Del Dr. William S. Sadler - Compren los cuadernos de estudio de El libro de Urantia del Dr. William S Sadler [1]
PARTE I [2] - PALABRAS DE JESÚS
PARTE II [133] - LOS MILAGROS
PARTE III [159] - LAS PARÁBOLAS
Trigo y taras.
Semilla de mostaza.
Levadura.
Tesoro en el campo.
Perlas finas.
Red de arrastre.
PARTE IV [174] - LOS SERMONES DE JESÚS
CON
TEMARIO Y REFERENCIAS AL NUEVO TESTAMENTO
LA VIDA DE JESÚS COMPARADA CON LOS CUATRO EVANGELIOS [244]
DIVISIONES PRINCIPALES DE LA VIDA DE JESÚS
INTRODUCCIÓN [245]
120. El autootorgamiento de Miguel en Urantia. [246]
121. Los tiempos del autootorgamiento de Miguel. [247]
I. LA INFANCIA Y LA NIÑEZ DE JESÚS [248]
122. El nacimiento y la infancia de Jesús. [249]
123. La infancia de Jesús. [250]
124. La niñez posterior de Jesús. [251]
125. Jesús en Jerusalén. [252]
II. LA ADOLESCENCIA Y LOS PRIMEROS AÑOS DE LA VIDA ADULTA DE JESÚS [253]
126. Los dos años cruciales. [254]
127. Los años de la adolescencia. [255]
128. Los primeros años de la vida adulta de Jesús. [256]
129. La vida adulta de Jesús. [257]
III. EL VIAJE A ROMA Y LOS AÑOS DE TRANSICIÓN [258]
130. En el camino a Roma. [259]
131. Las religiones del mundo. [260]
132. La estadía en Roma. [261]
133. El regreso de Roma. [262]
134. Los años de transición. [263]
135. Juan El Bautista. [264]
IV. EL BAUTISMO Y LOS DOCE APÓSTOLES [265]
136. El bautismo y los cuarenta días. [266]
137. El tiempo de espera en Galilea. [267]
138. La capacitación de los mensajeros del reino. [268]
139. Los doce apóstoles. [269]
140. La ordenación de los doce. [270]
V. EL COMIENZO DE LA OBRA PÚBLICA [271]
141. El comienzo de la obra pública. [272]
142. La Pascua en Jerusalén. [273]
143. De paso por Samaria. [274]
144. En Gilboa y en la Decápolis. [275]
145. Cuatro días memorables en Capernaum. [276]
VI. LAS TRES GIRAS DE PREDICACIÓN [277]
146. La primera gira de predicación en Galilea. [278]
147. El interludio en Jerusalén. [279]
148. La capacitación de los evangelistas en Betsaida. [280]
149. La segunda gira de predicación. [281]
150. La tercera gira de predicación. [282]
VII. LA CRISIS DE CAPERNAUM Y FENICIA [283]
151. La estadía y la enseñanza junto al mar. [284]
152. Los acontecimientos que condujeron a la crisis de Capernaum. [285]
153. La crisis de Capernaum. [286]
154. Los últimos días en Capernaum. [287]
155. La huida por Galilea del norte. [288]
156. La estadía en Tiro y Sidón. [289]
VIII. LOS ACONTECIMIENTOS DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN [290]
157. En Cesarea de Filipo. [291]
158. El monte de la Transfiguración. [292]
159. La gira por la Decápolis. [293]
IX. RODÁN Y LOS SETENTA [294]
160. Rodán de Alejandría. [295]
161. Las conversaciones ulteriores con Rodán. [296]
162. En la fiesta de los tabernáculos. [297]
163. La ordenación de los setenta en Magadán. [298]
164. En la fiesta de la consagración del templo. [299]
X. LA MISIÓN DE PEREA [300]
165. Comienza la misión de Perea. [301]
166. La última visita al norte de Perea. [302]
167. La visita a Filadelfia. [303]
168. La resurrección de Lázaro. [304]
169. La última enseñanza en Pella. [305]
170. El reino del cielo. [306]
XI. LA ÚLTIMA VISITA A JERUSALÉN [307]
171. Camino a Jerusalén. [308]
172. La entrada a Jerusalén. [309]
173. El lunes en Jerusalén. [310]
174. El martes por la mañana en el templo. [311]
175. El último discurso en el templo. [312]
176. El anochecer del martes en el monte de los Olivos. [313]
177. El miércoles, día de descanso. [314]
178. El último día en el campamento. [315]
XII. LA ÚLTIMA CENA [316]
179. La última cena. [317]
180. El discurso de despedida. [318]
181. Las advertencias y admoniciones finales. [319]
XIII. LA TRAICIÓN Y LOS JUICIOS [320]
182. En Getsemaní. [321]
183. La traición y el arresto de Jesús. [322]
184. Ante el tribunal del Sanedrín. [323]
185. El juicio ante Pilato. [324]
186. Poco antes de la crucifixión. [325]
XIV. LA CRUCIFIXIÓN Y LA RESURRECCIÓN [326]
187. La crucifixión. [327]
188. El periodo en la tumba. [328]
189. La resurrección. [329]
XV. LAS APARICIONES POSTERIORES A LA RESURRECCIÓN [330]
190. Las apariciones morontiales de Jesús. [331]
191. Las apariciones a los apóstoles y a otros líderes. [332]
192. Las apariciones en Galilea. [333]
193. Las apariciones finales y la ascensión. [334]
XVI. DESPUÉS DE LA ASCENSIÓN [335]
194. El advenimiento del Espíritu de la Verdad. [336]
195. Después de Pentecostés. [337]
196. La fe de Jesús [338].
LOS TEXTOS APÓCRIFOS [339]
PARTE I - PALABRAS DE JESÚS
1. EL AMOR DEL PADRE CELESTIAL
“Jesús simplemente no podía aceptar las explicaciones de culto y devoción religiosa basadas en la idea de la ira de Dios o de la cólera del Todopoderoso. Después de la visita al templo, mientras seguían conversando sobre estos asuntos, su padre le insistía suavemente que se aviniera a aceptar las creencias ortodoxas judías; Jesús se volvió repentinamente hacia sus padres y, fijando la mirada llena de fervor en los ojos de su padre, le dijo: «Padre, no puede ser verdad —no es posible que el Padre celestial considere de este modo a sus hijos descarriados en la tierra. No es posible que el Padre celestial ame menos a sus hijos de lo que tú me amas a mí. Yo bien sé que tú nunca darías rienda suelta a tu cólera, derramando tu ira sobre mi cabeza, sean cuales fueran las necedades que yo pudiera cometer. Si tú, mi padre terrenal, posees ese reflejo humano de lo Divino, cuánto más lleno de bondad y rebosante de misericordia deberá ser el Padre celestial. Me niego a creer que mi Padre que está en los cielos me ame menos que mi padre que está en la tierra».” (1378.1) 125:0.6 [340]
2. COMENTARIOS DE JESÚS SOBRE LOS RITOS DE LA PASCUA
“Cinco familias de Nazaret habían sido invitadas por la familia de Simón de Betania para celebrar la Pascua. Simón había comprado el cordero pascual para compartirlo con sus invitados. El sacrificio de un número tan enorme de estos corderos es lo que tanto había afectado a Jesús en su visita al templo. José y María habían pensado festejar la Pascua con los parientes de María, pero Jesús persuadió a sus padres que aceptaran la invitación de ir a Betania..
“Esa noche se reunieron para los ritos de la Pascua, comiendo la carne asada con pan ázimo e hierbas amargas. Se le pidió a Jesús, como novel hijo del pacto, que relatara la historia del origen de la Pascua; así lo hizo pues, desconcertando sin embargo un poco a sus padres con comentarios que reflejaban suavemente las impresiones captadas por su mente joven, pero lúcida, de lo mucho que tan recientemente había visto y oído. Esta cena marcó el comienzo de los siete días de ceremonias de la fiesta pascual.” (1379.2) 125:2.1 [341]
3. LAS CONVERSACIONES EN EL TEMPLO
“Antes de que terminara el día, la atención del grupo de debate principal del templo estuvo monopolizada por las preguntas de Jesús. Algunas de estas preguntas eran:
“1. ¿Qué es lo que hay realmente en el santo de los santos, detrás del velo?
“2. ¿Por qué las madres de Israel deben separarse de los creyentes varones en el templo?
“3. Si Dios es un padre que ama a sus hijos, ¿por qué tanta matanza de animales para ganar el favor divino? ¿Es que se han interpretado erróneamente las enseñanzas de Moisés?
“4. Puesto que el templo está dedicado al culto del Padre celestial, ¿no resulta incongruente permitir allí la presencia de los que se dedican a los negocios y comercio seculares?
“5. ¿Será el esperado Mesías un príncipe temporal que ocupe el trono de David, o será más bien la luz de la vida, en el establecimiento de un reino espiritual?” (1382.4) 125:5.2 [342]
4. OBSERVACIONES PARA SUS PADRES
“Pero el joven supo hacerle frente a la situación. Si tomáis en cuenta con imparcialidad todos los factores que se combinaron para dar lugar a esta situación, estaréis mejor preparados para medir la sabiduría de la respuesta del niño a la inintencionada reprimenda de su madre. Después de pensar un momento, Jesús le respondió diciendo: «¿Por qué me habéis buscado durante tanto tiempo? ¿No os imaginabais que me encontraríais en la casa de mi Padre, puesto que ha llegado el momento para mí de ocuparme de los asuntos de mi Padre?»” (1384.3) 125:6.7 [343] (Lucas 2:49) [344]
“Al llegar al hogar, Jesús hizo una breve declaración a sus padres, reiterándoles su afecto de un modo que sugería tácitamente que ya no debían temer que nuevamente les ocasionara ansiedades con su conducta. Concluyó esta importante declaración diciéndoles: «Si bien debo hacer la voluntad de mi Padre celestial, no dejaré de obedecer a mi padre terrenal. He de aguardar a que llegue mi hora».” (1384.7) 125:6.11 [345]
“María hizo lo que pudo para inducirle a afiliarse, pero no hubo caso de convencerle. Hasta llegó a insinuar María que su actitud al negarse a abrazar la causa nacionalista como ella se lo pedía equivalía a una insubordinación, una violación de la promesa que él había hecho a su regreso de Jerusalén de que obedecería a sus padres; pero en respuesta a esta insinuación, él se limitó a apoyar una mano con ternura sobre su hombro y mirándola a los ojos le dijo: «Madre mía, ¿no te da vergüenza?», y María se desdijo inmediatamente.” (1397.1) 127:2.3 [346]
“Elogió a su madre y a su segundo hermano que estaban dispuestos a exonerarlo de esa responsabilidad, pero reiteró que la lealtad a su padre muerto le impedía abandonar a la familia a pesar de que se donase dinero para su sostén material, e hizo la inolvidable afirmación de que «el dinero no puede amar». En el curso de esta declaración Jesús hizo varias referencias veladas a la «misión de su vida», pero explicó que, fuera o no dicha misión compatible con la acción militar, había sido puesta de lado juntamente con otros intereses de su vida, para poder cumplir fielmente con las obligaciones para con su familia. En Nazaret todos sabían que Jesús era un buen padre para su familia; siendo además éste un asunto tan allegado a los sentimientos de todo judío de noble espíritu, encontró la súplica de Jesús una respuesta apreciativa en el corazón de muchos de entre ellos que le escucharon. Otros corazones menos sensibles fueron cautivados por un discurso de Santiago, que no estaba en el programa, pero que fue pronunciado en ese momento. El chazán se lo había hecho ensayar a Santiago ese mismo día —pero lo habían mantenido en secreto.” (1397.6) 127:2.8 [347]
6. LA ACTITUD OPTIMISTA DE JESÚS
“Durante los últimos cuatro años, el nivel de vida de esta familia había declinado constantemente; año tras año, sentían los embates de una pobreza cada vez mayor. Hacia fines de este año se enfrentaron con una de las experiencias más difíciles de todas sus duras luchas. Santiago todavía ganaba muy poco, y los gastos de un funeral sumados a todo lo demás los dejaron casi en la bancarrota. Pero Jesús sólo le diría a su madre ansiosa y apesadumbrada: «Madre María, la congoja no nos lleva a ninguna parte; hacemos lo que podemos, y acaso una sonrisa materna podría inspirarnos a progresar. Día tras día nos fortalece la esperanza de tiempos mejores y emprendemos nuestra tarea con mayor vigor». Su optimismo práctico y tenaz era en verdad contagioso; los niños vivían en una atmósfera de espera de tiempos mejores y de cosas mejores.” (1400.6) 127:3.14 [348]
7. SU MÉTODO POSITIVO DE ENSEÑANZA
“Tanto en su hogar como más tarde en su carrera pública, Jesús usó invariablemente la formula de exhortación positiva. Siempre y en todas partes solía decir: «Haréis esto, debéis hacer aquello». Nunca empleó el método negativo de enseñar derivado de los antiguos tabúes. Evitaba acentuar el mal mediante su prohibición; exaltaba la importancia del bien mandando su ejecución. La hora de la oración en esta casa era la ocasión para hablar de cada uno y todos los asuntos que se relacionaran con el bienestar de la familia.” (1401.2) 127:4.2 [349]
8. LA REACCIÓN DE JESÚS AL AMOR DE REBECA
“Jesús escuchó atenta y compasivamente la exposición de estos sentimientos, primero del padre de Rebeca, y luego de ella misma. Replicó con gentileza que no había suma de dinero que pudiera rescatarlo de su obligación personal para con la familia de su padre, «de cumplir con el deber humano más sagrado —la lealtad a la propia carne y sangre de uno». El padre de Rebeca se sintió profundamente conmovido por las palabras con que Jesús expresaba su devoción familiar y se retiró de la entrevista. Su único comentario a María, su esposa, fue: «No podemos tenerle como hijo; es demasiado noble para nosotros».
“Allí comenzó esa extraordinaria conversación con Rebeca. Hasta ese momento de su vida, poca distinción había hecho Jesús entre muchachos y muchachas, jóvenes y doncellas. Su mente estaba tan ocupada con los problemas de los asuntos terrenales prácticos y la fascinante contemplación de su carrera futura «en los asuntos de su Padre», que jamás había considerado seriamente la consumación del amor personal en el matrimonio humano. Se encontraba ahora frente a frente con otro de esos problemas que todo ser humano común debe enfrentar y solucionar. En verdad fue él «tentado en todo según vuestra semejanza».
“Después de escucharla con gran atención, expresó Jesús su gratitud por la admiración explícita que Rebeca le profesaba, añadiendo: «Aliviará mis penas y me consolará todos los días de mi vida»; pero le explicó que no era libre de entrar en relaciones con mujer alguna, más allá de las de fraterno afecto y pura amistad. Repitió que su primero y supremo deber era para con la familia de su padre, y que no podía albergar ideas matrimoniales hasta tanto no completara la tarea de la crianza de sus hermanos. Añadió luego: «Si en verdad soy un hijo del destino, no debo asumir obligaciones de por vida hasta que llegue el momento en que mi destino se haga manifiesto»." (1403.1) 127:5.3 [350]
9. LA NUEVA LIBERTAD DE LA LUZ Y VIDA
“Durante esta visita ocurrió uno de esos brotes periódicos de rebelión contra la tradición —la expresión de resentimiento de Jesús ante prácticas ceremoniales que según él adulteraban la representación de su Padre celestial. No sabiendo que venía Jesús, Lázaro se había dispuesto a celebrar la Pascua con unos amigos en una aldea vecina sobre el camino a Jericó. Jesús propuso ahora que celebraran la fiesta donde estaban, en casa de Lázaro. «Pero», dijo Lázaro, «no tenemos cordero pascual». Y allí inició Jesús una prolongada y convincente disertación para demostrar que el Padre celestial en verdad no les daba importancia a ciertos rituales tan infantiles y carentes de significado. Después de pronunciar una solemne y ferviente oración, se levantaron y dijo Jesús: «Dejad que la mente infantil y oscurecida de mi pueblo sirva a su Dios como Moisés mandó; es mejor que así lo hagan. Pero dejad que nosotros que hemos visto la luz de la vida no nos dirijamos al Padre a través de la oscuridad de la muerte. Dejad que seamos libres en el conocimiento de la verdad del amor eterno de nuestro Padre».” (1404.5) 127:6.6 [351]
10. SU ACTITUD HACIA EL MATRIMONIO
“Fue durante este año durante durante el que María tuvo una larga conversación con Jesús acerca del matrimonio. Le preguntó francamente si consideraría la idea de casarse en caso de no tener ya obligaciones familiares. Jesús le explicó que, puesto que un deber inmediato le impedía el matrimonio, poco había discurrido en este tema. Él agregó que no creía que llegaría a casarse alguna vez pero que estos asuntos debían aguardar «mi hora», cuando «comience la obra de mi Padre». Habiendo decidido ya que no sería padre de hijos carnales, dejó de pensar en el tema del matrimonio humano.” (1404.7) 127:6.8 [352]
11. ESPERÓ SIEMPRE A QUE LLEGARA SU HORA
“José le hizo a Jesús muchas preguntas sugestivas a su misión en la vida, pero a la mayoría de estas indagaciones Jesús sólo replicaba: «Aún no ha llegado mi hora». Sin embargo, en estas discusiones íntimas se dijeron muchas palabras que José recordaría durante los tumultuosos sucesos de los próximos años. Jesús y José pasaron esta Pascua con sus tres amigos en Betania, como era siempre costumbre de Jesús cuando en Jerusalén asistiendo a estos festivales conmemorativas.” (1409.5) 128:1.15 [353]
“Jesús los escuchó atentamente, les agradeció su confianza, y, al rechazar la invitación de ir a Alejandría, les dijo en esencia: «Aún no ha llegado mi hora». Se quedaron desconcertados ante la aparente indiferencia de Jesús al honor que habían querido conferirle. Antes de despedirse de Jesús, quisieron entregarle una bolsa de dinero como muestra de la estima de sus amigos alejandrinos y en compensación por el tiempo y el gasto que incurrió Jesús al viajar a Cesarea para conferenciar con ellos. Pero él del mismo modo rehusó el dinero, diciendo: «La casa de José no ha recibido nunca limosnas; no podemos comer el pan de otro mientras tenga yo brazos fuertes y mis hermanos puedan trabajar».” (1414.2) 128:5.4 [354]
13. SU TRATO CON JUDÁ Y SANTIAGO
“Jesús era un hombre de paz, y de vez en cuando lo avergonzaban las explosiones beligerantes y los numerosos arrebatos patrióticos de Judá. Santiago y José querían echarlo de la casa, pero Jesús no daba su consentimiento. Cada vez que la paciencia de ellos llegaba al límite, Jesús se limitaba a aconsejar: «Tened paciencia. Sed sabios en vuestro consejo y elocuentes en vuestras vidas, que vuestro hermano menor pueda conocer el mejor camino primero, y ser obligado luego a seguiros en él». El sabio y amoroso consejo de Jesús previno la fragmentación de la familia; permanecieron juntos. Pero Judá no serenó sus sentidos hasta después de su matrimonio.” (1417.3) 128:7.4 [355]
14. LA PREPARACIÓN PARA ABANDONAR SU HOGAR
“María rara vez hablaba de la misión futura de Jesús. Siempre que se mencionaba este asunto, Jesús sólo replicaba: «Aún no ha llegado mi hora». Ya casi había acabado Jesús la difícil tarea de independizar a su familia de la necesidad de la inmediata presencia de su personalidad. Rápidamente se preparaba para el día en que pudiera sin conmoción alejarse de este hogar de Nazaret para comenzar el preludio más activo de su verdadero ministerio para los hombres.” (1417.4) 128:7.5 [356]
15. DISPONE EL PRESUPUESTO FAMILIAR CON SANTIAGO
“Al día siguiente de la doble boda Jesús tuvo una conversación importante con Santiago, a quien le dijo, confidencialmente, que se estaba preparando para irse. Le presentó el título de propiedad del taller de reparaciones, y formal y solemnemente abdicó al título de jefe de la casa de José, y de la manera más conmovedora instaló a su hermano Santiago como «jefe y protector de la casa de mi padre». Redactó y luego ambos firmaron un pacto secreto en el cual se estipulaba que, a cambio del obsequio del taller de reparaciones, Santiago asumiría de allí en adelante la plena responsabilidad de las finanzas de la familia, exonerando a Jesús de toda ulterior obligación en este asunto. Después de firmar el contrato, y de preparar un presupuesto que permitiera hacer frente a los gastos de la familia sin ninguna contribución de Jesús, éste dijo a Santiago: «Pero, hijo mío, yo seguiré enviándote algo todos los meses hasta que haya llegado mi hora; lo que yo envíe, tú lo usarás como lo exija la ocasión. Dedica mis fondos a las necesidades o a los placeres de la familia, tal como te parezca apropiado. Úsalos en caso de enfermedad o para enfrentar inesperadas urgencias que puedan sobrevenir a cualquier miembro de la familia».” (1418.5) 128:7.13 [357]
“La travesía fue sumamente agradable para los tres. Ganid estaba encantado con el viaje y mantenía a Jesús ocupado contestando a sus preguntas. Según se acercaban al puerto de la ciudad, el joven se emocionó al ver el gran faro de Faros, situada en la isla que Alejandro había unido por un malecón con la tierra firme, creando de este modo dos magníficos puertos y haciendo por tanto de Alejandría la encrucijada de las rutas comerciales marítimas de África, Asia y Europa. Este gran faro era una de las siete maravillas del mundo, y fue el precursor de todos los faros subsiguientes. Se levantaron temprano por la mañana para contemplar este formidable dispositivo salvavidas creado por el hombre, y en medio de las exclamaciones de Ganid, Jesús dijo: «Y tú, hijo mío, serás como este faro cuando regreses a la India, aun cuando tu padre ya no sea; llegarás a ser la luz de vida para los que estén a tu alrededor en la oscuridad, mostrando a todo el que lo desee el camino seguro para llegar al puerto de la salvación». Apretándole la mano a Jesús, Ganid le dijo: «Lo seré».” (1432.2) 130:3.2 [358]
17. CHARLA CON GANID SOBRE LA VOLUNTAD Y LOS ANIMALES
“Por esta época Ganid, había empezado a darse cuenta de que su tutor empleaba sus ratos de ocio en este ministerio personal poco común para con sus semejantes, y el joven indio decidió descubrir el motivo de esta actividad incesante. Preguntó: «¿Por qué te ocupas continuamente de hablar con extraños?» Y Jesús respondió: «Ganid, ningún hombre es extraño para el que conoce a Dios. En la experiencia de encontrar al Padre en el cielo descubres que todos los hombres son tus hermanos, y ¿qué tiene de raro que uno se regocije con el encuentro con un hermano recién descubierto? Conocer a nuestros hermanos y hermanas, entender sus problemas y aprender a amarlos, es la suprema experiencia de la vida».
“Fue ésta una conversación que duró hasta bien entrada la noche, en el curso de la cual, el joven le pidió a Jesús que le explicara la diferencia entre la voluntad de Dios y ese acto mental humano de elección que también se llama voluntad. En substancia Jesús dijo: la voluntad de Dios es el camino de Dios, el asociarse con la elección de Dios frente a cualquier alternativa potencial. Hacer la voluntad de Dios, por lo tanto, es la experiencia progresiva de llegar a parecerse cada vez más a Dios, y Dios es el origen y el destino de todo lo que es bueno y bello y verdadero. La voluntad del hombre es el camino del hombre, la suma y substancia de lo que el mortal elige ser y hacer. La voluntad es la deliberada elección de un ser autoconsciente que lleva a una decisiónconducta basada en una reflexión inteligente.
“Esa tarde Jesús y Ganid se habían divertido jugando con un perro pastor muy inteligente, y Ganid quería saber si el perro tenía alma, si tenía voluntad, y en respuesta a sus preguntas, Jesús dijo: «El perro tiene una mente que puede conocer al hombre material, su amo, pero no puede conocer a Dios, que es espíritu; por lo tanto el perro no posee una naturaleza espiritual y no puede disfrutar de una experiencia espiritual. El perro puede tener una voluntad derivada de la naturaleza y aumentada por el adiestramiento, pero tal poder de la mente no es una fuerza espiritual, ni es comparable a la voluntad humana, porque no es reflexiva — no es el resultado de la discriminación de significados más elevados y morales o de la elección de valores espirituales y eternos. Es la posesión de estos poderes de discriminación espiritual y de elección de la verdad lo que hace al hombre mortal un ser moral, una criatura dotada con los atributos de la responsabilidad espiritual y el potencial de la supervivencia eterna». Jesús siguió explicando que es la ausencia de tales poderes mentales lo que hace para siempre imposible al mundo animal desarrollar un lenguaje en el tiempo o experimentar algo que se parezca a la supervivencia de la personalidad en la eternidad. Como resultado de la lección de esto día, Ganid no creyó nunca más en la transmigración de las almas humanas a los cuerpos de los animales.” (1431.1) 130:2.6 [359]
18. EL TRATO CON UN ALMA INSATISFECHA
“Uno de los jóvenes que cierto día trabajaban con Jesús en la construcción del aspa, se mostró muy interesado en las palabras que él hablaba hora trás hora mientras que trabajaban en el astillero. Al sugerir Jesús que el Padre celestial se interesaba por el bienestar de sus hijos en la tierra, este joven griego, Anaxando, dijo: «Si los Dioses se interesan en mí ¿por qué no alejan al capataz cruel e injusto que está a cargo de este taller?» Se sorprendió cuando Jesús replicó: «Puesto que conoces los caminos de la amabilidad y valoras la justicia, tal vez los Dioses han puesto este hombre equivocado cerca de ti para que le conduzcas por un mejor camino. Tal vez seas tú la sal que ha de hacer a este hermano más agradable para el gusto de todos los demás hombres; es decir, si no has perdido tu sabor. Así como están las cosas, este hombre es tu amo porque sus modos malvados ejercen una influencia desfavorable sobre ti. Por qué no afirmar tu señorío sobre el mal por virtud del poder de la bondad, convirtiéndote así tú en el amo en toda relación entre vosotros dos? Puedo predecir que el bien que hay en ti podría vencer el mal que hay en él si le dieras una oportunidad ecuánime y viva. No hay aventura más apasionante en el curso de la existencia mortal que el regocijo de actuar como socio de la vida material que se une con la energía espiritual y la verdad divina en una de sus luchas victoriosas contra el error y el mal. Es una experiencia maravillosa y transformadora tornarse en el canal viviente de la luz espiritual que ha de iluminar al mortal que permanece en la oscuridad espiritual. Si estás más bendecido con la verdad que este hombre, su necesidad debería ser para ti un desafío. ¡No por cierto eres el cobarde que, parado a la orilla del mar puede mirar como perece un semejante que no sabe nadar! ¡Cuánto más valiosa es el alma de este hombre que se debate en las tinieblas, comparada con su cuerpo que se ahoga en el mar!»” (1430.2) 130:2.4 [360]
19. LA FUTILIDAD DE PASAR TIEMPO CON LOS DESHEREDADOS
“Finalmente llegaron a Neápolis, ya sintiendo que se estaban acercando a su destino final, Roma. Gonod tenía muchas transacciones de negocios en Neápolis, y aparte del tiempo en que Jesús era necesitado como intérprete, él y Ganid dedicaban los ratos libres a visitar y explorar la ciudad. Ganid se estaba haciendo adepto en detectar a aquellos que parecían necesitar ayuda. Encontraron mucha pobreza en esta ciudad y distribuyeron muchas limosnas. Pero Ganid nunca comprendió el significado de las palabras de Jesús cuando, después de darle una moneda a un mendigo, se negó a detenerse y consolar al hombre. Jesús dijo: «Por qué gastar palabras con los que no pueden percibir el significado de lo que dices? El espíritu del Padre no puede enseñar y salvar a alguien que no tiene capacidad para la filiación». Lo que Jesús quiso decir era que el hombre no era de mente normal; que carecía de la facultad de reacción a la guía espiritual.
“No ocurrió ninguna experiencia especial en Neápolis; Jesús y el joven recorrieron toda la ciudad, repartiendo buenos augurios y sonrisas a cientos de hombres, mujeres y niños." (1440.4) 130:8.4 [361]
20. LA REHABILITACIÓN DEL REINCIDENTE
“Pasaron una semana completa en Siracusa. El evento más notable de esta escala fue la rehabilitación de Esdras, el judío descarriado, que era el tabernero del lugar donde Jesús y sus compañeros se hospedaban. Esdras estaba encantado de que Jesús le abordó y él le pidió que lo ayudara a volver a la fe de Israel. Expresó su desesperanza diciendo: «Quiero ser un verdadero hijo de Abraham, pero no consigo encontrar a Dios». Jesús le dijo: «Si realmente quieres encontrar a Dios, ese deseo es en sí prueba de que ya lo has encontrado. Tu problema no es que no puedas encontrar a Dios, porque el Padre ya te ha encontrado a ti; tu problema es simplemente que no conoces a Dios. ¿Acaso no has leído las palabras del profeta Jeremías: ‘me buscaréis y me hallaréis cuando me busquéis de todo vuestro corazón'? Acaso no dice también este mismo profeta: ‘y te daré corazón para que me conozcas que yo soy el Señor y tú pertenecerás a mi pueblo, y yo seré tu Dios'? ¿Y no has leído en las escrituras donde dice: ‘Él mira a los hombres, y si alguno dijere: he pecado y he pervertido lo que era justo, y no me ha aprovechado, entonces Dios librará el alma de ese hombre de la oscuridad, y verá la luz'?» Así Esdras encontró a Dios para satisfacción de su alma. Posteriormente, este judío, en sociedad con un próspero prosélito griego, construyó la primera iglesia cristiana en Siracusa.” (1440.2) 130:8.2 [362] (Jer 29:13 [363]; 24:7) [364]
21. LA ADVERTENCIA AL VENDEDOR DE FRUTA
“En Mesana se detuvieron un solo día, pero lo suficiente para cambiar la vida de un muchacho, un vendedor de frutas, a quien Jesús le compró frutas y a su vez alimentó con el pan de la vida. El muchacho no olvidaría jamás las palabras de Jesús y la bondadosa mirada que las acompañó cuando, apoyando la mano sobre el hombro del muchacho, le dijo: «Adiós, hijo mío, sé valiente mientras te haces hombre, y después de alimentar el cuerpo aprende también a alimentar el alma. Mi Padre que está en el cielo estará contigo y te guiará». El muchacho se hizo devoto de la religión mitraíca y posteriormente se convirtió a la fe cristiana.” (1440.3) 130:8.3 [365]
22. COMENTARIOS AL ESTOICO SOBRE LOS VERDADEROS VALORES
“Fue con Angamón, el líder de los estoicos, con que Jesús pasó una noche entera conversando durante los primeros días de su estadía en Roma. Este hombre posteriormente se convirtió en un gran amigo de Pablo y resultó ser uno de los principales sostenedores de la iglesia cristiana en Roma. En esencia, y dicho en lenguaje moderno, Jesús enseñó a Angamón:
“La norma de los valores verdaderos debe buscarse en el mundo espiritual y en los niveles divinos de la realidad eterna. Un mortal ascendente debe reconocer que todas las normas inferiores y materiales son efímeras, parciales e inferiores. El científico, como tal, está limitado al descubrimiento de las conexiones entre los hechos materiales. Formalmente, no tiene el derecho de afirmar que es un materialista o idealista, porque al hacerlo está renunciando a la actitud de un verdadero científico, ya que todas y cada una de tales afirmaciones son la esencia misma de la filosofía.
“Si el discernimiento moral y el alcance espiritual de la humanidad no aumentan proporcionalmente, el avance ilimitado de una cultura puramente materialista puede llegar a ser finalmente una amenaza para la civilización. Una ciencia puramente materialista alberga dentro de sí la simiente potencial de la destrucción de toda aspiración científica, porque esta actitud misma presagia el colapso final de una civilización que ha abandonado su sentido de los valores morales y ha repudiado su meta espiritual del logro.
“El científico materialista y el idealista extremo están destinados a una disputa constante. Esto no se aplica a aquellos entre los científicos e idealistas que posean una norma común compartida de valores morales elevados y de altos niveles de prueba espiritual. En toda época, los científicos y los religionistas deben reconocer que están a prueba ante el tribunal de la necesidad humana. Deben rechazar toda guerra entre ellos a la vez que han de luchar valientemente para justificar su supervivencia mediante una mayor devoción al servicio del progreso humano. Si la así llamada ciencia o religión de una época determinada es falsa, deberá purificar sus actividades o desaparecer antes de la emergencia de una ciencia material o una religión espiritual de orden más verdadero y más digno.” (1456.7) 132:1.1 [366]
“Caminando con un soldado romano junto al Tiber le dijo: «Sé valiente de corazón así como de brazo. Atrévete a hacer justicia y ten la entereza de ser misericordioso. Obliga a tu naturaleza inferior a que obedezca a tu naturaleza superior del mismo modo que tú obedeces a tus superiores. Reverencia la bondad y exalta la verdad. Elige la belleza en lugar de la fealdad. Ama a tus semejantes y acércate a Dios con todo tu corazón, porque Dios es tu Padre en el cielo».” (1461.4) 132:4.6 [367]
24. CHARLAS CON EL ORADOR DEL FORO
“Al orador del foro le dijo: «Tu elocuencia es agradable, tu lógica es admirable, el sonido de tu voz es grato, pero tus enseñanzas no reflejan la verdad. Si pudieras disfrutar la satisfacción inspiradora de conocer que Dios es tu Padre espiritual, tal vez podrías emplear tu capacidad de orador para liberar a tus semejantes del yugo de las tinieblas y de la esclavitud de la ignorancia». Fue éste aquel Marcos que oyó a Pedro predicar en Roma y que luego fue su sucesor. Cuando crucificaron a Simón Pedro, éste fue aquel que desafió a los perseguidores romanos y audazmente continuó predicando el nuevo evangelio.” (1461.5) 132:4.7 [368]
25. CONSUELA AL ACUSADO FALSAMENTE
“Al encontrarse con un pobre que había sido falsamente acusado, Jesús fue con él ante el magistrado y, habiéndosele concedido permiso especial para hablar por él, formuló ese excelente discurso durante el cual dijo: «Es la justicia la que hace una nación grande, y cuanto más grande una nación más solícita será en asegurarse de que no sufra injusticias ni siquiera el más humilde de sus ciudadanos. Ay de la nación en la que sólo los que poseen dinero e influencia cuentan con la seguridad de una justicia pronta ante sus tribunales. Es deber sagrado del magistrado absolver al inocente así como lo es castigar al culpable. De la imparcialidad, equidad e integridad de sus tribunales depende la perdurabilidad de una nación. El gobierno civil se basa en la justicia, así como la verdadera religión se basa en la misericordia». El juez volvió a abrir el caso, y después de examinar las pruebas, exoneró al prisionero. De todas las actividades de Jesús durante este período de ministerio personal, ésta fue la que más se acercó a una aparición pública.” (1462.1) 132:4.8 [369]
26. COMENTARIOS ACERCA DEL PAGANO IRREFLEXIVO
“Jesús, Gonod y Ganid hicieron cinco viajes desde Roma para visitar varios puntos de interés en los alrededores cercanos y lejanos. Durante su visita a los lagos del norte de Italia, Jesús tuvo con Ganid esa larga conversación sobre la imposibilidad de enseñarle a un hombre acerca de Dios si ese hombre no desea conocer a Dios. Se habían encontrado por casualidad con un pagano irreflexivo, camino a los lagos, y Ganid se sorprendió de que Jesús no siguiera su práctica usual de entablar con este hombre una conversación que condujera naturalmente a la discusión de asuntos espirituales. Al preguntarle Ganid a su maestro por qué mostraba tan poco interés en este pagano, Jesús respondió:
“«Ganid, este hombre no estaba sediento de verdad. No estaba insatisfecho consigo mismo. No estaba presto a pedir ayuda, los ojos de su mente no estaban abiertos para recibir luz para el alma. Ese hombre no estaba maduro para la cosecha de la salvación; hay que darle más tiempo para que las pruebas y dificultades de la vida lo preparen para recibir la sabiduría y un conocimiento superior. O bien, si pudiéramos llevarle a vivir con nosotros, tal vez podríamos mediante nuestra manera de vivir mostrarle al Padre celestial, y tal vez tanto lo atraería nuestra vida de hijos de Dios que se vería obligado a preguntarnos acerca de nuestro Padre. No puedes revelar a Dios a los que no lo buscan; no se puede conducir al regocijo de la salvación a las almas que no quieren ser salvadas. Es necesario que el hombre llegue a anhelar la verdad como resultado de las experiencias de la vida, o que desee conocer a Dios como resultado del contacto con la vida de los que han conocido al Padre divino, antes de que otro ser humano pueda actuar como medio para conducir a ese mortal al Padre celestial. Si conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera en la tierra es vivir de modo tal que el Padre pueda revelarse en nuestra vida, y así todas las personas que buscan a Dios verán al Padre y pedirán nuestra ayuda para averiguar más acerca del Dios que de ese modo encuentra expresión en nuestra vida»." (1466.1) 132:7.1 [370]
“Fue durante la visita a Suiza, en las montañas, durante la que Jesús tuvo una conversación de un día entero con el padre y el hijo acerca del budismo. Muchas veces Ganid le había hecho a Jesús preguntas directas acerca de Buda, recibiendo sin embargo siempre respuestas más o menos evasivas. Ahora, en presencia de su hijo, el padre le hizo a Jesús una pregunta directa acerca de Buda, y recibió una respuesta di-recta. Gonod dijo: «De verdad me gustaría saber qué piensas de Buda». Y Jesús respondió:
“«Vuestro Buda fue mucho mejor que vuestro budismo. Buda fue un gran hombre, incluso un profeta para su pueblo, pero fue un profeta huérfano; quiero decir con esto que muy pronto perdió de vista a su Padre espiritual, el Padre celestial. Su experiencia fue trágica. Trató de vivir y de enseñar como mensajero de Dios, pero sin Dios. Buda timoneó su nave de salvación casi hasta el puerto seguro, hasta la entrada misma del puerto de salvación de los mortales, pero allí, como las cartas de navegación estaban equivocadas, la buena nave encalló. Allí se ha quedado por estas muchas generaciones, inmóvil, casi desesperadamente varada. Allí se han quedado también muchos de vuestro pueblo por todos estos años. Viven a muy corta distancia de las seguras aguas del descanso, pero se niegan a entrar porque a la noble nave del buen Buda le ocurrió el percance de vararse precisamente a la entrada del puerto. Los pueblos budistas no entrarán jamás al puerto si no abandonan la nave filosófica de su profeta y se aferran a su noble espíritu. Si vuestro pueblo hubiese permanecido fiel al espíritu de Buda, ya habría entrado hace mucho al puerto de la tranquilidad espiritual, del descanso del alma y de la seguridad de la salvación.
“»Ves, Gonod, Buda conocía a Dios en espíritu, pero no supo descubrirle claramente en la mente; los judíos descubrieron a Dios en la mente, pero no supieron mayormente conocerle en espíritu. Hoy, los budistas dan tumbos dentro de una filosofía sin Dios, mientras que mi pueblo está lastimosamente esclavizado al temor de un Dios sin una filosofía salvadora de vida y libertad. Vosotros tenéis una filosofía sin Dios; los judíos tienen un Dios pero carecen en gran parte de una filosofía de la vida pertinente. Buda, al no conseguir ver a Dios como espíritu y como Padre, no consiguió ofrecer en su doctrina la energía moral y el poderoso impulso espiritual que debe poseer una religión si ha de cambiar a una raza y ha de exaltar a una nación».
“Entonces exclamó Ganid: «Maestro, formemos tú y yo una nueva religión, una religión que sea suficientemente buena para la India y suficientemente grande para Roma, y quizás podamos cambiársela a los judíos por Yahvé». Y Jesús replicó: «Ganid, las religiones no se hacen. Las religiones del hombre maduran durante largos períodos de tiempo, a la vez que las revelaciones de Dios fulguran sobre la tierra en la vida de los hombres que revelan Dios a sus semejantes». Pero ellos no comprendieron el significado de estas palabras proféticas.
“Esa noche, cuando se acostaron, Ganid no podía dormir. Habló largamente con su padre y finalmente le dijo, «Sabes, padre, a veces pienso que Josué es un profeta». Su padre medio dormido sólo le replicó: «Hijo mío, hay otros—».” (1466.3) 132:7.3 [371]
28. LA MISERICORDIA, LA JUSTICIA Y LA NO RESISTENCIA
“Cierta tarde ocurrió un episodio muy interesante a la vera del camino, al aproximarse ellos a Tarento. Observaron que un robusto joven rudo atacaba brutalmente a un muchacho más pequeño. Jesús se apresuró a asistir al joven asaltado, y después de rescatarlo, retuvo firmemente al agresor para que el pequeño pudiera huir. En el momento en que Jesús soltó al atacante, Ganid se le abalanzó encima, propinándole una soberana paliza, pero ante su asombro, Jesús intervino rápidamente, sujetando a Ganid y permitiendo así que el asustado muchacho escapara. Tan pronto como recobró el aliento, exclamó Ganid acaloradamente: «Maestro, no alcanzo a comprenderte. Si la misericordia demanda el rescate del muchacho más pequeño, ¿no exige la justicia el castigo del más grande, del agresor?». Jesús le respondió:
“«Ganid, es verdad que no comprendes. El ministerio de la misericordia es siempre la obra del individuo, pero el castigo de la justicia es la función de los grupos sociales, gubernamentales, o administrativos del universo. Como individuo estoy obligado a mostrar misericordia; debo rescatar al muchacho agredido, y podré con toda justicia, emplear la fuerza para contener al agresor. Y eso es exactamente lo que hice. Logré liberar al muchacho agredido; he aquí el fin del ministerio de la misericordia. Retuve luego por la fuerza al agresor el tiempo necesario para permitir la huida de la parte más débil de la disputa, y luego me desentendí del asunto. No juzgué al agresor, examinando el móvil —evaluando todos los factores que pudieran haber contribuido al ataque contra su semejante— ni emprendí la realización del castigo que pudiera dictaminar mi mente como justa recompensa por su mala acción. Ganid, la misericordia puede ser profusa, pero la justicia es precisa. ¿No te das cuenta de que difícilmente podrían dos personas ponerse de acuerdo sobre un castigo que pudiera satisfacer las exigencias de la justicia? Uno impondría cuarenta latigazos, otro, veinte, mientras que un tercero sostendría que el aislamiento penal es el único castigo justo. ¿No te das cuenta de que en este mundo es mejor que tales responsabilidades recaigan sobre el grupo o sean administradas por los representantes nombrados por el grupo? En el universo, el juicio está investido sobre aquellos que conocen plenamente los antecedentes de todos los males así como también sus móviles. En la sociedad civilizada y en un universo organizado, la administración de la justicia presupone el dictamen de una sentencia justa después de un juicio justo, y esta prerrogativa corresponde a los grupos jurídicos de los mundos y a los administradores omnisapientes de los universos más altos de toda la creación».” (1468.4) 133:1.1 [372]
“«Ganid, bien comprendo que estos problemas te dejan perplejo, y trataré de responder a tu pregunta. Primero, en cualquier ataque que pudiera hacerse contra mi persona, yo determinaría si es el agresor un hijo de Dios —mi hermano en la carne— o no, y si pensara que esa criatura no posee juicio moral ni razón espiritual, sin titubeos me defendería hasta el límite de mi resistencia, a pesar de las consecuencias para el agresor. Pero no agrediría yo del mismo modo a un semejante, hijo de Dios, ni siquiera en defensa propia. Es decir que no le castigaría de antemano y sin juicio por haberme agredido. Trataría por todos los medios posibles de prevenir el ataque y de disuadirle de que me agrediera, y trataría de mitigar la intensidad de ese ataque si no consiguiera evadirlo. Ganid, tengo confianza absoluta en la protección de mi Padre celestial. Estoy consagrado a hacer la voluntad de mi Padre que está en el cielo. No creo que pueda acontecerme ningún daño real; no creo que la obra de mi vida pueda en realidad peligrar a manos de mis enemigos, y de seguro que no hemos de temer violencia alguna por parte de nuestros amigos. Estoy absolutamente convencido de que el universo entero es cordial para conmigo —insisto en creer esta verdad todopoderosa con la confianza más sincera pese a todas las apariencias de lo contrario».” (1468.4) 133:1.1 [372]
29. EL MANEJO DEL ESPOSO FURIOSO
“Mientras aguardaban en el embarcadero, esperando que el barco descargara, los viajeros observaron a un hombre que maltrataba a su mujer. Como era su costumbre, Jesús intervino en favor de la persona agredida. Se acercó a espaldas del iracundo marido, y tocándole suavemente el hombro dijo: «Amigo mío, ¿me permites que te hable en privado un instante?» El airado marido, desconcertado, tartamudeó después de un momento de titubeo: «¿Eh? ¿Por qué? Sí. ¿Qué quieres de mí?» Jesús le llevó aparte, diciéndole: «Amigo mío, percibo que te ocurrió algo grave; mucho deseo que me expliques qué pudo suceder para que un hombre fuerte como tú ataque así a su mujer, a la madre de sus hijos, aquí, a la vista de todo el mundo. Seguramente crees que hay una buena razón para este asalto. ¿Qué hizo esta mujer para merecer semejante trato de su marido? Te observo y creo discernir en tu rostro el amor por la justicia, si no el deseo de ser misericordioso. Me atrevo a decir que, si tú me encontraras a la vera del camino, a la merced de un grupo de asaltantes, no titubearías ni un instante, correrías a rescatarme. Me atrevería a decir incluso que has realizado muchas de estas acciones valientes en el curso de tu vida. Ahora bien, amigo mío, dime ¿qué pasa? ¿Es que tu mujer hizo algo malo, o es que tú perdiste la cabeza tontamente agrediéndola sin pensar?» No fue tanto lo que Jesús le dijo sino su bondadosa mirada y su compasiva sonrisa lo que conmovió el corazón de este hombre, el cual respondió: «Supongo que eres un sacerdote de los cínicos, y te agradezco que me hayas frenado. Mi mujer no ha cometido ningún gran mal; es una buena mujer, pero me irrita porque se la agarra conmigo en público, me saca de quicio. Lamento mi falta de autodominio y prometo tratar de cumplir mi promesa de antaño ante uno de tus hermanos, quien me enseñó la senda más alta hace ya muchos años. Te lo prometo.»
“Al decirle adiós continuó Jesús: «Hermano mío, recuerda siempre que el hombre no tiene ninguna autoridad legítima sobre la mujer a menos que ésta le haya concedido voluntariamente tal autoridad. Tu esposa se ha comprometido a recorrer contigo el trayecto de la vida, a ayudarte en las luchas, y a asumir el mayor peso en la crianza de tus hijos; a cambio de este servicio especial es justo que reciba de ti esa protección especial que el hombre puede dar a la mujer, a la compañera que concibe, da a luz y nutre a los hijos. La solicitud y la consideración que un hombre está dispuesto a conceder a su esposa y a sus hijos son la medida por la cual conoce el alcance de los niveles más altos de su autoconciencia espiritual y creativa. ¿No sabes acaso que los hombres y las mujeres son los socios de Dios, en el sentido de que cooperan para crear seres que crecen y que llegan también a poseer el potencial de un alma inmortal? El Padre celestial trata a la Madre Espíritu de los hijos del universo como su igual. Convivir tu vida y todo lo que en la vida está contenido, en términos de igualdad con la compañera y madre que tan plenamente comparte contigo esa experiencia divina de reproduciros en las vidas de vuestros hijos, es una acción casi divina. Si puedes amar a tus hijos como Dios te ama a ti, amarás y apreciarás a tu esposa como el Padre en el cielo honra y exalta al Espíritu Infinito, la madre de todos los hijos espirituales de un vasto universo».” (1470.2) 133:2.1 [373]
30. EL SISTEMA HINDÚ DE CASTAS
“Cierto día mientras descansaban a la hora del almuerzo, aproximadamente a mitad camino de Tarento, Ganid le preguntó a Jesús en forma directa qué opinaba sobre el sistema de castas de la India. Contestó Jesús: «Aunque los seres humanos difieren de muchas maneras unos de otros, ante Dios y en el mundo espiritual, todos los mortales están en igualdad de condiciones. Ante los ojos de Dios sólo existen dos grupos de mortales: los que desean hacer su voluntad y los que no lo desean. Al contemplar el universo un mundo habitado, del mismo modo discierne dos grandes clases: los que conocen a Dios y los que no lo conocen. Los que no pueden conocer a Dios se cuentan entre los animales de un reino dado. La humanidad se puede clasificar con propiedad en muchas clases conforme a diferentes calificaciones desde un punto de vista físico, mental, social, vocacional o moral, pero cuando estas diferentes clases de mortales comparecen ante el tribunal de Dios, lo hacen en igualdad de condiciones. Dios en verdad no tiene favoritos. Aunque no sea posible escapar al reconocimiento de las diversas capacidades y dotes humanas en asuntos intelectuales, sociales y morales, no deberías hacer tales distinciones dentro de la fraternidad espiritual de los hombres cuando se reúnen para adorar en la presencia de Dios».” (1468.3) 133:0.3 [374]
“Cuando estaban en Roma, había observado Ganid que Jesús se negaba a acompañarles a los baños públicos. Posteriormente, varias veces trató el joven de inducir a Jesús a que se expresara más ampliamente respecto a las relaciones de los sexos. Aunque contestaba él las preguntas del joven, no parecía nunca estar dispuesto a discutir exhaustivamente estos asuntos. Cierta tarde al pasear ellos en Corinto, allí donde la muralla de la ciudadela desciende hacia el mar, fueron abordados por dos mujeres de la vida. Ganid, empapado como estaba de la idea, por otra parte correcta, de que Jesús era hombre de altos ideales, que aborrecía todo lo que pudiera oler a impureza y saber a mal, se dirigió severamente a estas mujeres empujándolas con rudeza a que se alejaran. Al ver esto Jesús, le dijo a Ganid: «Tus intenciones son buenas, pero no debes tú tener la presunción de hablarles de este modo a las hijas de Dios, aunque sean ellas sus hijas descarriadas. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar a estas mujeres? ¿Acaso conoces tú las circunstancias que las obligaron a ganarse la vida de esta manera? Deteneos aquí conmigo, hablemos de estas cosas». Al escuchar sus palabras, las cortesanas se quedaron aun más atónitas que Ganid mismo.
“Mientras allí permanecían, de pie a la luz de la luna, Jesús continuó: «En la mente de cada ser humano vive un espíritu divino, la dádiva del Padre celestial. Este buen espíritu lucha constantemente por conducirnos a Dios, por ayudarnos a encontrar a Dios y a conocer a Dios; pero en los mortales también hay muchas tendencias físicas naturales que el Creador puso allí para servir al bienestar del individuo y de la raza. Ahora bien, a veces los hombres y las mujeres, al esforzarse por comprenderse a sí mismos y por enfrentarse con las múltiples dificultades de ganarse la vida en un mundo tan dominado por el egoísmo y el pecado, llegan a confundirse. Percibo, Ganid, que estas dos mujeres no son por voluntad propia malas. Leo en sus ojos que han padecido muchas penas; que mucho han sufrido a manos de un destino aparentemente cruel; que no han elegido intencionalmente este tipo de vida; en su desaliento, su desesperación casi, se han rendido a la presión del momento y han aceptado esta manera desagradable de ganarse la vida, considerándola la mejor forma de escapar de una situación que les parecía sin esperanzas. Ganid, hay gente verdaderamente mala de corazón; ellos deliberadamente eligen hacer lo que es protervo, pero, dime, al contemplar tú estos rostros, ahora bañados de lágrimas, ¿ves en ellos algo malo, protervo?» Y al interrumpirse Jesús para que el joven contestara, tartamudeó Ganid, con la voz ahogada de emoción: «No, Maestro, no veo nada de eso. Lamento mi rudeza. Imploro su perdón». Dijo entonces Jesús: «Te digo en nombre de ellas que te han perdonado, así como les digo a ellas en nombre de mi Padre que está en el cielo que él las ha perdonado. Ahora venid conmigo todos vosotros a la casa de un amigo mío donde tomaremos un refrigerio y haremos planes para una vida nueva y mejor en el futuro.» Hasta este momento las atónitas mujeres no habían proferido ni una sola palabra; se miraron entre sí y siguieron a los hombres en silencio.
“Imagínense la sorpresa de la mujer de Justo cuando a estas altas horas de la noche, apareció Jesús con Ganid y estas dos mujeres extrañas, diciendo: «Nos perdonarás por venir a esta hora, pero Ganid y yo deseamos comer alguna cosa, y quisiéramos compartirla con estas nuevas amigas, que también necesitan alimento; además, venimos a ti porque pensamos que te interesaría consultar con nosotros sobre la mejor manera de ayudar a estas mujeres a que comiencen una nueva vida. Ellas podrán con-tar su historia, pero yo supongo que han sufrido muchas penas, y su presencia misma en tu casa atestigua su profundo y sincero anhelo de conocer a gente buena, y cuán voluntariosamente desean la oportunidad de mostrarle a todo el mundo —hasta a los ángeles en el cielo— cuán nobles y valientes pueden llegar a ser».
“Cuando Marta, la esposa de Justo, hubo servido la comida en la mesa, Jesús, despidiéndose inesperadamente, dijo: «Como se hace tarde y el padre del joven está aguardándonos, rogamos nos disculpen mientras aquí juntas os dejamos —las tres mujeres— las amadas hijas del Altísimo. Yo oraré por vuestra orientación espiritual mientras hacéis planes para una vida nueva y mejor en la tierra y una vida eterna en el gran más allá».
“De este modo se despidieron Jesús y Ganid de las mujeres. Hasta este momento las dos cortesanas no habían dicho nada; mudo quedó también Ganid. Y también quedó Marta muda un instante, pero se recobró rápidamente, haciendo por estas extraños todo lo que Jesús había esperado que ella hiciera. La mayor de estas dos mujeres murió poco tiempo después, consolada por la esperanza de la vida eterna; la más joven consiguió trabajo en el negocio de Justo y más tarde se asoció de por vida a la primera iglesia cristiana de Corinto.” (1472.5) 133:3.6 [375]
32. TRABAJO PERSONAL EN CORINTO
“Jesús y Ganid tuvieron muchas otras experiencias interesantes en Corinto. Tuvieron íntimas conversaciones con un gran número de personas que sacaron gran provecho de las instrucciones de Jesús.
“Le enseñó al molinero cómo moler el grano de la verdad en el molino de la experiencia viva para que las cosas difíciles de la vida divina resultaran fácilmente aceptables aun entre los más débiles de nuestros semejantes. Jesús dijo: «Da la leche de la verdad a los que son niños en percepción espiritual. En tu ministerio viviente y amoroso sirve alimento espiritual en forma atractiva y adecuada a la capacidad receptiva de cada uno de los que te pregunten».
“Al centurión romano le dijo: «Da al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. El sincero servicio de Dios y el leal servicio de césar no entran en conflicto a menos que césar quiera para sí el homenaje que sólo puede ser reclamado por la Deidad. La lealtad a Dios, si lo llegas a conocer, te hará aun más leal y fiel en tu dedicación a un emperador digno».
“Al líder sincero del culto mitraísta le dijo: «Haces bien en buscar una religión de salvación eterna, pero yerras en ir en pos de esa gloriosa verdad entre los misterios inventados por el hombre y las filosofías humanas. ¿No sabes que el misterio de la salvación eterna habita dentro de tu propia alma? ¿No sabes que el Dios del cielo ha enviado su espíritu para vivir dentro de ti, y que este espíritu conducirá a todos los mortales amantes de la verdad y servidores de Dios allende esta vida y a través de los pórticos de la muerte hasta las alturas eternas de la luz donde Dios aguarda para recibir a sus hijos? Y no olvides nunca: vosotros los que conocéis a Dios sois los hijos de Dios si realmente anheláis ser semejantes a él.»
“Al maestro epicúreo le dijo: «Haces bien en elegir lo mejor y apreciar lo bueno, pero ¿eres sabio si no eres capaz de discernir las grandes cosas de la vida mortal que están incorporadas en los reinos espirituales derivados de la comprensión de que Dios está presente en el corazón humano? La gran cosa de toda experiencia humana es el llegar a conocer a Dios cuyo espíritu vive dentro de vosotros y procura conducirnos por ese largo y casi interminable viaje a la presencia personal de nuestro Padre común, el Dios de toda creación, el Señor de los universos».
“Al contratista y constructor griego le dijo: «Amigo mío, así como construyes las estructuras materiales de los hombres, erige un carácter espiritual semejante al espíritu divino dentro de tu alma. No dejes que tus éxitos como constructor temporal sobrepasen a tu logro como hijo espiritual en el reino del cielo. Al construir las mansiones temporales para otros, no dejes de asegurar tu título de propiedad a las mansiones de la eternidad para ti mismo. Recuerda siempre, existe una ciudad cuyos cimientos son la rectitud y la verdad, y cuyo constructor y hacedor es Dios».
“Al juez romano le dijo: «Al juzgar a los hombres, recuerda que tú mismo algún día serás llevado a juicio ante el tribunal de los Gobernantes de un universo. Juzga con rectitud, incluso misericordiosamente, tal como algún día anhelarás consideración misericordiosa de las manos del Arbitro Supremo. Juzga como querrías ser juzgado bajo circunstancias similares, guíate por el espíritu de la ley, no sólo por su letra. Y así como impartes la justicia con ecuanimidad a la luz de las necesidades de los que ante ti comparecen, así tendrás el derecho de esperar justicia atemperada por la misericordia cuando en algún momento comparezcas ante el Juez de toda la tierra».
“A la dueña de la hostería griega le dijo: «Ministra tu hospitalidad como la que recibe a los hijos del Altísimo. Eleva los esfuerzos de tu quehacer diario a los altos niveles de un verdadero arte mediante la creciente comprensión de que ministras a Dios en las personas en las que él habita por su espíritu que ha descendido para residir dentro del corazón de los hombres, para transformar de esta manera la mente y conducir el alma de ellos al conocimiento del Padre del Paraíso y de todos estos dones otorgados por el espíritu divino».
“Jesús tuvo muchas conversaciones con un mercader chino. Al despedirse de él, le amonestó: «Adora sólo a Dios, que es tu verdadero antepasado espiritual. Recuerda que el espíritu del Padre vive siempre dentro de ti y siempre dirige tu alma en dirección al cielo. Si sigues la guía, de que no eres consciente, de este espíritu inmortal, estarás seguro de continuar en el camino elevado del hallazgo de Dios. Y cuando hayas alcanzado al Padre en el cielo, será porque buscándole te habrás hecho cada vez más semejante a él. Así pues, adiós, Chang, pero sólo por una temporada, porque nos reuniremos nuevamente en los mundos de la luz, donde el Padre de las almas espirituales ha provisto muchas agradables escalas para los que van al Paraíso».
“Al viajero británico le dijo: «Hermano mío, percibo que buscas la verdad, e insinúo que el espíritu del Padre de toda verdad tal vez resida dentro de ti. ¿Has probado sinceramente alguna vez a hablar con el espíritu de tu propia alma? Tal cosa es ciertamente difícil y rara vez produce la sensación consciente del éxito. Pero todo intento honesto de la mente material por comunicarse con su espíritu residente alcanza cierto éxito, a pesar de que la mayoría de tales experiencias humanas magníficas deben permanecer mucho tiempo como anotaciones superconscientes en el alma de tales mortales que conocen a Dios».
“Al muchacho fugitivo Jesús le dijo: «Recuerda, hay dos cosas de las que no puedes escapar: de Dios y de ti mismo. Dondequiera que vayas, tu yo va contigo, asímismo va el espíritu del Padre celestial que habita dentro de tu corazón. Hijo mío, no te engañes más; ten el coraje de enfrentarte a los hechos de la vida; afiérrate a la seguridad de la filiación de Dios y la certeza de la vida eterna, como te he instruido. A partir de este día, propónte ser un hombre verdadero, un hombre decidido a encarar la vida con valentía e inteligencia».
“Al criminal condenado le dijo en su última hora: «Hermano mío, has caído en tiempos malos. Extraviaste tu camino; te enredaste en las mallas del crimen. Al hablar contigo, bien sé que no tenías la intención de hacer lo que ahora te cuesta tu vida temporal. Pero ciertamente cometiste ese mal, y tus semejantes te han encontrado culpable; y han decidido que debes morir. Ni tú ni yo podemos negarle al estado este derecho a defenderse como le parezca apropiado. No parece haber manera alguna de que humanamente escapes al castigo por tu delito. Tus semejantes deben juzgarte por lo que has hecho, pero hay un Juez a quien puedes apelar por el perdón, y quien te juzgará por tus verdaderos móviles y tus mejores intenciones. No temas enfrentarte al juicio de Dios si tu arrepentimiento es genuino y tu fe, sincera. El hecho de que tu error acarrea la pena de muerte impuesta por el hombre, no afecta la oportunidad de tu alma para obtener justicia y misericordia ante los tribunales celestiales».” (1474.1) 133:4.1 [376]
33. CONVERSACIÓN SOBRE EL ALMA
“Había en esta escuela local de filosofía un pensador progresista con quien sostuvo Jesús varias conversaciones provechosas. En el curso de estas conversaciones, Jesús usaba repetidamente la palabra «alma». Al fin este griego erudito le preguntó que quería decir él por «alma», y Jesús replicó:“
«El alma es aquella parte del hombre que es autorreflexiva, discierne la verdad y percibe el espíritu, elevando por siempre al ser humano por encima del nivel del mundo animal. La autoconciencia por sí sola, no es el alma. La autoconciencia moral es la verdadera autorrealización humana y constituye la base del alma humana, y el alma es esa parte del hombre que representa el valor potencial de la supervivencia de la experiencia humana. La elección moral y el logro espiritual, la capacidad de conocer a Dios y el impulso de ser semejante a él, son las características del alma. El alma del hombre no puede existir aparte del pensamiento moral y de la actividad espiritual. Un alma estancada es un alma moribunda. Pero el alma del hombre es distinta del espíritu divino que reside dentro de la mente. El espíritu divino llega simultáneamente con la primera actividad moral de la mente humana, y esa es la ocasión del nacimiento del alma.
«La salvación o pérdida de un alma dependen de si la conciencia moral alcanza o no un estado de supervivencia a través de la alianza eterna con su dote espiritual e in-mortal asociada. La salvación es la espiritualización de la autorrealización de la conciencia moral que de ese modo llega a ser poseída de un valor de supervivencia. Todos los conflictos del alma consisten en la falta de armonía entre la autoconciencia moral o espiritual, y la autoconciencia puramente intelectual..
«El alma humana madura ennoblecida y espiritualizada, se acerca al estado celestial porque llega casi a ser una entidad intermedia entre lo material y lo espiritual, el yo material y el espíritu divino. Es difícil describir y aun más difícil demostrar el alma evolutiva de un ser humano, porque no puede ser descubierta ni por los métodos de investigación material ni por pruebas espirituales. La ciencia material no puede demostrar la existencia del alma, ni tampoco puede demostrarla una prueba puramente espiritual. Aunque tanto la ciencia material como las normas espirituales no puedan demostrar la existencia del alma humana, todo mortal moralmente consciente conoce la existencia de su alma como una verdadera y real experiencia personal».” (1478.3) 133:6.4 [377]
34. COMENTARIOS SOBRE SU BAUTISMO
“Absorto como lo estaba en los detalles de bautizar rápidamente a un número tan grande de conversos, Juan no levantó la vista ni vio a Jesús sino hasta que el Hijo del Hombre estuvo en su inmediata presencia. Cuando Juan reconoció a Jesús, se interrumpieron por un momento las ceremonias al saludar a su primo carnal y preguntarle: «Pero ¿por qué bajas tú hasta el agua para saludarme?» Y Jesús respondió: «Para ser bautizado por ti». Y Juan replicó: «Pero yo necesito ser bautizado por ti. ¿Cómo es que tú vienes a mí?» Y Jesús le susurró a Juan: «Sé paciente conmigo ahora porque corresponde que les demos este ejemplo a mis hermanos que aquí están junto a mí, y para que la gente pueda saber que ha llegado mi hora».” (1504.3) 135:8.5 [378] (Mat 3:15) [379]
“Esta prolongada espera en la cárcel era humanamente insoportable. Pocos días antes de su muerte Juan nuevamente envió mensajeros de confianza a Jesús, preguntándole: «¿Está concluida mi obra? ¿Por qué languidezco en la cárcel? ¿Eres tú verdaderamente el Mesías, o hemos de esperar por otro?» Cuando estos dos discípulos le entregaron este mensaje a Jesús, el Hijo del Hombre replicó: «Volved a Juan, decidle que yo no lo he olvidado, pero que también en esto tenga paciencia, porque corresponde que nosotros cumplamos toda rectitud. Contadle a Juan lo que habéis visto y oído —que se predican buenas nuevas a los pobres— y, finalmente, decidle al amado heraldo de mi misión terrenal que será abundantemente bendecido en la edad venidera si no halla ocasión de dudar y cometer un desliz por mí». Fueron éstas las últimas palabras que recibió Juan de Jesús. Mucho lo consoló este mensaje, consolidando su fe y preparándole para el trágico fin de su vida en la carne que siguió muy de cerca a esta memorable ocasión.” (1507.3) 135:11.4 [380] (Mat 11:2-6) [381]
36. PALABRAS A SANTIAGO Y JUAN SOBRE EL APOSTOLADO
“Jesús estaba durmiendo cuando llegaron a la morada, pero lo despertaron, diciéndole: «¿Cómo puede ser que mientras nosotros que por tanto tiempo hemos convivido contigo te estábamos buscando en las montañas, tú elegiste a otros en nuestro lugar, seleccionando a Andrés y a Simón como tus primeros asociados en el nuevo reino?» Jesús les respondió: «Serenad vuestro corazón y preguntaos, ‘¿quién os mandó buscar al Hijo del Hombre cuando estaba ocupado con los asuntos de su Padre?'». Cuando relataron los detalles de su larga búsqueda en las montañas, Jesús siguió amonestándolos: «Debéis aprender a buscar el secreto del nuevo reino en vuestro corazón y no en las colinas. Lo que buscabais ya estaba presente en vuestra alma. Por cierto sois mis hermanos —no necesitáis ser recibidos por mí— ya estabais en el reino, y debéis estar de buen ánimo, preparaos también para ir con nosotros a Galilea mañana». Se atrevió entonces Juan a preguntar: «Pero, Maestro, ¿seremos Santiago y yo tus asociados en el nuevo reino, igual que Andrés y Simón?» y Jesús, poniendo su mano sobre el hombro de cada uno de ellos dijo: «Hermanos míos, ya estabais conmigo en el espíritu del reino, aun antes de que estos otros solicitaran ser recibidos. Vosotros, hermanos míos, no tenéis necesidad de solicitar entrada en el reino; habéis estado conmigo en el reino desde el principio. Ante los hombres, es posible que otros tomen precedencia sobre vosotros, pero en mi corazón yo os he contado en los concilios del reino, aun antes de que pensarais en pedírmelo. Aun así, podríais haber sido vosotros los primeros ante los hombres si no os hubieseis ausentado para dedicaros a una tarea bien intencionada, pero impuesta por vosotros mismos, de buscar a aquel que no estaba perdido. En el reino venidero, no os preocupéis por lo que nutre vuestra ansiedad, preocupaos más bien en todo momento de hacer solamente la voluntad del Padre que está en el cielo».” (1525.3) 137:1.6 [382] (Juan 1:42) [383]
37. LA ELECCIÓN DE FELIPE Y NATANAEL
“Repentinamente despertó Felipe a la idea de que Jesús era un gran hombre, posiblemente el Mesías, y decidió que aceptaría la decisión de Jesús en este asunto; y fue derecho a él, preguntándole: «Maestro, ¿debo descender donde Juan, o unirme a mis amigos que te siguen?» Jesús le respondió: «Sígueme». Felipe se emocionó con la seguridad de que había encontrado al Liberador.” (1526.5) 137:2.5 [384] (Juan 1:43) [385]
“Condujo pues Felipe a Natanael donde Jesús, quien, mirando benignamente el rostro de este incrédulo honesto, dijo: «He aquí un auténtico israelita, en quien no hay engaño. Sígueme». Y Natanael, volviéndose a Felipe, le dijo: «Tienes razón. Él es en verdad un maestro de los hombres. Yo también le seguiré, si soy digno». Jesús haciéndole un gesto afirmativo a Natanael, volvió a decirle: «Sígueme».” (1526.5) 137:2.5 [384] (Juan 1:45-51) [386]
38. COMENTARIOS DE LA BODA DE CANÁ
“María rebozaba de esperanza. Preveía que la promesa de Gabriel estaba próxima a cumplirse. Esperaba que muy pronto toda Palestina se asustaría y se asombraría ante la revelación milagrosa de su hijo como rey sobrenatural de los judíos. Pero a las muchas preguntas de su madre, Santiago, Judá y Zebedeo, Jesús solamente replicaba sonriendo: «Es mejor que me quede aquí por algún tiempo; debo hacer la voluntad de mi Padre que está en el cielo».” (1528.1) 137:3.5 [387]
“En las primeras horas de la tarde María llamó a Santiago, y juntos se atrevieron a acercarse a Jesús para preguntarle si estaba dispuesto a compartir el secreto, si les diría a qué hora y en qué punto en relación con las ceremonias de la boda tenía planeado manifestarse como el «sobrenatural». Tan pronto como hablaron estas palabras ante Jesús vieron que habían provocado su indignación característica. Sólo dijo: «Si me amáis, estad dispuestos a aguardar mientras espero la voluntad de mi Padre que está en el cielo». Pero la elocuencia de su reproche se manifestaba en la expresión de su rostro.” (1529.1) 137:4.4 [388]
“Pero toda esperanza de tales demostraciones fue borrada de la mente de los seis discípulos-apóstoles cuando los juntó un momento antes de la cena nupcial y con gran intensidad les dijo: «No penséis que he venido a este lugar para obrar milagros para la gratificación de los curiosos o para convencer a los incrédulos. Más bien estamos aquí para esperar la voluntad de nuestro Padre que está en el cielo». Pero al ver María y los demás a Jesús en consulta con sus asociados, se persuadieron plenamente de que algo extraordinario estaba por ocurrir. Y todos se sentaron a disfrutar de la cena nupcial y de la buena compañía en un ambiente festivo.” (1529.3) 137:4.6 [389]
39. OBSERVACIONES DICHAS AL CONVERTIR EL AGUA EN VINO
“Jesús estaba de pie a solas en un rincón del jardín cuando se le acercó su madre y le dijo: «Hijo mío, no tienen vino». Y Jesús respondió: «Mi buena mujer, ¿qué tengo yo que ver con eso?». María dijo: «Pero yo creo que tu hora ha llegado; ¿no puedes tú ayudarnos?» Jesús replicó: «Nuevamente declaro que no he venido para hacer las cosas de esa manera. ¿Por qué me atribulas otra vez con estos asuntos?» Entonces, quebrantada en lágrimas, María le suplicó: «Pero, hijo mío, yo les prometí que tú nos ayudarías; ¿por favor, no querrías hacer algo por mí?». Habló Jesús entonces: «Mujer, ¿qué tienes tú que ver con hacer tales promesas? Cuídate de no volverlas a hacer. Debemos en todas las cosas esperar la voluntad del Padre que está en el cielo».
“María, la madre de Jesús, estaba desesperada; ¡estaba aturdida! Al verla parada frente a él, inmóvil, con el rostro bañado de lágrimas, el corazón humano de Jesús se inundó de compasión por la mujer que le había dado el ser en la carne; e inclinándose hacia adelante, apoyó tiernamente la mano sobre su cabeza diciéndole: «Basta, basta madre María, no llores por mis palabras aparentemente duras, porque ¿no te he dicho muchas veces que he venido solamente para hacer la voluntad de mi Padre celestial? Con cuánta alegría haría yo lo que me pides si fuera parte de la voluntad de mi Padre—» y Jesús se detuvo de pronto, vacilando. María pareció percibir que estaba sucediendo algo. Le arrojó impulsivamente los brazos al cuello, lo besó, y corrió hasta donde estaban los criados diciendo: «Lo que mi hijo os diga, así lo haréis». Pero Jesús no dijo nada. Se daba cuenta de que él ya había dicho —o más bien había deseado— demasiado.” (1529.5) 137:4.8 [390] (Juan 2:1-11) [391]
40. LA MAÑANA SIGUIENTE A LA CONVERSIÓN DE AGUA EN VINO
“A la mañana siguiente Jesús se reunió con sus amigos para desayunar, pero forma-ban un grupo melancólico. Conversó con ellos y al final del desayuno los reunió en torno suyo y les dijo: «Es la voluntad de mi Padre que nos quedemos por aquí durante una temporada. Vosotros habéis oído a Juan decir que había venido para preparar el camino para el reino; por lo tanto nos corresponde a nosotros aguardar que Juan termine su predicación. Cuando el precursor del Hijo del Hombre haya terminado su obra, comenzaremos nosotros a proclamar la buena nueva del reino». Mandó pues a sus apóstoles a que regresaran junto a sus redes de pesca mientras él se preparaba para ir con Zebedeo al taller, prometiendo verles al día siguiente en la sinagoga, donde hablaría, y dándoles cita para conferenciar con ellos ese sábado por la tarde.” (1532.2) 137:5.4 [392]
41. OBSERVACIONES EN LA CENA CON MATEO
“Según avanzaba la cena, la alegría de los convidados iba en aumento, haciéndose desbordante, y todos estaban pasando un rato tan espléndido que los espectadores fariseos comenzaron a criticar en su corazón a Jesús por su participación en una cosa tan frívola y ligera. Más tarde, durante los discursos, uno de los fariseos más malignos llegó a criticar la conducta de Jesús ante Pedro, diciendo: «Cómo te atreves a enseñar que este hombre es justo cuando come con publicanos y pecadores prestando su presencia a estas escenas de frivolidad». Pedro le susurró este comentario a Jesús antes de que éste impartiera la bendición de despedida a la reunión. Dijo Jesús cuando comenzó a hablar: «Al venir aquí esta noche para dar la bienvenida a Mateo y Simón en nuestra hermandad, me complace presenciar vuestra alegría y esparcimiento, pero debéis regocijaros aún más porque muchos entre vosotros entraréis en el reino venidero del espíritu, en el cual disfrutaréis más abundantemente de las cosas buenas del reino del cielo. A los que curiosean y me critican en su corazón porque he venido aquí a alegrarme con estos amigos, sabed que he venido a proclamar gozo a los socialmente afligidos y libertad espiritual a los cautivos morales. ¿Es necesario recordaros que los sanos no necesitan de médico, sino más bien los que están enfermos? Yo he venido, no a llamar a los justos, sino a los pecadores»." (1540.9) 138:3.6 [393]
42. LA LLAMADA A TOMÁS Y JUDAS
“Tomás el pescador y Judas el vagabundo se encontraron con Jesús y los apóstoles en el atracadero de las barcas pesqueras en Tariquea, y Tomás los condujo hasta su casa, que quedaba cerca. Felipe presentó a Tomás como su candidato para el apostolado y Natanael del mismo modo presentó a Judas Iscariote, el judeo. Dijo Jesús, mirando a Tomás: «Tomás, tú careces de fe; sin embargo, yo te recibo. Sígueme». A Judas Iscariote le dijo el Maestro: «Judas, somos todos de la misma carne, y al recibirte en nuestro medio, oro porque seas siempre leal a tus hermanos galileos. Sígueme».” (1542.2) 138:5.1 [394]
43. SOBRE EL TRATO CON LOS GOBERNADORES CIVILES
“Zebedeo y Salomé se habían ido a vivir con su hijo David, para que su amplia casa pudiera estar a disposición de Jesús y de sus doce apóstoles. Aquí pasó Jesús un sábado tranquilo con sus mensajeros elegidos; bosquejó cuidadosamente los planes para proclamar el reino y explicó plenamente la importancia de evitar conflictos con las autoridades civiles, diciendo: «Si es necesario censurar a los gobernantes civiles, dejadme a mí esa tarea. Cuidaos de no hacer denuncias de césar o de sus siervos». Fue esta misma noche que Judas Iscariote llevó a Jesús aparte para preguntarle por qué nada se hacía para liberar a Juan de la prisión. Pero Judas no quedó totalmente satisfecho con la actitud de Jesús.” (1542.5) 138:5.4 [395]
44. EL ESTABLECIMIENTO DE UN DÍA DE DESCANSO A MITAD DE SEMANA
“Por aquella época estableció Jesús un día de asueto en la mitad de la semana para descanso y recreación. Y se adhirieron ellos a este programa de descanso semanal por el resto de la vida material del Maestro. Como regla general, los miércoles no llevaban a cabo sus actividades regulares. En este día feriado semanal generalmente Jesús se apartaba de ellos, diciendo: «Hijitos míos, id por un día de esparcimiento. Descansad de las arduas labores del reino y disfrutad del refrescante efecto que proviene de volveros a vuestras antiguas vocaciones o de descubrir nuevas actividades recreativas». Aunque Jesús, en este período de su vida terrenal, no necesitaba realmente de este día de descanso, se adaptó a este plan porque sabía que era mejor para sus asociados humanos. Jesús era el instructor —el Maestro; sus asociados eran sus alumnos —sus discípulos.” (1542.7) 138:6.2 [396]
“Jesús se esforzó en hacer entender a sus apóstoles la diferencia entre sus enseñanzas y su vida entre ellos y las enseñanzas que subsecuentemente podrían surgir sobre él. Dijo Jesús «Mi reino y el evangelio asociado con éste deben constituir el tema de vuestro mensaje. No os desviéis, predicando sobre mí y sobre mis enseñanzas. Proclamad el evangelio del reino y describid mi revelación del Padre en el cielo pero no os extraviéis por los senderos de crear leyendas y construir un culto que tenga que ver con creencias y enseñanzas sobre mis creencias y enseñanzas». Pero nuevamente no comprendieron ellos por qué hablaba así, y nadie se atrevió a preguntarle por qué les enseñaba de este modo.” (1543.1) 138:6.3 [397]
“«Maestro, venimos a instancias de nuestros asociados para preguntar si acaso está propicio el momento de entrar en el reino; y ¿proclamarás tú el reino en Capernaum, o hemos de proseguir a Jerusalén? Y cuándo sabremos, cada uno de nosotros, el puesto que hemos de ocupar contigo en el establecimiento del reino...» y Pedro hubiera continuado haciendo otras preguntas, pero Jesús levantó una mano con gesto de admonestación y lo interrumpió. Haciendo señas a los otros apóstoles a que se le acercaran, Jesús dijo: «Hijitos míos, ¡hasta cuándo tendré que ser indulgente! ¿No os he aclarado que mi reino no es de este mundo? Os he dicho muchas veces que no he venido para sentarme en el trono de David, y ahora ¿cómo es que estáis inquiriendo qué lugar ocupará cada uno de vosotros en el reino del Padre? ¿Acaso no percibís que os he llamado como embajadores de un reino espiritual? ¿No comprendéis que pronto, muy pronto, me representaréis en el mundo y en la proclamación del reino? así como yo represento ahora a mi Padre que está en el cielo? ¿Puede ser que yo os haya elegido e instruido como mensajeros del reino, y sin embargo vosotros no comprendáis la naturaleza y significación de este reino venidero de preeminencia divina en el corazón de los hombres? Amigos míos, oídme una vez más. Quitaos de la mente la idea de que mi reino es un gobierno de poder o un reinado de gloria. En verdad, todo el poder en el cielo y en la tierra será dentro de poco entregado en mis manos, pero no es la voluntad del Padre que usemos esta dote divina para glorificarnos en esta era. En otra edad ciertamente os sentaréis conmigo en poder y gloria, pero ahora nos corresponde someternos a la voluntad del Padre y salir en humilde obediencia para ejecutar su mandato en la tierra».” (1543.4) 138:7.1 [398]
46. LA ORGANIZACIÓN DEL APOSTOLADO
“Jesús les preguntó entonces cuánto dinero tenían entre ellos; también inquirió qué habían dispuesto para mantener a sus familias. Cuando se vio que no tenían entre todos fondos suficientes para mantenerse por dos semanas, dijo: «No es la voluntad de mi Padre que comencemos a trabajar de este modo. Nos quedaremos aquí junto al mar por dos semanas para pescar o hacer todo lo que encuentren nuestras manos; mientras tanto, bajo la dirección de Andrés, el primer apóstol elegido, os organizaréis con el fin de proveer todo lo necesario para vuestra obra futura, tanto en el presente ministerio personal como cuando yo subsecuentemente os ordene predicar el evangelio e instruir a los creyentes». Mucho se alegraron con estas palabras; ésta fue la primera sugerencia clara e inequívoca que tuvieron de que Jesús proyectaba en el futuro hacer un esfuerzo público más ambicioso y agresivo y de más vasto alcance.
“Los apóstoles pasaron el resto del día perfeccionando su organización y preparando las barcas y redes para salir a pescar al día siguiente. Todos ellos habían decidido que se dedicarían a la pesca; la mayoría de ellos habían sido pescadores, incluso Jesús era un constructor de barcas y pescador experto. Muchas de las barcas que ellos usaron en esos años habían sido construidas por las propias manos de Jesús. Y eran barcas buenas y seguras.
“Jesús les mandó que pescaran durante dos semanas, añadiendo: «Y luego os convertiréis en pescadores de hombres». Pescaban en tres grupos: Jesús salía con un grupo diferente cada noche. ¡Cuánto disfrutaban todos ellos de la compañía de Jesús! Era buen pescador, camarada alegre y amigo inspirador; cuanto más trabajaban con él, más lo amaban. Mateo dijo un día: «Hay gente, que cuanto más la comprende uno, menos la admira; pero este hombre, aunque le comprendo cada vez menos, lo amo cada vez más».” (1544.3) 138:7.4 [399]
“Jesús les enseñó a predicar el perdón de los pecados mediante la fe en Dios sin penitencia ni sacrificio, y que el Padre celestial ama a todos sus hijos con el mismo amor eterno. Ordenó a sus discípulos que se abstuvieran de discutir:
“1. La obra y el encarcelamiento de Juan el Bautista.
“2. La voz que se oyera cuando su bautismo. Jesús dijo: «Solamente los que oyeron la voz pueden referirse a ésa. Hablad solamente de las cosas que habéis oído de mí; no habléis los rumores».
“3. La conversión del agua en vino en Caná. Jesús les admonestó seriamente, diciendo: «No digáis a ningún hombre nada acerca del agua y el vino».” (1545.3) 138:8.2 [400]
“Antes de los servicios de ordenación, Jesús habló a los doce que estaban sentados a su alrededor: «Hermanos míos, ha llegado esta hora del reino. Os he traído a este lugar apartado, para presentaros al Padre como embajadores del reino. Algunos entre vosotros me habéis oído hablar de este reino en la sinagoga, cuando al principio os llamé. Cada uno de vosotros ha aprendido más sobre el reino del Padre trabajando conmigo en las ciudades próximas al Mar de Galilea. Pero ahora mismo tengo que deciros algo más respecto a este reino.
“«El nuevo reino que mi Padre está a punto de establecer en el corazón de sus hijos terrenales será un dominio eterno. No habrá fin a este gobierno de mi Padre en el corazón de los que desean hacer su voluntad divina. Os declaro que mi Padre no es el Dios de los judíos, ni de los gentiles. Muchos vendrán del este y del oeste para sentarse con nosotros en el reino del Padre, mientras que muchos de los hijos de Abraham se negarán a entrar en esta nueva hermandad del dominio del espíritu del Padre en el corazón de los hijos del hombre.
