Documento 77 - Las criaturas intermedias

   
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El libro de Urantia

Documento 77

Las criaturas intermedias

77:0.1 (855.1) LA MAYORÍA de los mundos habitados de Nebadon albergan a uno o más grupos de seres únicos que existen en un nivel de funcionamiento vital situado aproximadamente en un punto intermedio entre el de los mortales de los planetas y el de los órdenes angélicos, de ahí su nombre de criaturas intermedias. Parecen ser un accidente del tiempo, pero su presencia está tan generalizada y son tan valiosos como ayudantes que todos nosotros los hemos aceptado desde hace mucho tiempo como uno de los órdenes esenciales para nuestro ministerio planetario conjunto.

77:0.2 (855.2) En Urantia actúan dos órdenes distintos de intermedios: el cuerpo primario o más antiguo, que nació en los tiempos de Dalamatia, y el grupo secundario o más joven, cuyo origen data de los tiempos de Adán.

1. Los intermedios primarios

77:1.1 (855.3) Los intermedios primarios tienen su génesis en una interasociación única de lo material y lo espiritual en Urantia. Conocemos la existencia de criaturas similares en otros mundos y en otros sistemas, pero se originaron mediante técnicas diferentes.

77:1.2 (855.4) Conviene tener siempre presente que los otorgamientos sucesivos de los Hijos de Dios en un planeta en evolución producen cambios notables en la economía espiritual del mundo y algunas veces modifican tanto el funcionamiento de la interasociación de los agentes espirituales y materiales de un planeta que crean situaciones verdaderamente difíciles de entender. El estatus de los cien miembros corpóreos del equipo del Príncipe Caligastia ilustra precisamente una interasociación única de ese tipo. Como ciudadanos de morontia ascendentes de Jerusem, eran criaturas supramateriales sin prerrogativas reproductivas. Como ministros planetarios descendentes en Urantia, eran criaturas materiales sexuadas capaces de procrear una prole material (como algunos hicieron más tarde). Lo que no acertamos a explicar satisfactoriamente es cómo pudieron ejercer de padres en un nivel supramaterial, pero eso fue exactamente lo que ocurrió. Un enlace supramaterial (no sexual) entre un varón y una mujer del equipo corpóreo dio lugar a la aparición del primogénito de los intermedios primarios.

77:1.3 (855.5) Se descubrió inmediatamente que una criatura de este orden intermedio entre el nivel mortal y el angélico sería de gran utilidad para llevar adelante los asuntos de la sede del Príncipe, y se autorizó a cada pareja del equipo corpóreo a procrear un ser similar. El resultado de esta iniciativa fue el primer grupo de cincuenta criaturas intermedias.

77:1.4 (855.6) Tras observar durante un año el trabajo de este grupo único, el Príncipe Planetario autorizó la reproducción de seres intermedios sin restricciones. Este plan se llevó a cabo mientras duró el poder de crear, y así se formó el cuerpo original de 50 000 intermedios.

77:1.5 (856.1) Entre el nacimiento de cada intermedio transcurría un periodo de medio año, y cuando cada pareja había producido mil seres de este tipo, ya no nacía ninguno más. Nada explica por qué se agotaba este poder con el milésimo vástago. Por más intentos que se hicieron de conseguir el siguiente, todos fracasaron.

77:1.6 (856.2) Estas criaturas constituyeron el cuerpo de información de la administración del Príncipe. Deambulaban por doquier estudiando y observando las razas del mundo y prestaban otros inestimables servicios al Príncipe y a su equipo en su labor de influir sobre las sociedades humanas alejadas de la sede planetaria.

77:1.7 (856.3) Este régimen duró hasta los trágicos días de la rebelión planetaria, en cuya trampa cayeron algo más de los cuatro quintos de los intermedios primarios. El colectivo leal se puso al servicio de los síndicos Melquisedec y siguió operando bajo el liderazgo nominal de Van hasta los días de Adán.

2. La raza nodita

77:2.1 (856.4) Aunque el objeto de esta narración es el origen, la naturaleza y la función de las criaturas intermedias de Urantia, el parentesco entre los dos órdenes —el primario y el secundario— hace necesario interrumpir en este punto la historia de los intermedios primarios para poder seguir el linaje de los miembros rebeldes del equipo corpóreo del príncipe Caligastia desde los días de la rebelión planetaria hasta los tiempos de Adán. Esta línea hereditaria fue la que, en los primeros días del segundo jardín, proporcionó la mitad de la ascendencia del orden secundario de criaturas intermedias.

77:2.2 (856.5) Los miembros físicos del equipo del Príncipe habían sido constituidos como criaturas sexuadas con el propósito de que participaran en el plan de procrear una prole que encarnara las cualidades conjuntas de su orden especial unidas a las de la estirpe seleccionada de las tribus de Andon, y todo esto en previsión de la posterior aparición de Adán. Los Portadores de Vida habían planeado un nuevo tipo de mortal que englobaría la unión de la prole conjunta del equipo del Príncipe con la primera generación de la prole de Adán y Eva. Habían proyectado así un plan que contemplaba un nuevo orden de criaturas planetarias con la esperanza de que se convirtieran en dirigentes y maestros de la sociedad humana. Esos seres estaban destinados a ejercer una soberanía social, no una soberanía civil. Pero dado que este proyecto se malogró casi por completo, no sabremos nunca qué aristocracia de líderes benignos ni qué cultura sin par se perdió para Urantia. Lo cierto es que cuando el equipo corpóreo se reprodujo fue después de la rebelión, y ya estaban privados de su conexión con las corrientes de vida del sistema.

