De Nancy Votrain, Oregón (Estados Unidos)
Nota de la redacción: Nancy Votrain y su marido, Douglas Parker, llevan mucho tiempo residiendo en Corvallis (Oregón) y llevan estudiando El libro de Urantia durante más de 45 años. Este artículo apareció originariamente en la columna semanal «Interfaith Focus» del periódico de Covallis Gazzette-Times. Nos impresionó tanto la descripción del libro que hace Nancy que quisimos compartirla con todos ustedes.
Si bien la religión es una cuestión de experiencia personal, podemos obtener un gran beneficio de familiarizarnos con muchos caminos religiosos y espirituales. Todas las religiones contienen verdad, y nos beneficia estudiar y asimilar esas verdades.
Cuando era niña comencé una relación personal con un Dios amoroso que era palpable para mí. Sin embargo, tenía muchas preguntas y anhelaba saber más sobre todo lo divino. Cuando tenía poco más de veinte años encontré El libro de Urantia, una guía espiritual para navegar por la vida unificada por la ciencia, la religión y la filosofía, enraizada en la historia, aclarada por los hechos e iluminada por la sabiduría espiritual.
Aunque El libro de Urantia no es una religión en sí, define la verdadera religión como una cuestión de experiencia espiritual personal. Cada uno de nosotros está de manera personal e íntima en una relación experiencial auténtica con nuestro propio fragmento individual de la Fuente de Todo. Pero debido a que todos somos únicos es inevitable que no haya dos seres humanos que interpreten la guía del espíritu divino de la misma forma.
La presencia divina que mora en nuestro interior da origen al deseo humano de servir a la humanidad, compuesta por miembros de una sola familia mundial. ¡Es este regalo divino el que crea esa sed insaciable de ser la mejor versión de nosotros mismos! Este amado compañero es nuestra brújula cósmica infalible, siempre disponible para ayudarnos a tomar las decisiones morales más elevadas. La religión del espíritu, la experiencia espiritual personal, nos atrae hacia los demás y hace que seamos cada vez más comprensivos y compasivos los unos con los otros.
Es la experiencia de atravesar el paisaje rocoso de la vida la que nos empuja a usar activamente nuestra mente y nuestra alma para determinar cuál es la elección moral de mayor valor. Cuando nuestra mente elige libremente la resolución más ética, dicha decisión se convertirá en una experiencia religiosa.
De los conflictos surgen nuevas visiones. El conflicto actúa como estímulo para crecer e inicia la posibilidad de elegir nuevos y mejores hábitos de reacción. Nos volvemos valientes cuando nos enfrentamos a algo difícil o tratamos con las decepciones. Las semillas de la empatía germinan y crecen cuando reconocemos personalmente las desigualdades sociales y tomamos la decisión de adoptar una posición. Cuando nos encontramos en el aprieto de saber menos de lo que podemos creer, aprendemos el valor de la fe.
Hay numerosos ejemplos en Corvallis en los que el conflicto llevó a soluciones que beneficiaron el bien del todo. Por ejemplo, la United Church of Christ es un ejemplo de valentía, empatía y fe cuando realiza acciones y crea un campamento seguro para los que no tienen casa. El barrio de West Hills, incluyendo los residentes de Safe Camp, enfrentados a inseguridades e incertidumbres, valora la confianza y la esperanza en los sistemas puestos en marcha para mantener a todo el mundo a salvo. El comité Interfaith Climate Justice representa la verdad, el idealismo y la lealtad cuando dirige a nuestra comunidad para hacer cambios muy necesarios en nombre del medio ambiente.
Apreciamos el valor de la verdad cuando experimentamos el error y la falta de honradez. Llegamos a abrazar el idealismo cuando experimentamos el deseo irreprimible de hacerlo mejor. Aprendemos a atesorar el valor de la lealtad cuando experimentamos el engaño o la traición.
Este artículo refleja mi interpretación de El libro de Urantia, así como mi opinión personal y experiencia espiritual.