“«El poder de este reino no consistirá en la fuerza de los ejércitos, ni en el poderío de las riquezas, sino más bien en la gloria del espíritu divino que vendrá a enseñar a las mentes y a gobernar el corazón de los ciudadanos renacidos de este reino celestial, los hijos de Dios. Ésta es la hermandad de amor en la que reina la rectitud, y cuyo grito de batalla será: Paz sobre la tierra y buena voluntad entre todos los hombres. Este reino, que vosotros muy pronto iréis a proclamar, es el deseo de los hombres de buena voluntad de todos los tiempos, la esperanza de la tierra entera y el cumplimiento de las promesas sabias de todos los profetas.
“«Pero para vosotros, hijitos míos, y para todos los otros que os seguirán en este reino, una dura prueba se impone. Sólo la fe os abrirá sus pórticos, pero vosotros deberéis rendir los frutos del espíritu de mi Padre si queréis continuar ascendiendo en la vida progresiva de la comunidad divina. De cierto, de cierto os digo que no entrará en el reino del cielo todo aquel que diga ‘Señor, Señor', sino más bien el que haga la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
“«Vuestro mensaje para el mundo será: buscad en primer término el reino de Dios y su justicia, y una vez que los encontréis, de allí en adelante tendréis de seguro todas las demás cosas esenciales para la supervivencia eterna. Ahora os digo y os aclaro que este reino de mi Padre no se anunciará con muestras exteriores de poder ni con demostraciones indecorosas. No deberéis proclamar el reino diciendo, ‘está aquí’ o ‘está allí', porque este reino del que predicaréis es Dios dentro de vosotros.
“«El que quiera ser grande en el reino de mi Padre será un ministro para todos; y el que quiera ser el primero entre vosotros, dejad que sea el siervo de sus hermanos. Pero cuando hayáis verdaderamente sido recibidos como ciudadanos en el reino celestial, ya no seréis siervos sino hijos, hijos del Dios viviente. Así progresará este reino en el mundo, hasta derribar cada barrera y conducir a todos los hombres al conocimiento de mi Padre y a creer en la verdad salvadora que yo he venido a declarar. Ya, se acerca el reino, y algunos entre vosotros no morirán hasta que hayan visto venir el reino de Dios revestido de gran poder.
“«Lo que vuestros ojos contemplan, este pequeño núcleo inicial de doce hombres comunes, se multiplicará y crecerá hasta que finalmente toda la tierra se colme con alabanzas a mi Padre. Y no será tanto por las palabras que vosotros habléis, sino por la vida que vosotros viváis que los hombres conocerán que habéis estado conmigo y que habéis aprendido sobre realidades del reino. Y aunque no deposito cargas pesadas sobre vuestra mente, estoy a punto de depositar sobre vuestra alma la responsabilidad solemne de representarme en el mundo cuando yo dentro de poco os deje, así como ahora yo represento a mi Padre en esta vida que estoy viviendo en la carne». Y cuando hubo terminado de hablar, se levantó.” (1568.4) 140:1.1 [401]
48. LA ORACIÓN DE LA ORDENACIÓN
“Ahora Jesús les dijo a los doce mortales que acababan de escuchar sus palabras sobre el reino, que se arrodillaran a su alrededor. Luego, el Maestro puso las manos sobre la cabeza de cada uno de los apóstoles, comenzando con Judas Iscariote y terminando con Andrés. Después de bendecirlos, extendió las manos y oró:
“«Padre mío, he aquí que te traigo a estos hombres, mis mensajeros. Entre nuestros hijos en la tierra he elegido a estos doce para que salgan y me representen así como yo vine a representarte. Ámalos y acompáñalos como me has amado y me has acompañado a mí. Ahora pues, Padre mío, otorga sabiduría a estos hombres, mientras yo deposito todos los asuntos del reino venidero en las manos de ellos. Y yo desearía, si es tu voluntad, permanecer en la tierra por un tiempo más para ayudarlos en su labor en pos del reino. Nuevamente, Padre mío, te doy las gracias por estos hombres, y los encomiendo a tu cuidado mientras yo me dedico a terminar el trabajo que tú me has encomendado».” (1569.5) 140:2.1 [402]
49. ACERCA DE SER SABIO E INOFENSIVO
“Jesús les aconsejó que no llevaran consigo ni dinero ni atuendos adicionales, diciendo: «El obrero merece su salario». Y finalmente dijo: «He aquí que os envío como corderos entre los lobos; sed pues tan sabios como serpientes y tan inocuos como palomas. Pero cuidado, porque vuestros enemigos os llevarán ante sus concilios, y en sus sinagogas os castigarán. Ante gobernadores y rectores seréis llevados porque creéis en este evangelio, y vuestro testimonio mismo será testigo de mí ante ellos. Y cuando os lleven a juicio, no os preocupéis de lo que digáis, porque el espíritu de mi Padre vive en vosotros y en tales momentos hablará por vosotros. Algunos entre vosotros seréis ajusticiados, y antes de que establezcáis el reino en la tierra, seréis odiados por muchas gentes por causa de este evangelio; pero no temáis, yo estaré con vosotros, y mi espíritu os precederá en el mundo entero. Y la presencia de mi Padre habitará en vosotros cuando os dirijáis primero a los judíos, luego a los gentiles».” (1584.2) 140:9.3 [403] (Mat 10:16) [404]
50. CONVERTIRSE EN NIÑOS PEQUEÑOS
“Esta misma noche Tomás le preguntó a Jesús: «Maestro, tú dices que debemos llegar a ser como niñitos antes de poder entrar al reino del Padre, y sin embargo nos has advertido que no nos dejemos engañar por falsos profetas ni que nos hagamos culpables de echar nuestras perlas delante de los cerdos. Pues, estoy sinceramente perplejo. No puedo comprender tus enseñanzas». Jesús le replicó a Tomás: «¿Cuánta paciencia habré de tenerte! Siempre insistes en entender literalmente todo lo que yo enseño. Cuando os pedí que lleguéis a ser como niñitos como precio para entrar al reino, no me refería a la facilidad de caer en el engaño, al mero afán de creer, ni tampoco al impulso de confiar en cautivantes extraños. Lo que deseaba que vosotros pudierais entender con esta figura era la relación entre hijo y padre. Tú eres el hijo, y es el reino de tu padre adonde quieres entrar. Está presente ese afecto natural entre todo niño normal y su padre que asegura una relación comprensiva y amante, y que precluye para siempre toda inclinación a regatear para obtener el amor y la misericordia del padre. Y el evangelio que vais a predicar tiene que ver con esta salvación que crece del descubrimiento por la fe de esta misma y eterna relación entre niño y padre».” (1585.2) 140:10.4 [405]
51. LA FILIACIÓN Y EL REINO DE LOS CIELOS
“Cuando Jesús y Mateo terminaron de conversar, Simón el Zelote preguntó: «Pero, Maestro, ¿son todos los hombres hijos de Dios?» Y Jesús contestó: «Sí, Simón, todos los hombres son hijos de Dios, y ésa es la buena nueva que vais a proclamar». Pero los apóstoles no conseguían comprender tal doctrina; era un pronunciamiento nuevo, extraño y sorprendente. Y fue debido a su deseo de inculcarles esta verdad debido al que Jesús enseñó a sus discípulos a tratar a todos los hombres como hermanos.
“En respuesta a una pregunta de Andrés, el Maestro aclaró que la moralidad de su enseñanza era inseparable de la religión de su vivir. Enseñaba la moralidad, no fundándola en la naturaleza del hombre, sino en la relación del hombre con Dios.
“Juan le preguntó a Jesús: «Maestro, ¿qué es el reino de los cielos?» Y Jesús respondió: «El reino del cielo consiste en estas tres cosas esenciales: primero, el reconocimiento del hecho de la soberanía de Dios; segundo, la creencia en la verdad de que sois hijos de Dios; y tercero, la fe en la eficacia del supremo deseo humano de hacer la voluntad de Dios —de ser como Dios. Y ésta es la buena nueva del evangelio: que mediante la fe, todo mortal puede obtener estas cosas esenciales para la salvación».” (1585.5) 140:10.7 [406]
52. PENA POR LA FALTA DE INTERÉS DE SU FAMILIA
“Poco antes de partir, los apóstoles no podían encontrar al Maestro, y Andrés fue a buscarlo. Después de una breve búsqueda, encontró a Jesús sentado en una barca junto a la playa, y estaba llorando. Los doce habían visto a su Maestro apenado muchas veces, y habían contemplado sus breves temporadas de seria preocupación mental, pero ninguno de ellos lo había visto nunca llorar. Andrés estaba un tanto sorprendido al ver al Maestro así afectado en vísperas de su partida hacia Jerusalén y se atrevió a acercarse a Jesús y preguntarle: «Maestro, en este día auspicioso en que estamos a punto de partir hacia Jerusalén para proclamar el reino del Padre, ¿por qué lloras? ¿Quién entre nosotros te ha ofendido?» Y Jesús, volviendo en compañía de Andrés para reunirse con los doce, le respondió: «Nadie entre vosotros me ha causado pena. Estoy triste tan sólo porque nadie de la familia de mi padre José, ha pensado en venir a despedirse.» En esta época, Ruth estaba de visita en la casa de su hermano José en Nazaret. Los demás miembros de su familia se mantenían alejados por orgullo, desilusión, falta de comprensión y pequeños resentimientos, emociones que surgían de sus sentimientos heridos.” (1587.2) 141:0.2 [407]
53. LA LEY DE DIOS Y LA VOLUNTAD DEL PADRE
“La noche antes de partir de Pella, Jesús impartió instrucciones ulteriores a los apóstoles sobre el nuevo reino. Dijo el Maestro: «Se os ha enseñado a esperar el advenimiento del reino de Dios, y ahora yo he venido anunciando que este reino por tanto tiempo esperado está cerca, que en efecto ya está aquí, en nuestro medio. En todo reino debe de haber un rey sentado en su trono que establece las leyes del reino. Por eso habéis desarrollado un concepto del reino del cielo como el gobierno glorificado del pueblo judío sobre todos los pueblos de la tierra, con el Mesías sentado en el trono de David promulgando desde este lugar de milagroso poder las leyes para el mundo entero. Pero, hijos míos, no estáis viendo con los ojos de la fe, ni oyendo con la comprensión del espíritu. Yo os declaro que el reino del cielo es la comprensión y la aceptación del gobierno de Dios en el corazón de los hombres. En verdad hay un Rey en este reino, y ese Rey es mi Padre y vuestro Padre. Somos en verdad sus súbditos fieles, pero la verdad transformadora que en mucho trasciende este hecho es que nosotros somos sus hijos. En mi vida esta verdad se hará manifiesta para todos. Nuestro Padre también está sentado en un trono, pero no un trono hecho por manos humanas. El trono del Infinito es la morada eterna del Padre en el cielo de los cielos; él llena todas las cosas y proclama sus leyes a los universos tras los universos. Y el Padre también gobierna dentro del corazón de sus hijos en la tierra, mediante el espíritu que él ha enviado para que more en el alma de los hombres mortales.
“«Cuando súbditos de este reino, en verdad debéis escuchar la ley del Gobernante Universal; pero cuando, gracias al evangelio del reino que yo he venido para declarar, vosotros descubrís por la fe que sois hijos, de allí en adelante no os consideraréis como criaturas sujetas a la ley de un rey todopoderoso, sino como los hijos privilegiados de un Padre amante y divino. De cierto, de cierto os digo, que cuando la voluntad del Padre es vuestra ley, aún no estáis en el reino. Pero cuando la voluntad del Padre se hace verdaderamente vuestra voluntad, entonces estaréis vosotros en verdad en el reino, porque el reino se ha tornado de esta manera una experiencia establecida en vosotros. Cuando la voluntad de Dios es vuestra ley, sois nobles súbditos esclavos; pero cuando creéis en este nuevo evangelio de filiación divina, la voluntad de mi Padre se hace vuestra voluntad, y seréis elevados a la alta posición de hijos libres de Dios, hijos liberados del reino»." (1588.4) 141:2.1 [408]
“Durante la estadía en Amatus, Jesús pasó mucho tiempo con los apóstoles instruyéndolos sobre el nuevo concepto de Dios; una y otra vez les repitió que Dios es un Padre, y no un contador supremo ocupado principalmente en asentar en los libros los pecados y el mal de sus hijos descarriados en la tierra, la computación de sus maldades, para usarlos luego contra ellos al abrir juicio como justo Juez de toda la creación. Los judíos habían concebido desde hacía mucho tiempo a Dios como el rey de todos, aun como el Padre de la nación, pero nunca antes habían contemplado grandes números de hombres mortales la idea de Dios como Padre amante de cada individuo.
“En respuesta a la pregunta de Tomás: «¿Quién es este Dios del reino?» Jesús replicó: «Dios es tu Padre, y la religión — mi evangelio — no es ni más ni menos que el reconocimiento creyente de la verdad de que tú eres su hijo. Y yo estoy aquí entre vosotros en la carne para iluminar con mi vida y enseñanzas estas dos ideas».” (1590.4) 141:4.1 [409]
55. COMENTARIOS RELACIONADOS CON ESPÍRITUS MALIGNOS
“Por esta época empezó Jesús a enseñar a los doce en forma más completa sobre la misión de ellos de «consolar a los afligidos y ministrar a los enfermos». Mucho les enseñó el Maestro sobre el hombre completo —la unión del cuerpo, la mente y el espíritu para formar al individuo, hombre o mujer. Jesús explicó a sus asociados los tres tipos de aflicción que encontrarían, y luego les explicó cómo deberían ministrar a todos los que sufren las penas de la enfermedad humana. Les enseñó a reconocer:
“1. Las enfermedades de la carne —las aflicciones generalmente consideradas enfermedades físicas.
“2. Las mentes atribuladas —esas aflicciones que no son físicas que posteriormente fueron consideradas como desórdenes y disturbios emocionales y mentales.
“3. Los poseídos por los espíritus malignos.
“Jesús explicó a sus apóstoles en varias ocasiones la naturaleza y algo del origen de estos espíritus malignos, que en aquella época también se llamaban frecuentemente, espíritus impuros. El Maestro bien conocía la diferencia entre ser poseído por los espíritus malignos y la locura, pero los apóstoles no la conocían. Tampoco era posible para Jesús, en vista del conocimiento limitado de ellos sobre la historia primitiva de Urantia, tratar de hacer plenamente comprensible este asunto. Pero muchas veces les dijo, aludiendo a estos espíritus malignos: «No volverán a molestar a los hombres cuando yo haya ascendido a la diestra de mi Padre en el cielo y después de que haya derramado mi espíritu sobre toda la carne, cuando llegue el reino en gran poder y gloria espiritual».” (1590.7) 141:4.4 [410]
“Una de las conferencias nocturnas más pletóricas en Amatus fue la que tuvo que ver con la conversación sobre la unidad espiritual. Santiago Zebedeo había preguntado: «Maestro, ¿cómo podremos aprender a ver las cosas de las misma manera y de ese modo disfrutar de mayor armonía entre nosotros?» Al oír Jesús la pregunta, se sintió tan agitado en su espíritu que inmediatamente replicó: «Santiago, Santiago, ¿cuándo os enseñé que debéis ver las cosas todos vosotros de la misma manera? He venido al mundo para proclamar la libertad espiritual, para que los mortales tengan la fuerza de vivir su vida individual con originalidad y libertad ante Dios. No deseo que se compre la armonía social y la paz fraternal al precio del sacrificio de la personalidad libre y de la originalidad espiritual. Lo que yo os pido, mis apóstoles, es unidad espiritual —y ésa podréis experimentar en el regocijo de vuestra dedicación unida a hacer de todo corazón, la voluntad de mi Padre en el cielo. No hace falta que veáis las cosas de la misma manera ni que las sintáis de la misma manera ni tampoco que penséis de la misma manera para ser iguales espiritualmente. La unidad espiritual deriva de la conciencia de que cada uno de vosotros está habitado, y cada vez más dominado, por el don espiritual del Padre celestial. Vuestra armonía apostólica ha de crecer del hecho de que la esperanza espiritual de cada uno de vosotros es idéntica en origen, naturaleza y destino.
“«Así podréis experimentar una unidad perfeccionada de propósito espiritual y de comprensión espiritual que crecen de la conciencia mutua de la identidad de cada uno de vuestros espíritus Paradisiacos residentes; y podréis disfrutar de esta profunda unidad espiritual dentro de la diversidad extrema de actitudes individuales en cuanto a pensamiento intelectual, sentimiento temperamental y conducta social. Vuestra personalidad bien puede ser encantadoramente distinta y marcadamente variada, y vuestra naturaleza espiritual y los frutos espirituales de la adoración divina y del amor fraternal pueden estar al mismo tiempo tan unificados que todos los que contemplen vuestra vida reconocerán con toda seguridad esta identidad de espíritu y unidad de alma; reconocerán que vosotros habéis estado conmigo y que de esa manera habéis aprendido, y habéis aprendido aceptablemente, cómo hacer la voluntad del Padre en el cielo. Podéis pues lograr la unidad del servicio de Dios, aunque cada uno de vosotros cumpla tal servicio de acuerdo con la técnica de las propias dotes originales de mente, cuerpo y alma.
“«Vuestra unidad de espíritu implica dos cosas, que siempre armonizan en la vida de cada uno de los creyentes: Primero, estáis poseídos por un motivo común de vida de servicio; todos vosotros deseáis por sobre todas las cosas hacer la voluntad del Padre en el cielo. Segundo, todos tenéis un propósito común de existencia; todos os proponéis encontrar al Padre en el cielo, probando así al universo que os habéis tornado como él».” (1591.6) 141:5.1 [411]
“Cuando Simón el Zelote y Jesús estuvieron a solas, Simón le preguntó al Maestro: «¿Por qué no pude yo persuadirle? ¿Por qué tanto se resistió él a mis esfuerzos y tan rápidamente se dispuso a escuchar tus palabras?» Jesús respondió: «Simón, Simón, ¿cuántas veces te he enseñado a abandonar tus esfuerzos por outquitar algo del corazón de los que buscan la salvación? ¿Cuántas veces te he dicho que trabajes solamente para poner algo dentro de estas almas hambrientas? Conduce a los hombres al reino, y las grandes verdades vivientes del reino finalmente disiparán todo error grave. Cuando hayas comunicado al hombre mortal la buena nueva de que Dios es su Padre, podrás persuadirle más fácilmente de que él es, en realidad, un hijo de Dios. Y habiendo hecho eso, habrás traído la luz de la salvación al que está sentado en las tinieblas. Simón, cuando el Hijo del Hombre vino primero a ti, ¿vino acaso denunciando a Moisés y a los profetas y proclamando un camino de vida nuevo y mejor? No. Yo vine, no para eliminar lo que tú habías recibido de tus antepasados, sino para mostrarte la visión perfeccionada de lo que tus padres sólo habían podido vislumbrar en parte. Vete Simón, vete a enseñar y predicar el reino, y cuando veas que un hombre está a salvo y seguro en el reino, recién en ese momento, cuando aquel venga con sus preguntas, impártele la instrucción relacionada con el avance progresivo del alma dentro del reino divino».” (1592.4) 141:6.2 [412]
58. TRES DÍAS CON PEDRO, SANTIAGO Y JUAN
“La segunda semana de su estadía en Betania allende el Jordán, Jesús llevó a Pedro, Santiago y Juan a las colinas del otro lado del río y al sur de Jericó para descansar por tres días. El Maestro enseñó a estos tres muchas verdades nuevas y avanzadas sobre el reino del cielo. Para los fines de esta narración hemos reorganizado y clasificado estas enseñanzas como sigue:
“Jesús se empeñó en aclararles que deseaba que sus discípulos, habiendo probado de las realidades buenas del espíritu del reino, vivieran su vida en tal forma que, al contemplarla los hombres, se tornaran conscientes del reino y fueran conducidos por esa conciencia a preguntar a los creyentes el camino del reino. Todos los seres que de tal manera sinceramente buscan la verdad están siempre felices de oír la buena nueva del don de fe que asegura la entrada al reino con sus realidades espirituales eternas y divinas.
“El Maestro intentó convencer a todos los instructores del evangelio del reino de que su tarea exclusiva consistía en revelar al hombre individual que Dios era su Padre —en conducir a ese hombre individual a la conciencia de su filiación; luego, presentar ese mismo hombre a Dios como su hijo en la fe. Estas dos revelaciones esenciales se cumplen en Jesús. Él fue efectivamente «el camino, la verdad y la vida». La religión de Jesús estaba totalmente basada en el vivir de su vida autootorgadora en la tierra. Cuando Jesús partió de este mundo, no dejó libros, leyes ni otras formas de organización humana que afectaran la vida religiosa del individuo.
“Jesús aclaró que él había venido para establecer relaciones personales y eternas con los hombres, relaciones que para siempre habrían de tomar precedencia sobre toda otra relación humana. Y accentuó que esta íntima hermandad espiritual debía extenderse a todos los hombres de todas las edades y todas las condiciones sociales de todos los pueblos. La única recompensa que ofrecía a sus hijos era: en este mundo — felicidad espiritual y comunión divina; en el mundo siguiente —vida eterna en el progreso de las realidades espirituales divinas del Padre del Paraíso.
“Jesús hacía hincapié sobre las dos verdades que él llamaba de principal importancia en las enseñanzas del reino, y éstas son: el alcanzar la salvación mediante la fe, y la fe por sí sola, asociada con la enseñanza revolucionaria de alcanzar la libertad del hombre, mediante el reconocimiento sincero de la verdad: «conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». Jesús era la verdad hecha manifiesta en la carne, y él prometió enviar su Espíritu de la Verdad al corazón de todos sus hijos después de su retorno al Padre en el cielo.
“El Maestro estaba enseñando a estos apóstoles la esencia de la verdad para una era entera sobre la tierra. Frecuentemente escuchaban ellos sus enseñanzas, aunque en realidad lo que él decía era para inspiración y edificación de otros mundos. Ejemplificaba un plan de vida nuevo y original. Desde el punto de vista humano, era en verdad un judío, pero vivió su vida para todo el mundo como un mortal de la tierra.
“Para asegurar el reconocimiento de su Padre en el desarrollo del plan del reino, Jesús explicó que a propósito había ignorado a los «poderosos de la tierra». Comenzó su trabajo con los pobres, la clase social que había sido desechada por la mayoría de las religiones evolucionarias de los tiempos precedentes. No despreciaba a ningún hombre; su plan era mundial, aun universal. Fue tan osado y tan enfático en estos anuncios que hasta Pedro, Santiago y Juan estuvieron tentados a pensar que tal vez pudiera estar él fuera de sí.
“Trató de impartir suavemente a estos apóstoles la verdad de que había venido en esta misión autootorgadora, no para dar el ejemplo a unas pocas criaturas en la tierra, sino para establecer y demostrar una norma de vida humana para todos los pueblos de todos los mundos de todo su universo. Y esta norma se acercaba a la más alta perfección, aun a la bondad final del Padre universal. Pero los apóstoles no podían comprender el significado de sus palabras.
“Anunció que había venido como instructor, maestro enviado del cielo para presentar la verdad espiritual a la mente material. Y esto fue exactamente lo que hizo. Era instructor, no predicador. Desde el punto de vista humano, Pedro era mucho más eficaz como predicador que Jesús. La predicación de Jesús era tan arrolladora debido a su personalidad singular, no tanto por una irresistible atracción oratoria o emotiva. Jesús hablaba directamente al alma de los hombres. Enseñaba al espíritu del hombre, pero a través de la mente. Vivía con los hombres.
“En esta ocasión Jesús, dio a Pedro, a Santiago y a Juan a entender que su trabajo en la tierra estaba en cierto modo limitado por la encomienda de su «asociado en lo alto», refiriéndose a los consejos de su hermano Paradisiaco, Emanuel, antes del autootorgamiento. Les dijo que el había venido a hacer la voluntad de su Padre y sólo la voluntad de su Padre. Estando pues motivado por una exclusividad de propósito totalmente sincera, no sufría mucha preocupación ni ansiedad por las maldades del mundo.
“Los apóstoles estaban empezando a reconocer la cordialidad sin afectación de Jesús. Aunque era fácil acercarse al Maestro, siempre vivía independientemente de todos los seres humanos y por encima de ellos. No estuvo jamás ni por un momento, dominado por una influencia puramente mortal ni sujeto al frágil juicio humano. No prestó atención alguna a la opinión pública, y las alabanzas no lo afectaban. Pocas veces se detuvo para corregir los malentendidos o resentir una interpretación errónea. Nunca les pidió consejo a los hombres; jamás pidió a nadie que orara.
“Santiago estaba asombrado de cómo Jesús parecía ver el fin desde el principio. El Maestro rara vez parecía sorprenderse. No estaba nunca excitado, enojado o desconcertado. No le pidió nunca disculpas a nadie. A veces estaba triste, pero nunca desalentado.
“Más claramente reconocía Juan que, a pesar de todas sus dotes divinas, después de todo, él era humano. Jesús vivió como un hombre entre los hombres y les comprendió, les amó y conoció como tratar con los hombres. En su vida personal era tan humano y sin embargo, tan sin defecto. Y siempre, tan generoso.” (1593.3) 141:7.2 [413]
“Se encontraba en Jerusalén para asistir a las festividades de la Pascua un tal Jacobo, rico mercader judío proveniente de Creta, que fue a ver a Andrés con la solicitud de reunirse con Jesús en privado. Andrés arregló ese encuentro secreto con Jesús en la casa de Flavio para la tarde del día siguiente. Este hombre no podía comprender las enseñanzas del Maestro, y había venido porque deseaba hacer preguntas más completas sobre el reino de Dios. Jacobo le dijo a Jesús: «Pero, Rabino, Moisés y los profetas de ataño nos dicen que Yahvé es un Dios celoso, un Dios de gran ira e intenso enojo. Los profetas dicen que él odia a los malhechores y que se venga de los que no obedecen su ley. Tú y tus discípulos nos enseñan que Dios es un Padre clemente y compasivo que tanto ama a todos los hombres que les daría la bienvenida en este nuevo reino del cielo, que tú proclamas que se está acercando».
“Cuando Jacobo terminó de hablar, Jesús le contestó: «Jacobo, has expresado bien las enseñanzas de los antiguos profetas que enseñaban a los hijos de su generación de acuerdo con las luces de su época. Nuestro Padre en el Paraíso es inmutable. Pero el concepto de su naturaleza se ha ampliado y ha crecido desde los días de Moisés a través de los tiempos de Amós y aun hasta la generación del profeta Isaías. Ahora pues he venido yo en la carne para revelar el Padre en nueva gloria y para mostrar su amor y misericordia para con todos los hombres de todos los mundos. A medida que el evangelio de este reino se derrame sobre el mundo con su mensaje de felicidad y buena voluntad para todos los hombres, se irán desarrollando mejores relaciones entre las familias de toda las naciones. A medida que pase el tiempo, los padres y sus hijos se amarán más, y así surgirá una mayor comprensión del amor del Padre en el cielo por sus hijos en la tierra. Recuerda, Jacobo, que un padre verdadero y bueno no sólo ama a su familia en su totalidad —como una familia— sino que también ama verdaderamente y cuida afectuosamente de cada miembro individual de la familia».
“Después de una larga conversación sobre el carácter del Padre celestial, Jesús pausó para decir: «Tú, Jacobo, padre de muchos como tú eres, bien conoces la verdad de mis palabras». Y Jacobo dijo: «Pero Maestro, ¿quién te dijo que soy padre de seis hijos? ¿Cómo es que tú sabías esto sobre mí?» Y respondió el Maestro: «Basta con decir que el Padre y el Hijo conocen todas las cosas, porque en verdad lo ven todo. Como tú amas a tus hijos como padre sobre la tierra, así debes ahora aceptar la realidad del amor del Padre celestial hacia ti — no sólo hacia todos los hijos de Abraham, sino hacia ti, tu alma individual».
“Siguió diciendo Jesús: «Cuando tus hijos son muy pequeños e inmaduros, y cuando tú debes castigarlos, es posible que piensen que su padre está enojado y lleno de ira y resentimiento. Su inmadurez no consigue penetrar más allá del castigo para discernir el afecto previsor y correctivo del padre. Pero cuando estos mismos hijos se vuelven hombres y mujeres adultos, ¿no es acaso una locura para ellos mantener estos conceptos previos y erróneos sobre su padre? Como hombres y mujeres ya deberían discernir el amor de su padre en estos castigos tempranos. ¿Acaso no debería la humanidad, a medida que pasan los siglos, llegar a una mejor comprensión de la verdadera naturaleza y carácter amante del Padre en el cielo? ¿Qué habéis ganado de las generaciones sucesivas de esclarecimiento espiritual si persistís en ver a Dios tal como lo veían Moisés y los profetas? Te digo, Jacobo, que bajo la luz brillante de este momento deberías ver al Padre como ninguno de los que han venido antes pudo jamás contemplarle. Y al verlo así, deberías regocijarte de entrar al reino en el que gobierna tan misericordioso Padre, y deberías tratar de que su voluntad de amor domine tu vida de ahora en adelante».
“Y Jacobo contestó: «Rabino, yo creo; deseo que me conduzcas al reino del Padre».” (1597.1) 142:2.1 [414]
60. FLAVIO Y LA CULTURA GRIEGA
“Flavio, el judío griego, era un prosélito del portal, pues no había sido circuncidado ni bautizado, y puesto que mucho amaba lo bello en arte y escultura, la casa que ocupaba durante su estadía en Jerusalén era un hermoso edificio. Esta casa estaba exquisitamente adornada con tesoros invaluables, que él había recogido aquí y allí en sus viajes por el mundo. Cuando se le ocurrió por primera vez invitar a Jesús a su casa, temía que el Maestro pudiese ofenderse a la vista de tantas así llamadas imágenes. Pero Flavio estuvo agradablemente sorprendido cuando Jesús entró a la casa y, en vez de reprocharle el poseer estos objetos supuestamente idólatras esparcidos por toda la casa, manifestó gran interés en la colección entera e hizo muchas preguntas apreciativas sobre cada objeto a medida que Flavio lo acompañaba de cuarto en cuarto, mostrándole sus estatuas favoritas.
“El Maestro vio que su anfitrión estaba sorprendido por su actitud positiva sobre el arte; por consiguiente, cuando terminaron de ver la entera colección, Jesús dijo: «Porque sabes apreciar la belleza de las cosas creadas por mi Padre y hechas por las manos artísticas del hombre, ¿esperas que yo te reproche? Sólo porque Moisés intentó combatir la idolatría y la adoración de los dioses falsos, ¿por qué deben todos los hombres ponerse en contra de la reproducción de la elegancia y de la belleza? Yo te digo, Flavio, que los hijos de Moisés no supieron interpretarlo y ahora crean falsos dioses aun de sus prohibiciones de las imágenes de los objetos del cielo y de la tierra. Pero, aunque Moisés enseñara estas restricciones a la mente en tinieblas de aquellos días, ¿qué tiene eso que ver con esta época, en la que el Padre en el cielo se revela como el Gobernante Espiritual universal por sobre todas las cosas? Flavio, yo declaro que en el reino venidero ya no enseñarán, ‘no adoréis esto y no adoréis aquello'; ya no se preocuparán de instar a que evitéis esto y a que no hagáis aquello, sino más bien, todos se ocuparán de un deber supremo. Y éste deber del hombre está expresado en dos grandes privilegios: adoración sincera del Creador infinito, del Padre del Paraíso, y servicio amante dado a los semejantes. Si amas a tu prójimo como te amas a ti mismo, realmente conocerás que eres hijo de Dios.
“«En una época en que mi Padre no era bien comprendido, Moisés estaba justificado en sus intentos de resistir la idolatría, pero en la era venidera el Padre habrá sido revelado en la vida del Hijo; y esta nueva revelación de Dios hará por siempre innecesario confundir al Padre Creador con los ídolos de piedra o las imágenes de oro y plata. De aquí en adelante los hombres inteligentes podrán disfrutar de los tesoros del arte sin confundir la apreciación material de la belleza con la adoración y servicio del Padre del Paraíso, el Dios de todas las cosas y de todos los seres».” (1600.2) 142:4.1 [415]
“Al ser presentado por Flavio, dijo Nicodemo: «Rabino, sabemos que eres un maestro enviado por Dios, porque ningún mero hombre podría enseñar así a menos que Dios estuviese con él. Y estoy deseoso de conocer más de tus enseñanzas sobre el reino venidero».
“Jesús respondió a Nicodemo: «De cierto, de cierto te digo, Nicodemo, que si un hombre no naciere de lo alto, no puede ver el reino de Dios». Entonces replicó Nicodemo: «Pero, ¿cómo puede un hombre nacer de nuevo cuando ya es viejo? No puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre para nacer».
“Dijo Jesús: «Sin embargo, yo te declaro que, a menos que un hombre naciere del espíritu, no podrá entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es, y lo que nace del espíritu, espíritu es. Pero no debes sorprenderte de que yo haya dicho que debes nacer de lo alto. Cuando sopla el viento, oyes el murmullo de las hojas, pero no ves el viento —de donde viene y adonde va— y así es con todo aquel que nace del espíritu. Con los ojos de la carne puedes contemplar las manifestaciones del espíritu, pero no puedes en verdad discernir el espíritu».
“Replicó Nicodemo: «Pero no comprendo; ¿cómo puede eso ser?» Dijo Jesús: «¿Es posible que tú seas un maestro en Israel y sin embargo ignores todo esto? Se vuelve pues el deber de los que conocen las realidades del espíritu revelar estas cosas a los que disciernen tan sólo las manifestaciones del mundo material. Pero ¿nos creerás a nosotros, si te decimos las verdades celestiales? ¿Tienes tú el coraje, Nicodemo, de creer en el que ha descendido del cielo, aun en el Hijo del Hombre?»
“Y dijo Nicodemo: «Pero ¿cómo podré yo comenzar a captar este espíritu que ha de rehacerme en preparación para entrar al reino?» Respondió Jesús: «El espíritu del Padre en el cielo ya reside en ti. Si te dejas conducir por este espíritu que viene de lo alto, muy pronto comenzarás a ver con los ojos del espíritu. Cuando esto ocurra y tú elijas de todo corazón seguir la dirección del espíritu, nacerás del espíritu, puesto que tu único propósito del vivir será hacer la voluntad de tu Padre que está en el cielo. Al encontrarte nacido del espíritu, y feliz en el reino de Dios, comenzarás a rendir en tu vida diaria los frutos abundantes del espíritu».” (1602.2) 142:6.3 [416] (Juan 3:3-21) [417]
“Por este tiempo se desarrolló entre los apóstoles y sus discípulos asociados inmediatos, un estado de gran tensión nerviosa y emocional. Aún no se habían acostumbrado a convivir y trabajar juntos. Les resultaba cada vez más difícil mantener relaciones armoniosas con los discípulos de Juan. El contacto con los gentiles y samaritanos era una dura tribulación para estos judíos. Más aún, las recientes declaraciones de Jesús habían contribuido a la perturbación de su mente. Andrés estaba casi fuera de sí; ya no sabía qué hacer, y por eso recurrió al Maestro con sus problemas y perplejidades. Cuando Jesús hubo escuchado a su jefe apostólico relatar sus problemas, dijo: «Andrés, no puedes disuadir a la gente de sus incertidumbres cuando han llegado a tal comportamiento y cuando tantas personas con sentimientos tan fuertes están inmiscuidas. No puedo hacer lo que tú me pides —no deseo participar en estas dificultades sociales personales— pero os acompañaré en disfrutar un período de tres días de descanso y esparcimiento. Ve a tus hermanos y anúnciales que iremos todos al Monte Sartaba, donde deseo descansar por uno o dos días.
“«Pero debes dirigirte a cada uno de tus once hermanos en privado, diciéndoles: ‘el Maestro desea que nos apartemos con él por una temporada para descansar y calmarnos. Puesto que todos hemos pasado por un período de desazón espiritual y tensión mental, sugiero que no mencionemos estas tribulaciones y problemas durante estas vacaciones. ¿Puedo confiar en ti para que cooperes conmigo en este asunto?’ Habla pues en privado y personalmente con cada uno de tus hermanos de esta manera». Y Andrés hizo tal como el Maestro le había ordenado.
“Fue ésta una maravillosa ocasión en la experiencia de cada uno de ellos; jamás olvidaron el día que subieron a la montaña. Durante todo el viaje apenas si se mencionó una palabra de sus problemas. Al llegar a la cima de la montaña, Jesús les indicó que se sentaran a su alrededor mientras decía: «Hermanos míos, todos vosotros debéis aprender el valor del descanso y la eficacia del esparcimiento. Debéis daros cuenta de que la mejor manera de solucionar problemas enmarañados consiste en alejarse de ellos por un tiempo. Así, cuando volváis descansados después de un período de esparcimiento o de adoración, podréis atacar vuestros problemas con mente más clara y mano más firme, y desde luego, con el corazón más resuelto. Muchas veces veréis que el problema se ha achicado en tamaño y proporción durante vuestro reposo de la mente y el cuerpo».” (1610.4) 143:3.1 [418]
63. DELEGACIÓN DE PARTE DE JUAN BAUTISTA
“Juan llevaba un año y medio en prisión, y la mayor parte de este tiempo Jesús había trabajado muy silenciosamente; por consiguiente no era extraño que Juan se preguntara qué pasaba con el reino. Los amigos de Juan interrumpieron las enseñanzas de Jesús para decir: «Juan el Bautista nos envía a que te preguntemos —¿eres de veras el Liberador, o hemos de buscar a otro?»
“Jesús hizo una pausa para decir a los amigos de Juan: «Volved y decid a Juan que él no ha sido olvidado. Decidle lo que habéis visto y oído, que se predican buenas nuevas a los pobres». Tras hablar con los mensajeros de Juan, Jesús se volvió nuevamente hacia la multitud y dijo: «No penséis que Juan duda acerca del evangelio del reino. Pregunta tan sólo para reconfortar a sus discípulos, que son también mis discípulos. No es que Juan sea débil. Dejadme preguntaros, a vosotros que habéis escuchado a Juan predicar, antes de que Herodes lo encarcelara: qué contemplasteis en Juan —¿una rama sacudida por el viento? ¿Un hombre caprichoso, en vestimenta suave? En general, quienes viven con ricas vestiduras y entre lujos están en las cortes de los reyes y en las mansiones de los ricos. Pero ¿qué visteis cuando contemplabais a Juan? ¿Un profeta? Sí, yo os digo, y mucho más que un profeta. De Juan estaba escrito: ‘He aquí, yo envío a mi mensajero; él preparará el camino delante de ti'».
“«De cierto, de cierto os digo, que entre los nacidos de mujer no hay nadie más grande que Juan el Bautista; sin embargo el más insignificante en el reino del cielo es más grande porque ha nacido del espíritu y sabe que se ha convertido en hijo de Dios».” (1626.7) 144:8.2 [419]
“Esa tarde Jesús continuó enseñando: «¿Con quién pues compararé esta generación? Muchos de entre vosotros no queréis recibir el mensaje de Juan ni mis enseñanzas. Sois como chiquillos que juegan en la plaza y se gritan unos a otros diciendo: ‘os hemos tocado la flauta y no habéis bailado; hemos gemido y no habéis llorado'. Así pues sois, algunos entre vosotros. Vino Juan que no comía ni bebía, y ellos dijeron que tenía al demonio. Vino el Hijo del Hombre que come y bebe, y esta misma gente dicen: ‘¡He aquí un comilón y un bebedor de vino, amigo de publicanos y pecadores!’ En verdad la sabiduría la justifican sus hijos.
“«Parecería que el Padre en el cielo hubiese ocultado de los sabios y orgullosos algunas de estas verdades, revelándoselas en cambio a los chiquillos. Pero el Padre hace todas las cosas bien; el Padre se revela al universo con métodos de su propia elección. Venid pues todos vosotros que laboráis y lleváis pesadas cargas y encontraréis descanso para vuestras almas. Aceptad el yugo divino, y experimentaréis la paz de Dios, que está más allá de toda comprensión».” (1627.4) 144:8.7 [420] (Mat 11:2-30 [381]; Lucas 7:18-35) [421]
“Cuando terminó Jesús de enseñar a las gentes, dijo a David: «Como hubisteis de interrumpir vuestro trabajo para acudir en mi ayuda, dejadme ahora trabajar con vosotros. Vamos a pescar. Vayamos allí, donde las aguas son profundas, y arrojad las redes». Pero Simón, uno de los ayudantes de David, respondió: «Maestro, no vale la pena. Trabajamos toda la noche, y nada pescamos. Sin embargo, si es tu voluntad, iremos a donde es hondo y arrojaremos las redes». Simón estuvo dispuesto a seguir las instrucciones de Jesús porque su amo David así se lo indicó con un gesto. Cuando llegaron al sitio señalado por Jesús, arrojaron las redes y juntaron tal cantidad de peces que temían que se rompieran las redes, tanto que llamaron a sus asociados que estaban en la costa para que vinieran a ayudarlos. Cuando hubieron cargado las tres barcas de tal cantidad de peces que estaban a punto de hundirse, este Simón se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Apártate de mí, Maestro, porque soy un pecador». Simón y todos los demás estaban asombrados por la abundancia de peces. Desde ese día, David Zebedeo, este Simón y sus asociados abandonaron sus redes y siguieron a Jesús.
“Pero no había sido ésta en ningún sentido una pesca milagrosa. Jesús era un observador atento de la naturaleza; era, a la vez, un pescador experto y conocía los hábitos de los peces en el Mar de Galilea. En esta ocasión, se limitó a señalar a estos hombres el sitio al que generalmente convergían los peces a esa hora del día. Pero los seguidores de Jesús siempre lo consideraban un milagro.” (1628.5) 145:1.2 [422] (Mat 4:18-22 [423]; (Mar 1:16-20) [424]
65. LA RELIGIÓN COMO EXPERIENCIA PERSONAL
“Jesús predicó este sermón para aclarar el hecho de que la religión es una experiencia personal. Entre otras cosas dijo el Maestro:
“«Bien sabéis que aunque un padre de corazón tierno ama a su familia en su totalidad, los considera así en grupo, debido a su poderoso afecto por cada uno de los individuos que forman esa familia. Ya no tienes que acercarte al Padre en el cielo como hijo de Israel, sino como hijo de Dios. Como grupo, sois efectivamente los hijos de Israel, pero como individuos, cada uno de vosotros es hijo de Dios. Yo he venido, no para revelar el Padre a los hijos de Israel, sino más bien para traer este conocimiento de Dios y la revelación de su amor y misericordia al creyente individual, como una genuina experiencia personal. Todos los profetas os han enseñado que Yahvé ama a su pueblo, que Dios ama a Israel. Pero yo he venido entre vosotros para proclamar una verdad aun más grande, una verdad que muchos de los últimos profetas también alcanzaron a comprender, o sea, que Dios os ama —a cada uno de vosotros— como individuos. Durante todas estas generaciones habéis vosotros tenido una religión nacional o racial; yo he venido ahora para daros una religión personal.
“«Pero aun ésta no es una idea nueva. Muchos de entre vosotros con sensibilidad espiritual han conocido esta verdad, en la medida en que algunos de los profetas así os han instruido. Acaso no habéis leído en las Escrituras que dice el profeta Jeremías: ‘En aquellos días no dirán más: los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera. Cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera. He aquí que vienen días en los cuales haré nuevo pacto con mi pueblo, no como el pacto que hice con sus padres el día que los sacé de la tierra de Egipto, sino que será el pacto según el nuevo camino. Escribiré aun mi ley en su corazón. Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. En aquello día no dirán, un hombre a su vecino: ¿conoces al Señor? ¡No!, porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande'.”
“«¿Acaso no habéis leído estas promesas? ¿Acaso no creéis en las Escrituras? ¿Acaso no comprendéis que las palabras del profeta se cumplen en lo que contempláis en este día? ¿Acaso no os exhortó Jeremías a que hicierais la religión en un asunto del corazón, a que os relacionarais con Dios como individuos? ¿Acaso no os dijo el profeta que Dios del cielo escudriña cada corazón individual? ¿No se os advirtió que el corazón humano por naturaleza es engañoso más que todas las cosas y muchas veces desesperadamente perverso?
“«¿Acaso no habéis leído también donde Ezequiel enseñó a vuestros padres que la religión debe llegar a ser realidad en vuestra experiencia individual? Ya no usaréis el proverbio que dice: ‘los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera'. ‘Así como yo vivo', dice el Señor Dios, ‘He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo. Sólo el alma que peca morirá'. Y luego, Ezequiel llegó a predecir este día cuando habló en nombre de Dios diciendo: ‘También os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros'.”
“«Ya no temáis que Dios castigue una nación por el pecado de un individuo; tam-poco castigará el Padre en el cielo a uno de sus hijos creyentes por los pecados de una nación, a pesar de que cada integrante de una familia sufra a menudo las consecuencias materiales de los errores de la familia y de las transgresiones del grupo. ¿Acaso no os dais cuenta de que la esperanza de una nación mejor —o de un mundo mejor— está vinculada con el progreso y esclarecimiento del individuo?»” (1629.4) 145:2.3 [425]
66. COMENTARIOS SOBRE LA CURACIÓN AL ATARDECER
“Mientras tanto, temprano por la mañana del domingo, otras multitudes de almas afligidas y muchos curiosos empezaron a congregarse alrededor de la casa de Zebedeo. Clamaban que querían ver a Jesús. Andrés y los apóstoles estaban tan perplejos que, mientras Simón el Zelote hablaba a la asamblea, Andrés, con varios de sus asociados, fue a buscar a Jesús. Cuando Andrés hubo ubicado a Jesús en compañía de los tres, dijo: «Maestro, ¿por qué nos dejas solos con la multitud? He aquí que todos los hombres te buscan; nunca antes tantos han buscado tus enseñanzas. Aun en este momento la casa está rodeada de los que han venido de lejos y de cerca por tus obras poderosas. ¿Es que no vas a volver con nosotros para ministrar a ellos?»
“Cuando Jesús escuchó esto, contestó: «Andrés, ¿acaso no te enseñé a ti y a estos otros que mi misión en la tierra es la revelación del Padre, y mi mensaje, la proclamación del reino del cielo? ¿Cómo puede ser pues que quieras que yo me desvíe de mi misión para gratificar a los curiosos y para satisfacer a los que buscan signos y portentos? ¿Acaso no hemos estado entre estas gentes durante todos estos meses? ¿Acaso han venido ellos antes en multitudes para escuchar la buena nueva del reino? ¿Por qué vienen ahora a importunarnos? ¿No buscan acaso curar su cuerpo físico en vez de regocijarse porque han recibido la verdad espiritual para la salvación de su alma? Cuando los hombres son atraídos a nosotros por manifestaciones extraordinarias, muchos de ellos vienen buscando, no la verdad y la salvación, sino más bien la curación de sus dolencias físicas y la redención de sus dificultades materiales.
“«Durante todo este tiempo estuve en Capernaum, y tanto en la sinagoga como junto al mar he proclamado la buena nueva del reino a todos los que tenían oídos para escuchar y corazón para recibir la verdad. No es la voluntad de mi Padre que vuelva contigo para ocuparme de estos curiosos ni que me dedique al ministerio de las cosas materiales con exclusión de las espirituales. Os he ordenado para que prediquéis el evangelio y para que ministréis a los enfermos, pero no debo dedicar todos mis esfuerzos a sanar cuerpos, en vez de enseñar la verdad. No, Andrés, no voy a volver contigo. Vete y dile a la gente que crean en lo que les hemos enseñado y que se regocijen en la libertad de los hijos de Dios, y prepara las cosas para nuestra partida a las otras ciudades de Galilea, donde ya ha sido preparado el camino para la predicación de la buena nueva del reino. Con este propósito vine yo del Padre. Vete pues, y prepara nuestra partida inmediata, y yo aguardaré aquí tu retorno».” (1635.4) 145:5.5 [426] (Mar 1:21-34 [427]; Lucas 4:31-41) [428]
67. CONVERSACIÓN DE LA SEGURIDAD DIVINA
“La segunda noche en Ramá, Tomás hizo a Jesús esta pregunta: «Maestro ¿cómo puede un nuevo creyente de tus enseñanzas realmente saber, estar realmente seguro, sobre la verdad de este evangelio del reino?»
“Le dijo Jesús a Tomás: «Tu seguridad de haber entrado en la familia del reino del Padre y de sobrevivir eternamente con los hijos del reino, es plenamente un asunto de experiencia personal —la fe en la palabra de la verdad. La seguridad espiritual equivale a tu experiencia religiosa personal en las realidades eternas de la verdad divina, y es de otra manera igual a tu comprensión inteligente de las realidades de la verdad más tu fe espiritual y menos tus dudas honestas.
“«El Hijo está por naturaleza dotado de la vida del Padre. Puesto que estáis dotados del espíritu viviente del Padre, sois hijos de Dios. Sobrevivís a vuestra vida en el mundo material de la carne, porque estáis identificados con el espíritu viviente del Padre, el don de la vida eterna. Muchos, en verdad, ya tenían esta vida antes de que yo viniera del Padre, y muchos más recibieron este espíritu porque creyeron en mis palabras; pero yo os declaro que, cuando vuelva al Padre, él enviará su espíritu al corazón de todos los hombres.
“«Aunque no podéis observar la obra del espíritu divino en vuestra mente, existe un método práctico que os permite determinar hasta qué punto habéis puesto el control de los poderes de vuestra alma al servicio de las enseñanzas y dirección de este espíritu residente del Padre celestial, y ése es: la magnitud de vuestro amor al prójimo. Este espíritu del Padre comparte el amor del Padre, y a medida que va dominando al hombre, lo conduce infaliblemente en la dirección de la adoración divina y del amor y respeto por los semejantes. Al principio, creéis que sois hijos de Dios porque mis enseñanzas os permiten apercibiros de la presencia guiadora de nuestro Padre en vuestro corazón; pero pronto se derramará sobre toda la carne el Espíritu de la Verdad, y vivirá entre los hombres y les enseñará, así como yo ahora vivo entre vosotros y os hablo las palabras de la verdad. Y este Espíritu de la Verdad, que habla por las dotes espirituales de vuestra alma, os ayudará a conocer que sois los hijos de Dios. Prestará testimonio infalible mediante la presencia residente del Padre, vuestro espíritu, que para entonces residirá en todos los hombres así como ahora reside en algunos, diciéndoos que sois en realidad hijos de Dios.
“«Todo hijo terrenal que siga la dirección de este espíritu finalmente conocerá la voluntad de Dios, y el que se someta a la voluntad de mi Padre, vivirá para siempre. No se os ha aclarado el camino que conduce de la vida terrestre al estado eterno, pero hay un camino, siempre lo ha habido, y yo he venido para hacer nuevo y vivo ese camino. El que entra en el reino ya tiene vida eterna —jamás perecerá. Pero mucho de esto comprenderéis mejor cuando haya regresado a mi Padre y podáis visualizar vuestras experiencias corrientes retrospectivamente».” (1641.5) 146:3.3 [429]
68. OBSERVACIONES SOBRE ESPIRITUALIZACIÓN
“Jesús explicó además a sus apóstoles que los espíritus de los seres humanos muertos no vuelven a su mundo original para comunicarse con sus semejantes vivos. Sólo después de haber pasado una época dispensacional, podría el espíritu en progreso de un hombre mortal volver a la tierra, y aun entonces, sólo en casos excepcionales y como parte de la administración espiritual del planeta.
“Después de descansar dos días, Jesús dijo a sus apóstoles: «Mañana volvemos a Capernaum para estar allí y enseñar mientras se tranquiliza la campiña. Allí en mi tierra ya se habrán recobrado un poco de tanto frenesí».”(1646.3) 146:7.2 [430]
“En la tarde de este mismo sábado, en Betania, mientras Jesús, los doce y un grupo de creyentes estaban reunidos alrededor del fuego en el jardín de Lázaro, Natanael hizo a Jesús la siguiente pregunta: «Maestro, aunque nos enseñas la versión positiva de la vieja regla de la vida, instruyéndonos que debemos hacer para los demás lo que quisiéramos que ellos hicieran para nosotros, no discierno plenamente de qué manera podremos cumplir siempre con este mandato. Permíteme ilustrar mi pensamiento citando el ejemplo de un hombre lujurioso que de este modo contempla con protervas intenciones a su futura consorte en el pecado. ¿Cómo podremos enseñar que este hombre de malas intenciones debe hacer para los demás lo que quisiera que hiciesen para él?»
“Cuando Jesús escuchó la pregunta de Natanael, inmediatamente se puso de pie y, señalando al apóstol con el dedo, dijo: «¡Natanael, Natanael! ¿Qué razonamiento es ése que alberga tu corazón? ¿Acaso no recibes tú mis enseñanzas como un ser nacido del espíritu? ¿Acaso no escucháis la verdad como hombres sabios y con comprensión espiritual? Cuando os advertí que debéis hacer para con los demás como queréis que hagan ellos para vosotros, me dirigía a hombres de ideales elevados, y no a los que podrían caer en la tentación de distorsionar mis enseñanzas, convirtiéndolas en una licencia para actuar en el mal».
“Cuando hubo hablado el Maestro, Natanael se levantó y dijo: «Pero, Maestro, no debes tú pensar que yo apruebe semejante interpretación de tus enseñanzas. Hice esta pregunta porque me imagino que muchos de estos hombres podrían interpretar erróneamente tus admoniciones, y esperaba que pudieras darnos más instrucción sobre estos asuntos». Cuando Natanael se hubo sentado, Jesús continuó hablando: «Bien sé yo, Natanael, que tu mente no aprueba tal idea de maldad, pero me desalienta el hecho de que ninguno entre vosotros interprete en forma genuinamente espiritual la mayor parte de mis enseñanzas comunes, instrucciones que debo impartir a vosotros en el lenguaje humano y como los hombres deben hablar sobre estos asuntos. Ahora os enseñaré sobre los diversos niveles de significado que se relacionan con la interpretación de esta regla del vivir, esta admonición de ‘hacer para los demás así como vosotros deseáis que los demás hagan para vosotros':
“‘1. El nivel de la carne. Tal interpretación puramente egoísta y lujuriosa está bien ejemplificada por la suposición de la pregunta de Natanael.
“‘2. El nivel de los sentimientos. Este plano está un nivel más alto que el de la carne e implica que la comprensión y la piedad elevarían la interpretación personal de esta regla del vivir.
“‘3. El nivel de la mente. En este nivel entran en acción el razonamiento de la mente y la inteligencia de la experiencia. El buen juicio dicta que esta regla del vivir se interprete de acuerdo con el más alto idealismo integrado en la nobleza del respeto profundo por sí mismo.
“‘4. El nivel del amor fraternal. Aún más alto se descubre el nivel de la devoción generosa al bienestar del prójimo. En este plano más elevado de servicio social sincero que crece de la conciencia de la paternidad de Dios y del consiguiente reconocimiento de la fraternidad del hombre, se descubre una interpretación nueva y mucho más hermosa de esta regla básica de la vida.
“‘5. El nivel moral. Y cuando lleguéis a verdaderos niveles filosóficos de interpretación; cuando tengáis verdadero discernimiento de la rectitud y el error en las cosas, cuando percibáis la idoneidad eterna de las relaciones humanas, comenzaréis a visualizar tal problema de interpretación imaginándoos como visualizaría e interpretaría una tercera persona de mente elevada, idealista, sabia e imparcial, ese concepto aplicado a vuestros problemas personales de adaptación a las situaciones de vuestra vida.
“‘6. El nivel espiritual. Por último llegamos al nivel más elevado de todos, el del discernimiento del espíritu y de la interpretación espiritual que nos impulsa a reconocer en esta regla de vida el mandato divino de tratar a todos los hombres así como concebimos que Dios los trataría. Ése es el ideal del universo en cuenta a las relaciones humanas. Ésta es pues vuestra actitud frente a todos estos problemas cuando vuestro deseo supremo es hacer por siempre la voluntad del Padre. Deseo por ello que hagáis para todos los hombres lo que sabéis que yo haría en circunstancias semejantes».” (1650.2) 147:4.1 [431]
70. LA MUJER QUE UNGIÓ LOS PIES DE JESÚS
“En esta ocasión en la casa de Simón, entre los que habían venido de la calle había una mujer de mala reputación que recientemente se había vuelto creyente de la buena nueva del evangelio del reino. Esta mujer era bien conocida en todo Jerusalén como la ex dueña de uno de los burdeles considerados de alta categoría, ubicado junto al patio de los gentiles del templo. Al aceptar las enseñanzas de Jesús, ella cerró su abominable negocio, e indujo a la mayoría de las mujeres con ella asociadas a que aceptaran el evangelio y cambiaran su forma de vida; a pesar de esto, los fariseos seguían despreciándola y estaba obligada a llevar el pelo suelto —insignia de la prostitución. Esta mujer anónima había traído una gran vasija de loción perfumada para ungir y, parada detrás del sofá de Jesús mientras éste se reclinaba para comer, comenzó a ungirle los pies mojándoselos al mismo tiempo con sus lágrimas de gratitud, y secándolos con su cabello. Cuando hubo terminado de ungir siguió llorando y besándole los pies.
“Cuando vio esto Simón, se dijo para sus adentros: «Si este hombre fuera un profeta, se habría dado cuenta de quién es esta mujer y de qué tipo de persona es quien así lo toca; que es una pecadora de mala fama». Y Jesús, sabiendo lo que pasaba por la mente de Simón, habló diciendo: «Simón, hay algo que me gustaría decirte». Simón respondió: «Maestro, dime». Entonces dijo Jesús: «Cierto prestamista rico tenía dos deudores. Uno le debía quinientos denarios y otro le debía cincuenta. Ahora bien, como ninguno de los dos tenía con qué pagar, les perdonó a los dos. ¿Quién crees tú, Simón, que le amaría más?» Simón respondió: «Supongo que aquel a quien se le perdonó más». Y Jesús dijo: «Has juzgado bien», y señalando a la mujer, continuó: «Simón, mira bien a esta mujer. Yo entré a tu casa como invitado, sin embargo no me diste agua para los pies. Esta mujer agradecida me ha lavado los pies con lágrimas y me los ha secado con su propio cabello. Tú no me diste un beso de bienvenida, pero esta mujer, desde que entró, no ha cesado de besarme los pies. Tú no me has ungido la cabeza con aceite, pero ella ungió mis pies con lociones preciosas. ¿Cuál es el significado de todo esto? Simplemente que sus muchos pecados han sido perdonados, y esto la ha llevado a amar tanto. Pero los que no han recibido sino poco perdón a veces no aman sino poco». Y volviéndose hacia la mujer, la tomó de la mano, y levantándola, dijo: «De veras, te has arrepentido de tus pecados, y se te han perdonado. No te desalientes por la actitud dura e incomprensiva de tus semejantes; vete en la dicha y la libertad del reino del cielo».
“Cuando Simón y sus amigos sentados a la mesa con él escucharon estas palabras, estuvieron aún más sorprendidos, y empezaron a susurrar entre ellos: «¿Quién es este hombre que se atreve así a perdonar pecados?» Y cuando Jesús les escuchó murmurar así, se volvió para despedir a la mujer, diciendo: «Mujer, vete en paz; tu fe te ha salvado».
“Cuando Jesús se levantó con sus amigos para irse, se volvió hacia Simón y dijo: «Conozco tu corazón, Simón, y cómo está dividido entre la fe y la incertidumbre, cómo estás atribulado por el temor y confundido por el orgullo; pero yo oro por ti para que puedas darle entrada a la luz y puedas experimentar en tu paso por la vida transformaciones de mente y espíritu tan grandes que puedan ser comparables a los extraordinarios cambios que el evangelio del reino ya ha producido en el corazón de la que viniera aquí sin ser invitada ni bienvenida. Os declaro a todos que el Padre ha abierto las puertas del reino celestial a todos los que tengan la fe necesaria para entrar, y ningún hombre y ningún grupo de hombres podrá cerrar esas puertas ni siquiera al alma más humilde ni al pecador supuestamente más flagrante de la tierra si esa persona busca sinceramente entrar». Y Jesús, con Pedro, Santiago y Juan, se despidieron de su anfitrión y fueron a reunirse con el resto de los apóstoles en el campamento del jardín de Getsemaní.
“Esa misma noche Jesús dio a los apóstoles el inolvidable discurso sobre el valor relativo del estado ante Dios y el progreso en la ascensión eterna al Paraíso. Dijo Jesús: «Hijitos míos, si existe una conexión verdadera y viviente entre el hijo y el Padre, con certeza el hijo progresará continuamente hacia los ideales del Padre. Es verdad que el hijo podrá al principio progresar lentamente, pero ese progreso sin embargo será seguro. Lo importante no es la rapidez de vuestro progreso sino su seguridad. Vuestro logro real no es tan importante como el hecho de que la dirección de vuestro progreso es hacia Dios. Lo que lleguéis a ser día tras día es infinitamente más importante que lo que sois hoy.
“«Esta mujer transformada que algunos de vosotros visteis en la casa de Simón hoy, está, en este momento, viviendo en un nivel vastamente inferior al de Simón y al de sus asociados bien intencionados; pero mientras estos fariseos están ocupados con el falso progreso en la ilusión de traspasar los círculos engañosos de los servicios ceremoniales sin sentido, esta mujer ha comenzado, con gran honestidad, la larga y pletórica búsqueda de Dios, y su camino hacia el cielo no está obstruido por el orgullo espiritual ni por la autosatisfacción moral. Esta mujer está, hablando desde un punto de vista humano, mucho más lejos de Dios que Simón, pero su alma está en movimiento progresivo; está encaminada hacia un objetivo eterno. Hay en esta mujer extraordinarias posibilidades espirituales para el futuro. Algunos entre vosotros podréis no estar en niveles reales de alma y espíritu particularmente elevados, pero estáis progresando diariamente en el camino vivo que se os ha abierto, a través de la fe, en dirección a Dios. Existen enormes posibilidades en cada uno de vosotros para el futuro. Es mucho mejor tener una fe pequeña pero viva y en crecimiento que poseer un gran intelecto con sus ramas muertas de sabiduría mundana y de descreimiento espiritual».
“Pero Jesús puso en guardia a sus apóstoles contra la tontería del hijo de Dios que cree poder aprovecharse del amor del Padre. Declaró que el Padre celestial no es un padre tontamente indulgente, condescendiente y débil, siempre listo a condonar el pecado y perdonar la imprudencia. Advirtió a sus oyentes que no aplicaran erróneamente sus descripciones explicativas de la relación entre el padre y el hijo; que no interpretaran a Dios como uno de esos padres excesivamente condescendientes y poco sabios que conspiran con los tontos de la tierra para ocultar la ruina moral de sus hijos imprudentes, y que de esta manera en forma cierta y directa contribuyen a la delincuencia y a la desmoralización temprana de sus propios vástagos. Dijo Jesús: «Mi Padre no condona indulgentemente esos actos y prácticas de sus hijos que son autodestructivos y suicidas para todo crecimiento moral y progreso espiritual. Esas prácticas pecaminosas son una abominación ante los ojos de Dios».” (1651.7) 147:5.3 [432] (Lucas 7:36-50) [433]
71. LOS ESPÍAS Y SEPARAR EL GRANO
“Pero no tuvieron que esperar mucho los espías para tener una oportunidad de acusar a Jesús y a sus asociados de desobedecer la ley del sábado. A medida que el grupo pasaba a lo largo de un camino angosto, el trigo ondeante, que en esa época estaba madurando, estaba al alcance de la mano a ambos lados, y algunos de los apóstoles, como tenían hambre, arrancaron el grano maduro y se lo comieron. Era costumbre de los viajeros servirse grano al pasar por el camino, y por consiguiente nadie pensó que hubiera nada malo en esta conducta. Pero los espías tomaron esto como pretexto para atacar a Jesús. Cuando vieron que Andrés machacaba el grano entre las manos, se le acercaron y dijeron: «¿Acaso no sabes que es ilegal arrancar grano y machacarlo el sábado?» Andrés respondió: «Pero tenemos hambre y sólo machacamos la cantidad suficiente para nuestras necesidades; y ¿desde cuándo es pecado comer grano el sábado?» Pero los fariseos contestaron: «No es pecado comer, pero desobedecéis la ley al arrancar y machacar el grano entre las manos; vuestro Maestro seguramente no aprobaría tales acciones». Entonces dijo Andrés: «Pero si no es pecado comer el grano, seguramente machacarlo entre las manos no puede ser más trabajo que masticarlo, cosa que vosotros permitís; ¿por qué hacer semejante montaña de un grano de arena?» Al sugerir Andrés que eran sofistas, ellos se indignaron y regresando rápidamente hasta donde iba caminando Jesús en conversación con Mateo, y protestaron, diciendo: «He aquí, Maestro, que tus apóstoles hacen lo que está prohibido el día sábado; arrancan, machacan y comen el grano. Estamos seguros de que tú les mandarás que no lo hagan». Entonces dijo Jesús a los acusadores: «Sois en verdad celosos protectores de la ley, y hacéis bien en recordar el sábado para santificarlo; pero ¿acaso no leísteis en las Escrituras que cierto día, cuando David tenía hambre, él y los que con él estaban entraron a la casa de Dios y se comieron el pan de la proposicion, que estaba prohibido para todos excepto los sacerdotes? Y David también dio este pan a los que estaban con él; y ¿acaso no habéis leído en nuestra ley que es legal hacer muchas cosas necesarias el sábado? y ¿acaso no os veré yo antes de que termine el día, comer lo que habéis traído para vuestras necesidades de hoy? Buenos hombres, hacéis bien en defender celosamente el sábado, pero haríais mejor en guardar la salud y el bienestar de vuestros semejantes. Os declaro que el sábado fue hecho para el hombre y no el hombre para el sábado. Y si estáis aquí entre nosotros para vigilar mis palabras, proclamaré abiertamente que el Hijo del Hombre es también amo del sábado»” (1654.3) 147:6.4 [434] ((Mat 12:1-8 [435]; Mar 2:23-28 [436]; Lucas 6:1-5) [437]
“El martes por la tarde Jesús estaba conduciendo una de sus clases habituales de preguntas y respuestas cuando el líder del grupo de seis espías le dijo: «Hoy estaba hablando con uno de los discípulos de Juan que está aquí asistiendo a tu enseñanza, y no podíamos entender por qué nunca mandas a tus discípulos a que ayunen y oren tal como nosotros los fariseos ayunamos y tal como Juan mandó a sus seguidores». Y Jesús, refiriéndose a una declaración de Juan, respondió a este preguntador: «¿Acaso ayunan los hijos de la cámara nupcial cuando el novio está con ellos? Mientras el novio permanece con ellos, no pueden ayunar. Pero se acerca la hora en que el novio será llevado de allí, y entonces los hijos de la cámara nupcial indudablemente ayunarán y orarán. Orar es natural para los hijos de la luz, pero ayunar no es parte del evangelio del reino del cielo. Recordad que el sastre sabio no cose un trozo de tela nueva y sin encoger sobre una túnica vieja, porque, cuando se moja, podría encoger y producir un defecto aun más grave. Tampoco ponen los hombres vino nuevo en odres viejas, para que el vino nuevo no rompa las odres destruyendo así tanto el vino como las odres. El hombre sabio pone el vino nuevo en odres nuevas. Por eso mis discípulos demuestran sabiduría al no traer muchas cosas del viejo orden a la nueva enseñanza del evangelio del reino. Vosotros que habéis perdido a vuestro maestro podéis tener justificación en ayunar por un tiempo. Ayunar puede ser una parte apropiada de la ley de Moisés, pero en el reino venidero los hijos de Dios se liberarán del temor y se regocijarán en el espíritu divino». Y cuando escucharon estas palabras, los discípulos de Juan se consolaron mientras que los fariseos mismos estuvieron aun más confundidos.
“A continuación el Maestro advirtió a sus oyentes que esto no significaba que todas las viejas enseñanzas debían ser reemplazadas completamente por nuevas doctrinas. Dijo Jesús: «Lo que es viejo y también verdadero debe quedar. Del mismo modo, lo que es nuevo pero falso debe ser rechazado. Pero lo que es nuevo y también verdadero, tened la fe y la valentía de aceptarlo. Recordad que está escrito: ‘No abandonéis a un viejo amigo, porque el nuevo no se le compara. Como el vino nuevo, así es el amigo nuevo; si envejece, lo beberéis con regocijo'».” (1655.4) 147:7.2 [438] Mat 9:14-17 [439]; Mar 2:18-22 [440]; Lucas 5:33-39) [441]
73. EL FESTÍN DE LA BONDAD ESPIRITUAL
“Esa noche, mucho después de que se hubieron retirado los oyentes habituales, Jesús continuó enseñando a sus apóstoles. Comenzó esta lección especial citando al profeta Isaías:
“«‘¿Por qué habéis ayunado? ¿Por qué razón afligís vuestras almas mientras seguís encontrando placer en la opresión y regocijo en la injusticia? He aquí, que ayunáis por amor a la contienda y a la disputa y para golpear con el puño de la maldad. Pero no ayunaréis de esta manera para que vuestras voces sean oídas en lo alto.
“«‘¿Es éste el ayuno que yo he elegido —un día para que un hombre aflija su alma? ¿Es para que baje la cabeza como un junco, para que se humille vestido de saco y cenizas? ¿Os atreveréis a decir que éste es un ayuno y un día aceptable a los ojos del Señor? ¿Acaso no es éste el ayuno que yo elegiría: soltar las cadenas de la maldad, deshacer los nudos de las cargas pesadas, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo? ¿No es acaso compartir mi pan con el hambriento y traer bajo mi techo a los que no tienen casa y son pobres? Y cuando vea a los desnudos, los vestiré.
“«‘Entonces vuestra luz brillará como la mañana y vuestro bienestar no tendrá límites. Vuestra rectitud os precederá mientras que la gloria del Señor será vuestra retaguardia. Entonces invocaréis al Señor, y él os responderá; clamaréis, y dirá él — Heme aquí. Y todo esto él hará si os negáis a la opresión, a la condenación y a la vanidad. El Padre desea que ofrezcáis vuestro corazón a los hambrientos, que administréis a las almas afligidas; entonces vuestra luz brillará en la obscuridad; y aun vuestra obscuridad será como el mediodía. Entonces el Señor os guiará continuamente, satisfaciendo vuestra alma y renovando vuestra fortaleza. Y seréis como huerto de riego, y como manantial cuyas aguas nunca faltan. Y los que hagan estas cosas restituirán la gloria perdida; establecerán los cimientos de muchas generaciones; se los llamará los reconstructores de los muros rotos, los restauradores de los caminos seguros en los cuales se puede habitar'».
“Luego, hasta muy entrada la noche, expuso Jesús a sus apóstoles la verdad de que era la fe de ellos la que les aseguraba el reino del presente y del futuro, y no la aflicción de su alma ni el ayuno de su cuerpo. Exhortó a los apóstoles a que por lo menos estuvieran a la altura de las ideas del antiguo profeta y expresó la esperanza de que también progresarían mucho más allá de los ideales de Isaías y de los antiguos profetas. Sus últimas palabras esa noche fueron: «Creced en la gracia por medio de esa fe viviente que es capaz de comprender el hecho de que sois hijos de Dios y a la vez de reconocer a todos los hombres como hermanos».” (1656.2) 147:8.1 [442]
74. REACCIONES MENTALES Y EMOCIONALES
“La primera vez que Jesús se reunió con los evangelistas en el campamento de Betsaida, al concluir su discurso, dijo: «Debéis recordar que en cuerpo y mente —emocionalmente— los hombres reaccionan como individuos. Lo único uniforme que tienen los hombres es el espíritu residente. Aunque los espíritus divinos puedan variar un tanto en su naturaleza y grado de experiencia, ellos reaccionan en forma uniforme a todos los llamados espirituales. Sólo a través de este espíritu, y por la llamada a él, puede la humanidad alcanzar algún día la unidad y la fraternidad». Pero muchos de los líderes de los judíos habían cerrado las puertas de su corazón a la llamada espiritual del evangelio. Desde este día en adelante no cesaron de conspirar y urdir la destrucción del Maestro. Estaban convencidos de que Jesús debía ser detenido, condenado y ajusticiado como ofensor de la religión por haber violado las enseñanzas cardinales de la sagrada ley judía.
“«La ira es una manifestación material que representa, de manera general, la medida del fracaso de la naturaleza espiritual en la tarea de ganar el control sobre las naturalezas intelectual y física combinadas. La ira indica vuestra falta de amor fraternal tolerante más vuestra falta de respeto propio y de autocontrol. La ira afecta la salud, envilece la mente, y limita al instructor espiritual del alma del hombre. ¿Acaso no habéis leído en las Escrituras que ‘la ira mata al tonto', y que el hombre ‘se destruye a sí mismo en su ira'? ¿Que ‘el que tarda en airarse es grande de entendimiento', mientras que ‘el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad'. Todos vosotros sabéis que ‘la blanda respuesta quita la ira', y que ‘las palabras ásperas hacen subir el furor'. ‘La cordura detiene el furor’ mientras que ‘como ciudad derribada y sin muro, es el hombre cuyo yo no tiene rienda'. ‘Cruel es la ira, e impetuoso el furor'. ‘Los hombres iracundos levantan contiendas, y los furiosos multiplican sus errores'. ‘No te apresures en tu espíritu, porque el enojo reposa en el seno de los necios'». Antes de terminar de hablar Jesús también dijo: «Dejad que vuestro corazón esté tan dominado por el amor, que el espíritu guía pueda con poca dificultad libraros de la tendencia a dejaros llevar por esas explosiones de ira animal que son inconsistentes con el estado de filiación divina.»
“En esta misma ocasión el Maestro les habló al grupo sobre la importancia de poseer un carácter bien equilibrado. El reconocía que la mayoría de los hombres tienen que dedicarse al dominio de una vocación, pero deploraba el exceso de especialización, tendencia que limita la mente y circunscribe las actividades vitales. Mencionó el hecho de que toda virtud, si se la lleva a extremos, puede volverse vicio. Jesús siempre predicó la moderación y enseñó la constancia —una adaptación proporcional a los problemas de la vida. Observó que el exceso de compasión y piedad puede degenerar en una grave inestabilidad emocional; que el entusiasmo puede llevar al fanatismo. Mencionó el hecho de un ex asociado de ellos, cuya imaginación lo había llevado a empresas visionarias e imprácticas. Al mismo tiempo, les advirtió contra los peligros de la monotonía inherente en una mediocridad demasiado conservadora.
“Luego habló Jesús de los peligros del coraje y de la fe, y de cómo estos dos facto-res a veces llevan a un alma no reflexiva a la presunción y la imprudencia. También mostró cómo la prudencia y la discreción, llevadas a los extremos, conducen a la cobardía y al fracaso. Exhortó a sus oyentes a que procuraran la originalidad, pero evitando caer en la excentricidad. La comprensión no debe caer en sentimentalismo, ni la piedad en beatería. Enseñó reverencia libre de miedo y superstición.” (1672.6) 149:3.3 [443]
75. LECCIÓN RESPECTO A LA ALEGRÍA
“Cierta vez, al encontrarse Jesús visitando a un grupo de evangelistas que trabajaban bajo la supervisión de Simón el Zelote, durante su reunión de la noche Simón preguntó al Maestro: «¿Por qué ocurre que algunas personas están tanto más dichosas y conformes que otras? ¿Es el contentamiento asunto de experiencia religiosa?» Entre otras cosas, Jesús dijo en respuesta a la pregunta de Simón:
“«Simón, algunas personas son por naturaleza más felices que otras. Muchísimo depende del deseo del hombre de ser conducido y dirigido por el espíritu del Padre que reside en él. ¿Acaso no habéis leído en las Escrituras las palabras del sabio: ‘El espíritu del hombre es la candela del Señor, la cual escudriña lo más profundo de todo el ser'? También sabéis, que los hombres conducidos por el espíritu dicen: ‘Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos; y es hermosa la heredad que me ha tocado'. ‘Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos protervos', porque ‘el hombre bueno encuentra satisfacción dentro de sí mismo'. ‘El corazón alegre hermosea el rostro y es una fiesta constante. Mejor es lo poco con el temor al Señor, que el gran tesoro donde hay turbación. Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio. Mejor es lo poco con justicia que la muchedumbre de frutos sin derecho'. ‘Un corazón alegre es como un buen remedio'. ‘Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con pena y aflicción de espíritu'.”
“«Mucho de la pena del hombre nace de la desilusión de sus ambiciones y de las heridas a su orgullo. Aunque los hombres tienen el deber para consigo mismos de hacer lo mejor que pueden con sus vidas en la tierra, habiendo hecho ese sincero esfuerzo deberían aceptar su destino con alegría y aplicar su ingenio a sacar el mayor provecho de lo que les tocó en suerte. Muchísimos de los problemas de los hombres se originan en el temor que alberga su propio corazón. ‘Huye el impío sin que nadie lo persiga'. ‘Los impíos son como un mar en tempestad, que no puede estarse quieto y sus aguas arrojan cieno y lodo; no hay paz, dice Dios, para los impíos'.”
“«No busquéis pues la paz falsa y el gozo pasajero, sino la seguridad de la fe y la certidumbre de la filiación divina, que dan serenidad, contentamiento y gozo supremo en el espíritu».
“Jesús no consideraba este mundo un «valle de lágrimas». Más bien lo consideraba la esfera donde nacen los espíritus eternos e inmortales en la ascensión al Paraíso, «el valle para forjar almas».” (1674.3) 149:5.1 [444] Prov 20:27 [445]; Salmos 16:6 [446]; Salmos 37:16 [447]; Prov 14:14 [448]; Prov 15:13 [449], 16,17 [450]; Prov 16:8 [451]; 17:22 [452]; Ecl 4:6 [453]; Prov 28:1 [454]; Isa 57:20.) [455]
76. EL CUERPO EVANGELISTA DE MUJERES
“De todas las acciones audaces de Jesús en relación con su carrera terrenal, la más extraordinaria fue anunciada súbitamente en la tarde del 16 de enero: «Mañana seleccionaremos a diez mujeres para trabajar en el ministerio del reino». Al comienzo del período de dos semanas, durante el cual los apóstoles y evangelistas estarían ausentes de Betsaida de vacaciones, Jesús pidió a David que llamara a sus padres de vuelta a la casa y que enviara mensajeros convocando a Betsaida a diez mujeres devotas que habían servido en la administración del antiguo campamento y del dispensario de tiendas. Todas estas mujeres habían escuchado la instrucción impartida a los jóvenes evangelistas, pero jamás se les había ocurrido ni a ellas ni a sus instructores que Jesús se atrevería a comisionar a las mujeres para que enseñaran el evangelio del reino y ministraran a los enfermos. Estas diez mujeres seleccionadas y comisionadas por Jesús fueron: Susana, la hija del ex chazán de la sinagoga de Nazaret; Joana, la esposa de Chuza, el asistente de Herodes Antipas; Elizabeth, la hija de un judío rico de Tiberias y Séforis; Marta, la hermana mayor de Andrés y Pedro; Raquel, la cuñada de Judá, el hermano carnal del Maestro; Nasanta, la hija de Elman, el médico sirio; Milca, una prima del apóstol Tomás; Ruth, la hija mayor de Mateo Leví; Celta, la hija de un centurión romano; y Agaman, una viuda de Damasco. Posteriormente, Jesús agregó dos mujeres más a este grupo: María Magdalena y Rebeca, la hija de José de Arimatea.” (1678.5) 150:1.1 [456] (Lucas 8:1-3) [457]
“Tarde esa noche Jesús pronunció ante el grupo reunido un memorable discurso sobre «La magia y la superstición». En aquellos días, la aparición de una estrella brillante y supuestamente nueva era considerada un signo del nacimiento de un gran hombre en la tierra. Como se había observado recientemente una estrella semejante, Andrés preguntó a Jesús si estas creencias tenían fundamento. En la larga respuesta a la pregunta de Andrés, el Maestro habló en forma extensa sobre el tema de la superstición humana. La declaración de Jesús en esa ocasión puede ser resumida en fraseología moderna como sigue:
“1. El curso de las estrellas en los cielos nada tiene que ver con los acontecimientos de la vida humana en la tierra. La astronomía es un interés apropiado de la ciencia, pero la astrología es una masa de errores supersticiosos que no tiene lugar en el evangelio del reino.
“2. El examen de los órganos de un animal recientemente sacrificado nada puede revelar del tiempo atmosférico, los acontecimientos futuros o la conducta de los asuntos humanos.
“3. Los espíritus de los muertos no regresan para comunicarse con sus familiares ni con sus amigos vivos.
“4. Los amuletos y las reliquias son impotentes contra las enfermedades, no previenen los desastres ni influyen sobre los espíritus malvados; la creencia en estas formas materiales de influir sobre el mundo espiritual no es sino superstición flagrante.
“5. Echar la suerte, aunque pueda ser una forma conveniente de resolver muchas dificultades menores, no es un método creado para revelar la voluntad divina. Los resultados de estas actividades tan sólo son casualidades de orden material. La única forma de comunión con el mundo espiritual corresponde al don del espíritu otorgado a la humanidad; el espíritu residente del Padre, juntamente con el espíritu derramado del Hijo y la influencia omnipresente del Espíritu Infinito.
“6. La adivinación, la hechicería y la brujería son supersticiones de mentes ignorantes, lo mismo que la ilusión de la magia. La creencia en números mágicos, en signos de buena suerte y presagios de mala suerte, es pura superstición y sin ningún fundamento.
“7. La interpretación de los sueños es en gran parte un sistema supersticioso y sin fundamento de especulación ignorante y fantástica. El evangelio del reino no debe tener nada en común con los sacerdotes adivinos de las religiones primitivas.
“8. Los espíritus del bien o del mal no pueden habitar en símbolos materiales de arcilla, madera o metal; los ídolos no son más que la sustancia de la cual están hechos.
“9. Las prácticas de los encantadores, magos, hechiceros y brujos provienen de las supersticiones de los egipcios, los asirios, los babilonios y los antiguos cananeos. Los amuletos y toda suerte de encantamientos son fútiles tanto para ganar la protección de los buenos espíritus como para protegerse de los así llamados espíritus impuros.
“10. Desenmascaró y denunció la creencia en encantamientos, ordalías, hechicerías, maldiciones, signos, mandrágoras, cuerdas anudadas, y todas las demás formas de superstición ignorante y esclavizante.” (1680.4) 150:3.2 [458]
78. ENVIAR A LOS APÓSTOLES DE DOS EN DOS
“La siguiente tarde, habiéndose reunido con los doce apóstoles, los apóstoles de Juan y el grupo de mujeres recientemente comisionado, Jesús dijo: «Podéis ver, vosotros mismos, que la cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Oremos pues todos al Señor de la cosecha para que nos envíe aún más trabajadores para sus campos. Mientras yo permanezco aquí para reconfortar e instruir a los instructores más jóvenes, enviaré a los mayores en grupos de dos en dos para que puedan abarcar rápidamente toda Galilea predicando el evangelio del reino mientras la situación continúe siendo propicia y pacífica». Luego nombró los pares de apóstoles tal como deseaba que salieran y éstos fueron: Andrés y Pedro, Santiago y Juan Zebedeo, Felipe y Natanael, Tomás y Mateo, Jacobo y Judas Alfeo, Simón el Zelote y Judas Iscariote.