77:2.3 (856.6) Durante la era posterior a la rebelión se produjeron en Urantia muchos acontecimientos insólitos. Una gran civilización —la cultura de Dalamatia— se estaba haciendo pedazos. «Los nephilim (los noditas) estaban en el planeta en aquellos días, y cuando estos hijos de los dioses fueron hacia las hijas de los hombres y les dieron descendencia, sus hijos fueron los ‘hombres poderosos de la antigüedad’, los ‘hombres de renombre’». Aunque no eran precisamente «hijos de los dioses», el equipo y sus primeros descendientes fueron considerados como tales por los mortales evolutivos de aquellos lejanos días; la tradición llegó incluso a exagerar su estatura. Este es, pues, el origen del relato popular casi universal de los dioses que descendieron al planeta y engendraron en él con las hijas de los hombres una antigua raza de héroes. Y todas estas leyendas se hicieron aún más confusas con las mezclas raciales de los adanitas que aparecieron más tarde en el segundo jardín.

77:2.4 (857.1) Puesto que los cien miembros corpóreos del equipo del Príncipe portaban plasma germen de las cepas humanas andónicas, parecería natural que, en caso de reproducirse sexualmente, su prole se asemejara en rasgos generales a la de otros padres andonitas. Pero cuando los sesenta rebeldes del equipo, los seguidores de Nod, se reprodujeron sexualmente, sus hijos resultaron ser muy superiores en casi todos los aspectos tanto a los pueblos andonitas como a los sangik. Y esta inesperada excelencia caracterizaba no solo a sus cualidades físicas e intelectuales, sino también a sus capacidades espirituales.

77:2.5 (857.2) Estos rasgos mutantes que aparecieron en la primera generación nodita fueron el resultado de ciertos cambios operados en la configuración y en los constituyentes químicos de los factores hereditarios del plasma germen andónico. Estos cambios fueron causados por la presencia en los cuerpos de los miembros del equipo de los poderosos circuitos de mantenimiento de la vida del sistema de Satania. Estos circuitos de vida hicieron que los cromosomas del patrón especializado de Urantia se reorganizaran más según los patrones de la especialización normalizada en Satania de la manifestación de la vida ordenada para Nebadon. La técnica de esta metamorfosis del plasma germen, producida por la acción de las corrientes de vida del sistema no es distinta de los procedimientos utilizados por los científicos de Urantia para modificar el plasma germen de animales y plantas mediante rayos X.

77:2.6 (857.3) Los pueblos noditas surgieron así a raíz de ciertas modificaciones peculiares e inesperadas que se produjeron en el plasma de vida que los cirujanos de Avalon habían transferido de los cuerpos de los andonitas donantes a los de los miembros del equipo corpóreo.

77:2.7 (857.4) Recordemos que los cien andonitas que donaron su plasma germen recibieron a su vez el complemento orgánico del árbol de la vida, de manera que las corrientes de vida de Satania se difundieron igualmente por sus cuerpos. Los cuarenta y cuatro andonitas modificados que siguieron al equipo a la rebelión se reprodujeron también entre sí e hicieron una gran aportación a las mejores cepas del pueblo nodita.

77:2.8 (857.5) Estos dos grupos, que sumaban 104 portadores del plasma germen andonita modificado, constituyen la ascendencia de los noditas, la octava raza que apareció en Urantia. Y esta nueva característica de la vida humana de Urantia representa otra fase de la ejecución del plan original de utilizar este planeta como mundo de modificación de la vida, aunque este fuera uno de los desarrollos imprevistos.

77:2.9 (857.6) Los noditas de línea pura eran una raza magnífica, pero se fueron mezclando gradualmente con los pueblos evolutivos del planeta y no tardaron en degenerar. Diez mil años después de la rebelión habían retrocedido hasta el punto de que su esperanza media de vida era solo un poco mayor que la de las razas evolutivas.

77:2.10 (857.7) Cuando los arqueólogos desentierran las tablillas de arcilla de los últimos sumerios —descendientes de los noditas— descubren listas de reyes sumerios que se remontan a varios miles de años. A medida que estos registros retroceden en el pasado, la duración de cada reinado personal va aumentando desde unos veinticinco o treinta años hasta ciento cincuenta o más. La mayor duración de los reinados más antiguos significa que algunos de los primeros dirigentes noditas (los descendientes directos del equipo del Príncipe) vivieron más tiempo que sus sucesores más recientes, y denota también un esfuerzo por estirar las dinastías para remontarlas hasta Dalamatia.

77:2.11 (857.8) Las constancias de personajes tan longevos se deben también a la confusión entre meses y años como unidades de tiempo. Esto se puede observar también en la genealogía bíblica de Abraham y en los primeros registros de los chinos. La confusión entre el mes, o periodo, de veintiocho días y el año de más de trescientos cincuenta días que se introdujo posteriormente es la responsable de las tradiciones de vidas humanas tan largas. Hay datos de un hombre que vivió más de novecientos «años». Este periodo representa algo menos de setenta años, «tres veintenas más diez» como se denominaría más tarde, y esas vidas fueron consideradas muy largas durante mucho tiempo.

77:2.12 (858.1) El cálculo del tiempo por meses de veintiocho días se utilizó hasta mucho después de Adán. Pero cuando los egipcios emprendieron hace unos siete mil años la reforma del calendario, lo hicieron con gran precisión, y fueron ellos los que establecieron el año de 365 días.

