De Line St-Pierre, Québec (Canadá) y las demás asistentes al retiro “Hijas de Dios”.
“La personalidad humana no es simplemente una cosa que acompaña a los acontecimientos del tiempo y del espacio; la personalidad humana también puede actuar como causa cósmica de esos acontecimientos.” 12:5.11 (135.10)
En el histórico salón del Foro de la sede de la Fundación Urantia en Chicago, se reunieron diez mujeres para realizar un retiro del 22 al 25 de septiembre de 2016, “Bailar con Dios: personificar el amor de Dios”. Este fue el segundo evento de este tipo; el primero se celebró hace un año.
Este medio íntimo de confianza fomentó la reflexión sobre la vida interior, y honró nuestro verdadero yo a través de periodos de meditación y de anotaciones, mientras profundizábamos en dos preguntas: ¿Cómo siento y comprendo que Dios me ama? ¿Cómo personifico el amor de Dios en mi vida?
Usando el método de grupo del escaparate, compartimos momentos íntimos llenos de alegría, lágrimas, risas, respeto y reconocimiento del carácter único de cada personalidad.
Se llenaron momentos dorados de silencio con inspiración, que nos llevó a desvelar nuestra verdadera naturaleza, a comprender más de la naturaleza de Dios y a reconocer nuestra responsabilidad cósmica como mujeres que siguen adelante y llevan las enseñanzas de El libro de Urantia al mundo que nos rodea.
He aquí algunos comentarios de algunas participantes del retiro de septiembre 2016:
• Mi experiencia con las enseñanzas de El libro de Urantia fue de simetría, orden y estructura, y de estallido de bellos colores. Pero en mis relaciones con la gente parecía vivir dentro de una burbuja; no estaba llegando a nadie.
Estos retiros son orgánicos y fluyen, resplandecen de alegría, emoción y música. Existe la posibilidad de vivir el momento y de apreciar las relaciones como algo único.
• Ha sido una experiencia asombrosa en mi vida – tanto espiritual como socialmente. Disfruto del concepto de “Bailar con Dios”. Siento que, como resultado, he crecido hasta el punto de sentir la necesidad de llevar un mensaje de amor y aceptación.
• Fue una experiencia asombrosa. Tenía tanta necesidad de sororidad, y esta fue la respuesta a una oración. Me he enamorado de cada una de vosotras, de la esencia de cada una de vosotras, de vuestro yo real. Tenemos mucho en común, y aún así somos diferentes.
• Fue una experiencia de conexión, de llegar a conocer los dones que se nos han dado para compartirlos, y de lo poderosas que somos. Fue una experiencia de la que puedo extraer algo. Aprender a bailar con Dios es muy liberador. Siento que tuviera que terminar, pero sé que podemos transformar así a otros.
• Tuve la fortuna de experimentar la rara experiencia de ver el verdadero yo: una chica joven, una persona real. La esencia de cada una es increíble, magnífica.
• Gracias por abrir la puerta del corazón y dar desde lo más profundo de vosotras. La profundidad en compartir experiencias, el valor de revelar nuestros conflictos, fueron profundos y trajeron consigo lo que experimenté como un cambio instantáneo en mi psique. Estoy agradecida por una experiencia iluminadora y fortalecedora.
• Liberarme de mis vulnerabilidades me ayuda a sanar, y hacerlo con mujeres es muy seguro. Si no puedo hablar sobre algo, entonces no he avanzado, sigo aferrada al pasado. Pero cuando lo digo, es liberador. La integración tiene lugar lentamente, pero me marcharé con algo ganado en lugar de con algo perdido.
• Siempre he tenido una tendencia natural a querer ayudar a los débiles, pero mi problema es la abundancia de emociones. Siempre voy deprisa y corriendo, voy a menos, y pierdo el equilibrio y la confianza. Este grupo es como mi escuela, me da terreno firme, me enseña a equilibrar el servicio con el yo, a ser más fuerte y tener más confianza cuando interactúo con la gente.
Ahora puedo ver que Dios no está demasiado ocupado para mí, y acepto su voluntad, con la fuerza de este grupo de mujeres asombrosas que está detrás de mí. Este es un banquete que digeriré poco a poco a lo largo del tiempo. No tengo palabras para decirles a todos lo agradecida que estoy.
Al grupo de las Hijas de Dios, facilitado por Katharina Becker, Doreen Heyne, Carolyn Prentice y Line St-Pierre, le encantaría compartir este modelo con otros grupos para ayudarles a animar a más mujeres a que aprecien su valor y su llamada. Si les gustaría experimentar este retiro, estaremos encantadas de viajar a su lugar de retiro para reunirnos con su grupo. Si planean una fecha, reúnen de seis a ocho mujeres y reservan un lugar, nos comprometemos a reunirnos con su grupo. Esperamos con ilusión dar poder a más mujeres para que sigan sus anhelos espirituales de sororidad y asistencia.
Fila de arriba: Marta Loftus, Lila Dogim, Margaret Slater Thompson
Fila de abajo: Susan Owen, Evette Twyford, Doreen Heyne, Line St-Pierre, Katharina Becker, Dolores Rubio, Carrie Prentice