Mi experiencia personal en el simposio cultural
Mi experiencia personal en el simposio cultural
De Khat Bernard (Uganda)
Desde que comenzó la investigación para mi presentación hasta que terminó el simposio todo fue una aventura. Como buscador de la verdad, descubrí que esta fue una de las experiencias más fructíferas que haya tenido jamás. Era la primera vez que contactaba con tantas personas que leían El libro de Urantia.
Conocí al trabajador equipo de la Fundación Urantia que hizo todo lo posible para hacernos entender la historia de El libro de Urantia y el trabajo de la Fundación y como este se relaciona con los diferentes lectores de todo el mundo. Lo que vi y escuché me hizo apreciar su dedicación y determinación para asegurarse de que el libro se imprime, distribuye y preserva como corresponde.
El simposio me abrió la mente a la necesidad de respetar y comprender la diversidad cultural del mundo y los diferentes retos que presenta esta diversidad en la divulgación de las enseñanzas. Como ejemplos están la religión institucional, las tradiciones, la política, las actitudes personales y los niveles de lectura.
El equipo de la Fundación y los presentadores respondieron diligentemente las preguntas relacionadas con el libro, lo que inspiró confianza y reforzó nuestra motivación para dar a conocer las enseñanzas de El libro de Urantia en nuestros respectivos países. Su guía me ha inspirado a presentar y promover el libro en Uganda.
Lecciones que he aprendido:
• Todo es posible si tienes fe y crees.
• Si buscas la verdad, siempre la encontrarás.
• La paternidad de Dios y la hermandad del hombre es posible.
• La amabilidad, la confianza, la fe, el cuidado, la perseverancia, la unidad y sobre todo el amor pueden producir grandes cambios en las personas.
• Compartir y dar es básico para salvar las distancias entre nosotros.
• La tolerancia mutua promueve la paz y la comprensión.
• La meditación y la experiencia compartida de las enseñanzas inspiran el crecimiento espiritual experiencial.
• La providencia, la guía y el amor de Dios están presentes en todas partes para que los abracemos.
Lecciones que aprendimos sobre un mundo culturalmente diverso:
• Apreciar todas las culturas del mundo: todas tienen algo único que compartir.
• Todos somos únicos y experimentamos la iluminación espiritual de diferente manera.
• Todos somos iguales pero diferentes en nuestros procesos mentales y en cómo experimentamos la espiritualidad.
• El libro de Urantia no es una religión.
• Todos necesitan las enseñanzas de El libro de Urantia.
• Algunos pueblos del mundo están listos para El libro de Urantia, otros aún no.
• El concepto de Dios es universal para todas las culturas, aunque se revela de diferentes formas y se experimenta de maneras diferentes.
• La familia afecta a nuestro sistema de creencias en todo el mundo y por eso influye en nuestras elecciones.
Sugerencias
• Celebrar el simposio cultural de nuevo con otros países.
• Representantes de varios países pueden crear un equipo o grupo que abarque las culturas del mundo y la divulgación de El libro de Urantia.
• Diferentes países pueden celebrar sus propios simposios culturales con ayuda de la Fundación Urantia.
Conclusión
Doy gracias a Dios por haber hecho posible que este simposio tenga lugar. Desde el origen de la idea hasta su compleción, Dios guio la inspiración con toda seguridad porque logró plenamente su propósito. Creo que para mí fue el momento de recibir inspiración y guía, y ha llegado la hora de servir.
Doy las gracias a todos los implicados por darme una experiencia con El libro de Urantia llena de perspicacia, revelación y sobre todo de Dios.