3. La torre de Babel

77:3.1 (858.2) Tras la desaparición de Dalamatia bajo las aguas, los noditas se trasladaron hacia el norte y el este y fundaron al poco tiempo la nueva ciudad de Dilmun como su sede racial y cultural. Unos cincuenta mil años después de la muerte de Nod, los descendientes del equipo del Príncipe se habían multiplicado demasiado como para poder subsistir en las tierras colindantes con su nueva ciudad de Dilmun, y cuando se hubieron expandido casándose con las tribus fronterizas andonitas y sangik, sus líderes decidieron hacer algo por preservar su unidad racial. Se convocó en consecuencia un consejo de tribus que, tras muchas deliberaciones, refrendó el plan de Bablot, un descendiente de Nod.

77:3.2 (858.3) Bablot proponía erigir un ostentoso templo de glorificación racial en el centro del territorio que ocupaban entonces. Este templo tendría una torre nunca vista hasta entonces en el mundo, sería un colosal monumento conmemorativo de su grandeza pasada. Muchos deseaban tener un monumento así en Dilmun, pero otros, recordando las tradiciones del hundimiento de su primera capital, Dalamatia, opinaban que una estructura tan grande se debería construir a una distancia segura de los peligros del mar.

77:3.3 (858.4) Bablot proyectaba que los nuevos edificios fueran el núcleo del futuro centro de cultura y civilización de los noditas. Al final prevaleció su idea y se iniciaron las obras según sus planes. La nueva ciudad llevaría el nombre de Bablot, el arquitecto y constructor de la torre. Este lugar fue conocido más tarde como Bablod y finalmente como Babel.

77:3.4 (858.5) Sin embargo, seguía habiendo discrepancias entre los noditas sobre el planteamiento y la finalidad de esta empresa. Tampoco sus líderes estaban totalmente de acuerdo con los planes de construcción ni con el uso de los edificios una vez terminados. Tras cuatro años y medio de trabajo se formó una gran polémica sobre el objeto y el motivo de la torre. Las disputas se hicieron tan enconadas que se pararon todos los trabajos. Los transportadores de víveres difundieron la noticia de la disensión, y una multitud proveniente de las tribus se fue congregando en el emplazamiento de las obras. Se expusieron tres puntos de vista divergentes sobre el propósito de la construcción de la torre:

77:3.5 (858.6) 1. El grupo más numeroso, casi la mitad, deseaba que la torre se construyera como monumento conmemorativo de la historia y la superioridad racial de los noditas. Opinaban que debía ser una estructura grande e imponente que despertara la admiración de todas las generaciones futuras.

77:3.6 (858.7) 2. La siguiente facción en tamaño quería que la torre se destinara a conmemorar la cultura de Dilmun. Anticipaban que Bablot había de convertirse en un gran centro de comercio, arte y manufactura.

77:3.7 (859.1) 3. El grupo más pequeño y minoritario consideraba que la construcción de la torre ofrecía una oportunidad de expiar la locura de sus progenitores de participar en la rebelión de Caligastia. Sostenían que la torre debería dedicarse al culto al Padre de todos, que la única razón de ser de la nueva ciudad era sustituir a Dalamatia como centro cultural y religioso para sus vecinos sumidos en la barbarie.

77:3.8 (859.2) Los religiosos perdieron de entrada la votación. La mayoría rechazó la doctrina de que sus ancestros habían sido culpables de rebelión; era un estigma racial ofensivo para ellos. Tras haber descartado uno de los tres planteamientos, no lograron dirimir los otros dos por la vía del debate y recurrieron a la lucha. El grupo religioso no combatiente huyó a sus tierras del sur, mientras sus compañeros luchaban hasta aniquilarse casi por completo.

77:3.9 (859.3) Hace unos doce mil años hubo un segundo intento de levantar la torre de Babel. Las razas mestizas de los anditas (noditas y adanitas) se propusieron edificar un nuevo templo sobre las ruinas de la primera estructura, pero la empresa no tuvo suficiente apoyo; cayó bajo el peso de su propia vanagloria. Esta región fue conocida durante mucho tiempo como la tierra de Babel.

4. Los centros de civilización noditas

77:4.1 (859.4) La dispersión de los noditas fue la consecuencia inmediata del conflicto intestino surgido en torno a la torre de Babel. Esta guerra interna redujo considerablemente el número de los noditas más puros y fue en muchos aspectos responsable de su fracaso en establecer una gran civilización preadánica. A partir de entonces la cultura nodita declinó durante más de ciento veinte mil años hasta que fue elevada por la inyección adánica. Pero incluso en los tiempos de Adán, los noditas seguían siendo un pueblo capaz. Muchos de sus descendientes mestizos figuraron entre los constructores del Jardín y varios capitanes de grupo de Van eran noditas. Algunas de las mentes más cualificadas del equipo de Adán eran de esta raza.

77:4.2 (859.5) Inmediatamente después del conflicto de Bablot, se establecieron tres de los cuatro grandes centros noditas:

77:4.3 (859.6) 1. Los noditas del oeste o sirios. Los supervivientes de los nacionalistas, o partidarios del monumento de conmemoración racial, se dirigieron hacia el norte, donde se unieron con los andonitas y fundaron los centros noditas posteriores del noroeste de Mesopotamia. Fue el grupo más numeroso de noditas en vías de dispersión y contribuyeron en gran medida a la estirpe asiria que aparecería más tarde.

77:4.4 (859.7) 2. Los noditas del este o elamitas. Muchos de los defensores de la cultura y el comercio emigraron en dirección este hasta Elam y allí se unieron con las tribus sangik mestizas. Los elamitas de hace treinta o cuarenta mil años se habían vuelto en gran parte de naturaleza sangik, aunque seguían manteniendo una civilización superior a la barbarie de sus vecinos.

