La Feria Internacional del Libro 2015 de Jerusalén
La Feria Internacional del Libro 2015 de Jerusalén
De Gabriel Rymberg
Nazaret (Israel)
¡Fue maravilloso! Éramos cinco personas en un stand pequeño. Claire Thurston vino de Washington DC, Tim Hobbs de Colorado, Avi Dogim de Nueva Jersey y Buck Weimer de Colorado. Yo solo tuve que conducir un par de horas hacia el sur para llegar a Jerusalén.
El tiempo en Jerusalén en febrero puede ser inclemente. Durante la feria, la temperatura cayó casi hasta la congelación, y los vientos del sudeste trajeron mucha arena del desierto. Lo cubrieron todo con una gruesa capa.
Sin embargo, dentro de la feria del libro, todo, incluyendo nuestro stand, estaba limpio y libre de polvo. Mostramos varios ejemplares de El libro de Urantia en inglés, francés, alemán, italiano, ruso y español.
Antes de la noche del domingo, antes de que comenzara la feria el lunes, todo estaba listo.
Lo que más me gustó fue nuestro equipo. Una vez más presencié y experimenté cómo son los frutos de una larga exposición a la guía espiritual. Fue un placer sentir el amor de todos los miembros del equipo. Fue como si experimentara un adelanto de la edad de luz y vida. Sentí la presencia del Maestro y recordé que “allí donde dos o tres creyentes están reunidos, allí estoy yo en medio de ellos.” (1762.6) 159:1.3
Nuestras interacciones con los visitantes en el stand fueron muy interesantes. Teníamos una gran fuente de “vitaminas espirituales”, que resultaron ser muy útiles para romper el hielo. Un anciano caballero incluso se llevó un puñado y se las iba a meter en la boca cuando le detuvimos. ¡Qué hambre tenía de palabra divina!
Cuando la gente se paraba en nuestro stand, a menudo su primera pregunta era “¿qué es esto?” o “¿qué es Urantia?”. Después nos incumbía a nosotros responder con algo que atrapara lo suficiente como para provocar más preguntas del visitante.
Debido a que la traducción al hebreo está todavía por terminar, preparamos un folleto en inglés y hebreo titulado “Introducción a El libro de Urantia”. Este folleto demostró ser un impreso popular. En él, teníamos una breve introducción y unas cien citas del libro. A todos los que visitaban el stand se les dio uno de estos folletos que, tras su lectura, inducían frecuentemente a los visitantes a comenzar una conversación respecto a algo que les intrigaba. No muchos visitantes abrieron el libro.
Tuvimos muchos momentos de socialización y conversación – principalmente entre nosotros mismos. Tuvimos muchas conversaciones, algunas profundas, otras divertidas, y todas llenas de amor. Para mí, la característica principal de la asistencia a la feria y de atender el stand fue llegar a conocer íntimamente a nuevos hermanos y hermanas y tener la oportunidad de amarlos y servirlos, y de ser amado y servido por ellos.
Hemos ayudado sin duda a sembrar El libro de Urantia en Israel. Me atrevo a pronosticar que, durante los próximos años, alguien recordará haber visto El libro de Urantia por primera vez en la Feria Internacional del Libro 2015 de Jerusalén.