De Alain Cyr (Quebec, Canadá) y Nathen Jansen (Columbia Británica, Canadá)
Nota de la redacción: el Parlamento de las Religiones del Mundo, que tiene lugar cada tres años, se celebró del 1 al 7 de noviembre en Toronto (Canadá). El stand de El libro de Urantia fue atendido por muchos lectores de Canadá, Estados Unidos y otros lugares. Dos voluntarios del stand comparten sus comentarios.
Reacciones de Alain Cyr
Me dijeron que unos 72 lectores de El libro de Urantia estuvieron presentes en este evento. Supongo que todos pasaron por nuestro stand en algún momento, pero perdí la cuenta. Estoy seguro de que fue porque estaba demasiado ocupado viendo las numerosas caras sonrientes de los presentes, los que pasaban y los muchos que me encontré y con los que confraternicé en el enorme Metro Toronto Convention Centre. Disfruté con el contacto de sus almas abiertas y buscadoras. ¡La gente tiene sed de paz en el mundo!
Sentí este mensaje en particular dentro de la llamada a la unidad mundial que era el punto destacado de las presentaciones y las charlas plenarias (al menos en las que asistí, aunque fueron demasiadas para acordarme de todo). Sin embargo, lo que me llamó la atención en particular fue que este fenómeno interreligioso está creciendo en todo el mundo. Hay una disposición cada vez mayor a colaborar. Personas de todas las religiones se reúnen aquí y allá en Urantia para fomentar proyectos conjuntos en nombre del progreso social. ¡Es muy alentador! Los Altísimos no podrán sino regocijarse ante estos acontecimientos, pues gobiernan en los reinos de los hombres (y de las mujeres, por supuesto).
Como en ediciones anteriores, las organizaciones Urantia apoyaron fielmente el patrocinio de los costes inherentes a nuestro encantador stand de El libro de Urantia. Como canadienses nos honraron con su presencia todos los que contribuyeron a esta participación.
Reflexiones de Nathen Jansen
Como participante del Parlamento de las Religiones del Mundo 2018 estuve reflexionando sobre una simulación mental de lo que podría sentir al estar en una conferencia Urantia futura a la que asistieran 7.500 personalidades. El tema de este año era «La promesa de la inclusión, el poder del amor».
La experiencia más emocionante que tuve fue observar la unidad que se comparte en la diversidad religiosa, pues había representantes en la conferencia de más de doscientas de las principales religiones del mundo. En el stand de El libro de Urantia, 72 compañeros hicieron turnos sin fin para compartir con los que pasaban por allí lo que comprendemos sobre la verdadera religión, además de muchas conversaciones sobre los ideales de la verdad, la belleza y la bondad. Creo que la mayoría se marchó con buenos pensamientos sobre lo que se decía de las enseñanzas de El libro de Urantia. Oí a algunas personas decir que habían oído hablar del libro, algunos de ellos tomaron información impresa o compraron algún libro.
Durante el evento hubo una comida completa llamada langar que se ofrecía casi todos los días a las 7.500 personas que asistían a la conferencia. Esta comida, que incluía postre y té chai masala, fue proporcionada por la comunidad sij de Toronto (langar significa «cocina» y es una tradición secular que se practica en todo el mundo y que consta de una comida vegetariana gratuita que se sirve a todo el mundo sin distinción de religión, casta, sexo, clase social o raza). Esta ofrenda fue servida con mucha alegría por los sijs, que vestían turbantes amarillos brillantes, un color que se reserva típicamente para ocasiones religiosas. La versión sij de la regla de oro es ciertamente un buen ejemplo. En palabras del 10º gurú del sijismo, el Gurú Granth Sahib, «no soy un extraño para nadie, y nadie es un extraño para mí. Soy amigo de todos».
El programa del Parlamento estaba lleno de eventos casi innumerables en los que se buscaba comprensión, reconciliación y transformación global. El próximo Parlamento de las Religiones del Mundo se celebrará dentro de tres años y las fechas y el lugar están por anunciar. Animaría a la comunidad Urantia en general a que asista a este evento, que puede ser un acontecimiento importante en su vida, una oportunidad de experimentar este movimiento mundial dinámico y motivado por el servicio.
Durante siete días estuvimos bajo un solo techo y llegamos a conocer las creencias de otros sobre Dios, nuestro Padre Universal y a construir una base armoniosa para tener una comunidad interreligiosa mundial más pacífica y amistosa con Sus hijos e hijas mortales.
Alain Cyr, Nathen Jansen
Urantia Book booth. 2018 Parliament of the World’s Religions