77:4.5 (859.8) Cuando se estableció el segundo jardín, este cercano asentamiento nodita fue conocido como «la tierra de Nod». Durante el largo periodo de relativa paz entre este grupo nodita y los adanitas, ambas razas se mezclaron considerablemente, pues se hizo cada vez más habitual que los Hijos de Dios (los adanitas) se casaran con las hijas de los hombres (las noditas).

77:4.6 (860.1) 3. Los noditas centrales o presumerios. En la desembocadura de los ríos Tigris y Éufrates hubo un pequeño grupo que conservó mejor su integridad racial. Pervivieron durante miles de años y llegaron a ser los antepasados noditas que se mezclaron con los adanitas para fundar los pueblos sumerios de los tiempos históricos.

77:4.7 (860.2) Todo esto explica la repentina y misteriosa aparición en escena de los sumerios de Mesopotamia. Los investigadores nunca serán capaces de encontrar el rastro de estas tribus y remontarlo hasta el origen de los sumerios, que data de hace doscientos mil años tras el hundimiento de Dalamatia. Sin ningún rastro de su origen en ninguna otra parte del mundo, estas antiguas tribus asoman de pronto en el horizonte de la civilización con una cultura superior y plenamente desarrollada que incluía templos, metalurgia, agricultura, animales, alfarería, tejeduría, leyes comerciales, códigos civiles, ceremonial religioso y un antiguo sistema de escritura. En los comienzos de la era histórica, habían perdido desde hacía mucho tiempo el alfabeto de Dalamatia y habían adoptado el peculiar sistema de escritura originado en Dilmun. El idioma sumerio, aunque prácticamente perdido para el mundo, no era semítico; tenía mucho en común con las llamadas lenguas arias.

77:4.8 (860.3) Los elaborados textos sumerios describen el emplazamiento de un notable asentamiento localizado en el golfo Pérsico cerca de la primera ciudad de Dilmun. Los egipcios llamaban Dilmat a esta ciudad de antigua gloria, mientras que los sumerios adanizados posteriores confundieron tanto la primera como la segunda ciudad nodita con Dalamatia, y llamaban Dilmun a las tres. Los arqueólogos ya han encontrado antiguas tablillas sumerias de arcilla que hablan de aquel paraíso terrenal «donde los dioses bendijeron por primera vez a la humanidad con el ejemplo de una vida civilizada y culta». Estas tablillas que describen Dilmun, el paraíso de los hombres y de Dios, descansan ahora silenciosas en las estanterías polvorientas de muchos museos.

77:4.9 (860.4) Los sumerios conocían bien el primer Edén y el segundo pero, a pesar de los numerosos matrimonios mixtos con los adanitas, siguieron considerando a los moradores del jardín que tenían al norte como raza extranjera. El orgullo sumerio por la cultura nodita más antigua los indujo a menospreciar esas nuevas perspectivas de gloria en favor de la grandiosidad y las tradiciones paradisiacas de la ciudad de Dilmun.

77:4.10 (860.5) 4. Los noditas y amadonitas del norte, los vanitas. Este grupo surgió antes del conflicto de Bablot. Estos noditas, los más norteños de todos, descendían de los que dejaron de seguir a Nod y sus sucesores para unirse a Van y Amadon.

77:4.11 (860.6) Algunos de los primeros compañeros de Van se asentaron posteriormente en las orillas del lago que aún lleva su nombre, y sus tradiciones nacieron alrededor de este lugar. El Ararat se convirtió en su montaña sagrada y tuvo para los vanitas más tardíos un significado análogo al del Sinaí para los hebreos. Los antepasados vanitas de los asirios enseñaban hace diez mil años que su ley moral de siete mandamientos había sido dada a Van por los Dioses en el monte Ararat. Creían firmemente que Van y su adjunto Amadon habían sido sacados vivos del planeta mientras estaban entregados a la adoración en lo alto de la montaña.

77:4.12 (860.7) El monte Ararat era la montaña sagrada del norte de Mesopotamia, y como muchas de vuestras tradiciones sobre aquellos tiempos antiguos se originaron en torno a la historia babilónica del diluvio, no es de extrañar que el monte Ararat y su región se entrelazaran más tarde con la historia judía de Noé y el diluvio universal.

77:4.13 (860.8) Hacia el año 35 000 a. C. Adamson visitó uno de los asentamientos más orientales de los antiguos vanitas para fundar su centro de civilización.

5. Adamson y Ratta

77:5.1 (861.1) Vistos los antecedentes noditas de la ascendencia de los intermedios secundarios, examinaremos ahora la mitad adánica de dicha ascendencia, pues los intermedios secundarios son también nietos de Adamson, el primogénito de la raza violeta de Urantia.

77:5.2 (861.2) Adamson fue uno de los hijos de Adán y Eva que eligieron quedarse en el planeta con su padre y su madre. El hijo mayor de Adán había escuchado muchas veces de Van y Amadon la historia de su hogar en las tierras altas del norte, y un tiempo después de establecido el segundo jardín, tomó la determinación de ir en busca de la tierra de sus sueños juveniles.

77:5.3 (861.3) Adamson tenía entonces 120 años y había sido padre de treinta y dos hijos de línea pura en el primer jardín. Quiso quedarse con sus padres y ayudarles a construir el segundo jardín, pero estaba profundamente perturbado por la pérdida de su compañera y de sus hijos, que habían decidido todos ir a Edentia con los demás hijos adánicos que eligieron convertirse en pupilos de los Altísimos.