“Jesús estableció la fecha en que se encontraría con los doce en Nazaret y al despedirse, dijo: «En esta misión, no vayáis a ninguna de las ciudades de los gentiles, ni tampoco a Samaria, pero id adonde están las ovejas descarriadas de la casa de Israel. Predicad el evangelio del reino y proclamad la verdad salvadora de que el hombre es hijo de Dios. Recordad que el discípulo no está por encima de su maestro ni el siervo es superior a su amo. Basta con que el discípulo sea igual a su maestro y el siervo llegue a ser como su amo. Si alguien se ha atrevido a llamar al amo de la casa asociado de Beelzebú, ¡cuánto más considerarán así a los de su casa! Pero no debéis temer de estos enemigos incrédulos. Os declaro que nada de lo que está cubierto dejará de ser revelado; no hay nada oculto que no se conocerá. Lo que os he enseñado privadamente, predicadlo abiertamente con sabiduría. Lo que os he revelado dentro de la casa, proclamadlo desde los tejados cuando llegue la ocasión. Y yo os digo, amigos y discípulos míos, no temáis a los que pueden matar el cuerpo pero no son capaces de destruir el alma; colocad vuestra confianza en Aquel que puede sostener el cuerpo y salvar el alma.
“«¿Acaso no se venden dos gorriones por un céntimo? Sin embargo yo os declaro que ninguno de ellos está olvidado en los ojos de Dios. ¿Acaso no sabéis que hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados? No temáis pues; vosotros sois de más valor que muchos gorriones. No os avergoncéis de mi enseñanza; salid proclamando paz y buena voluntad, pero no os engañéis —la paz no siempre acompañará vuestra predicación. He venido para traer paz a la tierra, pero cuando los hombres rechazan mi don, se producen divisiones y alborotos. Cuando todos los de una familia reciben el evangelio del reino, en verdad la paz habita en esa casa; pero cuando alguno de la familia entra en el reino y otros rechazan el evangelio, esa división tan sólo puede producir pesadumbre y tristeza. Laborad intensamente para salvar a toda la familia para que no se vuelvan los enemigos de un hombre los de su propia casa. Pero cuando hayáis hecho todo lo posible para todos los de cada familia, yo os declaro que el que ame al padre o a la madre más que este evangelio no es digno del reino».” (1681.8) 150:4.1 [459] (Mat 9:36 [460]; 11:1) [461]
79. OBSERVACIONES A MEDIANOCHE
“Poco después de la medianoche, Jesús bajó de la habitación del piso superior y se detuvo entre los doce y sus asociados, unos treinta en total. Dijo: «Reconozco que este cernido del reino os preocupa, pero es inevitable. Sin embargo, después de toda la enseñanza que habéis recibido, ¿había alguna buena razón para que tropezaréis con mis palabras? ¿Por qué estáis llenos de miedo y consternación al ver que el reino está liberándose de estas multitudes poco convencidas, estos discípulos que creen a medias? ¿Por qué os apenáis mientras surge un nuevo día para gloria renovada de las enseñanzas espirituales del reino del cielo? Si encontráis difícil soportar esta prueba, ¿qué haréis cuando el Hijo del Hombre deba retornar al Padre? ¿Cuándo y cómo os prepararéis para el tiempo en que yo ascienda al lugar del que vine a este mundo?
“«Amados míos, debéis recordar que es el espíritu el que da la vida; la carne y todo lo que le pertenece es de poco provecho. Las palabras que yo he dicho a vosotros son espíritu y vida. ¡Estad de buen ánimo! No os he abandonado. Muchos se ofenderán por las palabras claras de estos días. Ya habéis vosotros oído que muchos de mis discípulos me han dado la espalda; ya no caminan conmigo. Desde el comienzo, yo sabía que estos creyentes a medias quedarían por el camino. ¿Acaso no os elegí a vosotros doce y os separé como embajadores del reino? Ahora, en circunstancias como éstas, ¿queréis desertar vosotros también? Que cada uno de vosotros contemple su propia fe, porque uno de vosotros corre grave peligro». Cuando Jesús hubo terminado de hablar, Simón Pedro dijo: «Sí, Señor, estamos apesadumbrados y perplejos, pero jamás te abandonaremos. Tú nos has enseñado las palabras de la vida eterna. Hemos creído en ti y te hemos seguido todo este tiempo. No te volveremos la espalda, porque sabemos que eres enviado de Dios». Y cuando Pedro terminó de hablar, todos ellos de total acuerdo bajaron la cabeza en signo de aprobación de su promesa de lealtad.
“Entonces dijo Jesús: «Id a descansar, porque se aproximan épocas de mucho trabajo para nosotros; se están acercando días muy activos».” (1715.3) 153:5.3 [462]
“Muchas fueron las preguntas hechas a Jesús durante esta reunión después del sermón. Algunas fueron formuladas por sus perplejos discípulos, pero más provinieron de los críticos descreídos que tan sólo trataban de poner a Jesús en apuros y hacerlo caer en una trampa.
“Uno de los fariseos visitantes, montado en un farol, gritó esta pregunta: «Nos dices que eres el pan de la vida. ¿Cómo puedes darnos tú tu carne para comer y tu sangre para beber? ¿De qué vale tu enseñanza si no puede ser llevada a cabo?» Jesús respondió a esta pregunta diciendo: «No os enseñé que mi carne es el pan de la vida ni que mi sangre es el agua viva. Pero he dicho que mi vida en la carne es un don del pan del cielo. El hecho del Verbo de Dios hecha carne y el fenómeno del Hijo del Hombre sujeto a la voluntad de Dios, constituyen una realidad de experiencia que es equivalente al alimento divino. No podéis comer mi carne ni beber mi sangre, pero podéis en espíritu volveros uno conmigo, aun como yo soy uno en espíritu con el Padre. Podéis alimentaros con la palabra eterna de Dios, que es verdaderamente el pan de la vida, y que ha sido donada en la semejanza de la carne mortal; podéis regar vuestra alma con el espíritu divino, que es verdaderamente el agua viva. El Padre me ha enviado al mundo, para mostraros cómo desea morar en todos los hombres y guiarlos; y he vivido esta vida en la carne para inspirar a todos los hombres para siempre a que también traten de conocer y hacer la voluntad del Padre celestial que en ellos reside».
“Entonces uno de los espías de Jerusalén que había estado observando a Jesús y a sus apóstoles, dijo: «Vemos que ni tú ni tus apóstoles os laváis las manos en forma adecuada antes de comer pan. Bien debéis saber que la práctica de comer con las manos sucias e impuras es una transgresión de la ley de los ancianos. Tampoco laváis en forma adecuada vuestras copas de beber y vuestras vasijas de comer. ¿Por qué mostráis tal falta de respeto por las tradiciones de los padres y las leyes de nuestros ancianos?» Cuando Jesús lo oyó hablar, respondió: «¿Por qué transgredís los mandamientos de Dios con las leyes de la tradición? El mandamiento dice, ‘honrarás a tu padre y tu madre', y os ordena que compartáis con ellos vuestra sustancia si es necesario; pero vosotros aplicáis una ley basada en la tradición, que permite que los hijos desobedientes digan que el dinero que pudiera haber ayudado a los padres, ha sido ‘entregado a Dios'. Así libera la ley de los ancianos a estos hijos mañosos de sus responsabilidades, sin tomar en cuenta el hecho de que estos hijos subsiguientemente utilizan el dinero para su propia comodidad. ¿Por qué anuláis de este modo el mandamiento, basándoos en vuestra tradición? Bien profetizó Isaías vuestra hipocresía diciendo: ‘Con sus labios este pueblo me honra, pero su corazón está lejos de mí. En vano me adoran, enseñando como doctrinas los preceptos de los hombres'.”
“«Bien podéis ver cómo olvidáis el mandamiento, aferrándoos en cambio a las tradiciones de los hombres. Rechazáis sin titubear la palabra de Dios, mientras mantenéis vuestra tradición. De muchas otras maneras os atrevéis a emplazar vuestras enseñanzas por encima de la ley y de los profetas».
“Entonces se dirigió Jesús a todos los que estaban presentes, diciendo: «Pero, prestadme atención todos vosotros. No es lo que entra por la boca, lo que ensucia espiritualmente al hombre, sino más bien, lo que procede de la boca y del corazón». Pero ni siquiera los apóstoles pudieron captar plenamente el significado de sus palabras, porque Simón Pedro también le preguntó: «Para que algunos de tus oyentes no se sientan innecesariamente ofendidos, ¿puedes explicarnos el significado de estas palabras?» Entonces le dijo Jesús a Pedro: «¿Es que tú también eres duro de comprensión? ¿Acaso no sabes que toda planta que no haya sembrado mi Padre será desarraigada? Presta atención a los que quieren conocer la verdad. No puedes obligar a los hombres a que amen la verdad. Muchos de estos maestros, son guías ciegos. Y tú sabes que, si un ciego conduce a un ciego, ambos caerán al precipicio. Pero, prestad atención cuando os digo la verdad sobre esas cosas que ensucian moralmente y contaminan espiritualmente a los hombres. Yo declaro que no es lo que entra al cuerpo por la boca o llega a la mente por los ojos y los oídos, lo que ensucia al hombre. El hombre tan sólo se ensucia por el mal que puede originarse dentro de su corazón, y que encuentra expresión en las palabras y acciones de estas personas impuras. ¿Acaso no sabes que es del corazón de donde provienen los malos pensamientos, los protervos proyectos de asesinato, robo y adulterio, juntamente con los celos, el orgullo, la ira, la venganza, los regaños y el falso testimonio? Estas son precisamente las cosas que ensucian al hombre, y no el comer pan con las manos ceremonialmente sucias».” (1712.1) 153:3.1 [463] (Juan 6:22-71) [464]
“Cuando llegaron a la casa de Zebedeo, Jesús estaba en medio de su discurso de despedida a los discípulos. Trataron de entrar, pero la gente estaba tan apiñada que fue imposible. Terminaron por instalarse en la terraza de atrás y pasar la voz de persona a persona, hasta que finalmente Simón Pedro le susurró la nueva a Jesús, interrumpiendo su discurso para este fin, y diciéndole: «He aquí que tu madre y tus hermanos están fuera, y ansían hablar contigo.» No se le había ocurrido a su madre cuán importante era este mensaje de despedida a sus seguidores, tampoco sabía ella que dicho discurso podía ser interrumpido en cualquier momento por la llegada de sus aprehensores. Ella realmente pensó que, después de tan prolongada aparente desavenencia, habiendo ella y sus hermanos tenido la benevolencia de acudir adonde él, Jesús interrumpiría inmediatamente su discurso para reunirse con ellos en cuanto se enterara de que lo estaban esperando.
“Fue éste otro de esos casos en los que su familia terrestre no podía comprender que él debía ocuparse de los asuntos de su Padre. Así pues María y sus hermanos se sintieron profundamente heridos cuando, a pesar de que interrumpió su discurso para recibir el mensaje, en vez de salir corriendo a su encuentro, levantó su voz melodiosa para decir: «Decid a mi madre y a mis hermanos que no teman por mí. El Padre que me envió a este mundo no me abandonará; tampoco sufrirá mi familia daño alguno. Decidles que tengan coraje y que confíen en el Padre del reino. Pero, después de todo, ¿quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y abriendo los brazos a todos sus discípulos reunidos en la sala, dijo: «Yo no tengo madre; yo no tengo hermanos. ¡Contemplad a mi madre y a mis hermanos! Puesto que el que haga la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi madre, mi hermano y mi hermana.»
“Al oír estas palabras, María cayó desmayada en los brazos de Judá. La llevaron al jardín para reanimarla mientras Jesús articulaba las palabras finales de su mensaje de despedida. Quiso ir entonces a conferenciar con su madre y sus hermanos, pero llegó un mensajero urgente de Tiberias trayendo la noticia de que ya venían los oficiales del sanedrín con permiso para arrestar a Jesús y llevarlo a Jerusalén. Andrés recibió este mensaje e interrumpiendo a Jesús, se lo transmitió.” (1721.4) 154:6.4 [465]
“Pero sí dijo a David Zebedeo al subir a la barca en rápida huida: «Diles a mi madre y a mis hermanos que agradezco su venida, y que tenía la intención de verlos. Adviérteles que no se ofendan, sino más bien que traten de buscar el conocimiento de la voluntad de Dios y de obtener la gracia y el coraje para hacer esa voluntad.»” (1723.3) 154:6.12 [466] (Mat 12:22-45 [467]; Mar 3:20-30) [468]
82. ¿POR QUÉ ARRASAN LOS PAGANOS?
“Dijo Jesús: «Todos vosotros deberíais recordar cómo habló el salmista sobre estos tiempos, diciendo: ‘¿Por qué se amotinan los paganos, y los pueblos conspiran en vano? Se levantarán los reyes de la tierra, y los príncipes de los pueblos consultarán unidos contra el Señor y contra su ungido, diciendo: rompamos las cadenas de la misericordia y echemos de nosotros las cuerdas del amor'.”
“«Hoy veis cumplirse todo esto ante vuestros ojos. Pero no veréis cumplido el resto de la profecía del salmista, porque él tenía ideas erróneas sobre el Hijo del Hombre y su misión en la tierra. Mi reino está fundado en el amor, proclamado en la misericordia y establecido mediante el servicio generoso. Mi Padre no está sentado en el cielo riéndose y burlándose de los paganos. No está lleno de furor en su gran desagrado. Es verdad la promesa de que el Hijo heredará a los así llamados paganos (en realidad, sus hermanos ignorantes y que no han recibido enseñanza). Yo recibiré a estos gentiles con los brazos abiertos con misericordia y afecto. Toda esta amante misericordia será mostrada a los así llamados paganos, a pesar de la desafortunada declaración en las escrituras que anuncia que el Hijo triunfante ‘los quebrantará con vara de hierro, y como vasijas de alfarero los desmenuzará'. El salmista os exhortó: ‘servid al Señor con temor'; yo os pido que ingreséis a los exaltados privilegios de filiación divina por la fe; él os ordena que os alegréis con temblor. Yo os pido que os regocijéis con seguridad. Él dice: ‘Besad al Hijo, para que se no enoje, y perezcáis al inflamarse su furor'. Pero vosotros habéis vivido conmigo y bien sabéis que el enfado y la ira no forman parte del establecimiento del reino del cielo en el corazón de los hombres. Sin embargo, el salmista vislumbró la verdadera luz cuando, al cerrar esta exhortación, dijo: ‘Benditos sean los que en este Hijo confían'».
“Jesús continuó enseñando a los veinticuatro, diciendo: «Los paganos tienen cierta razón al rabiar contra nosotros. Debido a que su enfoque es limitado y estrecho, pueden concentrar sus energías con entusiasmo. Su objetivo es cercano y más o menos visible; por eso luchan con valentía y eficacia para que se lo logren. Vosotros que habéis profesado entrar al reino del cielo, sois demasiado vacilantes e imprecisos en vuestra conducta de la enseñanza. Los paganos atacan directamente por sus objetivos; vosotros sois culpables de añoranza excesiva y crónica. Si deseáis entrar al reino, ¿por qué no lo tomáis con un asalto espiritual así como los paganos toman una ciudad sitiada? Casi no sois merecedores del reino si vuestro servicio consiste en tan gran parte en una actitud de deplorar del pasado, lamento por el presente, y vana esperanza por el futuro. ¿Por qué rabian los paganos? Porque no conocen la verdad. ¿Por qué vosotros languidecéis en fútiles añoranzas? Porque no obedecéis la verdad. Dejad vuestras añoranzas inútiles y adelantaos valientemente haciendo lo que corresponde al establecimiento del reino.
“«En todo lo que hacéis, no os volváis dogmáticos y superespecializados. Los fariseos que buscan nuestra destrucción, de cierto piensan que están sirviendo a Dios. Tanto los ha limitado la tradición, que están enceguecidos por el prejuicio y endurecidos por el terror. Considerad a los griegos, que tienen una ciencia sin religión, mientras que los judíos, tienen una religión sin ciencia. Y cuando los hombres se desorientan de esta manera, aceptando una desintegración estrecha y confusa de la verdad, su única esperanza de salvación es coordinarse en la verdad —convertirse.
“«Dejadme declarar enfáticamente esta verdad eterna: si vosotros, mediante la coordinación en la verdad, aprendéis a ejemplificar en vuestras vidas esta hermosa totalidad de rectitud, vuestros semejantes os seguirán entonces para ganar lo que habéis así adquirido. La medida en que atraéis a los buscadores de la verdad representa la medida de vuestra dotación de la verdad, vuestra rectitud. El esfuerzo que tengáis que hacer para llegar al pueblo con vuestro mensaje es, en cierto modo, la medida de vuestra deficiencia para vivir una vida plena o recta, la vida coordinada en la verdad».
“Muchas otras cosas el Maestro enseñó a sus apóstoles y los evangelistas antes de que ellos le desearan las buenas noches y apoyaran la cabeza sobre la almohada.” (1725.2) 155:1.1 [469]
“Jesús aclaró a los veinticuatro que él no había huido de Galilea porque le faltara el coraje para enfrentarse con sus enemigos. Ellos comprendieron que él no estaba aún listo para una batalla abierta con la religión establecida, y que no buscaba convertirse en mártir. Fue durante una de estas conferencias en la casa de Justa cuando el Maestro dijo por primera vez a sus discípulos que «aunque desaparezcan el cielo y la tierra, mis palabras de verdad no desaparecerán».
“El tema de las instrucciones de Jesús durante la estadía en Sidón fue la progresión espiritual. Les dijo que no podían quedarse inmóviles; debían seguir adelantando en rectitud o retroceder en el mal y el pecado. Les advirtió que «olvidaran esas cosas que están en el pasado, y lucharan por adelantarse hasta abrazar las realidades más grandes del reino». Les imploró que no se conformaran con ser niños en el evangelio sino que lucharan por alcanzar la estatura plena de la filiación divina en la comunión del espíritu y en la hermandad de los creyentes.
“Dijo Jesús: «Mis discípulos deben no sólo cesar de hacer el mal, sino que deben aprender a hacer el bien; debéis no solamente limpiaros de todo pecado consciente, sino también negaros a albergar aun los sentimientos de culpa. Si confesáis vuestros pecados, éstos serán perdonados; por consiguiente debéis mantener una conciencia libre de ofensa.»
“Jesús mucho disfrutaba del agudo sentido del humor que exhibían estos gentiles. Fue el sentido del humor demostrado por Norana, la mujer siria, así como también su gran fe persistente, lo que tanto conmovió el corazón del Maestro y atrajo su misericordia. Jesús mucho lamentaba que su gente —los judíos— fueran tan faltos de humor. Cierta vez le dijo a Tomás: «Mi pueblo se toma a sí mismo demasiado en serio; casi son incapaces de apreciar el humor. La opresiva religión de los fariseos no podría haberse originado en un pueblo con sentido del humor. Les falta visión de conjunto; cuelan el mosquito y se tragan el camello.» (1736.2) 156:2.5 [470]
84. EL RECAUDADOR DE LOS IMPUESTOS DEL TEMPLO
“Mientras Jesús, con Andrés y Pedro, permanecía junto al lago cerca del taller de barcas, se les acercó un recolector de impuestos del templo y, reconociendo a Jesús, llamó a Pedro aparte y dijo: «¿Acaso no paga vuestro Maestro el impuesto del templo?» Pedro estuvo tentado de manifestar indignación ante la sugerencia de que Jesús debía contribuir al mantenimiento de las actividades religiosas de sus enemigos jurados, pero, observando la expresión peculiar del rostro del recolector de impuestos, supuso justamente que su propósito era atraparlos en el acto de negarse a pagar el acostumbrado medio siclo para el apoyo de los servicios del templo en Jerusalén. Por consiguiente, Pedro contestó: «Por supuesto, el Maestro paga el impuesto del templo. Espera junto al portón, enseguida volveré con el dinero».
“Pero Pedro había hablado sin pensar. Judas llevaba los fondos del grupo, y estaba del otro lado del lago. Ni él, ni su hermano ni Jesús habían traído dinero alguno. Sabiendo además que los fariseos los estaban buscando, no podían ir a Betsaida para obtener dinero. Cuando Pedro le contó a Jesús lo del recolector y que le había prometido el dinero, Jesús dijo: «Si has prometido, debes pagar. Pero ¿con qué cumplirás tu promesa? ¿Volverás a ser pescador para poder honrar tu palabra? Sin embargo, Pedro, está bien, que bajo las circunstancias pagaremos el impuesto. No demos a estos hombres ocasión alguna de que nuestra actitud los ofenda. Esperaremos aquí mientras tú vas con la barca y echas la red, y cuando hayas vendido los peces en el mercado de más allá, pagarás al recolector por nosotros tres».
“El mensajero secreto de David, que estaba ahí cerca, oyó esta conversación, e hizo una seña a un asociado, que estaba pescando cerca de la costa, para que volviera pronto. Pedro se preparaba para salir a pescar en la barca, cuando este mensajero y su amigo pescador le dieron varias cestas grandes de peces y le ayudaron a llevarlas hasta el vendedor de pescado que estaba cerca, quien compró los peces, pagando suficiente más lo que agregó el mensajero de David, para pagar el impuesto del templo para los tres. El recolector aceptó el impuesto sin cobrar la multa por pago atrasado pues ellos habían estado ausentes de Galilea por un tiempo.
“No es extraño que tengáis escritos que describen a Pedro pescando un pez que llevaba un siclo en la boca. En aquellos días eran muy comunes los relatos de tesoros encontrados en la boca de los peces; estas narraciones de seudomilagros eran frecuentes. Así pues, cuando Pedro los dejó para dirigirse a la barca, Jesús observó, con cierto humorismo: «Es extraño que los hijos del rey deban pagar tributo; generalmente es el extranjero quien debe pagar el impuesto para mantener la corte; pero es bueno que no seamos un escollo para las autoridades. ¡Vete pues! tal vez pesques el pez que lleva un siclo en la boca». Habiendo pues hablado así Jesús, y habiendo regresado Pedro tan rápidamente con el impuesto para el templo, no es sorprendente que este episodio más tarde se convirtiera en un milagro, tal como se ve en las palabras del que escribió el evangelio según Mateo.” (1743.3) 157:1.1 [471] (Mat 17:24-27) [472]
85. EL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN
“Eran aproximadamente las tres de esta bella tarde cuando Jesús se despidió de los tres apóstoles, diciendo: «Me alejo a solas por un tiempo, para comulgar con el Padre y sus mensajeros; os exhortó que os quedéis aquí y, mientras aguardáis mi retorno, oréis porque se haga la voluntad del Padre en toda vuestra experiencia en relación con el resto de la misión autootorgadora del Hijo del Hombre». Después de hablarles así, Jesús se retiró para conferenciar largamente con Gabriel y con el Padre Melquisedek, y no retornó hasta aproximadamente las seis de la tarde. Cuando Jesús vio la ansiedad de sus apóstoles por su prolongada ausencia, dijo: «¿Por qué temíais? Bien sabéis que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre; ¿por qué dudáis cuando yo no estoy con vosotros? Declaro ahora que el Hijo del Hombre ha elegido continuar con su vida plena en vuestro medio y como uno de vosotros. Estad de buen ánimo; no os abandonaré hasta no haber terminado mi obra».
“Mientras compartían la escasa cena, Pedro preguntó al Maestro: «¿Por cuánto tiempo nos quedaremos en esta montaña, lejos de nuestros hermanos?» Jesús contestó: «Hasta que veáis la gloria del Hijo del Hombre y conozcáis que todo lo que os he declarado es verdad». Hablaron pues de los asuntos de la rebelión de Lucifer mientras estaban sentados alrededor de las brasas centelleantes del fuego que habían encendido, hasta que los envolvieron las tinieblas y los párpados de los apóstoles se hicieron pesados porque habían empezado su viaje muy temprano esa mañana.
“Los tres dormían profundamente desde hacía una media hora, cuando fueron repentinamente despertados por un cercano ruido chispeante, y ante su maravilla y consternación, al mirar a su alrededor, contemplaron a Jesús en íntima conversación con dos seres resplandecientes vestidos con los indumentos de luz del mundo celestial. Y el rostro y la silueta de Jesús brillaban con la luminosidad de una luz celestial. Estos tres conversaban en un extraño idioma, pero por ciertas cosas dichas, Pedro conjeturó erróneamente que los seres con Jesús eran Moisés y Elías; en realidad, eran Gabriel y el Padre Melquisedek. Los controladores físicos habían dispuesto, por solicitud de Jesús, que los apóstoles presenciaran esta escena.
“Los tres apóstoles estaban tan asustados que les llevó un tiempo en recuperarse completamente, pero Pedro, que fue el primero en volver en sí, dijo, mientras la deslumbrante visión se desvanecía ante ellos y observaban a Jesús, de pie solo: «Jesús, Maestro, es bueno haber estado aquí. Nos regocijamos de ver esta gloria. No queremos volver a descender al mundo ignominioso. Si tú quieres, déjanos morar aquí, y erigiremos tres tiendas, una para ti, una para Moisés, y otra para Elías». Pedro dijo esto debido a su confusión y porque en ese momento no se le ocurría ninguna otra cosa.” (1753.2) 158:1.6 [473] (Mat 17:1-13 [474]; Mar 9:2-13 [475]; Lucas 9:28-36) [476]
“Durante la primera mitad del camino de vuelta, al bajar de la montaña, no se habló una sola palabra. Jesús luego comenzó la conversación observando: «Aseguraos de no decir a ningún hombre, ni siquiera a vuestros hermanos, lo que habéis visto y oído en la montaña, hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos». Los tres apóstoles estaban anonadados y pasmados por las palabras del Maestro, «hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos». Tan recientemente habían reafirmado su fe en él como el Libertador, Hijo de Dios, y acababan de contemplarlo transfigurado en gloria ante sus propios ojos, ¡y ahora hablaba él de «resucitado de entre los muertos!».
“Pedro temblaba ante la idea de la muerte del Maestro —era una idea demasiado aborrecible— y temiendo que Santiago o Juan pudieran hacer alguna pregunta relativa a esta declaración, pensó que sería más conveniente iniciar una conversación sobre otro tema y, sin saber de qué otra cosa podía hablar, expresó el primer pensamiento que se asomó a su mente, que fue: «Maestro, ¿por qué dicen los escribas que debe aparecer Elías antes de que aparezca el Mesías?» Y Jesús, sabiendo que Pedro trataba de evitar referirse a su muerte y resurrección, respondió: «En efecto Elías viene primero, para preparar el camino para el Hijo del Hombre, que debe sufrir muchas cosas y finalmente ser rechazado. Pero yo os digo que Elías ya ha venido, y ellos no le recibieron, sino que hicieron con él lo que quisieron». Entonces percibieron los tres apóstoles que se refería a Juan el Bautista como Elías. Jesús sabía que, si insistían en considerarlo a él el Mesías, debían pues considerar que Juan era el Elías de la profecía.
“Jesús les exhortó a que guardaran silencio sobre lo que habían presenciado, la anticipación de su gloria después de la resurrección, porque no quería estimular en ellos la idea de que, siendo ahora recibido como el Mesías, pudiera él satisfacer en mayor o menor grado el erróneo concepto de un liberador portentoso. Aunque Pedro, Santiago y Juan reflexionaron sobre todo esto, no hablaron de esto con ningún hombre hasta después de la resurrección del Maestro.
“Mientras seguían descendiendo la montaña, Jesús les dijo: «No quisisteis recibirme como el Hijo del Hombre; por eso yo he consentido en ser recibido de acuerdo con vuestra determinación establecida, pero, no os equivoquéis, la voluntad de mi Padre debe prevalecer. Si elegís de esta manera seguir la inclinación de vuestra propia voluntad, debéis prepararos para sufrir muchos desencantos y experimentar muchas pruebas, pero la enseñanza que yo os he dado debería bastar para haceros triunfar aun a través de estas penas de vuestra propia elección».” (1754.1) 158:2.1 [477]
87. OBSERVACIONES EN LA CASA DE PEDRO
“Al llegar a Capernaum al anochecer, fueron directamente, por caminos poco frecuentados, a la casa de Simón Pedro para cenar. Mientras David Zebedeo se preparaba para llevarlos al otro lado del lago, permanecieron en la casa de Simón, y Jesús, levantando la mirada hacia Pedro y los demás apóstoles, preguntó: «Al viajar juntos esta tarde, ¿de qué conversabais tan absortos entre vosotros?» Los apóstoles se quedaron callados porque muchos de ellos habían continuado la discusión comenzada en el Monte Hermón sobre las posiciones que ocuparían en el reino venidero; cuál sería el mayor, y así sucesivamente. Jesús, conociendo qué ocupaba los pensamientos de ellos ese día, llamó con un gesto a uno de los hijitos de Pedro y, sentando al niño entre ellos, dijo: «De cierto, de cierto os digo, si no cambiáis y os volvéis más como este niño, poco progreso haréis en el reino del cielo. El que se humille a sí mismo y sea como este pequeño, ése será el más grande en el reino del cielo. El que reciba a este pequeño, me recibirá a mí. Y los que me reciban, también reciben a Aquél que me envió. Si queréis ser primeros en el reino, buscad el ministrar estas buenas verdades a vuestros hermanos en la carne. Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeños, mejor le sería que se atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar. Si las cosas que hacéis con vuestras manos o las cosas que veis con vuestros ojos, os ofenden en el progreso del reino, sacrificad esos ídolos amados, porque es mejor entrar al reino sin muchas de las cosas amadas de la vida que aferrarse a estos ídolos y encontrarse fuera del reino. Pero más que nada, aseguraos de no despreciar a uno solo de estos pequeños, porque sus ángeles contemplan siempre el rostro de las huestes celestiales».” (1761.2) 158:8.1 [478]
“Jesús fue a Gamala para visitar a Juan y a los que trabajaban con él en ese lugar. Esa noche, después de la sesión de preguntas y respuestas, Juan le dijo a Jesús: «Maestro, ayer fui a Astarot para ver a un hombre que enseñaba en tu nombre y aun proclamaba que puede echar a los diablos. Pero este hombre no ha estado nunca con nosotros, ni tampoco nos sigue; por consiguiente, le prohibí hacer semejantes cosas». Entonces dijo Jesús: «No se lo prohíbas. ¿No percibes acaso que pronto este evangelio del reino será proclamado en todo el mundo? ¿Cómo puedes esperar que todos los que crean en el evangelio se sometan a tu dirección? Regocíjate de que ya nuestras enseñanzas hayan comenzado a manifestarse más allá de los límites de nuestra influencia personal. ¿Acaso no ves, Juan, que los que profesan hacer grandes obras en mi nombre llegarán a apoyar nuestra causa? Por cierto no se pondrán a hablar mal de mí. Hijo mío, en estos asuntos, es mejor que pienses que el que no está contra nosotros está a nuestro favor. En las generaciones venideras, muchos habrá que, sin ser enteramente merecedores, harán muchas cosas extrañas en mi nombre pero yo no lo prohibiré. Yo te digo que, cada vez que alguien dé una vasija de agua fría a un alma sedienta, los mensajeros del Padre siempre anotarán ese servicio de amor».
“Esta instrucción dejó a Juan grandemente perplejo. ¿Acaso no había oído decir al Maestro: «El que no está conmigo está en contra de mí?» Él no percibía que, en este caso, Jesús se refería a la relación personal del hombre con las enseñanzas espirituales del reino, mientras que en el otro, había hecho referencia a las vastas relaciones sociales exteriores de los creyentes, relacionadas con cuestiones de control administrativo y jurisdicción de un grupo de creyentes sobre el trabajo de otros grupos, que finalmente integrarán la hermandad mundial venidera.” (1764.3) 159:2.1 [479] (Mar 9:38-40) [480]
89. LA NATURALEZA POSITIVA DE LA RELIGIÓN DE JESÚS
“En Filadelfia, donde trabajaba Santiago, Jesús enseñó a los discípulos sobre la naturaleza positiva del evangelio del reino. Cuando, en el curso de sus palabras, sugirió que algunas partes de las Escrituras contenían más verdades que otras y advirtió a sus oyentes que alimentaran su alma con el mejor alimento espiritual, Santiago interrumpió al Maestro, preguntando: «¿Quieres, Maestro, tener la bondad de sugerirnos cómo podremos elegir los mejores pasajes de las Escrituras para nuestra edificación personal?» Jesús replicó: «Sí, Santiago, cuando leáis las Escrituras, buscad aquellas enseñanzas eternamente verdaderas y divinamente hermosas, como:
“«Crea en mi, Oh Señor, un corazón limpio.
“«El Señor es mi pastor; nada me faltará.
“«Ama a tu prójimo como a ti mismo.
“«Porque yo, el Señor tu Dios, te tomaré de la mano derecha, y te dice: No temas; yo te ayudo.
“«Ni tampoco se adiestrarán más las naciones para la guerra».” (1769.3) 159:5.1 [481]
“Cuando Jesús instruyó a sus apóstoles que si les quitaban injustamente el abrigo, ofrecieran la otra prenda, se refería no tanto a una segunda prenda, literalmente, sino a la idea de hacer algo positivo para salvar al que erraba, en vez de seguir el antiguo consejo de la venganza —«ojo por ojo» y así sucesivamente. Jesús aborrecía la idea de la venganza, así mismo la de convertirse en un mero sufriente pasivo o una víctima de la injusticia. En esta ocasión, les enseñó tres maneras de encarar el mal y resistirlo:
“1. Devolver el mal con el mal —el método positivo, pero no recto.
“2. Sufrir el mal sin queja y sin resistencia —el método puramente negativo.
“3. Devolver el bien por el mal, afirmar la voluntad para adueñarse de la situación, para conquistar el mal con el bien —el método positivo y recto.
“Uno de los apóstoles cierta vez preguntó: «Maestro, ¿qué debo hacer si un extraño me fuerza a llevar su carga por una milla?» Jesús respondió: «No te sientes y suspires de alivio mientras insultas en voz baja al extraño. La rectitud no proviene de las actitudes pasivas. Si no puedes pensar en nada más eficazmente positivo, por lo menos podrás llevar la carga por una segunda milla. Es indudable que esa acción habrá de desafiar al injusto extraño impío».” (1770.3) 159:5.11 [482]
90. SOBRE QUE DESCIENDA FUEGO DEL CIELO
“Cuando Felipe y Mateo regresaron con sus compañeros e informaron de que los habían echado de la aldea, Santiago y Juan se acercaron a Jesús y dijeron: «Maestro, rogamos que nos permitas que ordenemos que caiga fuego de los cielos para arrasar con estos samaritanos insolentes e impenitentes». Pero cuando Jesús oyó estas palabras de venganza, se volvió a los hijos de Zebedeo y los reprochó severamente: «Por lo que estáis diciendo no sabéis la actitud que estáis manifestando. La venganza no tiene cabida en el reino de los cielos. En vez de discutir, encaminémonos a la pequeña aldea junto al vado del Jordán». Así pues, debido a un prejuicio sectario, estos samaritanos se vieron privados del honor de ofrecer hospitalidad al Hijo Creador de un universo.” (1788.2) 162:0.2 [483] (Lucas 9:53-56) [484]
91. EBER RECHAZA ARRESTAR A JESÚS
“Por consiguiente, Eber, el oficial del sanedrín, con dos asistentes, fue enviado a arrestar a Jesús. Mientras Eber se abría camino hacia Jesús, el Maestro dijo: «No temas acercarte a mí. Acércate mientras escuchas mis enseñanzas. Sé que se os ha enviado para que me arrestéis, pero debéis comprender que nada le pasará al Hijo del Hombre hasta que llegue su hora. No estáis dispuestos en contra de mí; tan sólo venís por orden de vuestros amos, y aun estos dirigentes de los judíos, en verdad piensan que están haciendo el servicio de Dios al buscar secretamente mi destrucción.
“«Yo no desprecio a ninguno de vosotros. El Padre os ama, y por lo tanto deseo vuestra liberación de las cadenas del prejuicio y de las tinieblas de la tradición. Os ofrezco la libertad de la vida y el regocijo de la salvación. Proclamo un nuevo camino viviente, la liberación del mal y la rotura de las cadenas del pecado. He venido para que tengáis vida, para que la tengáis eternamente. Vosotros buscáis liberaros de mí y de mis enseñanzas inquietantes. ¡Si tan sólo pudierais ver que estaré con vosotros solamente poco tiempo! Dentro de muy poco tiempo volveré a Aquél que me envió a este mundo. Entonces muchos entre vosotros me buscaréis diligentemente, pero no descubriréis mi presencia porque adonde yo iré, vosotros no podéis venir. Pero todos los que buscan verdaderamente encontrarme, alguna vez alcanzarán la vida que conduce ante la presencia de mi Padre».
“Algunos de los que se burlaban dijeron entre ellos: «¿Adónde irá este hombre donde no lo podremos encontrar? ¿Se irá acaso a vivir entre los griegos? ¿Se destruirá a sí mismo? ¿Qué significa cuando declara que pronto se saldrá de entre nosotros, y que nosotros no podemos ir adonde vaya él?».
“Eber y sus asistentes se negaron a arrestar a Jesús; volvieron a su lugar de reunión sin él. Entonces, cuando los altos sacerdotes y los fariseos recriminaron a Eber y sus asistentes porque no habían traído a Jesús con ellos, Eber tan sólo replicó: «Tuvimos temor de arrestarlo en el medio de la multitud, porque muchos creen en él. Además, jamás habíamos oído a un hombre hablar como este hombre. Hay en este instructor algo fuera de lo ordinario. Haríais bien todos vosotros en ir y escucharlo». Y cuando los principales oyeron estas palabras, se sorprendieron y dijeron burlonamente a Eber: «¿Acaso tú también te has extraviado? ¿Estás a punto de creer en este impostor? ¿Acaso oíste decir que algunos de nuestros sabios y nuestros rectores creen en él? ¿Es que alguno de los escribas o de los fariseos ha sido engañado por sus astutas enseñanzas? ¿Cómo puede ser que estés tú influido por la conducta de esta multitud ignorante que no conoce la ley ni los profetas? ¿No sabes acaso que tal gente ignorante está maldita?» Entonces respondió Eber: «Aun así, amos míos, este hombre habla a la multitud palabras de misericordia y esperanza. Levanta el ánimo de los deprimidos, y sus palabras consuelan aun nuestras almas. ¿Qué puede haber de malo en estas enseñanzas aunque no sea el Mesías de las Escrituras? Y aun así, ¿es que nuestra ley no requiere justicia? ¿Acaso condenamos a un hombre antes de escucharlo?» El jefe del sanedrín se enfureció contra Eber y, volviéndose hacia él, dijo: «¿Te has vuelto loco? ¿Acaso eres tú también de Galilea? Busca en las Escrituras, y descubrirás que de Galilea no surge ningún profeta, y mucho menos el Mesías».” (1791.4) 162:2.6 [485]
92. LA MUJER SORPRENDIDA EN ADULTERIO
“Fue durante esta visita a Jerusalén durante la que Jesús trató con cierta mujer de mala reputación traída ante su presencia por los acusadores de ella y los enemigos de él. Los escritos distorsionados que tenéis de este episodio sugieren que esta mujer fue traída ante Jesús por los escribas y fariseos, y que Jesús trató con ellos de manera tal como para indicar que estos líderes religiosos de los judíos podían ser ellos mismos culpables de inmoralidad. Jesús bien sabía que, aunque los escribas y fariseos eran ciegos espiritualmente y llenos de prejuicios intelectuales debido a su lealtad a la tradición, se contaban sin embargo entre los hombres más completamente morales de ese día y generación.
“Lo que realmente sucedió fue esto: temprano durante la tercera mañana de la fiesta, cuando Jesús se acercó al templo, se encontró con un grupo de agentes mercenarios del sanedrín que arrastraban a una mujer. Cuando se acercaron, el portavoz dijo: «Maestro, a esta mujer la descubrieron cometiendo adulterio —in fraganti. Ahora bien, la ley de Moisés manda que debemos apedrearla. ¿Qué dices tú que deberíamos hacer con ella?».
“Los enemigos de Jesús pensaban que, si éste acataba la ley de Moisés que requería que la pecadora confesa fuera apedreada, tendría dificultades con los dirigentes romanos, quienes negaban a los judíos el derecho de infligir la pena de muerte sin la aprobación de un tribunal romano. Si prohibía apedrear a la mujer, entonces lo acusarían ante el sanedrín por considerarse a sí mismo por encima de Moisés y de la ley judía. Si permanecía en silencio, lo acusarían de cobardía. Pero el Maestro manejó la situación de manera tal que el plan entero se despedazó por su propio peso sórdido.
“Esta mujer, que alguna ocasión fue hermosa, era la esposa de un ciudadano de clase baja de Nazaret, un hombre que había creado problemas para Jesús durante toda su juventud. El hombre, habiéndose casado con esta mujer, la forzó descaradamente a que se ganara la vida haciendo comercio de su cuerpo. Había traído a su esposa a la fiesta de Jerusalén, para que prostituyera sus encantos físicos por dinero. Había negociado con los mercenarios de los dirigentes judíos, para traicionar de esta manera a su propia esposa en el vicio comercializado de ella. Así pues, trajeron ellos a la mujer y su compañero de transgresión, con el objeto de hacer caer a Jesús en una trampa obligándolo a hacer una declaración que se pudiera usar contra él en caso de su arresto.
“Jesús, paseando la mirada sobre el gentío, vio al marido, parado detrás de los demás. Sabía qué tipo de hombre era él y percibió que formaba parte de esta transacción vergonzosa. Jesús caminó alrededor de la multitud para acercarse al sitio donde se encontraba parado este marido degenerado y escribió unas pocas palabras sobre la arena que motivaron su apresurada partida. Luego, volvió ante la mujer y nuevamente escribió en la tierra para beneficio de sus supuestos acusadores; y cuando ellos leyeron sus palabras, también se alejaron, uno por uno. Cuando el Maestro escribió por tercera vez en la arena, el compañero malvado de la mujer también se alejó, de manera que, cuando el Maestro se incorporó del suelo, después de escribir, contempló a la mujer sola, parada frente a él. Jesús dijo: «Mujer, ¿adonde están tus acusadores? ¿Es que no ha quedado nadie para apedrearte?» La mujer, levantando la mirada, respondió: «Nadie, Señor». Entonces dijo Jesús: «Yo sé de ti; y no te condeno. Vete en paz». Y esta mujer, Hildana, abandonó a su malvado marido y se unió a los discípulos del reino.” (1792.5) 162:3.1 [486] (Juan 7:53 [487]; 8:11) [488]
“Se había dispuesto que Jesús se alojara con Lázaro y sus hermanas en la casa de un amigo, mientras los apóstoles se dispersaban aquí y allá en pequeños grupos, habiéndose tomado estas precauciones porque las autoridades judías estaban nuevamente planeando en forma audaz arrestarlo.
“Por muchos años había sido costumbre de estos tres abandonar toda tarea para escuchar las enseñanzas de Jesús cada vez que él los visitaba. Desde la muerte de sus padres, Marta había tomado la responsabilidad del hogar, y por consiguiente en esta ocasión, mientras Lázaro y María se sentaban a los pies de Jesús, bebiendo de sus enseñanzas refrescantes, Marta preparó la cena. Es necesario explicar que Marta tendía a distraerse innecesariamente en numerosas tareas inútiles, y acabar agobiada de trabajos triviales. Ésa era su forma de ser.” (1797.4) 162:8.1 [489] (Lucas 10:38-42) [490]
94. LA ORDENACIÓN DE LOS SETENTA
“Antes de poner Jesús sus manos sobre la cabeza de cada uno de los setenta para nombrarlos mensajeros del evangelio, al dirigirles la palabra les dijo: «La cosecha es verdaderamente abundante, pero los labradores son pocos; por eso os exhorto a todos que oréis para que el Señor de la cosecha envíe aún más labradores a su cosecha. Estoy a punto de nombraros mensajeros del reino; estoy a punto de enviaros a judíos y gentiles como corderos entre los lobos. Cuando vayáis por vuestro camino, de dos en dos, os instruyo que no llevéis ni bolsa ni indumentos extra porque salís en esta primera misión por una corta temporada. No saludéis a ningún hombre por el camino, ocupaos sólo de vuestra tarea. Cuando quiera que os alojéis en un hogar, decid primero: que la paz sea con vosotros en este hogar. Si los que en él moran aman la paz, allí moraréis; si no, partiréis. Cuando hayáis seleccionado esta casa, permaneced allí durante vuestra estadía en esa ciudad, comiendo y bebiendo lo que os sirvan. Esto lo haréis porque el obrero tiene derecho a su sostén. No os trasladéis de casa en casa porque os ofrezcan mejor alojamiento. Recordad, al salir para proclamar paz sobre la tierra y buena voluntad entre los hombres, debéis luchar con enemigos amargados e insidiosos; por eso, sed tan sabios como serpientes y tan inocuos como palomas.
“«Dondequiera que vayáis, predicad diciendo, ‘el reino del cielo está cerca', y ministrad a todos los que puedan estar enfermos de mente o de cuerpo. Habéis recibido generosamente de las buenas cosas del reino; dad pues generosamente. Si el pueblo de una ciudad os recibe, encontrarán abundante entrada al reino del Padre; pero aun si el pueblo de una ciudad se niega a recibir este evangelio, proclamaréis vuestro mensaje al abandonar esa comunidad descreída, diciendo, mientras os alejáis a los que rechazan vuestras enseñanzas: ‘a pesar de que vosotros rechazáis la verdad, el reino de Dios ha estado cerca de vosotros'. El que os oye a vosotros, me oye a mí. Y el que me oye a mí, oye a Aquél que me envió. El que rechaza vuestro mensaje del evangelio, me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí, rechaza a Aquél que me envió.»” (1800.5) 163:1.3 [491] (Lucas 10:1-24) [492]
“Esa noche, Natanael y Tomás poco durmieron; estaban demasiado impresionados por todo lo que habían escuchado en la casa de Nicodemo. Mucho pensaron sobre la declaración final de Jesús en relación con la oferta de los miembros y ex miembros del sanedrín de acompañarlo ante los setenta. El Maestro dijo: «No, hermanos míos, no serviría para nada. Multiplicaríais vosotros la ira que recaerá sobre vuestra cabeza, pero no mitigaríais en lo más mínimo el odio que ellos me tienen. Id, cada uno de vosotros, cumplid con los asuntos del Padre según os guíe el espíritu, mientras yo llevo nuevamente el reino a la atención de ellos en la forma en que mi Padre me lo indique».” (1811.1) 164:2.4 [493]
96. RESPUESTA A LA PREGUNTA DE PEDRO
“Mientras estaban allí sentados pensando, Simón Pedro preguntó: «¿Es que dices esta parábola para nosotros, tus apóstoles, o para todos los discípulos?» Y Jesús contestó:
“«En los momentos de prueba se revela el alma del hombre; la prueba revela lo que verdaderamente alberga su corazón. Cuando el siervo haya pasado la prueba, el amo de la casa pondrá a este siervo al frente de la casa y le confiará su hogar, sabiendo con tranquilidad que sus hijos serán debidamente cuidados y alimentados. Asimismo, yo pronto sabré en quien podré confiar el bienestar de mis hijos, cuando regrese al Padre. Así como el amo de la casa pondrá los buenos y probados siervos a cargo de los asuntos de su familia, del mismo modo yo pondré a cargo de los asuntos de mi reino a los que resistan las pruebas de este período.
“«Pero si el siervo es holgazán y piensa en su corazón, ‘mi amo tarda en llegar', y comienza a maltratar a los demás siervos y come y bebe con los borrachos, y entonces el amo regresará en el momento en que él no lo espera y, encontrándolo infiel, lo expulsará en deshonra. Por lo tanto hacéis bien en prepararos para ese día en que de pronto seréis visitados inesperadamente. Recordad, mucho se os ha dado; por lo tanto, mucho se esperará de vosotros. Duras pruebas se os avecinan. Yo tengo un bautismo que me bautizará, y vigilaré hasta que esto se haya llevado a cabo. Vosotros predicáis paz en la tierra, pero mi misión no traerá paz en los asuntos materiales de los hombres, por lo menos, no por un tiempo. La división es el único resultado posible cuando dos miembros de una familia creen en mí y tres de ellos rechazan este evangelio. Amigos, parientes y seres queridos están destinados a estar los unos contra los otros por causa del evangelio que vosotros predicáis. Es verdad que cada uno de estos creyentes tendrá una gran paz duradera en su corazón, pero la paz en la tierra no llegará hasta tanto no estén todos dispuestos a creer y a ingresar en la herencia gloriosa de la filiación de Dios. Sin embargo, salid a todo el mundo y proclamad este evangelio a todas las naciones, a todo hombre, mujer y niño».” (1824.4) 165:6.1 [494] (Lucas 12:41-48) [495]
“El día sábado 18 de febrero, Jesús se encontraba en Ragaba, donde vivía un rico fariseo llamado Natanael; puesto que muchos fariseos seguían a Jesús y a los doce por todo el país, este sábado por la mañana Natanael preparó un desayuno para todos ellos, unos veinte, e invitó a Jesús como huésped de honor.
“Cuando Jesús llegó al desayuno, la mayoría de los fariseos, con dos o tres abogados, ya se encontraban sentados a la mesa. El Maestro inmediatamente tomó su asiento a la izquierda de Natanael sin ir a la vasija de agua para lavarse las manos. Muchos de los fariseos, especialmente los que estaban a favor de las enseñanzas de Jesús, sabían que tan sólo se lavaba las manos para fines de higiene, que detestaba estas acciones puramente ceremoniales; por esto, no se sorprendieron de que viniera directamente a la mesa sin lavarse la manos dos veces. Pero Natanael se horrorizó de que el Maestro no cumpliera con los estrictos requisitos de las prácticas fariseas. Tampoco se lavó Jesús las manos, como lo hacían los fariseos, después de cada plato ni al final del desayuno.
“Después de mucho susurro entre Natanael y un fariseo hostil sentado a su derecha y después de mucho levantar de cejas y expresiones de desagrado de los que estaban sentados frente al Maestro, Jesús finalmente dijo: «Creí que me habíais invitado a esta casa para compartir con vosotros el pan y tal vez para preguntarme sobre la proclamación del nuevo evangelio del reino de Dios; pero percibo que me habéis traído aquí para presenciar una exhibición de devoción ceremonial a vuestra propia mojigatería. Ese servicio ya me lo habéis hecho; ¿con qué más me honraréis como huésped en esta ocasión?»
“Cuando el Maestro hubo así hablado, todos bajaron la vista y permanecieron callados. Como nadie hablaba, Jesús continuó: «Muchos de vosotros los fariseos estáis aquí conmigo como mis amigos, algunos, aun como mis discípulos, pero la mayoría de los fariseos persisten en negarse a ver la luz y reconocer la verdad, aun cuando la obra del evangelio se les presenta con gran poder. ¡Cuán cuidadosamente limpiáis lo de afuera de los vasos y de los platos mientras que las vasijas del alimento espiritual están sucias e impuras! Os aseguráis de presentar una apariencia piadosa y santa ante el pueblo, pero vuestra alma interior está llena de mojigatería, codicia, extorsión, y todo tipo de maldad espiritual. Aun vuestros líderes se atreven a confabular y planear el asesinato del Hijo del Hombre. ¿Acaso no comprendéis, hombres necios, que el Dios del cielo ve tanto los motivos íntimos del alma así como vuestras pretensiones exteriores y vuestras manifestaciones de devoción? No creáis que dar limosnas y pagar diezmos os limpia de injusticias y os permite aparecer puros en la presencia del Juez de todos los hombres. ¡Ay de vosotros fariseos que habéis persistido en rechazar la luz de la vida! Sois meticulosos en pagar el diezmo y ostentosos en dar limosna, pero a sabiendas rechazáis la visitación de Dios y negáis la revelación de su amor. Aunque esté bien para vosotros prestar atención a estos deberes menores, no deberíais haber dejado sin hacer esos requisitos más importantes. ¡Ay de los que ignoran la justicia, desdeñan la misericordia y rechazan la verdad! ¡Ay de todos los que desprecian la revelación del Padre mientras buscan los asientos principales en la sinagoga y anhelan el saludo halagador en el mercado!»
“Cuando Jesús se levantó para partir, uno de los abogados sentados a la mesa, dirigiéndose a él, dijo: «Pero, Maestro, en algunas de tus declaraciones también nos reprochas a nosotros. ¿Es que no hay nada bueno entre los escribas, los fariseos, los abogados?» Jesús, de pie, replicó al abogado: «Vosotros, como los fariseos, os deleitáis en los mejores lugares en los festines y en lucir largos hábitos mientras ponéis cargas pesadas, difíciles de llevar, sobre los hombros de la gente. Cuando las almas de los hombres se tambalean bajo esas pesadas cargas, no levantáis ni siquiera un dedo. ¡Ay de aquellos cuyo mayor regocijo es el de construir tumbas para los profetas que vuestros padres mataron! Y vuestro beneplácito para con lo que hicieron vuestros padres se manifiesta en el hecho de que ahora pensáis en matar a los que vienen en este día para hacer lo que hicieron los profetas en su día: proclamar la justicia de Dios y revelar la misericordia del Padre celestial. Pero de todas las generaciones pasadas, a esta generación perversa e hipócrita se le cobrará la sangre de los profetas y de los apóstoles. ¡Ay de todos vosotros los abogados que habéis quitado la llave del conocimiento a la gente común! Vosotros mismos os negáis a entrar en el camino de la verdad, y al mismo tiempo queréis impedir la entrada a los que la buscan. Pero no podéis cerrar así las puertas del reino del cielo; pues las hemos abierto a todos los que tienen la fe para entrar; y estos portales de misericordia no se cerrarán por el prejuicio y la arrogancia de los instructores mentirosos y de los falsos pastores que son como sepulcros blanqueados que, aunque por fuera aparecen hermosos, por dentro están llenos de los huesos de los muertos y de todo tipo de suciedad espiritual»”(1825.3) 166:1.1 [496] (Mat 15:1-20 [497]; Lucas 7:1-23) [498]
98. EL MENSAJE PROCEDENTE DE BETANIA
“Muy tarde el domingo por la noche del 26 de febrero, un mensajero de Betania llegó a Filadelfia, trayendo un mensaje de Marta y María que decía: «Señor, aquél que amas está muy enfermo». El mensaje le llegó a Jesús al final de la conferencia de la tarde y en el momento en que estaba dándoles las buenas noches a los apóstoles. Al principio Jesús nada respondió. Entonces se produjo uno de aquellos extraños interludios, un período en el cual parecía estar en comunicación con algo que estaba fuera de él y por encima de él. Luego, levantando la vista, se dirigió al mensajero, al alcance del oído de los apóstoles, diciendo: «Esta enfermedad no es en realidad para muerte. No dudéis que será para glorificar a Dios y exaltar al Hijo»
“Así pues, temprano el miércoles por la mañana dijo a sus apóstoles: «Preparémonos inmediatamente para volver a Judea». Cuando los apóstoles oyeron las palabras de su Maestro, se alejaron por un momento para consultar entre ellos. Santiago dirigió la conversación, en el curso de la cual todos estuvieron de acuerdo que era una locura permitir que Jesús volviera a Judea, de manera que volvieron todos juntos a donde Jesús y así se lo dijeron. Dijo Santiago: «Maestro, estuviste en Jerusalén hace unas pocas semanas, y los líderes querían matarte y el pueblo quería apedrearte. Ya en aquel momento ofreciste a esos hombres la oportunidad de recibir la verdad, y no permitiremos que vuelvas a Judea»
“Entonces dijo Jesús: «Pero, ¿acaso no comprendéis que el día tiene doce horas en las que se pueden hacer obras sin peligro? Si un hombre camina de día, no tropieza porque tiene luz. Si un hombre camina de noche, puede que tropiece porque no tiene luz. Mientras dure mi día, no temo entrar a Judea. Quiero hacer otra obra poderosa para estos judíos; quiero darles otra oportunidad más para creer, aun en sus propios términos —con condiciones de gloria exterior y la manifestación visible del poder del Padre y del amor del Hijo. Además, ¡acaso no entendéis que nuestro amigo Lázaro duerme, y quiero despertarlo de su sueño!»
“Entonces dijo uno de los apóstoles: «Maestro, si Lázaro duerme, con más seguridad sanará». Era costumbre de los judíos de esos tiempos hablar de la muerte como una forma de sueño, pero como los apóstoles no entendían que Jesús quería decir que Lázaro había partido de este mundo, les dijo claramente: «Lázaro ha muerto. Me alegro de no haber yo estado allí, aunque no se salven los demás, porque así tendréis nuevo motivo para creer en mí; y lo que veréis os fortalecerá en preparación de ese día en el que me despediré de vosotros para ir al Padre»” (1836.6) 167:4.1 [499] (Juan 11:3,4,9,10-15) [500]
99. LOS TÉRMINOS DE LA SALVACIÓN-EL MATRIMONIO Y EL DIVORCIO
“Camino a Judea, Jesús iba seguido de un grupo de casi cincuenta amigos y enemigos. Durante el almuerzo del mediodía, el día miércoles, habló a sus apóstoles y a este grupo de seguidores sobre los «Términos de la salvación»; y al fin de esta lección relató la parábola del fariseo y el publicano (un recolector de impuestos). Dijo Jesús: «Veis pues que el Padre otorga salvación a los hijos de los hombres, y esta salvación es un don para todos los que tienen la fe necesaria para recibir la filiación en la familia divina. No hay nada que el hombre pueda hacer para merecer esta salvación. Las obras de mojigatería no compran el favor de Dios, las oraciones públicas no expían la falta de fe viviente en el corazón. Podréis engañar a los hombres con vuestro servicio exterior, pero Dios mira dentro de vuestra alma. Lo que yo os digo está bien ilustrado por dos hombres que fueron a orar al templo, el uno un fariseo, y el otro un publicano. El fariseo estuvo de pie y oró para sí mismo: ‘Dios, doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son extorsionadores, ignorantes, injustos, adúlteros o aun como este publicano. Yo ayuno dos veces por semana; doy diezmos de todo lo que gano'. Pero el publicano, parado a la distancia, ni siquiera se atrevió a levantar los ojos al cielo, sino que golpeándose el pecho dijo, ‘Dios, ten compasión de este pecador'. Yo os digo que el publicano se fue a casa con la aprobación de Dios, más bien que el fariseo, pues el que se exalta a sí mismo será humillado, pero el que se humilla será exaltado»
“Esa noche en Jericó, los fariseos hostiles trataron de hacer caer al Maestro en una trampa, enredándolo en discusiones sobre el matrimonio y el divorcio, así como lo habían hecho otros cierta vez en Galilea, pero Jesús hábilmente evitó sus esfuerzos de ponerlo en conflicto con sus leyes relativas al divorcio. Así como el publicano y el fariseo ilustraban la buena religión y la mala religión, sus prácticas de divorcio servían para contrastar las mejores leyes matrimoniales del código judío con la laxitud condenable de la interpretación farisea de estos estatutos mosaicos del divorcio. El fariseo se juzgaba a sí mismo por la norma más baja; el publicano se medía por el ideal más alto. La devoción, para el fariseo, era una manera de inducir una inactividad santurrona y la confianza en una falsa seguridad espiritual; la devoción, para el publicano, era una manera de estimular el alma a la comprensión de la necesidad de arrepentimiento, confesión y aceptación, por la fe, del perdón misericordioso. El fariseo buscaba justicia; el publicano buscaba misericordia. La ley del universo es: pide y recibirás; busca y encontrarás.
“Después de hablar Jesús así sobre el matrimonio y el divorcio, más tarde, esa noche, sus apóstoles le hicieron privadamente muchas preguntas adicionales, y las respuestas a estas preguntas liberaron la mente de ellos de muchas interpretaciones incorrectas. Al final de esta conferencia, Jesús dijo: «El matrimonio es loable y todos los hombres lo deberían desear. El hecho de que el Hijo del Hombre cumpla solo su misión terrenal, no debe de ninguna manera reflejarse en forma negativa sobre la deseabilidad del matrimonio. Es voluntad del Padre que yo trabaje de esta manera, pero el mismo Padre ha ordenado la creación del hombre y de la mujer, y es voluntad divina que los hombres y las mujeres encuentren su servicio más elevado y regocijo consiguiente en el establecimiento del hogar para recibir y criar a los hijos, en cuya creación estos padres se asocian con los Hacedores del cielo y de la tierra. Por esta causa el hombre dejará a padre y madre para unirse con su esposa, y los dos llegarán a ser uno solo»” (1838.2) 167:5.1 [501] (Mat 19:3-11 [502]; Mar 10:2-12) [503]
“Esa noche el mensaje de Jesús sobre el matrimonio y la bienaventuranza de los niños se difundió por todo Jericó, de modo tal que por la mañana siguiente, mucho antes de que Jesús y los apóstoles estuvieran preparados para partir, aun antes de la hora del desayuno, decenas de madres vinieron adonde Jesús, trayendo a sus niños en los brazos y llevándolos de la mano, y deseaban que bendijera a los pequeños. Cuando los apóstoles salieron y vieron esta asamblea de mujeres con sus hijos, intentaron despedirlas, pero las mujeres se negaron a partir antes de que colocara el Maestro sus manos sobre los niños y los bendijera. Cuando los apóstoles reprendieron en voz alta a estas madres, Jesús, habiendo oído el tumulto, salió indignado y los censuró, diciendo: «Dejad a los niños que vengan a mí; no lo impidáis, porque de ellos es el reino del cielo. De cierto, de cierto os digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño, difícilmente podrá entrar en él y crecer hasta la estatura plena de la hombría espiritual».
“Cuando el Maestro hubo hablado a sus apóstoles, recibió a todos los niños, tocándoles, mientras decía a las madres palabras de valor y esperanza.” (1839.6) 167:6.1 [504] (Mat 19:13-15 [505]; Mar 10:13-16 [506]; Lucas 18:15-17) [507]
101. LA MADRE BUSCA HONORES PARA SANTIAGO Y JUAN
“Fue este domingo por la tarde cuando Salomé, la madre de Santiago y Juan Zebedeo, vino adonde Jesús con sus dos hijos apóstoles y, como si se dirigiera a un potentado oriental, intentó que Jesús le prometiera por adelantado otorgarle lo que ella le pidiese. Pero el Maestro no quiso prometer nada; en cambio, le preguntó: «¿Qué es lo que quieres que haga por ti?» Entonces respondió Salomé: «Maestro, ahora que vayas a Jerusalén para establecer el reino, quisiera pedirte por adelantado que me prometas que éstos mis hijos sean honrados contigo, uno sentado a tu diestra y el otro sentado a tu izquierda en tu reino».
“Cuando Jesús escuchó el pedido de Salomé, dijo: «Mujer, no sabes qué es lo que pides». Luego, fijando la mirada en los ojos de los dos apóstoles buscadores de honor, dijo: «Teniendo en cuenta que hace mucho que os conozco y os amo; que aun he vivido en la casa de vuestra madre; que Andrés os ha encargado que estéis conmigo en todo momento; por todo esto, habéis permitido que vuestra madre venga a verme en secreto, con esta petición indecorosa. Pero yo os pregunto: ¿sois capaces de beber de la copa de la que estoy a punto de beber?» Sin titubeo, Santiago y Juan contestaron: «Sí, Maestro, sí somos capaces». Dijo Jesús: «Me apesadumbra ver que no sabéis por qué vamos a Jerusalén; me duele que no comprendáis la naturaleza de mi reino; me desilusiona que traigáis a vuestra madre para que me haga esta petición; pero yo sé que me amáis en vuestro corazón; por eso declaro que en verdad beberéis de mi copa de amargura y compartiréis de mi humillación, pero que os sentéis a mi derecha y a mi izquierda no está en mi poder daros. Esos honores están reservados para los que han sido designados por mi Padre».” (1867.4) 171:0.4 [508] (Mat 20:20-23) [509]
“Cuando Jesús y la compañía de casi mil seguidores llegó al vado de Betania sobre el Jordán a veces llamado Betábara, sus discípulos comenzaron a darse cuenta de que no se dirigía directamente a Jerusalén. Mientras titubeaban y discutían entre ellos, Jesús se trepó a una enorme piedra y pronunció ese discurso que es conocido como «el calcular el gasto». El Maestro dijo:
“«Vosotros los que queréis seguirme de ahora en adelante debéis estar dispuestos a pagar el precio de la dedicación total a hacer la voluntad de mi Padre. Si queréis ser mis discípulos, debéis estar dispuestos a abandonar padre, madre, esposa, hijos, hermanos y hermanas. Si cualquiera entre vosotros quiere ahora ser mi discípulo, debéis estar dispuestos a abandonar aun vuestra vida así como el Hijo del Hombre está a punto de ofrecer su vida para completar la misión de hacer la voluntad del Padre en la tierra y en la carne.
“«Si no estás dispuesto a pagar el precio entero, no puedes ser mi discípulo. Antes de que sigamos, cada uno de vosotros debería sentarse y calcular el gasto de ser mi discípulo. ¿Quién entre vosotros construiría una torre de vigilia sobre sus predios sin sentarse primero a sumar el costo y ver si tiene suficiente dinero para completar la obra? Si no calculas así el gasto, después de haber echado los cimientos, es posible que descubras que eres incapaz de terminar lo que has comenzado, y por lo tanto todos tus vecinos se mofarán de ti diciendo: ‘he aquí que este hombre empezó a construir pero no puede terminar su obra'. También, ¿qué rey, cuando se preparara a guerrear contra otro rey, no se sienta primero a asesorarse sobre si podrá, con diez mil hombres, luchar contra el que se le enfrenta con veinte mil? Si el rey no puede enfrentarse con su enemigo porque no está preparado, envía un embajador a este otro rey, aunque se encuentre muy lejos, pidiéndole términos de paz.
“«Ahora bien, cada uno de vosotros debe sentarse y calcular el gasto de ser mi discípulo. De ahora en adelante no podrás seguirnos, escuchando las enseñanzas y contemplando las obras; tendrás que enfrentar amargas persecuciones y dar prueba de este evangelio frente a un desencanto aplastante. Si no estás dispuesto a renunciar a todo lo que eres y a dedicar todo lo que tienes, no mereces ser mi discípulo. Si ya te has conquistado a ti mismo dentro de tu corazón, no debes temer esa victoria exterior que pronto deberás ganar cuando el Hijo del Hombre sea rechazado por los altos sacerdotes y los saduceos y entregado a las manos de los descreídos que se mofan.
“«Ahora debes examinarte para hallar tu motivación de ser discípulo mío. Si buscas honor y gloria, si tu mente es mundana, eres como la sal que ha perdido su sabor. Y cuando lo que vale por su salinidad ha perdido su sabor, ¿con qué lo sazonaremos? Es inútil tal condimento; sólo sirve para echarlo a la basura. Ahora os he advertido que os volváis a vuestro hogar en paz, si no estáis dispuestos a beber conmigo la copa que está siendo preparada. Una y otra vez os he dicho que mi reino no es de este mundo, pero no me creéis. El que tenga oído para oír, que oiga lo que yo digo».” (1869.3) 171:2.1 [510] (Lucas 14:25-35) [511]
103. OBSERVACIONES RELACIONADAS CON SU MUERTE
“El miércoles 29 de marzo al atardecer, Jesús y sus seguidores acamparon en Livias, camino de Jerusalén, después de haber completado su gira de las ciudades del sur de Perea. Fue durante esta noche en Livias cuando Simón el Zelote y Simón Pedro, habiendo conspirado para recibir en este sitio más de cien espadas, las cuales fueron distribuidas a todos los que quisieron aceptarlas y ceñírselas ocultas bajo sus mantos. Simón Pedro aún llevaba la espada la noche de la traición al Maestro en el jardín.
“El jueves por la mañana temprano, antes de que se despertaran los demás, Jesús llamó a Andrés y dijo: «¡Despierta a tus hermanos! Tengo algo que decirles». Jesús sabía de las espadas y cuáles de sus apóstoles las habían recibido y las llevaban, pero nunca les reveló que sabía de estas cosas. Cuando Andrés hubo despertado a sus asociados, y se hubieron reunido entre ellos, Jesús dijo: «Hijos míos, habéis estado conmigo mucho tiempo, y yo os he enseñado mucho de lo que se necesita para este período, pero ahora deseo advertiros que no pongáis vuestra confianza en las incertidumbres de la carne ni en la fragilidad de la defensa humana contra las pruebas que nos esperan. Os he llamado aparte aquí para poder deciros nuevamente y claramente que vamos a Jerusalén, donde vosotros sabéis que el Hijo del Hombre ya ha sido condenado a muerte. Nuevamente os digo que el Hijo del Hombre será entregado a las manos de los altos sacerdotes y de los líderes religiosos; que ellos lo condenarán y luego lo entregarán a las manos de los gentiles. Así pues, se mofarán del Hijo del Hombre, aun lo escupirán y lo flagelarán, y lo entregarán a la muerte. Y cuando maten al Hijo del Hombre, no desmayéis, porque os declaro que el tercer día resucitará. Cuidaos y recordad que os he avisado».”
“Nuevamente estuvieron los apóstoles pasmados y anonadados; pero no podían convencerse de considerar sus palabras literalmente; no podían comprender que el Maestro significaba exactamente lo que decía. Estaban tan cegados por su persistente creencia en el reino temporal sobre la tierra, con su centro en Jerusalén, que simplemente no podían —no querían— permitirse aceptar literalmente las palabras de Jesús. Durante todo ese día reflexionaron sobre cuál podía ser el significado de tan extrañas declaraciones del Maestro. Pero ninguno de ellos se atrevió a hacerle preguntas sobre estas declaraciones. Estos confundidos apóstoles no despertaron hasta después de la muerte de Jesús a la comprensión de que el Maestro les había hablado clara y directamente en anticipación de su crucifixión.
“Cuando Jesús escuchó lo que tenían que decir los fariseos, replicó: «Bien sé de Herodes y de su temor de este evangelio del reino, pero no os equivoquéis, él mucho preferiría que el Hijo del Hombre fuera a Jerusalén para sufrir y morir a manos de los altos sacerdotes; no anhela, habiéndose manchado las manos con la sangre de Juan, responsabilizarse de la muerte del Hijo del Hombre. Id vosotros y decid a ese zorro que el Hijo del Hombre predica hoy en Perea, mañana va a Judea, y después de unos pocos días, habrá completado su misión en la tierra y se preparará para ascender al Padre».
“Luego, volviéndose a sus apóstoles, Jesús dijo: «Desde tiempos antiguos han perecido los profetas en Jerusalén, y corresponde que el Hijo del Hombre vaya a la ciudad de la casa del Padre, para ser ofrecido como precio del fanatismo humano y como resultado del prejuicio religioso y de la ceguera espiritual. ¡Oh Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los maestros de la verdad! ¡Cuántas veces hubiera querido juntar a tus hijos así como una gallina junta a sus polluelos bajo sus alas, pero no me dejaste hacerlo! ¡He aquí que tu casa pronto quedará desolada! Muchas veces querrás verme, pero no podrás. Me buscarás entonces, pero no me hallarás». Y cuando hubo hablado, se volvió a los que lo rodeaban y dijo: «Sin embargo, vayamos a Jerusalén para asistir a la Pascua y hacer lo que nos corresponde para satisfacer la voluntad del Padre en el cielo».” (1871.3) 171:4.1 [512] (Mat 17:22,23 [513]; Mat 20:17-19 [514]; Lucas 13:31-35) [515]
“Cuando la procesión del Maestro entró a Jericó, era cerca de la puesta del sol, y dispusieron pernoctar allí. Al pasar Jesús frente a la aduana, Zaqueo el jefe publicano, o recolector de impuestos, estaba de casualidad allí, y mucho deseaba ver a Jesús. Este jefe publicano era muy rico y mucho había oído sobre este profeta de Galilea. Había resuelto que la próxima vez que Jesús visitara Jericó quería ver qué clase de hombre era éste, por lo tanto, Zaqueo trató de abrirse paso entre el gentío, pero éste era demasiado grande, y siendo él bajo de estatura, no podía ver por encima de la cabeza de la gente. Así pues, el jefe publicano siguió a la multitud hasta que llegaron cerca del centro de la ciudad y no lejos de donde él vivía. Al ver que no podría abrirse paso en el gentío, y pensando que Jesús tal vez cruzaría la ciudad sin parar, se adelantó corriendo y trepó a un sicómoro cuyas abundantes ramas pendían sobre el camino. Sabía que de esta manera podría ver bien al Maestro cuando éste pasara. Y no sufrió una desilusión porque, al pasar Jesús, se detuvo, y levantando la mirada a Zaqueo, dijo: «Apresúrate, Zaqueo, y baja, porque esta noche he de morar en tu casa». Cuando Zaqueo oyó esas palabras asombrosas, estuvo a punto de caerse del árbol en su prisa por bajar, y acercándose a Jesús, expresó su gran gozo de que el Maestro quisiera parar en su casa.
“Fueron enseguida a la casa de Zaqueo, y los que vivían en Jericó se sorprendieron mucho de que Jesús consintiera en morar con el jefe publicano. Aun mientras el Maestro y sus apóstoles se detenían momentáneamente con Zaqueo en la puerta de su casa, uno de los fariseos de Jericó, de pie cerca, dijo: «Podéis ver cómo este hombre ha ido a morar con un pecador, un hijo apóstata de Abraham que es extorsionador y ladrón de su propio pueblo». Cuando Jesús escuchó esto, bajó la mirada sobre Zaqueo y sonrió. Entonces Zaqueo se subió sobre un taburete y dijo: «Hombres de Jericó, ¡oídme! Tal vez sea yo publicano y pecador, pero el gran Maestro ha venido a morar en mi casa; y antes de que entre, yo os digo que donaré la mitad de mis bienes a los pobres, y a partir de mañana, si algo he recolectado injustamente de algún hombre, le devolveré cuatro veces tanto. Voy a buscar la salvación con todo mi corazón y a aprender a hacer rectitud ante los ojos de Dios».
“Cuando Zaqueo terminó de hablar, Jesús dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, y tú te has vuelto en verdad un hijo de Abraham». Volviéndose a la multitud congregada alrededor de ellos, Jesús dijo: «No os sorprendáis por mis palabras ni os ofendáis por lo que hacemos, porque yo he declarado desde el principio que el Hijo del Hombre ha venido para buscar y salvar a aquel que está perdido».” (1873.4) 171:6.1 [516] (Lucas 19:1-10) [517]
“Los peregrinos que provenían de fuera de Judea, así como también las autoridades judías, se preguntaban: «¿Qué pensáis? ¿Vendrá Jesús a las festividades?» Por lo tanto, cuando el pueblo oyó que Jesús estaba en Betania, se alegraron, pero los altos sacerdotes y los fariseos estaban un tanto perplejos. Se alegraban de tenerlo bajo su jurisdicción, pero estaban un tanto desconcertados por su audacia; recordaban que en su previa visita a Betania, resucitó a Lázaro del mundo de los muertos, y Lázaro se estaba volviendo un problema serio para los enemigos de Jesús.
“Seis días antes de la Pascua, al atardecer después del sábado, todo el pueblo de Betania y Betfagé se reunió para celebrar la llegada de Jesús con un banquete público en la casa de Simón. Esta cena era en honor tanto de Jesús como de Lázaro; se la celebró en desafío del sanedrín. Marta dirigía a los que servían la comida; su hermana María estaba entre las mujeres espectadoras puesto que no era costumbre de los judíos que las mujeres se sentaran en los banquetes públicos. También estaban presentes los agentes del sanedrín, pero temían apresar a Jesús en medio de sus amigos.
“Jesús conversó con Simón sobre el antiguo Josué, cuyo nombre él mismo llevaba, y recitó la historia de cómo habían venido Josué y los israelitas a Jerusalén a través de Jericó. Al comentar sobre la leyenda de los muros de Jericó que se derrumbaron, Jesús dijo: «No me preocupan los muros de ladrillos y piedras; pero quisiera derrocar los muros del prejuicio, la mojigatería, y el odio que se alzan frente a esta predicación del amor del Padre por todos los hombres».
“El banquete prosiguió en forma alegre y normal excepto que todos los apóstoles estaban insólitamente taciturnos. Jesús estaba excepcionalmente alegre y jugó con los niños hasta el momento de sentarse a la mesa.
“No pasó nada fuera de lo ordinario hasta cerca del cierre del festín, cuando María, la hermana de Lázaro, se separó del grupo de mujeres espectadoras, adelantándose adonde Jesús estaba reclinado en el sitio de honor, abrió una gran vasija de alabastro que contenía un ungüento muy raro y costoso. Después de ungir la cabeza del Maestro, empezó a aplicar el ungüento sobre los pies de Jesús soltándose luego el cabello y secándole los pies con su cabello. El olor del ungüento impregnó todo el edificio, y todos los presentes se sorprendieron de lo que María había hecho. Lázaro no dijo nada, pero al comenzar a murmurar algunos de los presentes manifestando indignación de que un ungüento tan caro se usara de esa manera, Judas Iscariote se dirigió adonde Andrés estaba reclinado y dijo: «¿Por qué no se vendió este ungüento y el dinero no se donó para alimentar a los pobres?» Debes hablar con el Maestro, para que él censure este derroche».
“Jesús, sabiendo lo que ellos pensaban y oyendo lo que decían, apoyó la mano sobre la cabeza de María que estaba arrodillada a su lado, y con una expresión compasiva en su rostro, dijo: «Dejadla, cada uno de vosotros. ¿Por qué queréis molestarla, cuando veis que ella ha hecho una buena cosa en su corazón? A vosotros, los que murmuráis y decís que este ungüento se ha debido vender y el dinero donar a los pobres, yo os digo que los pobres estarán siempre con vosotros, y podréis ministrarles en cualquier momento que os parezca apropiado, pero yo no siempre estaré con vosotros; pronto iré a mi Padre. Esta mujer viene guardando este ungüento desde hace mucho tiempo, para ungir mi cuerpo en su entierro; si ahora le parece bien ungirme, en anticipación de mi muerte, esa satisfacción no le será negada. Con esta acción María os censura a todos vosotros porque ella manifiesta así su fe en lo que yo he dicho sobre mi muerte y ascensión a mi Padre en el cielo. Esta mujer no será censurada por lo que ha hecho esta noche, más bien yo os digo que en todas las eras por venir, dondequiera que se predique este evangelio en el mundo entero, se relatará lo que ella ha hecho en su memoria».” (1878.4) 172:1.1 [518] (Juan 11:55-12:11) [519]
“Jesús se mostró alegre y despreocupado hasta que llegaron a la cumbre del Oliveto, donde se abría la vista panorámica de la ciudad con las torres del templo; allí el Maestro detuvo la procesión y un gran silencio cayó sobre todos mientras lo contemplaban llorar. Bajando los ojos a la vasta multitud que venía de la ciudad para recibirlo, el Maestro, con mucha emoción y con la voz entrecortada dijo: «¿Oh Jerusalén, si tan sólo hubieras conocido, aun tú, por lo menos en este, tu día, las cosas que pertenecen a tu paz, que podrías haber tenido tan libremente! Pero ya están para ocultarse de tus ojos estas glorias. Estás por rechazar al Hijo de la Paz y volver la espalda al evangelio de la salvación. Pronto llegarán los días en que tus enemigos abrirán trincheras alrededor de ti, y serás sitiada por doquier; te destruirán completamente, pues no quedará piedra sobre piedra. Y todo esto caerá sobre ti porque no supiste reconocer el momento de tu visitación divina. Estás por rechazar el don de Dios, y todos los hombres te rechazarán a ti».
“Cuando terminó de hablar, comenzaron el descenso del Oliveto y finalmente se reunieron con la multitud de visitantes que venía de Jerusalén con ramas de palma, gritando hosannas, y de otras maneras expresando regocijo y sentimientos de comunidad. El Maestro no había planeado que estas multitudes salieran de Jerusalén a su encuentro, ésa fue obra de otros. El nunca premeditaba nada que fuera de efecto dramático.
“Juntamente con la multitud que salió para recibir al Maestro, también había muchos fariseos y otros enemigos de él. Tan perturbados estaban por esta explosión repentina e inesperada de aclamación popular que temieron arrestarlo, por no precipitar actos abiertos de revuelta de la plebe. Mucho temían la actitud de los grandes números de visitantes que tanto habían oído hablar de Jesús, y que, muchos de ellos, creían en él.
“A medida que se acercaban a Jerusalén, la multitud se volvió más expresiva, tanto que algunos de los fariseos se abrieron paso hasta donde estaba Jesús y dijeron: «Instructor, debes censurar a tus discípulos y exhortarlos a que su conducta sea más digna». Jesús respondió: «Es justo que estos niños le den la bienvenida al Hijo de la Paz, a quien han rechazado los altos sacerdotes. Sería inútil pararlos no sea que estas piedras junto al camino griten quejándose».
“Los fariseos se adelantaron de prisa a la cabeza de la procesión para volver al sanedrín, que estaba en sesión en ese momento en el templo, e informaron a sus asociados: «He aquí que todo lo que hacemos es en vano; estamos confundidos por este galileo. La gente se vuelve loca por él, si no paramos a estos ignorantes, todo el mundo le seguirá».” (1882.3) 172:3.10 [520] (Mat 21:1-11 [521]; Mar 11:1-11 [522]; Lucas 19:29-44 [523]; Juan 12:12-19) [524]
“Mientras los gemelos Alfeo devolvían el asno a su dueño, Jesús y los diez apóstoles se separaron de sus asociados inmediatos y anduvieron caminando por el templo, observando las preparaciones para la Pascua. No hubo intento alguno de molestar a Jesús, puesto que el sanedrín mucho temía al pueblo, y ésa era, después de todo, una de las razones por las cuales Jesús había permitido que la multitud lo aclamara de esa manera. Los apóstoles no comprendían que era éste el único procedimiento humano que podía resultar eficaz en prevenir el inmediato arresto de Jesús a su entrada a la ciudad. El Maestro deseaba dar a los habitantes de Jerusalén, poderosos y humildes, así como también a las decenas de miles de visitantes de la Pascua, una oportunidad más, la última, de escuchar el evangelio y recibir, si lo quisieran, al Hijo de la Paz.
“Ahora pues, mientras progresaba la tarde y las multitudes se iban en busca de alimentos, Jesús y sus seguidores inmediatos quedaron solos. ¡Qué día tan extraño había sido! Los apóstoles estaban pensativos, pero enmudecidos. Nunca, en todos los años de asociación con Jesús, habían ellos visto un día como éste. Por un momento se sentaron junto al tesoro, observando a la gente que entregaba sus contribuciones: los ricos echaban mucha cantidad en el arca de las ofrendas y todos daban algo de acuerdo con sus posibilidades. Finalmente llegó una pobre viuda, vestida pobremente, y observaron que ella echó dos blancas (monedas pequeñas de cobre) en el arca. Dijo Jesús, llamando la atención de los apóstoles sobre la viuda: «Prestad atención a lo que acabáis de ver. Esta pobre viuda echó más que todos los demás, porque todos los demás de lo que les sobraba, echaron una pequeña parte como don, pero esta pobre mujer, aunque esté necesitada, dio todo lo que tenía, aun su sustento».” (1883.3) 172:4.1 [525] (Mar 12:41-44) [526]
108. DESAFÍO A LA AUTORIDAD DE JESÚS
“Los rectores del templo se presentaron ante Jesús en esta hora de la tarde desafiando no sólo sus enseñanzas sino sus acciones. Jesús bien sabía que estos mismos hombres habían enseñado durante mucho tiempo públicamente que la autoridad de él para enseñar era satánica, y que todas sus obras poderosas habían sido forjadas por poder del príncipe de los diablos. Por consiguiente, el Maestro comenzó su respuesta a esta pregunta haciéndoles a su vez una pregunta. Dijo Jesús: «También me gustaría haceros a vosotros una pregunta que, si queréis contestarla, yo del mismo modo os diré por cuál autoridad hago estas obras. El bautismo de Juan, ¿de dónde vino? ¿Recibió Juan su autoridad del cielo o de los hombres?»
