nombre asociado a su otorgamiento séptimo y final en Urantia, es conocido a veces como Cristo Miguel.

33:1.2 (366.3) Nuestro Hijo Creador no es el Hijo Eterno, el compañero existencial paradisiaco del Padre Universal y del Espíritu Infinito. Miguel de Nebadon no es un miembro de la Trinidad del Paraíso. Sin embargo, nuestro Hijo Maestro posee en su universo todos los atributos y poderes divinos que ostentaría el propio Hijo Eterno si estuviera efectivamente presente en Salvington y ejerciera su actividad en Nebadon. Miguel posee incluso un poder y una autoridad adicionales, pues no solo personifica al Hijo Eterno sino que también representa plenamente y encarna de hecho la presencia de la personalidad del Padre Universal para y en este universo local. Representa incluso al Padre-Hijo. Estas relaciones hacen de un Hijo Creador el más poderoso, polifacético e influyente de todos los seres divinos capaces de administrar directamente los universos evolutivos y de establecer un contacto de personalidad con seres criatura inmaduros.

33:1.3 (366.4) Desde la sede del universo local, nuestro Hijo Creador ejerce el mismo poder de atracción espiritual, de gravedad de espíritu, que ejercería el Hijo Eterno del Paraíso si estuviera personalmente presente en Salvington, y más; este Hijo del Universo es también la personificación del Padre Universal para el universo de Nebadon. Los Hijos Creadores son los centros de personalidad para las fuerzas espirituales del Padre-Hijo del Paraíso. Los Hijos Creadores son las focalizaciones finales de poder-personalidad de los poderosos atributos de Dios Séptuplo en el espacio-tiempo.

33:1.4 (367.1) El Hijo Creador es la representación personalizada del Padre Universal, el igual en divinidad del Hijo Eterno y el compañero creativo del Espíritu Infinito. A todos los efectos prácticos, el Hijo Soberano es Dios para nuestro universo y todos sus mundos habitados. Él personifica todo lo que los mortales en evolución pueden percibir y comprender sobre las Deidades del Paraíso. Este Hijo y su Espíritu compañero son vuestros padres creadores. Para vosotros, Miguel, el Hijo Creador, es la personalidad suprema; para vosotros, el Hijo Eterno es supersupremo, una personalidad infinita de la Deidad.

33:1.5 (367.2) En la persona del Hijo Creador tenemos a un gobernante y a un padre divino tan poderoso, eficiente y benefactor como lo serían el Padre Universal y el Hijo Eterno si ambos estuvieran presentes en Salvington y dedicados a la administración de los asuntos del universo de Nebadon.

2. El soberano de Nebadon

33:2.1 (367.3) Al observar a los Hijos Creadores vemos que unos se parecen más al Padre y otros al Hijo, mientras que otros son una mezcla de sus dos padres infinitos. Está muy claro que los rasgos y atributos de nuestro Hijo Creador se asemejan más a los del Hijo Eterno.

33:2.2 (367.4) Miguel eligió organizar este universo local, y en él reina ahora de forma suprema. Su poder personal está limitado por los circuitos de gravedad preexistentes que se centran en el Paraíso y por el hecho de que los Ancianos de los Días del gobierno del superuniverso se reservan todo juicio ejecutivo final con respecto a la extinción de la personalidad. La personalidad es otorgamiento exclusivo del Padre, pero los Hijos Creadores, con la aprobación del Hijo Eterno, inician nuevos diseños de criaturas y, con la cooperación activa de sus compañeros Espíritu, pueden intentar nuevas transformaciones de la materia-energía.

33:2.3 (367.5) Miguel es la personificación del Padre-Hijo del Paraíso para y en el universo local de Nebadon. Por consiguiente, cuando el Espíritu Madre Creativo, la representación del Espíritu Infinito en el universo local, se subordinó a Cristo Miguel a su vuelta del otorgamiento final en Urantia, el Hijo Maestro adquirió con ello jurisdicción sobre «todo poder del cielo y de la tierra».

33:2.4 (367.6) Esta subordinación de las Ministras Divinas a los Hijos Creadores de los universos locales convierte a estos Hijos Maestros en los depositarios personales de la divinidad manifestable de modo finito del Padre, el Hijo y el Espíritu, mientras que las experiencias de otorgamiento como criaturas de los Migueles los cualifican para representar la divinidad experiencial del Ser Supremo. Ningún otro ser de los universos ha agotado así personalmente los potenciales de la experiencia finita presente, y ningún otro ser de los universos posee semejantes cualificaciones para ejercer la soberanía en solitario.