77:5.4 (861.4) Adamson no quería abandonar a sus padres en Urantia, no era partidario de huir de las dificultades y los peligros, pero encontraba que las relaciones del segundo jardín dejaban mucho que desear. Contribuyó en gran manera a las primeras actividades de defensa y construcción, pero decidió salir hacia el norte a la primera oportunidad. Y aunque se despidieron cordialmente, para Adán y Eva fue una gran tristeza ver marchar a su hijo mayor hacia un mundo extraño y hostil con el temor de que nunca volvería.

77:5.5 (861.5) Un grupo de veintisiete personas siguió a Adamson hacia el norte en busca de las gentes de las fantasías de su niñez. En poco más de tres años encontraron por fin el objeto de su aventura, y entre estas gentes, Adamson descubrió a una maravillosa y bella mujer de veinte años que decía ser la última descendiente de línea pura del equipo del Príncipe. Según esta mujer, Ratta, todos sus antepasados descendían de dos de los miembros del equipo caído del Príncipe. Era la última de su raza y no tenía hermanos ni hermanas vivos. Estaba prácticamente decidida a no reproducirse y casi se había hecho a la idea de morir sin descendencia, cuando quedó prendada del majestuoso Adamson. Al oír la historia del Edén y cómo se habían cumplido las predicciones de Van y Amadon, y mientras escuchaba el relato de la falta cometida en el Jardín, solo pensaba en una cosa: casarse con este hijo y heredero de Adán. A Adamson le costó muy poco convencerse, y en poco más de tres meses estaban casados.

77:5.6 (861.6) Adamson y Ratta tuvieron una familia de sesenta y siete hijos. Dieron origen a una gran línea de líderes mundiales, pero hicieron algo más. No olvidemos que estos dos seres eran realmente sobrehumanos. Cada cuarto hijo que les nacía era de un orden único. A menudo era invisible. En la historia del mundo no había ocurrido nunca una cosa así. Era algo muy perturbador para Ratta —incluso se volvió supersticiosa— pero Adamson conocía bien la existencia de los intermedios primarios y llegó a la conclusión de que algo semejante estaba ocurriendo ante sus ojos. Cuando nació el segundo vástago con este extraño comportamiento, decidió aparearlos puesto que uno era varón y el otro mujer, y ese fue el origen del orden secundario de seres intermedios. Engendraron casi dos mil en cien años hasta que el fenómeno dejó de producirse.

77:5.7 (862.1) Adamson vivió 396 años y volvió muchas veces a visitar a su padre y a su madre. Cada siete años se encaminaba con Ratta hacia el sur hasta el segundo jardín, y durante ese tiempo los intermedios lo mantenían informado sobre el bienestar de su gente. En la vida de Adamson, prestaron un gran servicio en la construcción de un centro mundial nuevo e independiente de verdad y de rectitud.

77:5.8 (862.2) Adamson y Ratta tuvieron así a su disposición a este cuerpo de ayudantes maravillosos que trabajó incansablemente con ellos durante sus largas vidas en la propagación de la verdad avanzada y en la extensión de normas más altas de vida espiritual, intelectual y física. Los resultados de este esfuerzo por mejorar el mundo nunca llegaron a ser eclipsados totalmente por los retrocesos posteriores.

77:5.9 (862.3) Los adamsonitas mantuvieron una alta cultura durante cerca de siete mil años a partir de Adamson y Ratta. Más tarde se mezclaron con los noditas y los andonitas vecinos, y fueron incluidos también entre los «hombres poderosos de la antigüedad». Algunos de los progresos de aquella edad perduraron y pasaron a formar parte latente del potencial cultural que florecería más adelante como civilización europea.

77:5.10 (862.4) Este centro de civilización estaba en la región situada al este del extremo sur del mar Caspio, cerca del Kopet Dagh. En las estribaciones del Turquestán se encuentran a poca altura los vestigios de lo que fue en su día la sede adamsonita de la raza violeta. En estos emplazamientos de las tierras altas, situados en un estrecho y antiguo cinturón fértil al pie de las estribaciones más bajas de la cordillera de Kopet, surgieron sucesivamente y en varios periodos cuatro culturas diferentes fomentadas respectivamente por cuatro grupos distintos de descendientes de Adamson. El segundo de estos grupos fue el que emigró hacia el oeste hasta Grecia y las islas del Mediterráneo. El resto de los descendientes de Adamson emigraron hacia el norte y el oeste para entrar en Europa con la estirpe mezclada de la última ola andita que salió de Mesopotamia, y figuraron también entre los invasores ario-anditas de la India.

6. Los intermedios secundarios

77:6.1 (862.5) Mientras los intermedios primarios tuvieron un origen casi sobrehumano, el orden secundario es fruto de la unión de la estirpe adánica pura con una descendiente humanizada de antepasados comunes al linaje del cuerpo más antiguo.

77:6.2 (862.6) Entre los hijos de Adamson solo dieciséis tenían la peculiaridad de engendrar intermedios secundarios. Estos hijos singulares estaban divididos entre ambos sexos por igual, y cada pareja era capaz de engendrar un intermedio secundario cada setenta días mediante una técnica combinada de enlace sexual y no sexual. Este fenómeno no había sido posible en el planeta hasta entonces ni ha vuelto a ocurrir después.

77:6.3 (862.7) Estos dieciséis hijos vivieron y murieron (salvo por sus peculiaridades) como mortales del mundo, pero su prole eléctricamente energizada vive indefinidamente sin estar sometida a las limitaciones de la carne mortal.