“Cuando los que lo interrogaban oyeron esto, se apartaron para asesorarse entre ellos en cuanto a qué respuesta debían dar. Habían planeado colocar a Jesús en una situación incómoda ante la multitud, pero ahora se encontraban ellos altamente confusos frente a todos los que estaban congregados en ese momento en el patio del templo. Su derrota fue aun más aparente cuando volvieron ante Jesús, diciendo: «En cuanto al bautismo de Juan, no podemos responder; no sabemos». Contestaron así al Maestro porque habían razonado entre ellos: si decimos ‘del cielo', entonces él dirá, ‘por qué no creísteis en él', y tal vez agregará que él recibió su autoridad de Juan; y si decimos que de los hombres, entonces la multitud tal vez se vuelva contra nosotros, porque la mayoría de ellos piensa que Juan fue un profeta; de manera que se vieron obligados a presentarse ante Jesús y la multitud, y confesar que ellos, los enseñantes y líderes religiosos de Israel, no podían (o no querían) expresar una opinión sobre la misión de Juan. Y cuando así hablaron, Jesús, bajando la mirada sobre ellos dijo: «Tampoco os diré yo por qué autoridad hago estas cosas».” (1892.1) 173:2.4 [527] (Mat 21:23-27 [528]; Mar 11:27-33 [529]; Lucas 20:1-8) [530]
“Cuando Jesús se preparó para ir a las colinas a solas, David Zebedeo se le acercó diciendo: «Bien sabes, Maestro, que los fariseos y potentados desean destruirte, y sin embargo te preparas para ir solo a las colinas. Es una locura exponerse así; por lo tanto, enviaré a tres hombres contigo, bien preparados para que vigilen que no te ocurra nada malo». Jesús miró a los tres bien armados y robustos galileos y dijo a David: «Tienes buenas intenciones, pero te equivocas porque no llegas a comprender que el Hijo del Hombre no necesita a nadie para que lo defienda. Ningún hombre me atacará hasta la hora en que esté listo para dar mi vida en conformidad con la voluntad de mi Padre. Estos hombres no deben acompañarme. Deseo ir solo, para poder comulgar con el Padre».
“Al escuchar estas palabras, David y sus guardianes armados se retiraron; pero al encaminarse Jesús solo, Juan Marcos se adelantó con una pequeña cesta, que contenía alimentos y agua, y sugirió que, si tenía el Maestro la intención de alejarse por todo el día, puede que tuviera hambre. El Maestro sonrió a Juan y tendió la mano para tomar la cesta.
“Jesús estaba a punto de tomar de las manos de Juan la cesta del almuerzo, pero el joven se aventuró a decir: «Pero, Maestro, es posible que dejes la cesta en el piso para ir a orar y te alejes sin llevártela. Además, si yo te acompaño para llevar el almuerzo, tú estarás más libre para adorar, y yo con toda seguridad me quedaré callado. No haré ninguna pregunta y me quedaré con la cesta cuando tu te apartes para orar».
“Al hacer este discurso, cuya temeridad sorprendió a algunos de los oyentes que se encontraban allí, Juan se atrevió a seguir sosteniendo la cesta. Ahí estaban Juan y Jesús, ambos aferrados de la cesta. Dentro de poco el Maestro la soltó y, bajando la mirada sobre el muchacho, dijo: «Puesto que anhelas de todo corazón acompañarme, no se te negará. Nos iremos por nuestra cuenta y tendremos una buena charla. Podrás hacerme toda pregunta que surja de tu corazón, y nos consolaremos mutuamente. Puedes empezar llevando el almuerzo, y cuando te canses, te ayudaré. Sígueme pues».” (1920.3) 177:0.3 [531]
“En el curso de este día de compañerismo con Juan Marcos, Jesús pasó bastante tiempo comparando sus experiencias de la niñez y de la adolescencia. Aunque los padres de Juan poseían más bienes mundanos que los que habían poseído los padres de Jesús, había mucho de similar en sus experiencias juveniles. Jesús dijo muchas cosas que ayudaron a Juan a comprender mejor a sus padres y a los otros integrantes de su familia. Cuando el muchacho preguntó al Maestro cómo podía él saber que Juan se volvería un «poderoso mensajero del reino», Jesús dijo:
“«Sé que demostrarás tú lealtad al evangelio del reino, porque puedo confiar en tu fe y amor presentes ya que estas cualidades están cimentadas en una capacitación tan temprana como ha sido la tuya en el hogar. Eres el producto de un hogar en el que los padres se tienen afecto sincero, y por lo tanto no has sido amado en exceso, como para que hubieras exaltado perjudicialmente el concepto de tu autoimportancia. Tampoco ha sufrido distorsiones tu personalidad como consecuencia de posibles maniobras sin amor de tus padres, el uno contra el otro por ganar tu confianza y lealtad. Has disfrutado de ese amor paterno que asegura una laudable autoconfianza y fomenta sentimientos normales de seguridad. Pero también has sido afortunado, porque tus padres poseían sabiduría a la vez que amor; fue su sabiduría la que los condujo a negarte la mayoría de las formas de indulgencia y los muchos lujos que puede comprar el dinero; te enviaron a la escuela de la sinagoga con tus compañeros de juegos del barrio en el que vivías, y también te alentaron a vivir en este mundo de modo tal que pudieras hacer una experiencia original. Viniste al Jordán, donde nosotros predicábamos y los discípulos de Juan bautizaban, con tu joven amigo Amós. Ambos deseabais ir con nosotros; cuando regresasteis a Jerusalén, tus padres consintieron; los padres de Amós se negaron; tanto amaban a su hijo que le negaron la experiencia bendita que tú has tenido, aun la que estás disfrutando hoy mismo. Amós podría haberse escapado de su casa para unirse a nosotros, pero si lo hubiera hecho, habría herido el amor y sacrificado la lealtad. Aun en el caso de que tal curso de acción fuera sabio, habría pagado un precio terrible para ganar experiencia, independencia y libertad. Padres sabios como los tuyos se aseguran de que sus hijos no se vean obligados a herir el amor ni a sofocar la lealtad para desarrollar su independencia y disfrutar de una libertad vigorizante al llegar a tu edad.
“«El amor, Juan, es la realidad suprema del universo cuando proviene de seres totalmente sabios, pero puede ser un rasgo peligroso y aun casi egoísta tal como se manifiesta en la experiencia de los padres mortales. Cuando te cases y tengas tus hijos, asegúrate de que tu amor sea controlado por la sabiduría y guiado por la inteligencia.
“«Tu joven amigo Amós cree en este evangelio del reino tanto como tú, pero no puedo confiar plenamente en él; no estoy seguro de lo que él hará en los años venideros. Su vida hogareña temprana no fue del tipo que pueda producir una persona completamente confiable. Amós se parece demasiado a uno de los apóstoles que no pudo disfrutar de un adiestramiento hogareño normal, amante y sabio. Toda tu vida futura será más feliz y confiable, porque pasaste tus primeros ocho años en un hogar normal y bien regulado. Posees un carácter fuerte y bien integrado, porque creciste en un hogar en el cual prevalecía el amor y reinaba la sabiduría. Este tipo de adiestramiento durante la infancia produce un tipo de lealtad que me da la certeza de que seguirás el curso de acción que has comenzado».” (1921.5) 177:2.1 [532]
“Como era miércoles, esa noche hubo en el campamento una hora social. El Maestro intentó levantar el ánimo de sus apóstoles deprimidos, pero eso era casi imposible. Todos empezaban a percatarse de que se avecinaban acontecimientos desconcertantes y aplastantes. No podían alegrar su corazón, aun cuando el Maestro recordó con ellos sus años pletóricos y amantes de asociación. Jesús indagó cuidosamente sobre la familia de cada uno de los apóstoles y, volviendo la mirada hacia David Zebedeo, le preguntó si alguien sabía algo de su propia madre, su hermana menor u otros integrantes de su familia. David bajó la vista; y no se atrevió a responder.
“Fue ésta la ocasión en la que Jesús advirtió a sus seguidores de que se cuidaran del apoyo de la multitud. Recordó sus experiencias en Galilea cuando una y otra vez, lo siguieron con entusiasmo grandes multitudes de gente que más adelante les volvieron la espalda, con el mismo entusiasmo volviendo a sus previas creencias y formas de vida. Luego dijo: «Así pues, no os dejéis engañar por las grandes multitudes que nos escucharon en el templo y que parecían creer nuestras enseñanzas. Estas multitudes escuchan la verdad y la creen superficialmente con la mente, pero pocos entre ellos permiten que la palabra de la verdad penetre su corazón y se arraigue en él. Cuando se presentan verdaderos problemas, no se puede contar con el apoyo de los que conocen el evangelio sólo en la mente, y no lo han experimentado en el corazón. Cuando los dirigentes de los judíos lleguen a un acuerdo para destruir al Hijo del Hombre, y cuando ataquen al unísono, veréis que la multitud huirá confusa o permanecerá allí, silenciosamente sorprendida, mientras estos líderes enloquecidos y cegados asesinan a los maestros de la verdad evangélica. Luego cuando os sobrecojan la adversidad y las persecuciones, aun otros, que os parezca a vosotros que aman la verdad, huirán, y algunos renunciarán al evangelio y os desertarán. Algunos de los que estuvieron muy cerca nuestro, ya han decidido la deserción en su mente. Hoy habéis descansado, en preparación para los tiempos inminentes. Vigilad pues y orad para que mañana podáis ser fortalecidos para los días que quedan por delante».” (1927.2) 177:5.1 [533]
“Cuando todo era quietud y silencio en el campamento, Jesús, llevándose a Pedro, Santiago y Juan, se alejó a una corta distancia hacia una hondonada cercana donde solía ir en ocasiones anteriores para orar y comulgar. Los tres apóstoles no podían dejar de ver que el Maestro estaba dolorosamente oprimido. Nunca antes lo habían observado tan acongojado y apenado. Cuando llegaron al lugar de sus devociones, los invitó a que se sentaran y velarían por él mientras se alejaba a una corta distancia para orar. Se postró en la tierra y oró: «Padre mío, he venido a este mundo para hacer tu voluntad, y así lo he hecho. Sé que ha llegado la hora de dar esta vida en la carne, y no me resisto a hacerlo, pero quiero saber que es tu voluntad que yo beba esta copa. Envíame la certeza de que te complazco en mi muerte aun como lo hice en mi vida».
“El Maestro permaneció en estado de oración por unos momentos, y luego, acercándose a los apóstoles, los encontró profundamente dormidos, ya que tenían los párpados pesados y no conseguían permanecer despiertos. Al despertarlos Jesús, les dijo: «¡Qué pasa! ¿Acaso no podéis velar conmigo por lo menos una hora? ¿Acaso no veis que mi alma está extremadamente acongojada, aun hasta la muerte, y que anhelo vuestra compañía?» Cuando los tres se despertaron de su sueño, el Maestro nuevamente se alejó a solas y, cayendo al suelo, nuevamente oró: «Padre, yo sé que es posible evitar esta copa —todas las cosas son posibles para ti— pero he venido para hacer tu voluntad, y aunque esta copa sea amarga, la beberé si es tu voluntad». Y cuando hubo orado así, un ángel poderoso bajó a su lado y, hablándole, lo tocó y lo fortaleció.
“Cuando Jesús retornó para hablar con los tres apóstoles, otra vez los halló dormidos. Los despertó diciendo: «En esta hora necesito que vosotros veléis y oréis conmigo —tanto más vosotros necesitáis orar para no caer en la tentación— ¿por qué os dormís cuando os dejo?»
“Entonces, por tercera vez el Maestro se retiró y oró: «Padre, tú ves a mis apóstoles dormidos, ten misericordia de ellos. El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Ahora pues, Padre, si no puede pasar de mi esta copa, la beberé. Que no se haga mi voluntad, sino la tuya». Y cuando hubo terminado de orar, permaneció postrado por un momento en el suelo. Cuando se levantó y regresó adonde sus apóstoles, una vez más los encontró dormidos. Los observó y, con un gesto de piedad, dijo tiernamente: «Dormid ahora y descansad; la hora de la decisión ha pasado. Ha llegado el momento en que el Hijo del Hombre será entregado a las manos de sus enemigos». Al inclinarse para sacudirlos y despertarlos, dijo: «Levantaos, volvamos al campamento, porque he aquí que el que me traiciona está cerca, y la hora ha llegado en que mi redil será dispersado. Pero ya os he hablado de estas cosas».” (1968.2) 182:3.1 [534] (Mat 26:30,36-46 [535]; Mar 14:26, 36-42 [536]; Lucas 22:39-46 [537]; Juan 18:1) [538]
“Jesús realizó un último esfuerzo para salvar a Judas del acto de traición en cuanto que antes de que el traidor pudiera llegar hasta él, se hizo a un lado, y dirigiéndose al soldado situado en el extremo izquierdo, el capitán de los romanos, dijo: «¿A quién buscáis?» El capitán respondió: «A Jesús de Nazaret». Entonces Jesús inmediatamente se presentó frente al oficial, e incorporándose con la calma majestad del Dios de toda esta creación dijo: «Yo soy». Muchos en este grupo armado habían escuchado a Jesús enseñar en el templo, otros sabían de sus obras poderosas, y cuando lo oyeron anunciar tan audazmente su identidad, los que estaban en primera fila retrocedieron. Los sobrecogió el asombro ante este calmo y majestuoso anuncio de su identidad. No había, pues, necesidad alguna de que Judas cumpliera con su plan de traición. El Maestro se había revelado audazmente a sus enemigos, y podrían haberlo ellos arrestado sin la ayuda de Judas. Pero el traidor tenía que hacer algo para justificar su presencia con este grupo armado y, además, quería dejar sentado que estaba cumpliendo su parte del convenio de traición con los potentados de los judíos, porque quería asegurarse la gran recompensa y los honores que él creía que se acumularían sobre su persona, como premio por su promesa de entregarles a Jesús.
“Mientras se recuperaban los guardianes después de su impresión al ver por primera vez a Jesús y oír el sonido de su voz insólita, y mientras los apóstoles y discípulos se iban acercando cada vez más, Judas se enfrentó con Jesús y, besándole la frente, dijo: «Salve, Maestro e Instructor». Al abrazar así Judas a su Maestro, Jesús dijo: «Amigo, ¿acaso no basta con esto? ¿Aún quieres traicionar al Hijo del Hombre con un beso?»
“Los apóstoles y discípulos quedaron literalmente paralizados por lo que vieron. Por un momento nadie se movió. Luego Jesús, desenredándose del abrazo traicionero de Judas, se acercó a los guardianes del templo y soldados y nuevamente preguntó: «¿A quién buscáis?» Nuevamente el capitán dijo: «A Jesús de Nazaret». Nuevamente contestó Jesús: «Ya os he dicho que yo soy. Si, por lo tanto, me buscáis, dejad que estos otros vayan por su camino. Estoy pronto para ir con vosotros».
“Jesús estaba dispuesto a volver a Jerusalén con los guardianes, y el capitán y los soldados estaban dispuestos a permitir que los tres apóstoles y sus asociados se fueran en paz por su camino. Pero antes de que salieran, mientras Jesús estaba allí de pie esperando las órdenes del capitán, cierto Malco, el guardaespalda sirio del sumo sacerdote, se acercó a Jesús preparándose para atarle las manos a la espalda, aunque el capitán romano no había mandado que le ataran. Cuando Pedro y sus asociados vieron que su Maestro estaba siendo sometido a esta indignidad, ya no pudieron contenerse. Pedro desenfundó la espada y se abalanzó con los demás para destruir a Malco. Pero antes de que pudieran intervenir los soldados en defensa del siervo del sumo sacerdote, Jesús levantó la mano frente a Pedro en gesto de prohibición, y, con tono perentorio dijo: «Pedro, guarda tu espada. Los que a espada luchan, a espada mueren. ¿Acaso no comprendes que es voluntad de mi Padre que yo beba esta copa? Además, ¿acaso no sabes que, aun ahora, yo podría ordenar a más de doce legiones de ángeles y a sus asociados que me salven de las manos de estos pocos hombres?»” (1974.2) 183:3.4 [539] (Mat 26:47-56 [540]; Mar 14:43-52 [541]; Lucas 22:47-53 [542]; Juan 18:1-11) [543]
114. EXAMEN DE ANÁS Y DEL TRIBUNAL
“Anás estaba considerablemente molesto porque Jesús no contestaba a sus preguntas, tanto que le dijo: «¿Acaso no te preocupa si te trata amigablemente a ti o no? ¿Acaso no tienes en cuenta mi poder para decidir los asuntos de tu próximo juicio?» Cuando Jesús oyó estas palabras, dijo: «Anás, tú sabes que no podrías tener poder alguno sobre mí a menos que esto fuera permitido por mi Padre. Algunos quieren destruir al Hijo del Hombre porque son ignorantes; no saben de otra cosa, pero tú, amigo, sabes lo que estás haciendo. ¿Cómo puedes tú, por lo tanto, rechazar la luz de Dios?»
“El tono amistoso de Jesús al hablarle a Anás lo dejó casi perplejo. Pero él ya había decidido que Jesús debía irse de Palestina o morir; así pues, juntó coraje y preguntó: «¿Qué es lo que tratas de enseñarle a la gente? ¿Qué dices tú que eres?» Jesús contestó: «Tú bien sabes que yo he hablado abiertamente al mundo. Enseñé en las sinagogas y muchas veces en el templo, donde todos los judíos y muchos de los gentiles me han escuchado. En oculto, nada he hablado; ¿por qué, pues, me preguntas de mis enseñanzas? ¿Por qué no llamas a los que me oyeron y les preguntas a ellos? He aquí que todo Jerusalén oyó lo que yo dije, aunque tú mismo no hayas escuchado estas enseñanzas». Pero antes de que Anás pudiera responder, el mayordomo jefe del palacio, que estaba cerca, abofeteó a Jesús en la cara, diciendo: «¿Cómo te atreves a contestar al sumo sacerdote con tales palabras?» Anás no habló palabras de censura a este mayordomo, pero Jesús se dirigió a él, diciendo: «Amigo mío, si he hablado mal, testifica en qué está el mal, pero si yo he hablado la verdad, ¿por qué entonces me golpeas?»” (1979.3) 184:1.5 [544]
“Pero Caifás ya no podía soportar la vista del Maestro de pie allí, tan compuesto y en tan absoluto silencio. Pensó que conocía por lo menos una manera de inducir al prisionero a que hablara. Por lo tanto, corrió al lado de Jesús y, sacudiendo un dedo acusador ante el rostro del Maestro, dijo: «Te suplico, en el nombre del Dios viviente, que nos digas si eres tú el Libertador, el Hijo de Dios». Jesús le contestó a Caifás: «Lo soy. Pronto iré al Padre, y dentro de poco, el Hijo del Hombre vestirá el manto del poder y nuevamente reinará sobre las huestes del cielo».” (1983.6) 184:3.14 [545] (Juan 18:12-27) [546]
115. EL EXAMEN PRIVADO DE PILATO
“Pilato llevó a Jesús y a Juan Zebedeo a su aposento privado, dejando afuera a los guardianes, e indicándole al prisionero que se sentara, se sentó a su lado y le hizo varias preguntas. Pilato comenzó su conversación con Jesús, asegurándole que no creía que la primera acusación contra él fuera verdad: que era él un pervertidor de la nación e incitador a la rebelión. Luego le preguntó: «¿Enseñaste alguna vez que se le ha de negar el tributo al César?» Jesús, indicando a Juan, dijo: «Pregúntale a él o a cualquier otro que haya oído mis enseñanzas». Entonces Pilato interrogó a Juan sobre el asunto del tributo y Juan atestiguó sobre las enseñanzas del Maestro y explicó que Jesús y sus apóstoles pagaban impuestos tanto al César como al templo. Cuando Pilato hubo interrogado a Juan, dijo: «Asegúrate de no decirle a nadie que yo hablé contigo». Y Juan jamás reveló este asunto.
“Entonces Pilato se dio vuelta para preguntar a Jesús: «En cuanto a la tercera acusación contra ti, ¿eres tú el rey de los judíos?» Puesto que había un tono de interrogación posiblemente sincera en la voz de Pilato, Jesús sonrió al procurador y dijo: «Pilato, ¿dices tú esto por ti mismo, o tomas esta pregunta de los lábios de otros, los de mis acusadores?» Por lo cual, en tono parcialmente indignado, el gobernador respondió: «¿Soy yo acaso judío? Tu pueblo y los principales sacerdotes te han entregado a mí, y me han pedido que te sentencie a muerte. Yo pongo en duda la validez de sus acusaciones y tan sólo estoy tratando de averiguar por mí mismo qué has hecho. Dime, ¿has dicho tú que eres el rey de los judíos, y has tratado de fundar un nuevo reino?»
“Entonces le dijo Jesús a Pilato: «¿Acaso no percibes que mi reino no es de este mundo? Si mi reino fuera de este mundo, con toda seguridad mis discípulos lucharían para que yo no fuera entregado a los judíos. Mi presencia aquí ante ti en estas ataduras es suficiente para mostrar a todos los hombres que mi reino es de un dominio espiritual, aun la hermandad de los hombres que, a través de la fe y por el amor, se han vuelto hijos de Dios. Y esta salvación es tanto para los gentiles como para los judíos»
“«Luego, ¿eres tú rey después de todo?» dijo Pilato. Jesús respondió: «Sí, soy tal rey, y mi reino es la familia de los hijos por fe de mi Padre que está en el cielo. Para este fin nací yo en el mundo, aun para mostrar a mi Padre a todos los hombres y atestiguar la verdad de Dios. Y aun ahora te declaro que todo el que ama la verdad, oye mi voz»
“Entonces dijo Pilato, medio en broma y medio sinceramente: «La verdad, ¿qué es la verdad —quién lo sabe?»... (1991.1) 185:3.1 [547]
“Pilato, temblando de emoción temerosa, se sentó al lado de Jesús, y le preguntó: «¿De dónde vienes? Realmente, ¿quién eres tú? ¿Qué es esto que dicen ellos, que tú eres el Hijo de Dios?»
“Pero Jesús no podía contestar estas preguntas planteadas por un juez temeroso de los hombres, un juez débil y vacilante que tan injustamente lo hizo azotar aun cuando le había declarado inocente de todo delito, y antes de haber sido debidamente sentenciado a muerte. Jesús miró directamente a los ojos a Pilato, pero no le contestó. Entonces dijo Pilato: «¿Te niegas a hablarme? ¿No te das cuenta que aún tengo autoridad para soltarte o crucificarte?». Entonces dijo Jesús: «Ninguna autoridad tendrías tú sobre mí si no fuese dada de arriba. No puedes ejercer autoridad alguna sobre el Hijo del Hombre a menos que el Padre en el cielo lo permita. Pero tú no tienes tanta culpa puesto que eres ignorante del evangelio. El que me traicionó y el que me entregó a ti, el pecado de ellos es mayor».” (1995.7) 185:7.1 [548] (Juan 18:28-19:16) [549]
“Lo que Jesús está a punto a hacer, sometiéndose a la muerte en la cruz, lo hace él por su libre albedrío. Al pronosticar esta experiencia, él dijo: «El Padre me ama y me sostiene porque estoy dispuesto a ofrendar mi vida. Pero tomaré posesión de ella de nuevo. Nadie me quita la vida, —por mí mismo la ofrendo. Tengo poder para ofrendarla, y tengo poder para tomar posesión de ella. Este mandamiento recibí de mi Padre»
“A medida que pasaba la procesión de muerte por las angostas calles de Jerusalén, muchas judías de corazón tierno que habían oído las palabras de buen ánimo y compasión de Jesús, y que conocían su vida de ministerio amante, no pudieron contener el llanto al verlo conducido a una muerte tan innoble. A su paso pues, muchas de estas mujeres lloraban y se lamentaban. Cuando algunas de ellas se atrevieron a caminar a su lado, el Maestro volvió hacia ellas la cabeza y dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino más bien por vosotras y por vuestros hijos. Mi obra está casi terminada —pronto iré a mi Padre— pero los tiempos de tribulaciones tremendas recién empiezan para Jerusalén. He aquí que vendrán días en que diréis: Bienaventuradas las estériles y las de pechos que no amamantaron jamás a sus pequeños. En aquellos días, imploraréis que caigan sobre vosotras las rocas de las colinas para libraros de los terrores de vuestras tribulaciones».” (2004.3) 187:0.3 [550] (Lucas 23:26-49) [551]
“Uno de los bandidos vituperó a Jesús diciendo: «Si eres el Hijo de Dios, ¿por qué no te salvas a ti mismo y nos salvas a nosotros?» Pero cuando terminó de reprochar así a Jesús, el otro ladrón, que muchas veces había oído las enseñanzas del Maestro, dijo: «¿Acaso no temes ni siquiera a Dios? ¿No ves que sufrimos con justicia por nuestras acciones, pero este hombre sufre injustamente? Mejor sería que buscásemos el perdón de nuestros pecados y la salvación de nuestra alma». Cuando Jesús oyó al ladrón hablar así, volvió la cara hacia él y sonrió con aprobación. Al ver el malhechor el rostro de Jesús vuelto hacia él, se llenó de valor, ventiló la pobre llamita de fe, y dijo: «Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino». Entonces Jesús dijo: «De cierto, de cierto hoy te digo que tú algún día estarás conmigo en el Paraíso».
“Instantes después de prometer el Maestro al ladrón arrepentido que se encontrarían alguna vez en el Paraíso, retornó Juan de la ciudad, acompañado de su madre y un grupo de casi doce mujeres creyentes. Juan estuvo junto a María la madre de Jesús, confortándola. Su hijo Judá estaba de pie del otro lado. Al mirar la escena Jesús, era ya el mediodía, y dijo a su madre: «Mujer, he aquí a tu hijo» y hablando a Juan, le dijo: «¡Hijo mío, he aquí a tu madre!» Luego se dirigió a ambos, diciendo: «Deseo que os vayáis de este lugar». Así pues, Juan y Judá se llevaron a María del Gólgota. Juan llevó a la madre de Jesús al lugar donde él paraba en Jerusalén, y luego volvió de prisa a la escena de la crucifixión. Después de la Pascua, María volvió a Betsaida, donde vivió en la casa de Juan por el resto de su vida natural. María no llegó a vivir un año entero después de la muerte de Jesús.” (2008.8) 187:4.1 [552] (Lucas 23:39-43) [553]
“El primer acto de Jesús al levantarse de la tumba fue saludar a Gabriel e instruirlo que continuara con el cargo ejecutivo de los asuntos del universo bajo Emanuel; solicitó luego al jefe de los Melquisedek que transmitiera a Emanuel sus saludos fraternales. Entonces pidió él al Altísimo de Edentia la certificación de los Ancianos de los Días en cuanto a su tránsito mortal; y volviéndose hacia los grupos morontiales de los siete mundos de estancia, allí reunidos para saludar y dar la bienvenida a su Creador en semejanza de criatura de su orden, Jesús dijo las primeras palabras de su carrera postmortal. Dijo el Jesús morontial: «Habiendo completado mi vida en la carne, deseo permanecer aquí por un corto período de transición, para poder conocer más plenamente la vida de mis criaturas ascendentes y revelar ulteriormente la voluntad de mi Padre en el Paraíso». (2022.1) 189:1.10 [554]
“Poco después de las cuatro y media de este domingo por la madrugada, Gabriel convocó a su lado a los arcángeles y se preparó para inaugurar la resurrección general del fin de la dispensación adánica en Urantia. Cuando las vastas huestes de serafines y de querubines que participaban en este gran acontecimiento se organizaron en formación apropiada, apareció ante Gabriel, el Micael morontial diciendo: «Así como mi Padre tiene vida en sí mismo, también ha dado al Hijo el poder de tener vida en sí mismo. Aunque todavía no he vuelto a tomar plenamente el ejercicio de la jurisdicción universal, esta limitación autoimpuesta no restringe de ninguna manera el don de la vida sobre mis hijos dormidos; que se comience a pasar lista para la resurrección planetaria». (2024.3) 189:3.1 [555]
“Mientras estas mujeres estaban allí sentadas en las horas tempranas del amanecer de este nuevo día, miraron hacia un lado y observaron a un extraño silencioso e inmóvil. Nuevamente se asustaron por un instante, pero María Magdalena, corriendo hacia él y dirigiéndosele como si pensara que tal vez fuera el jardinero, dijo: «¿Dónde habéis llevado al Maestro? ¿Dónde lo han enterrado? Dínoslo para que podamos ir y buscarlo». Como el extraño no le contestó a María, ella se puso a llorar. Entonces les habló Jesús, diciendo: «¿A quién buscáis?» María dijo: «Buscamos a Jesús, quien fue enterrado para reposar en el sepulcro de José, pero se ha ido. ¿Sabes tú adónde le han llevado?» Entonces dijo Jesús: «¿Acaso no os dijo este Jesús, aun en Galilea, que moriría, pero que volvería a resucitar?» Estas palabras asombraron a las mujeres, pero el Maestro tanto había cambiado, que ellas no le reconocieron cuando él se encontraba allí, de espaldas ante la escasa luz. Mientras ellas reflexionaban sobre sus palabras, él se dirigió a Magdalena con voz conocida, diciendo: «María». Cuando ella oyó esa palabra bien conocida de misericordia y salutación afectuosa, supo que era la voz del Maestro, y se arrojó de rodillas a sus pies exclamando: «¡Mi Señor, y mi Maestro!» Y todas las demás mujeres reconocieron que era el Maestro quien estaba de pie ante ellas en forma glorificada, y rápidamente se arrodillaron ante él. (2026.4) 189:4.10 [556]
“Al intentar María abrazar sus pies, Jesús dijo: «No me toques, María, porque no soy como me conociste en la carne. En esta forma permaneceré con vosotros por una temporada antes de ascender al Padre. Pero id, todas vosotras, ahora y decid a mis apóstoles, y a Pedro, que yo he resucitado, y que habéis hablado conmigo». (2027.2) 189:4.12 [557]
“Mientras María permanecía allí después de la partida de Pedro y Juan, el Maestro se le apareció nuevamente, diciendo: «No dudes; ten el valor de creer en lo que has visto y oído. Vuelve adonde mis apóstoles y nuevamente diles que yo he resucitado, que apareceré ante ellos, y que finalmente caminaré delante de ellos a Galilea como lo prometí».
“María se dio prisa de vuelta a la casa de Marcos y dijo a los apóstoles que nuevamente había hablado con Jesús, pero ellos no quisieron creerle. Pero cuando volvieron Pedro y Juan, los demás ya no se mofaron de María, sino que se llenaron de temor y aprensión.” (2027.8) 189:5.4 [558] (Juan 20:1-18) [559]
119. LAS APARICIONES MORONTIALES DE JESÚS
“En el ínterin, mientras ellos buscaban a Santiago y antes de que lo encontraran, y mientras él estaba allí en el jardín cerca de la tumba, se apercibió de una presencia cercana, como si alguien le hubiera tocado el hombro; y cuando se volvió para mirar, contempló la aparición gradual de una forma extraña a su lado. Estaba demasiado asombrado para poder hablar y demasiado asustado para huir. Entonces, la extraña forma habló diciendo: «Santiago, he venido para llamarte al servicio del reino. Reúnete sinceramente con tus hermanos y sigue mis pasos». Cuando Santiago escuchó su nombre, supo que era su hermano mayor, Jesús, quien así le había hablado. Todos tenían mayores o menores dificultades en reconocer la forma morontial del Maestro, pero pocos de ellos tenían problema alguno en reconocer su voz o en identificar de otra manera su encantadora personalidad cuando él se comunicaba con ellos.
“Cuando Santiago percibió que Jesús le estaba dirigiendo la palabra, quiso echarse a sus pies, exclamando: «Padre mío y hermano mío», pero Jesús le dijo que se pusiera de pie mientras él le hablaba. Caminaron por el jardín y conversaron casi tres minutos; hablaron de las experiencias de días pasados y pronosticaron los eventos del futuro cercano. Cuando se acercaron a la casa, Jesús dijo: «Adiós, Santiago, hasta que os reciba a todos juntos».
“Santiago entró corriendo a la casa, mientras ellos lo buscaban en Betfagé, exclamando: «Acabo de ver a Jesús, y de hablar con él; yo conversé con él. No está muerto; ¡ha resucitado! Se desapareció de ante mí, diciendo, ‘Adiós, hasta que os reciba a todos juntos'». Apenas acababa de hablar cuando retornó Judá, y volvió a relatar la experiencia de encontrar a Jesús en el jardín, para que la escuchara Judá. Todos ellos comenzaron a creer en la resurrección de Jesús. Santiago anunció seguidamente que no volvería a Galilea, y David exclamó: «Ya no sólo las emotivas mujeres lo ven; aún hombres de corazón fuerte han empezado a verlo. Espero verlo yo también».
“David no tuvo que esperar mucho, porque la cuarta aparición de Jesús ante una presencia mortal ocurrió poco antes de las dos de la tarde en esta misma casa de Marta y María, cuando él apareció visiblemente ante su familia terrenal y sus amigos, veinte en total. El Maestro apareció junto a la puerta de atrás, que estaba abierta, diciendo: «Que la paz sea con vosotros. Salutaciones para los que estuvieron junto a mí en la carne, y hermandad para mis hermanas y hermanos en el reino del cielo. ¿Cómo pudisteis dudar? ¿Por qué habéis titubeado tanto antes de elegir seguir de todo corazón la luz de la verdad? Venid, por tanto, todos vosotros a la hermandad del Espíritu de la Verdad en el reino del Padre». Cuando ellos se recuperaron de la primera impresión y del asombro y se le acercaron con la intención de abrazarlo, él desapareció de su vista.” (2032.1) 190:2.3 [560]
“La quinta manifestación morontial de Jesús ante ojos mortales ocurrió en presencia de unas veinticinco mujeres creyentes reunidas en la casa de José de Arimatea, aproximadamente quince minutos después de las cuatro de este mismo domingo por la tarde. María Magdalena había vuelto de la casa de José unos pocos minutos antes de esta aparición. Santiago, el hermano de Jesús, había solicitado que nada se dijera a los apóstoles sobre la aparición del Maestro en Betania. No le había pedido a María que no informara a sus hermanas creyentes de este hecho. Por lo tanto, una vez que María hizo prometer a todas las mujeres que mantendrían el secreto, procedió a relatar lo que tan recientemente había sucedido mientras ella estaba con la familia de Jesús en Betania. Estaban precisamente en el medio de este relato apasionante, cuando cayó sobre ellas un silencio súbito y solemne; contemplaron entonces en su medio, la forma enteramente visible del Jesús resucitado. Él las saludó diciendo: «Que la paz sea con vosotras. En la comunidad del reino no habrá judíos ni gentiles, ricos ni pobres, libres ni esclavos, hombres ni mujeres. También sois llamadas a difundir la buena nueva de la liberación de la humanidad mediante el evangelio de la filiación con Dios en el reino del cielo. Id a todo el mundo proclamando este evangelio y confirmando a los creyentes en la fe del mismo. Mientras hacéis esto, no olvidéis ministrar a los enfermos y fortalecer a los que son de corazón débil y que se dejan dominar por el temor. Y estaré con vosotras siempre, aun hasta los confines de la tierra». Y cuando hubo hablado así, desapareció de su vista, mientras las mujeres caían de bruces y adoraban en silencio....
“Alrededor de las cuatro y media, en la casa de un tal Flavio, el Maestro hizo su sexta aparición morontial a unos cuarenta creyentes griegos allí reunidos. Mientras estaban ellos discutiendo los informes sobre la resurrección del Maestro, él se manifestó en su medio, a pesar de que las puertas estaban cerradas con seguro, y les habló diciendo: «Que la paz sea con vosotros. Aunque el Hijo del Hombre apareció en la tierra entre los judíos, él vino para ministrar a todos los hombres. En el reino de mi Padre no habrá ni judíos ni gentiles; seréis todos hermanos —los hijos de Dios. Id pues al mundo, proclamando este evangelio de salvación, así como lo habéis recibido de los embajadores del reino, y yo os recibiré en la comunión de la hermandad de los hijos de la fe y de la verdad del Padre». Cuando así les habló, se despidió, y no le volvieron a ver.” (2033.1) 190:3.1 [561]
121. EL PASEO CON LOS DOS HERMANOS
“En Emaús, a unos once kilómetros al oeste de Jerusalén, vivían dos hermanos, pastores, que habían pasado la semana de Pascua en Jerusalén asistiendo a los sacrificios, ceremonias y festividades. Cleofas, el mayor, era un creyente a medias de Jesús; por lo menos había sido expulsado de la sinagoga. Su hermano, Jacobo, no era creyente, aunque estaba muy perplejo por lo que había oído sobre las enseñanzas y obras del Maestro.
“Este domingo por la tarde, a unos cinco kilómetros fuera de Jerusalén y pocos minutos antes de las cinco, al caminar estos dos hermanos por la carretera a Emaús, conversaban muy ensimismados sobre Jesús, sus enseñanzas, sus obras, y más específicamente de los rumores de que su tumba estaba vacía, y que ciertas mujeres habían hablado con él. Cleofas estaba casi decidido a creer en estos informes, pero Jacobo insistía en que se trataba probablemente de un engaño. Mientras así discutían y debatían camino a su casa, la manifestación morontial de Jesús, su séptima aparición, apareció caminando a su lado. Cleofas había escuchado muchas veces las enseñanzas de Jesús y había comido con él en las casas de los creyentes de Jerusalén en varias ocasiones, pero no reconoció al Maestro aun cuando éste le habló libremente.
“Después de caminar un corto camino con ellos, Jesús dijo: «¿Cuáles son las palabras que estabais intercambiando con tanta intensidad al acercarme yo?» Cuando Jesús hubo hablado, se detuvieron y le miraron con triste sorpresa. Dijo Cleofas: «¿Es posible que tú vivas en Jerusalén y no sepas de las cosas que han ocurrido recientemente?» Entonces preguntó el Maestro: «¿Qué cosas?» Cleofas replicó: «Si tú no sabes de estos asuntos, eres el único en Jerusalén que no ha oído estos rumores sobre Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso de palabra y de hecho ante Dios y todo el pueblo. Los altos sacerdotes y nuestros líderes lo entregaron a los romanos y demandaron que se le crucificara. Ahora pues, muchos de nosotros teníamos la esperanza de que él fuera el que liberaría a Israel del yugo de los gentiles. Pero eso no es todo. Hoy es el tercer día desde que fue crucificado, y unas mujeres este día nos asombraron declarando que muy temprano esta mañana fueron a su tumba y la encontraron vacía. Y estas mismas mujeres insisten que ellas han hablado con este hombre; sostienen que ha resucitado de entre los muertos. Cuando las mujeres informaron de esto a los hombres, dos de sus apóstoles corrieron a la tumba y del mismo modo la encontraron vacía», y aquí Jacobo interrumpió a su hermano para decir: «Pero no vieron a Jesús».
“Mientras seguían caminando, Jesús les dijo: «¡Cuán lentos sois en comprender la verdad! Cuando me decís que estáis discutiendo las enseñanzas y las obras de este hombre, tal vez yo os pueda esclarecer, puesto que estoy más que familiarizado con estas enseñanzas. ¿Acaso no recordáis que este Jesús siempre enseñó que su reino no era de este mundo, y que todos los hombres, siendo hijos de Dios, debían encontrar la libertad y la emancipación en el regocijo espiritual de ser miembros de la hermandad del servicio amante en este nuevo reino de la verdad del amor del Padre celestial? ¿Acaso no recordáis cómo este Hijo del Hombre proclamó la salvación de Dios para todos los hombres, ministrando a los enfermos y afligidos y liberando a los que estaban encadenados por el temor y esclavisados por el mal? ¿Acaso no sabéis que este hombre de Nazaret dijo a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén, ser entregado a sus enemigos, quienes lo pondrían a muerte, y que luego resucitaría al tercer día? ¿Acaso no habéis escuchado esto? ¿Y no habéis leído nunca en las Escrituras sobre este día de salvación de judíos y gentiles, donde dice que en él todas las familias de la tierra serán benditas; que él oirá el llanto de los necesitados y salvará el alma de los pobres que lo busquen; que todas las naciones lo llamarán bendito? Que ese Libertador será como la sombra de una gran roca sobre una tierra cansada. Que alimentará al rebaño como un buen pastor, juntando a las ovejas en sus brazos y llevándolas tiernamente en su regazo. Que abrirá los ojos de los que son ciegos espiritualmente y que traerá a los prisioneros de la desesperación a la plena libertad y luz; que todos los que están sentados en las tinieblas, verán la gran luz de la salvación eterna. Que él vendará a los quebrantados de corazón, publicará libertad a los cautivos del pecado, y abrirá la prisión de los que están esclavizados por el temor y encadenados por el mal. Que confortará a los que están de luto y les otorgará el regocijo de la salvación en lugar de la pena y de la pesadumbre. Que será el deseo de todas las naciones y la felicidad eterna de los que buscan la rectitud. Que este hijo de la verdad y de la rectitud se elevará en el mundo con luz curativa y poder salvador; incluso que salvará a su pueblo de sus pecados; que realmente buscará y salvará a los que se han descarriado. Que no destruirá a los débiles sino que ministrará salvación a todos los que tienen hambre y sed de rectitud. Que los que crean en él tendrán vida eterna. Que él derramará su espíritu sobre toda la carne, y que este Espíritu de la Verdad será en cada creyente un manantial de agua, que llegará hasta la vida eterna. ¿Acaso no comprendisteis cuán grande era el evangelio del reino que os entregó este hombre? ¿No percibís acaso cuán grande es la salvación que os ha llegado?»
“A estas alturas, habían llegado cerca de la aldea donde vivían los dos hermanos. Los dos hombres no habían hablado palabra alguna desde que Jesús empezó a enseñarles mientras caminaban por el camino. Pronto llegaron frente a su humilde morada, y Jesús estaba a punto de despedirse de ellos, para proseguir su camino, pero lo instaron a que entrara y morara con ellos. Insistieron que era casi de noche y que se quedara con ellos. Finalmente Jesús consistió, y muy poco después entraron en la casa, y se sentaron a comer. Le dieron el pan para que lo bendijera, y al empezar él a romperlo para compartirlo con ellos, se les abrieron los ojos y Cleofas reconoció que su huésped era el Maestro mismo. Y cuando dijo, «es el Maestro—», el Jesús morontial desapareció de su vista.
“Entonces se dijeron uno al otro: «¡Con razón nuestro corazón nos ardía en el pecho mientras él nos hablaba al caminar por la carretera. Y mientras abría para nosotros la puerta de la comprensión de las enseñanzas de las Escrituras!
“No comieron. Habían visto al Maestro morontial, y salieron corriendo de la casa, dándose prisa en dirección a Jerusalén para difundir la buena nueva del Salvador resucitado.” (2034.2) 190:5.1 [562] (Lucas 24:13-35) [563]
122. LAS APARICIONES A LOS APÓSTOLES Y A OTROS LÍDERES
“Cuando Pedro pensó en la mirada amante del Maestro al pasar junto a Pedro en el portal de Anás, y al discurrir en el maravilloso mensaje traído, temprano por la mañana, por las mujeres que vinieron de la tumba vacía, «id y contadles a mis apóstoles —y a Pedro», al contemplar él estas muestras de misericordia, su fe empezó a superar sus dudas, y él se detuvo apretando los puños, mientras decía en voz alta: «Yo creo que ha resucitado de entre los muertos; iré y así les diré a mis hermanos». Al pronunciar él estas palabras, repentinamente apareció ante él la forma de un hombre, que le habló en un tono de voz familiar diciendo: «Pedro, el enemigo quería llevarte, pero yo no te abandonaré. Yo sabía que tu negación no provenía del corazón; por lo tanto, te perdoné aun antes de que me lo pidieras; pero ahora debes dejar de pensar en ti mismo y en los problemas del presente mientras te preparas para llevar la nueva buena del evangelio a los que están sentados en las tinieblas. Ya no debes preocuparte de lo que puedas obtener del reino, sino más bien debes ejercitarte en lo que tú puedes dar a los que viven en la más extrema pobreza espiritual. Prepárate, Simón, para la lucha del nuevo día, la batalla contra la obscuridad espiritual y las dudas malignas que habitan la mente natural de los hombres».
“Pedro y el Jesús morontial anduvieron caminando por el jardín y hablaron de cosas pasadas, presentes y futuras por cerca de cinco minutos. Luego, el Maestro desapareció de su vista diciendo: «Adiós, Pedro, hasta que te vuelva a ver con tus hermanos». (2039.2) 191:1.2 [564]
“Poco después de las nueve de esa noche, después de la partida de Cleofas y Jacobo, mientras los gemelos Alfeo consolaban a Pedro y Natanael discutía con Andrés, los diez apóstoles estaban reunidos en el aposento superior, con todas las puertas cerradas con seguro por temor de que los arrestaran, el Maestro, en forma morontial, apareció de pronto en su medio, diciendo: «Que la paz sea con vosotros. ¿Por qué tanto os aterrorizáis cuando yo aparezco, como si vierais a un espíritu? ¿Acaso no os hablé yo de estas cosas cuando estaba presente entre vosotros en la carne? ¿Acaso no os dije que los altos sacerdotes y los líderes me entregarían para que sea matado; que uno de entre vosotros mismos me traicionaría, y que al tercer día resucitaría? ¿De dónde pues vienen todas vuestras incertidumbres y toda esta discusión sobre el relato de las mujeres, de Cleofas y Jacobo, y aun de Pedro? ¿Por cuánto tiempo seguiréis dudando de mis palabras y negándoos a creer en mis promesas? Ahora bien, ya que realmente me veis, ¿creeréis? Aun ahora uno de vosotros está ausente. Cuando estéis juntos nuevamente, y después que todos vosotros sepáis con certeza que el Hijo del Hombre se ha levantado de la tumba, id a Galilea. Tened fe en Dios; teneos fe mutuamente; así pues entraréis al nuevo servicio del reino del cielo. Yo me quedaré en Jerusalén con vosotros, hasta que estéis listos para ir a Galilea. Mi paz os dejo» ... (2040.2) 191:2.1 [565]
“La reunión en la sinagoga era inaugurada por Abner y Lázaro, ambos de pie en el púlpito, cuando todos los creyentes reunidos vieron aparecer de súbito la forma del Maestro. Dio unos pasos hacia adelante desde el sitio en el que había aparecido, entre Abner y Lázaro, que no lo vieron, y saludando al grupo, dijo:
“«Que la paz sea con vosotros. Todos vosotros sabéis que tenemos un Padre en el cielo y que hay un solo evangelio en el reino: la buena nueva del don de la vida eterna que reciben los hombres mediante la fe. Al regocijaros en vuestra lealtad al evangelio, orad al Padre de la verdad para que os otorgue en vuestro corazón un amor nuevo y más grande por vuestros hermanos. Debéis amar a todos los hombres, así como yo os he amado; debéis servir a todos los hombres, así como yo os he servido. Con compasiva comprensión y afecto fraterno, recibid en la comunión de hermandad a todos vuestros hermanos que se dedican a la proclamación de la buena nueva, sean ellos judíos o gentiles, griegos o romanos, persas o etíopes. Juan proclamó el reino por adelantado; vosotros habéis predicado el evangelio en poder; los griegos ya enseñan la buena nueva; y yo pronto enviaré el Espíritu de la Verdad al alma de todos estos, mis hermanos, que tan altruísticamente han dedicado su vida al esclarecimiento de sus semejantes que están sentados en las tinieblas espirituales. Todos vosotros sois los hijos de la luz; por eso, no tropecéis en marañas de malentendido causadas por sospechas mortales y la intolerancia humana. Si os ennoblecéis, por la gracia de la fe, para amar a los descreídos, ¿no debéis acaso igualmente amar a los que son vuestros concreyentes en la extensa familia de la fe? Recordad que, así como os amáis unos a otros, todos los hombres sabrán que sois mis discípulos.
“«Id pues por todo el mundo proclamando el evangelio de la paternidad de Dios y de la hermandad de los hombres a todas las naciones y razas, y sed sabios en vuestra elección de los métodos para presentar la buena nueva a las diferentes razas y tribus de la humanidad. Libremente habéis recibido de este evangelio del reino, y libremente daréis la buena nueva a todas las naciones. No temáis la resistencia del mal, porque yo estoy siempre con vosotros, aun hasta el fin de los tiempos. Mi paz os dejo»... (2041.5) 191:4.2 [566]
“Estaban compartiendo la cena poco después de las seis, con Pedro sentado a un lado y Natanael al otro lado de Tomás, cuando el apóstol incrédulo dijo: «No voy a creer a menos que vea el Maestro con mis propios ojos y pueda poner el dedo en la llaga de los clavos». Mientras estaban así sentados cenando, con las puertas cerradas con llave y con barras, el Maestro morontial apareció repentinamente dentro a la curvatura de la mesa, y deteniéndose directamente ante Tomás, dijo:
“«Que la paz sea con vosotros. Durante una semana entera he permanecido aquí con la esperanza de poder aparecer nuevamente cuando estuvierais todos vosotros presentes, para que escuchéis una vez más la misión de ir al mundo y predicar este evangelio del reino. Nuevamente os digo: Así como el Padre me envió al mundo, así os envío yo. Así como yo he revelado al Padre, así revelaréis vosotros el amor divino, no sólo con palabras, sino en vuestra vida diaria. Os envío, no para que améis las almas de los hombres, sino más bien para que améis a los hombres. No debéis proclamar simplemente las felicidades del cielo, sino también mostrar en vuestra experiencia diaria esas realidades espirituales de la vida divina, puesto que vosotros ya tenéis vida eterna, como don de Dios, por medio de la fe. Cuando tengáis fe, cuando el poder de lo alto, el Espíritu de la Verdad, venga sobre vosotros, no ocultaréis vuestra luz aquí tras puertas cerradas. Haréis que toda la humanidad conozca el amor y la misericordia de Dios. Por el temor huís ahora de los hechos de una experiencia desagradable, pero cuando hayáis sido bautizados con el Espíritu de la Verdad, iréis hacia adelante, gallarda y jubilosamente para encontrar las nuevas experiencias de proclamar la buena nueva de la vida eterna en el reino de Dios. Podréis quedaros aquí y en Galilea por una corta temporada mientras os recobráis del golpe de la transición de la falsa seguridad de la autoridad del tradicionalismo, al nuevo orden de la autoridad de los hechos, de la verdad y la fe en las realidades supremas de la experiencia viva. Vuestra misión en el mundo se basa en el hecho de que yo viví una vida reveladora de Dios entre vosotros; en la verdad de que vosotros y todos los demás hombres, son hijos de Dios; y consistirá en la vida que vosotros viviréis entre los hombres —la experiencia real y viviente de amar a los hombres y servirlos, aun como yo os he amado y servido a vosotros. Dejad que la fe revele al mundo vuestra luz; dejad que la revelación de la verdad abra los ojos cegados por la tradición; dejad que vuestro servicio amante destruya efectivamente el prejuicio engendrado por la ignorancia. Acercándoos así a vuestros semejantes en compasiva comprensión y con devoción altruista, los conduciréis al conocimiento salvador del amor del Padre. Los judíos alabaron la bondad; los griegos exaltaron la belleza; los hindúes predican la devoción; los lejanos ascetas predican la reverencia; los romanos exigen lealtad; pero yo requiero de mis discípulos vida, aun una vida de servicio amante para vuestros hermanos en la carne».
“Cuando el Maestro hubo hablado así, miró el rostro de Tomás y dijo: «Y tú, Tomás, que dijiste que no creerías a menos que me vieras y pusieras el dedo en las llagas de los clavos en mis manos, ahora me has contemplado y has escuchado mis palabras; y aunque no veas llagas de clavos en mis manos, puesto que he resucitado en una forma que tú también tendrás cuando te vayas de este mundo, ¿qué dirás a tus hermanos? Reconocerás la verdad, porque ya en tu corazón hubiste comenzado a creer, aun mientras tan testarudamente afirmaste tu descreimiento. Tus dudas, Tomás, siempre se afirman de la manera más testaruda en el momento mismo en que están por derrumbarse. Tomás, te ruego que no seas descreído sino creyente —y yo sé que tú creerás, aun con todo tu corazón».
“Cuando Tomás escuchó estás palabras, cayó de rodillas ante el Maestro morontial y exclamó: «¡Yo creo! ¡Señor mío y Maestro mío!» Entonces le dijo Jesús a Tomás: «Tomás, tú has creído porque realmente me viste y me oíste. Benditos son los en las edades por venir que creerán aunque no me hayan visto con los ojos de la carne, ni me hayan oído con el oído mortal».
“Luego, al moverse la forma del Maestro cerca de la cabecera de la mesa, se dirigió a todos ellos diciendo: «Ahora pues, id todos vosotros a Galilea, donde yo dentro de poco apareceré ante vosotros». Después de decir esto, desapareció de su vista.... (2042.6) 191:5.2 [567]
“Aun mientras hablaba Natán, apareció allí el Maestro morontial a plena vista de todos. Y cuando Natán se sentó, Jesús dijo::
“«Que la paz sea con vosotros. Lo que mi Padre me envió a este mundo para que yo estableciera pertenece, no a una raza, ni a una nación, ni a un grupo especial de maestros o predicadores. Este evangelio del reino pertenece tanto a los judíos como a los gentiles, a los ricos y a los pobres, a los libres y a los esclavos, a los hombres y a las mujeres, aun a los niños pequeños. Todos vosotros debéis proclamar este evangelio de amor y verdad mediante la vida que viváis en la carne. Os amaréis los unos a los otros con un afecto nuevo y sorprendente, aun como yo os he amado a vosotros. Serviréis a la humanidad con una devoción nueva y sorprendente, aun como yo os he servido a vosotros, y cuando los hombres vean que vosotros tanto los amáis, y cuando contemplen cuán fervientemente los servís, percibirán que vosotros sois hermanos de la fe en el reino del cielo, y seguirán al Espíritu de la Verdad al que verán en vuestras vidas, hasta encontrar la salvación eterna.
“«Así como el Padre me envió a este mundo, aun así ahora yo os envío a vosotros. Todos vosotros sois llamados a llevar la buena nueva a los que están en las tinieblas. Este evangelio del reino, pertenece a todos los que en ése crean; no deberá ser confiado en las manos de meros sacerdotes. Pronto vendrá sobre vosotros el Espíritu de la Verdad, y él os conducirá a toda verdad. Salid pues al mundo, predicando este evangelio, y pensad que yo estoy con vosotros siempre, aun hasta el fin de los tiempos».” (2044.2) 191:6.1 [568] (Lucas 24:36-43 [569]; Juan 20:19-29) [570]
123. LAS APARICIONES EN GALILEA
“Cuando echaron el ancla y se prepararon para trasladarse al bote pequeño que los llevaría hasta la orilla, el hombre en la playa les gritó: «Muchachos, ¿habéis pescado algo?» Al responderle ellos que no, volvió a hablar. «Echad la red a la derecha de la barca, encontraréis allí peces». Aunque no sabían que era Jesús quien les estaba hablando, al unísono echaron la red como se les había instruido, e inmediatamente estuvo llena, tanto que casi no podían cargarla de vuelta en la barca. Juan Zebedeo era de percepción rápida, y al ver la red llena de peces, percibió que era el Maestro quien les había hablado. Cuando ese pensamiento cruzó su mente, se inclinó y le susurró a Pedro: «Es el Maestro». Pedro fue siempre hombre de acción impensada y devoción impetuosa, de modo que, en cuanto Juan le susurró eso al oído, se levantó de golpe y se echó al agua para llegar más rápido junto al Maestro. Sus hermanos llegaron poco después de él, habiendo alcanzado la orilla en la barca pequeña, arrastrando la red llena de peces.
“A esta altura ya se había levantado Juan Marcos y, viendo a los apóstoles que llegaban a la orilla con su red cargada, corrió a la playa para saludarlos; y cuando vio a once hombres en vez de diez, supuso que a quien no reconocía sería Jesús resucitado, y ante el asombro callado de los diez, el joven corrió junto al Maestro, e hincando la rodilla a sus pies, dijo: «Señor mío y Maestro mío». Y Jesús habló, no como lo había hecho en Jerusalén al saludarlos diciendo «que la paz sea con vosotros», sino en tono familiar, dirigiéndose a Juan Marcos: «Bien, Juan, me alegro de verte nuevamente, en la despreocupada Galilea, donde podemos tener una buena visita. Quédate con nosotros Juan, y desayuna».
“Mientras Jesús hablaba con el joven, los diez estaban tan asombrados y sorprendidos que se olvidaron de traer la red llena de peces a la playa. Entonces habló Jesús: «Traed los peces y preparad algunos para el desayuno, el fuego ya está prendido, y tenemos bastante pan».
“Mientras Juan Marcos estaba homenajeando al Maestro, Pedro contemplaba fijamente el fuego de carbón que brillaba allí en la playa; la escena le recordó vividamente el fuego de medianoche en el patio de Anás, allí donde él negó al Maestro. Pero se repuso al cabo de un momento y, arrodillándose a los pies del Maestro, exclamó: «¡Señor mío y Maestro mío!»
“Luego, Pedro se unió a sus hermanos para traer la red. Cuando tuvieron su pesca sobre la playa contaron los peces, y había 153 grandes. Nuevamente, se cometió el error de decir que ésta había sido una pesca milagrosa. No hubo milagro alguno en este episodio. Fue simplemente un ejercicio del preconocimiento del Maestro. El sabía que los peces estaban allí y por consiguiente señaló a los apóstoles el sitio donde debían echar la red.
“Jesús les habló diciendo: «Venid pues todos vosotros a desayunar. Aun los gemelos han de sentarse, mientras yo converso con vosotros; Juan Marcos preparará los pescados». Juan Marcos trajo siete peces de buen tamaño, que el Maestro puso al fuego, y cuando estuvieron cocidos el muchacho los sirvió a los diez. Entonces, Jesús rompió el pan y se lo entregó a Juan que, a su vez, sirvió a los hambrientos apóstoles. Cuando todos estuvieron servidos, Jesús indicó a Juan Marcos que se sentara mientras él mismo servía el pescado y el pan al muchacho, y mientras comían, Jesús habló con ellos rememorando muchas experiencias en Galilea junto a este mismo lago.” (2046.1) 192:1.3 [571] (Juan 21:1-14 [572])
124. VISITA A LOS APÓSTOLES DE DOS EN DOS
“Cuando terminaron el desayuno y mientras los demás estaban sentados junto al fuego, Jesús señaló a Pedro y a Juan que le acompañaran caminando por la playa. Mientras iban caminando, Jesús le dijo a Juan: «Juan, ¿me amas?» Cuando Juan contestó: «Sí, Maestro, con todo mi corazón», el Maestro dijo: «Entonces, Juan, abandona tu intolerancia y aprende a amar a los hombres así como yo te he amado a ti. Dedica tu vida a la demostración de que el amor es la cosa más grande del mundo. Es el amor de Dios el que impulsa a los hombres a buscar la salvación. El amor es el antecesor de toda bondad espiritual, la esencia de lo verdadero y de lo bello».
“Jesús se volvió entonces a Pedro y preguntó: «Pedro, ¿me amas?» Pedro contestó: «Señor, tú sabes que te amo con toda mi alma». Entonces dijo Jesús: «Si tú me amas, Pedro, apacienta a mis corderos. No olvides ministrar a los débiles, los pobres, los jóvenes y los niños. Predica el evangelio sin temor ni favor; siempre recuerda que Dios no hace acepción de personas. Sirve a tus semejantes aun como yo te he servido a ti; perdona a tus semejantes mortales aun como yo te he perdonado a ti. Que la experiencia te enseñe el valor de la meditación y el poder de la reflexión inteligente».
“Después de caminar un poco más, el Maestro se volvió a Pedro y preguntó: «Pedro, ¿realmente me amas?» Y entonces dijo Simón: «Sí, Señor, tú sabes que te amo». Y nuevamente dijo Jesús: «Cuida bien de mi rebaño. Sé un pastor bueno y verdadero para con el rebaño. No traiciones su confianza en ti. No te dejes sorprender por la mano enemiga. Permanece alerta en todo momento —vigila y ora».
“Después de caminar unos pasos más, Jesús se dirigió a Pedro por tercera vez y preguntó: «Pedro, ¿me amas verdaderamente?» Entonces Pedro, levemente herido por la aparente desconfianza del Maestro, dijo con gran emoción: «Señor, tú lo sabes todo, y por lo tanto, tú sabes que yo realmente y verdaderamente te amo». Entonces dijo Jesús: «Apacienta mis ovejas. No abandones el redil. Sé un ejemplo e inspiración para todos los demás pastores. Ama el redil así como yo te he amado a ti y dedícate a su bienestar así como yo he dedicado mi vida a tu bienestar. Y sigue mis pasos aun hasta el fin».
“Pedro tomó esta declaración al pie de la letra —que debía seguirlo por la playa— y volviéndose a Jesús, señaló a Juan preguntando: «Si yo sigo tus pasos, ¿qué hará este varón?» Entonces, percibiendo que Pedro había entendido mal sus palabras, Jesús dijo: «Pedro, no te preocupes por lo que harán tus hermanos. Si yo deseo que Juan permanezca aquí después de que tú te hayas ido, aun hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti? Asegúrate tan sólo de seguir mis pasos».
“Esta observación se difundió entre los hermanos y fue interpretada como una declaración de que Juan no moriría antes de que volviese el Maestro, como muchos pensaban y esperaban, para establecer el reino en poder y gloria. Fue esta interpretación de lo que había dicho Jesús la que mucho tuvo que ver con traer a Simón el Zelote de vuelta al servicio, y a que perseverara en la tarea.
“Cuando volvieron adonde estaban los demás, Jesús se fue a caminar y hablar con Andrés y Santiago. Después de caminar una corta distancia, Jesús dijo a Andrés: «Andrés, ¿confías en mí?» Y cuando el ex jefe de los apóstoles oyó la pregunta que le hacía Jesús, se detuvo y contestó: «Sí, Maestro, por cierto confío en ti, y tú sabes que es así». Entonces dijo Jesús: «Andrés, si tú confías en mí, confía aun más en tus hermanos —aun en Pedro. En el pasado yo te confié el liderazgo de tus hermanos. Ahora al dejarte yo para ir al Padre debes tú confiar en otros. Cuando tus hermanos comiencen a dispersarse por causa de las amargas persecuciones, sé un consejero comprensivo y sabio con Santiago mi hermano en la carne, cuando le pongan pesadas cargas sobre sus hombros, a los que él no está capacitado para sobrellevar por falta de experiencia. Sigue confiando, porque yo no te fallaré. Cuando hayas terminado tu tarea en la tierra, vendrás a mí».
“Luego Jesús se volvió a Santiago, preguntando: «Santiago ¿confías en mí?» Y por supuesto Santiago replicó: «Sí, Maestro, confío en ti de todo corazón». Entonces dijo Jesús: «Santiago, si confías más en mí, serás menos impaciente con tus hermanos. Si confías en mí, serás más compasivo con la hermandad de los creyentes. Aprende a pesar las consecuencias de tus palabras y acciones. Recuerda que quien siembra recoge. Ora para pedir serenidad de espíritu y cultiva la paciencia. Estas gracias, juntamente con la fe viva, te sostendrán cuando llegue la hora de beber la copa del sacrificio. Pero no desmayes nunca; cuando hayas terminado en la tierra, también vendrás a mí».
“Luego habló Jesús con Tomás y Natanael. Le dijo a Tomás: «Tomás, ¿me sirves?» Tomás contestó: «Sí, Señor, yo te sirvo ahora y siempre». Entonces dijo Jesús: «Si quieres servirme, sirve a mis hermanos en la carne aun como yo te he servido a ti. Y no te canses en esta obra de bien, sino que persevera como el que ha sido ordenado por Dios para este servicio de amor. Cuando hayas terminado tu servicio conmigo en la tierra, servirás conmigo en gloria. Tomás, debes dejar de dudar; debes crecer en la fe y en el conocimiento de la verdad. Cree en Dios como un niño, pero deja de actuar tan infantilmente. Ten coraje; sé fuerte en la fe y poderoso en el reino de Dios».
“Entonces le dijo el Maestro a Natanael: «Natanael, ¿me sirves tú?» El apóstol respondió: «Sí, Maestro, y con afecto total». Entonces dijo Jesús: «Si tú, pues, me sirves de todo corazón, asegúrate de dedicarte con afecto incansable al bienestar de mis hermanos en la tierra. Agrega amistad a tu consejo y añade amor a tu filosofía. Sirve a tus semejantes aun como yo te he servido a ti. Sé fiel a los hombres así como yo he vigilado por ti. Sé menos crítico; no esperes tanto de algunos hombres, de este modo tendrás menos desilusiones. Y cuando el trabajo aquí haya terminado, tú servirás conmigo en lo alto».
“Después de esto el Maestro habló con Mateo y Felipe. A Felipe le dijo: «Felipe, ¿Me obedeces?» Felipe respondió: «Sí, Señor, te obedeceré aun con mi vida». Entonces dijo Jesús: «Si quieres obedecerme, ve pues a las tierras de los gentiles y proclama este evangelio. Los profetas te han dicho que obedecer es mejor que sacrificar. Por la fe has llegado a ser un hijo del reino, que conoce a Dios. Tan sólo existe una ley que se ha de obedecer —y ésa es, el mandamiento de salir a proclamar el evangelio del reino. Deja de temer a los hombres; no tengas temor de predicar la buena nueva de la vida eterna a tus semejantes que languidecen en las tinieblas y tienen hambre de la luz de la verdad. Felipe, ya no tendrás que ocuparte de dinero ni de bienes; ya eres libre de predicar la buena nueva, como tus hermanos. Yo iré delante de ti y estaré contigo aun hasta el fin».
“Y luego, hablando a Mateo, el Maestro preguntó: «Mateo, ¿albergas en tu corazón el deseo de obedecerme?» Mateo respondió: «Sí, Señor, estoy totalmente dedicado a hacer tu voluntad». Entonces dijo el Maestro: «Mateo, si quieres obedecerme, sal a enseñar a todos los pueblos este evangelio del reino. Ya no servirás más a tus hermanos en las cosas materiales de la vida; de ahora en adelante, tú también debes proclamar la buena nueva de la salvación espiritual. De ahora en adelante, pon tu atención sólo en obedecer tu encargo de predicar este evangelio del reino del Padre. Así como yo he hecho la voluntad del Padre en la tierra, así cumplirás tú la misión divina. Recuerda, tanto los judíos como los gentiles son tus hermanos. No temas a ningún hombre al proclamar las verdades salvadoras del evangelio del reino del cielo. Adonde yo voy, tú dentro de poco vendrás».
“Después caminó y habló con los gemelos Alfeo, Jacobo y Judas, y dirigiéndose a ambos preguntó: «Jacobo y Judas, ¿creéis vosotros en mí?» Y cuando ambos respondieron: «Sí, Maestro, creemos», él dijo: «Pronto os dejaré. Veis que ya os he dejado en forma material. Permaneceré sólo un corto período en esta forma antes de ir al Padre. Creéis en mí —sois mis apóstoles y siempre lo seréis. Continuad creyendo y recordando vuestra asociación conmigo, cuando yo ya no esté, cuando acaso hayáis retornado al trabajo que hacíais antes de venir a vivir conmigo. No permitáis nunca que el ocuparos de una tarea exterior distinta influya sobre vuestra lealtad. Tened fe en Dios hasta el fin de vuestros días en la tierra. No olvidéis jamás que, una vez que seas un hijo de fe de Dios, todo trabajo honesto del reino es sagrado. Nada de lo que haga un hijo de Dios es ordinario. Haced pues vuestro trabajo, de aquí en adelante, como si fuera para Dios. Y cuando hayáis terminado en este mundo, yo tengo otros mundos mejores, donde igualmente trabajaréis para mí. En todo este trabajo, en este mundo y en los otros mundos, yo trabajaré con vosotros, y mi espíritu vivirá dentro de vosotros».
“Eran casi las diez cuando Jesús volvió de su conversación con los gemelos Alfeo, y al dejar a los apóstoles dijo: «Adiós, hasta que os encuentre a todos en el monte de vuestra ordenación mañana al mediodía». Después de hablar así, desapareció de su vista.” (2047.5) 192:2.1 [573] (Juan 21:15-23) [574]
125. EL ENCUENTRO JUNTO AL LAGO
“La noticia de las apariciones de Jesús se estaba difundiendo por todo Galilea, y cada día llegaban más creyentes a la casa de Zebedeo para preguntar sobre la resurrección del Maestro y averiguar la verdad sobre estas supuestas apariciones. Pedro comunicó, a principios de la semana, que celebraría una reunión pública junto al lago, el próximo sábado a las tres de la tarde.
“Por lo tanto, el sábado 29 de abril, a las tres de la tarde, más de quinientos creyentes de los alrededores de Capernaum se reunieron en Betsaida para escuchar a Pedro predicar su primer sermón público desde la resurrección. La elocuencia del apóstol fue notable, y después de terminar él su emocionante discurso, pocos de los oyentes dudaron de que el Maestro había resucitado de entre los muertos.
“Pedro terminó su sermón diciendo: «Afirmamos que Jesús de Nazaret no está muerto, declaramos que se ha levantado de la tumba; proclamamos que lo hemos visto y hemos hablado con él». En el momento en que terminaba de pronunciar esta declaración de fe, allí, a su lado, a plena vista de toda la gente, apareció el Maestro en forma morontial y, hablándoles con voz conocida, dijo: «Que la paz sea con vosotros, y mi paz os dejo». Después de aparecer así y decir estas palabras, desapareció de su vista. Fue ésta la decimoquinta manifestación morontial de Jesús resucitado.” (2050.4) 192:4.1 [575] (Juan 21:1-24) [572]
“LA DECIMOSEXTA manifestación morontial de Jesús ocurrió el viernes 5 de mayo, en el patio de Nicodemo, a eso de las nueve de la noche. Esa noche los creyentes de Jerusalén intentaron reunirse por primera vez desde la resurrección. Estaban congregados aquí en este momento los once apóstoles, el cuerpo de mujeres y sus asociadas, y unos cincuenta discípulos importantes del Maestro, incluyendo a varios griegos. Este grupo de creyentes había estado conversando casualmente por más de media hora, cuando de pronto, el Maestro morontial apareció a plena vista e inmediatamente comenzó a instruirlos. Dijo Jesús:
“«Que la paz sea con vosotros. Éste es el grupo más representativo de creyentes — apóstoles y discípulos, hombres y mujeres— ante el cual yo haya aparecido, desde el momento de mi liberación de la carne. Os llamo ahora a testimonio de que os dije de antemano que mi estadía entre vosotros tendría fin. Yo os dije que finalmente debo volver al Padre. Luego os dije claramente de qué manera me entregarían los altos sacerdotes y los líderes de los judíos, para que fuera yo puesto a muerte, y que me levantaría de la tumba. ¿Por qué, pues, os dejasteis perturbar por todo esto cuando sucedió? ¿Por qué tanto os sorprendisteis cuando me levanté del sepulcro al tercer día? Vosotros no creísteis en mí, porque escuchasteis mis palabras sin comprender su significado.
“«Ahora pues debéis prestar oído a mis palabras, para no cometer nuevamente el error de oír mis enseñanzas con la mente mientras vuestro corazón no comprende el significado. Desde el comienzo de mi estadía como uno de vosotros, os enseñé que mi único propósito era revelar a mi Padre en el cielo a sus hijos en la tierra. He vivido el autootorgamiento revelador de Dios para que vosotros pudieseis experimentar la carrera del que conoce a Dios. He revelado a Dios, como vuestro Padre en el cielo; os he revelado a vosotros, como hijos de Dios en la tierra. Es un hecho de que Dios os ama a vosotors, a sus hijos. Por la fe en mi palabra, este hecho se torna una verdad eterna y viva en vuestro corazón. Cuando, por la fe viva, os tornéis divinamente conscientes de Dios, naceréis del espíritu como hijos de la luz y de la vida, aun la vida eterna en la cual ascenderéis al universo de los universos y alcanzaréis la experiencia de encontrar a Dios el Padre en el Paraíso.
“«Os advierto que recordéis siempre que vuestra misión entre los hombres es la proclamación del evangelio del reino —la realidad de la paternidad de Dios y la verdad de la filiación del hombre. Proclamad toda la verdad de la buena nueva, no tan sólo una parte del evangelio salvador. Vuestro mensaje no ha de cambiar por mi experiencia de resurrección. La filiación con Dios por la fe sigue siendo la verdad salvadora del evangelio del reino. Debéis salir predicando el amor de Dios y el servicio al hombre. Lo que el mundo necesita más que nada saber es: los hombres son hijos de Dios, y por la fe pueden en verdad realizar, y diariamente experimentar, esta verdad ennoblecedora. Mi autootorgamiento debe ayudar a todos los hombres a conocer que ellos son hijos de Dios, pero ese conocimiento no es suficiente si personalmente no captan por la fe la verdad salvadora de que ellos son los hijos de espíritu vivientes del Padre eterno. El evangelio del reino comprende el amor del Padre y el servicio de sus hijos en la tierra.
“«Entre vosotros, compartís aquí, el conocimiento de que yo he resucitado de entre los muertos, pero eso no es extraño. Yo tengo el poder de poner mi vida y tomarla nuevamente; el Padre otorga ese poder a sus Hijos del Paraíso. Más bien, que vuestro corazón se estremezca por el conocimiento de que los muertos de una era ingresaron a la ascensión eterna poco después de que yo salí de la nueva tumba de José. Viví mi vida en la carne para mostraros cómo vosotros podréis, mediante el servicio amante, tornaros reveladores de Dios a vuestros semejantes así como, amándoos a vosotros y sirviéndoos, yo me he tornado revelador de Dios a vosotros. He vivido entre vosotros como el Hijo del Hombre para que vosotros, y todos los demás hombres, podáis conocer que de veras sois hijos de Dios. Por lo tanto, id pues al mundo predicando este evangelio del reino del cielo a todos los hombres. Amad a todos los hombres así como yo os he amado; servid a vuestros semejantes mortales así como yo os he servido. Habéis recibido libremente, dad libremente. Permaneced aquí en Jerusalén solamente hasta que yo vaya al Padre y os envíe el Espíritu de la Verdad. Él os guiará a una verdad más amplia, y yo iré con vosotros a todo el mundo. Estoy con vosotros siempre, y mi paz os dejo».
“Cuando el Maestro hubo hablado, desapareció de su vista. Era casi el alba cuando los creyentes se dispersaron; toda esa noche permanecieron juntos, discutiendo intensamente las admoniciones del Maestro y discurriendo todo lo que les había ocurrido. Santiago Zebedeo y otros de los apóstoles también relataron sus experiencias con el Maestro morontial en Galilea y recitaron cómo se les había aparecido tres veces.” (2052.1) 193:0.1 [576]
“A eso de las cuatro de la tarde del sábado 13 de mayo, el Maestro apareció ante Nalda y unos setenta y cinco creyentes samaritanos junto al pozo de Jacob en Sicar. Los creyentes acostumbraban a reunirse en este lugar, cerca del sitio donde Jesús habló a Nalda sobre el agua viva. Este día, en el momento en que terminaban su conversación sobre la noticia de la resurrección, Jesús apareció repentinamente ante ellos diciendo:
“«Que la paz sea con vosotros. Os regocijáis de saber que yo soy la resurrección y la vida, pero esto de nada os servirá a menos que primero nazcáis del espíritu eterno, llegando así a poseer por la fe, el don de la vida eterna. Si sois hijos de mi Padre por la fe, no moriréis jamás, no pereceréis. El evangelio del reino os enseñó que todos los hombres son hijos de Dios. Y esta buena nueva sobre el amor del Padre celestial por sus criaturas en la tierra, debe ser difundida por todo el mundo. El momento ha llegado en que ya no adoraréis a Dios ni en Gerizim ni en Jerusalén, sino donde estéis, como estéis, en espíritu y en verdad. Es vuestra fe la que salva vuestra alma. La salvación es el don de Dios, para todos los que creen que son sus hijos. Pero no os engañéis; aunque la salvación es un don gratuito de Dios y es otorgada a los que la aceptan por la fe, lo que sigue es la experiencia de rendir los frutos de esta vida espiritual tal como se la vive en la carne. La aceptación de la doctrina de la paternidad de Dios implica que también aceptéis libremente la verdad asociada de la hermandad del hombre. Si el hombre es tu hermano, él es aun más que tu prójimo, a quien el Padre exige que ames como a ti mismo. Tu hermano pertenece a tu familia; así pues, lo amarás no sólo con el afecto familiar sino que también lo servirás como te servirías a ti mismo. Y amaréis y serviréis a vuestro hermano de este modo porque vosotros, siendo mis hermanos, así habéis sido amados y servidos por mí. Id pues por todo el mundo, difundiendo la buena nueva a todas las criaturas de todas las razas, tribus y naciones. Mi espíritu irá delante de vosotros, y yo estaré siempre con vosotros».
“Estos samaritanos mucho se asombraron con esta aparición del Maestro, y de prisa se fueron a las ciudades y aldeas vecinas donde difundieron la nueva de que habían visto a Jesús, y que les había hablado. Y ésta fue la decimoséptima aparición morontial del Maestro.” (2053.3) 193:1.1 [577]
“La aparición morontial decimoctava del Maestro fue en Tiro, el martes 16 de mayo, poco antes de las nueve de la noche. Nuevamente apareció al final de una reunión de creyentes que estaban a punto de dispersarse, diciendo:
“«Que la paz sea con vosotros. Vosotros os regocijáis de saber que el Hijo del Hombre ha resucitado de entre los muertos porque así sabéis que vosotros y vuestros hermanos también sobreviviréis al fallecimiento mortal. Pero esa sobrevivencia depende de que hayáis nacido primero del espíritu de búsqueda de la verdad y descubrimiento de Dios. El pan y el agua de la vida se otorgan tan sólo a los que tienen hambre de verdad y sed de rectitud —de Dios. El hecho de que los muertos resucitan, no constituye el evangelio del reino. Estas grandes verdades y estos hechos del universo están todos relacionados con este evangelio en cuanto son una parte del resultado de creer la buena nueva y están comprendidos en la experiencia subsiguiente de los que, por la fe, se tor-nan, de hecho y en verdad, en hijos sempiternos del Dios eterno. Mi Padre me envió a este mundo para proclamar a todos los hombres esta salvación de filiación. Así yo os envío a que prediquéis esta salvación de filiación. La salvación es el don de Dios, pero los que nacen del espíritu, comienzan inmediatamente a rendir los frutos del espíritu en servicio amante de sus semejantes. Y los frutos del espíritu divino cosechados en la vida de los mortales nacidos del espíritu y conocedores de Dios son: servicio amante, devoción altruista, lealtad valiente, justicia sincera, honestidad esclarecida, esperanza sin fin, confianza incondicionada, ministerio misericordioso, bondad infalible, tolerancia clemente y paz duradera. Si los creyentes profesos no rinden estos frutos del espíritu divino en su vida, están muertos. El Espíritu de la Verdad no está en ellos; son ramas inútiles de una vid viva y pronto serán podadas. Mi Padre requiere que todos los hijos de la fe rindan muchos frutos del espíritu. Si por lo tanto vosotros no sois fructíferos, él cavará alrededor de vuestras raíces y podará vuestras ramas estériles. Cada vez más debéis rendir los frutos del espíritu, a medida que progresáis hacia el cielo en el reino de Dios. Podéis entrar al reino como un niño, pero el Padre requiere que crezcáis por la gracia, a la plena estatura del adulto espiritual. Cuando vayáis a decir a todas las naciones la buena nueva del evangelio, yo iré delante de vosotros, y mi Espíritu de la Verdad morará en vuestro corazón. Mi paz os dejo».” (2054.2) 193:2.1 [578]
129. LA ÚLTIMA APARICIÓN EN JERUSALÉN
“El jueves 18 de mayo por la mañana temprano, Jesús hizo su última aparición en la tierra como personalidad morontial. Cuando los once apóstoles estaban a punto de sentarse para compartir el desayuno en el aposento superior de la casa de María Marcos, Jesús apareció ante ellos y les dijo:
“«Que la paz sea con vosotros. Os he pedido que os quedéis aquí en Jerusalén hasta que yo ascienda al Padre, aun hasta que yo os envíe el Espíritu de la Verdad, que pronto será derramado sobre toda la carne y que os dotará de poder desde lo alto.» Simón el Zelote interrumpió a Jesús, preguntando: «Entonces, Maestro, ¿restaurarás el reino, y veremos nosotros la gloria de Dios manifestada en la tierra?» Cuando Jesús hubo escuchado la pregunta de Simón, respondió: «Simón, aún te afierras a tus viejas ideas del Mesías judío y del reino material. Pero recibirás poder espiritual después de que el espíritu haya descendido sobre vosotros, y luego iréis a todo el mundo predicando este evangelio del reino. Así como el Padre me envió al mundo, así os envío yo. Y deseo que os améis unos a los otros y que confiéis los unos en los otros. Judas ya no está con vosotros, porque se enfrió su amor, y porque se negó a confiar en vosotros, sus leales hermanos. ¿Acaso no habéis leído en las Escrituras donde está escrito: ‘No es bueno para el hombre estar solo. Ningún hombre vive para sí mismo'? Y también allí donde dice: ¿‘el que quiere tener amigos debe mostrarse amigo'? Y ¿acaso no os envié a enseñar de dos en dos, para que no estuvierais solos y no cayerais en la maldad y las tristezas del aislamiento? También sabéis bien que, cuando vivía en la carne, no me permití a mí mismo estar a solas por largos períodos. Desde el comienzo mismo de nuestra asociación tuve siempre a dos o tres de vosotros constantemente a mi lado o muy cerca de mí, aun cuando comulgaba con el Padre. Confiad, pues, los unos en los otros. Y esto es aun más necesario ahora, puesto que este día yo os dejo solos en el mundo. La hora ha llegado; estoy por irme al Padre».” (2055.1) 193:3.1 [579]
“Eran casi las siete y media de este jueves 18 de mayo por la mañana, cuando Jesús llegó a la pendiente occidental del Monte Oliveto con sus once silenciosos y un tanto confundidos apóstoles. Desde esta ubicación, unos dos tercios del camino por la vertiente ascendente de la montaña, podían contemplar a Jerusalén y Getsemaní. Jesús se preparaba ahora para decir su último adiós a los apóstoles antes de despedirse de Urantia. Al estar él de pie entre ellos, sin que él les pidiera se arrodillaron a su alrededor en círculo, y el Maestro dijo:
“«Os exhorté que os quedarais en Jerusalén hasta que recibierais el poder de lo alto. Ahora estoy por despedirme de vosotros; estoy por ascender a mi Padre, y pronto, muy pronto, enviaremos a este mundo de mi estadía el Espíritu de la Verdad; y cuando él haya llegado, comenzaréis la nueva proclamación del evangelio del reino, primero en Jerusalén y luego en todos los rincones de la tierra. Amad a los hombres con el amor con el cual yo os he amado a vosotros y servid a vuestros semejantes mortales así como yo os he servido. Mediante los frutos espirituales de vuestra vida, incitad a las almas a creer en la verdad de que el hombre es hijo de Dios, y que todos los hombres son hermanos. Recordad todo lo que yo os he enseñado y la vida que he vivido entre vosotros. Mi amor os sobrecogerá, mi espíritu morará con vosotros, y mi paz velará sobre vosotros. Adiós».” (2057.3) 193:5.1 [580] (Mat 28:16-20 [581]; Lucas 24:44-53) [582]
PARTE II - LOS MILAGROS
A. AÑO: 26 d.C.
B. LUGAR: Caná de Galilea
C. MOMENTO: Poco después de la elección de los seis primeros apóstoles, la familia de Jesús y los apóstoles fueron invitados a una boda en Caná. María viajó a Caná como la reina madre caminando por las nubes. Había unos mil invitados.