33:2.5 (367.7) Aunque la sede de Miguel está ubicada oficialmente en Salvington, la capital de Nebadon, pasa gran parte de su tiempo visitando las sedes de las constelaciones y de los sistemas, e incluso los planetas individuales. Viaja periódicamente al Paraíso y con frecuencia a Uversa, donde se asesora con los Ancianos de los Días. Cuando está fuera de Salvington, Gabriel ocupa su lugar y actúa como regente del universo de Nebadon.

3. El Hijo y el Espíritu del Universo

33:3.1 (368.1) Aunque el Espíritu Infinito permea todos los universos del tiempo y el espacio, actúa desde la sede central de cada universo local como una focalización especializada que adquiere cualidades de personalidad plena mediante su cooperación creativa con el Hijo Creador. En lo que concierne a un universo local, la autoridad administrativa de un Hijo Creador es suprema; el Espíritu Infinito, bajo forma de la Ministra Divina, es enteramente cooperativo aunque tiene idéntico rango.

33:3.2 (368.2) El Espíritu Madre del Universo de Salvington, la compañera de Miguel en el control y la administración de Nebadon, pertenece al sexto grupo de Espíritus Supremos, y es la número 611 121 de ese orden. Se ofreció voluntaria para acompañar a Miguel cuando este fue liberado de sus obligaciones paradisiacas, y desde entonces ha colaborado con él en la creación y el gobierno de su universo.

33:3.3 (368.3) El Hijo Creador Maestro es el soberano personal de su universo, pero en todos los detalles de su gestión el Espíritu del Universo codirige con el Hijo. Mientras que el Espíritu reconoce siempre al Hijo como soberano y gobernante, el Hijo sitúa siempre al Espíritu en una posición de su mismo rango con la misma autoridad que la suya en todos los asuntos del universo. En toda su obra de amor y de otorgamiento de vida, el Hijo Creador está siempre y en todo momento perfectamente sostenido y capazmente asistido por el fiel y omnisciente Espíritu del Universo y su variada comitiva de personalidades angélicas. Esta Ministra Divina es en realidad la madre de los espíritus y las personalidades de espíritu, la consejera omnisciente e indefectible del Hijo Creador, una manifestación fiel y verdadera del Espíritu Infinito del Paraíso.

33:3.4 (368.4) El Hijo ejerce la función de padre en su universo local. El Espíritu, tal como lo podrían entender las criaturas mortales, representa el papel de una madre que asiste siempre al Hijo y es eternamente indispensable para la administración del universo. En caso de insurrección, solo el Hijo y los Hijos que son sus colaboradores pueden actuar como salvadores. El Espíritu nunca puede encargarse de combatir una rebelión ni de defender la autoridad, pero el Espíritu sostiene siempre al Hijo en todo lo que le sea exigido experimentar en sus esfuerzos por estabilizar el gobierno y mantener la autoridad en los mundos contaminados por el mal o dominados por el pecado. Solo un Hijo puede recuperar la obra que han creado conjuntamente, pero ningún Hijo podría aspirar al éxito final sin la cooperación incesante de la Ministra Divina y su amplio conjunto de ayudantes espirituales, las hijas de Dios, que tan fiel y valientemente luchan por el bienestar de los hombres mortales y la gloria de sus padres divinos.

33:3.5 (368.5) Una vez cumplido el séptimo y último otorgamiento del Hijo Creador como criatura, se acaban las incertidumbres del aislamiento periódico para la Ministra Divina, y la ayudante del Hijo en el universo queda asentada para siempre en el control y la seguridad. En la entronización del Hijo Creador como Hijo Maestro, en el jubileo de los jubileos, es cuando el Espíritu del Universo reconoce por primera vez pública y universalmente ante las multitudes reunidas su subordinación al Hijo y le promete obediencia y fidelidad. Este acontecimiento ocurrió en Nebadon cuando Miguel volvió a Salvington tras su otorgamiento en Urantia. Antes de esta importantísima ocasión el Espíritu del Universo no había reconocido nunca su subordinación al Hijo del Universo, y hasta después de esta renuncia voluntaria al poder y la autoridad por parte del Espíritu no se pudo proclamar con verdad del Hijo que «todo poder del cielo y de la tierra ha sido puesto en sus manos».

