A la memoria de Dorothy Elder

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Dorothy Elder

Dorothy y yo nos conocimos en un restaurante de Los Ángeles durante una visita para reunirnos con lectores de California en la primavera de 1998. Estaba sentada en mi mesa y quedé inmediatamente impresionado por la encantadora sonrisa de Dorothy...


Dorothy Elder & Georges Michelson-Dupont
Dorothy Elder & Georges Michelson-Dupont

Compilado por el personal de la Fundación Urantia

Nota del editor: Este artículo es un cariñoso homenaje a Dorothy Elder, cofundadora de la Escuela Internacional de El libro de Urantia (UBIS) y querida amiga de muchos, que partió hacia los mundos mansión el 24 de enero. Varias personas que conocieron y trabajaron con Dorothy compartieron sus recuerdos con nosotros.

Georges Michelson-Dupont, vicepresidente internacional y director de traducciones, Fundación Urantia, Recloses (Francia)

Dorothy y yo nos conocimos en un restaurante de Los Ángeles durante una visita para reunirnos con lectores de California en la primavera de 1998. Estaba sentada en mi mesa y quedé inmediatamente impresionado por la encantadora sonrisa de Dorothy y su agudeza intelectual. Tenía una visión clara de la situación que rodeaba al movimiento Urantia en Estados Unidos en aquel momento, y mostraba un compromiso recto e inquebrantable con la Fundación Urantia. Hablaba con suavidad pero con firmeza, y articulaba su punto de vista con cierta pasión que imponía respeto. Me sentí cautivado por esa señora, que era 20 años mayor que yo.

Varios meses después volvimos a encontrarnos en Helsinki, en una conferencia organizada por la Asociación Urantia de Finlandia. Naturalmente, intercambiamos nuestros puntos de vista sobre el futuro de la revelación. Ella explicó su recorrido vital en pocas palabras; se había retirado de la educación y quería ser útil.

Le hablé de mi proyecto de utilizar la herramienta más novedosa, Internet, para crear una escuela virtual que adoptara una pedagogía no interpretativa. Estaría basada en lecturas, preguntas, respuestas y puesta en común. Para mi deleite, la idea le gustó y enseguida se nos ocurrió un nombre para ella: Escuela de El libro de Urantia en Internet (UBIS por sus siglas en inglés). La escuela nació de la convergencia de una idea y una experiencia.

Dorothy construyó los cimientos de la escuela, su organización y su plan de estudios. Reclutó a los primeros profesores, les formó en técnicas no interpretativas y les enseñó a diseñar un curso. Jay Peregrine colaboró en la parte técnica. Los primeros cursos de inglés se ofrecieron por correo electrónico en septiembre de 1999.

En septiembre de 2010, tras 11 años de esfuerzo y perseverancia, y con cursos adicionales de español y francés, Dorothy me pasó la antorcha. Este año celebramos nuestro 25 aniversario, con siete idiomas y más por venir.

Dorothy, permanecerás en mi corazón como un ejemplo de valentía, tenacidad y dedicación a la revelación Urantia. Gracias a ti, los buscadores de la verdad de los cinco continentes tienen acceso a cursos virtuales gratuitos, a decenas de facilitadores formados y a compañeros con los que compartir El libro de Urantia.

Jane Ploetz
Jane Ploetz

Jane Ploetz

Dorothy era infatigable, brillante y estaba entregada a difundir las enseñanzas de El libro de Urantia. Siempre llevaba una caja de libros en el maletero de su coche, por si alguien con quien había estado hablando del libro quería uno en ese momento. [Quienes conocieron a Dorothy recordarán su característico uso de la cursiva y el subrayado; escribía como hablaba, con énfasis y pasión (Ed)]

Admiraba a Dorothy por ser una maestra de maestros tan competente. No solo conocía a fondo todas las piezas de esta revelación de dos mil páginas, sino que sabía cómo encajaban.

Más que sus conocimientos, lo que más apreciaba era sus habilidades en el aula. Sabía cómo armar un grupo de preguntas que crearan buenos debates semana tras semana y que llevaran a conclusiones innegables y a verdades esenciales de esos documentos. Dorothy quería que los alumnos tuvieran algo más que una lista de hechos. Ella creía de verdad que «una mente no es un recipiente que llenar, sino un fuego que encender».

Lo que Dorothy hacía con tanto arte era supervisar amablemente la interacción de sus alumnos, para que todos llegaran por sí mismos a esas conclusiones. Sabía cómo intervenir cuando era necesario y manejaba a los alumnos pendencieros o dominantes con gracia y tacto, manteniendo al mismo tiempo la conversación en una dirección positiva, sin que nadie se diera cuenta de lo que acababa de hacer.

Hizo un gran trabajo aquí durante su estancia en este planeta atrasado, y me siento privilegiada por haberla conocido y haber trabajado con ella en este proyecto tan significativo.

Rick Lyon
Rick Lyon

Rick Lyon

Quería y respetaba de verdad a Dorothy. La conocí en mi primera visita a la Fundación para asistir a una reunión de Urantia a principios de los noventa. Me senté a su izquierda y quedé inmediatamente impresionado por su conocimiento y sabiduría y por cómo trataba a este novato como a uno más de la familia. Nunca lo olvidaré.

Más tarde llegué a conocer a Dorothy a través de la UBIS, primero como profesora, luego como mentora y más tarde como compañera de equipo. Llegué a pasar un fin de semana en su casa cuando la UBIS pasó del correo electrónico a la web. Ella me enseñó mucho sobre la UBIS, y yo le enseñé un poco sobre esta cosa «moderna» de Internet. Dejó nuestro planeta sabiendo que la UBIS está en manos muy capaces y tiene un futuro sólido.

Judy Ann Cosky
Judy Ann Cosky

Judy Cosky

Hice mi primer curso de la UBIS hace más de 20 años y acabé formando parte del equipo. Internet era bastante nuevo, pero eso no disuadió a Dorothy de establecer y hacer crecer una escuela virtual antes de que existieran plataformas educativas sólidas en línea. Utilizábamos una plataforma primitiva que se estropeaba constantemente, pero Dorothy perseveró, y miren dónde estamos hoy. Es una lección que todos debemos recordar y abrazar en nuestro viaje al Paraíso.

Ralph Zehr, Betty Zehr
Ralph Zehr, Betty Zehr

Ralph y Betty Zehr

Dorothy fue una educadora consumada que aprovechó la oportunidad de aplicar sus conocimientos y experiencia para compartir las maravillosas enseñanzas de la quinta revelación de época con estudiantes espiritualmente hambrientos de todo el mundo.

Cuando nos invitaron a unirnos a la UBIS hace casi 15 años, poco nos imaginábamos que trabajar con Dorothy y su equipo sería una experiencia de jubilación tan significativa. Fue un gran privilegio trabajar con un grupo tan comprometido de profesores-facilitadores de la escuela, dirigido e inspirado por una líder y administradora verdaderamente excepcional: nuestra querida Dorothy.

Quizá la contribución más importante que Dorothy ha hecho al alcance educativo de la quinta revelación de época es la sabiduría que ella y Georges demostraron al sentar las bases pedagógicas de la UBIS: el propio Libro de Urantia.

El funcionamiento de la escuela es tal que nadie se interpone entre el estudiante y la fuente de la verdad. Los verdaderos maestros son el Espíritu de la Verdad y los Ajustadores del Pensamiento residentes que guían a cada estudiante en su búsqueda del descubrimiento de Dios y de su amor por sus hijos e hijas.

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