No hay pecado ninguno en tener posesiones honestas en la tierra, siempre y cuando tu tesoro esté en el cielo, porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón. ~ El libro de Urantia, 165:4:5 (1821.5) [2]
La riqueza nada tiene que ver directamente con el ingreso en el reino del cielo, pero el amor por la riqueza, sí. Las lealtades espirituales del reino son incompatibles con la servidumbre a los ídolos materialistas. ~ El libro de Urantia, 163:2:10 (1803.1) [3]
Jesús advirtió frecuentemente a sus seguidores contra la codicia, declarando que «la felicidad de un hombre no consiste en la abundancia de sus posesiones materiales». ~ El libro de Urantia, 140:8.17 (1581.4) [4]
Los que están seguros de la salvación estarán eternamente libres de la lujuria, la envidia, el odio y las ilusiones de la riqueza. ~ El libro de Urantia, 131:3:4 (1447.1) [5]
Ningún hombre de noble corazón podrá dedicarse a acumular el poder de la riqueza mediante la esclavización o la explotación injusta de sus hermanos en la carne. ~ El libro de Urantia, 132:5:18 (1464.2) [6]
Links:
[1] https://www.urantia.org/sites/default/files/images/shutterstock_72101017-250x498.jpg
[2] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-165-comienza-la-mision-de-perea#U165_4_5
[3] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-163-la-ordenacion-de-los-setenta-en-magadan#U163_2_10
[4] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-140-la-ordenacion-de-los-doce#U140_8_17
[5] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-131-las-religiones-del-mundo#U131_3_4
[6] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-132-la-estadia-en-roma#U132_5_18