33:3.6 (369.1) Tras esta promesa de subordinación del Espíritu Madre Creativo, Miguel de Nebadon reconoció noblemente su eterna dependencia de su compañera Espíritu, la constituyó en cogobernante de los dominios de su universo y pidió a todas sus criaturas que prometieran lealtad al Espíritu como hicieron con el Hijo; y así se emitió y divulgó la «Proclamación de Igualdad» final. Aunque él era el soberano de ese universo local, el Hijo proclamó a los mundos que el Espíritu era igual a él en todas sus dotes de personalidad y todos sus atributos de carácter divino. Y esto se convierte en el modelo trascendente de organización y gobierno de la familia incluso para las criaturas humildes de los mundos del espacio. Este es, de hecho y en verdad, el alto ideal de la familia y de la institución humana del matrimonio voluntario.

33:3.7 (369.2) El Hijo y el Espíritu presiden ahora el universo de forma muy parecida a como un padre y una madre velan y atienden a su familia de hijos e hijas. No está en absoluto fuera de lugar referirse al Espíritu del Universo como la compañera creativa del Hijo Creador y considerar a las criaturas de los mundos como sus hijos e hijas. Una familia grande y gloriosa, pero que exige responsabilidades indecibles y cuidados sin fin.

33:3.8 (369.3) El Hijo inicia la creación de ciertos hijos del universo, mientras que el Espíritu es la responsable exclusiva de traer a la existencia los numerosos órdenes de personalidades de espíritu que ministran y sirven bajo la dirección y guía de este mismo Espíritu Madre. En la creación de otros tipos de personalidades del universo, tanto el Hijo como el Espíritu actúan juntos, y en ningún acto creativo ninguno de ellos hace nada sin el consejo y la aprobación del otro.

4. Gabriel, el jefe ejecutivo

33:4.1 (369.4) La Radiante Estrella Matutina es la personalización del primer concepto de identidad e ideal de personalidad concebido por el Hijo Creador y por la manifestación del Espíritu Infinito en el universo local. Si nos remontamos a los primeros días del universo local, antes de la unión del Hijo Creador y el Espíritu Madre con vínculos de colaboración creativa, antes del comienzo de la creación de su variada familia de hijos e hijas, el primer acto conjunto de la colaboración inicial y libre de estas dos personas divinas da como resultado la creación de la más alta personalidad de espíritu procedente del Hijo y el Espíritu: la Radiante Estrella Matutina.

33:4.2 (369.5) En cada universo local solo es engendrado un ser de semejante sabiduría y majestad. El Padre Universal y el Hijo Eterno pueden crear y crean un número ilimitado de Hijos iguales a ellos en divinidad. Sin embargo esos Hijos, en unión con las Hijas del Espíritu Infinito, solo pueden crear una Radiante Estrella Matutina en cada universo, un ser como ellos mismos que participa sin limitaciones de sus naturalezas combinadas pero no de sus prerrogativas creativas. Gabriel de Salvington es como el Hijo del Universo en divinidad de naturaleza, aunque está considerablemente limitado en atributos de Deidad.

33:4.3 (369.6) Este primogénito de los padres de un nuevo universo es una personalidad única con muchos rasgos maravillosos que no aparecen de manera visible en ninguno de sus progenitores, un ser de brillantez inimaginable y aptitudes sin precedentes. Esta personalidad elevada aúna en sí la voluntad divina del Hijo combinada con la imaginación creativa del Espíritu. Los actos y pensamientos de la Radiante Estrella Matutina serán siempre plenamente representativos tanto del Hijo Creador como del Espíritu Creativo. Además, este ser es capaz de comprender ampliamente tanto a las huestes seráficas espirituales como a las criaturas evolutivas materiales con voluntad y de entrar en contacto comprensivo con ellas.

33:4.4 (370.1) La Radiante Estrella Matutina no es un creador, pero es un maravilloso administrador y el representante administrativo personal del Hijo Creador. Excepto cuando se trata de crear e impartir vida, el Hijo y el Espíritu nunca deliberan sobre procedimientos importantes del universo sin la presencia de Gabriel.

