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Reflexiones Acerca De Cómo Introducir El libro de Urantia

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Jay Peregrine
Jay Peregrine
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Reflexiones Acerca De Cómo Introducir El libro de Urantia

De Jay Peregrine, director ejecutivo de la Fundación Urantia (Illinois, EEUU) He estado intentando dar a conocer el libro a la gente durante casi 35 años. Ahora estoy sorprendido y encantado cuando alguien lo encuentra y comienza a leerlo. Normalmente lo “descubren” solos; se produce una especie de conversión en la que comienzan a pensar, en algún momento: “¡Esto es real!” La mayoría no llegan tan lejos. Estoy convencido de que la vieja sabiduría, que pasó entre bastidores, de que el libro fue presentado antes de tiempo para preparar a instructores y líderes, es correcta. Usted lo encontrará, creo, a lo largo del tiempo, cuando se haya unido a un “club” mundial de pocos miembros, que seguirá siendo así durante toda nuestra vida. He dejado de preocuparme por dar a conocer El libro de Urantia a la gente (más allá de señalar que existe), y ahora me concentro en cómo puedo pasar a otros lo que he aprendido de su lectura –en sus propios términos, en su propio idioma si quieren. Cuando hablo sobre el libro (como director ejecutivo de la Fundación Urantia estoy a menudo en esa posición, por supuesto), hay algunos puntos clave que intento establecer: 1) No sé quién lo escribió. Nadie lo sabe. 2) El libro no tiene “autoridad” por lo que dice, más allá de la autoridad de sus propias palabras. Uno tiene que decidir por sí mismo sobre su autoridad. 3) La Fundación Urantia no interpreta las enseñanzas del libro ni les añade ni quita nada. Nuestro trabajo es hacerlo disponible a medida que lo conseguimos. Intentamos hacerlo tan ampliamente disponible como sea posible. 4) Ciertamente, recomiendo leerlo. Puedo recitar una larga lista de beneficios en mi vida. Pero es usted quien ha de decidir. 5) No somos una religión organizada; no tenemos clero, ceremonias, rituales ni credos. 6) Estaremos muy contentos de ponerle en contacto con otros lectores y con grupos de estudio de su zona, si lo desea. El “problema” con El libro de Urantia en términos de pensamiento intelectual dominante es que no tiene una autoría clara y por tanto no puede categorizarse fácilmente. Hay varias formas de pensar en sus orígenes, y (en ausencia de una evidencia clara) el lector nuevo deposita sus propias ideas sobre su origen basadas, creo, en su actitud personal de ser; esto es, si es escéptico o crédulo, si tiene fe o es agnóstico, etc. Si es escéptico, el libro debe ser un fraude. Si es crédulo, está canalizado. Si es ortodoxo, es herético. Si es agnóstico, es una ficción. Estas son las cuatro categorías principales que he discernido. Así, si quiere que alguien lea El libro de Urantia, le sugiero investigar primero su sistema de pensamiento. Entonces puede dirigir sus preocupaciones por adelantado: por qué no creemos que sea un fraude. Por qué afirmamos que no está canalizado. Por qué no es herético. Por qué no es ficción. El mayor problema es que la mayoría de personas no están interesadas en realidad. Les es indiferente. Hacer que se preocupen es de lo que se trata. Con eso, volvemos a la idea de “adelantado a su tiempo”. La mayor parte del mundo no está interesado en las ideas presentadas en el libro. La respuesta número uno que he obtenido a lo largo de los años es: “parece un buen libro; ojalá tuviera tiempo de leerlo”. Si lo ponen en sus estanterías, quizá algún día ellos, o alguien que conozcan, lo leerá todo o en parte.