D. REFERENCIAS: (1529.4) 137:4.7 [583] (Juan 2:1-11) [391]
E. EL MILAGRO: “Gradualmente Jesús se fue dando cuenta de lo que había sucedido. De entre todas las personas que estaban presentes en la fiesta matrimonial de Caná, Jesús era el que más sorprendido estaba. Otros habían esperado que él obrara un prodigio, pero eso era precisamente lo que se había propuesto no hacer. Y recordó entonces el Hijo del Hombre la admonición de su Ajustador del Pensamiento Personalizado en las montañas. Recordó que el Ajustador le había advertido acerca de la incapacidad de todo poder o personalidad de privarlo de su prerrogativa creadora de ser independiente del tiempo. En esta ocasión, los transformadores del poder, los seres intermedios, y todas las demás personalidades requeridas estaban reunidas junto al agua y a los otros elementos necesarios, y en presencia del deseo expreso del Soberano Creador del Universo, no había forma de evitar la aparición instantánea del vino. Este acontecimiento se confirmaba doblemente pues el Ajustador Personalizado había significado que la ejecución del deseo del Hijo no representaba en modo alguno una contravención de la voluntad del Padre.
“Pero éste no fue en ningún sentido un milagro. No se había modificado, abrogado, ni trascendido ninguna ley de la naturaleza. No sucedió nada sino la abrogación del tiempo en asociación con la acumulación celestial de los elementos químicos que se requieren para la elaboración del vino. En Caná, en esta ocasión, los agentes del Creador hicieron vino tal como lo hacen mediante procesos naturales ordinarios, excepto que lo hicieron independientemente del tiempo y con la intervención de las agencias sobrehumanas en cuanto a acumular en el espacio los ingredientes químicos necesarios.
“Además, era evidente que la realización de este llamado milagro no era contraria a la voluntad del Padre del Paraíso, pues de otra manera no hubiera ocurrido, ya que Jesús se había sometido en todas las cosas a la voluntad del Padre.
“Cuando los criados llevaron este nuevo vino y se lo ofrecieron al padrino, el «maestro de ceremonias», y cuando lo hubo probado, se dirigió al novio, diciéndole: «Es costumbre servir el buen vino primero y, cuando los huéspedes han bien bebido, ofrecer el fruto inferior de la vid; pero tú has guardado el mejor vino para la culminación de la fiesta.»
“María y los discípulos de Jesús mucho se regocijaron ante el supuesto milagro, que pensaban Jesús había llevado a cabo intencionalmente, pero Jesús se retiró a un rincón solitario del jardín y se puso a meditaciones serias durante breves momentos. Finalmente decidió que el episodio estaba más allá de su control personal bajo las circunstancias en que se produjo y, no siendo adverso a la voluntad de su Padre, era inevitable. Cuando apareció nuevamente entre los invitados, todos lo contemplaron con temor; todos creían en él como el Mesías. Pero Jesús estaba dolorosamente perplejo, sabiendo que creían en él sólo debido al suceso extraño que inadvertidamente habían presenciado. De nuevo se retiró Jesús a la azotea de la casa para meditar sobre los sucesos que acababan de pasar.
“Ya comprendía Jesús plenamente que debería mantenerse continuamente en guardia para que sus sentimientos de simpatía y lástima no produjesen una repetición de episodios de esta naturaleza. Sin embargo, muchos eventos semejantes ocurrieron antes de que el Hijo del Hombre se despidiera definitivamente de su vida mortal en la carne.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Cafarnaúm
C. MOMENTO: Un sábado por la tarde, Jesús predicó un sermón sobre la "experiencia personal". Al final de su discurso, un hombre joven de la congregación tuvo un violento ataque epiléptico.
D. REFERENCIAS: (1630.8) 145:2.12 [585] (Mar 1:21-28 [427]; Lucas 4:31-37) [428]
E. EL MILAGRO: “En el momento en que Jesús terminaba de hablar, un joven oyente que mucho se había turbado por sus palabras, cayó en un violento ataque epiléptico acompañado de fuertes gritos. Al fin del ataque, cuando estaba volviendo en sí, habló en un estado de ensueño, diciendo: «¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús de Nazaret? Tú eres el santo enviado por Dios; ¿has venido para destruirnos?» Jesús mandó a la multitud que callara y, tomando al joven de la mano, dijo: «Recúperate»; y éste inmediatamente despertó.
“Este joven no estaba poseído por un espíritu impuro o un demonio; era simplemente víctima de la epilepsia. Pero se le había enseñado lo que poseía un espíritu maligno, que ésa era la causa de su aflicción. Él así lo creía y así actuaba en todo lo que pensaba o decía sobre su enfermedad. Todos creían que estos fenómenos se debían directamente a la presencia de espíritus impuros. Por consiguiente, creyeron que Jesús había arrojado un demonio desde el ser este hombre. Pero en realidad Jesús no curó la epilepsia del joven en esa ocasión. No fue hasta más tarde, después de la puesta del sol, que este joven fue sanado. Mucho después del día de Pentecostés, el apóstol Juan, quien fue el último en escribir sobre las obras de Jesús, evitó toda referencia a estos así llamados actos de «echar a los demonios», y así lo hizo porque ya no ocurrieron estos casos de posesión por el demonio después de Pentecostés.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Cafarnaúm
C. MOMENTO: Fue más tarde de ese mismo sábado en el que se curó supuestamente el joven epiléptico. La suegra de Pedro estaba enferma de malaria y se dijo que Jesús la había curado. La cura real ocurrió esa misma noche, junto con el joven epiléptico y muchos otros.
D. REFERENCIAS: (1631.3) 145:2.15 [586] (Mat 8:14 [587]; Mar 1:29-31 [588]; Lucas 4:38,39) [589]
E. EL MILAGRO: Muchas veces, el cambio natural a mejor en una enfermedad se interpretó como un milagro. Este caso se incluye entre los milagros porque ella se curó realmente de la malaria la noche de ese mismo día.
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Cafarnaúm—el patio delantero de la casa de Zebedeo en Betsaida
C. MOMENTO: Además de la gran reputación de Jesús como sanador, durante esa tarde se habían extendido ampliamente los rumores de la cura del joven epiléptico y de la suegra de pedro, de modo que al caer el sol comenzaron a aparecer grandes cantidades de enfermos y afligidos en el patio delantero de la casa donde residía Jesús.
D. REFERENCIAS: (1632.5) 145:3.6 [590] (Mat 8:16,17 [591]; Mar 1:29-34 [588]; Lucas 4:40,41) [592]
E. EL MILAGRO: “Cuando el Maestro salió de la puerta de entrada de la casa de Zebedeo, sus ojos se encontraron con una gran masa de humanidad enferma y afligida. Contempló casi mil seres humanos enfermos y sufrientes; por lo menos, ésa era la multitud congregada delante de él. No todos los presentes estaban afligidos; algunos traían a sus seres queridos para que se sanaran.
“El espectáculo de estos mortales afligidos, hombres, mujeres y niños sumidos en el sufrimiento, debido en gran parte a los errores y malas obras de sus propios Hijos confiados, de la administración del universo, conmovió profundamente el corazón humano de Jesús y puso a prueba la misericordia divina de este benévolo Hijo Creador. Pero Jesús bien sabía que no era posible construir un movimiento espiritual duradero sobre los cimientos de milagros puramente materiales. Se había abstenido constantemente de exhibir sus prerrogativas de creador de acuerdo con su política fijada. Desde el episodio de Caná no había habido ningún acontecimiento sobrenatural ni milagroso durante su enseñanza; sin embargo, esta multitud afligida conmovió profundamente su corazón compasivo y apeló fuertemente a su compasivo cariño.
“Una voz en el frente del patio exclamó: «Maestro, di la palabra, devuélvenos la salud, cúranos de nuestras enfermedades y salva nuestras almas». Ni bien fueron pronunciadas estas palabras, cuando un vasto séquito de serafines, controladores físicos, Portadores de Vida y seres intermedios, siempre presente junto a este Creador encarnado de un universo, se preparó para actuar con poder creativo en el caso de que diera una señal su Soberano. Fue éste uno de esos momentos de la carrera terrestre de Jesús en los que la sabiduría divina y la compasión humana se entrelazaron de tal modo en el juicio del Hijo del Hombre, que éste buscó refugio en apelar a la voluntad de su Padre.
“Cuando Pedro imploró al Maestro que escuchara el llanto de desamparo de la multitud, Jesús, bajando la mirada sobre esa masa de aflicción, contestó: «He venido al mundo para revelar al Padre y establecer su reino. Para este propósito he vivido mi vida hasta este momento. Si, por lo tanto, fuera voluntad de Aquel que me envió y no estuviera en desacuerdo con mi dedicación a la proclamación del evangelio del reino del cielo, desearía ver a mis hijos sanados— y...» pero las palabras siguientes de Jesús se perdieron en el tumulto.
“Jesús había pasado la responsabilidad de esta decisión de curación al fallo de su Padre. Evidentemente la voluntad del Padre no puso objeción alguna, porque ni bien pronunció el Maestro estas palabras, el séquito de personalidades celestiales que servía bajo el mando del Ajustador de Pensamiento Personalizado de Jesús entró en poderosa actividad. El vasto séquito descendió en el medio de esta multitud abigarrada de mortales afligidos, y en un instante de tiempo 683 hombres, mujeres y niños fueron sanados, perfectamente curados de todas sus enfermedades físicas y de otros trastornos materiales. Un espectáculo semejante no se había visto en la tierra nunca antes de este día, ni tampoco después. Y para todos nosotros que estuvimos presentes, el contemplar esta oleada creadora de curaciones fue en verdad un espectáculo estremecedor.
“Pero entre todos los seres sorprendidos por esta explosión repentina e inesperada de curaciones sobrenaturales, Jesús era el que más sorprendido estaba. En un momento, cuando su interés y compasión humanos convergían en el espectáculo de sufrimiento y aflicción desplegado ante sus ojos, descuidó en su mente humana las advertencias admonitorias de su Ajustador Personalizado sobre la imposibilidad de limitar el elemento temporal de las prerrogativas creadoras de un Hijo Creador bajo ciertas condiciones y en ciertas circunstancias. Jesús deseaba ver sanados a estos mortales sufrientes, siempre y cuando ello no violara la voluntad de su Padre. El Ajustador Personalizado de Jesús falló instantáneamente que dicho acto de energía creadora en ese momento no transgrediría la voluntad del Padre del Paraíso, y por esa decisión —en vista de la expresión del deseo de sanar que la había precedido— el acto creador se hizo realidad. Lo que un Hijo Creador desea y lo que es voluntad del Padre, SE HACE REALIDAD. Durante el resto de la vida de Jesús en la tierra no volvió a darse ningún otro episodio de curaciones físicas en masa.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Irón—un pueblo minero de Galilea
C. MOMENTO: Durante la misión en Irón, Jesús pasó un tiempo considerable en las minas. Al regresar de las minas, se encontró con un leproso en un callejón y oyó su ruego para que le sanara.
D. REFERENCIAS: (1643.4) 146:4.3 [593] (Matt 8:1-4 [594]; Mark 1:40-45 [595]; Luke 5:12-15) [596]
E. EL MILAGRO: “Al finalizar la tarde del tercer día en Irón, camino de regreso de las minas, pasó Jesús por casualidad por una angosta calle lateral en dirección a su hospedaje. Se acercaba a la escuálida choza de cierto leproso, cuando éste, conociendo la fama sanadora de Jesús, se atrevió a acercársele cuando pasaba por su puerta diciendo mientras se arrodillaba ante él: «Señor, si tan sólo quisieras, podrías hacerme limpio. Escuché el mensaje de tus instructores y querría entrar al reino si pudieras hacerme limpio». Así habló el leproso, porque entre los judíos, los leprosos no podían concurrir a la sinagoga ni participar de otra manera en la adoración pública. Este hombre creía realmente que no se le aceptaría en el reino venidero a menos que curara su lepra. Y cuando Jesús vio su aflicción y oyó sus palabras de fe perseverante, se conmovió su corazón humano, y la mente divina se llenó de compasión. Mientras Jesús lo contemplaba, el hombre cayó de bruces y adoró. Entonces tendió el Maestro la mano y, tocándolo, dijo: «Lo quiero —quedas limpio». Y el enfermo sanó de inmediato; la lepra no más le afligía.
“Jesús lo ayudó a incorporarse, luego le advirtió: «No hables con nadie de esta curación más bien vete y ocúpate tranquilamente de atender tus asuntos, preséntate ante el sacerdote y ofrece los sacrificios mandados por Moisés en testimonio de tu limpieza». Pero este hombre no cumplió con las instrucciones de Jesús. Corrió en cambio por las calles de la aldea proclamando que Jesús le había curado la lepra, y puesto que todos lo conocían, pudieron ver claramente que estaba limpio de su enfermedad. No fue adonde los sacerdotes como Jesús le había exhortado. Tanto se corrió la voz de esta nueva curación por el relato de este hombre, que el Maestro estuvo tan asediado por los enfermos que se vio forzado a levantarse temprano la mañana siguiente y partir de la aldea. Aunque no volvió Jesús a esa ciudad, permaneció en las afueras por dos días, cerca de las minas, enseñando el evangelio del reino a los mineros creyentes.
“Esta limpieza del leproso fue el primero de los así llamados milagros que Jesús hubiera realizado intencional y deliberadamente hasta ese momento. Era un caso auténtico de lepra.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Caná—durante su segunda visita. El hijo afligido estaba en Cafarnaúm.
C. MOMENTO: Tito suplicó a Jesús que fuera y curara a su hijo—Jesús le dijo: “Tu hijo vivirá.”
D. REFERENCIAS: (1644.4) 146:5.2 [597] (Juan 4:46-54) [598]
E. EL MILAGRO: “Cuando este noble ubicó a Jesús en Caná, le suplicó que se apresurara camino a Capernaum para curar a su hijo afligido. Mientras los apóstoles lo rodeaban anhelantes de esperanza, Jesús, contemplando al padre del muchacho enfermo, dijo: «¿Cuánta paciencia debo teneros? El poder de Dios está en vuestro medio, pero si vosotros no veis signos de milagros ni contempláis maravillas os negáis a creer». Pero el noble hombre le encareció a Jesús: «Señor mío, yo sí creo, pero ven adonde mi hijo que se está muriendo, porque cuando le dejé ya estaba a punto de perecer». Y después de inclinar Jesús la cabeza por un momento en meditación silenciosa, repentinamente habló: «Vuelve a tu hogar; tu hijo vivirá». Tito creyó las palabras de Jesús y de prisa se encaminó de vuelta a Capernaum. Mientras caminaba sus siervos salieron a su encuentro diciendo: «Regocíjate, pues tu hijo está mejor —vive». Tito les preguntó a qué hora había empezado la mejoría del muchacho, y cuando los siervos respondieron, «ayer alrededor de la hora séptima bajó la fiebre», el padre recordó pues que alrededor de esa hora le había dicho Jesús: «Tu hijo vivirá». De allí en adelante Tito creyó de todo corazón, y su familia entera también creyó. Este hijo llegó a ser un poderoso ministro del reino y más tarde inmoló su vida con los que sufrían en Roma. Aunque todos los familiares de Tito, sus amigos y aun los apóstoles consideraron este episodio un milagro, no lo fue. Por lo menos no fue un milagro de curación de una enfermedad física. Fue simplemente un caso de preconocimiento de los procesos de la ley natural, el tipo de conocimiento previo al cual Jesús recurrió frecuentemente después de su bautismo.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: En el camino de Caná a Naín
C. MOMENTO: El encuentro con una procesión funeraria que salía de Naín hacia el cementerio, que llevaba al hijo supuestamente muerto - el único hijo - de una viuda.
D. REFERENCIAS: (1645.3) 146:6.2 [599] (Lucas 7:11-17) [600]
E. EL MILAGRO: “Cuando Jesús se alejó de Caná en dirección a Naín, lo siguió una gran multitud de creyentes y curiosos. Estaban decididos a presenciar milagros y maravillas, y no estaban dispuestos a ser desilusionados. Al acercarse Jesús y sus apóstoles a las puertas de la ciudad, se toparon con una procesión fúnebre que se dirigía al cementerio cercano, y que llevaba al hijo único de una madre viuda de Naín. Esta mujer era muy respetada, y la mitad de la gente de la aldea seguía la procesión fúnebre de este muchacho supuestamente muerto. Cuando la procesión fúnebre llegó adonde Jesús y sus seguidores, la viuda y sus amigos reconocieron al Maestro y le suplicaron que volviera el hijo a la vida. A tal punto había llegado su expectativa de milagros que creían que Jesús podía curar cualquier enfermedad humana y, ¿por qué no podría semejante sanador levantar a los muertos? Así pues importunado, Jesús se adelantó y, levantando la tapa del ataúd, examinó al muchacho. Descubrió así que el joven no estaba verdaderamente muerto, y percibió la tragedia que su presencia podía evitar. Por eso se dirigió a la madre, y le dijo: «No llores. Tu hijo no está muerto. Está dormido, volverá a tus brazos». Y tomando al joven de la mano le dijo: «Despiértate y levántate». Y el joven supuestamente muerto se levantó y comenzó a hablar, y Jesús los envió de vuelta a sus hogares.
“En vano intentó Jesús sosegar a la multitud, en vano intentó explicarles que el muchacho no estaba muerto, que él no le había devuelto la vida; no hubo caso. La multitud que le seguía, y toda la aldea de Naín, había llegado al máximo nivel de frenesí emocional. Muchos estaban dominados por el temor, otros por el pánico, mientras otros caían de rodillas para rezar y llorar por sus pecados. Fue imposible dispersar a la clamorosa multitud hasta mucho después de la caída de la noche. Naturalmente, a pesar de que Jesús les había dicho que el muchacho no estaba muerto, todos insistían que se había producido un milagro, que aun había levantado a un muerto. Aunque Jesús les dijo que el muchacho había caído simplemente en un sueño profundo, explicaron que esa era la forma de expresarse de Jesús y llamaron la atención sobre el hecho de que él siempre trataba de ocultar sus milagros con gran modestia.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Cafarnaúm
C. MOMENTO: Cuando se preparaban para ir a Jerusalén para la Pascua, Mangus, un capitán de la guardia romana, suplicó a los rectores de la sinagoga que intercedieran ante Jesús por su siervo afligido.
D. REFERENCIAS: (1647.3) 147:1.1 [601] (Mat 8:5-13 [602] Lucas 7:1-10) [498]
E. EL MILAGRO: “El día anterior a la partida del grupo apostólico para la fiesta de la Pascua en Jerusalén, Mangus, un centurión o capitán de la guardia romana estacionado en Capernaum, fue a ver a los rectores de la sinagoga, dijo: «Mi ordenanza fiel está enfermo y a punto de morir. ¿Podéis vosotros ir a ver a Jesús en mi nombre e implorarle que cure a mi siervo?» El capitán romano decidió proceder de este modo, porque pensaba que los líderes judíos tendrían más influencia sobre Jesús. Así pues, los ancianos fueron a ver a Jesús y su vocero dijo: «Maestro, te imploramos que vayas a Capernaum y salves al siervo favorito del centurión romano, quien es digno de tu atención porque ama nuestra nación y aun nos ha construido la sinagoga en la que has hablado tantas veces»
“Y cuando Jesús les oyó, dijo: «Iré con vosotros». Así pues fue con ellos a la casa del centurión, y antes de entrar ellos al patio, el soldado romano envió afuera a sus amigos para que saludaran a Jesús, instruyéndoles que dijeran: «Señor, no te molestes en entrar a mi casa, pues yo no soy digno de que entres bajo mi techo. Tampoco me consideré yo digno de ir a verte; por eso envié a los ancianos de tu pueblo. Pero sé que puedes decir la palabra desde donde estás y mi siervo sanará. En efecto, yo mismo tengo jefes que me ordenan, y yo ordeno a mis soldados, y le digo a éste que vaya y él va; le digo a este otro que venga y él viene y a mis siervos que hagan esto y aquello, y lo hacen»
“Y cuando Jesús oyó estas palabras, se volvió y dijo a sus apóstoles y a los que estaban con ellos: «Me maravilla la fe de este gentil. De cierto, de cierto os digo, no he encontrado una fe tan grande, no, no en Israel». Jesús dio la espalda a la casa, y dijo: «Vayámonos de aquí». Y los amigos del centurión entraron a la casa y le dijeron a Mangus lo que Jesús había dicho. Desde ese momento el siervo comenzó a sanar y finalmente recobró por completo su salud y utilidad normal.
“Pero nunca supimos exactamente qué pasó en aquella ocasión. Éste es simplemente el relato, y no fue revelado a los que acompañaban a Jesús si los seres invisibles operaron la curación del siervo del centurión o no. Sólo conocemos el hecho de la recuperación completa del siervo.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén
C. MOMENTO: Juan estaba impaciente; quería que pasara algo, así que llevó a Jesús al estanque de Betesda con la esperanza de que Jesús obrara algún milagro.
D REFERENCIAS: (1649.1) 147:3.1 [603] (Juan 5) [604]
E. EL MILAGRO: “Durante la tarde del segundo sábado en Jerusalén, mientras el Maestro y los apóstoles estaban a punto de participar en los servicios del templo, Juan le dijo a Jesús: «Ven conmigo, quiero mostrarte algo». Juan condujo a Jesús, saliendo por una de las puertas de Jerusalén, hasta un estanque de agua llamado Betesda. Alrededor de este estanque había una estructura de cinco pórticos bajo la cual se encontraba un grupo grande de enfermos, en busca de curación. Había allí un manantial caliente, cuyas aguas rojizas burbujeaban a intervalos irregulares debido a las acumulaciones de gases en las cavernas rocosas debajo del estanque. Se creía que este fenómeno periódico de las aguas calientes se debía a una influencia sobrenatural, y era creencia popular que el primero que entrara al agua después del burbujeo se sanaría de su enfermedad.
“Los apóstoles estaban un tanto inquietos por las restricciones impuestas por Jesús, y Juan, el más joven de los doce, encontraba particularmente difícil aceptar estas restricciones. Había traído a Jesús al estanque pensando que el espectáculo de los afligidos allí reunidos tanto conmovería la compasión del Maestro que lo llevaría a efectuar un milagro de curación, asombrando así a todo Jerusalén que de este modo terminaría por creer en el evangelio del reino. Dijo Juan a Jesús: «Maestro, mira a todos estos seres que sufren; ¿es que no hay nada que podamos hacer por ellos?» Y Jesús replicó: «Juan, ¿por qué me tientas a que me desvíe del camino que he elegido? ¿Por qué quieres reemplazar la proclamación del evangelio de la verdad eterna por las obras milagrosas y la curación de los enfermos? Hijo mío, no puedo hacer lo que deseas, pero, reúne a estos enfermos y afligidos para que les diga algunas palabras de aliento y consuelo eterno»
“Al hablar a los allí reunidos, Jesús dijo: «Muchos entre vosotros estáis aquí, enfermos y afligidos, por vuestros muchos años de mal vivir. Algunos entre vosotros sufrís de los accidentes del tiempo, otros, por los errores de vuestros antepasados, y otros aun lucháis con las dificultades que se derivan de las condiciones imperfectas de vuestra existencia temporal. Pero mi Padre trabaja, y yo trabajaré, para mejorar vuestra condición en la tierra, más especialmente para aseguraros la vida eterna. Ninguno de nosotros puede cambiar en mucho las dificultades de la vida, a menos que descubramos que ésa es la voluntad del Padre en el cielo. Después de todo, todos debemos hacer la voluntad del Eterno. Si pudierais todos vosotros ser curados de lo que os aflige físicamente, indudablemente os admiraríais, pero es aun más admirable que seáis limpiados de toda enfermedad espiritual y que os encontréis curados de todas las dolencias morales. Todos vosotros sois hijos de Dios; sois los hijos del Padre celestial. Tal vez penséis que os afligen las cadenas del tiempo, pero el Dios de la eternidad os ama. Y cuando llegue la hora del juicio, no temáis, encontraréis no sólo justicia, sino abundancia de misericordia. De cierto, de cierto os digo: el que escuche el evangelio del reino y crea en esta enseñanza de la filiación de Dios, tendrá vida eterna; ya estos creyentes pasan del juicio y la muerte a la luz y a la vida. Ya se acerca la hora en la que aun los que están en las tumbas escucharán la voz de la resurrección.»
“Muchos de los oyentes creyeron en el evangelio del reino. Algunos entre los afligidos tanto se inspiraron y revivificaron espiritualmente que anduvieron proclamando que también se habían sanado de sus enfermedades físicas.
“Un hombre que había sufrido por años depresiones y enfermedades graves de su mente atribulada, se regocijó al escuchar las palabras de Jesús y, levantando su lecho, salió caminando a su casa, aunque era el día sábado. Este pobre hombre esperó todos esos años que viniera alguien a ayudarlo; su sensación de inutilidad era tal que no se le había ocurrido ni una vez ayudarse a sí mismo, cosa que debería haber hecho desde el principio para curarse —levantar su lecho y salir caminando.
“Entonces le dijo Jesús a Juan: «Partamos antes de que lleguen los altos sacerdotes y los escribas y se ofendan porque hablamos palabras de vida a estos seres afligidos». Y volvieron al templo para reunirse con sus compañeros, y luego todos ellos partieron para pasar la noche en Betania. Pero Juan nunca relató a los otros apóstoles esta visita que él y Jesús hicieron al estanque de Betesda ese sábado en la tarde.”
F. MOTIVACIÓN:
10. EL HOMBRE CON LA MANO SECA
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Cafarnaúm
C. MOMENTO: Después de que Jesús diera un sermón en la sinagoga, los fariseos espías, entre un grupo de almas afligidas que buscaban curarse, seleccionaron a un hombre con una mano seca y le pidieron que se acercara a Jesús y le preguntara si pensaba que era adecuado ser curado un sábado.
D. REFERENCIAS: (1665.1) 148:7.2 [605] (Matt 12:9-14 [606]; Mar 3:1-6 [607]; Lucas 6:6-11) [608]
E. EL MILAGRO: “Mientras Jesús hablaba con la gente, el jefe de los espías fariseos indujo a un hombre que tenía una mano seca, a que se le acercara y le preguntara si era legal ser curado el día del sábado o si debía buscar curación otro día. Cuando Jesús vio al hombre, escuchó sus palabras, y percibió que había sido enviado por los fariseos, dijo: «Ven, acércate, y te haré una pregunta. Si tuvieras una oveja y ésta se cayera en un foso el sábado, ¿irías tú al foso, socorrerías a la oveja, la rescatarías? ¿Está permitido hacer tal cosa el día del sábado?» Y el hombre le respondió: «Sí, Maestro, está permitido hacer el bien de esta manera el sábado». Entonces dijo Jesús, dirigiéndose a todos ellos: «Sé por qué habéis puesto a este hombre ante mí. Queréis encontrar en mí causa de ofensa haciéndome caer en la tentación de mostrar misericordia el sábado. En silencio todos estáis de acuerdo de que está permitido sacar a una oveja desafortunada de un foso, aun el sábado, y yo os llamo a testimonio de que está permitido exhibir comprensión y amor el sábado no sólo a los animales sino también a los hombres. ¡Cuánto más valioso es un hombre que una oveja! Os proclamo que está permitido hacer el bien a los hombres el sábado». Mientras todos ellos estaban de pie en silencio ante él, Jesús, dirigiéndose al hombre de la mano seca, le dijo: «Ponte de pie aquí a mi lado para que todos te puedan ver. Y ahora, para que supieses que es la voluntad de mi Padre que hagas el bien el sábado, si tienes fe en sanarte, yo te mando que extiendas la mano».
“Al extender el hombre su mano seca, fue sanada. La gente estaba a punto de atacar a los fariseos, pero Jesús les ordenó que se calmaran, diciendo: «Acabo de deciros que está permitido hacer el bien el sábado, para salvar una vida, pero no os he dicho que hagáis daño y que os dejéis llevar por el deseo de matar». Los fariseos encolerizados se alejaron, y a pesar de que era sábado, se apresuraron en dirección a Tiberias y fueron a consultar a Herodes, haciendo todo lo posible por suscitar su prejuicio, con el objeto de que los herodianos se aliaran con ellos en contra de Jesús. Pero Herodes se negó a tomar medidas contra Jesús, aconsejándoles que llevaran sus quejas a Jerusalén.
“Éste es el primer caso de un milagro producido por Jesús en reacción a un desafío de sus enemigos. El Maestro realizó este así llamado milagro, no como demostración de su capacidad para curar, sino como protesta eficaz contra el hacer del descanso religioso del sábado una verdadera esclavitud de restricciones sin significado para la humanidad. Este hombre volvió a trabajar como albañil, y demostró ser uno de los en que la curación produjo una vida de gratitud y rectitud.”
F. MOTIVACIÓN:
11. LA CURACIÓN DEL PARALÍTICO
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: El hogar de Zebedeo en Betsaida
C. MOMENTO: La casa estaba rodeada de una multitud de personas; los seis espías fariseos de Jerusalén estaban sentados en primera fila. Mientras Jesús está hablando, bajan a este hombre a través del tejado ante su presencia.
D. REFERENCIAS: (1666.5) 148:9.1 [609] (Mat 9:2-8 [610]; Mar 2:1-12 [611]; Lucas 5:17-26) [612]
E. EL MILAGRO: “El viernes por la tarde del 1 de octubre, cuando Jesús estaba celebrando su última reunión con los apóstoles, evangelistas y otros líderes del campamento en desbande, y con los seis fariseos de Jerusalén sentados en la primera fila de esta asamblea en la espaciosa y agrandada habitación delantera de la casa de Zebedeo, ocurrió uno de los episodios más extraños y singulares de toda la vida de Jesús en la tierra. El Maestro estaba en ese momento hablando de pie en esta gran habitación, que había sido construida para permitir estas reuniones durante la temporada de lluvia. La casa estaba completamente rodeada por una vasta multitud que tendía el oído para escuchar algunas palabras del discurso de Jesús.
“Mientras la casa estaba de esta manera llena de gente y completamente rodeada de oyentes ansiosos, fue traído de Capernaum en una pequeña litera por sus amigos, un hombre paralítico desde hacía mucho tiempo. Este paralítico había escuchado que Jesús estaba a punto de irse de Betsaida, y habiendo hablado con Aarón el albañil, que tan recientemente había sido curado, resolvió que le llevaran a la presencia de Jesús, para que pudiera obtener curación. Sus amigos trataron de entrar a la casa de Zebedeo tanto por la puerta de adelante como por la de atrás, pero había demasiada gente. Pero el paralítico no quiso resignarse; pidió a sus amigos que buscaran las escaleras y así subieron al techo de la habitación en la cual Jesús estaba hablando, y después de aflojar las tejas, audazmente bajaron al enfermo con su litera mediante sogas hasta que el afligido se encontró en el piso directamente delante del Maestro. Cuando Jesús vio lo que esta gente había hecho, dejó de hablar, mientras que los que estaban con él en la habitación se maravillaron con la perseverancia de este enfermo y de sus amigos. Dijo el paralítico: «Maestro, no quiero molestarte en tus enseñanzas, pero estoy decidido a sanar. Yo no soy como los que recibieron tu curación e inmediatamente se olvidaron de tus enseñanzas. Yo deseo curarme para poder servir en el reino del cielo». A pesar de que la aflicción de este hombre había sido producida por su propia vida malgastada, Jesús, viendo su fe, le dijo al paralítico: «Hijo, no temas; tus pecados están perdonados. Tu fe te salvará».
“Cuando los fariseos de Jerusalén, juntamente con otros escribas y abogados que estaban sentados con ellos, escucharon esta declaración de Jesús, empezaron a decir entre ellos: «¿Cómo se atreve este hombre a hablar de esta manera? ¿Acaso no entiende que estas palabras son blasfemia? ¿Quién puede perdonar un pecado, sino Dios?» Jesús, habiendo percibido en su espíritu que así pensaban ellos y comentaban entre ellos, les habló diciéndoles: «¿Por qué razonáis así en vuestro corazón? ¿Quiénes sois vosotros que os atrevéis a juzgarme? ¿Qué diferencia hay si yo digo a este paralítico, tus pecados están perdonados, o, levántate, levanta tu litera y anda? Pero, para que vosotros que presenciáis todo esto podáis finalmente saber que el Hijo del Hombre tiene autoridad y poder en la tierra para perdonar los pecados, diré a este hombre afligido: Levántate, levanta tu litera, y vete a tu casa». Y cuando Jesús hubo hablado así, el paralítico se levantó, y mientras la multitud se abría para dejarle paso, salió delante de todos ellos. Y los que vieron estas cosas estaban asombrados. Pedro despidió la asamblea, mientras muchos oraban y glorificaban a Dios, confesando que no habían visto nunca antes tan extraños acontecimientos.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: En relación con la segunda gira de predicación.
C. MOMENTO: Insertado en este momento para ofrecer explicación a numerosos casos inusuales de curación que aparecían de vez en cuando en relación con el ministerio de Jesús.
D. REFERENCIAS: (1669.1) 149:1.2 [613] (Lucas 6:17-19) [614]
E. EL MILAGRO: “Aproximadamente en la época de esta misión comenzaron a aparecer —y continuaron apareciendo a lo largo del resto de la vida de Jesús en la tierra— una serie de fenómenos peculiares e inexplicables de curación. En el curso de esta gira de tres meses más de cien hombres, mujeres y niños de Judea, Idumea, Galilea, Siria, Tiro y Sidón, y del otro lado del Jordán fueron beneficiados por esta curación inconsciente de Jesús y, al volver a sus hogares, contribuyeron a la expansión de la fama de Jesús. Esto lo hicieron a pesar de que Jesús cada vez que observaba uno de estos casos de curación espontánea, pedía a los beneficiarios que «no le dijeran nada a nadie».
“No se nos reveló jamás exactamente qué ocurría en estos casos de curación espontánea o inconsciente. El Maestro nunca explicó a sus apóstoles cómo se efectuaban estas curaciones, excepto que en varias ocasiones simplemente dijo: «Percibo que el poder ha emanado de mí». En una ocasión observó, al tocar a un niño enfermo: «Percibo que la vida emanó de mí».
“En ausencia de una declaración directa del Maestro sobre la naturaleza de estos casos de curación espontánea, sería presunción por nuestra parte tratar de explicar cómo se realizaban estas curaciones, pero es lícito que registremos nuestra opinión sobre estos fenómenos de curación. Creemos que muchos de estos milagros aparentes de curación que se produjeron en el curso del ministerio de Jesús en la tierra, fueron el resultado de la coexistencia de las siguientes tres influencias, poderosas, potentes y asociadas:
“1. La presencia, en el corazón del ser humano, de una fe fuerte, dominadora y viva que buscaba con perseverancia la curación, juntamente con el deseo sincero de esa curación por sus beneficios espirituales más bien que para la restauración del bienestar puramente físico.
“2. La existencia, concomitantemente con dicha fe humana, de la gran compasión y comprensión del Hijo Creador de Dios encarnado, dominado por la misericordia, quien realmente poseía en su persona poderes creadores de curación y prerrogativas casi ilimitados e incondicionadas por el tiempo.
“3. Además de la fe de la criatura y la vida del Creador, también debemos notar que este Dios-hombre era la expresión personificada de la voluntad del Padre. Si, en el contacto de la necesidad humana con el poder divino capaz de satisfacer esa necesidad el Padre no deseaba lo contrario, los dos se volvían uno solo, y la curación ocurría inconscientemente para el Jesús humano, pero era inmediatamente reconocida por la naturaleza divina de Jesús. La explicación pues de muchos de estos casos de curación ha de buscarse en una gran ley que conocemos desde hace mucho tiempo, es decir: lo que el Hijo Creador desea y es voluntad del Padre eterno, SE REALIZA.
“Es pues nuestra opinión que, ante la presencia personal de Jesús, ciertas formas de profunda fe humana literal y verdaderamente eran irresistibles a que se manifestara el poder curativo de ciertas fuerzas y personalidades creadoras del universo en ese momento íntimamente asociadas con el Hijo del Hombre. Se comprueba pues como hecho que Jesús frecuentemente permitía que los hombres, en su presencia, se curaran a sí mismos por medio de la poderosa fe personal de ellos.
“Muchos otros buscaban la curación por motivos totalmente egoístas. Una viuda rica de Tiro vino con su séquito, para procurar la cura de sus enfermedades, que eran muchas; y siguió a Jesús por Galilea, ofreciéndole más y más dinero, como si el poder de Dios fuera algo que se vende al mejor postor. Pero ella no llegó nunca a interesarse en el evangelio del reino; tan sólo buscaba la curación de sus sufrimientos físicos.”
NOTA: Vean también el caso de Verónica—en relación con el caso de la hija de Jairo. Milagro número 15.
13. EL SUPUESTO MILAGRO DE CALMAR LA TEMPESTAD
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: El mar de Galilea
C. MOMENTO: Fue en un viaje por barco de Betsaida a Queresa. Cruzaban el lago para descansar. Se encontraron con una tormenta repentina que ofreció la ocasión para que se diera este episodio.
D. REFERENCIAS: (1695.1) 151:5.5 [615] (Mat 8:23-27 [616]; Mar 4:35-41 [617]; Lucas 8:23-25) [618]
E. EL MILAGRO: “Al salir Jesús en medio de la lluvia, primero miró a Pedro, luego escudriñó en las tinieblas a los que remaban con esfuerzo, y nuevamente volviendo la mirada a Simón Pedro quien, en su agitación, no había retornado aún a su remo, dijo: «¿Por qué tenéis tanto miedo todos vosotros? ¿Adonde está vuestra fe? Paz, callaos». Apenas si acababa Jesús de pronunciar este reproche a Pedro y a los demás apóstoles, apenas si había alcanzado a ordenar a Pedro que se calmara, que aquietara su alma atribulada, cuando la atmósfera tormentosa, habiendo alcanzado su equilibrio, se calmó de pronto. Las olas airadas casi inmediatamente se serenaron, los oscuros nubarrones, habiéndose derretido en una corta lluvia, se desvanecieron, y brillaron las estrellas en el cielo. Según podemos juzgar esto ocurrió por pura coincidencia; pero los apóstoles, particularmente Simón Pedro, nunca dejaron de considerar como un milagro de la naturaleza este episodio. Era especialmente fácil para los hombres de aquella época creer en milagros de la naturaleza, puesto que creían firmemente que la naturaleza toda era un fenómeno directamente controlado por las fuerzas espirituales y los seres sobrenaturales.
“Jesús explicó claramente a los doce que sus palabras se habían dirigido al espíritu atribulado de ellos y a su mente sacudida por el terror, que no había mandado a los elementos que lo obedecieran, pero fue en vano. Los seguidores del Maestro siempre persistieron en interpretar a su manera todas estas coincidencias. Desde ese día en adelante insistieron en pensar que el Maestro poseía un poder absoluto sobre los elementos naturales. Pedro no se cansó nunca de proclamar cómo «aun los vientos y las olas obedecen a él».
“Era tarde en la noche cuando Jesús y sus asociados alcanzaron la orilla, y puesto que era una bella y calmada noche, todos ellos descansaron en las barcas, sin bajar a la playa hasta poco después del amanecer del día siguiente. Cuando se reunieron, unos cuarenta en total, Jesús dijo: «Vayamos a las colinas más allá y permanezcamos allí unos pocos días mientras discurrimos en los problemas del reino del Padre».”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Queresa—costa este del lago de Galilea
C. MOMENTO: Jesús y los apóstoles habían atravesado el lago para asegurarse un descanso muy necesario. Inmediatamente se encontraron con Amós, un creyente a medias que reconoció a Jesús y buscó su ayuda para librarse de una supuesta posesión demoniaca.
D. REFERENCIAS: (1696.1) 151:6.3 [619] (Mat 8:28-34 [620]; Mar 5:1-20 [621]; Lucas 8:26-39) [622]
E. EL MILAGRO: “Este hombre, cuyo nombre era Amós, estaba afligido por una forma periódica de locura. Había períodos considerablemente largos durante los cuales buscaba abrigo y se conducía relativamente bien entre sus semejantes. Durante uno de estos intervalos de lucidez, había ido a Betsaida, donde había escuchado la predicación de Jesús y de los apóstoles, y en ese momento se había vuelto medio creyente en el evangelio del reino. Pero poco después una etapa tormentosa de su enfermedad reapareció, y huyó a las tumbas, donde gemía, gritaba a voz en cuello y se conducía de un modo que aterrorizaba a todos los que al azar pasaban por allí.
“Cuando Amós reconoció a Jesús, cayó a sus pies y exclamó: «Yo te conozco, Jesús, pero estoy poseído por muchos diablos, y te imploro que no me atormentes». Este hombre creía verdaderamente que su aflicción mental periódica era debida al hecho de que, en esos momentos, lo penetraban espíritus malignos o impuros que dominaban su mente y cuerpo. Pero su afección era más que nada de carácter emocional —su cerebro no estaba gravemente enfermo.
“Jesús, bajando la mirada al hombre agazapado como un animal a sus pies, se inclinó y, tomándolo de la mano, hizo que se pusiera de pie y le dijo: «Amós, tú no estás poseído por diablo ninguno; ya has oído la buena nueva de que eres hijo de Dios. Te ordeno que salgas de este ataque». Cuando Amós escuchó a Jesús hablar estas palabras ocurrió tal transformación de su intelecto que inmediatamente se restableció su mente sana y el control normal de sus emociones. Ya para entonces se había congregado una muchedumbre considerable proveniente de la aldea cercana, y esta gente, además de un grupo de pastores de cerdos que venían de la meseta más arriba, se sorprendieron al ver al lunático sentado junto a Jesús y a sus seguidores en posesión de su mente sana y conversando libremente con ellos.
“Mientras los pastores de cerdos se precipitaron a la aldea para comunicar la nueva de que el lunático había sido domado, los perros atacaron una pequeña manada de unos treinta cerdos que habían quedado sin atención, y los empujaron hasta el precipicio de modo tal que la mayoría cayó al mar. Y este acontecimiento incidental en relación con la presencia de Jesús y la curación supuestamente milagrosa del lunático, dio origen a la leyenda de que Jesús había curado a Amós echando de su ser a una legión de diablos, y que esos diablos se habían metido en una manada de cerdos, obligándolos a caer de cabeza por un precipicio hasta su muerte en el lago. Antes de que terminara ese día, este episodio fue trasmitido a los cuatro vientos por los pastores de cerdos, y la aldea entera lo creyó. Amós ciertamente creía en esta historia pues bien había visto él a los cerdos caer de cabeza desbarrancándose por el precipicio momentos después de recobrar él la lucidez, y siempre creyó que los cerdos se habían llevado a los mismos espíritus malos que durante tanto tiempo lo habían atormentado y afligido. Mucho tuvo esto que ver con el hecho de que su curación fue permanente. Es igualmente cierto que todos los apóstoles de Jesús (salvo Tomás) creyeron que el episodio de los cerdos estaba directamente relacionado con la curación de Amós.
“Cuando estaban a punto de partir, Amós imploró a Jesús que le permitiese volver con ellos, pero el Maestro no consintió. Dijole Jesús a Amós: «No olvides que eres hijo de Dios. Vuélvete con tu pueblo y muéstrales qué grandes cosas ha hecho Dios por ti». Amós anduvo contando a diestra y siniestra que Jesús había echado a una legión de diablos de su alma atribulada, y que estos malos espíritus se habían metido en una manada de cerdos, arrastrándolos a una destrucción repentina. Y no paró hasta no haber ido a todas las ciudades de la Decápolis declarando qué grandes cosas Jesús había hecho por él.”
F. MOTIVACIÓN:
15. LA CURACIÓN DE LA HIJA DE JAIRO
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Cafarnaúm
C. MOMENTO: Tras el regreso a Cafarnaúm después de la experiencia en Queresa con Amós y los cerdos, Jesús fue abordado por Jairo, un dirigente de la sinagoga, que le imploró que curara a su hija. De camino a casa de Jairo se produjo el episodio de la mujer que tocó a Jesús entre la multitud y se curó de su larga aflicción de hemorragias.
D. REFERENCIAS: (1698.1) 152:0.1 [623] (Mat 9:18-26 [624]; Mar 5:21-43 [625]; Lucas 8:40-56) [626]
E. EL MILAGRO: “LA HISTORIA de la curación de Amós, el lunático de Queresa, ya había llegado a Betsaida y Capernaum, de manera de que una gran multitud aguardaba a Jesús cuando su barca llegó a la playa ese martes por la mañana. En esta multitud se encontraban los nuevos observadores enviados por el sanedrín de Jerusalén que venían a Capernaum con el objeto de reunir pruebas para el arresto y enjuiciamiento del Maestro. Mientras Jesús hablaba con los que se habían reunido para saludarle, Jairo, uno de los rectores de la sinagoga, se adelantó entre la multitud y, cayendo a sus pies, le tomó de la mano implorándole que fuera de inmediato con él, diciendo: «Maestro, mi única hijita yace en mi casa, a punto de morir. Te ruego que vengas conmigo y la cures». Cuando Jesús escuchó la petición de este padre, dijo: «Iré contigo».
“Mientras Jesús iba con Jairo, y la gran multitud que había oído el ruego de ese padre los seguía para ver qué pasaría. Poco antes de llegar a la casa del rector, mientras caminaban de prisa por una calle estrecha y la muchedumbre lo empujaba, Jesús se detuvo de pronto, exclamando: «Alguien me ha tocado». Cuando los que estaban junto a él negaron haberlo tocado, Pedro habló: «Maestro, bien puedes ver que el gentío nos atropella hasta casi aplastarnos, y sin embargo tú dices ‘alguien me ha tocado'. ¿Qué quieres decir?» Entonces dijo Jesús: «Pregunté quién me tocó, porque percibí emanar de mí la energía de vida». Al mirar Jesús a su alrededor, su mirada cayó sobre una mujer allí próxima, quien, adelantándose, se arrodilló a sus pies y dijo: «Hace años que me aflige una hemorragia flagelante. Muchas cosas he sufrido de muchos médicos; gasté toda mi fortuna, pero nadie ha podido curarme. Entonces escuché hablar de ti, y pensé que si tan sólo pudiera tocar el ruedo de tu manto, con toda seguridad me curaría. Así pues me abrí paso entre el gentío que te sigue hasta llegar junto a ti, Maestro, y toqué el ruedo de tu manto, y fui curada; he sido curada de mi aflicción».
“Cuando Jesús escuchó esto, tomó a la mujer de la mano y, levantándola, dijo: «Hija, tu fe te ha curado; vete en paz». Era su fe y no su toque lo que la había curado. Este caso es una buena ilustración de muchas curas aparentemente milagrosas que acompañaron la carrera terrenal de Jesús, pero que no mandó conscientemente que pasaran en sentido alguno. El paso del tiempo demostró que esta mujer estaba realmente curada de su enfermedad. Su fe era el tipo de fe que se asía directamente del poder creador contenido en la persona del Maestro. Con la fe que ella tenía, tan sólo bastaba con que se acercase a la persona del Maestro. No hacía falta de ninguna manera tocar su manto; ésa era tan sólo la parte supersticiosa de su creencia. Jesús llamó a esta mujer, Verónica de Cesarea de Filipo, ante su presencia para corregir dos errores que podrían haberse alojado en su mente, o en la mente de los que habían presenciado esta cura: no quería que Verónica se fuera pensando que su temor de pedir, manifestado en el intento de robar la cura, había surtido efecto, ni que su idea supersticiosa de tocar el manto de Jesús para curarse tuviera algo que ver con su curación. Deseaba que todos supieran que era su fe pura y viviente la que había forjado la cura.
“Jairo estaba por supuesto terriblemente impaciente por la demora en llegar a su casa; por eso se apresuraron a buen paso. Aun antes de entrar ellos en el patio del rector, uno de los siervos salió diciendo: «No molestes al Maestro; tu hija está muerta». Jesús pareció no oír las palabras del siervo, porque, llevándose a Pedro, Santiago y Juan, se volvió diciendo al padre desconsolado: «No temas; tan sólo, cree». Al entrar a la casa, ya estaban allí los flautistas junto a las plañideras y los parientes llorando y lamentándose, formando un tumulto indecoroso. Después de echar del cuarto a todas las plañideras, entró Jesús con el padre, la madre y sus tres apóstoles. Les había dicho a las plañideras que la niña no estaba muerta, pero se rieron de él con desprecio. Ahora pues, Jesús se volvió a la madre, diciéndole: «Tu hija no está muerta; sólo está dormida». Y cuando se hubo tranquilizado la casa, Jesús, acercándose al lecho de la niña, la tomó de la mano y dijo: «Hija, escúchame: ¡despiértate y levántate!» Cuando la niña escuchó esas palabras, inmediatamente se levantó y caminó por el cuarto. Una vez que la niña se hubo recuperado del aturdimiento, Jesús indicó que le trajeran algo de comer porque no había tomado alimento por mucho tiempo.
“Como había en Capernaum mucha turbulencia en contra de Jesús, reunió a la familia y les explicó que la niña había caído en un coma después de una fiebre persistente, y que él no la había rescatado de la muerte sino que la había despertado. Asimismo explicó todo esto a sus apóstoles, pero fue en vano; todos ellos creyeron que había rescatado a la niña de los muertos. Lo que dijera Jesús para explicar muchos de estos milagros aparentes surtía poco efecto sobre sus seguidores. Los milagros los fascinaban, y no perdían la oportunidad de atribuirle otro portento a Jesús. Jesús y los apóstoles retornaron a Betsaida después de que él exhortara específicamente a todos ellos de que nada dijeran a ningún hombre sobre este acontecimiento.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Un parque al sur de Betsaida-Julias
C. MOMENTO: Jesús, que ansiaba un tiempo de descanso, se dirigió a un parque junto al lago, pero la gente lo siguió. En ese momento se encontraron con cinco mil personas hambrientas. Jesús decidió no dejarles ir sin comer.
D. REFERENCIAS: (1701.1) 152:2.6 [627] (Mat 14:13-23 [628]; Mar 6:30-46 [629]; Lucas 9:10-17 [630]; Juan 6:1-15) [631]
E EL MILAGRO: “Ésta era pues la situación a eso de las cinco de la tarde del miércoles, cuando Jesús pidió a Jacobo Alfeo que llamara a Andrés y Felipe. Dijo Jesús: «¿Qué vamos a hacer con la multitud? Ya hace tres días que están con nosotros, y muchos entre ellos tienen hambre. No tienen comida». Felipe y Andrés se intercambiaron una mirada, y entonces Felipe contestó: «Maestro, deberías despedir a esta gente para que vayan a las aldeas cercanas y se compren alimentos». Andrés, que temía se materializara la confabulación para coronar rey a Jesús, inmediatamente se puso de parte de Felipe, diciendo: «Sí, Maestro, pienso que lo mejor sería que disuelvas la asamblea para que esta gente se vaya por su camino y consiga comida, mientras tú reposas una temporada». A esta altura se habían acercado al grupo otros de los doce. Entonces dijo Jesús: «Pero no deseo despedirlos hambrientos; ¿acaso no podéis alimentarlos?» Esto fue demasiado para Felipe, que inmediatamente contestó: «Maestro, en este lugar de campo, ¿adonde hemos de comprar pan para esta multitud en este sitio descampado? Doscientos denarios no bastarían para el almuerzo».
“Antes de que los apóstoles tuvieran la oportunidad de expresarse, Jesús se volvió a Andrés y Felipe, diciendo: «No quiero despedir a esta gente. Están aquí, como ovejas sin pastor. Me gustaría alimentarlos. ¿Qué tenemos de comer?» Mientras Felipe conversaba con Mateo y Judas, Andrés llamó al mancebo Marcos para determinar cuánto quedaba de sus provisiones. Volvió a Jesús, diciendo: «El muchacho tan sólo tiene cinco panes de cebada y dos pescados secos» —y Pedro inmediatamente agregó: «Aún no hemos comido esta noche».
“Por un momento estuvo Jesús en silencio. Había en sus ojos una expresión lejana. Los apóstoles nada dijeron. Jesús se volvió repentinamente hacia Andrés y dijo: «Tráeme los panes y los peces». Y cuando Andrés hubo traído la canasta a Jesús, el Maestro dijo: «Ordenad a la gente que se siente en el césped en grupos de cien y que nombren un jefe para cada grupo, mientras vosotros traéis aquí a todos los evangelistas».
“Jesús tomó los panes en las manos, y después de haber dado las gracias, partió el pan y se lo dio a los apóstoles, quienes se lo pasaron a sus asociados, y quienes a su vez se lo llevaron a la multitud. De la misma manera partió Jesús y distribuyó los peces. Y esta multitud comió y fue saciada. Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a los discípulos: «Recoged los trozos que quedan para que nada se pierda». Cuando hubieron ellos terminado de juntar los pedazos, tenían doce canastas llenas. Los que comieron de este extraordinario festín fueron unos cinco mil hombres, mujeres y niños.
“Éste fue el primero y único milagro de la naturaleza que realizó Jesús por premeditación consciente. Es verdad que sus discípulos estaban dispuestos a llamar milagros muchas cosas que no lo eran, pero ésta fue una ministración genuinamente sobrenatural. Se nos enseñó, que en este caso, Micael multiplicó los elementos de la comida, tal como siempre lo hace, excepto que eliminó el factor tiempo y el canal vital visible.
“De los cinco mil que habían sido milagrosamente alimentados y que, con el estómago lleno y el corazón vacío, habían querido proclamarlo rey, sólo unos quinientos persistieron en seguirlo. Pero antes de que éstos recibieran noticia de que él estaba de vuelta en Betsaida, Jesús pidió a Andrés que congregara a los doce apóstoles y a sus asociados, incluyendo las mujeres, diciendo: «Deseo hablarles». Y cuando todos estuvieron atentos, Jesús dijo::
“«¿Hasta cuándo tendré que teneros paciencia? Es que sois todos débiles de comprensión espiritual y deficientes en fe viviente? Todos estos meses os he enseñado las verdades del reino, sin embargo os dejáis dominar por motivos materiales y no por consideraciones espirituales. ¿Es que no habéis leído siquiera en las Escrituras, allí donde Moisés exhorta a los hijos descreídos de Israel, diciendo: ‘No temáis, estad firmes y ved la salvación del Señor'? Dijo el cantor: ‘Confiad en el Señor'. ‘Sé paciente, aguarda al Señor, ten ánimo. Él fortalecerá tu corazón'. ‘Echa sobre el Señor tu carga, y él te sustentará. Confiad en él en todo tiempo y derramad delante de él vuestro corazón, porque Dios es vuestro refugio'. ‘El que habita en el lugar secreto del Altísimo, morará bajo la sombra del Todopoderoso'. ‘Mejor es confiar en el Señor que confiar en los príncipes humanos'.”
“«¿No veis acaso que el producir milagros y el hacer prodigios materiales no ganan almas para el reino espiritual? Nosotros saciamos a la multitud, pero eso no los condujo a tener hambre por el pan de la vida ni sed por las aguas de la rectitud espiritual. Cuando su hambre fue saciada, no buscaron entrar en el reino del cielo, sino más bien quisieron proclamar rey al Hijo del Hombre, a la manera de los reyes de este mundo, sólo porque quieren seguir comiendo pan sin tener que ganárselo con el sudor de la frente. Y todo esto, en lo que muchos entre vosotros participasteis en mayor o menor grado, nada hace por revelar el Padre celestial o por adelantar su reino en la tierra. ¿Acaso no tenemos suficientes enemigos entre los líderes religiosos del país sin necesidad de enemistarnos también con los potentados civiles por nuestras acciones? Oro porque mi Padre unja vuestros ojos para que podáis ver y abra vuestros oídos para que podáis oír, para que lleguéis a tener fe plena en el evangelio que os he enseñado».”
F. MOTIVACIÓN:
17. LA EXPULSIÓN DEL ESPÍRITU IMPURO
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: La sinagoga de Cafarnaúm
C. MOMENTO: Este fue el final de la crisis de Cafarnaúm. Jesús había predicado un sermón memorable y durante un periodo prolongado de debates y preguntas después de la reunión, un fariseo trajo a un joven demente como desafío. Jesús tuvo compasión por el muchacho y expulsó al espíritu maligno.
D. REFERENCIAS: (1713.3) 153:4.1 [632] (Mat 12:22-28 [467]; Lucas 11:14-18) [633]
E. EL MILAGRO: “Durante esta reunión después de los servicios, en el medio de las discusiones, uno de los fariseos de Jerusalén condujo ante Jesús a un joven perturbado, poseído por un espíritu rebelde y turbulento. Después de conducir a este mancebo demente ante Jesús, dijo: «¿Qué puedes hacer tú por semejante aflicción? ¿Puedes echar afuera a los diablos?» Cuando el Maestro contempló al joven, fue conmovido por la compasión y, señalando al muchacho que se le acercara, lo tomó de la mano y dijo: «Tú sabes quién soy yo; sal de él; ¡y yo ordeno a uno de tus semejantes leales que se asegure de que no vuelvas!» Inmediatamente el joven se sintió normal y recobró su mente sana. Éste es el primer caso en el que Jesús realmente echó a un «espíritu malvado» fuera de un ser humano. Todos los casos previos sólo habían sido supuestamente poseídos por el diablo; pero éste era un caso genuino de posesión demoníaca, tal como de cuando en cuando ocurría en aquellos días y hasta el día de Pentecostés, cuando el espíritu del Maestro fue derramado sobre toda la carne, haciendo por siempre imposible que estos pocos rebeldes celestiales se aprovecharan de ciertos tipos inestables de seres humanos.
“Al mostrar el pueblo admiración, uno de los fariseos se puso de pie y acusó a Jesús de que podía hacer estas cosas porque estaba aliado con los diablos; que admitía en el lenguaje mismo que empleó para echar fuera a este diablo, que se conocían; y siguió diciendo que los instructores y dirigentes religiosos en Jerusalén habían decidido que Jesús realizaba todos sus así llamados milagros por el poder de Beelzebú, el príncipe de los diablos. Dijo el fariseo: «No os asociéis con este hombre; es socio de Satanás».
“Entonces dijo Jesús: «¿Cómo puede Satanás echar afuera a Satanás? Un reino dividido contra sí mismo no puede permanecer; si una casa está dividida contra sí misma, pronto cae en la desolación. ¿Puede resistir el sitio una ciudad desunida? Si Satanás echa a Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿de qué manera pues puede perdurar su reino? Pero deberíais saber que nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y despojarlo de sus bienes, si antes no lo vence y lo ata. Así pues, si yo por el poder de Beelzebú echo afuera a los demonios, ¿por qué poder los echan vuestros hijos? Por eso ellos serán vuestros jueces. Pero si yo, por el espíritu de Dios, echo fuera a los diablos, entonces el reino de Dios ha de veras venido sobre vosotros. Si no estuvierais cegados por el prejuicio y confundidos por el temor y el orgullo, fácilmente percibiríais que el que es más grande que los diablos está en vuestro medio. Me obligáis a declarar que el que no está conmigo, está contra mí, que el que no cosecha conmigo lo dispersa todo a los cuatro vientos. ¡Dejadme pronunciar una advertencia solemne, a vosotros que presumís, con los ojos abiertos y con malicia premeditada, atribuir a sabiendas la obra de Dios a las acciones de los diablos! De cierto, de cierto os digo que todos vuestros pecados serán perdonados, aun todas vuestras blasfemias, pero la blasfemia deliberada y maligna contra Dios no os será perdonada. Puesto que estos obreros persistentes de la iniquidad nunca buscarán ni recibirán perdón, son culpables del pecado de rechazar eternamente el perdón divino.
“«Muchos entre vosotros habéis llegado este día a la bifurcación de los caminos; habéis llegado al comienzo de la elección inevitable entre la voluntad del Padre y los caminos autoelegidos de las tinieblas. Así como vosotros elegís ahora, así seréis con el tiempo. Debéis hacer bueno el árbol y bueno su fruto, o de lo contrario el árbol será corrupto y corrupto su fruto. Yo declaro que en el reino eterno de mi Padre, el árbol se conoce por sus frutos. Pero algunos entre vosotros que sois como víboras, ¿cómo podéis, habiendo ya elegido el mal, dar buenos frutos? Después de todo, por vuestra boca habla la abundancia del mal en vuestro corazón».
“Entonces otro fariseo se puso de pie, diciendo: «Maestro, querríamos que nos dieses un signo predeterminado conque todos estemos de acuerdo que estableces tu autoridad y derecho de enseñar. ¿Estás de acuerdo con este arreglo?» Y cuando Jesús escuchó esto, dijo: «Esta generación incrédula y buscadora de signos desea un portento, pero ningún signo se os dará excepto el que ya tenéis, y el que veréis cuando el Hijo del Hombre parta de entre vosotros».”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Alrededores de Sidón, en casa de un creyente adinerado.
C. MOMENTO: Norana era una creyente siria que tenía una hija enferma. Al saber de la presencia de Jesús, fue buscando ayuda para su hija. Después de que los apóstoles no lograran disuadirla, Jesús se presentó y honró su fe.
D. REFERENCIAS: (1734.3) 156:1.1 [634] (Mat 15:21-28 [635]; Mar 7:24-30) [636]
E. EL MILAGRO: “Cerca de la casa de Karuska, donde se alojaba el Maestro, vivía una mujer siria que mucho había oído sobre Jesús como gran curador y maestro, y este sábado por la tarde vino con su hijita. La niña, de unos doce años de edad, estaba afligida por un doloroso trastorno nervioso que se caracterizaba por convulsiones y otras manifestaciones penosas.
“Jesús había encargado a sus asociados que a nadie dijeran nada de su presencia en la casa de Karuska explicando que deseaba descansar. Aunque ellos obedecieron las instrucciones de su Maestro, la criada de Karuska fue a la casa de esta mujer siria, Norana, para informarle que Jesús se hallaba alojado en la casa de su ama y urgió a esta madre ansiosa que trajera a su hija afligida para que la curara. Esta madre, por supuesto, creía que su hija estaba poseída por un demonio, un espíritu impuro.
“Cuando Norana llegó con su hija, los gemelos Alfeo explicaron mediante un intérprete que el Maestro estaba descansando y no podía ser molestado; por lo cual Norana replicó que ella y la niña permanecerían allí hasta que el Maestro terminara su descanso. Pedro también trató de razonar con ella y de persuadirla que se volviese a su casa. Explicó que Jesús estaba cansado de tanta enseñanza y curación, y que había venido a Fenicia para pasar un período de tranquilidad y descanso. Pero fue inútil. Norana no quería irse. Ante las exhortaciones de Pedro, ella tan sólo replicó: «No me iré hasta tanto no haya visto a vuestro Maestro. Yo sé que él puede echar al demonio que posee a mi niña, y no me iré hasta que el curador haya visto a mi hija».
“Entonces Tomás trató de despedir a la mujer, pero tampoco tuvo éxito. Ella le dijo a él: «Tengo fe de que vuestro Maestro puede echar a este demonio que atormenta a mi hija. Me he enterado de sus obras poderosas en Galilea, y creo en él. ¿Qué es lo que os ha pasado a vosotros, sus discípulos, que despedís a los que vienen en busca de la ayuda de vuestro Maestro?» Y cuando así ella habló, Tomás se retiró.
“Vino luego Simón el Zelote para argüir con Norana. Dijo Simón: «Mujer, eres una gentil que habla griego. No es justo que esperes que el Maestro tome el pan reservado a los hijos de la casa favorita y se lo eche a los perros». Pero Norana no se ofendió por las palabras de Simón. Tan sólo replicó: «Sí, maestro, comprendo tus palabras. Yo no soy sino un perro a los ojos de los judíos, pero en cuanto a vuestro Maestro, soy un perro creyente. Estoy decidida a que él vea a mi hija porque estoy persuadida de que, si tan sólo la mira, la curará. Y aun tú, buen hombre, no te atreverías a quitarle a los perros el privilegio de comer las migajas de pan que suelen caer de la mesa de los niños».
“Precisamente en ese momento, la niñita sufrió una violenta convulsión delante de todos ellos, y la madre gritó: «He aquí, bien podéis ver que mi niña está poseída por un mal espíritu. Si nuestra necesidad no os conmueve, sí conmoverá a vuestro Maestro, quien según me han dicho, ama a todos los hombres y aun se atreve a curar a los gentiles cuando estos creen. Vosotros no sois dignos de ser sus discípulos. No me iré hasta que mi hija no esté curada».
“Jesús, que había escuchado toda esta conversación por una ventana abierta, salió pues con gran sorpresa de ellos y dijo: «Oh mujer, grande es tu fe, tan grande que no puedo negarte lo que tú deseas; vete en paz. Tu hija ya ha sido curada». Y la niñita estuvo bien desde ese momento. Cuando Norana y la niña se despidieron, Jesús les advirtió que a nadie relataran este suceso; y aunque sus asociados sí cumplieron con esta solicitud, la madre y la niña no cesaron de proclamar el hecho de la curación de la pequeña a lo largo y a lo ancho de la región y aun en Sidón, tanto que Jesús halló conveniente mudarse de residencia pocos días más tarde.
“Al día siguiente, al enseñar Jesús a sus apóstoles, comentando sobre la curación de la hija de la mujer siria, dijo: «Así ha sido desde un principio; podéis ver vosotros mismos cómo los gentiles son capaces de alimentar una fe salvadora en las enseñanzas del evangelio del reino del cielo. De cierto, de cierto os digo que los gentiles van tomar posesión del reino del Padre si los hijos de Abraham no están dispuestos a mostrar la fe necesaria para entrar en él».”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: En la base del monte Hermón
C. MOMENTO: Nueve apóstoles estaban esperando a que Jesús y los otros tres bajaran del monte de la transfiguración. Los apóstoles que esperaban se habían puesto a curar apresuradamente a un muchacho epiléptico y se encontraron con el fracaso. Jesús llega y realiza la curación.
C. REFERENCIAS: (1755.7) 158:4.1 [637] (Mat 17:14-20 [638]; Mar 9:14-29 [639]; Lucas 9:37-43) [640]
D. EL MILAGRO: “Fue poco después de la hora del desayuno, este martes por la mañana, cuando Jesús y sus compañeros llegaron al campamento apostólico. A medida que se acercaban, vieron una multitud apreciable reunida alrededor de los apóstoles y pronto empezaron a oír las palabras en alta voz de una discusión y disputa de este grupo de unas cincuenta personas que comprendía nueve apóstoles y segmentos equivalentes de escribas de Jerusalén y discípulos creyentes que habían seguido a Jesús y a sus asociados en su viaje desde Magadán.
“Aunque la multitud estaba discutiendo numerosos temas, la controversia principal se refería a cierto ciudadano de Tiberias que había llegado el día anterior en busca de Jesús. Este hombre, Santiago de Safad, tenía un hijo de unos catorce años, hijo único, gravemente afligido de epilepsia. Además de esta enfermedad nerviosa, este muchacho era poseído por uno de esos seres intermedios vagabundos, traviesos y rebeldes, que por entonces existían sin control en la tierra, de modo que el joven estaba al mismo tiempo epiléptico y poseído por un demonio.
“Durante casi dos semanas este padre ansioso, un oficial menor de Herodes Anti-pas, había vagado por los límites occidentales de los dominios de Felipe buscando a Jesús, para pedirle que curara a su hijo afligido. Y no alcanzó al grupo apostólico hasta alrededor del mediodía de este día, mientras Jesús estaba en la montaña con los tres apóstoles.
“Andrés se adelantó para saludar a este padre y a su hijo, diciendo: «¿A quién buscáis?» Dijo Santiago: «Buen hombre, busco a vuestro Maestro. Busco curación para mi hijo afligido. Deseo que Jesús eche a este diablo que posee a mi niño». Acto seguido, el padre procedió a relatar a los apóstoles cómo estaba de afligido su hijo, que muchas veces estuvo a punto de perder la vida como resultado de estos ataques malignos.
“Mientras los apóstoles escuchaban, Simón el Zelote y Judas Iscariote se acercaron al padre, diciendo: «Nosotros podemos curarlo; no necesitas esperar el regreso del Maestro. Somos los embajadores del reino; estos hechos ya no los mantenemos en secreto. Jesús es el Libertador, y nos han sido entregadas las llaves del reino». Andrés y Tomás se apartaron, consultándose. Natanael y los demás contemplaban la escena, pasmados; todos ellos estaban horrorizados por la súbita audacia, por no llamarle presunción, de Simón y Judas. Entonces dijo el padre: «Si os ha sido dado el poder de hacer estas obras, os ruego que digáis las palabras que liberen a mi hijo de esta esclavitud». Entonces Simón se adelantó y, colocando la mano sobre la cabeza del niño, lo miró fijo a los ojos y ordenó: «Sal de él, espíritu impuro; en nombre de Jesús, obedéceme». Pero el muchacho cayó en un ataque aún más violento, mientras los escribas se mofaban burlonamente de los apóstoles, y los creyentes desilusionados sufrían las burlas de estos críticos hostiles....
“Cuando Jesús oyó este relato, tocó al padre arrodillado y le ordenó que se levantara mientras miraba uno tras otro a los apóstoles que estaban cerca. Luego dijo Jesús a todos los que estaban de pie ante él: «Oh generación incrédula y per-versa, ¿hasta cuándo tendré que teneros paciencia? ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Cuándo aprenderéis que las obras de la fe no surgen si se las manda con descreimiento y duda?» Luego, señalando al padre consternado, Jesús dijo: «Trae pues a tu hijo». Y cuando Santiago hubo traído al muchacho ante Jesús, él preguntó: «¿Cuánto hace que este niño está así afligido?» El padre respondió: «Desde que era muy pequeño». Mientras hablaban, el joven sufrió un violento ataque y cayó ante ellos, rechinando los dientes y echando espuma por la boca. Después de una sucesión de convulsiones violentas, estaba tendido como si estuviera muerto, a los pies de ellos. Nuevamente se arrodilló el padre a los pies de Jesús, mientras imploraba al Maestro, diciendo: «Si puedes curarlo, te suplico que tengas compasión de nosotros y nos liberes de esta aflicción». Cuando Jesús escuchó estas palabras, bajó la mirada al rostro ansioso del padre, diciendo: «No dudes del poder amante de mi Padre, sino tan sólo de la sinceridad y alcance de tu fe. Para el que cree de veras, todo es posible». Entonces Santiago de Safad habló esas palabras inolvidables, mezcla de fe y duda: «Señor, yo creo. Te oro que me ayudes en mi incredulidad».’
“Cuando Jesús escuchó estas palabras, se adelantó y, tomando al niño de la mano, dijo: «Esto haré de acuerdo con la voluntad de mi Padre y en honor de la fe viviente. Hijo mío, ¡levántate! Vete, espíritu desobediente, y no vuelvas a él». Colocando luego la mano del niño en la de su padre, Jesús dijo: «Idos por vuestro camino. El Padre ha otorgado el deseo de vuestra alma». Todos los que estaban presentes, aun los enemigos de Jesús, se asombraron de lo que veían.”
F. MOTIVACIÓN:
20. LA CURACIÓN DEL MENDIGO CIEGO
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén
C. MOMENTO: Jesús asistía a la fiesta de los tabernáculos. En este sábado por la mañana, Jesús curó a un ciego cerca del templo con el propósito de atraer la atención de los dirigentes judíos hacia su misión.
D. REFERENCIAS: (1811.2) 164:3.1 [641] (Juan 9) [642]
E. EL MILAGRO: “A la mañana siguiente, los tres fueron a la casa de Marta en Betania, para tomar el desayuno, y luego se dirigieron inmediatamente a Jerusalén. Esta mañana de sábado, al acercarse Jesús y sus doce apóstoles al templo, se toparon con un pordiosero bien conocido, un hombre que había nacido ciego, sentado en su lugar de siempre. Aunque estos mendigos no solicitaban ni recibían limosna el día sábado, se les permitía que se sentaran en sus lugares de siempre. Jesús se detuvo para contemplar al mendigo. Al mirar a este hombre que había nacido ciego, se le ocurrió cómo traer nuevamente su misión en la tierra a la atención del sanedrín y de los demás líderes judíos e instructores religiosos.
“Mientras el Maestro estaba de pie frente al ciego, sumido en sus reflexiones, Natanael, pensando en la posible causa de la ceguera de este hombre, preguntó: «Maestro, ¿quién pecó, este hombre o sus padres, para que naciera ciego?»
“Los rabinos enseñaban que todos los casos de ceguera de nacimiento se debían al pecado. No sólo serían los niños concebidos y nacidos en el pecado, sino que un niño podía nacer ciego como castigo por un pecado específico cometido por su padre. Aun enseñaban que el niño mismo podría pecar antes de nacer al mundo. También enseñaban que estos defectos podían ser causados por un pecado u otro vicio por parte de la madre mientras lo llevaba en el seno.
“Existía en todas estas regiones, un remanente de la creencia en la reencarnación. Los antiguos instructores judíos, juntamente con Platón, Filón y muchos de los esenios, toleraban la teoría de que el hombre puede cosechar en una encarnación lo que siembra en una existencia previa; del mismo modo se creía que estaban expiando en una vida los pecados cometidos en vidas precedentes. El Maestro encontraba dificultad en convencer a los hombres de que su alma no había tenido existencia previa.
“Sin embargo, aunque esto no parezca lógico, aunque la ceguera se consideraba resultado del pecado, los judíos opinaban al mismo tiempo que era altamente meritorio dar limosna a los mendigos ciegos. Era costumbre de estos ciegos cantar constantemente a los que pasaban: «Oh corazones tiernos, haced mérito ayudando al ciego».
“Jesús comenzó con Natanael y Tomás la discusión de este caso, no sólo porque ya había decidido utilizar a este ciego para traer nuevamente en ese día su misión a la atención prominente de los dirigentes judíos, sino también porque siempre alentaba a sus apóstoles a que buscaran las verdaderas causas de todos los fenómenos, tanto naturales como espirituales. Muchas veces les había advertido que evitaran la tendencia común de asignar causas espirituales a los acontecimientos físicos comunes.
“Jesús decidió utilizar a este pordiosero en sus planes para la obra de ese día, pero antes de hacer nada por el ciego, cuyo nombre era Josías, contestó la pregunta de Natanael. Dijo el Maestro: «Ni este hombre pecó, ni sus padres lo hicieron para que se manifiesten en él las obras de Dios. Su ceguera fue producida por el curso natural de los acontecimientos, pero ahora debemos hacer la obra de Aquél que me envió, antes de que se acabe el día, porque vendrá con toda seguridad aquella noche en que será imposible hacer la obra que estamos a punto de realizar. Cuando estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo, pero dentro de muy poco tiempo ya no estaré con vosotros».
“Cuando Jesús acabó de hablar, les dijo a Natanael y Tomás: «Vamos a crear la vista para este ciego en este día sábado, de modo que los escribas y los fariseos tengan amplia oportunidad de acusar al Hijo del Hombre». Luego, inclinándose, escupió en la tierra y mezcló la arcilla con la saliva, y, hablando de todo esto para que el ciego pudiera oír, se acercó a Josías y puso la arcilla sobre sus ojos sin vista, diciendo: «Hijo mío, vete, lávate esta arcilla en el estanque de Siloé, e inmediatamente recibirás la vista». Y cuando Josías se hubo lavado en el estanque de Siloé, volvió junto a sus amigos y parientes, viendo.
“Como había sido siempre un pordiosero, no sabía hacer otra cosa; por consiguiente, en cuanto pasó el primer entusiasmo de la creación de su vista, volvió a sentarse en el mismo sitio en que solía pedir limosna. Sus amigos, sus vecinos y todos los que lo conocían, al observar que veía, dijeron: «¿No es éste Josías el mendigo ciego?» Algunos contestaron que sí, pero otros dijeron: «No, se le parece, pero este hombre ve». Pero cuando le preguntaron a él mismo, respondió: «Yo soy».
“Cuando le preguntaron cómo había ocurrido que tenía vista, les respondió: «Pasó por aquí un hombre llamado Jesús, se puso a hablar de mí con sus amigos, e hizo arcilla con su saliva, me ungió los ojos, y mandó que me los lavara en el estanque de Siloé. Así lo hice, e inmediatamente pude ver. Eso ocurrió hace tan sólo pocas horas. Aún no conozco el significado de muchas de las cosas que veo». Cuando la gente que empezaba a congregarse a su alrededor le preguntó dónde podrían encontrar al extraño hombre que lo había curado, Josías sólo pudo responder que no lo sabía.
“Éste es uno de los más extraños de todos los milagros del Maestro. Este ciego no pidió que lo curaran. No sabía que el Jesús que lo había mandado a que se lavara los ojos en Siloé, y que le había prometido que vería, era el profeta de Galilea que predicó en Jerusalén durante la fiesta de los tabernáculos. Tenía poca fe de que obtendría la visión, pero la gente de aquel entonces tenía gran fe en la eficacia de la saliva de un gran hombre o de un santo varón; y de la conversación de Jesús con Natanael y Tomás, Josías había concluido que su posible benefactor era un gran hombre, un instructor sabio o un santo profeta; por eso, hizo lo que Jesús le había ordenado.
“Jesús usó la arcilla y la saliva y le ordenó que se lavara en el estanque simbólico de Siloé por tres motivos:
“1. Este episodio no fue una respuesta milagrosa a la fe de un individuo. Fue éste un portento que Jesús decidió realizar para fines propios, pero lo hizo de una manera que permitiera que este hombre derivara beneficios duraderos.
“2. Como el ciego no había pedido la curación, ni tenía una fe profunda, Jesús sugirió estas acciones materiales con el propósito de alentarlo. Él sí creía en la superstición de la eficacia de la saliva, y sabía que el estanque de Siloé era un lugar semisagrado. Pero no hubiera ido ahí de no haber sido necesario lavar la arcilla de la unción. Había en esta transacción la cantidad suficiente de ingrediente ceremonial que induciría al ciego a actuar.
“3. Pero Jesús tenía un tercer motivo para recurrir a estos medios materiales en relación con esta transacción singular: éste fue un milagro forjado obedeciendo tan sólo su propia elección, y por este medio, deseaba enseñar a sus seguidores de ese día y de todas las edades subsiguientes que no se deben despreciar ni olvidar los elementos materiales en la curación de los enfermos. Quería enseñarles que dejaran de pensar que el único método para la curación de las enfermedades humanas eran los milagros.“
"Jesús otorgó la vista a este hombre mediante un milagro, esta mañana de sábado en Jerusalén, cerca del templo, con el propósito principal de desafiar abiertamente con esta acción al sanedrín y a todos los instructores judíos y líderes religiosos. Fue ésta su manera de proclamar una ruptura abierta con los fariseos. Siempre fue positivo en todas sus acciones. Con el propósito de traer estos asuntos ante la atención del sanedrín, había llevado Jesús a sus dos apóstoles junto a este pordiosero, temprano por la tarde de este día sábado, y así provocó deliberadamente aquellas conversaciones que obligaron a los fariseos a prestar atención a este milagro.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Cerca de Amatus
C. MOMENTO: Nueve de los leprosos eran judíos, el otro era samaritano. Simón el Zelote, al ver al samaritano, quería que Jesús pasara de largo, pero el Maestro decidió dar la salud a estos diez hombres y al mismo tiempo enseñar una lección a sus apóstoles.
D. REFERENCIAS: (1827.6) 166:2.1 [643] (Lucas 17:11-19) [644]
E. EL MILAGRO: “Al día siguiente Jesús fue con los doce a Amatus, cerca de la frontera de Samaria, y al acercarse a la ciudad, se encontraron con un grupo de diez leprosos que temporalmente vivían cerca de ese lugar. Nueve de este grupo eran judíos y uno era samaritano. Ordinariamente, estos judíos hubieran evitado toda asociación o contacto con este samaritano, pero su enfermedad común era más que suficiente para sobreponerse a todo prejuicio religioso. Mucho habían oído de Jesús y de sus primeros milagros de curación, y puesto que los setenta tenían la costumbre, cuando el Maestro estaba en gira con los doce, de anunciar la hora en que se esperaba la llegada de Jesús, los diez leprosos se habían enterado de que se le esperaba en esta zona por este tiempo; por esto, estaban apostados en las afueras de la ciudad donde esperaban atraer su atención y pedirle la curación. Cuando los leprosos vieron que Jesús se les iba acercando, como no se atrevían a aproximarse a él permanecieron a la distancia, implorándole en voz alta: «Maestro, ten compasión de nosotros; límpianos de nuestra aflicción. Cúranos así como has curado a otros».
“Jesús acababa de explicar a los doce por qué los gentiles de Perea, juntamente con los judíos menos ortodoxos, estaban más dispuestos a creer en el evangelio predicado por los setenta que los judíos de Judea, más ortodoxos y más atados a la tradición. Les había llamado la atención sobre el hecho de que su mensaje fue recibido más rápidamente por los galileos y aun por los samaritanos, pero los doce apóstoles aún no estaban dispuestos a albergar sentimientos tiernos hacia los samaritanos por tanto tiempo despreciados.
“Por lo tanto, cuando Simón el Zelote observó a un samaritano entre los leprosos, trató de inducir al Maestro a que pasara de largo hacia la ciudad sin siquiera parar para saludarlos. Dijo Jesús a Simón: «Pero, ¿qué pasa si el samaritano ama a Dios tanto como los judíos? ¿Acaso debemos sentarnos en juicio de nuestros semejantes? ¿Quién puede decirlo? Si curamos a estos diez hombres, tal vez el samaritano resulte ser más agradecido aun que los judíos. ¿Es que estás tan seguro de tus opiniones, Simón?» Simón replicó de inmediato: «Si los curas, pronto te darás cuenta». Y Jesús contestó: «Así será pues, Simón, y pronto conocerás la verdad sobre la gratitud de los hombres y la misericordia amante de Dios».
“Jesús, acercándose a los leprosos, dijo: «Si queréis ser curados, id y mostraos a los sacerdotes como lo requiere la ley de Moisés». Y en la ida fueron curados. Pero, cuando el samaritano vio que estaba curado, se volvió y, buscando a Jesús, comenzó a glorificar a Dios en voz alta. Y cuando hubo encontrado al Maestro, cayó de rodillas a sus pies y dio gracias por su curación. Los otros nueve, los judíos, también habían descubierto su curación, y aunque estaban agradecidos por ello, siguieron por su camino para mostrarse a los sacerdotes.