33:4.5 (370.2) Gabriel de Salvington es el jefe ejecutivo del universo de Nebadon y el árbitro de todas las apelaciones ejecutivas relacionadas con su administración. Este ejecutivo del universo fue creado plenamente dotado para su trabajo, pero ha ganado experiencia con el crecimiento y la evolución de nuestra creación local.

33:4.6 (370.3) Gabriel de Salvington es el jefe responsable de la ejecución de los mandatos del superuniverso relacionados con los asuntos no personales del universo local. La mayoría de las cuestiones relativas a juicios en masa y resurrecciones dispensacionales, falladas por los Ancianos de los Días, se delegan también para su ejecución en Gabriel y su equipo. Gabriel es así el jefe ejecutivo conjunto de los gobernantes tanto del superuniverso como del universo local. Tiene a su mando un cuerpo competente de asistentes administrativos creados para su trabajo especial que no se revelan a los mortales evolutivos. Además de estos asistentes, Gabriel puede emplear a todos y cada uno de los órdenes de seres celestiales que actúan en Nebadon, y es también el comandante en jefe de las huestes celestiales, «los ejércitos del cielo».

33:4.7 (370.4) Gabriel y su equipo no son maestros, son administradores. Solo se ha sabido que dejaran su trabajo regular cuando Miguel se otorgaba encarnado como criatura. Durante esos otorgamientos Gabriel estuvo siempre pendiente de la voluntad del Hijo encarnado, y con la colaboración del Unión de los Días se convirtió en el director efectivo de los asuntos del universo durante los últimos otorgamientos. Gabriel ha estado estrechamente identificado con la historia y el desarrollo de Urantia desde el otorgamiento de Miguel como mortal.

33:4.8 (370.5) Aparte de encontrarse con Gabriel en los mundos de otorgamiento y con ocasión del llamamiento nominal para resurrecciones generales o especiales, es raro que los mortales coincidan con él en su ascenso por el universo local hasta ser admitidos en el trabajo administrativo de la creación local. Entonces, como administradores de cualquier orden o grado, estaréis bajo la dirección de Gabriel.

5. Los embajadores de la Trinidad

33:5.1 (370.6) La administración de las personalidades con origen en la Trinidad termina en el gobierno de los superuniversos. Los universos locales se caracterizan por una supervisión dual, el inicio del concepto padre-madre. El padre del universo es el Hijo Creador; la madre del universo es la Ministra Divina, el Espíritu Creativo del universo local. Sin embargo, cada universo local está bendecido con la presencia de ciertas personalidades del universo central y del Paraíso. A la cabeza de este grupo paradisiaco de Nebadon está el embajador de la Trinidad del Paraíso —Emmanuel de Salvington— el Unión de los Días asignado al universo local de Nebadon. En cierto sentido este alto Hijo de la Trinidad es también el representante personal del Padre Universal ante el consejo de gobierno del Hijo Creador. De ahí su nombre, Emmanuel.

33:5.2 (370.7) Emmanuel de Salvington, el número 611 121 del orden sexto de Personalidades Supremas de la Trinidad, es un ser de dignidad sublime y tan magnífica condescendencia que rechaza el culto y la adoración de todas las criaturas vivas. Ostenta la distinción de ser la única personalidad de Nebadon que nunca ha rendido subordinación a su hermano Miguel. Actúa como asesor del Hijo Soberano, pero solo da consejo cuando se lo piden. En ausencia del Hijo Creador podría presidir cualquiera de los altos consejos del universo, aunque no participaría de otro modo en los asuntos ejecutivos del universo a menos que se lo pidieran.

33:5.3 (371.1) Este embajador del Paraíso para Nebadon no está sometido a la jurisdicción del gobierno del universo local. Tampoco ejerce jurisdicción de autoridad en los asuntos ejecutivos de un universo local en evolución, excepto en la supervisión de sus hermanos de enlace, los Fieles de los Días que sirven en las sedes de las constelaciones.

33:5.4 (371.2) Al igual que el Unión de los Días, los Fieles de los Días no brindan nunca consejo ni ofrecen asistencia a los regidores de las constelaciones a menos que se la pidan. Estos embajadores del Paraíso ante las constelaciones representan la presencia personal final de los Hijos Estacionarios de la Trinidad con funciones consultivas en los universos locales. Las constelaciones están más ligadas a la administración del superuniverso que los sistemas locales, que están administrados exclusivamente por personalidades nativas del universo local.

