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Conrad Wood
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Conrad Wood

De Conrad Wood, Bowen Island (Columbia Británica, Canadá)

A lo largo de muchos años, sin mucho éxito, animé a familia, amigos y conocidos a que leyeran El libro de Urantia. Esto ha hecho que surjan muchas preguntas en mi mente, como por ejemplo: ¿No les interesa? ¿No están dispuestos a buscar más? ¿Piensan que soy víctima de un fraude? ¿Estoy usando los métodos equivocados? ¿Mi motivación no es sincera?

Reflexionando honestamente, la respuesta a todas esas preguntas es “sí”. ¿Descorazonador? Un poco, pero he aprendido a compartir de otra forma lo que creo y lo que anhelo. Ya no menciono El libro de Urantia a no ser que alguien me pregunte específicamente por él.

En el trabajo y en circunstancias sociales, a veces hay oportunidades de fomentar conversaciones acerca de Dios y las creencias religiosas con pequeños grupos de personas que muestran interés espiritual y de personas que tienen preguntas, comentarios y dudas sinceros. El resultado siempre parece ser positivo. Todos llegamos a comprendernos mejor y llegamos a experimentar esa “cohesión espiritual [que existe] entre las personalidades espirituales y espiritualizadas de cualquier mundo, raza, nación o grupo de creyentes”. (82.5) 7:1.6.

En casa y en el trabajo, descubro que animar a los demás a valorar las tareas que tienen entre manos y a que las hagan bien parece elevar el espíritu de mis compañeros. Las alabanzas sabias y las sonrisas sinceras tienen un efecto muy parecido. Todos comprendemos en nuestro interior el placer de esforzarnos por valores más altos, y esforzarnos por ellos es contagioso y motiva a nuestros asociados en el lugar de trabajo.

Cuanto más estudio El libro de Urantia, más seguro estoy de la importancia de mostrar un amor desinteresado a todos con los que compartimos nuestra vida o a todos los que nos encontramos “mientras vamos de paso”.