“Mientras el samaritano permanecía arrodillado a los pies de Jesús, el Maestro, mirando a los doce y especialmente a Simón el Zelote, dijo: «¿Acaso no se curaron los diez? ¿Dónde están los otros nueve, los judíos? Sólo uno, este extranjero, ha vuelto para glorificar a Dios». Luego dijo al samaritano: «Levántate y vete por tu camino; tu fe te ha curado».
“Jesús nuevamente fijó la mirada en sus apóstoles mientras partía el extranjero. Todos los apóstoles lo miraron, menos Simón el Zelote, que había bajado la mirada. Los doce no dijeron ni una palabra. Tampoco habló Jesús; no era necesario.
“Aunque estos diez hombres creían verdaderamente que eran leprosos, sólo cuatro tenían esta enfermedad. Los otros seis fueron curados de una enfermedad de la piel que se había confundido con la lepra. Pero el samaritano tenía realmente lepra.
“Jesús ordenó a los doce que nada dijeran sobre la curación de los leprosos, y cuando entraban a Amatus, observó: «Veis pues como los hijos de la casa, aunque desobedezcan la voluntad de su Padre, igual piensan que les corresponden sus bendiciones. Piensan que es de poca importancia dejar de agradecer al Padre cuando él les otorga una curación, pero los extranjeros, cuando reciben dones del amo de la casa, se desbordan en asombro y se sienten obligados a dar las gracias por las buenas cosas recibidas». Tampoco dijeron nada los apóstoles en respuesta a las palabras del Maestro.”
F. MOTIVACIÓN:
22. LA CURACIÓN DEL HOMBRE CON HIDROPESÍA
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Filadelfia
C. MOMENTO: Durante la visita a Filadelfia, un fariseo adinerado invitó a Jesús a su casa para el desayuno del sábado. Había unas cuarenta personas presentes. El hombre con hidropesía entró en la sala, para gran disgusto del anfitrión.
D. REFERENCIAS: (1834.2) 167:1.4 [645] (Lucas 14:1-6) [646]
E. EL MILAGRO: “Hacia fines de la comida llegó de la calle un hombre que había sido afligido durante mucho tiempo por una enfermedad crónica y que se encontraba en esos momentos en estado hidrópico. Este hombre era un creyente, bautizado recientemente por los asociados de Abner. No pidió a Jesús que lo curara, pero el Maestro bien sabía que este hombre afligido había concurrido al desayuno con la esperanza de no perderse entre las multitudes que siempre rodeaban a Jesús, tal vez así conseguir llamar más fácilmente la atención del Maestro. Este hombre sabía que en esta época se realizaban pocos milagros; sin embargo, había reflexionado consigo mismo que tal vez su triste condición pudiera apelar a la compasión del Maestro. No se equivocó porque, al entrar él al comedor, su presencia llamó la atención tanto de Jesús como del fariseo mojigato de Jerusalén. El fariseo no titubeó en manifestar su resentimiento porque se le permitiera entrar a la sala a un ser semejante. Pero Jesús contempló al enfermo y sonrió con tanta benignidad que éste se le acercó y se sentó en el piso. Como el desayuno estaba llegando a su fin, el Maestro paseó la mirada por los demás huéspedes y luego, después de mirar significativamente al hombre con hidropesía dijo: «Amigos míos, maestros de Israel y sabios abogados, me complacería haceros una pregunta: ¿es legal o no curar a los enfermos y afligidos el día sábado?» Pero los que estaban presentes conocían muy bien a Jesús y permanecieron callados; no respondieron a su pregunta.
“Entonces fue Jesús a donde estaba sentado el enfermo y, tomándolo de la mano, dijo: «Levántate y vete por tu camino. No has pedido que te curara, pero yo conozco el deseo de tu corazón y la fe de tu alma». Antes de que el hombre hubiera salido de la sala, Jesús volvió a su asiento y, dirigiéndose a los comensales, dijo: «Mi Padre hace estas obras no para tentaros a que entréis al reino, sino para revelarse a los que ya están en el reino. Podéis percibir que corresponde al carácter del Padre hacer precisamente estas cosas, porque ¿cuál de entre vosotros, que posea un animal preferido y que éste caiga en el pozo el día sábado, no iría inmediatamente a rescatarlo?» Como nadie le contestó, y puesto que su anfitrión evidentemente aprobaba lo que estaba ocurriendo, Jesús se puso de pie y habló a todos los que estaban presentes: «Hermanos míos, cuando se os invita a un festín de boda, no os sentéis en el asiento principal en caso de que haya un hombre más merecedor que vosotros entre los invitados, y el anfitrión tenga que venir a vosotros y pediros que dejéis vuestro sitio a este otro huésped honrado. En este caso, tendréis que pasar la vergüenza de trasladaros a un sitio de menos honra en la mesa. Cuando se os invita a una fiesta, es demostración de sabiduría, al llegar a la mesa del festín, buscar el lugar más humilde y allí sentarse, para que, cuando el anfitrión contemple a sus huéspedes, pueda decirte: ‘Amigo mío, ¿por qué te sientas en el asiento del más humilde? Ven más arriba'; así aquél tendrá gloria en la presencia de los demás invitados. No os olvidéis: el que se exalta a sí mismo será humillado, mientras que el que verdaderamente se humilla será exaltado. Por lo tanto, cuando tengáis convidados a cenar, no invitéis siempre a vuestros amigos, vuestros hermanos, vuestros parientes o vuestros vecinos ricos para que ellos os devuelvan atenciones invitándoos a sus fiestas, y de este modo recibáis vosotros la recompensa. Cuando hagáis banquete, invitad de cuando en cuando a los pobres, los tullidos y los ciegos. De esta manera obtendréis bendiciones en el corazón, porque vosotros bien sabéis que el cojo y el ciego no os pueden recompensar por vuestro ministerio amante».”
F. MOTIVACIÓN:
23. LA MUJER CON EL ESPÍRITU DE LA ENFERMEDAD
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: La sinagoga de Filadelfia
C. MOMENTO: Al final de su sermón del sábado, cuando descendió del púlpito se acercó a esta mujer y le dijo que podría liberarse de sus miedos y de la depresión.
D. REFERENCIAS: (1835.5) 167:3.1 [647] (Lucas 13:10-21) [648]
E. EL MILAGRO: “Abner había dispuesto que el Maestro enseñara en la sinagoga este día sábado; era ésta la primera vez que Jesús entraba en una sinagoga desde que todas se habían cerrado a sus enseñanzas por orden del sanedrín. Al final del servicio, Jesús bajó la mirada sobre la gente que estaba ante él y contempló a una mujer anciana de expresión triste y cuerpo encorvado. Hacía mucho tiempo que el temor dominaba a esta mujer, y todo regocijo había desaparecido de su vida. Al bajar Jesús del púlpito, se le acercó y, tocando el hombro de su forma encorvada, dijo: «Mujer, si tan sólo creyeras, te liberarías completamente de tu espíritu de debilidad». Esta mujer, vencida y encorvada por las depresiones del temor durante más de dieciocho años, creyó las palabras del Maestro y por la fe se irguió inmediatamente. Cuando esta mujer se dio cuenta de que estaba erguida, levantó la voz glorificando a Dios.
“Aunque la aflicción de esta mujer era totalmente mental, siendo su espalda encorvada el resultado de su mente deprimida, la gente pensó que Jesús había curado un verdadero trastorno físico. Si bien la congregación de la sinagoga en Filadelfia mostraba sentimientos cordiales hacia las enseñanzas de Jesús, el rector principal de la sinagoga era un fariseo poco amistoso. Al compartir la opinión de la congregación de que Jesús acababa de curar un trastorno físico, se indignó porque Jesús tenía la presunción de hacer tal cosa el día sábado, y poniéndose de pie ante la congregación, dijo: «¿Acaso no hay seis días en los que los hombres han de hacer todo su trabajo? Venid pues durante esos días de trabajo y sed curados, pero no el día sábado».
“Cuando así habló este rector hostil, Jesús volvió al púlpito y dijo: «Por qué jugar el papel de los hipócritas? ¿Acaso no saca cada uno de vosotros al buey de su establo y lo conduce a que tome agua el día sábado? Si ese servicio es permisible el día sábado, ¿por qué no puede esta mujer, hija de Abraham, doblegada por su mal durante estos dieciocho años, liberarse de esta esclavitud y ser conducida a compartir del agua de la libertad y de la vida, aunque sea sábado?» Mientras la mujer continuaba glorificando a Dios, su crítico se avergonzó, y la congregación se regocijó con ella de que había sido curada.
“Como resultado de criticar así en público a Jesús este sábado, el rector principal de la sinagoga fue depuesto, y reemplazado por un seguidor de Jesús.
“Jesús frecuentemente liberaba a estas víctimas del temor de su debilidad de espíritu, de su depresión mental y de la esclavitud del temor. Pero la gente consideraba todas estas aflicciones como verdaderas enfermedades físicas o consecuencias de la posesión de las víctimas por los espíritus malignos.”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Betania
C. MOMENTO: Jesús recibió el recado de que Lázaro estaba muy enfermo. Concibió inmediatamente el plan de hacer un último y poderoso intento de salvar a los dirigentes judíos—dejaría que Lázaro muriera—y lo resucitaría de entre los muertos.
D. REFERENCIAS: (1842.6) 168:0.6 [649] (Juan 11:38-46) [650]
E. EL MILAGRO: “Cuando Marta se encontró con Jesús, cayó a sus pies, exclamando: «Maestro, ¡si hubieras estado tú aquí, mi hermano no hubiera muerto!» Muchos temores pasaron por la mente de Marta, pero no expresó ninguna duda, ni tampoco se atrevió a criticar ni a poner en tela de juicio la conducta del Maestro en relación con la muerte de Lázaro. Cuando ella hubo hablado, Jesús se inclinó y, haciendo que se levantara, dijo: «Solamente ten fe, Marta, y tu hermano se levantará nuevamente». Entonces respondió Marta: «Sé que se levantará en la resurrección del último día; y aun ahora yo creo que lo que tú le pidas a Dios, nuestro Padre te lo otorgará».
“Entonces dijo Jesús, mirándola fijamente a los ojos: «Yo soy la resurrección y la vida; el que crea en mí, aunque muera, vivirá. En verdad, el que viva y crea en mí en realidad nunca morirá. Marta, ¿crees tú esto?» Y Marta respondió al Maestro: «Sí, hace mucho tiempo que creo que tú eres el Libertador, el Hijo del Dios vivo, aun el que debía venir a este mundo»
“Después de pasar Jesús unos momentos consolando a Marta y María, apartados de los demás, les preguntó: «¿Adónde lo habéis puesto?» Entonces Marta dijo: «Ven y verás». Mientras el Maestro seguía en silencio a las dos sufrientes hermanas, lloró. Cuando los amigos judíos que los seguían vieron sus lágrimas, uno de ellos dijo: «Mirad cómo lo amaba él. ¿Acaso el que abriera los ojos de un ciego no podría haber prevenido la muerte de este hombre?» En ese momento ya se encontraban de pie frente al sepulcro familiar, que era una pequeña cueva natural o declive en el reborde de la roca que se levantaba unos diez metros en el extremo más alejado del jardín.
“Es difícil explicar a la mente humana por qué lloró Jesús. Aunque tenemos acceso al registro de las emociones humanas combinadas con el pensamiento divino, como se anotan en la mente del Ajustador Personalizado, no estamos completamente seguros de la causa real de las manifestaciones emocionales. Nos inclinamos a creer que Jesús lloró debido a una cantidad de pensamientos y sentimientos que pasaban por su mente en ese momento, tales como:
“1. Sentía una compasión genuina y dolorosa por Marta y María; tenía un afecto humano profundo y real por estas hermanas que habían perdido a su hermano.
“2. Su mente se perturbó por la presencia de la multitud de plañideros, algunos sinceros, otros meramente fingidos. Siempre resentía él estas exteriorizaciones de pesar. Sabía que las hermanas amaban a su hermano y tenían fe en la sobrevivencia de los creyentes. Estas emociones conflictivas posiblemente expliquen por qué lloraba al acercarse a la tumba.
“3. Verdaderamente titubeó antes de traer a Lázaro de vuelta a la vida mortal. Sus hermanas en verdad lo necesitaban, pero Jesús lamentaba tener que traer de vuelta a su amigo para que experimentara la amarga persecución que sabía que Lázaro habría de sufrir como resultado de protagonizar la más grande de las demostraciones de poder divino del Hijo del Hombre.
“El pequeño grupo reunido ante la tumba de Lázaro no podía darse cuenta de la presencia cercana de vastas huestes de todas las órdenes de seres celestiales reunidas bajo la guía de Gabriel y aguardando la dirección del Ajustador Personalizado de Jesús, vibrando de expectativa y listos para ejecutar la solicitud de su amado Soberano.
“Cuando Jesús pronunció esas palabras ordenando: «Quitad la piedra», las huestes celestiales reunidas se prepararon para actuar el drama de la resurrección de Lázaro en la semejanza de su carne mortal. Esta forma de resurrección comprende dificultades de ejecución que en mucho transcienden la técnica usual de la resurrección de las criaturas mortales en forma morontial y requiere muchas más personalidades celestiales y una organización mucho mayor de recursos universales.
“Cuando Marta y María oyeron la orden de Jesús de que quitaran la piedra a la entrada de la tumba, se llenaron de emociones opuestas. María esperaba que Lázaro resucitara de entre los muertos. Pero Marta, aunque hasta cierto punto compartía la fe de su hermana, más sufría por el temor de que Lázaro no estuviera presentable, en su apariencia, ante Jesús, los apóstoles y sus amigos. Dijo Marta: «¿Realmente debemos quitar la piedra? Mi hermano ya hace cuatro días que murió, ya ha empezado su cuerpo a descomponerse». Marta dijo esto, también porque no estaba segura de la razón por la cual el Maestro había pedido que se quitara la piedra; pensó que tal vez Jesús tan sólo quería ver a Lázaro por última vez. Ella no era de carácter firme ni constante en su actitud. Como titubeaban antes de quitar la piedra, Jesús dijo: «¿Acaso no os dije desde el principio que esta enfermedad no era para la muerte? ¿Acaso no he venido para cumplir mi promesa? Después de llegar aquí, ¿acaso no dije que, si tan sólo creéis, veréis la gloria de Dios? ¿Por qué dudáis? ¿Cuánto hay que esperar antes de que vosotros creáis y obedezcáis?»
“Mientras este grupo de unos cuarenta y cinco mortales estaba de pie delante de la tumba, podían ver vagamente la forma de Lázaro, envuelto en mortajas de lino, descansando en el nicho inferior derecho de la cueva fúnebre. Mientras estas criaturas terrenales estaban allí de pie en un silencio estupefacto, las vastas huestes de seres celestiales ocuparon su lugar, preparándose para responder a la señal de acción en el instante en que la diera Gabriel, su comandante.
“Jesús levantó la vista y dijo: «Padre, estoy agradecido de que hayas oído y otorgado mi solicitud. Sé que siempre me oyes, pero te hablo así por los que están aquí junto a mí para que puedan creer que tú me has enviado al mundo, para que sepan que trabajas conmigo en lo que estamos por realizar.» Y después de orar, dijo en voz muy alta: «Lázaro, ¡ven fuera!»
“Aunque los observadores humanos permanecieron inmóviles, las vastas huestes celestiales se activaron al unísono obedeciendo la palabra del Creador. En tan sólo doce segundos de tiempo terrenal, la forma hasta ese momento sin vida de Lázaro comenzó a moverse y finalmente se sentó en el borde de piedra sobre la que había yacido. Su cuerpo estaba atado por las mortajas, su rostro, cubierto con un paño. Cuando se puso de pie delante de ellos —vivo— Jesús dijo: «Aflojad sus vendajes y dejadlo salir».
“Todos, excepto los apóstoles, Marta y María, huyeron a la casa. Estaban pálidos de terror y sobrecogidos por el asombro. Aunque algunos permanecieron allí, muchos regresaron corriendo a su hogar.
“Lázaro saludó a Jesús y a los apóstoles y preguntó qué significaban las mortajas y por qué se había despertado en el jardín. Jesús y los apóstoles se apartaron, mientras Marta le contó a Lázaro sobre su muerte, entierro y resurrección. Tuvo que explicarle que él había muerto el domingo, habiendo resucitado a la vida el jueves, porque él no tenía conciencia del tiempo desde el momento en que había caído en el sueño de la muerte.
“Mientras Lázaro salía de la tumba, el Ajustador Personalizado de Jesús, que ahora era el jefe de su clase en este universo local, mandó al ex Ajustador de Lázaro, que se encontraba ahora esperando, que volviese a residir en la mente y alma del hombre resucitado.
“Entonces fue Lázaro adonde Jesús y, con sus hermanas, se arrodilló a los pies del Maestro para manifestar su gratitud y ofrecer alabanza a Dios. Jesús, tomando a Lázaro de la mano, lo levantó diciendo: «Hijo mío, lo que te ha ocurrido a ti también lo experimentarán todos los que creen en este evangelio, excepto que resucitaran en una forma más gloriosa. Tú serás un testigo viviente de la verdad que yo he hablado —yo soy la resurrección y la vida. Pero vayamos ahora todos a la casa y compartamos alimentos para estos cuerpos físicos».”
F. MOTIVACIÓN:
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jericó
C. MOMENTO: El ciego Bartimeo había decidido no perder la oportunidad de encontrarse con Jesús de nuevo, así que ocupó su puesto fuera de las murallas de Jericó y esperó.
D. REFERENCIAS: (1873.1) 171:5.1 [651] (Mat 20:29-34 [652]; Mar 10:46-52 [653]; Lucas 18:35-43) [654]
E. EL MILAGRO: “El jueves 30 de marzo al finalizar la tarde, Jesús y sus apóstoles, a la cabeza de un grupo de alrededor de doscientos seguidores, se acercaron a los muros de Jericó. Al aproximarse a la puerta de la ciudad, se toparon con una multitud de mendigos, entre ellos cierto Bartimeo, hombre anciano que había sido ciego desde su juventud. Este mendigo ciego había oído hablar mucho sobre Jesús y sabía todo sobre su curación del ciego Josías en Jerusalén. No supo de la última visita de Jesús a Jericó hasta que éste ya había partido a Betania. Bartimeo había decidido que no permitiría nunca más que Jesús visitara a Jericó sin apelar a él para que le restaurara la vista.
“La noticia de la llegada de Jesús se había difundido por todo Jericó, y cientos de habitantes se congregaron para salir a su encuentro. Cuando este gran gentío volvió escontando al Maestro por las calles de la ciudad, Bartimeo, al oír el ritmo de los pasos de la multitud, supo que ocurría algo insólito, y por lo tanto preguntó a los que estaban de pie junto a él qué pasaba. Uno de los mendigos contestó: «Está pasando Jesús de Nazaret». Cuando Bartimeo oyó que Jesús estaba cerca, levantó la voz y comenzó a clamar a gritos: «Jesús, Jesús ¡ten compasión de mí!» Así continuó clamando cada vez más fuerte, y algunos de los que estaban cerca de Jesús se le acercaron para reprocharlo, pidiéndole que se quedara quieto; pero fue en vano; él gritó aún más y más fuerte.
“Cuando Jesús oyó los lamentos del ciego, se detuvo. Y cuando lo vio, dijo a sus amigos: «Traedme a ese hombre». Entonces fueron ellos adonde Bartimeo, diciendo: «Está de buen ánimo; ven con nosotros, porque el Maestro te llama». Cuando Bartimeo oyó estas palabras, echó su manto a un lado, saltando al medio del camino, mientras que los que estaban cerca lo guiaban hacia Jesús. Dirigiéndose a Bartimeo, Jesús dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?» Entonces contestó el ciego: «Quiero que me devuelvas la vista». Cuando Jesús escuchó su pedido y vio su fe, dijo: «Recibirás tu vista; vete por tu camino, tu fe te ha curado». Inmediatamente recibió la vista, y permaneció junto a Jesús, glorificando a Dios, hasta que el Maestro partió al día siguiente hacia Jerusalén, y luego fue ante la multitud declarando a todos cómo le había sido devuelta la vista en Jericó.”
F. MOTIVACIÓN:
CLASIFICACIÓN DE LOS MILAGROS
CLASE | NÚMERO | REALIZADOS | ||
1. | Enfermedades físicas | |||
1. | Epilepsia | 2 | 18, 19 | |
2. | Lepra | 2 | 5, 21 | |
3. | Ceguera | 2 | 20, 25 | |
4. | Parálisis | 1 | 11 | |
5. | Hidropesía | 1 | 22 | |
6. | Mano seca | 1 | 10 | |
2. | Desórdenes funcionales | 2 | 9, 23 | |
3. | Pacientes comatosos | 2 | 7, 15 | |
4. | Milagros de la naturaleza | 1 | 16 | |
5. | Posesión demoniaca | 2 | 17, 19 | |
6. | Milagros involuntarios | 2 | 1, 4 | |
7. | Casos de preconocimiento | 4 | 2, 3, 6, 7 | |
8. | Milagros espontáneos | 2 | 12, 15 | |
9. | Contiene acontecimientos coincidentes | 2 | 13, 14 | |
10. | Dudosos | 1 | 8 | |
11. | Resurrección de entre los muertos | 1 | 24 | |
TOTAL | 28* |
De los veinticinco supuestos acontecimientos milagrosos, solo trece eran milagros genuinos. Uno sigue sin saberse. 683 personas se curaron en la curación al atardecer.
* Tres de los milagros caen en dos clasificaciones posibles.
PARTE III - LAS PARÁBOLAS
Trigo y taras.
Semilla de mostaza.
Levadura.
Tesoro en el campo.
Perlas finas.
Red de arrastre.
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Betsaida
C. MOMENTO: Esta fue la primera parábola que Jesús presentó como tal. Jesús estaba en una embarcación cerca de la orilla, meditando. Unas mil personas se congregaron en la orilla ese domingo por la mañana. Pedro salió de la embarcación y quiso predicar a la multitud, pero Jesús dijo: “Les contaré un cuento.”
D. REFERENCIAS: (1688.3) 151:1.1 [655] (1705.3) 152:6.3 [656] (Mat 13:3-9 [657], 18-23 [658]; Mar 4:3-9 [659], 13-20 [660]; Lucas 8:5-8 [661], 11-15) [662]
E. LA PARÁBOLA: “Por esta época empezó Jesús a emplear por primera vez el método de la parábola en sus enseñanzas a las multitudes que tan frecuentemente se congregaban a su alrededor. Puesto que Jesús había hablado con los apóstoles y otros casi hasta la madrugada, este domingo por la mañana muy pocos del grupo estaban levantados a la hora del desayuno; por eso se dirigió a la orilla del mar y se sentó solo en una barca, la vieja barca de pesca de Andrés y Pedro, que se mantenía siempre a su disposición, y meditó sobre el paso siguiente en la tarea de expandir el reino. Pero el Maestro no permaneció a solas mucho tiempo. Muy pronto empezó a llegar gente de Capernaum y de las aldeas cercanas, y para las diez de la mañana, se habían congregado casi mil personas en la orilla del mar cerca de la barca de Jesús y clamaban su atención. Pedro ya se había levantado y, dirigiéndose a la barca, dijo a Jesús: «Maestro, ¿debo hablarles?» Pero Jesús respondió: «No, Pedro, yo les contaré un cuento». Entonces Jesús comenzó el relato de la parábola del sembrador, una de las primeras en una larga serie de dichas parábolas que enseñó a las multitudes que le seguían. Esta barca tenía un asiento elevado en el que él se sentó (porque era costumbre entonces enseñar sentados) mientras hablaba a la multitud congregada a lo largo de la costa. Una vez que Pedro habló unas palabras, Jesús dijo:
“«Un sembrador salió a sembrar, y ocurrió que al sembrar, algunas de las semillas cayeron en el camino y fueron pisadas y devoradas por los pájaros del cielo. Otra semilla cayó entre las rocas, donde había poca tierra, e inmediatamente esa semilla brotó porque la tierra no era muy honda, pero pronto brilló el sol y la quemó porque como no tenía raíz no podía absorber humedad. Otra semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, de modo que no dio grano. Pero otra semilla cayó en buena tierra y, al crecer, dio buenas espigas, y algunas espigas dieron treinta granos, otras setenta, y algunas cien». Cuando terminó de hablar esta parábola, dijo a la multitud: «El que tiene oído para oír, que oiga».
“Los apóstoles y los que estaban con ellos, cuando oyeron a Jesús enseñar a la gente de esta manera, estuvieron grandemente perplejos; y después de mucho conversar entre ellos, esa noche en el jardín de Zebedeo, Mateo dijo a Jesús: «Maestro, ¿cuál es el significado de las obscuras palabras que hablas a la multitud? ¿Por qué les hablas en parábolas a los que buscan la verdad?» Jesús contestó:
“«Con paciencia os he instruido todo este tiempo. A vosotros os han sido dados a conocer los misterios del reino del cielo, pero a las muchedumbres que no disciernen y a aquellos que buscan nuestra destrucción, los misterios del reino les serán presentados de ahora en adelante en parábolas. Así lo haremos, para que los que realmente desean entrar al reino puedan discernir el significado de la enseñanza y de este modo hallar la salvación, mientras que los que escuchan con la intención de tendernos una trampa queden aún más confundidos, porque verán sin ver y oirán sin oír. Hijos míos, acaso no percibís la ley del espíritu que decreta que al que tiene, se le dará aún más y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Por lo tanto, de aquí en adelante mucho hablaré yo a la gente en parábolas, para que nuestros amigos y los que desean conocer la verdad puedan encontrar lo que bus-can, y nuestros enemigos y los que no aman la verdad puedan oír sin comprender. Mucha de esta gente no siguen el camino de la verdad. El profeta realmente supo describir todas estas almas sin discernimiento cuando dijo: ‘Porque engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no discierna la verdad, ni la entienda en su corazón'».
“Los apóstoles no comprendieron plenamente el significado de las palabras del Maestro. Mientras Andrés y Tomás siguieron conversando con Jesús, Pedro y los demás apóstoles se retiraron a otra parte del jardín, y allí se pusieron a discutir intensa y largamente.
“Pedro y el grupo a su alrededor llegó a la conclusión de que la parábola del sembrador era una alegoría, que cada faceta contenía un significado oculto, y decidieron ir adonde Jesús y pedirle una explicación. Por lo tanto, Pedro se acercó al Maestro, diciendo: «No podemos penetrar el significado de esta parábola y deseamos que nos la expliques, puesto que dices que se nos da para conocer los misterios del reino». Al oír estas palabras Jesús le dijo a Pedro: «Hijo mío, nada deseo ocultarte, pero primero, ¿por qué no me dices qué estuvisteis discutiendo; cuál es tu interpretación de la parábola?»...
“El Maestro dejó que esta confusión alcanzara su punto de expresión más intensa; luego golpeó las manos y los llamó a que se acercaran. Cuando todos ellos estuvieron nuevamente reunidos a su alrededor, dijo: «Antes de que os hable sobre esta parábola, ¿tiene alguno entre vosotros algo más que decir?» Después de un momento de silencio, Tomás habló: «Sí, Maestro, deseo decir unas pocas palabras. Recuerdo que tú cierta vez nos dijiste que nos cuidáramos de esto mismo. Nos instruiste que, al usar ilustraciones en nuestra predicación, debemos emplear historias verdaderas, y no fábulas, y que debemos seleccionar la historia que mejor se adapte a la ilustración de una verdad central y vital que deseemos enseñar a la gente, y que, después de usar así dicha historia, no hemos de intentar la aplicación espiritual de todos los detalles menores relativos al relato mismo. Sostengo que tanto Pedro como Natanael se equivocan en su intento de interpretar la parábola. Admiro la habilidad de ellos para hacer tales cosas, pero estoy igualmente seguro de que el intento de forzar una parábola natural a que arroje analogías espirituales en todos sus aspectos, tan sólo puede dar como resultado la confusión y una interpretación gravemente errónea del verdadero propósito de dicha parábola. El que yo tenga razón está plenamente comprobado por el hecho de que, aunque hace una hora nosotros estábamos todos de acuerdo, ahora estamos divididos en dos grupos separados que mantienen opiniones diferentes sobre esta parábola y sostienen dichas opiniones con tanta intensidad como para interferir, en mi opinión, con nuestra habilidad para aprehender plenamente la gran verdad que tú tenías en mente cuando presentaste esta parábola a la muchedumbre y posteriormente cuando nos pediste que comentáramos sobre ésta».
“Las palabras que habló Tomás tuvieron un efecto tranquilizante sobre todos ellos. Les hizo recordar lo que Jesús les había enseñado en ocasiones anteriores, y antes de que Jesús comenzara nuevamente a hablar, Andrés se puso de pie, diciendo: «Estoy persuadido de que Tomás tiene razón, y me gustaría que él nos dijera qué significado le adjudica a la parábola del sembrador». Al indicar Jesús con un gesto a Tomás que hablara, él dijo: «Hermanos míos, no querría prolongar esta discusión, pero si lo deseáis, diré lo que pienso y es que esta parábola fue dicha para enseñarnos una gran verdad. Esa verdad es que nuestra enseñanza del evangelio del reino, independientemente de que nosotros ejecutemos nuestra comisión divina fiel y eficientemente, encontrará grados variados de éxito; y que todas estas diferencias en los resultados se deben directamente a las condiciones inherentes a las circunstancias de nuestro ministerio, condiciones sobre las cuales prácticamente no tenemos control».
“Cuando Tomás terminó de hablar, la mayoría de sus hermanos predicadores estaba a punto de concordar con él, hasta Pedro y Natanael se le estaban acercando para conversar con él, cuando Jesús se puso de pie y dijo: «Bien hecho, Tomás; has discernido el verdadero significado de las parábolas; pero tanto Pedro como Natanael os han hecho igual bien a todos, porque ilustraron tan plenamente el peligro que se corre al querer convertir mis parábolas en alegorías. En vuestro corazón podéis emprender frecuentemente y con beneficio estos vuelos de la imaginación especulativa, pero cometéis un error si intentáis ofrecer vuestras conclusiones como parte de vuestra enseñanza pública»...
“La segunda noche de su estadía en Genesaret el Maestro nuevamente relató a los apóstoles la parábola del sembrador y agregó estas palabras: «Como podéis ver, hijitos míos, el llamado a los sentimientos humanos es transitorio y totalmente descorazonador; apelar exclusivamente al intelecto del hombre es práctica igualmente vacía y estéril; sólo si apeláis al espíritu que vive dentro de la mente humana, podéis esperar éxito duradero, realizar esas maravillosas transformaciones del carácter humano que efectivamente se manifiestan en abundantes frutos genuinos del espíritu, en la vida diaria de todos los que así son liberados de las tinieblas de la incertidumbre por el nacimiento del espíritu en la luz de la fe —el reino del cielo».”
F. LA LECCIÓN:
Toda la noche que siguió a los debates sobre la parábola del sembrador se dedicó a conversar un poco más sobre las parábolas. Jesús dirigió esta conversación.
Al terminar esta conferencia, Jesús presentó un pensamiento adicional a la parábola del sembrador, que trataba del hombre que plantó buenas semillas en su jardín. (1691.4) 151:3.1 [663]
“Los apóstoles tenían predilección por las parábolas, tanto que toda la noche siguiente fue dedicada a ulteriores conversaciones sobre las parábolas. Jesús inauguró la conferencia de la noche diciendo: «Amados míos, al enseñar debéis siempre saber adaptar vuestra presentación de la verdad a la mente y corazón de los presentes. Cuando os halláis frente a una muchedumbre de intelectos y temperamentos variados, no podéis hablar palabras diferentes para cada tipo de oyente, pero sí podéis contar una historia que trasmita vuestra enseñanza. Cada grupo, aun cada individuo hará así su propia interpretación de vuestra parábola, de acuerdo con sus propias dotes intelectuales y espirituales. Debéis hacer que vuestra luz brille, pero hacedlo con sabiduría y discreción. Ningún hombre, al encender una lámpara, la cubre con una vasija ni la coloca debajo de la cama; pone su lámpara sobre un pedestal, allí donde todos puedan contemplar la luz. Yo os digo que nada se oculta en el reino del cielo que no se manifieste finalmente; tampoco hay secretos que a la larga no se sepan. Finalmente, todas estas cosas serán iluminadas. Pensad no sólo en las multitudes y cómo oirán la verdad; prestad atención también a cómo la oiréis vosotros. Recordad que muchas veces os he dicho: al que tiene, más se le dará, pero al que no tiene, hasta lo poco que cree que tiene se le quitará».
“La prolongada conversación sobre las parábolas y las instrucciones ulteriores en cuanto a su interpretación pueden ser resumidas y expresadas en fraseología moderna como sigue:
“1. Jesús aconsejó que no se usaran fábulas ni alegorías en la enseñanza de las verdades del evangelio. Sí recomendó el uso libre de las parábolas, especialmente de las parábolas relacionadas con la naturaleza. Destacó el valor de utilizar la analogía existente entre los mundos natural y espiritual, como medio para enseñar la verdad. Frecuentemente aludió a lo natural como «la sombra irreal y huidiza de las realidades del espíritu».
“2. Jesús narró tres o cuatro parábolas de las escrituras hebreas, llamando la atención sobre el hecho de que este método de enseñanza no era completamente nuevo. Sin embargo, se transformó casi en un método nuevo de enseñanza en la manera en que lo empleó él desde ese momento en adelante.
“3. Al enseñar a los apóstoles el valor de las parábolas, Jesús llamó la atención sobre los siguientes puntos:
“La parábola posibilita la llamada simultánea a niveles vastamente diferentes de mente y espíritu. La parábola estimula la imaginación, desafía la discriminación y provoca el pensamiento crítico; promueve la simpatía sin despertar el antagonismo.
“La parábola va de las cosas conocidas al discernimiento de lo desconocido. La parábola utiliza lo material y lo natural como medio de introducción de lo espiritual y lo supermaterial.
“Las parábolas favorecen la toma de decisiones morales con imparcialidad. La parábola evade gran parte de los prejuicios y coloca una nueva verdad en la mente y lo hace con donaire y hace todo esto casi sin despertar la autodefensa del resentimiento personal.
“Rechazar la verdad contenida en una analogía parabólica requiere una acción intelectual consciente que está directamente en contradicción con el propio juicio honesto y decisión justa. La parábola conduce a esforzar el pensamiento por el sentido del oído.
“El uso de parábola como medio de enseñanza permite al instructor presentar nuevas y aun sorprendentes verdades evitando al mismo tiempo, en gran parte, toda controversia y enfrentamiento exterior con la tradición y las autoridades establecidas.
“La parábola también posee la ventaja de estimular la memoria de la verdad enseñada, cuando los oyentes subsiguientemente encuentran las mismas escenas familiares.
“De esta manera intentaba Jesús hacer que sus seguidores conocieran muchas de las razones por las cuales usaba cada vez más las parábolas en su enseñanza pública.
“Hacia el final de la lección de la noche Jesús hizo su primer comentario sobre la parábola del sembrador. Dijo que la parábola se refería a dos cosas: Primero, era una revisión de su propio ministerio hasta ese momento y un pronóstico de lo que le ocurriría a él por el resto de su vida en la tierra. En segundo lugar, también era una alusión a lo que los apóstoles y otros mensajeros del reino podían esperar en su ministerio, de generación en generación, a medida que pasaba el tiempo.
“Jesús también recurrió al uso de las parábolas como la mejor refutación posible del esfuerzo consciente de los líderes religiosos de Jerusalén por enseñar que la obra de él se llevaba a cabo con la ayuda de los demonios y del príncipe de los diablos. La mención de la naturaleza estaba en contravención con dicha enseñanza, puesto que en esa época el pueblo consideraba que todos los fenómenos naturales eran producto de la acción directa de seres espirituales y fuerzas supernaturales. También había determinado este método de enseñanza porque le permitía proclamar verdades vitales a los que deseaban conocer el mejor camino, ofreciendo al mismo tiempo menos oportunidades para que sus enemigos detectaran material ofensivo y apilaran acusaciones contra él.
“Antes de despedir al grupo por la noche, Jesús dijo: «Ahora os diré la última de las parábolas del sembrador. Quiero probaros para saber cómo recibiréis esto: El reino del cielo es también como un hombre que echa buena semilla sobre la tierra; y mientras dormía por la noche y hacía su trabajo durante el día, la semilla brotó y creció, y aunque no sabía cómo eso había ocurrido, la planta dio fruto. Primero hubo una hoja, luego una espiga, finalmente el grano entero en su espiga. Y cuando el grano estuvo maduro, trajo su hoz, y fue el fin de la cosecha. El que tiene oído para oír, que oiga».”
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Betsaida—junto al mar
C. MOMENTO: A continuación de su presentación de la parábola del sembrador, Jesús dio una disertación salpicada de breves parábolas.
D. REFERENCIAS: (1693.7) 151:4.1 [664] (Mat 13:24-53 [665]; Mar 4:26-33 [666]; Lucas 13:18,19) [667]
E. THE PARABLES: “Al día siguiente Jesús nuevamente enseñó a la gente desde la barca, diciendo: «El reino del cielo es como un hombre que ha sembrado buena semilla en su campo; pero mientras dormía, vino su enemigo y sembró malas hierbas en medio del trigo y huyó. Cuando el trigo creció y se formó la espiga apareció también la mala hierba. Entonces los siervos de la casa fueron a decirle al amo: ‘Señor, si la semilla que sembraste en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba?’ El amo les respondió: ‘algún enemigo lo ha hecho'. Entonces los siervos le preguntaron: ‘¿quieres que vayamos a arrancar la mala hierba?’ Pero él les dijo: ‘no, porque al arrancar la mala hierba podéis arrancar también el trigo. Lo mejor es dejarlos que crezcan juntos hasta la cosecha; entonces mandaré que los que han de recogerla aparten primero la mala hierba y la aten en manojos para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero'».
“Después de algunas preguntas de la multitud, Jesús dijo otra parábola: «El reino del cielo es como una semilla de mostaza que un hombre sembró en su campo. La semilla de mostaza es por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace la más grande de todas las hierbas y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves del cielo van y reposan en sus ramas».
“«El reino del cielo también es como la levadura que una mujer tomó y mezcló en tres medidas de harina para que de este modo se fermente toda la masa»
“«El reino del cielo también es como un tesoro escondido en un terreno, que un hombre descubre. En su regocijo va y vende todo lo que tiene para así poder comprar ese terreno».
“«El reino del cielo es también como un comerciante que anda buscando perlas finas; y habiendo encontrado una perla de gran valor, va y vende todo lo que tiene para poder comprar esa perla extraordinaria».
“«También, el reino del cielo es como una red que se echa al mar y recoge toda clase de pez. Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, y allí se sientan a escoger el pescado; guardan los buenos en vasijas, y arrojan los malos».
“Muchas otras parábolas habló Jesús a las multitudes. En efecto, desde ese momento en adelante, pocas veces enseñó a las masas excepto mediante este método. Después de hablar a las audiencias públicas en parábolas, durante las clases vespertinas explicaba más plena y explícitamente sus enseñanzas a los apóstoles y a los evangelistas.”
F. LAS LECCIONES: Este grupo de seis parábolas estaba diseñado para ilustrar varias fases y numerosos aspectos del reino del cielo.
Cada parábola breve es el núcleo de una profunda disertación sobre la hermandad de los hombres.
“Al llegar a Sidón, Jesús y sus asociados pasaron por un puente, el primero que muchos de ellos habían visto jamás. Al caminar sobre este puente, Jesús, entre otras cosas, dijo: «Este mundo es tan sólo un puente; podéis pasar por él, pero no debéis pensar en construir sobre él vuestra morada».” (1735.5) 156:2.1 [668]
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Tiro—el templo de Melcart
C. MOMENTO: Estas dos historias fueron presentadas en el transcurso de un discurso por la tarde—el único que dio en Tiro—pues hizo la mayor parte de su trabajo en las conferencias vespertinas en casa de José, al sur de la ciudad.
D. REFERENCIAS: (1737.5) 156:5.1 [669] (Mat 6:26-31 [670]; Lucas 12:24-29) [671]
E. LAS PARÁBOLAS: “Este miércoles por la tarde, durante su discurso, Jesús primero relató a sus seguidores la historia del lirio blanco que levanta su pura cabeza nevada hacia el sol mientras que sus raíces están metidas en el lodo y el barro del suelo tenebroso. «Del mismo modo», dijo él, «el hombre mortal, aunque tenga las raíces de su origen y ser en el suelo animal de la naturaleza humana, puede, por la fe, elevar su naturaleza espiritual al sol de la verdad celestial y dar realmente los nobles frutos del espíritu».
“En el curso de este mismo sermón Jesús utilizó la primera y única parábola que tenía que ver con su propio oficio —la carpintería. Al advertir que es necesario «establecer buenos cimientos para el crecimiento de un carácter noble con dotes espirituales», él dijo: «Para dar frutos del espíritu, debéis haber nacido del espíritu. Debéis ser enseñados por el espíritu y ser conducidos por el espíritu si queréis vivir una vida llena de espíritu entre vuestros semejantes. Pero no cometáis el error del tonto carpintero que pierde tiempo valioso encuadrando, midiendo y cepillando su madera carcomida por los gusanos e interiormente podrida y luego, después de haber puesto tanto de su trabajo en esta viga inútil, tiene que rechazarla puesto que no es adecuada para los cimientos del edificio que va a construir, el cual debe ser capaz de resistir los embates del tiempo y las tormentas. Que todo hombre se asegure de que los cimientos intelectuales y morales de su carácter tengan la fuerza necesaria para aguantar adecuadamente la superestructura de la naturaleza espiritual ennobleciente y en expansión, la cual transformará a la mente mortal y luego, en asociación con esa mente recreada, alcanzará el desarrollo del alma de destino in-mortal. Vuestra naturaleza espiritual —el alma conjuntamente creada— es un crecimiento viviente, pero la mente y los sentimientos morales del individuo constituyen la tierra de la cual han de brotar estas manifestaciones más elevadas del desarrollo humano y del destino divino. El suelo del alma en desarrollo es humano y material, pero el destino de esta criatura combinada de mente y espíritu, es espiritual y divino».”
F. LAS LECCIONES:
6. LA PARÁBOLA DE LA GRAN CENA
A. AÑO: d.C. 30
B. LUGAR: Filadelfia
C. MOMENTO: Esta parábola la trajo a colación un abogado en un desayuno que dio un fariseo, y al final del discurso de Jesús.
D. REFERENCIAS: (1835.1) 167:2.1 [672] (Lucas 14:15-24) [673]
E. LA PARÁBOLA: “Cuando Jesús terminó de hablar en la mesa de desayuno del fariseo, uno de los abogados presentes, para interrumpir el silencio, dijo sin pensar: «Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios» —siendo ése un dicho común de aquellos días. Entonces Jesús dijo una parábola, que aun su cordial anfitrión se vio obligado a tomar en serio. Dijo:
“«Cierto gobernante hizo una gran cena, y habiendo invitado a muchos huéspedes, despachó a sus siervos a la hora de la cena para decir a los convidados: ‘venid, pues ya está todo listo'. Y todos a la vez empezaron a excusarse. El primero dijo: ‘acabo de comprar una hacienda, y necesito ir a verla; os ruego que me excuséis'. Otro dijo: ‘compré cinco yuntas de bueyes, y voy a recibirlas; os ruego que me excuséis'. Otro dijo: ‘soy recién casado, y por lo tanto no puedo acudir'. Así pues los siervos volvieron y comunicaron esto a su amo. Cuando el amo de la casa oyó esto, se airó, y volviéndose hacia los siervos, dijo: ‘He preparado este festín de boda; los lechones han sido matados, y todo está listo para mis huéspedes, pero han despreciado mi invitación; se han ido cada uno en pos de sus tierras y su mercancía, y aun les faltan el respeto a mis siervos que los invitan a que vengan a mi festín. Id pronto a las calles y senderos de la ciudad, a las carreteras y a los caminos, y traed de allí a los pobres y a los parias, a los ciegos y a los cojos, para que haya huéspedes en el festín de boda'. Y los siervos hicieron tal como el amo les mandó, y aun entonces había lugar para más huéspedes. Entonces dijo el amo a sus siervos: ‘Id ahora a los caminos y por los campos e insistid en que los que estén allí vengan para que mi casa esté llena. Yo os digo que ninguno de los que fueron invitados primero probará de mi cena'. Los siervos hicieron como les había ordenado el amo, y la casa estuvo llena».”
F. LA LECCIÓN:
7. LA PARÁBOLA DEL HIJO PERDIDO
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El campamento de Pella
C. MOMENTO: Era la última semana que pasaron en el campamento de Pella. Habían llegado noticias de la resurrección de Lázaro y la excitación era intensa. Esta parábola se relató en el transcurso de su sermón, titulado la “gracia de la salvación.”
D. REFERENCIAS: (1850.8) 169:1.1 [674] (Lucas 15:11-32) [675]
La introducción a esta parábola hizo mención a:
E. LA PARÁBOLA: “El jueves por la tarde Jesús habló a la multitud sobre la «gracia de la salvación». En el curso de este sermón volvió a relatar la historia de las ovejas perdidas y de la moneda perdida y luego agregó su parábola favorita del hijo pródigo. Dijo Jesús:
“«Los profetas, desde Samuel hasta Juan os han advertido que busquéis a Dios — que busquéis la verdad. Siempre os dijeron: ‘buscad al Señor mientras se le pueda hallar'. Y toda esta enseñanza debe tomarse como verdad. Pero yo he venido para mostraros que, mientras vosotros buscáis a Dios, Dios del mismo modo os busca a vosotros. Muchas veces os he relatado la historia del buen pastor que dejó a las noventa y nueve ovejas en el redil para salir a buscar a la que se había extraviado, y cómo, cuando encontró a la oveja descarriada, se la echó al hombro y la llevó tiernamente de vuelta al redil. Y cuando la oveja perdida volvió al redil, recordaréis que el buen pastor llamó a sus amigos y los invitó a que se regocijaran con él porque había encontrado a la oveja que se había extraviado. Nuevamente os digo que hay más regocijo en el cielo cuando se arrepiente un pecador que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento. El hecho de que las almas están extraviadas sólo acrecienta el interés del Padre celestial. Yo he venido a este mundo para hacer los deseos de mi Padre, y en verdad se ha dicho del Hijo del Hombre que él es amigo de publicanos y pecadores.
“«Se os ha enseñado que la aceptación divina viene después de vuestro arrepentimiento y como resultado de vuestras obras de sacrificio y penitencia, pero yo os aseguro que el Padre os acepta aun antes de que os hayáis arrepentido y envía al Hijo y a sus asociados para encontraros y traeros, con regocijo, de vuelta al redil, el reino de la filiación y del progreso espiritual. Todos vosotros sois como ovejas que se han descarriado, y yo he venido para buscaros y salvar a los que estén perdidos.
“«También debéis recordar la historia de la mujer que después de utilizar diez piezas de plata para hacer un collar de adorno, perdió una pieza, y después de encender la lámpara barrió diligentemente la casa y siguió buscando hasta encontrar la pieza de plata perdida. En cuanto encontró la moneda que había perdido, llamó a sus amigos y vecinos diciendo: ‘regocijaos conmigo porque encontré la pieza que se había perdido'. Nuevamente os digo, siempre hay felicidad en presencia de los ángeles del cielo cuando se arrepiente un pecador y vuelve al redil del Padre. Os relato esta historia para que comprendáis que el Padre y su Hijo salen en busca de aquellos que están perdidos, y en esta búsqueda empleamos todas las influencias capaces de ofrecer ayuda en nuestros esfuerzos diligentes por encontrar a los que se han extraviado, los que necesitan ser salvados. Así pues, mientras el Hijo del Hombre sale al desierto para buscar a la oveja descarriada, también busca la moneda que se ha perdido en la casa. La oveja se aleja sin intención; la moneda está cubierta con el polvo del tiempo y oscurecida por la acumulación de las cosas humanas.
“«Ahora me gustaría contaros la historia del hijo desconsiderado de un agricultor de buena posición que deliberadamente dejó la casa de su padre y se fue a tierra extranjera donde sufrió muchas tribulaciones. Recordáis que la oveja se descarrió sin intención, pero este joven abandonó su casa con premeditación. Esto fue lo que ocurrió:
“«Cierto hombre tenía dos hijos; uno, el más joven, era despreocupado y libre de cuidados, buscando siempre pasarla bien y evitando las responsabilidades, mientras que su hermano mayor era serio, sobrio, trabajador y dispuesto a cargar con las responsabilidades. Ahora bien, estos dos hermanos no se llevaban bien; estaban constantemente discutiendo y riñendo. El más joven era alegre y vivaz, pero indolente y no se podía confiar en él; el mayor era serio y activo, pero también egocéntrico, arrogante y presumido. El más joven disfrutaba de jugar pero evitaba el trabajo; el mayor estaba siempre dispuesto a trabajar pero pocas veces jugaba. Esta asociación se tornó tan desagradable que el hijo menor fue adonde su padre y le dijo: ‘Padre, dame la tercera parte de tus bienes que yo heredaría y permíteme que me vaya al mundo para buscar mi suerte'. Cuando el padre escuchó esta solicitud, sabiendo cuán desdichado el joven estaba en el hogar y con su hermano mayor, repartió sus bienes, dándole al joven su parte.
“«A las pocas semanas el joven reunió todos sus fondos y salió de viaje a un país lejano, y como no encontró nada que fuera provechoso y al mismo tiempo agradable, en poco tiempo derrochó su herencia viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una prolongada escasez en aquel país, y todo comenzó a faltarle. Así pues, cuando sufrió hambre y su desesperación fue grande, encontró empleo con uno de los ciudadanos de aquella tierra, quien le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. El joven gustosamente se hubiera llenado con las cáscaras que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
“«Cierto día, cuando tenía mucha hambre, volvió en sí y se dijo: ‘Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan y más que suficiente mientras que yo perezco de hambre, apacentando cerdos aquí en un país extranjero! Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros'. Y cuando el joven llegó a esta decisión, se levantó y partió para la casa de su padre.
“«El padre mucho había penado por este hijo; extrañaba a este alegre, aunque descuidado, muchacho. Este padre amaba a su hijo y constantemente esperaba su retorno, de manera que el día en que el hijo se fue acercando a la casa, aun desde muy lejos, el padre lo vio y sintiendo una compasión amante, corrió a su encuentro, y lo saludó con afecto abrazándolo y besándolo. Después de encontrarse así, el hijo levantó la vista al rostro bañado de lágrimas de su padre y dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante tus ojos, ya no soy digno de ser llamado tu hijo’ —pero el muchacho no tuvo oportunidad de completar su confesión, porque el padre regocijado dijo a los siervos que en este momento ya llegaban a la carrera: ‘Traedle el mejor vestido, el que yo guardé, y vestidle, y poned en su mano el anillo de hijo y buscad sandalias para sus pies'.”
“«Luego, después de haber conducido el padre feliz a su hijo cansado y con los pies doloridos hasta la casa, llamó a sus siervos: ‘Traed el becerro gordo y matadlo, comamos y hagamos fiesta, porque este hijo que estaba muerto, ahora vive nuevamente; estaba perdido y ahora lo he encontrado'. Y todos rodearon al padre para regocijarse con él por el retorno de este hijo.
“«En ese momento, mientras estaban celebrando, llegó su hijo mayor de su jornada de trabajo en el campo, y al acercarse a la casa, oyó la música y las danzas. Cuando llegó a la puerta de atrás, llamó a uno de los criados y le preguntó cuál era el significado de este festín. Entonces dijo el criado: ‘Tu hermano perdido hace mucho tiempo ha vuelto a casa, y tu padre ha hecho matar el becerro para regocijarse por el retorno de su hijo. Entra para que tú también puedas saludar a tu hermano y recibirlo nuevamente en la casa de tu padre'.”
“«Pero cuando el hermano mayor oyó esto, estuvo tan dolorido y enojado que no quiso entrar. Cuando el padre supo de su resentimiento por la recepción al hermano menor, salió para hablar con él. Pero el hijo mayor no quiso dejarse convencer por la persuasión de su padre. Respondió a su padre diciendo: ‘He aquí que te he servido tantos años, no habiéndote desobedecido jamás, y sin embargo nunca me has dado ni siquiera una cabritilla para celebrar yo un festín con mis amigos. Me he quedado aquí para cuidarte todos estos años, y nunca te regocijaste por mi servicio fiel, pero cuando volvió este hijo tuyo, después de haber derrochado tu fortuna con rameras, corres a hacerle matar el becerro y regocijarte con él'.”
“«Como este padre amaba verdaderamente a sus dos hijos, trató de razonar con el hijo mayor: ‘Pero hijo mío, has estado conmigo todo este tiempo, y todas mis cosas son tuyas. Hubieras podido tener una cabritilla en cualquier momento para gozarte en júbilo con tus amigos si los hubieras tenido. Mas es apropiado que compartas conmigo la fiesta y el regocijo por el retorno de tu hermano. Piensa en ello, hijo mío, tu hermano se había perdido y ha sido hallado; ¡ha vuelto vivo a nosotros!'»”
F. LA LECCIÓN:
8. LA PARÁBOLA DEL MAYORDOMO SAGAZ
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Pella
C.. OCCASION: Una discusión vespertina que surgió de una pregunta planteada por Simón el Zelote.
D. REFERENCIAS: (1853.4) 169:2.1 [676] (Lucas 10:1-9) [492]
E. LA PARÁBOLA: “Cierto anochecer Simón el Zelote, comentando sobre una de las declaraciones de Jesús, dijo: «Maestro, ¿qué significaste hoy cuando dijiste que muchos de los hijos del mundo son más sabios en su generación que los hijos del reino puesto que tienen la habilidad de hacer amistad con el mammón de la perversidad?» Jesús respondió:
“«Algunos entre vosotros, antes de entrar al reino, erais muy astutos al tratar con vuestros asociados de negocios. Si erais injustos y a menudo faltos de rectitud, al mismo tiempo erais prudentes y teníais visión en cuanto realizabais vuestros negocios con el ojo puesto únicamente en vuestra ganancia presente y vuestra seguridad futura. ¿Acaso no deberíais de la misma manera ordenar vuestra vida en el reino, para proporcionar vuestra felicidad presente asegurándoos al mismo tiempo el disfrute futuro de los tesoros acumulados en el cielo? Si erais tan diligentes en acumular ganancias cuando trabajabais para vosotros mismos, ¿por qué mostrar menos diligencia en ganar almas para el reino ahora que sois siervos de la hermandad del hombre y mayordomos de Dios?
“«Podéis todos vosotros aprender una lección si escucháis la historia de cierto rico que tenía un mayordomo astuto pero injusto. Este mayordomo no sólo agobiaba a los clientes de su amo para su propia ganancia egoísta, sino que también había malgastado y derrochado directamente los fondos de su amo. Cuando esto finalmente llegó a oídos de su amo, éste llamó al mayordomo ante su presencia y le preguntó el significado de estos rumores y requirió que le rindiera cuenta inmediatamente de su trabajo y se preparara para transferir su mayordomía a otro mayordomo.
“«Ahora bien, este mayordomo infiel dijo para sí: ‘¿Qué haré? Porque estoy a punto de perder mi mayordomía. Para cavar, me falta fuerza; para mendicar, me da vergüenza. Ya sé lo que haré para asegurarme de que, cuando me quiten mi mayordomía, me reciban en sus casas todos los que hacen negocios con mi amo'. Luego, llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ‘¿Cuánto debes a mi amo?’ Éste respondió: ‘Cien medidas de aceite'. Entonces dijo el mayordomo: ‘toma la tabla de cera de tu cuenta, siéntate pronto, y cámbiala a cincuenta'. Después dijo a otro deudor: ‘¿Cuánto debes tú?’ Y éste replicó: ‘cien medidas de trigo'. Entonces dijo el mayordomo: ‘toma tu cuenta y escribe ochenta'. Esto hizo pues con numerosos otros deudores. Así, este mayordomo deshonesto trataba de hacer amigos para su beneficio para cuando le quitaran la mayordomía. Aun su señor y amo, cuando posteriormente descubrió esto, se vio obligado a admitir que su mayordomo infiel había demostrado por lo menos sagacidad en la forma en que disponía las cosas para sus días futuros de necesidad y adversidad.
“«De esta manera pues, los hijos de este mundo muestran a veces más sabiduría en su preparación para el futuro que los hijos de la luz. A vosotros que profesáis adquirir tesoros en el cielo, yo os digo: Aprended de los que hacen amistad con el mammón, las riquezas de la perversidad, y del mismo modo conducid vuestra vida para entablar amistad eterna con las fuerzas de la rectitud para que, cuando todas las cosas terrenales fallen, podáis ser recibidos jubilosamente en las moradas eternas.
“«Yo afirmo que el que es fiel en lo pequeño también será fiel en lo mucho, mientras que el que es injusto en lo pequeño, también lo será en lo mucho. Si no habéis demostrado visión e integridad en los negocios de este mundo, ¿cómo podéis esperar ser fieles y prudentes cuando se os confíe la mayordomía de las verdaderas riquezas del reino celestial? Si no sois buenos mayordomos y banqueros fieles, si no habéis sido fieles en lo que es de otro, ¿quién puede ser tan necio como para daros un gran tesoro para que lo tengáis en vuestro propio nombre?
“«Nuevamente os declaro que ningún hombre puede servir a dos señores; o bien odiará a uno y amará al otro, o bien respetará a uno mientras desprecia al otro. No podéis servir a Dios y a mammón».”
F. LA LECCIÓN:
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Pella
C. MOMENTO: Esta no es realmente una parábola de Jesús. Después de la parábola del mayordomo sagaz, los fariseos se pusieron a discutir entre ellos, de modo que Pedro tomó el mando de la reunión y recitó una antigua y familiar alegoría—una que Juan Bautista había usado a menudo.
D. REFERENCIAS: (1854.5) 169:3.1 [677] (Lucas 16:19-31) [678]
E. LA PARÁBOLA: (ALEGORÍA) “Cuando la reunión se volvió demasiado ruidosa, Simón Pedro, poniéndose de pie, se hizo cargo diciendo: «Hombres y hermanos, no es apropiado disputar de esta manera entre vosotros. El Maestro ha hablado, y haríais bien en reflexionar sobre sus palabras. No es nueva esta doctrina que él proclama a vosotros. ¿Acaso no habéis escuchado también la alegoría de los nazareos sobre el rico y el pordiosero? Algunos entre nosotros hemos escuchado a Juan el Bautista pregonar esta parábola de advertencia a los que aman la riqueza y codician los bienes deshonestos. Aunque esta vieja parábola no es según el evangelio que nosotros predicamos, haríais todos bien en aprender sus lecciones hasta el momento en que podáis comprender la nueva luz del reino del cielo. La historia tal como Juan la relató es así:
“«Había cierto hombre rico llamado Dives, que, vestía de púrpura y de lino fino, vivía en esplendidez y alegría todos los días. Había también cierto mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta del rico, cubierto de llagas y deseando que le dieran para comer las migajas que caían de la mesa del rico. Aun los perros venían y le lamían las llagas. Ocurrió que el mendigo murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Eventualmente el rico también murió y fue enterrado con gran pompa y esplendor real. Cuando el rico partió de este mundo, despertó en Hades, y encontrándose atormentado, levantó la vista y vio a Abraham allá lejos y a Lázaro en su seno. Entonces Dives gritó: ‘Padre Abraham, ten misericordia de mí y envíame a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado con mi castigo'. Abraham replicó: ‘Hijo mío, deberías recordar que recibiste tus bienes en tu vida mientras que Lázaro de igual manera recibió los males. Pero ahora todo eso está cambiado, pues Lázaro ha sido consolado mientras que tú estás atormentado. Además, un gran espacio está puesto entre nosotros de manera que no podemos ir adonde tú, ni puedes tú venir adonde nosotros'. Entonces le dijo Dives a Abraham: ‘Te suplico que envíes a Lázaro de vuelta a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que testifique sobre lo que ocurre, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento'. Pero Abraham dijo: ‘Hijo mío, tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen a ellos'. Entonces respondió Dives: ‘¡No, no, padre Abraham! Pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán'. Y entonces dijo Abraham: ‘Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si se levantare alguno de entre los muertos'».
“Después de que Pedro recitó esta antigua parábola de la hermandad nazarea, y como la multitud se había aquietado, Andrés se levantó y los despidió por la noche. Aunque ambos apóstoles y sus discípulos frecuentemente hacían preguntas a Jesús sobre la parábola de Dives y Lázaro, nunca consintió en hacer comentario alguno.”
F. LA LECCIÓN:
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: En el camino de Jericó a Jerusalén
C. MOMENTO: Esta parábola iba dirigida a los apóstoles. Estaba basada en el intento fútil de Arquelao de ganar el gobierno de Judea.
D. REFERENCIAS: (1875.6) 171:8.1 [679] (Lucas 19:11-27) [680]
E. LA PARÁBOLA: “No salieron de Jericó hasta cerca de mediodía puesto que la noche anterior estuvieron sentados hasta tarde mientras Jesús enseñaba a Zaqueo y a su familia el evangelio del reino. Aproximadamente a mitad camino de la carretera que subía hacia Betania, el grupo se detuvo para almorzar, mientras pasaban multitudes camino de Jerusalén, sin saber que Jesús y los apóstoles morarían esa noche en el Monte de los Olivos.
“La parábola de las minas, a diferencia de la parábola de los talentos, que era para todos los discípulos, fue relatada más exclusivamente para los apóstoles y se basaba mayormente en la experiencia de Arquelao y su intento fútil de tomar las riendas del reino de Judea. Ésta es una de las pocas parábolas del Maestro cimentada en un personaje histórico auténtico. No es extraño que surgiera Arquelao a la mente puesto que la casa de Zaqueo en Jericó estaba muy cerca del adornado palacio de Arquelao, y su acueducto pasaba a lo largo del camino por el cual habían partido ellos de Jericó.
“Dijo Jesús: «Creéis que el Hijo del Hombre va a Jerusalén para recibir un reino, pero yo declaro que estáis destinados a sufrir una desilusión. ¿Acaso no recordáis la historia de cierto príncipe que fue a un país lejano para recibir un reino, pero aun antes de poder retornar, los ciudadanos de su provincia, que en su corazón ya lo habían rechazado, enviaron una delegación tras él, que decía: ‘no toleramos que este hombre reine sobre nosotros'? Así como este rey fue rechazado en el gobierno temporal, del mismo modo el Hijo del Hombre será rechazado en el gobierno espiritual. Nuevamente declaro que mi reino no es de este mundo; pero si el Hijo del Hombre hubiera recibido el gobierno espiritual de su pueblo, habría aceptado tal reino de las almas de los hombres y habría reinado sobre tal dominio de corazones humanos. A pesar de que ellos rechazan mi gobierno espiritual sobre ellos, yo retornaré nuevamente para recibir de otros el mismo reino del espíritu que ahora me niegan. Veréis que el Hijo del Hombre será rechazado ahora, pero en otra época, lo que ahora rechazan los hijos de Abraham, será recibido y exaltado.
“«Ahora bien, como el noble rechazado de esta parábola, yo quiero llamar ante mí a mis doce siervos, los mayordomos especiales, y dando a cada uno de vosotros la suma de una mina, quiero advertiros que cumpláis bien con mis instrucciones de diligente comercio con vuestro fondo fiduciario durante mi ausencia para que tenáis algo con que justificar vuestra mayordomía cuando yo retorne, y se os pidan cuentas.
“«Si este Hijo rechazado no volviese, otro Hijo será enviado para recibir este reino, y este Hijo enviará luego por todos vosotros para recibir vuestro informe de mayordomía y para regocijarse de vuestras ganancias.
“«Y cuando estos mayordomos fueron llamados posteriormente para rendir cuentas, se adelantó el primero, diciendo: ‘Señor, con tu mina yo he hecho diez minas más'. Y su amo le dijo: ‘bien hecho; eres un buen siervo; como te has demostrado fiel en este asunto, te daré autoridad sobre diez ciudades'. Vino el segundo, diciendo: ‘la mina que me dejaste Señor, ha producido cinco minas'. Y el amo dijo: ‘por lo tanto te haré yo gobernante de cinco ciudades'. Así sucesivamente con todos los otros hasta que el último de los siervos, al ser llamado para rendir cuentas, dijo: ‘Señor, he aquí tu mina, que he guardado celosamente en esta servilleta. Esto hice porque tuve miedo de ti; creí que fueras irrazonable viendo que tomas lo que no pusiste y siegas lo que no sembraste'. Entonces dijo el amo: ‘¡Oh siervo negligente e infiel, por tu propia boca te juzgaré! Sabías que yo siego lo que aparentemente no he sembrado; por lo tanto sabías que te pediría cuentas. Sabiéndolo, por lo menos deberías haber dado mi dinero al banquero para que a mi vuelta lo tuviera con el interés apropiado'.
“«Luego dijo este gobernante a los que estaban cerca: ‘Quitadle la mina a este siervo infiel y dadla al que tiene las diez minas'. Cuando le recordaron al señor que aquel ya tenía diez minas, él dijo: ‘A todo aquel que tenga, más se le dará, pero aquel que no tiene, aun lo poco que tenga se le quitará'».”
F. LA LECCIÓN:
11. LA PARÁBOLA DE LOS DOS HIJOS
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—el Templo
C. MOMENTO: Sucedió tras la limpieza del templo—durante el transcurso del sermón del lunes.
D. REFERENCIAS: (1893.1) 173:3.1 [681] (Mat 21:28-32) [682]
E. LA PARÁBOLA: “Mientras los capciosos fariseos estaban allí de pie en silencio ante Jesús, él bajó la mirada sobre ellos y dijo: «Puesto que dudáis de la misión de Juan y os disponéis en enemistad contra las enseñanzas y las obras del Hijo del Hombre, prestad oído mientras os relato una parábola: Cierto terrateniente respetado y en buena posición tenía dos hijos, y deseando la ayuda de sus hijos en el manejo de sus grandes posesiones fue a ver a uno de ellos, diciendo: ‘Hijo, vete a trabajar hoy en mi viñedo'. Este hijo despreocupado respondió al padre diciendo: ‘No iré'; pero después, se arrepintió y fue. Cuando encontró a su hijo mayor, del mismo modo le dijo: ‘Hijo, vete a trabajar en mi viñedo'. Y este hijo hipócrita e infiel contestó: ‘Sí, padre mío, iré'. Pero cuando su padre partió, no fue. Os pregunto ahora, cuál de los dos hijos realmente hizo la voluntad de su padre?»
“Y la gente habló al unísono, diciendo: «El primero». Entonces dijo Jesús: «Aun así, ahora os digo que los publicanos y las rameras, aunque parezcan rechazar el llamado al arrepentimiento, verán el error en su estilo de vida e irán antes que vosotros al reino de Dios, que tanto pretendéis servir al Padre en el cielo y al mismo tiempo os negáis a hacer las obras del Padre. No fuisteis vosotros, fariseos y escribas, los creyentes de Juan sino más bien los publicanos y los pecadores; tampoco creéis vosotros en mis enseñanzas, pero la gente común escucha con deleite mis palabras»
“Jesús no despreciaba personalmente a los fariseos y saduceos. Era su sistema de enseñanzas y sus prácticas los que él trataba de desacreditar. No mostraba hostilidad contra ningún hombre, pero se estaba desencadenando aquí el choque inevitable entre una religión del espíritu, nueva y viva, y la religión más antigua de la ceremonia, la tradición y la autoridad.”
F. LA LECCIÓN:
12. LA PARÁBOLA DEL AMO AUSENTE
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—el Templo
C. MOMENTO: En el transcurso del sermón del lunes en el templo, y después de la parábola de los dos hijos.
D. REFERENCIAS: (1893.5) 173:4.1 [683] (Mar 12:1-9 [684]; Lucas 20:9-16) [685]
E. LA PARÁBOLA: “Cuando los principales fariseos y escribas que habían tratado de hacer caer a Jesús en una trampa con sus preguntas, terminaron de escuchar la historia de los dos hijos, se retiraron para asesorarse ulteriormente entre ellos, y el Maestro, volviendo la atención a la multitud de oyentes, relató otra parábola:
“«Había un buen hombre, propietario de tierras, y plantó él una viña. La cercó de seto vivo, cavó en ella un pozo para el lagar de vino, y edificó una torre para los guardias. Luego le arrendó la viña a unos arrendatarios y se fue en un largo viaje a otro país. Cuando se acercó la temporada de los frutos, envió sus siervos a los arrendatarios, para que recibiesen sus rentas. Mas los arrendatarios se aconsejaron entre ellos y se negaron a dar a los siervos los frutos que le debían al amo; en cambio, cayeron sobre los siervos, a uno golpearon, a otro apedrearon, y enviaron a los demás de vuelta con las manos vacías. Cuando el propietario oyó lo que había ocurrido, envió a otros siervos más de confianza para que trataran con esos arrendatarios malvados, y a éstos, los arrendatarios hirieron y también trataron de una manera vergonzosa. Y entonces el amo envió a su siervo favorito, su mayordomo, y ellos lo mataron. Aun así, con paciencia y buena voluntad, envió muchos otros siervos, pero a ninguno de ellos lo recibían. A algunos los apalearon, a otros los mataron, y cuando el amo así fue tratado, decidió enviar a su hijo para que tratara con estos arrendatarios ingratos, diciéndose: ‘Puede que traten mal a mis siervos, pero con toda seguridad tendrán respeto a mi hijo amado'. Pero cuando los arrendatarios impenitentes y protervos vieron al hijo, razonaron para sus adentros: ‘Éste es el heredero; venid, matémoslo y su herencia será nuestra'. Así pues lo tomaron, y después de echarlo fuera de la viña, lo mataron. Cuando el propietario de la viña oiga que ellos rechazaron y mataron a su hijo, ¿qué hará él a aquellos arrendatarios ingratos y perversos?'»
“Y cuando la gente escuchó esta parábola y la pregunta de Jesús, contestaron: «Destruirá a estos hombres miserables y arrendará su viña a otros arrendatarios honestos que le entreguen los frutos a su tiempo». Y cuando algunos de los oyentes percibieron que esta parábola se refería a la nación judía, a su trato de los profetas y al inminente rechazo de Jesús y del evangelio del reino, dijeron con pesadumbre: «Quiera Dios que no sigamos haciendo estas obras».
“Jesús vio a un grupo de saduceos y fariseos que se abrían paso en la multitud, y se calló un momento, hasta que llegaron junto a él, entonces dijo: «Vosotros sabéis cómo vuestros padres rechazaron a los profetas, y bien sabéis que habéis decidido en vuestro corazón rechazar al Hijo del Hombre». Luego, mirando fijo a los ojos de los sacerdotes y ancianos que estaban de pie cerca de él, Jesús dijo: «Acaso nunca leísteis en las Escrituras sobre la piedra que rechazaron los edificadores, y que, cuando la gente la descubrió, fue hecha cabeza del ángulo? Así pues otra vez os advierto que, si continuáis rechazando este evangelio, finalmente el reino de Dios se os quitará y se le entregará a un pueblo que desee recibir la buena nueva y rendir los frutos del espíritu. Hay un misterio en esta piedra, puesto que el que la tropiece y caiga sobre ella, aunque se quebrante, será salvado; pero sobre el que cayere ésta, será hecho polvo y sus cenizas serán esparcidas a los cuatro vientos».”
F. LA LECCIÓN:
13. LA PARÁBOLA DEL FESTÍN DE BODA
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—el Templo
C. MOMENTO: Otra parábola en el transcurso del sermón del lunes en el templo.
D. REFERENCIAS: (1894.4) 173:5.1 [686] (Mat 22:1-14) [687]
E. LA PARÁBOLA: “Una vez que se retiraron los escribas y los rectores, Jesús nuevamente se dirigió a la multitud reunida y relató la parábola del festín de boda. Dijo:
“«El reino del cielo es semejante a un rey que le hizo fiesta de boda a su hijo y envió mensajeros a llamar a los ya invitados al festín, diciendo: ‘Está todo listo para la cena de boda en el palacio del rey'. Ahora pues, muchos de los que antes habían prometido asistir, no quisieron venir. Cuando el rey escuchó que rechazaban su invitación, envió a otros siervos y mensajeros, diciendo: ‘Decid a todos los convidados, que vengan, porque, mirad, he preparado mi comida. Mis bueyes y mis cebones han sido matados, y todo está dispuesto para la celebración de la boda inminente de mi hijo'. Pero nuevamente estos invitados desconsiderados sin hacer caso de la convocatoria de su rey, se fueron por su camino, uno a su labranza, otro a su cerámica y otro a sus negocios. Y otros no se limitaron a despreciar así el llamado del rey, sino que en rebeldía abierta atacaron a los mensajeros del rey y los trataron vergonzosamente mal, aun matando a algunos de ellos. Cuando el rey percibió que sus huéspedes elegidos, aun los que habían aceptado su invitación preliminar y habían prometido asistir al festín de bodas, finalmente rechazaban su llamado y en rebeldía habían atacado, asaltado y matado a sus mensajeros elegidos, se airó extremadamente. Entonces este rey ofendido mandó sus ejércitos y los ejércitos de sus aliados y les instruyó que destruyeran a aquellos asesinos rebeldes y que incendiaran su ciudad.
“«Y después de castigar así a los que habían despreciado su invitación, estableció otra fecha distinta para el festín de bodas y dijo a sus mensajeros: ‘Los que invité en primer término a la boda no eran dignos; id ahora pues a las salidas de los caminos y a las carreteras y aun más allá de los límites de la ciudad, e invitad a cuantos halléis aun a los extranjeros, que vengan y que asistan a este festín de bodas'. Entonces los siervos salieron a las carreteras y a los lugares retirados, y juntaron a cuantos hallaron, buenos y malos, ricos y pobres, de modo que por fin la cámara nupcial estaba llena de convidados. Cuando todo estuvo listo, el rey se presentó ante sus huéspedes, y se sorprendió de encontrar allí a un hombre sin manto nupcial. El rey, puesto que había proveído generosamente mantos nupciales para todos sus huéspedes, dirigiéndose a este hombre, dijo: ‘Amigo mío, ¿por qué vienes convidado en esta ocasión sin el manto nupcial'? Y este hombre que no estaba preparado enmudeció. Entonces dijo el rey a sus siervos: ‘Arrojad a este convidado desconsiderado de mi casa para que corra la misma suerte de todos los otros que despreciaron mi hospitalidad y rechazaron mi llamado. No tendré aquí a nadie sino a los que se regocijan de aceptar mi invitación, y que me hacen el honor de llevar los mantos nupciales que tan generosamente se les han proveído'»
“Después de relatar esta parábola, Jesús estaba a punto de despedir a la multitud cuando un creyente simpatizante, abriéndose camino entre la multitud hacia él, preguntó: «Pero, Maestro, ¿cómo nos enteraremos de estas cosas? ¿Cómo podremos estar listos para la invitación del rey? ¿Qué signo nos darás para que nosotros sepamos que tú eres el Hijo de Dios?» Y cando el Maestro oyó estas palabras, dijo: «Sólo un signo os será dado». Luego, indicando su propio cuerpo, siguió: «Destruid este templo, y en tres días yo volveré a levantarlo». Pero ellos no le comprendieron, y al dispersarse, hablaron entre ellos diciendo: «Por casi cincuenta años se ha estado construyendo este templo y sin embargo él dice que lo destruirá y lo volverá a edificar en tres días». Aun sus propios apóstoles no comprendieron el significado de esta declaración, pero posteriormente, después de su resurrección, recordaron sus palabras.”
F. LA LECCIÓN:
14. LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Campamento del monte de los Olivos
C. MOMENTO: Era la noche del martes en el campamento del Olivete. Habían estado conversando, entre otros temas, sobre la segunda venida del Maestro. Y fue ante un grupo de unas veinte personas que Jesús habló sobre la parábola de los talentos, en respuesta a una pregunta de Tomás.
D. REFERENCIAS: (1916.4) 176:3.4 [688] (Mat 25:14-30) [689]
E. LA PARÁBOLA: “«Como individuos, y como generación de creyentes, oídme cuando os digo una parábola: Hubo cierta vez un gran hombre que, antes de partir para un largo viaje a otro país, llamó a todos sus siervos de confianza y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno. Y así sucesivamente a todo el grupo de mayordomos honrados le confió a cada uno sus bienes conforme a las varias habilidades de cada cual; y luego partió de viaje. Cuando su amo hubo partido, los siervos se pusieron a trabajar para hacer ganancias de la riqueza que él les había confiado. Inmediatamente el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos y muy pronto ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos talentos poco después tenía dos más. Así pues todos los siervos lograron ganancias para su maestro excepto aquel que había recibido un solo talento. Él se fue por su cuenta y cavó un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Dentro de poco el señor retornó inesperadamente y llamó a sus mayordomos para que le rindieran cuentas. Y cuando todos ellos fueron convocados ante su amo, el que había recibido los cinco talentos se adelantó con el dinero que se le había confiado y los cinco talentos adicionales, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me entregaste para invertir, y me regocija entregarte otros cinco talentos de ganancia'. Y entonces el amo le dijo: ‘Bien hecho, mi buen y fiel siervo, sobre poco has sido fiel; ahora te nombraré mayordomo sobre muchas cosas; entra así en el gozo de tu señor'. Luego el que había recibido los dos talentos se adelantó diciendo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; he aquí que yo he ganado otros dos talentos adicionales'. Su señor entonces le dijo: ‘Bien hecho, mi buen y fiel mayordomo; tú también has sido fiel sobre pocas cosas y ahora te pondré a cargo de muchas; entra en el gozo de tu señor'. Luego se presentó para rendir cuentas el que había recibido un talento. Este siervo se adelantó diciendo: ‘Señor, yo te conocía y me daba cuenta de que eras un hombre duro porque esperas ganancias sin haber trabajado personalmente; por lo cual tuve miedo de arriesgar lo que se me había confiado. Escondí en lugar seguro tu talento en la tierra; aquí está; aquí tienes lo que es tuyo'. Pero su amo respondió: ‘Tú eres un mayordomo indolente y holgazán. Por tus propias palabras tú confiesas que sabías que yo requeriría de ti una rendición de cuenta con una ganancia razonable, tal como tus diligentes semejantes me han rendido este día. Sabiendo esto, por lo menos debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses'. Entonces al mayordomo jefe este señor le dijo: ‘Quitadle pues este talento a este siervo que no piensa en la ganancia y dadlo al que tiene los diez talentos'.”
“«Al que tiene, más le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo poco que tiene le será quitado. No podéis estaros quietos en los asuntos del reino eterno. Mi Padre requiere que todos sus hijos crezcan en la gracia y en el conocimiento de la verdad. Vosotros que conocéis estas verdades debéis rendir cada vez más los frutos del espíritu y manifestar una devoción creciente al servicio altruista de vuestros conservidores. Y recordad que, cuando ministréis aun al más humilde de mis hermanos, hacéis ese servicio para mí.
“«Así pues deberíais proseguir en la obra de los asuntos del Padre, ahora y después, aun por siempre jamás. Continuad hasta que yo regrese. Haced fielmente lo que se os ha encomendado, así estaréis listos para el llamado de cuentas cuando la muerte os llegue. Habiendo vivido así para la gloria del Padre y la satisfacción del Hijo, entraréis con regocijo y enorme gozo al servicio eterno del reino sempiterno».”
F. LA LECCIÓN:
PARTE IV - LOS SERMONES DE JESÚS
CON
TEMARIO Y REFERENCIAS AL NUEVO TESTAMENTO
PARTE IV - LOS SERMONES DE JESÚS
1. EL PRIMER SERMÓN EN LA SINAGOGA
A. AÑO: 9 d.C.
B. LUGAR: La sinagoga de Nazaret
C. MOMENTO: Al haber llegado a los quince años de edad, Jesús estaba cualificado para ocupar el púlpito de la sinagoga.
D. REFERENCIAS: (1391.5) 126:4.1 [690]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. En este primer pronunciamiento público, Jesús buscó basar su misión posterior sobre las enseñanzas de los profetas del Antiguo Testamento. Presagiaba una vida de enseñanza y curación, más que la del Mesías judío que esperaban.
2. Los textos del Antiguo Testamento que usó se encuentran en:
Isa. 61:1-3 [691]
Amós 5:14,15 [692]
Isa 1:16,17 [693]
Miqueas 6:6-8 [694]
Isa 40:22,26,29 [695]
Isa 41:10,13 [696]
Isa 43:10,11 [697]
3. Parece probable que Jesús hiciera comentarios sobre estos textos, pero esas posibles exposiciones no se incluyen en la narración.
4. Estos textos del Antiguo Testamento predicen su evangelio del reino—el ministerio misericordioso a los cautivos del pecado, la enfermedad y el miedo.
5. Si bien Jesús no predicó un "evangelio social", sí que abogó por la justicia para los pobres y los oprimidos—las viudas y los huérfanos.
6. Este primer sermón apunta a su indiferencia posterior hacia los dogmas ceremoniales y ataduras a los sacrificios.
7. Esta alocución señaló que Dios era un Padre-Creador que amaba y salvaba a sus hijos individuales.
8. Incluso en esta edad temprana, Jesús enseñaba con seriedad y sinceridad—era viril, decidido y tenía autoridad.
2. EL DISCURSO SOBRE LA REALIDAD
A. AÑO: 22 d.C.
B. LUGAR: Alejandría
C. MOMENTO: En el Museo de Alejandría, Jesús había interpretado para Ganid una clase de un catedrático griego sobre las enseñanzas de Platón. Esa noche, Jesús disertó sobre la "realidad" para Ganid. A la mañana siguiente, siguieron conversando sobre la naturaleza del "Mal".
D. REFERENCIAS: (1433.6) 130:4.1 [698]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. La realidad del universo procede del Infinito. La realidad finita es la repercusión del modelo paradisíaco y de la mente universal.
2. La causación, la conciencia y la yoidad, en sus relaciones eternas, constituyen la realidad del Supremo. Todas las cosas pueden cambiar, excepto la Personalidad Original y los Absolutos.
3. El nivel más alto de lo finito es reconocer al Padre Universal y conocer al Supremo.
4. La progresión cósmica no destruye la conciencia de la yoidad. El crecimiento espiritual sin fin depende del deseo supremo de hacer la voluntad del Padre.
5. Los científicos tuertos o los espiritualistas tuertos no pueden visualizar la verdadera profundidad de la realidad del universo.
6. La causación sin mente no puede hacer evolucionar lo complejo a partir de lo simple—lo espiritual de lo material.
7. La personalidad mantiene la identidad en presencia de un cambio sin límites—es adaptable y progresiva.
8. La falta de adaptación, la divergencia y la pérdida del piloto espiritual termina cuando cesa la existencia.
9. La mente animal, la falta de sabiduría y adoración, es consciente únicamente del universo objetivo.
10. El conocimiento es una posesión de la mente; la verdad es una experiencia del alma. El hecho y la verdad, sincronizados, activan la sabiduría.
11. El error y el mal son inherentes a la imperfección de lo finito. El mal no es una realidad del universo. La posibilidad de cometer errores es inherente a la adquisición de sabiduría.
12. El mal es un concepto de relatividad. Es inherente a la incompleción de la revelación de Dios en el espacio-tiempo. Es la sombra finita que arroja el cosmos a medida que se oscurece la luz eterna de lo Infinito.