6. La administración general

33:6.1 (371.3) Gabriel es el jefe ejecutivo y administrador efectivo de Nebadon. El hecho de que Miguel se ausente de Salvington no afecta en modo alguno a la conducción ordenada de los asuntos del universo. En ausencia de Miguel, como ocurrió recientemente en la reunión de Hijos Maestros de Orvonton en el Paraíso, Gabriel es el regente del universo. En esos casos Gabriel solicita siempre el consejo de Emmanuel de Salvington para todos los problemas importantes.

33:6.2 (371.4) El Padre Melquisedec es el primer asistente de Gabriel. Cuando la Radiante Estrella Matutina se ausenta de Salvington, sus responsabilidades son asumidas por este Hijo Melquisedec original.

33:6.3 (371.5) Las varias subadministraciones del universo tienen asignados ciertos ámbitos especiales de responsabilidad. Aunque el gobierno de un sistema vela por el bienestar general de sus planetas, se ocupa en particular del estatus físico de los seres vivos, de los problemas biológicos. Por su parte, los regidores de las constelaciones prestan especial atención a las condiciones sociales y de gobierno que prevalecen en los diferentes planetas y sistemas. La unificación y la estabilización son los aspectos principales del gobierno de una constelación. En un nivel superior, los regidores del universo se ocupan más del estatus espiritual de los mundos.

33:6.4 (371.6) Los embajadores son nombrados por decreto judicial y representan a unos universos ante otros universos. Los cónsules son representantes de las constelaciones entre sí y ante la sede del universo; son nombrados por decreto legislativo y solo ejercen sus funciones dentro de los confines del universo local. Los observadores son designados por decreto ejecutivo de un Soberano de Sistema para representar a ese sistema ante otros sistemas y en la capital de la constelación, y también ellos actúan únicamente dentro de los confines del universo local.

33:6.5 (371.7) Desde Salvington, las difusiones se emiten simultáneamente hacia las sedes de las constelaciones, las sedes de los sistemas y los planetas individuales. Todos los órdenes más altos de seres celestiales pueden utilizar este servicio para comunicarse con sus compañeros dispersos por todo el universo. Las difusiones del universo se extienden a todos los mundos habitados con independencia de su estatus espiritual. La intercomunicación planetaria solo se niega a los mundos que están en cuarentena espiritual.

33:6.6 (372.1) Las difusiones de las constelaciones son emitidas periódicamente desde la sede de la constelación por el jefe de los Padres de la Constelación.

33:6.7 (372.2) Un grupo especial de seres de Salvington calcula, computa y rectifica la cronología. El día estándar de Nebadon equivale a dieciocho días y seis horas del tiempo de Urantia, más dos minutos y medio. El año de Nebadon consiste en un segmento del tiempo de giro del universo en relación con el circuito de Uversa y es igual a cien días del tiempo estándar del universo, unos cinco años del tiempo de Urantia.

33:6.8 (372.3) El tiempo de Nebadon, difundido desde Salvington, es el tiempo estándar para todas las constelaciones y sistemas de este universo local. Cada constelación se rige por el tiempo de Nebadon, pero los sistemas, igual que los planetas individuales, mantienen su propia cronología.

33:6.9 (372.4) El día en Satania, tal como se calcula en Jerusem, equivale a un poco menos (1 hora, 4 minutos y 15 segundos) de tres días del tiempo de Urantia. Estos tiempos se conocen generalmente como tiempo de Salvington o del universo y tiempo de Satania o del sistema. El tiempo estándar es el tiempo del universo.

7. Las cortes de Nebadon

33:7.1 (372.5) El Hijo Maestro, Miguel, se ocupa básicamente solo de tres cosas: creación, sostenimiento y ministerio. No participa personalmente en el trabajo judicial del universo. Los creadores nunca enjuician a sus criaturas; esa función es exclusiva de criaturas altamente capacitadas que poseen experiencia efectiva como criaturas.

33:7.2 (372.6) Todo el mecanismo judicial de Nebadon está bajo la supervisión de Gabriel. A las altas cortes localizadas en Salvington competen los problemas de interés general para el universo así como los casos de apelación procedentes de los tribunales de los sistemas. Estas cortes del universo tienen setenta ramas organizadas en siete divisiones de diez secciones cada una. Una magistratura dual compuesta por un juez con antecedentes de perfección y un magistrado con experiencia ascendente preside todos los asuntos a juzgar.