77:6.4 (862.8) Cada una de las ocho parejas acabó engendrando 248 intermedios, y así se formó el cuerpo secundario original de 1984 miembros. Hay ocho subgrupos de intermedios secundarios. Son denominados A-B-C primero, segundo, tercero, y así sucesivamente; luego está D-E-F primero, segundo, y así sucesivamente.

77:6.5 (862.9) Tras la falta de Adán los intermedios primarios volvieron al servicio de los síndicos Melquisedec, mientras que el grupo secundario siguió adscrito al centro de Adamson hasta su muerte. A la muerte de Adamson, treinta y tres de estos intermedios secundarios, los jefes de su organización, intentaron transferir el orden completo al servicio de los Melquisedec y enlazar así con el cuerpo primario. Como no lo consiguieron, abandonaron a sus compañeros y se pasaron en bloque al servicio de los síndicos planetarios.

77:6.6 (863.1) Los demás intermedios secundarios se convirtieron tras la muerte de Adamson en una influencia extraña que actuaba de forma desorganizada e independiente en Urantia. Desde ese momento llevaron una existencia irregular y desorganizada hasta la época de Maquiventa Melquisedec. Este Melquisedec consiguió controlarlos en parte, aunque siguieron causando muchos problemas hasta los días de Cristo Miguel en el planeta. Fue entonces cuando tomaron todos sus decisiones finales sobre su destino futuro, y la mayoría leal se puso a las órdenes de los intermedios primarios.

7. Los intermedios rebeldes

77:7.1 (863.2) La mayoría de los intermedios primarios cayeron en el pecado en el momento de la rebelión de Lucifer. Cuando se hizo el cálculo de la devastación producida por la rebelión planetaria se descubrió, entre otras pérdidas, que 40 119 intermedios primarios de los 50 000 originales se habían unido a la secesión de Caligastia.

77:7.2 (863.3) De los 1984 intermedios secundarios originales, 873 no quisieron alinearse con el gobierno de Miguel y fueron debidamente internados el día de Pentecostés con ocasión del juicio planetario de Urantia. Nadie puede predecir el futuro de estas criaturas caídas.

77:7.3 (863.4) Ambos grupos de intermedios rebeldes están detenidos bajo custodia a la espera del juicio final de los asuntos de la rebelión del sistema. Hicieron realmente muchas cosas extrañas en el planeta antes de que se inaugurara la presente dispensación planetaria.

77:7.4 (863.5) Estos intermedios desleales eran capaces de aparecerse a los mortales bajo ciertas circunstancias, sobre todo en el caso de los asociados de Belcebú, el líder de los intermedios secundarios apóstatas. Pero estas criaturas únicas no se deben confundir con ciertas querubines y serafines rebeldes que estuvieron también en el planeta hasta el momento de la muerte y resurrección de Cristo. Algunos de los escritores más antiguos designaron a las criaturas intermedias rebeldes con el nombre de espíritus malignos y demonios, y a las serafines apóstatas, con el de ángeles malignos.

77:7.5 (863.6) Los espíritus malignos no pueden tomar posesión de ninguna mente mortal en ningún mundo después de que haya vivido en él un Hijo de otorgamiento del Paraíso. Pero antes de los días de Cristo Miguel en Urantia —antes de la llegada universal de los Ajustadores del Pensamiento y del derramamiento del espíritu del Maestro sobre toda carne— esos intermedios rebeldes eran capaces de influir en la mente de ciertos mortales inferiores y controlar hasta cierto punto sus acciones. Esto lo hacían por métodos muy parecidos a los de las criaturas intermedias leales, que actúan como eficientes guardianes de contacto de las mentes humanas del cuerpo de reserva del destino de Urantia cuando el Ajustador se encuentra separado de la personalidad durante un periodo de contacto con inteligencias sobrehumanas.

77:7.6 (863.7) No es mera figura retórica cuando dicen los escritos: «Y trajeron ante Él a todo tipo de gentes enfermas, a los que estaban poseídos por diablos y a los que eran lunáticos». Jesús conocía y reconocía la diferencia entre demencia y posesión demoníaca, pero entre sus coetáneos había una gran confusión sobre estos estados.

77:7.7 (863.8) Incluso antes de Pentecostés ningún espíritu rebelde podía dominar a una mente humana normal, y desde aquel día hasta las mentes débiles de los mortales inferiores están libres de semejante peligro. A partir de la llegada del Espíritu de la Verdad las supuestas expulsiones de diablos han consistido en confundir la creencia en la posesión demoníaca con la histeria, la demencia y la deficiencia mental. El otorgamiento de Miguel ha liberado para siempre a todas las mentes humanas de Urantia del riesgo de posesión demoníaca, pero no imaginéis por ello que no ha existido en edades anteriores.

77:7.8 (864.1) Todo el grupo de intermedios rebeldes está ahora prisionero por orden de los Altísimos de Edentia. Ya no vagan por este mundo en busca de fechorías que cometer. Independientemente de la presencia de los Ajustadores del Pensamiento, el derramamiento del Espíritu de la Verdad sobre toda carne hizo imposible para siempre que los espíritus desleales de cualquier tipo y clase volvieran nunca a invadir ni siquiera a la más débil de todas las mentes humanas. Desde el día de Pentecostés jamás podrá volver a existir la posesión demoníaca.

8. Los intermedios unidos

77:8.1 (864.2) En el último juicio de este mundo, cuando Miguel trasladó a los supervivientes dormidos del tiempo, las criaturas intermedias fueron dejadas atrás para asistir en el trabajo espiritual y semiespiritual del planeta. Ahora actúan como un cuerpo único que abarca a ambos órdenes y suma 10 992 miembros. Los Intermedios Unidos de Urantia están gobernados a día de hoy por el miembro más antiguo de cada orden de forma alternativa. Este régimen ha imperado desde su integración en un solo grupo poco después de Pentecostés.