13. Los conceptos estáticos están muertos-mal potencial. Son de sabiduría deficiente y están desprovistos de verdad.
A. AÑO: 22 d.C.
B. LUGAR: Arriba en las montañas de la isla de Creta
C. MOMENTO: De camino a Roma, se detuvieron en Creta y, después de que Jesús explicara a Ganid por qué no se había embarcado en el trabajo de un instructor público, tuvieron esta experiencia con un joven desanimado.
D. REFERENCIAS: (1437.1) 130:6.1 [699]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Este joven había perdido a su padre cuando tenía doce años. Estaba desanimado y abatido por sus numerosos problemas y se había rendido ante un complejo de inferioridad. Buscaba un escape en la soledad de las montañas.
2. Cuando el primer intento de Jesús de ayudar no logró obtener ninguna respuesta, hizo un segundo intento preguntando al joven por la mejor manera de llegar a Fénix. Era el enfoque psicológico de dar ayuda pidiéndola.
3. El joven respondió marcando los caminos en el suelo y en sus explicaciones se liberó de su estado emocional de confinamiento.
4. Jesús le dio las gracias, le dijo adiós y de repente se giró diciendo que no sería justo tomar su ayuda sin dar algo a cambio.
5. Bajo ese estado de sorpresa, Jesús hizo un ataque frontal. Dijo: sé que quieres estar a solas, pero a cambio de responder a mi pregunta quiero responder a tus preguntas respecto a la meta del destino que tú, en tu corazón, buscas en estos momentos.
6. Cuando el joven protestó que él no había pedido ayuda, Jesús se refirió a su “mirada anhelante” expresión preocupada, y le señaló el escape de las “penas del yo” a las "alegrías de las acciones de amor" para Dios y los hombres.
7. Se había roto el hielo—el joven se arrodilló a los pies de Jesús y suplicó ayuda.
8. Jesus derramó en un fuego rápido de coraje varonil el saludo matutino a la salida del sol, su cuerpo fuerte y la futilidad del aislamiento.
9. Le dijo que no podía escapar de sí mismo—y que se podrían hacer grandes cosas solo donde se esperaba hacer grandes cosas.
10. Le amonestó que se liberara del miedo animal, de la depresión y de la derrota. Debería liberarse de las ataduras del miedo con la presencia-poder de la fe viva—el amor de nuestros semejantes que todo lo domina.
11. Jesús le inspiró con el concepto de "nacer de nuevo" de la fe victoriosa-la liberación de los terrores humillantes y de la evasiva cobardía.
12. Fortunato era el nombre del joven, y se convirtió en líder de los cristianos de Creta y posteriormente en asociado de Tito.
4. EL DISCURSO SOBRE EL TIEMPO Y EL ESPACIO
A. AÑO: 22 d.C.
B. LUGAR: En Cartago—en el camino a Roma
C. MOMENTO: Esta era una conversación con un sacerdote mitraico persa sobre la inmortalidad-el tiempo y la eternidad.
D. REFERENCIAS: (1439.1) 130:7.3 [700]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Introducción: En respuesta a la pregunta de Ganid sobre qué se puede hacer para tener amigos, Jesús dijo: interésate por tus semejantes—ámalos. Haz algo por ellos—y citó un antiguo proverbio judío: “Un hombre que quiere tener amigos debe mostrarse amistoso.” (Prov 18:24 [701])
2. El tiempo es una corriente que fluye de acontecimientos temporales—reconocidos y segregados. El universo del espacio está relacionado con el tiempo cuando se ve desde cualquier posición, aparte del Paraíso inmóvil. Los movimientos del tiempo se revelan solo en cuanto están relacioandos con algo que no se mueve.
3. El Paraíso y las Deidades trascienden el tiempo y el espacio. En nuestro mundo, la personalidad es la única realidad que puede trascender la secuencia temporal de los acontecimientos.
4. Los animales no perciben el tiempo como lo percibe el hombre. Vemos el tiempo como una sucesión de acontecimientos, pero a medida que ascendemos discernimos esta procesión de acontecimientos en su totalidad—la simultaneidad circular desplaza a la secuencia lineal de los acontecimientos.
5. Hay siete conceptos de espacio tal como está condicionado por el tiempo, pero estas siete dimensiones se experimentan únicamente en el cosmos último.
6. El espacio es una realidad y está parcialmente trascendido por la mente. Los siete potenciales espaciales son últimos únicamente en el nivel absoluto.
7. El concepto del espacio-tiempo se amplía a medida que la personalidad asciende por el universo. En el nivel morontial el concepto de espacio-tiempo se expande en cuanto a calidad y cantidad.
8. Esta ampliación de la concepción del espacio-tiempo logra finalmente el nivel trascendental de semejanza con la Deidad—los conceptos sin tiempo ni espacio de los Absolutos.
A. AÑO: 22 d.C.
B. LUGAR: En Roma
C. MOMENTO: Esta charla siguió a la conversación de toda una noche con Angamon sobre los "verdaderos valores".
D. REFERENCIAS: (1456.7) 132:1.1 [366]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. El bien y el mal son símbolos verbales de los niveles relativos de comprensión del universo.
2. Las almas perezosas e indolentes pueden aceptar como estándares los usos sociales y las prácticas religiosas actuales.
3. Las almas supervivientes aceptan los verdaderos valores del Ajustador del Pensamiento—el estándar de la supervivencia de la personalidad.
4. La bondad y la verdad son relativos y siempre contrastados frente al mal. Esto facilita tomar esas decisiones que son esenciales para la supervivencia eterna.
5. El ciego espiritualmente, si sigue los dogmas científicos y religiosos, podría perder su libertad espiritual—convertirse en un loro intelectual y un autómata social.
6. La bondad contribuye a aumentar la autorrealización y el logro de la personalidad—la identificación con el Ajustador—el deseo cada vez mayor de hacer la voluntad del Padre—encontrar a Dios y ser más como él.
7. Una experiencia es buena cuando—
Eleva la apreciación de la belleza.
Aumenta la voluntad moral.
Ensalza la verdad.
Amplía la capacidad de amar y servir.
Exalta los ideales espirituales.
Unifica nuestros motivos supremos y los planes del Ajustador.
8. La ascensión por el universo aumenta la bondad y disminuye el mal, pero el error y el mal no se trascienden plenamente hasta que logremos los niveles finales del espíritu.
9. La bondad es siempre una experiencia personal progresiva y se correlaciona con la verdad y la belleza. Estos valores positivos de la verdad se contrastan siempre las sombras negativas del mal potencial.
10. Aparte del Paraíso, la bondad es más una búsqueda que una posesión—más una meta que un logro. Incluso el logro parcial sacia la sed espiritual.
11. La presencia del bien y del mal valida la realidad de la voluntad moral del hombre, que puede identificar y elegir entre ellos.
12. La personalidad paradisíaca perfeccionada está tan unificada con la verdad, la belleza y la bondad positivas que no arroja sombras negativas de mal potencial cuando se expone al brillo divino de las Deidades.
13. En el Paraíso, la bondad ya no es parcial, contrastada y comparativa; se ha vuelto completa y plena—se acerca a la perfección del Supremo.
14. La posibilidad del mal (no la actualidad) es necesaria para la elección moral. Una sombra solo es real relativamente. El mal potencial es el estímulo para la decisión que es un requisito para la elección moral.
A. AÑO: 22 d.C.
B. LUGAR: En Roma
C. MOMENTO: Conversación con Nabón, judío griego y líder del culto mitraico.
D. REFERENCIAS: (1459.1) 132:3.1 [702]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. La verdad es más que conocimiento y solo se puede definir viviéndola. La verdad se asocia con la sabiduría y las realidades espirituales.
2. El conocimiento se origina en la ciencia, la sabiduría en la filosofía y la verdad en la experiencia espiritual. El conocimiento maneja hechos, la sabiduría relaciones, la verdad valores de la realidad.
3. El hombre tiende a cristalizar la ciencia, a formular la filosofía y a dogmatizar la verdad porque es perezoso mentalmente, tiene un miedo terrible a lo desconocido y es reacio a cambiar.
4. La mente material y el espíritu que mora en nuestro interior descubren la verdad. El alma que descubre la verdad sobrevive porque quiere ser como Dios.
5. La verdad y el conocimiento están en conflicto solo cuando el conocimiento está distorsionado por el prejuicio, el miedo y el temor a los descubrimientos y al progreso espiritual.
6. Poseemos la verdad solo por la fe. Nuestra sabiduría, nuestra ética y nuestros ideales no se elevan nunca por encima de nuestra fe. La fe es la inspiración de la imaginación creativa espiritizada.
7. La fe libera los potenciales superhumanos de supervivencia que moran en el interior del hombre. Las plantas y los animales sobreviven mediante la transmisión material; el hombre, mediante la identificación con la chispa divina que tiene en su interior.
8. El alma activada por la fe del hombre sobrevive porque tiene una función en el universo de encontrar a Dios, de volverse perfecto y eterno.
9. La evolución espiritual va acompañada de una bondad creciente y una disminución progresiva de la posibilidad del mal. El Ajustador del Pensamiento es la seguridad de la supervivencia progresiva.
10. El progreso de la supervivencia significa un autoconocimiento y un autocontrol cada vez mayor, y una libertad personal aumentada.
11. La fe sostiene el alma del hombre en medio de la confusión finita, y la oración unifica las inspiraciones de la mente y los impulsos del alma del mortal dominado por la fe.
A. AÑO: 22 d.C.
B. LUGAR: Roma
C. MOMENTO: Un rico ciudadano romano, perteneciente a los estoicos, busca el consejo de Jesús acerca de la gestión y distribución de su riqueza.
D. IDEAS PRINCIPALES:
Esta discusión está bien tipificada en El libro de Urantia. Vean (1462.2) 132:5.1 [703]
8. EL DISCURSO SOBRE LA CIENCIA
A. AÑO: 23 d.C.
B. LUGAR: Atenas
C. MOMENTO: Una noche, en la posada, los tres escucharon una disertación de tres horas sobre la ciencia de un filósofo griego. Los comentarios de Jesús se resumen en esta presentación.
D. REFERENCIAS: (1476.3) 133:5.1 [704]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Los científicos pueden medir la energía del universo, pero no pueden definirla.
2. La ciencia se ocupa de la energía, la religión de los valores. La filosofía los correlaciona.
3. Los científicos físicos a menudo están afligidos de orgullo matemático, egotismo estadístico y ceguera espiritual.
4. Las matemáticas y la lógica son válidas en el mundo material, pero no son totalmente fiables cuando se aplican a los problemas de la vida.
5. Un hombre podría esquilar una oveja en diez minutos, pero diez hombres no pueden esquilarla en un minuto.
6. Las matemáticas afirman que diez personas tienen diez veces el valor de una persona. Pero el valor asociativo representa el cuadrado del número de personas implicadas.
7. La cantidad se puede identificar como hecho—la calidad se estima como valor—como experiencia del individuo.
8. Si la ciencia y la religión fueran menos dogmáticas, la filosofía podría unificarlas mejor.
9. Un mejor entendimiento del universo mostraría que está unificado y es amigable.
10. El pensamiento está unificado cuando se reconoce que el hecho cuantitativo y el valor cualitativo tienen una causación común en el Padre paradisíaco, y revelan la meta espiritual de logro de la personalidad.
11. Los tres niveles de materia, morontia y espíritu se unifican en el Supremo.
12. La energía invisible y la materia visible son realidades del universo.
A. AÑO: 23 d.C.
B. LUGAR: En Chipre
C. MOMENTO: En Pafos, hicieron acopio de provisiones para un descanso de varias semanas en las montañas cercanas. En esos días, Ganid enfermó y tenía fiebre alta. Fue durante su convalecencia que Ganid planteó la pregunta sobre si el hombre tiene un tipo de autoconciencia más alta que la de los animales. Esta conversación sobre la mente fue la respuesta a la pregunta del muchacho.
D. REFERENCIAS: (1479.1) 133:7.1 [705]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. La autoconciencia es una realidad—y distingue al hombre de los animales. Coordina la energía impersonal y la mente capaz de concebir al espíritu, y garantiza el otorgamiento del Ajustador del Pensamiento.
2. Las ideas son más un registro de sensaciones—el yo es más que una suma de sensaciones. La unidad de la mente se deriva de la presencia del Ajustador—una parte de la unidad absoluta.
3. Los animales carecen de autoconciencia del tiempo. Su memoria sensitiva no es significativa ni tiene un propósito—carece de interpretación reflexiva.
4. La existencia autoconsciente y la capacidad del hombre de experimentar espiritualmente hacen que el hombre sea un hijo del universo potencial y superviviente.
5. El hombre no es meramente la suma de estados sucesivos de conciencia. La unidad de la mente depende de la presencia de un clasificador y asociador de la conciencia.
6. La mente que consiste únicamente en la conciencia de las sensaciones físicas no podría nunca lograr los niveles espirituales de valores morales ni la unidad esencial para la supervivencia de la personalidad.
7. La mente tiene cualidades supermateriales que no están totalmente limitadas por el tiempo. La mente humana varía no solo debido a la herencia y al entorno, sino también debido a la unificación diferencial que hace el espíritu que mora en el interior.
8. La mente humana sufre el conflicto de la doble lealtad—de servir al bien y al mal. La mente unificada supremamente feliz está dedicada a hacer la voluntad del Padre del cielo.
9. Los conflictos no resueltos destruyen la unidad de la mente. Pero la supervivencia del alma no se fomenta asegurando la paz a toda costa—la rendición de los ideales espirituales.
10. LA SOBERANÍA DIVINA Y HUMANA
A. AÑO: 24 d.C.
B. LUGAR: El lago Urmia, en la región del mar Caspio
C. MOMENTO: En una isla del lago Urmia, Cimboitón mantenía un templo de filosofía y religión. A su regreso de un viaje en caravana, Jesús se detuvo aquí e impartió un ciclo de conferencias.
D. REFERENCIAS: (1486.4) 134:4.1 [706]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. La hermandad de los hombres está basada en la paternidad de un Dios amoroso. El reino espiritual está basado en el hecho de la soberanía divina.
2. La paz entre las religiones depende del reconocimiento de esta soberanía divina. Las persecuciones y la intolerancia surgen de una religión que asume que está por encima de todas las demás.
3. La paz religiosa—la hermandad-surge cuando todas las religiones reconocen por igual la soberanía de Dios.
4. Las guerras religiosas persistirán a no ser que todas las religiones transfieran su soberanía a Dios.
5. La unidad religiosa (no la uniformidad) surge al transferir la autoridad eclesiástica a la soberanía de Dios.
6. El espíritu de Dios, que mora en el interior, hace que todos los hombres sean iguales espiritualmente. Todos somos hermanos.
7. Cuando se pierde de vista la soberanía de Dios, una religión afirmará estar por encima de todas las demás, y pondrá así en peligro la paz en la tierra y la buena voluntad entre los hombres. El resultado neto serán los conflictos religiosos y las guerras.
8. El concepto de igualdad jamás trae la paz, excepto en presencia del reconocimiento mutuo de la supersoberanía de Dios.
9. Las personas religiosas de Urmia vivieron juntos en paz porque habían renunciado a sus ideas de soberanía religiosa—Dios era su soberano.
10. La paz religiosa duradera llegará a Urantia solo cuando todas las religiones renuncien a sus nociones de favores divinos, de "pueblo elegido" y de superioridad en favor de la soberanía de Dios Padre.
A. AÑO: 24 d.C.
B. LUGAR: Urmia
C. MOMENTO: Sinopsis de las conferencias de Urmia que tratan sobre la soberanía política
D. REFERENCIAS: (1487.8) 134:5.1 [707]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Las conversaciones de Jesús sobre la soberanía política son difíciles de presentar debido a los enormes cambios en la vida de las naciones durante mil novecientos años de evolución política.
2. La guerra en Urantia no acabará nunca mientras las naciones se aferren a las nociones ilusorias de soberanía nacional ilimitada.
3. Hay solo dos niveles de soberanía real—el libre albedrío del individuo y la soberanía colectiva de toda la humanidad.
4. A medida que la soberanía espiritual supere todas las lealtades espirituales, así gobernarán los Altísimos en los reinos de los hombres.
5. No hay "pueblo elegido". El gobierno de los Altísimos es para el mayor bien para el mayor número de ellos y durante el mayor tiempo posible.
6. El crecimiento del poder político crea cada vez más problemas en todos los niveles que hay entre el grupo familiar y el gobierno de toda la humanidad.
7. Las guerras menores disminuyen a medida que la soberanía pasa de grupos más pequeños a más grandes. Pero a medida que las naciones se hacen cada vez más grandes, aumenta el peligro de guerras mayores.
8. Unas pocas naciones fuertes y poderosas predisponen a que haya guerras mundiales. Las lealtades de grupo son difíciles de cambiar cuando van de la familia al gobierno de toda la humanidad.
9. La soberanía política se crea en grupos mayores por la cesión de la autodeterminación por parte de grupos más pequeños.
10. La transferencia de soberanía de grupos más pequeños a grupos más grandes progresó hasta el final de la I Guerra Mundial—y luego se produjo un retroceso.
11. Urantia no disfrutará de una paz duradera hasta que las llamadas naciones soberanas cedan su soberanía al gobierno de la humanidad.
12. El internacionalismo—las ”ligas de naciones”—no traerán una paz permanente—disminuirán las guerras menores, pero no las guerras mundiales.
13. No podemos evitar que las naciones poderosas vayan a la guerra mientras estén infectadas del virus engañoso de la soberanía nacional.
14. Una fuerza policial internacional puede evitar guerras menores, pero no evitará conflictos mayores entre grandes potencias militares.
15. El descenso del número de grandes potencias mundiales aumenta la necesidad de un gobierno de toda la humanidad, con el fin de asegurar la paz mundial.
16. La paz final no llegará a Urantia hasta que las llamadas naciones soberanas cedan su poder para hacer la guerra al gobierno de la humanidad.
17. Cuando el gobierno de la humanidad controle las fuerzas de tierra, mar y aire de todo el mundo, entonces la paz en la tierra y la buena voluntad entre los hombres prevalecerá.
18. Los cuarenta y ocho estados de la unión federal americana se citan como ejemplo de organización del gobierno mundial.
19. Alguna vez, de manera similar, las naciones de la tierra cederán su soberanía al gobierno de la hermandad de los hombres.
20. Aparte de la soberanía del gobierno de la humanidad, todas las demás soberanías tienen un valor relativo, un significado intermedio y un estatus de rango inferior.
21. Con el avance de la ciencia, las guerras serán cada vez más suicidas—¿cuánto tiempo llevará acabar con todo en el gobierno de la hermandad de los hombres?
12. LA LEY, LA LIBERTAD Y LA SOBERANÍA
A. AÑO: 24 d.C.
B. LUGAR: Urmia
C. MOMENTO: Información procedente de las conferencias de Urmia
D. REFERENCIAS: (1490.4) 134:6.1 [708]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Puesto que todos los hombres anhelan la libertad, se deben proporcionar leyes y regulaciones para garantizar la libertad mutua—si un hombre es absolutamente libre, otro debe ser absolutamente esclavo.
2. La religión tiene en potencia la hermandad de los hombres, pero requiere la LEY del gobierno de la humanidad para actualizarla.
3. Habrá guerras y rumores de guerras mientras las naciones se aferren a su soberanía injustamente mantenida. (Ejemplo: los grupos que componen el Reino Unido)
4. Las Naciones Unidas pueden evitar pequeñas guerras, pero los conflictos mundiales persistirán hasta que se establezca el gobierno mundial.
5. Una vez más, los 48 estados americanos políglotas se usan como ejemplo de lo factible de un gobierno mundial.
6. No es una cuestión de rearme o desarme—se trata del problema de la ley internacional basada en el gobierno mundial.
7. La guerra es un síntoma, la enfermedad es el virus de la soberanía nacional. Después de todo, las naciones no tienen una soberanía real.
8. Los asuntos locales deberían ser manejados por gobiernos locales; los asuntos nacionales por gobiernos nacionales; los asuntos internacionales por el gobierno mundial.
9. La paz mundial no se puede mantener con tratados, alianzas o mediante equilibrios de poder—solo por la ley mundial.
10. La libertad individual se verá aumentada con el gobierno mundial. Habrá menos tasas, regulaciones, etc.
11. Terminar con la falacia de la autodeterminación facilitará la ley mundial y la paz mundial con un idioma y la esperanza de una religión.
12. La seguridad colectiva nunca traerá paz hasta que la colectividad incluya a toda la humanidad.
13. Solo mediante el gobierno representativo de la humanidad podemos hacer realidad la paz en la tierra y la buena voluntad entre los hombres.
A. AÑO: 2 de marzo del 26 d.C.
B. LUGAR: La sinagoga de Cafarnaúm
C. MOMENTO: Esta fue la primera aparición pública de Jesús tras su bautismo. Fue después de la elección de sus primeros apóstoles y después de las bodas de Caná. Fue durante el tiempo de estancia en Galilea. Fue un intento de conectar su misión venidera con las escrituras hebreas.
D. REFERENCIAS: (1532.3) 137:6.1 [709]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. La mayoría de los sermones de Jesús eran relativamente breves. En este sermón, el texto era más largo que el discurso.
2. Estas escrituras se encuentran en: Isa 66:1-2 [710], 5-8 [711], 12-14 [712]
3. Acabó sus comentarios con una exhortación a:
- Ser pacientes.
- Esperar con él.
- Conocer la voluntad del Padre.
4. Aquella tarde, Jesús llevó a sus apóstoles a dar un paseo en barco, junto con sus hermanos Santiago y Judá. Echaron el ancla lejos de la orilla y Jesús habló con ellos sobre el reino venidero.
5. Les dijo que siguieran con sus tareas regulares hasta que "llegue la hora del reino". Y se puso como ejemplo volviendo a trabajar al taller de embarcaciones.
6. Dispuso tres horas de estudio y debate todas las noches y les amonestó que se mantuvieran en silencio sobre el reino.
7. Jesús les dijo que el reino era un asunto de "cambios en el corazón" y que no vendría con ruido y glamur.
8. Si bien prometió gran alegría al servir al reino, avisó de que habría problemas, confusión y frustraciones.
9. Les dijo que la gente exigiría que se obraran milagros y que serían lentos en reconocer la revelación del amor de su Padre como las credenciales de su misión.
10. Esa noche, junto al agua, Jesús rezó una de sus primeras oraciones en público. Fue breve y tenía que ver con su unidad—a pesar de las dudas de los otros.
A. AÑO: 22 de junio del 26 d.C.
B. LUGAR: La sinagoga de Cafarnaúm
C. MOMENTO: Este fue su segundo dicurso en la sinagoga—y en teoría su primer sermón. Lo di justo antes del comienzo de su primera gira de predicación.
D. REFERENCIAS: (1535.7) 137:8.1 [713]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Durante el tiempo de espera en Galilea, Jesús enseñó a sus compañeros sobre la actitud que tomar ante las diferentes religiones y partidos políticos. Dijo: “Procuramos ganarlos a todos ellos, pero no pertenecemos a ninguno de ellos.”
2. El texto de este sermón se encuentra en Isa 33:22 [714]; Salmos 103:4 [715]
3. Después de leer los textos, Jesús dijo: “He venido para proclamar el establecimiento del reino del Padre.”
4. Dios no hace acepción de personas y, por lo tanto, el reino está abierto a TODOS.
5. El espíritu del Padre, combinado con el espíritu de Jesús, nos sitúa en el reino del entendimiento espiritual y de la rectitud divina.
6. Dijo Jesús: “Mi reino no es de este mundo.” De este modo, desautorizó muy pronto toda asociación con fuerzas políticas y eclesiásticas.
7. Entramos en el reino mediante decisiones morales y victorias espirituales. Ganamos alegría, rectitud y vida eterna.
8. La fe que gana la admisión al reino es como la dependencia confiada de un niño pequeño. Si entramos en el reino ganamos todo lo demás que es necesario.
9. Avisó contra los falsos conceptos de un reino visible y material. Definió el reino como "rectitud, paz y gozo en el Espíritu Santo.”
10. Como Juan bautizó para el arrepentimiento, al entrar en el reino estamos bautizados con el Espíritu.
11. Si queremos ser grandes en el reino, debemos convertirnos en siervos de todos. Y su vida fue un ejemplo de esa dedicación.
12. Comparó el reino con una semilla en crecimiento—hay un intervalo entre la siembra y la cosecha de rectitud y salvación.
13. El reino no es un reino de poder y abundancia—de comida y bebida. Tiene que ver con la perfección de servicio al hacer la voluntad del Padre.
14. Predicó la buena nueva del reino—descanso divino, progreso espiritual y vida eterna.
15. El reino es un dominio sempiterno—no tiene que ver con los conflictos políticos. Sus ciudadanos ascienden hacia el Padre del Paraíso.
16. Dijo Jesús: “no he venido a llamar a los que van a ser justos sino a los pecadores y a los que están hambrientos y sedientos de la rectitud de perfección divina.”
17. Jesús proclamó que la fe es el precio de entrada al reino. Si creemos que el Dios infinito nos ama, estamos en el reino.
15. EL SERMÓN DE LA ORDENACIÓN
A. AÑO: Domingo 12 de enero del 27 d.C.
B. LUGAR: Tierras altas al norte de Cafarnaúm
C. MOMENTO: Este fue el sermón de la ordenación, impartido a los doce justo después de su ordenación formal.
D. REFERENCIAS: (1570.2) 140:3.1 [716] (Mat 5,6,7 [717]; Lucas 6:20-49) [718]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Dejemos una cosa clara: El Sermón de la Montaña es el sermón de la ordenación. Es el credo de los doce apóstoles—no el evangelio del reino.
2. Se dirigió a los doce como "embajadores del reino de mi Padre”—como “una clase separada y distinta de todos los otros hombres de la tierra.”
3. Los llamó “ciudadanos esclarecidos de otro país, un país celestial entre las criaturas ignorantes de este mundo en tinieblas.”
4. Les dijo que no deberían vivir como hasta entonces, sino “como los que han probado la gloria de una vida mejor y han sido enviados de vuelta a la tierra como embajadores del Soberano de ese mundo nuevo y mejor.”
5. Dijo Jesús: “Más se espera del maestro que del alumno.” A los ciudadanos del reino celestial se les exige más que a los ciudadanos terrenales.
6. Jesús advirtió a sus apóstoles que algunas partes de su puesto como ordenados podrían parecer duras, pero dichos mandatos estaban justificados por el hecho de que estaban bajo la obligación de reflejar sus ideales de la vida mortal.
7. El punto esencial de su carga era: os envío a—
- Proclamar la libertad a los cautivos espirituales.
- Proclamar la felicidad a los que están encadenados por el temor.
- Curar a los enfermos.
8. Jesús resumió la filosofía religiosa de los doce embajadores apostólicos del reino celestial en las diez bienaventuranzas, a las que nos referimos habitualmente como el Sermón de la Montaña.
9. Las bienaventuranzas:
- Bienaventurados los pobres de espíritu, los humildes, porque de ellos serán los tesoros del reino del cielo.
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de rectitud, porque ellos serán saciados.
- Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
- Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Después de darles las bienaventuranzas, dijo: “...hablad a mis hijos estas otras palabras de consuelo y promesa espiritual”, y añadió seis admoniciones más.
- Bienaventurados los que están de luto, porque ellos serán consolados.
- Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán el espíritu del regocijo.
- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia.
- Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
- Bienaventurados los que son perseguidos por causa de su rectitud, porque de ellos es el reino del cielo.
- Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros falsamente. Alegraos y gozaos porque grande será vuestro galardón en los cielos.
10. Entonces Jesús dijo: “vosotros sois la sal de la tierra.” Luego les recordó la inutilidad de la sal que ha perdido su sabor.
11. Después dijo: “Vosotros sois la luz del mundo.” A continuación siguió la lección sobre la “ciudad asentada sobre un monte” y la “luz que se pone debajo de un almud.”
12. Luego sigue una de sus más grandes admoniciones: “Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y los guíe a glorificar a vuestro Padre que está en los cielos.”
13. Dijo Jesús: “Os envío al mundo para que me representéis y actuéis como embajadores del reino de mi Padre.” Y luego les amonestó:
- Id a proclamar la buena nueva.
- Poned vuestra confianza en el Padre celestial.
- No resistáis las injusticias por la fuerza.
- No coloquéis vuestra confianza en el poder de la carne.
- Si vuestro prójimo os golpea en la mejilla derecha, ponedle también la otra.
- Sufrid una injusticia antes que poner pleito entre vosotros.
- Ministrad a todos los desconsolados y a los necesitados.
- Amad a vuestros enemigos.
- Haced bien a los que os odian.
- Bendecid a los que os maldicen.
- Orad por los que os ultrajan.
14. Y al resumir estas admoniciiones, Jesús dijo: “Y todo lo que vosotros creáis que haría yo para los hombres, hacedlo vosotros.” Esta es la super regla de oro de los apóstoles, en contraposición a la de los discípulos.
15. Después, les habla sobre el sol y la lluvia que cae sobre justos e injustos y les exhorta a mostrar la misericordia de Dios.
16. Entonces establece la meta de la ascensión al Paraíso—”...en el eterno futuro del reino seréis perfectos, así como vuestro Padre celeste es perfecto.”
17. Iban a salvar a los hombres—no a juzgarlos. Luego viene el aviso sobre ver la mota en el ojo de un hermano y no ver la viga en el propio.
18. Les amonestó: “Discernid claramente la verdad; vivid sin temor la vida recta.”
19. Después, habla sobre la insensatez de que un ciego guíe a otro ciego, y les recuerda que los asuntos del reino requieren juicio justo y sabiduría sagaz.
20. Luego viene el dicho sabio: “No presentéis lo que es santo a los perros, ni os hagáis culpables de echar vuestras perlas delante de los cerdos...”
21. Les advirtió de los falsos profetas que vienen con piel de cordero. “Por sus frutos los conoceréis.”
22. El motivo determina la entrada en el reino de los cielos; Dios mira las intenciones sinceras del corazón.
23. Jesús concluye esta ceremonia de ordenación haciendo referencia al gran día del juicio—y la separación de las ovejas leales de las cabras hipócritas.
24. Los apóstoles no habían oído nunca antes a Jesús hablar de este modo, pues les habló como aquel "que tiene autoridad suprema".
A. AÑO: 12 de enero del 27 d.C.
B. LUGAR: La casa de Zebedeo en Betsaida
C. MOMENTO: Esta es la conversación con los doce durante la noche del día de su ordenación. Después de la cena, Jesús caminó por la playa y los apóstoles hablaron entre ellos. Después de que los gemelos hicieran una hoguera en el jardín, Andrés salió a buscar a Jesús. Al encontrarlo, dijo: “Maestro, mis hermanos no alcanzan a comprender lo que tú has dicho sobre el reino.”
D. REFERENCIAS: (1576.1) 140:6.1 [719]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Dijo Jesús: “Encontráis difícil recibir mi mensaje porque queréis construir las nuevas enseñanzas directamente sobre las viejas...vosotros debéis renacer. Debéis comenzar nuevamente como niñitos...”
2. Dijo que tenían ideas erróneas sobre muchas cosas, pero que no debían pensar que había venido para destruir la ley y a los profetas—había venido a completar.
3. Dijo que su rectitud debía consistir en amor, misericordia y verdad, y dijo que los nuevos mandamientos deberían grabarse en sus corazones.
4. En respuesta a la pregunta de Pedro acerca de los nuevos mandamientos, Jesús trató sobre la motivación del pecado—de la ira y la venganza en relación a "no matarás".
5. Respecto al séptimo mandamiento, se refirió a mirar a “una mujer con intento de lujuria.” Dijo que Dios juzgar por los deseos reales del corazón.
6. En este punto, Santiago Zebedeo trajo a colación la cuestión del divorcio. Jesús dijo: “No he venido para legislar sino para esclarecer...No he venido para reformar los reinos de este mundo sino más bien para establecer el reino del cielo.” No estaba para regular el gobierno, el comercio o la conducta social.
7. Jesús dijo que su misión era solamente:
- Consolar la mente.
- Liberar el espíritu.
- Salvar almas.
8. Jesús dijo que la actitud hacia el divorcio en tiempos de Moisés era diferente a las prácticas de los días del Jardín del Edén.
9. Jesús trató a continuación sobre los dos puntos de vista de la conducta de los mortales—el humano y el divino—la carne y el espíritu—el tiempo y la eternidad.
10. Erraron en que interpretaron literalmente su mensaje. Perdieron de vista el espíritu.
11. Dijo a los doce que no esperaran que todos los creyentes vivieran según el estándar que se había establecido para ellos.
12. Luego les dijo que debía proporcionar un modelo de vida no solo para este mundo sino también para los otros rebaños.
13. Natanael preguntó por la justicia—ojo por ojo, etc. Dijo Jesús: “Vosotros devolveréis el bien por el mal. Mis mensajeros no deben luchar con los hombres, sino tratarlos con dulzura...la misericordia determinará siempre vuestro juicio y el amor, vuestra conducta.”
14. Jesús les dijo que, si encontraban demasiado duros los requisitos del apostolado, podían revertirlos al discipulado, pero Pedro anunció que continuarían como apóstoles.
15. Entonces dijo Jesús (en sustancia); si sois apóstoles, entonces—
- Tomad vuestras responsabilidades y seguidme.
- Haced vuestras buenas obras en secreto.
- Al dar limosna, que vuestra mano izquierda no sepa lo que hace vuestra mano derecha.
- Cuando oréis, hacedlo a solas y sin usar repeticiones vanas.
- Recordad que Dios sabe lo que necesitáis antes de que lo pidáis.
- Evitad ayunar con semblante triste.
- No almacenéis los tesoros de la tierra, pues donde vuestros tesoros están, estará también vuestro corazón.
16. Luego Tomás preguntó si iban a continuar teniéndolo todo en común. Jesús respondió diciendo que iban a continuar como una familia comprensiva que no tiene más que un señor, sin ansiedad respecto a las necesidades temporales.
17. Ahí fue cuando dijo: “Buscad primero el reino de Dios, y cuando hayáis hallado la puerta de entrada, todas las cosas necesarias os serán dadas. No os pongáis pues ansiosos por el mañana. Basta a cada día su propio afán."
18. Jesús les dijo que era la hora de retirarse, pero Pedro insistió en tener una charla privada con su Maestro. Y luego todos los demás (excepto los gemelos) siguieron el ejemplo de Pedro. Cuando Andrés preguntó si deberían despertar a los gemelos que dormían, Jesús dijo: “Hacen bien —no los molestes.”
19. Y cuando estas sesiones personales terminaron, la noche había pasado; “despuntaba la luz de un nuevo día.”
A. AÑO: 27 d.C.
B. LUGAR: Tarde de enseñanza a orillas del lago de Galilea.
C. MOMENTO: Este dircurso ocurrió la semana siguiente a la ordenación. Se habían implicado en varios días de estudio intensivo seguidos por unos días de descanso—de pesca y de visita. Jesús les había estado diciendo que su misión era revelar al Padre y hacer a los hombres conscientes por la fe de la filiación divina.
Durante esta semana, Pedro anunció: “Estamos listos; salgamos ahora a conquistar el reino.” Jesús respondió: “Que vuestra sabiduría iguale vuestro celo y vuestro coraje compense vuestra ignorancia.”
Durante una tarde, Jesús se llevó en barco a Pedro, Santiago y Juan para conversar privadamente sobre los asuntos del reino.
D. REFERENCIAS: (1579.3) 140:8.1 [720]
E. IDEAS PRINCIPALES:
Esta conferencia se basa en cinco puntos principales:
- Hacer la voluntad del Padre.
- Actitud política.
- Actitud social.
- Actitud económica.
- Religión personal.
1. Hacer la voluntad del Padre
- La confianza de Jesús en el cuidado del Padre celestial no era un fatalismo ciego y pasivo. Citó con aprobación: «El que no trabaja no come».
- Sus preceptos sobre la confianza en Dios no deben juzgarse sobre la base de las condiciones sociales o económicas de los tiempos modernos ni de ninguna otra época ni mundo.
- Aclaró a los tres la diferencia entre las exigencias del apostolado y las del discipulado. No prohibió a los doce el ejercicio de la prudencia y de la previsión.
- No predicó contra la previsión sino contra la ansiedad, la preocupación. Enseñaba la sumisión activa y alerta a la voluntad de Dios.
- En respuesta a preguntas sobre la frugalidad y la economía, les llamó sencillamente la atención sobre su propia vida como carpintero, fabricante de barcas y pescador.
- No iban a considerar el mundo como un enemigo-las circunstancias de la vida trabajan con los hijos de Dios.
- Era difícil para él explicar su práctica personal de no resistencia—el rechazo a combatir el mal, las injusticias o los daños. Pero no enseñó la tolerancia pasiva al delito.
- Los gobiernos civiles tienen el derecho de emplear la fuerza para mantener el orden social y para castigar a los malhechores y criminales.
- Advirtió contra las represalias—la venganza—desquitarse. Deploraba albergar resentimiento. Asignó la administración de la justicia al gobierno civil y al juicio de Dios.
- Resumió su instrucción sobre estos asuntos como:
Amad a vuestros enemigos —recordad las exigencias morales de la hermandad.
No cometáis el error de luchar contra el mal con sus propias armas.
Tened fe —confianza en el triunfo final de la justicia divina y de la bondad eterna.
2. Actitud política
- Advirtió contra la implicación en las relaciones entre el pueblo judío y el gobierno romano—evitar intromisiones en la política. “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.” (Mat 22:21) [721]
- No se desviaría de su misión de establecer un “nuevo camino de salvación”. Pero cumplía todas las leyes civiles.
- En sus enseñanzas, se ocupaba de la vida espiritual personal del hombre. Ignoró los ámbitos cívicos, sociales y económicos.
- Jesús no era un reformador político, pero sí mostró a los hombres la mejor manera de vivir. No identifiquen sus enseñanzas con ninguna teoría política, social o económica—con ningún sistema industrial.
3. Actitud social
- Al responder la pregunta “quién es mi projimo”, Jesús expandió el concepto hasta incluir al mundo entero.
- Jesús no era sociólogo. Estaba interesado en el individuo—no en la masa.
- Sí enseñó misericordia, simpatía y compasión-estas cualidades eran su misma naturaleza.
4. Actitud económica
- Jesús no era un reformador económico. Trabajó, vivió y comerció en el mundo tal como lo encontró. Pero llamó frecuentemente la atención sobre la injusticia de la distribución desigual de la riqueza.
- No ofreció ninguna solución para las injusticias económicas. Si bien los doce no tenían propiedades, dejó claro que estas restricciones no tenían que aplicarse a los demás. No predicó contra la riqueza-solo contra el abuso.
- Lucas interpretó las enseñanzas de Jesús según sus propias ideas de igualdad social. Jesús nunca dirigió a sus seguidores a que adoptaran un modo comunal de vida.
5. Religión personal
- Podemos comprender mejor las enseñanzas de Jesús a través de su vida. La manera en que vivió revela mejor el carácter divino y la personalidad amorosa de su Padre paradisíaco.
- Jesús no atacó las enseñanzas de los profetas hebreos o de los moralistas griegos. Más bien presentó una verdad adicional—”la conformidad voluntaria de la voluntad del hombre a la voluntad de Dios.”
- Las enseñanzas de Jesús se han pervertido—él no quería producir hombres meramente religiosos, sino hombres completos que pudieran actuar como él actuaba para bien de los hombres y gloria de Dios.
- Hemos tenido ideas equivocadas sobre la mansedumbre y humildad del Maestro. Su vida fue de un sublime autorrespeto. Le daba un gran valor a la sinceridad—a un corazón puro.
- La fidelidad y el valor estaban en el corazón de sus enseñanzas. “No temáis” era su lema. La resistencia era el ideal de su carácter.
- Sus enseñanzas constituían una religión de valor, valentía y heroísmo, y sus apóstoles eran pescadores toscos, viriles y varoniles.
- Jesús tenía poco que decir sobre el vicio y la delincuencia. Era un instructor de virtud positiva—evitaba los métodos negativos.
Rechazaba dar publicidad al mal—no era un reformador.
- Sus primeras denuncias estaban dirigidas contra el orgullo, la crueldad, la opresión y la hipocresía.
A. AÑO: Abril del 27 d.C.
B. LUGAR: Durante la Pascua en Jerusalén
C. MOMENTO: Los apóstoles habían escuchado a Jesús hablar sobre la ira de Dios con un comerciante judío adinerado de Creta. A este hombre, Jacobo, lo había traído Andrés para que viera a Jesús. Después de esta conversación (vean El libro de Urantia, (1597.1) 142:2.1) [414], los apóstoles plantearon muchas preguntas que dieron lugar a este discurso sobre el “concepto de Dios.”
D. REFERENCIAS: (1598.2) 142:3.1 [722]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Después de reprochar suavemente a los apóstoles por su ignorancia acerca de la evolución del concepto de Dios entre el pueblo judío, Jesús llamó la atención sobre las siguientes fases del crecimiento de la idea de Dios.
- Yahvé—dios de los clanes del Sinaí—proclamado por Moisés-el Señor Dios de Israel.
- El Altísimo—proclamado por Melquisedek a Abraham.
- El Shaddai—el concepto egipcio del Dios del cielo.
- Elohim—el concepto de trinidad de la Deidad derivado de los tiempos de Adán.
- Yahvé Supremo—el concepto ampliado de Deidad de Isaías.
- El Padre del cielo—el concepto nuevo y completo del Padre paradisíaco.
2. Los apóstoles estaban muy anonadados por este relato del crecimiento del concepto de Dios en la mente judía. Estaban tan confundidos que no hicieron preguntas.
3. Jesús continuó llamando la atención sobre la narración de los días de Samuel en la que Dios tentó a David para contar a la gente, y más tarde en las Escrituras se decía que fue Satanás el que tentó a David. (Vean 2 Sam 24:1 [723]; 1 Crónicas 21:1) [724]
4. A continuación, Jesús llamó la atención sobre las dos versiones de los diez mandamientos—una aparece en Ex 34:14-27 [725] y la otra en Ex 20:2-17 [726] Dijo que la versión de Moisés era la más digna y aceptable.
5. Después señaló que la razón de observar el sábado en la primera ley era liberarse del yugo egipcio. En la versión de Moisés, era la de descansar el séptimo día después de crear el mundo.
6. Y luego señaló que Isaías había exaltado estas leyes—mandamientos negativos—en la gran ley positiva dual—amor supremo a Dios y amar al vecino como a uno mismo—el deber completo del hombre.
19. EL DISCURSO SOBRE LA CERTIDUMBRE
A. AÑO: 27 d.C.
B. LUGAR: El templo—durante la semana de la Pascua
C. MOMENTO: Este sermón se dio en respuesta a la pregunta planteada por un hombre de Damasco: “...cómo sabremos con certidumbre que tú has sido enviado por Dios...”
D. REFERENCIAS: (1601.1) 142:5.1 [727]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús dijo que sus enseñanzas deberían juzgarse por sus frutos. Si mi mensaje es genuino, el espíritu lo confirmará en vuestro corazón.
2. Respecto a la certidumbre de que el Padre celestial nos acepte, Jesús se refirió a la seguridad que un niño tiene del afecto de un padre humano digno y bondadoso. Esos padres no torturan a sus hijos con ansiedad o temores de incertidumbre.
3. Si recibís a Dios como vuestro padre, podéis conocer que sois sus hijos. Si creéis en mí—creéis en Dios—y vuestra ciudadanía celestial está asegurada.
4. Si hacéis la voluntad del Padre del cielo, no fracasaréis en lograr la vida eterna en el reino.
5. El Espíritu Supremo será testigo con vuestro espíritu de que sois realmente hijos de Dios—de que habéis nacido del espíritu.
6. Y esta es la victoria que supera toda incertidumbre, incluso vuestra fe.
7. Y luego citó al profeta Isaías: “cuando el espíritu se derrame sobre nosotros desde lo alto, entonces la labor de la rectitud significará paz, reposo, y seguridad para siempre.”
(Isa 32:15-17) [728]8. Y para todos los que creen en este evangelio, soy la seguridad de que serán recibidos en el reino de mi Padre.
9. Los que creéis en este evangelio sois los hijos de Dios—tenéis la vida eterna. Y la prueba de todo ello es el hecho de que os amáis los unos a los otros.
A. AÑO: 27 d.C.
B. LUGAR: Betania
C. MOMENTO: El miércoles después de una ajetreada semana de Pascua en Jerusalén, Jesús y los doce estaban descansando en Betania. Este debate ocupó la tarde y la noche, y se dio en respuesta a una serie de preguntas planteadas por Tomás.
D. REFERENCIAS: (1603.2) 142:7.1 [729]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Tomás planteó las siguientes preguntas e introdujo sus observaciones en referencia al sermón de la ordenación, en el cual Jesús les instruyó respecto a muchas características de su vida personal:
- ¿Qué le enseñaremos a la multitud?
- ¿Cómo debe vivir la gente después de que el reino llegue más plenamente?
- ¿Deberán tus discípulos poseer esclavos?
- ¿Cortejarán tus creyentes la pobreza y rechazarán la propiedad privada?
- ¿Reinará la misericordia por sí sola de modo tal que ya no habrá ley ni justicia?
2. Jesús estaba viviendo una vida única en la tierra y se requería que los doce compartieran muchas de las restricciones y obligaciones de su experiencia de otorgamiento.
3. Jesús podía ver simultáneamente dentro del corazón mismo de Dios y de las profundidades del alma del hombre.
4. El reino es una experiencia evolutiva—que se extiende de Urantia al Paraíso. (Al respecto, dio a entender que algún día volvería a este mundo.)
5. Dijo que la idea del reino no era la mejor manera de ilustrar la relación del hombre con Dios, pero que Juan había presentado su misión en esos términos.
6. Jesús dijo que la idea de familia era el mejor concepto-la paternidad de Dios y la hermandad de los hombres.
7. Trató con cierta extensión los diferentes aspectos de las relaciones familiares y del afecto mutuo.
8. Explicó que el afecto fraternal real llevaría siempre al servicio social desinteresado y amoroso.
9. Luego, Jesús conversó sobre la base de la vida familiar. Propuso siete elementos fundamentales:
- El hecho de la existencia.
- La seguridad y el placer.
- La educación y la capacitación.
- La disciplina y el establecimiento de limitaciones.
- La camaradería y la lealtad.
- El amor y la misericordia.
- Las disposiciones para el futuro.
10. Después de horas de conversación, Jesús expilcó que estaba experimentando la plenitud de la relación de filiación con su Padre, y que esto abría un nuevo camino para que todos los demás encontraran al Padre—para ser perfectos, así como el Padre es perfecto.
11. Pero Tomás le planteó aún otra pregunta, diciendo que el Padre no siempre nos trata con amabilidad. Muchas veces sufrimos y nuestras oraciones no siempre tienen respuesta.
12. Jesús replicó: Tomás, ¿cuánto tiempo pasará hasta que adquieras la habilidad de escuchar con el oído del espíritu? El Padre es espiritual y el reino es espiritual. Se supone que sois sus hijos espirituales.
13. ¿No podéis separar las realidades espirituales de los aspectos materiales de los problemas sociales, económicos y políticos de nuestro tiempo?
14. Dejad de aplicar las enseñanzas espirituales del reino a los asuntos sórdidos de la esclavitud, la pobreza, las casas, las tierras y los problemas de equidad y justicia humanas.
15. Estos asuntos temporales son la preocupación de los hombres de este mundo. Vosotros sois los embajadores de un reino espiritual.
16. ¿No puedo dirigirme a vosotros como adultos del reino del espíritu? ¿Debo hablar con vosotros solo como si fuérais niños? ¿No vais a crecer nunca?
17. Para concluir, dijo: “Sin embargo, os amo y os tendré paciencia hasta el fin de nuestra asociación en la carne. Y aun entonces mi espíritu os precederá en el mundo.”
A. AÑO: Agosto del 27 d.C.
B. LUGAR: Una de las ciudades griegas—Arquelais o Fasaelis.
C. MOMENTO: Al predicar en estas ciudades, encontraron muchas objeciones por parte de los ciudadanos griegos y romanos. Dijo Felipe: “Maestro, estos griegos y romanos toman nuestro mensaje con cierta ligereza, pues dicen que estas enseñanzas son sólo adecuadas para los débiles y los esclavos...Afirman que queremos convertir a los hombres en seres debilitados, pasivos y sin resistencia que muy pronto desaparecerían de la superficie de la tierra. A ti te aprecian, Maestro, y admiten libremente que tus enseñanzas son celestiales e ideales, pero a nosotros no nos toman en serio. ...Ahora bien, Maestro, ¿qué hemos de decir a estos gentiles?”
Cuando Jesús hubo escuchado objeciones similares presentadas por los demás apóstoles, ofreció esta defensa del evangelio.
D. REFERENCIAS: (1607.3) 143:1.1 [730]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús declaró: “He venido a este mundo para hacer la voluntad de mi Padre y para revelar su carácter amante a toda la humanidad. Esta...es mi misión. Y ésta es la única cosa que haré, aunque...”
2. Jesús dijo que el amor divino conlleva disciplinas severas. El amor de un padre obliga a restringir los actos en el universo de su descendencia irreflexiva. El hijo quizá no comprenda siempre los motivos de amor del padre.
3. Truth is a liberating revelation, but love is the supreme relationship. Notwithstanding man’s blunders, Jesus’ gospel will someday rule this world.
4. La meta del progreso humano es: reconocer la paternidad de Dios y la hermandad del hombre.
5. Con considerable emoción, Jesús preguntó:
¿Quién os dijo que mi evangelio sólo es para esclavos y débiles?
¿Vosotros, mis apóstoles elegidos, sois débiles?
¿Parecía débil Juan?
¿Estoy esclavizado por el temor?
6. Es verdad que predicamos el evangelio a los pobres y a los oprimidos de esta generación, tanto tiempo descuidados, pues Dios no hace acepción de personas. Los pobres han sido los primeros en aceptar la filiación con Dios.
7. Este evangeliio es para todos los hombres—judíos y gentiles, griegos y romanos.
8. Solo porque Dios se complace en ser misericordioso, el servicio del reino no será fácil y monótono. La ascensión al Paraíso es la aventura suprema del tiempo—el duro logro de la eternidad.
9. El servicio del reino requiere virilidad valerosa. Muchos de vosotros moriréis, no en el éxtasis de la batalla sino por el amor de una verdad albergada en vuestro corazón.
10. Quizá se burlen de vosotros por predicar un evangeliio de no resistencia, pero sois los primeros de una larga línea de creyentes que asombrarán a la humanidad mostrando su devoción, valentía y audacia heroicas al proclamar la buena nueva.
11. La valentía de la carne es el tipo de valentía más bajo. La valentía de la mente es mejor, pero el tipo más alto de valentía es la lealtad inquebrantable a las convicciones esclarecidas de las realidades profundas del espíritu.
12. Este tipo de valentía constituye el heroísmo de los hombres que conocen a Dios.
22. LA LECCIÓN SOBRE EL AUTODOMINIO
A. AÑO: Agosto del 27 27
B. LUGAR: Las ciudades griegas
C. MOMENTO: Durante su estancia en las ciudades griegas, una noche Andrés preguntó a Jesús: “Maestro, ¿hemos de practicar la abnegación, tal como nos enseñara Juan, o hemos de tratar de adquirir el autocontrol que tú nos enseñas?”
D. REFERENCIAS: (1609.2) 143:2.1 [731]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Debería recordarse que Jesús era un espécimen perfeccionado de autocontrol humano. Cuando fue amenazado o injuriado, nunca denunció a sus enemigos.
2. Juan enseñó una religión de introspección y abnegación. Jesús presentó una religión de autoolvido y autocontrol. El que se gobierna a sí mismo es más grande que el que conquista una ciudad (vean Prov 16:32). [732]
3. El autodominio es la medida de la naturaleza moral y del desarrollo espiritual del hombre. Bajo el viejo orden, ayunábais y orábais; bajo el nuevo, creéis y os regocijáis.
4. Habéis de convertiros en nuevas criaturas—lo viejo ha de perecer. Vuestro amor mutuo convencerá al mundo de que habéis pasado de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida eterna.
5. En el viejo orden, suprimís, obedecéis y os conformáis. En el nuevo, os transformáis espiritualmente para llevar a cabo con alegría la voluntad perfecta de Dios.
6. Nunca olvidéis que es vuestra fe personal en las extraordinariamente grandes y preciosas promesas de Dios, la que os asegura que participaréis de la naturaleza divina.
7. El espíritu que mora en nuestro interior nos dota de la libertad del autodominio en lugar de la vieja ley del miedo y la autoesclavitud—las cadenas de la abnegación.
8. Culpamos al maligno de mucho de lo que procede de nuestras propias tendencias animales. Citó a Jer 17:9 [733]; “el corazón humano es engañoso por sobre todas las cosas, y a veces, aun desesperadamente perverso.” Este autoengaño lleva a las lágrimas, a los deseos acuciantes, a la malicia, a la envidia y al odio vengativo.
9. La salvación se obtiene al nacer del espíritu—no mediante las obras de la carne. Estáis justificados por la fe y hermanados por la gracia.
10. Pero el hombre nacido del espíritu es siempre dueño de su yo. La fe salvadora produce una paz real con Dios—y un estatus en avance en el servicio divino.
11. Es un privilegio, más que un deber, limpiarnos de todo mal de la mente y del cuerpo mientras buscamos la perfección en el amor divino.
12. Nuestra filiación está basada en la fe y nace de la confianza. Estáis impasibles ante el temor y libres de dudas. Es la bondad de Dios la que lleva al verdadero arrepentimiento. (Vean Rom 2:4) [734]
13. El secreto del autodominio es vuestra fe en el espíritu que mora en el interior. Pero incluso esta fe es regalo de Dios. De este modo, ya no sois esclavos sino hijos liberados de Dios.
14. Si nacéis del espíritu, estáis libres de las cadenas de la abnegación y del cuidado vigilante de la carne, mientras mostráis en vuestra vida los frutos del espíritu—el tipo más alto de autocontrol que se disfruta y que ennoblece.
15. Y todo esto es la esencia de las alturas del logro mortal terrestre—el verdadero autodominio.
A. AÑO: 27 d.C.
B. LUGAR: En Samaria, en el puente de Jacob, cerca de la aldea de Sicar.
C. MOMENTO: Fue sobre las seis en punto de esa tarde de verano en la que el cansado Jesús se sentó junto al pozo de Jacob. Los doce habían ido a Sicar a conseguir comida y tiendas, pues tenían la intención de estar un tiempo por los alrededores.
D. REFERENCIAS: (1612.4) 143:5.1 [735] (Juan 4:4-42) [736]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. El agua del pozo de Jacob era mejor para beber que la de los pozos de Sicar. Nalda, una mujer samaritana de Sicar, salió a sacar agua y encontró a Jesús sentado junto al pozo. Jesúd le dijo: “Dame de beber...”
2. Nalda se sorprendió de que un hombre judío le hablara de ese modo y, malinterpretando su intención, comenzó a flirtear.
3. Jesús dijo a Nalda: “En verdad te he pedido de beber, pero si tú pudieras comprender, me pedirías a mí que te diera de beber el agua viva.” “...el que beba del agua del espíritu vivo no volverá a tener sed nunca más.”
4. Entonces dijo Nalda: “Dame de esa agua para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.”
5. Cuando Nalda contempló la expresión de Jesús, se dio cuenta de que había confundido su cordialidad como familiaridad.
6. Jesús devolvió a Nalda a sus cabales cuando, mirándola a los ojos, le ordenó: “Vete mujer, llama a tu marido y vuelve acá.”
7. La asustada mujer, en su confusión, replicó: “Pero Señor, ...no tengo marido.” Entonces Jesús reveló que sabía todo de su relación con varios hombres, y añadió: “Mejor sería que dejaras de jugar con mis palabras y buscaras el agua viva que te he ofrecido en este día.”
8. Para entonces, Nalda estaba seria y avergonzada, y dijo: “Señor mío, me arrepiento de la forma en que te hablé, porque percibo que eres un hombre santo o tal vez un profeta.”
9. Entonces ella utilizó el recurso común de intentar esquivar el tema directo de la salvación personal llevando la conversación a la teología y la filosofía—si se debería adorar en el Monte Gerizim o en Jerusalén.
10. Jesús percibió el ardid de la mujer, pero también sabía que en su corazón tenía sed del agua de vida. Por lo tanto, le dijo pacientemente que pronto vendrá el día en el cual no adoraréis al Padre ni en este monte ni en Jerusalén.
11. Después de formular la filosofía de adoración de judíos y gentiles, Jesús dijo: “...la hora está por venir —ya está aquí— en que todos los que adoren sinceramente, adorarán al Padre en el espíritu y en la verdad...Dios es espíritu, y los que lo adoran, deben adorarlo en espíritu y en verdad.”
12. Y luego añadió: “Tu salvación nace...de recibir en tu corazón esa agua viva que aun en este momento te ofrezco.”
13. Nalda hizo un esfuerzo más por evitar la respuesta personal hablando de Juan Bautista y sus pronunciamientos relacionados con la llegada del Libertador. Y en respuesta a esto, Jesús hizo el asombroso anuncio: “Yo que te estoy hablando, soy él.”
14. Nalda corrió hacia Sicar, y poco después regresó con una gran multitud. Los apóstoles pensaron que Jesús debía comer antes de hablar a la multitud, pero como estaba anocheciendo insistió en dirigirse a ellos justo entonces, diciendo: “Mi alimento es hacer la voluntad de Aquel que me ha enviado y llevar a cabo su obra.”
15. Señalando a las gentes de Sicar, Jesús dijo: “...los campos ya blanquean para la cosecha...uno es el sembrador y otro el segador...otros han trabajado, y vosotros ahora estáis a punto de uniros con su trabajo.” Aquí se estaba refiriendo a la predicación de Juan Bautista.
24. EL DISCURSO SOBRE LA ORACIÓN
A. AÑO: Septiembre del 27 d.C.
B. LUGAR: En el campamento de Gilboa. (la mayor parte de este mes se pasó respondiendo al ruego de los apóstoles—”Maestro, enséñanos a orar.”)
C. MOMENTO: Juan había enseñado oraciones a sus seguidores, y los seguidores de Jesús estaban deseosos de que les enseñara oraciones establecidas. Finalmente, en respuesta a la petición de Tomás, Jesús comenzó estas conversaciones sobre la oración.
D. REFERENCIAS: (1621.11) 144:2.1 [737] (Lucas 11:1-13) [738]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. La oración de Juan: “¡Oh Padre, límpianos del pecado, muéstranos tu gloria, revélanos tu amor, y deja que tu espíritu santifique nuestro corazón para siempre jamás, amén!”
2. Dijo Jesús: “La oración es una expresión enteramente personal y espontánea de la actitud del alma hacia el espíritu; el rezo debe ser la comunión de la filiación y la expresión de la hermandad.”
3. Respecto a la oración, Jesús enseñó:
La oración dictada por el espíritu conduce al progreso espiritual cooperativo.
Es una forma de comunión espiritual que conduce a la adoración.
Va en pos de los cielos para alcanzar vuestros ideales.
La oración es el aliento del alma.
4. Luego contó la historia de pedir prestado pan al vecino que se había ido a la cama. Usó esta historia para enseñar la perseverancia en la oración. (Vean Lucas 11:5-10 [739])
5. Y después añadió:
Pedid y se os dará; buscad y encontraréis, golpead la puerta y se os abrirá.
6. A continuació, contó la historia del padre y de las peticiones irreflexivas de su hijo—el pan y la piedra—el pescado y la serpiente—y dijo: “¡cuánto más dará espíritu y cuantas bendiciones adicionales dará vuestro Padre celestial a los que se lo pidan! ” (Lucas 11:11-13) [740]
7. Concluyó esta parte de la conversación diciendo: “Los hombres deben siempre orar sin perder nunca la esperanza.” (Lucas 18:1) [741]
8. Luego contó la historia del juez malvado y la viuda menesterosa. Concluyó el juez: “Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, será mejor que reivindique a esta viuda para que deje ya de molestarme con sus continuas súplicas.” (Lucas 18:1-8) [742]
9. Dijo Jesús: Os cuento estas historias para alentaros a perseverar en la oración; no para sugerir que vuestras súplicas puedan cambiar al Padre justo y recto en el cielo.
10. “La fe genuina es capaz de mover montañas de dificultades materiales encontradas en el camino de la expansión del alma y del progreso espiritual.”
11. Cuando todo terminó, consintió en darles la oración que había enseñado a su familia en Nazaret.
12. El Padrenuestro
Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado sea tu nombre.
Venga tu reino; hágase tu voluntad
En la tierra así como se hace en el cielo.
Danos hoy nuestro pan para mañana;
Refresca nuestra alma con el agua de la vida.
Y perdónanos nuestras deudas
Así como también perdonamos a nuestros deudores.
Sálvanos de la tentación, líbranos del mal,
Y haznos cada vez tan perfectos como tú.
13. Se perdieron dos líneas en la última copia del Padrenuestro y, en su lugar, se añadió posteriormente “Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria, por siempre jamás.”
14. Jesús enseñó que la oración eficaz debe ser:
Altruista —no solamente para uno mismo.
Creyente —de acuerdo con la fe.
Sincera —de corazón honesto.
Inteligente —de acuerdo con las propias luces.
Confiada —en sumisión a la voluntad omnisapiente del Padre.
15. Durante varios días continuaron conversando sobre la oración y la adoración, y lo siguiente resume estas enseñanzas:
La verdadera religión es una función del alma, pero la religión organizada es una socialización de la adoración.
La adoración debería alternarse con periodos de servicio práctico.
El trabajo y el ocio deberían alternarse.
La religión debería estar equilibrada con el humor.
La filosofía debería alternarse con la poesía.
El vivir extenuante debería alternarse con la adoración.
Los sentimientos de inseguridad deberían contrarrestarse con la fe.
La oración nos hace pensar menos y comprender más.
La oración no aumenta el conocimiento, pero expande la perspicacia.
La adoración capta la vida mejor y la refleja en la existencia presente.
La oración es espiritualmente sostenedora, pero la adoración es divinamente creativa.
La adoración mira al Uno para obtener la inspiración de servir a muchos.
La adoración es la vara de medir que mide el progreso espiritual.
La oración es recuerdo de uno mismo-la adoración es olvido de uno mismo.
La adoración es atención sin esfuerzo-esfuerzo espiritual sosegado.
La adoración identifica la parte con el todo; lo finito con lo Infinito; al hijo con el Padre.
La adoración es el acto del tiempo que camina decidido junto a la eternidad.
La adoración es comunión refrescante, creativa, fraternal y romántica con el Padre.
16. En conexión con estas conversaciones, Jesús dio a los apóstoles varias oraciones de otros mundos habitados. (Vean El libro de Urantia (1621.11) 144:5.1) [743]
25. ORACIÓN, ACCIÓN DE GRACIAS Y ADORACIÓN
A. AÑO: Enero del 28 d.C.
B. LUGAR: Jotapata
C. MOMENTO: Al principio de la primera gira de predicación, en Jotapata, Natanael planteó una pregunta que llevó a esta conversación sobre la oración y la acción de gracias.
D. REFERENCIAS: (1638.1) 146:2.1 [744]
E. IDEAS PRINCIPALES:
Este discurso sobre la oración, la acción de gracias y la adoración se impartió a los 24 apóstoles, y está resumido como sigue:
1. La iniquidad va destruyendo poco a poco la conexión establecida entre el hombre y su Hacedor.
2. La oración que no es coherente con las leyes del universo de la mente, el espíritu y la materia es una abominación para Dios. Jesús citó Zacarías 7:11-13 [745], y luego citó de los Proverbios: “El que aparta su oído para no oír la ley divina, aun su oración será abominable.” (Prov 28:9) [746]
3. Hablando experiencialmente, cuando estamos dispuestos a escuchar receptivamente a Dios, Dios nos escucha. Cuando perdonamos, Dios nos perdona.
4. El Paraíso no es para los egoístas. La salvación y la supervivencia solo se pueden alcanzar eligiendo. “Existen mandatos de la justicia que no pueden ser efectivamente abrogados ni siquiera por la fuerza combinada del amor y la misericordia.” Y luego Jesús citó Prov 1:24-28 [747]
5. Los que reciben misericordia deben mostrar misericordia; no juzguéis. La sinceridad es la confirmación de que la oración será escuchada. La sabiduría de Dios determina la respuesta. Jesús citó Prov 21:13 [748]
6. Cuando estáis totalmente dedicados a hacer la voluntad del Padre, llegará la respuesta a vuestras oraciones. Lo que el verdadero hijo desea y es voluntad del Padre SE HACE REALIDAD.
7. La oración no cambia la actitud divina, pero sí cambia al hombre. Es el motivo de la oración el que le presta acceso al oído divino.
8. La oración no debería emplearse para evitar los retrasos del tiempo o para trascender los obstáculos del espacio. La oración no es para agrandar el ego o para ganar ventaja sobre otros. Jesús citó Salmos 37:5 [749]; 102:17 [750]
9. Evitad rezar demasiado por vosotros mismos—la oración materialista. Rezad por el progreso espiritual de vuestros hermanos—por los dones del espíritu.
10. No esperéis que rezar por los enfermos sustituya al ministerio amoroso y hábil. Mientras rezáis por vuestros seres queridos, no descuidéis rezar por vuestros enemigos.
11. Mientras rezáis cuando tenéis problemas, no descuidéis rezar cuando todo va bien. Rezad en secreto—y recordad siempre—que no se haga mi voluntad, sino la tuya.
12. Rezad por la ampliación del reino. Luego citó Salmos 51:10 [751]; 19:13 [752]; 141:3 [753] (se hace referencia a la lengua sin domar en Jas 3:8 [754])
13. Podemos rezar para pedir sabiduría—pero el conocimiento y la habilidad se ganan mediante la experiencia. La oración aumenta la capacidad espiritual y revela la voluntad del Padre. La oración debe hacerse con inteligencia, con honestidad y con constancia.
14. En la oración, Jesús señaló la futilidad de usar repeticiones elegantes, una fraseología elocuente, el ayuno, la penitencia o los sacrificios. Exhortó a usar la oración y la acción de gracias como un acercamiento a la adoración. Citó Salmos 92:1-4 [755]
15. A continuación, Jesús les dijo que evitaran la ansiedad por las necesidades diarias. Dijo que estaba bien desplegar las necesidades ante el Padre. Luego citó Salmos 69:30,31 [756]
16. Jesús les enseñó que, después de la oración, permanecieran en receptividad silenciosa durante un tiempo. Dad al espíritu del Padre que mora en el interior la oportunidad de hablar. La adoración nos vuelve un poco más como el que es adorado-permite a lo finito lograr al Infinito.
17. Los apóstoles estaban desconcertados porque Jesús estaba de acuerdo con muchas de las enseñanzas de los griegos. Les advirtió contra los prejuicios y la intolerancia, diciendo: "Los hombres sinceros no temen el examen crítico de sus convicciones firmes e ideales nobles."
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Betsaida
C. MOMENTO: Este fue uno de los discursos nocturnos que hubo durante el periodo de cinco meses de capacitación de los evangelistas. Tomás extrajo este mensaje tras preguntar sobre el nacimiento del espíritu para entrar en el reino. “¿Es que el renacimiento es necesario para liberarse del control del diablo? Maestro, ¿qué es el mal?”
D. REFERENCIAS: (1660.1) 148:4.2 [757]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Dijo Jesús: “No cometas el error de confundir el mal con el diablo”, que fue culpable de rebelarse deliberadamente contra el gobierno del Padre y de sus Hijos. Luego añadió: “Pero ya subyugué a estos rebeldes pecaminosos.”
2. EL MAL es la transgresión inconsciente o sin intención de la ley divina; es la medida de la imperfección de la obediencia a la voluntad del Padre.
3. EL PECADO es la transgresión consciente, conocedora y deliberada de la ley divina. El pecado es la medida de la renuencia a la guía divina y a la dirección espiritual.
4. LA INIQUIDAD es la transgresión voluntaria, decidida y persistente de la ley divina; es la medida del rechazo constante del plan amante del Padre para la supervivencia de la personalidad y del ministerio misericordioso de los Hijos para la salvación.
5. Por naturaleza, el hombre está sujeto a tendencias inherentes al mal, pero dichas imperfecciones naturales no son pecado. Ser imperfecto o parcial no es pecaminoso. El hombre puede estar sujeto al mal, pero no es un hijo del maligno.
6. El mal es inherente al orden natural de este mundo, pero el pecado es una actitud de rebelión consciente.
7. Dijo Jesús: Tomás, estás confundido por las doctrinas de los griegos y los errores de los persas. La humanidad no comenzó con un Adán perfecto y retrocedió hasta su deplorable estado actual. Recuerda que Caín, el hijo de Adán, fue a la tierra de Nod y allí encontró mujer, y que los hijos de Dios encontraron mujer entre las hijas de los hombres. (See Gén 4:16,17 [758]; 6:1,2) [759]
8. El hombre necesita nacer de nuevo porque tiende al mal, pero esto no menoscaba el hecho de que el hombre es hijo de Dios.
9. El mal potencial en el hombre no implica que el hombre esté separado de Dios—como ajeno, extranjero o hijastro—y trate que el Padre lo adopte legalmente.
10. Estas nociones erróneas surgen de vuestra falta de comprensión del Padre y de vuestra ignorancia en cuanto al origen, naturaleza y destino del hombre. Los griegos enseñan el deterioro progresivo del hombre—Yo enseño la ascensión segura hacia la perfección divina.
11. Y luego Jesús citó las siguientes Escrituras:
“Vosotros sois los hijos del Señor vuestro Dios.” (Deut 14:1) [760]
“Yo seré su Padre y él será mi hijo.” (2 Sam 7:14) [761]
“Lo he elegido para que sea mi hijo —yo seré su Padre.” (1 Crón 28:6) [762]
“Trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra; trae todos los llamados de mi nombre, pora gloria mía los he creado.” (Isa 43:6,7) [763]
“Sois los hijos del Dios viviente.” (Oseas 1:10) [764]
“Los que tienen el espíritu de Dios son en verdad hijos de Dios.” Rom 8:14) [765]
12. Del mismo modo que hay una parte material del padre humano en el hijo, hay una parte espiritual del Padre celestial en todo hijo del reino por la fe.
13. Al continuar con estas conversaciones, Natanael preguntó: aunque comienzo a comprender por qué te niegas a practicar indiscriminadamente tus dotes curativas, aún no entiendo por qué el Padre amante en el cielo permite que tantos de sus hijos sobre la tierra sufran tantas aflicciones.
14. Dijo Jesús: tú y muchos otros estáis perplejos porque no comprendéis de qué manera ha sido tantas veces convulsionado el orden natural de este mundo, debido a las aventuras pecaminosas de ciertos traidores que se rebelaron contra la voluntad del Padre. Yo he venido para empezar a poner en orden estas cosas. Pero se necesitarán muchos siglos para devolver esta parte del universo a los caminos anteriores.
15. La presencia del mal por sí sola prueba al hombre suficientemente en su ascensión —el pecado no es esencial para la supervivencia.
16. El Padre no aflige a sus hijos deliberadamente. El hombre se afige a sí mismo al negarse a caminar por el camino divino. La aflicción está en potencia en el mal, pero buena parte de ella se produce por el pecado y la iniquidad.
17. No importa lo desconcertantes que sean los asuntos de este mundo—podéis estar seguros de que Dios no envía aflicciones como castigo arbitrario a las fechorías.
18. Las imperfecciones del mal son inherentes; los castigos del pecado son inevitables; las consecuencias de la iniquidad son inexorables.
19. No culpéis a Dios por los actos que elegís hacer; no os quejéis de las cosas que son parte de la vida en este mundo.
20. Los esfuerzos inteligentes cambiarán mucho vuestro mundo—y es la voluntad de Dios que debéis hacer esos cambios para mejor.
21. Es nuestra misión ayudar a los hombres a resolver sus problemas espirituales, y cualificarlos mejor de esta manera para resolver sus múltiples problemas materiales. Pero no atribuyáis a Dios todo lo que no lográis entender.
22. Jesús acabó esta conversación citando las Escrituras:
“No desdeñes, hijo mio, el castigo del Señor; ni te fatigues de su corrección, porque el Señor al que ama regaña, como el padre regaña al hijo a quien quiere.” (Prov 3:11,12) [766]
“El Señor no aflige voluntariamente.” (Lam 3:33) [767]
“Antes que fuera yo afligido me descarrié, mas ahora cumplo la ley. Bueno me es haber sido afligido para que aprenda los estatutos divinos.” (Salmos 119:67-71) [768]
“Conozco tus angustias. El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos.” (Deut 33:27) [769]
“El Señor también es el refugio de los oprimidos, el puerto de reposo durante la tormenta.” (Salmos 9:9) [770]
“El Señor lo sustentará sobre el lecho de aflicción; el Señor no olvidará a los dolientes.” (Salmos 41:3) [771]
“Como el padre se compadece de sus hijos, se compadece el Señor de los que le temen. Él conoce vuestro cuerpo; se acuerda de que sois polvo.” (Salmos 103:13,14) [772]
“Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.” (Isa 61:1) [773]
“Él es la esperanza al pobre, la fortaleza al menestroso en sus penas, el refugio contra el turbión, la sombra contra el calor sofocante.” (Isa 25:4) [774]
“Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” (Isa 40:29) [775]
“No quebrará la caña cascada, ni apagará el pápilo que humeare!.” (Isa 42:3) [776]
“Cuando pases por las aguas de la aflicción, yo estaré contigo, y cuando los ríos de la adversidad te sobrecojan, no te abandonaré.” (Isa 30:20) [777]
“Él me ha enviado a vendar los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a consolar a todos los enlutados.” (Isa 61:1) [773]
“Hay corrección en el sufrimiento; la aflicción no sale del polvo.” (Job 5:6) [778]
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Betsaida
C. MOMENTO: Esta conversación sobre el libro de Job se produjo la misma noche que el discurso sobre el mal, el pecado y la iniquidad. Se presentó como respuesta a Juan, que preguntó por qué tantos inocentes sufren tantas enfermedades y experimentan tantas aflicciones.
D. REFERENCIAS: (1662.3) 148:6.1 [779]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús se refirió al libro de Job como parábola—una obra maestra de la literatura semítica.
2. Según la filosofía judía, la prosperidad material era la prueba definitiva del favor divino. Y Job disfrutó todas esas bendiciones temporales.
3. Pero Dios ama a los pobres y a los ricos—no hace acepción de personas.
4. La transgresión de la ley lleva finalmente al castigo, pero no todo el sufrimiento está causado por un pecado anterior.
5. Aunque Job no encontró consuelo en la filosofía de sus amigos ni en su propia teología, sí que logró la victoria al obtener una visión de Dios.
6. Job ganó perspicacia espiritual. Llegó a aborrecerse a sí mismo y a confiar en Dios a pesar de los consejos erróneos de sus numerosos amigos.
7. ELIFAZ, el primero de los amigos de Job, le recordó su propia filosofía: solo los malvados sufren, no los rectos. O, añadió, quizá el Señor te está castigando por tu propio bien.
8. BILDAD fue todavía más deprimente. Dios no es injusto—tú y tu hijo debéis estar equivocados o no estarías afligidos de este modo. El Todopoderoso destruye solo a los malvados.
9. La reacción de Job fue de desesperación—¿por qué he nacido? Job anhelaba un Dios humano—alguien que pudiera entender sus apuros.
10. Entonces Jesús explicó que él había venido a proporcionar esa comprensión humana de la aflicción de los mortales—justo el consuelo que Job anhelaba.
11. ZOFAR no consoló más con su sugerencia del propósito oculto de la aflicción. Job solo pudo exclamar: “el hombre nacido de una mujer, está corto de días, y hastiado de sinsabores.”
12. Luego comienza la segunda ronda de consejos melancólicos. Job se consuela con la esperanza de una vida futura en la que estas iniquidades se rectifiquen.
13. La fe gana a la duda en la lucha de Job y él exclama: “¡mi Reivindicador vive!”
14. Job tenía toda la razón al cuestionar la doctrina de que Dios aflige a los hijos para castigar a sus padres.
15. Job sabe que Dios es recto, pero anhela estar seguro de su carácter personal. Es nuestra misión hacer esta revelación a los hombres.
16. Dios habla a los hombres, no como un torbellino sino mediante una vocecilla susurrante que dice “éste es el camino; andad por él.”
17. Dios mora en vuestro interior. Se ha convertido en lo que sois ¡y vosotros podéis convertiros en lo que él es!
18. Luego Jesús resumió sus enseñanzas:
El Padre en el cielo no aflige a propósito a los hijos de los hombres. El hombre sufre por:
Los accidentes del tiempo.
Las imperfecciones que se originan del mal.
Una existencia física inmadura.
Las consecuencias inexorables del pecado.
La cosecha de la rebelión.
19. Pero los sufrimientos del hombre no son un castigo personal del juicio divino. Los hombres no están afligidos por mandato del diablo, y pueden hacer mucho para disminuir sus sufrimientos.
20. El libro de Job muestra cuántas ideas erróneas sobre Dios pueden albergar incluso los hombres buenos. Y después señala cómo encontró el afligido Job al Dios del consuelo a pesar de todas esas enseñanzas erróneas.
A. AÑO: 28 d.C.
B. LUGAR: Gamala
C. MOMENTO: Fue durante la conferencia nocturna en Gamala cuando Felipe preguntó a Jesús: “¿Maestro, por qué nos instruyen las Escrituras que ‘temamos al Señor’ mientras tú quieres que contemplemos sin temores al Padre en el cielo?”
D. REFERENCIAS: (1675.2) 149:6.1 [780]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Era únicamente a través del miedo como el hombre primitivo podía aprender a reverenciar. Jesús vino a revelar el amor del Padre y el afecto del Hijo.
2. Dijo Jesús: Yo os liberaré de la esclavitud que os lleva por el temor al servicio difícil de un Dios-Rey celoso e iracundo. Yo os instruiré en la relación Padre-hijo de Dios y el hombre.
3. Os conduciré con dicha a la adoración libre, excelsa y sublime de un Padre-Dios amante, justo y misericordioso.
4. El “temor al Señor” ha evolucionado a lo largo de las épocas del miedo a través de la angustia y el terror, al respeto y a la reverencia. Y ahora quiero llevaros a través de la comprensión y la apreciación, al amor.
5. Cuando el hombre reconoce sólo las obras de Dios, tiende a temer al Supremo; pero cuando el hombre comienza a comprender y a experimentar la personalidad y carácter del Dios vivo, es conducido cada vez más al amor de un Padre tan bueno y perfecto. Y hacer estos cambios es mi misión.
6. Los niños aman a sus padres por los buenos regalos que reciben de ellos, no para obtener dichos regalos. La bondad de Dios lleva al arrepentimiento. Su beneficencia lleva al servicio. Su misericordia conduce a la salvación; mientras que su conduce a la adoración inteligente.
7. Vuestros antepasados temían a Dios porque era poderoso y misterioso; vosotros le adoraréis porque es magnífico en su amor, pletórico en su misericordia y glorioso en su verdad.
8. El poder de Dios engendra temor, pero la nobleza y la rectitud de su personalidad originan reverencia, amor y adoración. Un hijo afectuoso no teme a un padre aunque éste sea poderoso y noble.
9. He venido a este mundo para poner:
Amor en lugar de temor.
Gozo en lugar de pena.
Confianza en lugar del terror.
Servicio amoroso en lugar de esclavitud encadenada.
Adoración apreciativa en lugar de ceremonias sin significado.
10. Pero aún es verdad para los que se sientan en las tinieblas que ‘el temor al Señor es el comienzo de la sabiduría’. Sin embargo, cuando la luz haya llegado aún más, los hijos de Dios serán conducidos a alabar al Infinito por lo que él es en vez de temerlo por lo que él hace.
11. Se exhorta a los niños que honren a sus padres, pero cuando son más mayores respetan y aman a sus padres por lo que han hecho.
12. Un padre ama a su hijo de manera natural, pero el niño debe desarrollar amor hacia su padre a partir del temor a través de la dependencia y la reverencia, hasta el amor.
13. Se os ha enseñado que vosotros debéis ‘temer a Dios y guarda sus mandamientos, porque ése es el todo deber del hombre’. Pero yo he venido para daros un nuevo mandamiento aún más alto—amar a Dios y aprender a hacer su voluntad, porque ése es el privilegio más elevado de los hijos liberados de Dios.
14. A vuestros padres se enseñó a ‘temer a Dios —el Rey Todopoderoso’, yo os enseño ‘a amar a Dios —el Padre todomisericordioso’.
15. El reino del cielo es una familia divina—no hay rey poderoso. El centro y jefe universalmente adorado de la hermandad de los hombres es mi Padre y vuestro Padre. Yo soy su Hijo, y vosotros también sois sus hijos, y por lo tanto somos hermanos.
16. Dejad de temer a Dios como si fuera un rey, más bien:
Reverenciadle como Creador.
Honrarle como vuestro Padre.
Amarle como defensor misericordioso.
Adorarle como Padre omnisapiente.
17. La hipocresía y la falsa humildad nacen de vuestras ideas equivocadas sobre Dios. El hombre quizá sea un “gusano en el polvo” por su naturaleza, pero cuando mora en su interior el espíritu de mi Padre, se hace divino en su destino.
18. El espíritu divino regresará a la fuente-Padre con el alma superviviente del hombre. La humildad se transforma, pero hay una dignidad divina adscrita a todos los ascendentes al Paraíso.
19. La humildad ante Dios es loable, pero la falsa humildad es indigna de vuestra salvación y vuestro destino. Evitad mostrar una superioridad autoconsciente y ostentosa.
20. El profeta habló sabiamente cuando dijo: “caminad humildemente con Dios”, pues el Padre mora “con aquel que tiene mente contrita y espíritu humilde.” (Isa 57:15) [781]
21. El Padre desprecia el orgullo, detesta la hipocresía, y aborrece la iniquidad.
22. A menudo he usado el ejemplo de un niño, para ilustrar la respuesta espiritual que es tan esencial para entrar en el reino del cielo.
23. Jeremías describió a muchos mortales cuando dijo: “Cerca estás tú de Dios en tu boca, pero lejos de él en tu corazón.” (Jer 12:2) [782] Una vez más: “sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero.” (Miqueas 3:11) [783]
24. Se os ha advertido contra los que “hablan paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón.” (Salmos 28:3) [784]
29. ¿QUÉ DEBO HACER PARA SER SALVADA?
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Sunem
C. MOMENTO: Durante la tercera gira de predicación, en Sunem, después de que los apóstoles de Juan hubieran regresado a Hebrón, Jesús estuvo enseñando al grupo de jóvenes evangelistas y al cuerpo de mujeres. Raquel preguntó a Jesús: “Maestro, qué debemos responder cuando las mujeres nos preguntan ¿qué debo hacer para ser salvada?”
D. REFERENCIAS: (1682.3) 150:5.1 [785]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Respondiendo a la pregunta “¿qué debo hacer para ser salvada?”, Jesús dijo:
Creer en este evangelio del reino.
Aceptar el perdón divino.
Reconocer mediante la fe al espíritu que mora en el interior.
Saber que sois hijos de Dios.