33:7.3 (372.7) En cuanto a jurisdicción, las cortes del universo local están limitadas en los siguientes asuntos:

33:7.4 (372.8) 1. Compete a la administración del universo local la creación, la evolución, el mantenimiento y el ministerio. A los tribunales del universo se les niega, por lo tanto, el derecho a pronunciarse sobre aquellos casos que impliquen la vida o la muerte eterna. Esto no tiene nada que ver con la muerte natural que impera en Urantia, pero si lo que se lleva a juicio es la cuestión del derecho a la existencia continuada, a la vida eterna, el caso ha de remitirse a los tribunales de Orvonton, y si el fallo es desfavorable para el individuo, todas las sentencias de extinción son ejecutadas por orden de las autoridades del supergobierno y a través de sus agentes.

33:7.5 (372.9) 2. Un incumplimiento o deserción por parte de cualquiera de los Hijos de Dios del Universo Local que ponga en riesgo su estatus y su autoridad como Hijo, no se juzga nunca en los tribunales de un Hijo. Un desacuerdo de este tipo se llevaría inmediatamente ante los tribunales del superuniverso.

33:7.6 (372.10) 3. La cuestión de readmitir a cualquier parte componente de un universo local —por ejemplo, un sistema local— a la fraternidad del estatus espiritual pleno de la creación local después de haber estado aislada espiritualmente ha de acordarse en la alta asamblea del superuniverso.

33:7.7 (373.1) En todos los demás asuntos, las cortes de Salvington son finales y supremas. Sus decisiones y decretos no se pueden ni apelar ni eludir.

33:7.8 (373.2) Por muy injustamente que las disputas humanas parezcan fallarse a veces en Urantia, la justicia y la equidad divina prevalecen en el universo. Vivís en un universo bien ordenado y podéis confiar en que, tarde o temprano, seréis tratados con justicia e incluso con misericordia.

8. Las funciones legislativa y ejecutiva

33:8.1 (373.3) En Salvington, la sede de Nebadon, no hay verdaderos cuerpos legislativos. Los mundos sede de los universos se dedican en su mayor parte a enjuiciar. Las asambleas legislativas del universo local se localizan en las sedes de las cien constelaciones. Los sistemas se ocupan principalmente del trabajo ejecutivo y administrativo de las creaciones locales. Los Soberanos de los Sistemas y sus colaboradores hacen cumplir los mandatos legislativos de los regidores de las constelaciones y ejecutan los decretos judiciales de las altas cortes del universo.

33:8.2 (373.4) Aunque en la sede del universo no se promulga verdadera legislación, funcionan en Salvington varias asambleas consultivas y de investigación, constituidas y dirigidas de diversas maneras según su alcance y su propósito. Algunas son permanentes, otras se disuelven tras cumplir sus objetivos.

33:8.3 (373.5) El consejo supremo del universo local está formado por tres miembros de cada sistema y siete representantes de cada constelación. Los sistemas que están en aislamiento no tienen representación en esta asamblea, pero se les permite enviar observadores que asisten a todas sus deliberaciones y las estudian.

33:8.4 (373.6) Los cien consejos de sanción suprema también están situados en Salvington. Los presidentes de estos consejos constituyen el gabinete directo de trabajo de Gabriel.

33:8.5 (373.7) Todas las conclusiones de los altos consejos asesores del universo se remiten bien a los cuerpos judiciales de Salvington o bien a las asambleas legislativas de las constelaciones. Estos altos consejos no tienen autoridad ni poder para hacer cumplir sus recomendaciones. Si su consejo está basado en las leyes fundamentales del universo, las cortes de Nebadon emitirán las resoluciones de ejecución. Pero si sus recomendaciones tienen que ver con condiciones locales o de emergencia, han de enviarse a las asambleas legislativas de la constelación para su promulgación deliberativa y luego a las autoridades del sistema para su ejecución. Estos altos consejos son, en realidad, los supercuerpos legislativos del universo, pero funcionan sin autoridad para promulgar ni poder para ejecutar.

33:8.6 (373.8) Aunque al hablar de la administración del universo utilicemos los términos «cortes» y «asambleas», debe entenderse que estas operaciones espirituales son muy diferentes de las actividades más primitivas y materiales de Urantia que llevan los mismos nombres.

33:8.7 (373.9) [Presentado por el jefe de los arcángeles de Nebadon.]

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