De Joanne Strobel, directora ejecutiva de la Escuela Internacional de El libro de Urantia, Georgia (Estados Unidos)
Al igual que la Fundación Urantia hace crecer las traducciones por amor a la revelación, el fideicomisario Georges Michelson-Dupont ha pasado los últimos 22 años cultivando un programa de educación virtual. La Escuela de El libro de Urantia en Internet (UBIS) ha renovado recientemente su nombre, manteniendo el acrónimo familiar. Con cursos que ahora se ofrecen en siete idiomas, el programa se ha ganado el apelativo de Escuela Internacional de El libro de Urantia.
Nuestro trimestre de septiembre comenzó con tres idiomas adicionales. El traductor Cseh Gábor presenta una versión en húngaro de «Jesús el Maestro». El director de la sucursal portuguesa, Geraldo Nunes de Queiroz, pasó el testigo a Jorge Lauri Mörschbächer para poder centrarse en ofrecer cursos en alemán. Su oferta inicial es «Der Universale Vater». La representante del Consejo Asesor Cultural de la Fundación Urantia, Krystyna Wardega-Piasecka, está facilitando una versión en polaco de su curso, «Maquiventa Melquisedec y el notable legado de su misión».
Al repasar la evolución de la UBIS en las dos últimas décadas, recurro inevitablemente a la analogía de un árbol en crecimiento porque describe el proceso polifacético de muchos programas de éxito. Se planta una semilla, se riega, se nutre la tierra y se cuida el arbolito emergente. Los árboles crecen tanto hacia abajo, a través de las raíces y los brotes, como hacia arriba, a través del tallo, las ramas y las hojas. Las raíces alimentadoras extraen el agua y las sales minerales de la tierra. El sol proporciona la energía que alimenta los procesos necesarios para la supervivencia. Es un sistema intrincado y elaborado, y cada aspecto es esencial para el crecimiento.
También hay algo en un árbol que resuena con una poderosa y tranquilizadora combinación de seguridad y expansión. En todo el mundo y a lo largo de la historia, los árboles se han utilizado para representar la vida y el crecimiento. A menudo se les considera representantes de la sabiduría, el poder y la prosperidad. Los árboles se plantan como recuerdos vivos de los seres queridos que se han ido.
A partir de la semilla de una escuela por correo electrónico, el incipiente retoño de la UBIS, basado en la web, siguió el ritmo de la tecnología de Internet, atemperado por la comodidad y la familiaridad de los lectores con ella. El lento crecimiento convirtió a la escuela en un espécimen maduro con un robusto tronco de personal y estudiantes de lengua inglesa, tres ramas sustanciales de estudiantes y personal de lengua española, francesa y portuguesa, y tres ramitas incipientes de nuevas lenguas. Sus raíces están firmemente arraigadas, al igual que nuestro trabajo está basado en las enseñanzas de El libro de Urantia.
Nuestro árbol UBIS también es perenne. Tres veces al año, todos los años, se ofrecen hasta 18 cursos gratuitos por profesores-facilitadores y personal capacitado. Los frutos de su trabajo se manifiestan cuando estudiantes entusiastas de todo el mundo dan un paso adelante para recibir formación y orientación con el fin de crear cursos originales y facilitar clases.
Todo el plan ascendente de progresión de los mortales se caracteriza por la práctica de impartir a otros seres las nuevas verdades y experiencias desde el momento en que se han adquirido. Os abrís camino por la larga escuela de logro del Paraíso sirviendo como maestros de los alumnos que están justo detrás de vosotros en la escala de progresión. 30:3.9 (339.6)
La Fundación Urantia está profundamente agradecida al equipo de voluntarios de la UBIS, que comparten desinteresadamente su tiempo, entusiasmo y hermandad con sus compañeros lectores. Sin estos «soldados de los círculos» no habría escuela.
Si están interesados en implicarse en la UBIS, escríbanme en [email protected] [2].