77:8.2 (864.3) Los miembros del orden más antiguo o primario son conocidos generalmente por números; suelen denominarse 1-2-3 primero, 4-5-6 primero y así sucesivamente. En Urantia los intermedios adánicos reciben una denominación alfabética para distinguirlos de la numérica de los intermedios primarios.

77:8.3 (864.4) Estos dos órdenes de seres son no materiales en cuanto a nutrición y consumo de energía, pero comparten muchos rasgos humanos y pueden apreciar y practicar vuestro humor así como vuestro culto. Cuando están asignados a los mortales entran en el espíritu del trabajo, el descanso y el juego humanos. Pero los intermedios no duermen ni tampoco poseen poderes de procreación. En cierto sentido, los miembros del grupo secundario están diferenciados en cuanto a masculinidad y feminidad, y es habitual referirse a ellos como «él» o «ella». Suelen trabajar juntos por parejas de este tipo.

77:8.4 (864.5) Los intermedios no son hombres, tampoco son ángeles, pero los intermedios secundarios están por naturaleza más cerca del hombre que del ángel. Son, en cierto modo, de vuestra raza y por eso son muy comprensivos y compasivos en su contacto con los seres humanos. Su ayuda es inestimable para las serafines en su trabajo por y para las diversas razas de la humanidad, y ambos órdenes son indispensables para las serafines que sirven como guardianas personales de los mortales.

77:8.5 (864.6) Los Intermedios Unidos de Urantia están organizados para trabajar con las serafines planetarias, según sus dotes innatas y sus habilidades adquiridas, en los siguientes grupos:

77:8.6 (864.7) 1. Mensajeros intermedios. Los miembros de este grupo tienen nombres. Constituyen un cuerpo pequeño que proporciona un servicio de comunicaciones personales rápidas y seguras muy útil en un mundo evolutivo.

77:8.7 (864.8) 2. Centinelas planetarios. Los intermedios son los guardianes, los centinelas, de los mundos del espacio. Desempeñan la importante función de observadores de los numerosos fenómenos y tipos de comunicación que pueden interesar a los seres sobrenaturales del dominio. Patrullan el ámbito espiritual invisible del planeta.

77:8.8 (865.1) 3. Personalidades de contacto. Las criaturas intermedias se emplean siempre para establecer contacto con los seres mortales de los mundos materiales, como es el caso del sujeto a través del cual se han transmitido estas comunicaciones. Son un factor esencial en este tipo de enlaces entre el nivel espiritual y el material.

77:8.9 (865.2) 4. Ayudantes del progreso. Estas son las criaturas intermedias más espirituales. Están repartidas como asistentes de los diversos órdenes de serafines que actúan en grupos especiales en el planeta.

77:8.10 (865.3) Los intermedios varían mucho en cuanto a capacidad de establecer contacto con las serafines por arriba y con sus parientes humanos por abajo. Por ejemplo, para los intermedios primarios es extremadamente difícil ponerse en contacto directo con agentes materiales. Están mucho más cerca de los seres de tipo angélico, por eso suelen ser destinados a atender a las fuerzas espirituales residentes en el planeta y a trabajar con ellas. Actúan como guías y acompañantes de los visitantes celestiales y de los estudiantes con residencia temporal. En cambio las criaturas secundarias están adscritas casi exclusivamente al ministerio de los seres materiales del mundo.

77:8.11 (865.4) Los 1111 intermedios secundarios leales llevan a cabo misiones importantes en el planeta. Comparados con sus compañeros primarios son muy materiales. Existen justo fuera del alcance de la visión de los mortales y poseen suficiente capacidad de adaptación para establecer a voluntad contacto físico con lo que los humanos llaman «cosas materiales». Estas criaturas únicas tienen ciertos poderes concretos sobre las cosas del tiempo y el espacio, incluidos los animales del mundo.

77:8.12 (865.5) Muchos fenómenos tangibles atribuidos a ángeles han sido realizados por criaturas intermedias secundarias. Cuando los primeros maestros del evangelio de Jesús fueron arrojados a la cárcel por los ignorantes líderes religiosos de entonces, una auténtica «ángel del Señor» «abrió por la noche las puertas de la cárcel y los sacó». Pero en el caso de la liberación de Pedro después de la ejecución de Santiago por orden de Herodes, fue un intermedio secundario quien hizo el trabajo que luego se atribuyó a una ángel.

77:8.13 (865.6) La principal función que ejercen hoy en día de forma totalmente desapercibida es la de adjuntos de enlace personal de los hombres y mujeres que constituyen el cuerpo planetario de reserva del destino. Gracias a la labor de este grupo secundario, hábilmente secundado por ciertos miembros del cuerpo primario, se produjo en Urantia la coordinación de personalidades y circunstancias que indujo finalmente a los supervisores celestiales planetarios a iniciar las peticiones que resultaron en la autorización de la serie de revelaciones a las que pertenece la presente exposición. Pero debe quedar claro que las criaturas intermedias no están implicadas en las sórdidas representaciones que tienen lugar bajo la designación general de «espiritismo». Todos los intermedios presentes hoy en Urantia son de reputación honorable y no están relacionados con los fenómenos de la llamada «mediumnidad». Por lo general no permiten que los humanos presencien sus actividades físicas, a veces necesarias, ni sus otros contactos con el mundo material tal como los perciben los sentidos humanos.

9. Los ciudadanos permanentes de Urantia

77:9.1 (865.7) Los intermedios se pueden considerar como el primer grupo de habitantes permanentes que encontramos en los diversos órdenes de mundos de todos los universos, en contraste con los ascendentes evolutivos como las criaturas mortales y las huestes angélicas. Estos ciudadanos permanentes se encuentran en diversos puntos del ascenso al Paraíso.

77:9.2 (866.1) A diferencia de los diversos órdenes de seres celestiales que son destinados a ministrar en un planeta, los intermedios viven en un mundo habitado. Las serafines van y vienen, pero las criaturas intermedias permanecen y permanecerán. El hecho de ser nativos del planeta no les impide ministrar en él, y constituyen el único régimen permanente que armoniza y conecta las administraciones cambiantes de las huestes seráficas.

77:9.3 (866.2) Como auténticos ciudadanos de Urantia, los intermedios están emparentados con el destino de esta esfera. Son una asociación resuelta que trabaja incansablemente por el progreso de su planeta natal. Su determinación está reflejada en el lema de su orden: «Lo que emprenden los Intermedios Unidos, los Intermedios Unidos lo hacen».

77:9.4 (866.3) Aunque por su capacidad de atravesar los circuitos de energía cualquier intermedio puede marcharse del planeta, se han comprometido individualmente a no irse hasta que las autoridades del universo les autoricen a hacerlo. Los intermedios están anclados a un planeta hasta las edades de luz y vida asentada. Con la excepción de 1-2-3 primero, ninguna criatura intermedia leal se ha marchado nunca de Urantia.

77:9.5 (866.4) 1-2-3 primero, el decano del orden primario, fue liberado de sus deberes planetarios inmediatos poco después de Pentecostés. Este noble intermedio se mantuvo firme con Van y Amadon durante los trágicos días de la rebelión planetaria, y su audaz liderazgo fue decisivo para reducir las bajas de su orden. En el momento presente sirve en Jerusem como miembro de los veinticuatro consejeros, y desde Pentecostés ha desempeñado ya una vez la función de gobernador general de Urantia.

77:9.6 (866.5) Los intermedios están vinculados al planeta, pero igual que los mortales hablan con viajeros venidos de lejos y se informan así sobre lugares remotos del planeta, los intermedios conversan con los viajeros celestiales para enterarse de lo que ocurre en lugares lejanos del universo. Así se van familiarizando con este sistema y este universo, e incluso con Orvonton y sus creaciones hermanas, y se van preparando para la ciudadanía en niveles más altos de existencia de la criatura.

77:9.7 (866.6) Aunque los intermedios fueron traídos a la existencia plenamente desarrollados —sin pasar por ningún periodo de crecimiento o desarrollo desde la inmadurez— no dejan nunca de crecer en experiencia y sabiduría. Son criaturas evolutivas como los mortales y poseen una cultura que es un auténtico logro evolutivo. Hay muchas grandes mentes y muchos espíritus poderosos entre los miembros del cuerpo de intermedios de Urantia.

77:9.8 (866.7) En su aspecto más amplio, la civilización de Urantia es el producto conjunto de los mortales de Urantia y los intermedios de Urantia, y esto es cierto a pesar de la diferenciación presente entre los dos niveles de cultura, una diferenciación que no se compensará antes de las edades de luz y vida.

77:9.9 (866.8) La cultura de los intermedios, al ser fruto de una ciudadanía planetaria inmortal, es relativamente inmune a las vicisitudes temporales que acosan a la civilización humana. Las generaciones de hombres olvidan; el cuerpo de intermedios recuerda, y ese recuerdo es la mina de oro de las tradiciones de vuestro mundo habitado. De este modo la cultura de un planeta permanece por siempre en ese planeta, y en las debidas circunstancias, esos recuerdos atesorados de sucesos pasados se ponen a disposición de los hombres, como es el caso de la historia de la vida y enseñanzas de Jesús transmitida por los intermedios de Urantia a sus parientes de carne y hueso.

77:9.10 (867.1) Los intermedios son los expertos ministradores que salvan la brecha que apareció entre los asuntos materiales y espirituales de Urantia a la muerte de Adán y Eva. Son asimismo vuestros hermanos mayores, camaradas en la larga lucha por lograr un estatus asentado de luz y vida en Urantia. Los Intermedios Unidos son un cuerpo que ha pasado por la prueba de la rebelión, y desempeñarán fielmente su papel en la evolución planetaria hasta que este mundo alcance la meta de las edades, hasta el lejano día en que reine de hecho la paz en la tierra y haya en verdad buena voluntad en el corazón de los hombres.

77:9.11 (867.2) A la vista de su valioso trabajo, hemos llegado a la conclusión de que los intermedios son una parte verdaderamente esencial en la organización espiritual de los mundos. Y allí donde una rebelión no ha alterado los asuntos de un planeta, son aún de mayor ayuda para las serafines.

77:9.12 (867.3) Toda la organización de espíritus superiores, huestes angélicas y compañeros intermedios se dedica con entusiasmo a promover el plan paradisiaco de ascensión progresiva y logro de la perfección para los mortales evolutivos. He aquí uno de los asuntos supernos del universo: el magnífico plan de supervivencia —tanto para los mortales como para los intermedios— de hacer bajar a Dios hasta el hombre y luego, mediante una asociación sublime, hacer subir al hombre hasta Dios y hasta la eternidad de servicio y la divinidad de logro.

77:9.13 (867.4) [Presentado por un arcángel de Nebadon.]

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