2. A continuación, Jesús citó una serie de textos de las Escrituras:
“En el Señor encuentro yo rectitud y fuerza.” (Isa 45:24) [786]
“Cercana está mi rectitud se acerca; ha salido mi salvación, y mis brazos abrazarán a mi pueblo.” (Isa 51:5) [787]
“Mi alma se alegrará en el amor de mi Dios, porque me vistió con vestiduras de salvación y me rodeó de manto de su rectitud.” (Isa 61:10) [788]
“Su nombre será el Señor de nuestra rectitud.” (Jer 23:6) [789]
“Llevad estos harapos sucios de presunción y vestid a mi hijo con el manto de rectitud divina y de salvación eterna.” (Isa 64:6) [790]
“El justo por su fe vivirá.” (Hab 2:4) [791]
3. La salvación es el regalo de Dios pero está revelada por sus Hijos. La fe os hace compartir la naturaleza divina. Por la fe estáis justificados y avanzáis por el camino de la perfección divina, incluso como Abraham.
4. Al resumir sus enseñanzas, Jesús dijo:
No podéis comprar la salvación—es un regalo.
No podéis ganar la rectitud.
No seréis salvados porque viváis una vida recta, sino que viviréis una vida recta porque ya habéis sido salvados.
5. Creer en el evangelio lleva al arrepentimiento, pues es una revelación de la bondad de Dios.
6. Los creyentes en el reino se dan cuenta de que la filiación es incompatible con el deseo de pecar; tienen hambre de rectitud y sed de perfección.
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Nazaret
C. MOMENTO: Este fue un episodio de la tercera gira de predicación. Fue después de su sermón cuando se produjo el llamado “Rechazo a Jesús”. La narración ofrece poco más que las Escrituras que leyó.
D. REFERENCIAS: (1685.1) 150:8.3 [792] (Lucas 4:16-30) [793]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús leyó como lección primero del Deuteronomio y después de Isaías. (Deut 30:11-14 [794]; Isa 61:1,2) [795]
2. Después de leer estos textos, Jesús dijo: “Hoy se cumplen estas Escrituras.” Y luego Jesús habló casi quince minutos sobre «los hijos e hijas de Dios».
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Cafarnaúm
C. MOMENTO: Este fue el episodio central de la crisis de Cafarnaúm. El día anterior, 53 líderes judíos habían llegado de Jerusalén. Fue después de este sermón cuando Judas comenzó a albergar la idea de desertar de la causa. Recuerden que este sermón se dio justo después de dar comida a los cinco mil. Los líderes de Jerusalén intentaron persuadir a Jairo para que evitara que Jesús hablara, pero él replicó: “Yo he otorgado su solicitud, y no me retractaré.”
D. REFERENCIAS: (1709.2) 153:2.1 [796] (Mat 13:54-58 [797]; Mar 6:1-6) [798]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús introdujo su sermón leyendo de la ley. Deut 28:47-53. [799] Luego leyó del profeta Jeremías 26:4-15. [800]
2. Después se lee cómo metieron a Jeremías en un calabozo y lo hundieron en el lodo hasta las axilas. ¿Y ahora qué haréis con el que se atreve a proclamar la palabra del Señor? ¿Buscaréis su muerte?
3. ¿Qué buscáis como prueba de mi misión? Os hemos dejado tranquilos en vuestra posición de influencia y poder-no hemos lanzado ningún ataque hostil.
4. Hemos predicado el evangelio a los pobres; hemos proclamado la libertad a los cautivos atrapados por el miedo.
5. He venido al mundo para revelar a mi Padre y para establecer sobre la tierra la hermandad espiritual de los hijos de Dios. Mi reino no es de este mundo.
6. Y mi Padre os ha otorgado muchas manifestaciones de portentos materiales y transformaciones espirituales.
7. ¿Qué nuevo signo buscáis? Os declaro que ya tenéis pruebas suficientes para permitiros tomar una decisión. Como dijo Josué: “elige tú este día a quién servirás.” (Josué 24:15) [801]
8. Después de dar de comer a la multitud, algunos de vosotros me buscásteis—no para buscar el pan de vida, sino para buscar un pan no ganado que llenara vuestro estómago. Buscáis un Mesías que os dé panes y peces.
9. Pero yo he venido a:
Proclamar la libertad espiritual.
Enseñar la verdad eterna.
Promover la fe viviente.
10. No anheléis la carne que perece, sino más bien, buscad el alimento espiritual que alimenta aun hasta la vida eterna. Tomad y comed el pan de vida que da el Hijo.
11. Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado.
12. Señalando una imagen de vasija de maná que decoraba el dintel, Jesús dijo: vuestros antepasados comieron el pan de la tierra y están muertos. Yo os ofrezco el pan de la vida eterna.
13. Si pedís el pan de vida, responderé: “Yo soy el pan de vida.” El que viene a mí no tendrá hambre—el que cree no tendrá sed.
14. Todos los que son conducidos por el Padre vendrán a mí, y el que venga a mí no será rechazado. No he venido a hacer mi voluntad, sino la voluntad de Aquel que me ha enviado.
15. Es la voluntad del Padre que creáis en el Hijo y tener la vida eterna. Ayer os di pan para el cuerpo—hoy os ofrezco pan para vuestras almas hambrientas.
16. Cuando Jesús hizo una pausa para contemplar la congregación, un sanedrista preguntó: ¿Dices que eres el pan de vida? Jesús respondió: “Comprendiste bien.” Dijo el fariseo: Pero, ¿no eres tú Jesús de Nazaret, el hijo de José, el carpintero? ¿Acaso no son tu padre y tu madre, así como también tus hermanos y hermanas, bien conocidos de muchos entre nosotros? ¿Cómo puede ser que vengas aquí a la casa de Dios y declares que has venido del cielo?
17. Hubo confusión en la sinagoga. Dijo Jesús: “Seamos pacientes; la verdad no sufre nunca por un escrutinio honesto. Yo soy todo lo que tú dices, pero aun más. El Padre y yo somos uno.”
18. Jesús citó aquí las Escrituras:
“Todos seréis enseñados por Dios.” (Isa 54:13 [802])
“Los enseñados por el Padre también oirán a su Hijo.”
19. Todo el que se entrega a la enseñanza del espíritu residente del Padre, finalmente vendrá a mí. El Hijo ha visto al Padre, y los que creen en el Hijo ya tienen vida eterna.
20. Yo soy el pan de la vida—el que come de él, nunca morirá en el espíritu. Este pan viviente es la naturaleza unida de Dios y del hombre—el Hijo que es uno con el Padre. Esta es mi revelación dadora de vida al mundo—mi regalo salvador a todas las naciones.
21. Cuando terminó, no querían marcharse. Se congregaron alrededor de Jesús para hacer más preguntas, mientras otros discutían entre ellos hasta las siete.
32. EL DISCURSO SOBRE LA VERDADERA RELIGIÓN
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: De camino a Fenicia
C. MOMENTO: Mientras hacían una pausa para almorzar, Pedro pidió a Jesús que explicara por qué estaban huyendo de sus enemigos, pero antes de que Jesús pudiera responder, Tomás interrumpió preguntando: “Maestro, realmente quisiera saber qué hay de erróneo en la religión de nuestros enemigos en Jerusalén. ¿Cuál es la real diferencia entre su religión y la nuestra?” Jesús eligió responder la pregunta de Tomás, y dio uno de las alocuciones más destacadas que los apóstoles escucharon jamás.
D. REFERENCIAS: (1728.3) 155:5.1 [803]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Las religiones del mundo tienen un origen doble-natural y revelado. Hay tres tipos de religión:
- La religión primitiva—miedo al misterio y a la fuerza.
- Las religiones de las civilizaciones en avance. Religiones de teología—autoridad establecida por la tradición.
- La religión de la revelación. Perspicacia en realidades eternas—revelación de Dios. Religión del espíritu que se demuestra en la experiencia humana.
2. Jesús deploraba—pero no menospreciaba— la persistencia de tanto miedo y superstición en la religión de la mente, en contraste con la religión del espíritu.
3. La religión natural de la mente está sostenida por la autoridad eclesiástica; la religión del espíritu está validada por la experiencia humana.
4. Hasta que la humanidad se vuelva más civilizada, muchos preferirán las religiones de autoridad a la religión del espíritu, que requiere la aventura de la fe de luchar contra la realidades rigurosas de la experiencia humana progresiva.
5. Las religiones de autoridad presentan la manera fácil de escapar al miedo y la incertidumbre. Una religión así requiere solo un asentimiento intelectual pasivo. Durante mucho tiempo, las almas tímidas y temerosas preferirán este tipo de consuelo religioso.
6. Pero al hacer esta elección, estas almas dubitativas—
Comprometen la soberanía de su personalidad.
Rebajan la dignidad del autorrespeto.
Abandonan la búsqueda personal de la verdad.
No experimentan la alegría de la victoria de la fe sobre la duda.
Se pierden la aventura suprema del hombre que busca a Dios y lo encuentra.
7. La religión del espíritu significa esfuerzo, lucha, conflicto, fe, determinación, amor, lealtad, y progreso. La religión de la tradición es fácil y evita esos viajes de fe a los mares abiertos de verdad inexplorada y de realidades espirituales por descubrir.
8. Así, los que buscan refugio en la tradición se pierden la emoción de las aventuras de la fe de la mente humana progresiva y el alma humana en evolución.
9. En Jerusalén, han formulado las doctrinas de otros días en un sistema establecido de creencia religiosa y autoridad. Esta es la religión de la mente. Vamos a proclamar una religión nueva y conflictiva—la religión del espíritu.
10. Nuestra religión del espíritu deriva su autoridad de los frutos del espíritu, que aparecen tan certeramente en la vida de sus creyentes.
11. Jesús llamó a los veinticuatro por su nombre y les preguntó: ¿cuál de vosotros prefiere tomar el camino fácil de la conformidad a una religión establecida y fosilizada, tal como es defendida por los fariseos en Jerusalén, en vez de sufrir las dificultades y persecuciones que acompañarán la misión de proclamar un mejor camino de salvación?
12. Jesús les exhortó: Comprended la satisfacción de descubrir por vosotros mismos las bellezas de las realidades de una experiencia viviente y personal en las verdades eternas y grandezas supremas del reino del cielo.
13. Y a continuación Jesús les preguntó: ¿Estáis temerosos, buscáis la comodidad, la facilidad? ¿Volveréis al camino fácil de la autoridad tradicional? ¿Tenéis miedo de confiar vuestro futuro en las manos del Dios? ¿O bien os prepararéis para proclamar las nuevas verdades de la religión del espíritu, el reino del cielo en el corazón de los hombres?
14. Los veinticuatro se pusieron de pie—para significar su respuesta unida, uno de los pocos llamados emocionales que Jesús jamás les hiciera.
15. Entonces dijo Jesús: Apartaos ahora por vuestra cuenta y encontrad allí la respuesta no emotiva a mi pregunta.
16. Y cuando se reunieron, con el espíritu elevado y la mente inspirada, el Maestro dijo: “Reanudemos nuestro viaje.”
33. EL SEGUNDO DISCURSO SOBRE LA RELIGIÓN
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: De camino a Fenicia
C. MOMENTO: Esta charla sobre religión se dio poco después de la discusión del mediodía en respuesta a la pregunta de Tomás.
D. REFERENCIAS: (1730.5) 155:6.1 [804]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Habéis salido de entre aquellos de vuestros semejantes que ansían la seguridad y prefieren el conformismo; Habéis elegido cambiar vuestros sentimientos de seguridad autoritaria por el espíritu de fe progresiva y aventurosa. Habéis osado protestar contra la esclavitud abrumadora de la religión institucional y rechazar la religión de la tradición.
2. Dios en efecto habló a través de Moisés, Elías, Isaías, Amós y Oseas. Pero ese no fue el fin de su revelación. Mi Padre no hace acepción de razas o generaciones. La palabra de la verdad no es para una época en concreto.
3. No llaméis divino lo que es totalmente humano, y no rechacéis la verdad porque no llega a través de los oráculos tradicionales.
4. Os he llamado para que renazcáis—Os he llamado de las tinieblas de la autoridad y del letargo de la tradición a la luz trascendental—para hacer el descubrimiento sublime de encontrar a Dios por, en y de vosotros mismos.
5. Así pasáis de la muerte a la vida; de la autoridad de la tradición a la experiencia de conocer a Dios.
6. Así váis de la oscuridad a la luz—de una fe racial heredada a una fe personal adquirida mediante la experiencia. Progresáis de la teología de vuestros antepasados a una religión del alma de dotación eterna.
7. La religión de la mente os vincula sin esperanzas al pasado; la religión del espíritu os llama constantemente a alcances más altos y santos en ideales espirituales y en realidades eternas..
8. Por la seguridad de la religión de autoridad, pagáis el precio de perder vuestra libertad espiritual y religiosa.
9. El Padre no requiere de vosotros que creáis cosas repugnantes, profanas y falsas. No se os requiere ofender a vuestro sentido de misericordia, justicia y verdad. No sois esclavos ceremonias religiosas desgastadas.
10. La religión del espíritu os libera para seguir la verdad allá donde os lleve—y quizá este espíritu nos dirá cosas que otras generaciones se han negado a escuchar.
11. ¡Vergüenza deberían tener esos falsos instructores religiosos que arrastran almas hambrientas de vuelta al oscuro y distante pasado y allí las dejan! Estos instructores se asustan ante cada descubrimiento de una nueva verdad.
12. A continuación, Jesús citó—”Aquel cuyo pensamiento persevera en Dios será conservado en paz perfecta.” (Isa. 26:3) Ese humano conocedor de la verdad había encontrado a Dios—ya no creía en la teología de autoridad.
13. Dejad de citar constantemente a los profetas del pasado y de alabar a los héroes de Israel. Aspirad más bien a tornaros profetas vivientes del Altísimo y héroes espirituales del reino venidero.
14. Honrar a los antiguos líderes conocedores de Dios indudablemente puede valer la pena, pero por qué habríais de sacrificar la experiencia suprema de encontrar a Dios por vosotros mismos?
15. La religión tradicional ser fiel a estos varios puntos de vista sociales—la religión de autoridad no puede llegar jamás a la unificación. La unidad y la hermandad solo pueden lograrse a través de la religión del espíritu.
16. Las mentes raciales pueden diferir, pero la humanidad toda está habitada por el mismo espíritu divino y eterno. La esperanza de la hermandad solo se puede hacer realidad cuando la religión de autoridad quede eclipsada por la religión unificadora de la experiencia personal.
17. Las religiones de autoridad dividen a los hombres y los ponen en contra los unos contra los otros; la religión del espíritu los atrae.
18. Las religiones de autoridad requieren uniformidad—las religiones del espíritu requieren solo unidad de experiencia—uniformidad de destino.
19. Las religiones del espíritu permiten diversidad de creencias—requieren solo uniformidad de perspicacia—sentimiento espiritual.
20. Las religiones de autoridad se cristalizan en credos inertes; las religiones del espíritu generan la alegría del servicio amoroso y de la ministración misericordiosa.
21. Pero no miréis con desdén a los hijos de Abraham porque han caído en estos malos tiempos de esterilidad tradicional. Nuestros antepasados se dedicaron de lleno a la búsqueda persistente y apasionada de Dios, y lo encontraron como ninguna otra raza humana lo ha conocido.
22. Mi Padre no ha dejado de apreciar la larga e incansable lucha de Israel por encontrar a Dios. Durante largas generaciones, los judíos no han dejado de trabajar, sudar, luchar, penar y soportar los sufrimientos para poder encontrar a Dios.
23. A pesar de todos los fracasos y errores de Israel, nuestros antepasados, desde Moisés hasta los tiempos de Amós y Oseas, revelaron una imagen cada vez más clara y más verdadera del Dios eterno.
24. Y todo esto fue para preparar la revelación aún más grande del Padre que vosotros habéis sido llamados a compartir.
25. Hay tan sólo una aventura que es más satisfactoria y emocionante que el intento de descubrir la voluntad del Dios —y es la experiencia suprema de tratar de hacer esa voluntad divina.
26. No olvidéis que la voluntad de Dios puede cumplirse en cualquier ocupación terrenal. No hay unas vocaciones que sean santas y otras que sean seculares.
27. Los que están guiados por el espíritu están:
Subordinados a la verdad.
Ennoblecidos por el amor.
Dominados por la misericordia.
Controlados por la ecuanimidad .
28. Dejad de buscar la palabra de Dios tan sólo en los viejos libros de la autoridad teológica. Con ayuda del espíritu, discerniréis la palabra de Dios dondequiera que ésta parezca originarse.
29. No rechacéis la verdad porque se otorgue a través de un canal humano. En la mente muchos aceptan la teoría de Dios, pero no logran comprender su presencia espiritual en el corazón.
30. Sentir la presencia de Dios es más importante que conocer el hecho de Dios.
31. Os he enseñado que la sencillez espiritual de un niño ejemplifica la actitud de los creyentes en el reino, que creen con facilidad y confían plenamente.
32. Cuando encontréis a Dios en vuestra propia alma, pronto comenzaréis a descubrirlo en el alma de otros hombres. Sabéis tan poco de Dios porque tenéis muy poco tiempo para contemplar las realidades eternas.
33. Aunque la mente no es el asiento de la naturaleza espiritual, es por cierto la compuerta. No cometáis el error de tratar de probar a otros hombres que habéis encontrado a Dios.
34. Pero hay dos pruebas de que un alma conoce a Dios:
- Los frutos del espíritu.
- El hecho de que el creyente lo arriesga todo en la aventura de la supervivencia después de la muerte—en encontrar al Dios de la eternidad, cuya presencia habéis saboreado por anticipado en el tiempo.
35. El Padre siempre responderá a la más débil llama de fe. El Padre honra siempre aun estos débiles intentos de llegar a él.
36. Pero vosotros habéis sido llamados de las tinieblas a la luz—vuestra fe dominará las actitudes combinadas de cuerpo, mente y espíritu.
37. Sois mis apóstoles; y para vosotros la religión no se volverá un refugio teológico al que podáis huir cuando temáis enfrentaros con las duras realidades del progreso espiritual y de la aventura idealista.
38. Vuestra religión se tornará el hecho de la experiencia real que atestigua que Dios os ha encontrado, os ha idealizado, ennoblecido y espiritualizado, y que os habéis embarcado en la aventura eterna de encontrar a Dios.
34. EL DISCURSO SOBRE LA TENTACIÓN
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Tiro
C. MOMENTO: Mientras enseñaba en Tiro, una noche Natanael preguntó a Jesús: “Maestro, ¿por qué oramos a Dios para que no nos conduzca a la tentación, si bien sabemos por tu revelación del Padre que él nunca hace tales cosas?”
D. REFERENCIAS: (1738.2) 156:5.3 [805]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Dijo Jesús: No es extraño que hagas estas preguntas. Nuestros antepasados veían a Dios en casi todo lo que sucedía—en todos los acontecimientos naturales y en cada episodio poco común. Relacionaban a Dios tanto con el bien como con el mal.
2. Pensaban que había ablandado el corazón de Moisés y endurecido el corazón del faraón.
3. Si el hombre sentía un fuerte impulso por hacer algo, tenía por costumbre decir: “El Señor me habló y me dijo, haz esto y aquello, o ve aquí o allí.”
4. Como los hombres caen tan a menudo en la tentación, se tornó costumbre de nuestros antepasados creer que Dios los conducía a la tentación para tentarlos o castigarlos. Pero ya sabes que no es así.
5. Sabes que los hombres demasiado frecuentemente son conducidos a la tentación por su egoísmo y los impulsos de su naturaleza animal.
6. Cuando seas tentado de esta manera, redirige tus energías de la mente y el cuerpo a canales más altos—metas idealistas. Transforma las tentaciones en el tipo más elevado de ministerio mortal edificante, evitando así esos ruinosos conflictos entre la naturaleza animal y la naturaleza espiritual..
7. Te advierto contra la locura de intentar sobreponerse a la tentación reemplazando un deseo por otro supuestamente superior mediante la sola fuerza de la voluntad humana.
8. Tu victoria consiste en desarrollar un amor hacia la conducta más alta que se sustituye después fácilmente por la más baja. De este modo te liberas de la tentación a través de la transformación espiritual.
9. Evitas la supresión engañosa de los deseos mortales porque lo viejo e inferior se olvida en el amor de lo nuevo y superior. La belleza triunfa sobre la fealdad.
10. Hay una energía poderosa en la aflicción espiritual sincera. No te dejes conquistar por el mal, conquista el mal con el bien.
11. El éxito material depende de la ambición, el juicio y la sabiduría. El liderazgo depende de la habilidad natural, la discreción, la fuerza de voluntad y la determinación.
12. El destino espiritual depende de la fe, el amor y la devoción a la verdad—el deseo de todo corazón de encontrar a Dios y de ser como él.
13. No os desalentéis al descubrir que sois humanos. Podéis tener tendencias al mal, pero eso no es pecado. Los errores del tiempo se perdonarán en la eternidad. Adquirid una visión a larga distancia de vuestro destino.
14. No juzguéis un alma por sus imperfecciones y por sus episodios desafortunados, sino más bien por sus anhelos espirituales y sus verdaderos propósitos.
15. La religión es la experiencia espiritual de hacer evolucionar el alma inmortal, pero estas energías son fuerzas poderosas cuando se trata con problemas sociales y económicos. Las dotaciones espirituales hacen que todos los niveles del vivir humano sean más ricos y significativos.
16. Si amáis solo a los que os aman, viviréis una vida limitada y mezquina. El amor humano puede ser recíproco, pero el amor divino se dirige hacia afuera—no se puede autocontener.
17. Debéis creer en el triunfo de la rectitud—no dudéis de la salvación eterna. Debéis aprender a escapar de los agobios de la vida mientras refrescáis vuestra alma, inspiráis la mente, y renováis el espíritu mediante la comunión de adoración.
18. Los individuos conocedores de Dios no se desalientan por la desgracia ni por las desilusiones. No se perturban por los cataclismos materiales. Poseen una técnica vigorizante y constructiva para enfrentarse a las vicisitudes de la vida.
19. El vivir espiritual aumenta el respeto por uno mismo—no la admiración hacia uno mismo. No es posible respetarse a sí mismo más de lo que se ama al prójimo; el uno es la medida de la capacidad del otro.
20. Volveos más hábil al atraer a las almas hambrientas al reino espiritual revelando la bondad de Dios.
21. Dejad que vuestros ideales sean lo bastante altos para asegurar la salvación eterna, mientras vuestras ideas son tan prácticas como para haceros ciudadanos útiles. Dad al César las cosas materiales y a Dios las cosas espirituales.
22. La medida de la capacidad espiritual es vuestra fe en la verdad y vuestro amor a los hombres. La medida del carácter humano es vuestra aptitud de resistir el resentimiento. La derrota es el verdadero espejo en el que podéis ver honradamente vuestro verdadero yo.
23. A medida que crecéis en los asuntos del reino, tendréis más tacto con los mortales problemáticos y los compañeros obstinados.
24. El tacto es el fulcro del poderío social; la tolerancia es la marca de un alma grande. Si poseéis estos encantadores dones, estaréis más alerta y seréis más expertos en evitar malentendidos sociales.
25. Muchos de los problemas atribulan a los que sufren por falta de ajuste emocional-los que se niegan a madurar y los que se niegan a envejecer con garbo.
26. Evitad la deshonestidad al proclamar el evangelio—No busquéis un reconocimiento no ganado. Deberíais recibir y dar amor profusamente, pero buscad solo el honor que os pertenece.
27. El mortal consciente de Dios:
Está seguro de la salvación.
No tiene miedo de la vida.
Es honrado y coherente.
Soporta valientemente los sufrimientos inevitables.
No se queja al enfrentarse con dificultades inescapables.
28. El creyente sincero no se cansa de hacer el bien solamente porque esté frustrado. Las dificultades inflaman el ardor del amante de la verdad, mientras que los obstáculos sólo sirven de reto a los esfuerzos del constructor intrépido del reino.
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Cesarea de Filipo
D. MOMENTO: Esta ocasión siguió inmediatamente a una conferencia de creyentes en el parque de Magadán. Estaban reunidos los apóstoles, los evangelistas, el cuerpo de mujeres, cien creyentes y muchos fariseos y saduceos. Se había planeado empezar de una vez la misión en la Decápolis.
E. REFERENCIAS: (1744.4) 157:2.1 [806] (Mat 16:13-20 [807]; Mar 8:27-30 [808]; Lucas 9:18-21 [809])
F. IDEAS PRINCIPALES:
1. Comentarios en el parque de Magadán
2. Conversación en Cesarea de Filipo
Esta era la capital del dominio de Felipe y era una región de gran belleza, desde donde podía verse a plena vista el monte Hermón. Por el camino, cerca de las Aguas de Merom, se detuvieron para almorzar.
- De repente, Jesús planteó a los doce la primera pregunta que les hizo acerca de sí mismo. Les planteó esta pregunta: ”¿Quién dicen los hombres que soy yo?”
- Jesús decidió que había llegado el momento de hablar a los apóstoles sobre su propia naturaleza y su relación con el reino. Bajo las moreras, Jesús tuvo una de las sesiones más memorables de su vinculación con los doce.
- Los apóstoles dijeron a Jesús que se le consideraba:
Un profeta.
Un hombre extraordinario.
Aliado con los diablos.
Juan Bautista resucitado de entre los muertos.
Comparado con Moisés, Elías, Isaías y Jeremías.
- Entonces Jesús se puso de pie y preguntó: “Pero, ¿quién decís vosotros que soy yo?” Hubo un momento de tenso silencio. Simón Pedro, incorporándose de un salto, exclamó: «Tú eres el Liberador, el Hijo del Dios viviente». Y los once se pusieron de pie.
- Jesús les señaló que se sentaran, diciendo: “Esto os ha sido revelado por mi Padre. Ha llegado la hora de que vosotros conozcáis la verdad sobre mí. Pero, por ahora, os encargo que no digáis nada de esto a ningún hombre.”
- Prosiguieron su viaje a Cesarea de Filipo, y llegaron a casa de Celsus. Durmieron poco esa noche. Reunidos para almorzar, cuando Jesús apareció se pusieron de pie, pero vieron que Jesús no aprobaba esas muestras exteriores de respeto.
- Al final de la comida, Jesús preguntó: después de que ha pasado un día entero, ¿os mantenéis en vuestra decisión respecto a la identidad del Hijo del Hombre? Los doce se pusieron de pie y Pedro dijo: “Sí, Maestro, sí.”
- Jesús dijo entonces: Sois mis embajadores elegidos. Sabéis estas cosas por la revelación del Padre—por la perspicacia del espíritu que mora en vuestro interior.
- Sobre esta roca de realidad espiritual construiré el reino. Ninguna fuerza del mal, ninguna hueste del pecado podrá prevalecer contra esta fraternidad humana del espíritu divino.
- Aunque el espíritu de mi Padre por siempre será la guía divina y el mentor de todos los que entran en esta hermandad, a vosotros y a vuestros sucesores entrego yo ahora las llaves del reino exterior—la autoridad sobre las cosas temporales—las características sociales y económicas de esta asociación de hombres y mujeres como hermanos en el reino.
- Nuevamente les ordenó que por el momento no dijeran a ningún hombre que él era el Hijo de Dios.
NOTA: La característica nueva y vital de la confesión de fe de Pedro fue el reconocimiento claro de la naturaleza combinada de Jesús—humana y divina—Hijo del Hombre e Hijo de Dios.
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: En el jardín de Celsus, en Cesarea de Filipo
C. MOMENTO: Estas charlas con los apóstoles surgieron de la confesión de Pedro sobre la divinidad de Jesús. Una se produjo la tarde siguiente, y las otras después de la experiencia del monte de la transfiguración, cuando se alojaron de nuevo con Celsus.
D. REFERENCIAS: (1750.1) 157:6.7 [810]; (1758.2) 158:6.1 [811] (Mat 16:21-28 [812] )
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Si un hombre quiere asociarse con nosotros, que cargue con las obligaciones de la filiación y que me siga. Cuando ya no esté con vosotros, no penséis que el mundo os tratará mejor de lo que me trató a mí. Si me amáis, preparaos para hacer el supremo sacrificio.
2. No he venido para llamar a los rectos, sino a los pecadores. He venido para servir y para otorgar mi vida como don para todos. He venido para buscar y salvar a los que están perdidos.
3. Vengo del Padre y, si soy elevado, atraeré a todos los hombres hacia mí. El que crea esta verdad de la naturaleza combinada del Hijo tendrá una vida perdurable.
4. Aunque estoy ante vosotros en esta presencia física, he venido de Dios Padre. Antes de que Abraham fuese, yo soy. Pero no satisfaré las expectativas de vuestros antepasados y de su concepto del Mesías.
5. Mi reino no es de este mundo. Los zorros tienen guaridas y las aves del cielo nidos, pero yo no tengo donde recostar la cabeza.
6. Sin embargo, el Padre y yo somos uno. El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. El Padre jamás me dejará solo en mi misión, así como yo nunca os abandonaré cuando finalmente salgáis para proclamar este evangelio por todo el mundo.
7. Os he traído aquí conmigo para que podáis comprender la gloria y captar la grandeza de la vida a la que os he llamado—la fe-aventura del establecimiento del reino de mi Padre en el corazón de la humanidad.
8. Mientras Jesús estaba en la montaña, los apóstoles no lograron curar al muchacho epiléptico. Cuando regresó, Tomás le pidió a Jesús que explicara por qué habían fracasado y para saber algo sobre lo que ocurrió en la montaña.
9. Dijo Jesús: mientras estábamos en la montaña buscando conocer mejor la voluntad del Padre, vosotros caísteis en la tentación de sucumbir a las viejas malas tendencias de buscar una posición de preferencia en el reino del cielo, y os aferráis a estos conceptos erróneos, a pesar de mi declaración reiterada de que mi reino no es de este mundo.
10. Ni bien capta vuestra fe la identidad del Hijo del Hombre, vuestro deseo egoísta de favoritismos mundanos os posee nuevamente. ¿Acaso no os he dicho que el que quiera ser el más grande del reino debe convertirse en el servidor de todos?
11. La grandeza espiritual consiste en amor divino—no en exaltarse uno mismo. Fracasasteis porque vuestro propósito no era puro, vuestro motivo no era divino, vuestro ideal no era espiritual.
12. Vuestra ambición no era altruista. Vuestro procedimiento no estaba basado en el amor, y vuestro objetivo no era la voluntad del Padre en el cielo—y os encontrasteis con el fracaso.
13. Recordad que no podéis acortar los fenómenos naturales, a menos que esté de acuerdo con la voluntad del Padre. No podéis hacer trabajo espiritual sin poder espiritual. Y debéis tener fe viviente.
14. ¿Necesitáis siempre manifestaciones materiales para atraer a las realidades espirituales del reino?
15. Ahora id a descansar. Mañana regresaremos a Magadán. Debemos prepararnos para la fase final de mi otorgamiento. Se dará muerte al Hijo del Hombre, pero se levantará de nuevo.
16. En respuesta a una pregunta de Andrés, Jesús dijo: Confesáis que soy el Hijo de Dios, pero no soy el Mesías que se sentará en un trono en Jerusalén. Seré rechazado por los ancianos y los sumos sacerdotes.
17. Fue aquí cuando Pedro dijo que esas cosas no le pasaría nunca. Jesús sabía que Pedro tenía buenas intenciones, pero rechazó cualquier sugerencia que le alejara de la voluntad del Padre, por lo tanto regañó a Pedro, diciendo: “Vete detrás de mí. Saboreas el espíritu del adversario...”
18. Cuando habláis de esta manera no estáis conmigo, sino que os aliáis con nuestro enemigo. Convertís vuestro amor por mí en un obstáculo.
19. Cuando se recobraron del primer impacto del punzante reproche de Jesús, el Maestro dijo: El que quiera seguirme, que cargue con su responsabilidad diaria. el que quiera salvar su vida egoístamente, la perderá, pero el que pierda la vida por el evangelio, la salvará.
20. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿Qué daría un hombre a cambio de la vida eterna?
21. No os avergoncéis de mí en esta generación pecaminosa, pues no me avergonzaré de vosotros cuando aparezca en gloria ante mi Padre.
22. Pero muchos de los que estáis ahora ante mí no experimentaréis la muerte hasta que hayáis visto venir este reino de Dios en poder.
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: En la gira por la Decápolis, en Hipos
C. MOMENTO: Esta fue una conversación nocturna en respuesta a varias preguntas planteadas por sus discípulos.
D. REFERENCIAS: (1762.3) 159:1.1 [813] (Lucas 15 [814])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús contó la historia del buen pastor que abandonó a noventa y nueve ovejas y salió a buscar la que se había perdido. Cuando encuentra la oveja perdida, llama a sus vecinos para compartir su regocijo.
2. Hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueva justos.
3. No es la voluntad de Dios que nadie se extravíe—y mucho menos que perezca. En la vieja religión, Dios recibe a pecadores arrepentidos; en nuestro evangelio, Dios sale a buscarlos.
4. Dios ama a sus hijos, por lo tanto deberíais aprender a amaros los unos a los otros. El Padre perdona vuestros pecados—vosotros deberíais perdonar a vuestro hermano.
5. Si vuestro hermano peca—id a él en persona. Si os escucha, os habéis ganado a vuestro hermano. Si os rechaza, llevad a dos o tres con vosotros. Si sigue rechazando escucharos, decídselo a la congregación.
6. Si rechaza escuchar a la hermandad, dejad que esta tome la acción que considere. No podéis sentaros a juzgar al alma, pero podéis mantener el orden temporal en el reino.
7. Aunque no os entrometáis en los decretos divinos sobre la vida eterna, determinaréis los asuntos de conducta que se refieren al bienestar temporal de la hermandad en la tierra.
8. Lo que decretéis en la tierra será reconocido en el cielo. No podéis determinar el hado eterno del individuo, pero podéis legislar la conducta del grupo.
9. Cuando dos o tres de vosotros estéis de acuerdo sobre una de estas cosas, se hará, si vuestra petición es coherente con la voluntad de mi Padre.
10. Todo esto es por siempre verdad, porque siempre que se reúnan dos o tres creyentes, allí estaré yo entre ellos..
11. A continuación preguntó Pedro: “Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí, y yo le perdonaré? ¿Hasta siete veces?” Respondió Jesús: “No sólo siete veces, sino aun setenta veces y siete veces más.”
12. Después Jesús contó la historia del mayordomo que debía al rey diez mil talentos. Cuando suplicó misericordia y pidió más tiempo, el rey le perdonó toda la deuda.
13. Luego, este hombre se dirigió a un mayordomo subordinado que le debía cien denarios. Cuando este le pidió misericordia, el mayordomo jefe lo arrojó a una mazmorra hasta que lo pagara todo.
14. Cuando el rey se enteró, denunció al mayordomo jefe y lo metió en la cárcel hasta que pagara su deuda.
15. Así que Dios mostrará una misericordia más abundante a los que muestran misericordia libremente hacia sus semejantes.
16. ¿Cómo puedes esperar que Dios tenga consideración por tus imperfecciones, si castigas a tus hermanos culpables de las mismas debilidades humanas?
17. Yo os digo: habéis recibido generosamente las cosas buenas de Jesús: “No sólo siete veces, sino aun setenta veces y siete veces más.” (1763.1) 159:1.4 [815]
"Yo os digo a todos vosotros: habéis recibido generosamente las cosas buenas del reino; dad pues generosamente a vuestros semejantes en la tierra.” (1763.2) 159:1.5 [816]
38. LA INSTRUCCIÓN PARA MAESTROS Y CREYENTES
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Edrei
C. MOMENTO: Durante la gira por la Decápolis, Jesús pasó un día y una noche con el grupo en Edrei. Tomás dirigió este grupo y la discusión vespertina trató sobre métodos de enseñar el evangelio.
D. REFERENCIAS: (1765.3) 159:3.1 [817]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Respetad siempre la personalidad del hombre. Una causa recta no se ha de avanzar jamás por la fuerza; las victorias espirituales sólo se pueden alcanzar mediante el poder espiritual.
2. Excluimos usar tanto la fuerza psíquica como la fuerza física. No avasalléis a los hombres imponiendo vuestros argumentos o mediante la superioridad mental. No aplastéis la mente con el peso de la lógica ni la abruméis con la elocuencia sagaz.
3. Apelad al espíritu divino que habita en la mente de los hombres, no a las emociones humanas. No apeléis al miedo, a la piedad o al sentimiento.
4. Sed justos; ejerced autocontrol y exhibid discreción. Mostrad respeto adecuado por la personalidad. Recordad: “...Llego a la puerta y golpeo, y si alguien me abre, yo entraré.”
5. No destruyáis su autorrespeto. Aunque un excesivo respeto de sí mismo puede llegar a destruir la humildad y culminar en orgullo, vanidad y arrogancia, la pérdida del respeto propio lleva a menudo a una parálisis de la voluntad.
6. El evangelio restaura y controla el autorrespeto. No solo condenéis lo malo, sino recordad reconocer las cosas dignas de alabanza de la vida de los hombres.
7. Nada me detendrá en mis esfuerzos por restaurar el autorrespeto de los que lo han perdido.
8. No dañéis el respeto propio de las almas temerosas y miedosas. Evitad el sarcasmo y no seáis cínicos. El ocio destruye el respeto a sí mismo.
9. No intentéis atemorizar a los hombres para que entren en el reino. Las sensaciones fuertes de emoción no equivalen a la guía del espíritu.
10. Recordad el margen de conflicto que hay entre la vida en la carne y la vida del espíritu. La incertidumbre caracteriza la transición entre estos dos niveles del vivir. El yugo del evangelio es ligero—la carga de la verdad es fácil.
11. Las almas hambrientas se mueren de hambre en la presencia misma del pan de la vida. Los hombres mueren buscando a Dios, que mora en ellos.
12. Los hombres van en pos de los tesoros que están al alcance inmediato de la fe viviente. La fe es para la religión lo que la vela es para la nave. Solo hay una lucha: la buena lucha de la fe.
13. Al predicar el evangelio del reino, estáis enseñando la amistad con Dios. Esta amistad satisface el anhelo de la humanidad.
14. Decidle a mis hijos que aunque me enternezca yo por sus sentimientos y tenga paciencia con sus debilidades, también soy despiadado con el pecado e intolerante de la iniquidad.
15. No describáis a vuestro Maestro como varón de dolores. Las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro buen humor.
16. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los creyentes están impulsados a regocijarse para siempre. La felicidad es la experiencia de todos los que están seguros de Dios.
17. No os apoyéis en las tablas inseguras de la falsa compasión. No podéis desarrollar caracteres fuertes a partir de la autocompasión. No anheléis el compartir pesares.
18. Ofreced vuestra compasión a los valientes y los valerosos, limitando vuestra piedad por aquellas almas cobardes que tan sólo enfrentan a medias las pruebas del vivir.
19. No brindéis consuelo a los que sucumben a sus problemas sin luchar. No ofrezcáis simpatía a vuestros semejantes con el solo objeto de conseguir que ellos a su vez simpaticen con vosotros.
20. Cuando mis hijos tengan autoconciencia de la seguridad de la presencia divina, esa fe:
Les expandirá la mente.
Les ennoblecerá el alma.
Les reforzará la personalidad.
Les aumentará la felicidad.
Les profundizará la percepción espiritual.
Aumentará su capacidad para amar y ser amados.
21. Entrar en el reino no os hace inmunes a los accidentes del tiempo ni a las catástrofes de la naturaleza. La fe no os mantendrá alejados de los problemas, pero asegurará que actuaréis sin miedo cuando los problemas ocurran.
22. No os prometo liberaros del mar de adversidades, pero sí os prometo que navegaré a través de todas ellas con vosotros.
39. LA AUTORIDAD DE LAS ESCRITURAS
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Esta conversación se produjo en Abila, durante la gira por la Decápolis.
C. MOMENTO: Natanael estaba preocupado por ciertas afirmaciones de Jesús relacionadas con la autoridad y autenticidad de ciertas Escrituras hebreas. Preguntó a Jesús: “Maestro, ¿podrías tú confiar en mí para que yo conozca la verdad sobre las Escrituras? Observo que tú nos enseñas sólo una parte de las escrituras sagradas —la mejor parte en mi opinión— y deduzco que rechazas las enseñanzas de los rabinos que indican que las palabras de la ley son las palabras mismas de Dios...”
D. REFERENCIAS: (1767.3) 159:4.1 [818]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús dijo que no contemplaba las Escrituras como lo hacían los rabinos. Aceptó tratar sobre este asunto a condición de que Natanael no dijera nada a sus hermanos. Natanael se lo prometió.
2. Solo en tiempos recientes, mucho después de Moisés, se recopilaron las Escrituras. Aunque contienen los mejores pensamientos y los anhelos más elevados del pueblo judío, también contienen mucho que está lejos de ser representativo del carácter y de las enseñanzas del Padre en el cielo.
3. Al formular el evangelio, debo elegir las mejores enseñanzas de las Escrituras.
4. Estos escritos son obra de los hombres, algunos santos, otros no tan santos. Reflejan el nivel de esclarecimiento de los tiempos en los que se originaron. Los últimos son mejores que los primeros.
5. Las Escrituras son de origen humano, pero representan la mejor recopilación de sabiduría religiosa y verdad espiritual que hay en el mundo entero en este momento.
6. Muchos de estos libros no fueron escritos por las personas cuyos nombres llevan, pero eso no disminuye de ninguna manera su valor. La historia de Jonás no tiene que ser un hecho para ilustrar el amor de Dios por Nínive.
7. Las Escrituras son sagradas porque presentan los pensamientos y acciones de los hombres que buscaban a Dios, y que nos dejaron sus más elevados conceptos de rectitud, verdad y santidad.
8. No creas nunca en aquellos documentos de las Escrituras que dicen que el Dios del amor ordenó destruir a hombres, mujeres y niños. Tales enseñanzas no son palabra de Dios.
9. Las Escrituras siempre reflejan el estado espiritual de los que las crean. ¿No has notado que los conceptos de Yahvé crecen en belleza espiritual desde Samuel hasta Isaías?
10. El propósito de las Escrituras es la instrucción religiosa; no son obra de historiadores ni de filósofos.
11. Es un error creer en la perfección absoluta y en la infalibilidad de las Escrituras. La interpretación errónea y confusa de los fariseos es deplorable.
12. Ahora los líderes emplearán tanto la doctrina de inspiración de las Escrituras como sus propias tergiversaciones para resistirse a las enseñanzas más nuevas del evangelio del reino.
13. El Padre no limita la revelación de la verdad a una sola generación ni a un solo pueblo. Muchos buscadores sinceros de la verdad se han encontrado desilusionados por esta doctrina de la perfección de las Escrituras.
14. La autoridad de la verdad es el espíritu mismo que mora en sus manifestaciones vivientes—no las palabras muertas de otra generación.
15. Hoy, no ponemos por escrito nuestras enseñanzas. Evitaremos dividir a los creyentes en grupos separados y variados debido a la diversidad de interpretaciones.
16 De momento, es mejor que vivamos estar verdades mientras evitamos dejar documentos escritos.
17. Nada de lo que toque la naturaleza humana puede ser considerado infalible. La verdad que pasa por la mente humana solo puede ser parcialmente divina. Solo el Creador es infalible.
18. Las Escrituras no son libros sellados de misterio que tan sólo los sabios pueden interpretar. La revelación solo está sellada por la ignorancia humana, el fanatismo y la intolerancia de miras estrechas.
19. El prejuicio y la superstición empañan la luz de las Escrituras. El miedo impide que las almas hambrientas acepten la luz que los hombres conocedores de Dios de otras generaciones anhelaron ver intensamente.
20. Muchos de los instructores de hoy comprenden plenamente estas limitaciones de las Escrituras—pero son cobardes morales y no quieren admitirlo. Prefieren ocultar esas verdades al pueblo.
21. Estos falsos instructores emplean las Escrituras para mantener la santidad del tradicionalismo y su propia autoridad religiosa.
22. Pero las Escrituras son el depósito de la sabiduría moral, la inspiración religiosa y la guía espiritual de los hombres conocedores de Dios de otras generaciones.
40. EL PRIMER DISCURSO EN EL TEMPLO
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Este fue el primer discurso de Jesús que dio en el templo, durante su asistencia a la fiesta de los tabernáculos.
C. MOMENTO: La tensión era alta—los apóstoles sabían que el Sanedrín pretendía deshacerse de Jesús. Las autoridades judías estaban desconcertadas ante el atrevimiento de Jesús—incluso conjeturaron que los oficiales romanos le habían prometido la inmunidad.
D. REFERENCIAS: (1790.4) 162:2.1 [819] (Juan 7 [820])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús estaba hablando sobre "la libertad del nuevo evangelio y el regocijo de los que creen en la buena nueva”, cuando uno de sus oyentes le interrumpió para preguntar: “Maestro, ¿cómo puede ser que cites las Escrituras y enseñes a la gente con tanta elocuencia cuando me dicen que no has sido instruido en las enseñanzas de los rabinos?”
2. Jesús respondió: “Ningún hombre me ha enseñado las verdades que os declaro. Esta enseñanza no es mía, sino de Aquél que me envió.” Si realmente deseas hacer la voluntad del Padre, sabrás si mi enseñanza viene de Dios.
3. Antes de entrar en la nueva luz, ¿por qué no seguís la luz que ya tenéis? Moisés os dio la ley, ¿cuántos buscáis honestamente satisfacer sus exigencias? Moisés dijo: ‘no matarás’; a pesar de este mandato, algunos queréis matar al Hijo del Hombre.
4. Esto llevó a una discusión entre la multitud. Algunos dijeron que estaba loco—otros que tenía un demonio dentro. Pero otros dijeron que ese era el profeta de Galilea.
5. Algunos dijeron que las autoridades tenían miedo de ponerle la mano encima. Otros pensaron que algunos de los líderes habían venido para creer en él.
6. Después, uno de sus oyentes preguntó: “¿Por qué los dirigentes buscan matarte?” Dijo Jesús: porque resienten mi enseñanza sobre las buenas nuevas del reino, un evangelio que libera a los hombres de las pesadas tradiciones de una religión formal de ceremonias. Están decididos a mantener su religión a toda costa.
7. Circuncidan en sábado, pero quieren matarme porque curé a un hombre de sus aflicciones un sábado.
8. Conocen este glorioso evangelio que derribará su religión tradicional y se verán privados de su autoridad. Os apelo a no juzgar según las apariencias, sino a juzgar rectamente.
9. Entonces otro preguntó: Sí, Maestro, buscamos al Mesías, pero cuando llegue, sabemos que su aparición será en misterio. Sabemos de dónde eres tú. Tú has estado entre tus hermanos desde el comienzo. El libertador llegará en poder para restaurar el trono del reino de David. ¿Es que realmente dices ser el Mesías?
10. Jesús respondió: Dices que me conoces y que sabes de dónde vengo. Ojalá fuera cierto porque entonces realmente encontrarías vida abundante en ese conocimiento. He sido enviado por el Padre, y al rechazar escucharme estáis rechazando recibir al que me envió.
11. Y la gente comentaba: “Aunque este Maestro sea de Galilea, y aunque no satisfaga nuestras expectativas del Mesías, no sabemos si el libertador, cuando llegue, verdaderamente hará cosas más maravillosas de las que ya ha hecho este Jesús de Nazaret.”
41. EL SERMÓN SOBRE LA LUZ DEL MUNDO
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: El templo de Jerusalén
C. MOMENTO: Este discurso se ofreció la noche del día siguiente al último de la fiesta de los tabernáculos. La escena estaba brillantemente iluminada por las luces de los candelabros y las antorchas.
D. REFERENCIAS: (1794.4) 162:5.1 [821] (Juan 8:12-30 [822])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
2. Presumís enjuiciarme, pero la criatura no puede enjuiciar al Creador. Aunque doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es eternamente verdadero.
3. Sé de dónde vine, quién soy, y adónde voy. Vosotros no sabéis estas cosas. Juzgáis por las apariencias, no conocéis las realidades del espíritu.
4. Yo no juzgo a ningún hombre, ni siquiera a mi archienemigo. Pero si lo hiciera, mi juicio sería recto. Juzgo solo en asociación con mi Padre.
5. Aun vosotros decís que se puede aceptar el testimonio de dos personas—pues bien, yo atestiguo estas verdades; y también lo hace mi Padre en el cielo.
6. Ayer me preguntasteis por el paradero de mi Padre. En verdad, si me hubierais conocido, también habríais conocido a mi Padre.
7. Os he dicho que me marcharé—que me buscaréis en vano—pues adonde voy no podéis venir. Preferís sentaros en las tinieblas, pero yo vivo en la luz eterna del Padre de las luces.
8. Yo soy la luz de la vida, y todo aquél que rechace deliberadamente y a sabiendas esta luz salvadora, morirá en sus pecados. Mucho tengo que deciros, pero sois incapaces de recibir mis palabras.
9. Pero mi Padre ama aun a sus hijos descarriados. Y todo lo que mi Padre ha hablado, yo también lo proclamo al mundo.
10. Cuando el Hijo del Hombre sea elevado, entonces conoceréis que yo soy él, y que no he hecho nada por mí mismo, sino según me enseñó el Padre. Y el Padre aun ahora está conmigo, porque yo hago siempre lo que a él le agrada.
42. EL DISCURSO SOBRE EL AGUA DE LA VIDA
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—el templo
C. MOMENTO: Esta charla se dio en el templo el último día, el gran día de la fiesta de los tabernáculos. La procesión pasó del estanque de Siloé a través de los patios del templo, inmediatamente después de que se derramara agua y vino sobre el altar.
D. REFERENCIAS: (1795.5) 162:6.1 [823] (Juan 7:37-44 [824])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. El que tenga sed, que acuda a mí y beba. Traigo a este mundo el agua viva.
2. El que cree en mí se llenará del espíritu que este agua representa.
3. Dicen las Escrituras: “De él fluirán ríos de agua viva.” ( Juan 7:38 [825]) Cuando haya terminado mi obra, se derramará sobre toda la carne el Espíritu vivo de la Verdad. Los que reciban este espíritu jamás tendrán sed espiritual.
4. Recordad las Escrituras: “He aquí que las aguas caen sobre la tierra y las bebe el suelo reseco, así otorgaré yo el espíritu de santidad para que lo beban mis hijos en una bendición que llegará hasta los hijos de sus hijos.” (Isa 35:7 [826])
5. ¿Por qué tratáis de aplacar la sed de vuestra alma con el agua de las tradiciones de los hombres, vertida de las jarras rotas del servicio ceremonial?
6. Lo que veis aquí en este templo es la forma en que vuestros padres intentaron simbolizar el otorgamiento del espíritu divino sobre los hijos de la fe, pero ahora ha llegado el otorgamiento del espíritu del Padre y del Hijo a los hijos de los hombres.
7. Para todo el que tenga fe, este otorgamiento del espíritu será el verdadero maestro del camino que conduce a la vida eterna—la verdadera agua de vida en el reino terrenal y en el Paraíso del Padre.
43. EL DISCURSO SOBRE LA LIBERTAD ESPIRITUAL
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—en el templo
C. MOMENTO: La tarde del último día de la fiesta de los tabernáculos—en el porche de Salomón.
D. REFERENCIAS: (1796.3) 162:7.1 [827] (Juan 8:31-59 [828])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Si mis palabras moran en vosotros y queréis hacer la voluntad de mi Padre, seréis verdaderamente mis discípulos.
2. Diréis que sois los hijos de Abraham, que no sois esclavos de nadie; ¿cómo entonces se os puede hacer libres? Pero yo me refiero a la libertad del alma.
3. El que cometa pecado es el siervo de la esclavitud del pecado. El siervo raramente mora para siempre en la casa del amo, pero el hijo sí.
4. Así pues, si el Hijo os hará libres, seréis en verdad libres.
5. Vuestros líderes están ciegos por el prejuicio, el orgullo y la venganza. Si fuérais los verdaderos hijos de Abraham, haríais las obras de Abraham.
6. Buscáis destruirme porque os he dicho la verdad que he recibido de Dios. Abraham no rechazó la verdad de Dios.
7. Me temo que algunos de vosotros estáis decididos a hacer las obras del diablo. Si Dios fuera vuestro Padre, amaríais la verdad que os revelo.
8. Si sois los hijos de las tinieblas, no podréis caminar en la luz de la verdad que os revelo. Los hijos del mal sólo siguen los caminos de su padre, quien fue un impostor y no defendió la verdad.
9. Pero cuando vengo a decir y vivir la verdad, muchos de vosotros os negáis a creer.
10. ¿Quién entre vosotros me condena por pecador? ¿Por qué no creéis? Quien es de Dios escucha con regocijo las palabras de Dios.
11. Vuestros maestros dijeron incluso que hago mis obras por el poder del príncipe de los demonios. Uno, aquí cerca, acaba de decir que tengo un demonio.
12. Aunque queráis deshonrarme, yo honro verdaderamente al Padre. No busco mi propia gloria, sino la del Padre. No os juzgo, porque hay uno que juzga por mí.
13. Si creéis en el evangelio y mantenéis esta verdad en vuestro corazón, jamás saborearéis la muerte. Pero uno de vosotros dice que esta declaración prueba que tengo un diablo, puesto que Abraham está muerto.
14. Preguntáis: ¿es que tú eres tanto más importante que Abraham y que los profetas que te atreves a pararte aquí y decir que el que crea en tu palabra no saboreará la muerte? Y preguntáis de nuevo: ¿Quién dices tú que eres para atreverte a pronunciar tales blasfemias?
15. Respondo: no me glorifico a mí mismo, me glorifico por el Padre a quien llamáis Dios. Aunque no conozcáis al Padre, yo lo conozco de veras.
16. No conocéis a Dios, pero he venido para que os encontréis el uno al otro, para mostraros cómo llegar a ser verdaderamente hijos de Dios.
17. Aun Abraham se regocijó de ver mi día, y por la fe lo vio y se regocijó.
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: En el parque de Magadán
C. MOMENTO: Esta discusión se produjo en relación con la ordenación de los setenta. Abner, Andrés y el jefe de los evangelistas formaron un comité de admisión. Cuando no estaban de acuerdo sobre un candidato, se llevaba a esta persona ante Jesús. Jesús no rechazó a nadie, pero varios de ellos, después de hablar con Jesús, ya no deseaban ser mensajeros.
D. REFERENCIAS: (1801.4) 163:2.1 [829] (Mat 19:16-20:16 [830]; Mar 10:17-31 [831]; Lucas 18:18-30 [832])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Un candidato a la ordenación quería ir a su casa para consolar a su padre enfermo. Jesús le dijo: “Hijo mío, los zorros tienen guaridas y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza. Tú eres un discípulo fiel, y puedes seguir siéndolo al retornar a tu hogar y ministrar a tus seres queridos, pero eso no ocurre con los mensajeros de mi evangelio".
2. A otro que deseaba regresar a casa para consolar a su familia, Jesús le dijo: Si quieres ser ordenado, debes estar dispuesto a abandonarlo todo. Los mensajeros del evangelio no pueden tener afectos divididos. Si pones tu mano en el arado, no puedes volver atrás.
3. Luego, Andrés trajo al joven Matadormo para ver a Jesús. El Maestro habló con él—y le aconsejó que pensara más sobre la ordenación. Regresó a la mañana siguiente y le dijo a Jesús que había observado los mandamientos desde joven, pero deseaba la seguridad de la vida eterna.
4. Dijo Jesús: Si cumples con todos los mandamientos, haces bien, pero la salvación es la recompensa de la fe. En respuesta a la pregunta del Maestro de si creía, el joven dijo: “sí.” Dijo Jesús: “Entonces, tú eres de veras mi discípulo y un hijo del reino.”
5. Luego dijo Matadormo: no me conformo con ser discípulo, deseo ser un mensajero ordenado. Jesús lo besó en la frente y dijo: vende todo lo que tienes y entrega las ganancias a los pobres, sígueme y tendrás tesoros en el cielo.
6. El semblante de Matadormo cambió; tenía grandes riquezas. Se marchó apenado. Este joven fariseo, miembro del Sanedrín, pensaba que la riqueza era una señal del favor de Dios.
7. Jesús quería liberarlo del amor a las riquezas. Los discípulos de Jesús no tenían que despojarse de sus propiedades, pero los apóstoles y los setenta sí lo hicieron finalmente.
8. A continuación, Jesús dijo a Pedro y a los apóstoles: ya véis lo difícil que es para los ricos entrar en el reino.
9. La adoración espiritual no puede compaginarse con la devoción por lo material; ningún hombre puede servir a dos amos.
10. Decís que es más fácil para un camello atravesar el ojo de la aguja que para el pagano heredar la vida eterna. Yo os digo que es más fácil para un camello atravesar el ojo de la aguja que un rico presuntuoso entre en el reino.
11. Entonces exclamó Pedro: "Entonces, Señor, ¿quién puede salvarse?” Jesús respondió: los que ponen su confianza en las riquezas difícilmente entrarán en el progreso eterno. Pero lo que es imposible para los hombres quizá no esté más allá del alcance de Dios. Con Dios, todas las cosas son posibles.
12. Cuando Pedro preguntó si todos los creyentes deberían despojarse de sus riquezas, Jesús dijo: no, Pedro, solo los que serían apóstoles. El Padre requiere que nuestros afectos sean puros e íntegros. Debéis separaros de todo lo que se interponga entre vosotros y el reino. Si la riqueza no invade la circunscripción, no tiene ninguna consecuencia.
13. Los que lo habéis dejado todo para seguirme recibiréis muchísimas veces más en este mundo—quizá con persecuciones—la vida enterna en los mundos por venir. Muchos de los que son los primeros serán los últimos, mientras que a menudo los últimos serán los primeros.
14. Mi Padre trata con vosotros de acuerdo con vuestras necesidades y considerando el bienestar del universo.
15. Luego les contó la historia de un empleador que envió trabajadores para trabajar en su viña, con los que acordó pagar un día de trabajo. Durante el día envió a otros a mediodía, a las tres y a las cinco.
16. Al final del día, todos recibieron la misma paga de un día de trabajo. Los que trabajaron todo el día se quejaron cuando los que habían trabajado solo una hora recibieron la misma paga.
17. El empleador rechazó sus protestas, diciendo: deberíais estar satisfechos con vuestro salario—es legal para mí hacer lo que quiera con lo mío. No deberíais envidiar mi generosidad. (Vean Mat. 20:1-16)
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: El campamento de Magadán
C. MOMENTO: Justo antes de la ordenación de los setenta. Fue la mañana en la que se envió a los evangelistas en su primera misión. Es el resumen de las instrucciones finales de Jesús.
D. REFERENCIAS: (1804.5) 163:4.1 [833] (Lucas 10: 17-23 [834])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Este evangelio es para todo el mundo-gentiles y judíos.
2. Ministrad a los enfermos—pero no esperéis milagros.
3. Proclamad la hermandad espiritual—no un reino material.
4. Evitad demasiadas visitas y trivialidades sociales que podrían restarle valor a la predicación del evangelio.
5. Al entrar en una ciudad, seleccionad vuestra sede y permeneced allí.
6. Dejad que los creyentes comprendan que ha llegado la hora de romper abiertamente con los líderes de Jerusalén.
7. Enseñad que el único deber del hombre se resume en este mandamiento: ama a Dios con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo.
(Esto es lo que iban a enseñar en lugar de las 613 reglas de los fariseos)
8. A continuación de los comentarios de Jesús, Pedro predicó el sermón de la ordenación. Presentó sus admoniciones bajo seis encabezados:
- Dedicación consagrada.
- Verdadera valentía.
- Fe y confianza.
- Celo e iniciativa.
- Amabilidad y cortesía.
- Ministración a los enfermos.
Tras el regreso de los setenta, Jesús, después de escuchar sus experiencias, hizo los siguientes comentarios:
1. No es extraño que los espíritus desobedientes se sometan a vosotors, pues yo vi a Satanás caer del cielo como un rayo. Deberías regocijaros más bien en que el Padre y yo enviaremos pronto nuestro espíritu y estos espíritus perdidos no entrarán nunca más en la mente de los hombres.
2. Alegraos de tener poder con los hombres, pero regocijaos más bien en que estáis avanzando en la carrera sin fin de la conquista espiritual.
3. Aquella noche, Jesús experimentó uno de esos raros momentos de éxtasis emocional y sus comentarios inusuales pueden encontrarse en (1807.2) 163:6.3 [835]
4. Al día siguiente, que era sábado, Jesús se apartó con los setenta y sus comentarios pueden resumirse como sigue:
- ¿Por qué os sorprendéis tanto de que vuestro mensaje tuviera poder? ¿No esperábais que el evangelio sería efectivo?
- No quisiera enfriar vuestro regocijo, pero os advierto contra el orgullo.
- Enseñáis que los hombres son hijos de Dios. Seguid haciéndolo y no os canséis de hacer el bien.
- Estoy siempre cerca de vosotros y mi llamada es: Acudid a mí, todos vosotros que laboráis y lleváis la pesada carga, y yo os daré descanso.
- “Someteos a mi yugo y aprended de mí, porque soy fiel y leal, y encontraréis descanso espiritual para vuestra alma.” (1806.5) 163:6.1 [836]
46. LA HISTORIA DEL BUEN SAMARITANO
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Una posada de Jericó
C. MOMENTO: Jesus iba de camino a Jerusalén con Natanael y Tomás. Los tres se detuvieron en Jericó para pasar la noche. Al anochecer, un grupo estaba conversando sobre muchas cosas cuando un abogado, que buscaba enredar a Jesús, le preguntó: Instructor, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
D. REFERENCIAS: (1809.3) 164:1.1 [837] (Lucas 10:25-37 [838])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. En respuesta a la pregunta del abogado, Jesús dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley y los profetas; cómo lees tú las Escrituras?”
2. El abogado respondió astutamente:Amar al Señor Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo. Dijo Jesús: Has contestado bien.
3. Pero el abogado siguió intentando poner a Jesús en una situación embarazosa. Dijo: Pero, Instructor, ¿quién es precisamente mi prójimo?
4. El abogado esperaba poner una trampa a Jesús para que entrara en contradicción con la ley judía, que definía al prójimo como “los hijos del pueblo de uno”. Jesús discernió la motivación del abogado y procedió a contarle una historia que sería apreciada por cualquier público de Jericó.
5. La historia del buen samaritano. (Vean (1810.1) 164:1.3 [839])
47. LA ENSEÑANZA BAJO EL PORCHE DE SALOMÓN
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—en el templo
C. MOMENTO: Durante la asistencia de Jesús a la fiesta de la consagración. Ese sábado había curado a Josías, el hombre ciego. Los dirigentes estaban celebrando una sesión del Sanedrín y, durante esta reunión, Jesús estuvo hablando a la multitud en el porche de Salomón.
D. REFERENCIAS: (1815.2) 164:5.1 [840] (Juan 10:22-42 [841])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. No hay muchos registros de estas dos horas de enseñanza. Alguien preguntó: “¿Por cuánto tiempo nos dejarás en la incertidumbre? ¿Si tú eres el Mesías, por qué no nos lo dices claramente?”
2. Dijo Jesús: Muchas veces os he hablado de mí y de mi Padre, pero no queréis creerme. Las obras que hago en nombre de mi Padre atestiguan por mí.
3. Pero no pertenecéis a mi redil, y por lo tanto no creéis. La verdad atrae solo a los que tienen hambre de verdad y sed de rectitud.
4. Mis ovejas oyen mi voz y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; jamás perecerán.
5. Mi Padre me ha dado a estos hijos y es más grande que todos. Nadie los puede arrebatar de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno.
(Algunos intentaron apedrearlo, pero los creyentes los detuvieron)
6. Entonces Jesús continuó: Muchas obras amantes os he mostrado de mi Padre—¿por cuál de ésas queréis apedrearme?
7. Respondió uno de los fariseos: Por buena obra no queremos apedrearte sino por la blasfemia, porque tú, siendo un hombre, te atreves a considerarte igual a Dios.
8. Os negáis a creer que he sido enviado por Dios. Si hago las obras de Dios, aunque no creas en mí, por lo menos deberías creer en las obras.
9. Pero yo os digo que el Padre está en mí y yo en el Padre. Así como el Padre está en mí, así moraré yo en cada uno de los que creen este evangelio.
10. Y una vez más buscaron apedrearlo, pero él se alejó para unirse a Natanael y Tomás.
A. AÑO: 29 d.C.
B. LUGAR: El campamento de Pella
C. MOMENTO: Unas trescientas personas siguieron a Jesús al campamento de Pella cuando se fue de Jerusalén, donde había asistido a la fiesta de la consagración. Después de media hora de conversación informal, Jesús habló a un grupo de unas cien personas.
D. REFERENCIAS: (1818.2) 165:2.1 [842] (Juan 10:1-21 [843])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Esta noche tengo mucho que deciros, y puesto que muchos entre vosotros sois mis discípulos y algunos mis enemigos, presentaré mis enseñanzas en una parábola. Dejad que os cuente una historia.
2. Hay ante mí hombres que serían capaces de morir por mí y por el evangelio del reino, y algunos de entre ellos así lo harán en años venideros. Hay aquí también algunos que son esclavos de la tradición y siguen a sus líderes tenebrosos, y que quieren matarme.
3. La vida que ahora vivo en la carne a ambos os juzgará, a los buenos pastores y a los falsos pastores Si fueran ciegos, no tendrían pecado; mas vosotros afirmáis que veis, incluso profesáis ser maestros de Israel.
4. El buen pastor junta su rebaño en el redil por la noche en tiempos de peligro. Y cuando llega la mañana, entra en el corral por la puerta, y cuando llama, las ovejas conocen su voz.
5. El pastor que entra al corral por otros medios y no por la puerta, es un ladrón y un salteador.
6. El buen pastor entra al corral después que el portero le abre la puerta, y su rebaño, conociendo su voz, sale cuando llama. Pero no seguirían a un extraño.
7. Las ovejas huyen de un extraño porque no conocen su voz. Esta multitud que está aquí reunida a nuestro alrededor es como el rebaño sin pastor. Si tenéis hambre y sed de rectitud, cuando os hable, me seguiréis.
8. Algunos entre vosotros no sois de mi redil; no conocéis mi voz y no me seguiréis. Puesto que sois pastores falsos, las ovejas no conocen vuestra voz y no os seguirán.
9. Jesús hizo una pausa, pero nadie le hizo ninguna pregunta. Entonces continuó, diciendo: Si vosotros queréis ser los ayudantes del pastor de los rebaños de mi Padre, debéis ser, no solamente líderes meritorios, sino que también debéis alimentar al rebaño con buena comida.
10 No sois buenos pastores a menos que conduzcáis vuestro rebaño a los pastos verdes junto a aguas tranquilas.
11. Dejadme deciros ahora que soy a la vez la puerta del corral del Padre y el buen pastor de los rebaños de mi Padre.
12. Todo pastor que busca entrar al corral sin mí fracasará, y las ovejas no oirán su voz. Toda alma que entre al camino eterno por los medios que yo he creado y ordenado, será salvada y podrá proseguir hasta llegar a los pastos eternos del Paraíso.
13. Yo soy el pastor verdadero que hasta es capaz de dar su vida por el rebaño. El ladrón se mete en el corral sólo para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que podáis tener vida y tenerla más abundantemente.
14. El asalariado huye ante el peligro, y deja que las ovejas se dispersen y sean destruidas; pero el pastor verdadero no huye cuando viene el lobo; protege su rebaño, y si hace falta, da su vida por sus ovejas.
15. De cierto os digo, amigos y enemigos, yo soy el pastor verdadero; yo conozco a los míos y los míos me conocen a mí. No huiré frente al peligro. Haré la voluntad del Padre y no abandonaré al rebaño.
16. Pero tengo muchas otras ovejas que no son de este redil, y estas palabras son verdaderas no sólo para este mundo. Estas otras ovejas también oyen y reconocen mi voz, y yo he prometido al Padre que todas serán conducidas a un mismo rebaño, a una sola hermandad de los hijos de Dios.
17. Entonces todos vosotros conoceréis la voz de un solo pastor, el pastor verdadero, y todos reconocerán la paternidad de Dios.
18. Por eso el Padre me ama y ha puesto sus rebaños a mi cuidado. Él sabe quesabe que yo no dejaré de proteger mi rebaño ni abandonaré mis ovejas y que, si hace falta, no vacilaré en dar mi vida por el rebaño.
19. Pero si doy mi vida, la tomaré de nuevo. Nadie puede quitarme la vida. Tengo el poder de dar mi vida y tomarla de nuevo. Recibí esta autoridad del Padre incluso antes de que existiera este mundo.
49. LA CONFIANZA Y LA PREPARACIÓN ESPIRITUAL
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: En el campamento de Pella
C. MOMENTO: el sábado 28 de enero, el público ascendía a casi tres mil personas. Jesús predicó este sermón después de algunos comentarios preliminares de Simón Pedro.
D. REFERENCIAS: (1819.9) 165:3.1 [844] (Lucas 12 [845])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, nacida del prejuicio y alimentada por la esclavitud de las tradiciones, aunque muchos de estos fariseos sean de corazón honesto y algunos entre ellos permanecen aquí como mis discípulos.
2. Lo que se oculta de vosotros se os hará evidente cuando el Hijo del Hombre haya completado su misión en la tierra y en la carne.
3. Pronto, lo que nuestros enemigos confabulan ahora en secreto saldrá a la luz. No temáis a los que solo tienen el poder de matar el cuerpo.
4. No temáis a nadie, ni en el cielo ni en la tierra, sino que os regocijéis en el conocimiento de Aquél que tiene el poder de liberaros de toda injusticia y de presentaros sin culpa ante el asiento de justicia de todo el universo.
5. Se venden cinco pajarillos por dos cuartillos, pero ni uno de ellos existe sin el conocimiento del Padre—la fuente de toda vida. Para los guardianes seráficos, hasta los cabellos de vuestra cabeza están numerados.
6. Entonces, ¿por qué vivir temerosos de las muchas pequeñeces que surgen en vuestra vida diaria? No temáis; vosotros valéis mucho más que muchos pajarillos.
7. Si tenéis el valor de confesar vuestra fe en mi evangelio ante los hombres, yo presentaré a los ángeles del cielo. Pero si negáis la verdad, entonces esos ángeles guardianes os negarán.
8. Digáis lo que digáis sobre el Hijo del Hombre, se os perdonará, pero si blasfemáis contra Dios, difícilmente encontraréis perdón. Cuando asignáis las obras de Dios a las fuerzas del mal, difícilmente buscaréis el perdón.
9. Cuando vuestros enemigos os lleven ante los rectores de las sinagogas y ante otras altas autoridades, no os preocupéis por cómo responder a sus preguntas, porque el espíritu que reside en vosotros os enseñará certeramente lo que debéis decir.
10. ¿Por cuánto tiempo permaneceréis en el valle de la indecisión? ¿Por qué vaciláis entre dos opiniones? ¿Por qué titubean los judíos o los gentiles en aceptar la buena nueva de que son hijos de Dios?
11. ¿Cuánto tiempo nos llevará persuadiros que entréis con regocijo en vuestra herencia espiritual? Yo vine a este mundo para revelar a vosotros el Padre y conduciros al Padre. Lo primero ya lo he hecho, pero lo segundo no lo puedo hacer sin vuestro consentimiento.
12. El Padre jamás obliga a los hombres. La invitación siempre ha sido: el que quiera, que venga y que comparta libremente del agua viva.
50. LA DIVISIÓN DE LA HERENCIA
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El campamento de Pella
C. MOMENTO: Esta discusión siguió a uno de los sermones de Jesús del sábado en el campamento de Pella. Mientras los apóstoles iban bautizando a creyentes, Jesús se quedó atrás para responder preguntas. Un joven suplicó a Jesús que influyera a su hermano en un asunto de dividir la herencia que su padre fallecido había dejado.
D. REFERENCIAS: (1821.1) 165:4.1 [846] (Lucas 12:13-21 [847])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Jesús se indignó ligeramente por el hecho de que ese joven de mentalidad material esperara de él que dirimiera una disputa de negocios con su hermano. Dijo Jesús: ¿quién me ha puesto de divisor entre vosotros? ¿De dónde sacaste la idea de que yo me ocupo de los asuntos materiales de este mundo?
2. Y luego, dirigiéndose a los que le rodeaban, Jesús dijo: guardaos de la codicia; la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posea. Ni la felicidad ni la alegría proceden de la riqueza.
3. La riqueza en sí no es una maldición, pero el amor a las riquezas puede cegar al alma a las realidades espirituales del reino en la tierra y a las alegrías de la vida eterna en el cielo.
4. Entonces, Jesús contó la historia del rico necio que se djo a sí mismo: ¿Qué haré con todas mis riquezas? Edificaré graneros más grandes, para poder decirle a mi alma: muchas riquezas tienes guardadas por muchos años; ahora pues reposa; come, bebe y regocíjate, porque eras rica y tienes muchos bienes.
5. Pero este hombre rico era necio. Al preocuparse por los asuntos materiales de su mente y cuerpo, se había olvidado de almacenar tesoros en el cielo para salvar su alma.
6. Tampoco pudo gozar de su riqueza acumulada. Esa noche llegaron unos bandidos que asaltaron su casa y lo mataron, y después incendiaron sus graneros. Este hombre acumuló sus tesoros en la tierra, pero no fue rico para con Dios.
7. Jesús nunca se inmiscuyó en los asuntos temporales de sus apóstoles o de sus discípulos.
8. Después, un hombre le preguntó: Maestro, sé que tus apóstoles lo tienen todo en común, como los esenios, ¿pero quieres que todos nosotros hagamos lo mismo? ¿Es acaso pecado poseer riqueza honesta?
9. Dijo Jesús: no es pecado poseer riquezas honorables; pero es pecado convertir la riqueza en tesoros que absorban tus intereses y desvíen tu afecto de la devoción a los asuntos espirituales del reino.
10. No hay pecado en tener posesiones honradas, siempre que tu tesoro esté en el cielo, porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón.
11. Hay una gran diferencia entre la riqueza que conduce a la avaricia y la riqueza en fideicomiso. Muchos de entre vosotros que estáis aquí gracias a las contribuciones de personas generosas que han dado fondos a vuestro anfitrión, David Zebedeo, para estos fines.
12. La riqueza no perdura. El amor por la riqueza ofusca demasiado a menudo, aun destruye, la visión espiritual. Existe el peligro de que la riqueza se convierta en vuestro amo, no en vuestro siervo.
13. Jesús no propició la negligencia, el ocio, ni la indiferencia en proveer las necesidades físicas para la familia, o la dependencia de las limosnas. Pero sí enseñó la subordinación de lo temporal a lo espiritual.
14. Luego el joven insistió en preguntar a Jesús sobre su herencia. Dijo Jesús: ¿por qué pierdes la oportunidad de comer el pan de la vida cuando podrías satisfacer tu avaricia? Lleva tus quejas al tribunal de la sinagoga. ¿No ves que me ocupo de tu herencia celestial?
15. No habéis leído en las Escrituras: “Hay el que acumula riquezas con avaricia y sacrificio, y ésta es la porción de su recompensa: cuando dice, ya hallé reposo y ahora podré comerme mis bienes, pero no sabe lo que el tiempo le traerá, y que también deberá abandonar todas estas cosas a otros, cuando muera.”
16. ¿No conocéis el mandamiento: “No codiciarás?” Y nuevamente: ‘Ellos comieron y se llenaron y engordaron, y luego se volvieron hacia otros dioses’. No habéis leído en los en los Salmos que ‘el Señor odia a los codiciosos’? (Nota: no se han podido encontrar estas citas)
17. ¿No habéis leído que "mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos protervos"? (Salmos 37:16 [447]) “Si las riquezas aumentan, no pongas tu corazón en ellas.” (Salmos 62:10 [848])
18. ¿No habéis leído en Jeremías: “Que no se alabe el rico en sus riquezas”? (Jer 9:23 [849]) Entonces dijo Ezequiel: “Con la boca muestran amor, pero su corazón está en su propia ganancia egoísta.” (Eze 33:31 [850])
19. Cuando Jesús despidió al joven, dijo: “Hijo mío, ¿de qué te valdrá ganar el mundo entero si pierdes tu propia alma?”
20. Cuando alguien que estaba por allí le preguntó cómo serían juzgados los ricos el día del juicio, Jesús respondió: “Yo no he venido para juzgar ni a ricos ni a pobres, pero la vida que viven los hombres será el juez de todos.”
21. Se plantearán tres preguntas a los que adquieren grandes riquezas:
¿Cuánta riqueza has acumulado?
¿De qué manera conseguiste esta riqueza?
¿Cómo usaste tu riqueza?
51. CHARLAS A LOS APÓSTOLES SOBRE LA RIQUEZA
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El campamento de Pella
C. MOMENTO: Esta fue una charla con los apóstoles la noche del día en el que el joven quiso que Jesús coaccionara a su hermano para dividir su herencia. Andrés preguntó: “Maestro, mientras nosotros bautizábamos a los creyentes, tú hablaste muchas palabras a la multitud que allí permanecía, pero que nosotros no escuchamos. ¿Querrías repetir esas palabras para nuestro beneficio?”
D. REFERENCIAS: (1823.1) 165:5.1 [851] (Lucas 12:22-34 [852])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Sí, Andrés, pero mis palabras para vosotros, los apóstoles, deben ser un tanto diferentes de las que hablé a la multitud. Sois embajadores del reino. Lo habéis abandonado todo para seguirme.
2. Sabéis por experiencia que el Padre no os abandonará. No deberíais angustiaros por las cosas de la vida temporal—por lo que comeréis o lo que vestiréis.
3. El bienestar del alma es más que la comida y la bebida; el progreso del espíritu está muy por encima de la necesidad de atavío.
4. Considerad a los cuervos—ni siembran ni recolectan, no tienen graneros, y aún así el Padre provee para ellos. ¡Y cuánto más valiosos sois vosotros que los pájaros!
5. La angustia y la incertidumbre no pueden hacer nada para proveer vuestras necesidades materiales. La angustia no puede añadir nada a vuestra estatura. ¿Por qué os preocupáis con esos problemas?
6. Considerad los lirios, cómo crecen; no se afanan, ni hilan; y aún así Salomón, con toda su gloria, no se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así a la hierba del campo, cuánto más os vestirá a vosotros, ¡hombres de poca fe!
7. Cuando os entregáis al evangelio, no dudéis del apoyo a vosotros o a vuestras familias. Si dáis vuestra vida al evangelio, viviréis por el evangelio.
8. Los discípulos creyentes deben ganarse el pan y contribuir al evangelio. Pero si os sentís angustiados por el pan, ¿en qué diferís de los nativos del mundo?
9. El Padre y yo sabemos que necesitáis estas cosas. Dedicaos al trabajo y todas vuestras necesidades se cubrirán.
10. Buscad las cosas grandes, y encontraréis las pequeñas; pedid cosas celestiales y las cosas materiales estarán incluidas. La sombra seguro que sigue a la sustancia.
11. Si tenéis fe, si no tropezáis con el temor. Para el Padre es una gran satisfacción daros este reino. Habéis puesto vuestro tesoro allí donde ningún ladrón os lo puede robar ni las polillas lo pueden destruir. Allí donde está el tesoro, también estará vuestro corazón.
12. Después de que vuelva al Padre, pasaréis por duras pruebas. Guardaos del temor y las dudas. Preparad vuestra mente y dejad que vuestra lámpara siga encendida.
13. Sed como los hombres que están esperando el regreso de su amo de una fiesta nupcial, para que podáis abrirle con rapidez. Entonces recibiréis su bendición.
14. Una crisis se avecina a vuestras vidas, y os corresponde vigilar y estar listos.
15. Sé bien que ningún hombre permitirá que entren ladrones a su casa si sabe la hora en que llegarán esos ladrones. Cuidad también de vosotros mismos, porque en el momento en que menos lo penséis y en la forma que menos sospechéis, el Hijo del Hombre partirá.
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Gerasa
C. MOMENTO: Esta conversación se dio en Gerasa durante la última visita al norte de Perea. Un fariseo creyente preguntó a Jesús: “Señor, ¿habrá pocos o muchos que se salvarán?”
D. REFERENCIAS: (1828.5) 166:3.1 [853] (Lucas 13:22-30 [854])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Se os ha enseñando que sólo los hijos de Abraham y los gentiles adoptados serán salvados. Puesto que solo Caleb y Josué entraron en la tierra prometida, comparativamente pocos entrarán en el cielo.
2. Tenéis un proverbio que dice: el camino que conduce a la vida eterna es recto y angosto, y la puerta de entrada es asimismo angosta, y que el camino que conduce a la destrucción es amplio, que la entrada a la misma es ancha, y que muchos eligen seguir este camino.
3. Este proverbio indudablemente tiene significado. Pero yo declaro que la salvación es un asunto de elección personal.
4. La puerta de la salvación es lo suficientemente ancha como para admitir a todos los que buscan sinceramente entrar, pues yo soy esa puerta. Todo hijo que busca al Padre por la fe encontrará al Padre a través del Hijo.
5. Hay un peligro para los que posponen la entrada al reino por buscar los placeres y por egoísmo. Más tarde, cuando el reino se revele en su gloria, querrán entrar. Pero yo diré a todos esos egoístas—no sé quiénes sois.
6. Rechazasteis estas ofertas de misericordia—la ciudadanía celestial. Rechazásteis la invitación a entrar mientras la puerta estuvo abierta. Rechazásteis la salvación, y ahora la puerta está cerrada.
7. No es la salvación para los que no están dispuestos a pagar el precio de la dedicación total a hacer la voluntad de mi Padre.
8. Cuando en espíritu y alma habéis vuelto la espalda al reino del Padre, es inútil pararse en mente y cuerpo ante esta puerta y golpear diciendo, ‘Señor, ábrenos; nosotros también queremos ser grandes en el reino’.
9. Entonces yo declararé que vosotros no sois de mi redil—no estáis entre los que han luchado la buena lucha de la fe.
10. Y cuando digáis: ¿acaso no comimos y bebimos contigo, acaso no enseñaste en nuestras calles?, entonces declararé que sois extranjeros espirituales—que no servimos juntos en el ministerio de misericordia del Padre.
11. Y cuando declare que no os conozco, el Juez de toda la tierra os dirá: ‘idos de nosotros, todos vosotros que os habéis deleitado en las obras de la iniquidad’.
12. Pero no temáis; todo el que desee sinceramente encontrar la vida eterna, con toda seguridad hallará esa salvación eterna. Los que rechazan hoy la salvación verán algún día el triunfo del reino.
13. Los verdaderos creyentes tomarán el reino en poder espiritual y mediante los asaltos persistentes de la fe viviente. Y muchos de los que son los primeros, serán los últimos y aquellos que son los últimos, muchas veces serán los primeros.
14. Y esta, amigos míos, es una versión nueva y extraña del viejo proverbio familiar sobre el camino recto y angosto.
15. Lentamente los apóstoles y muchos de los discípulos aprendían el significado de la declaración: A menos que renazcáis del espíritu, no podéis entrar en el reino.
16. Pero para todos los de corazón honesto y fe sincera, es eternamente verdad que: «He aquí que yo estoy ante la puerta del corazón de los hombres y golpeo, y si un hombre me abre, yo entraré y compartiré con él la cena y lo alimentaré con el pan de la vida; seremos uno solo, en espíritu y propósito, y así por siempre seremos hermanos en el largo y fructífero servicio de la búsqueda del Padre del Paraíso».
17. Así pues, si muchos o pocos serán salvados, completamente depende de si serán muchos o pocos los que acepten la invitación: “Yo soy la puerta, yo soy el nuevo camino viviente, y aquel que así lo quiera podrá entrar para embarcarse en la búsqueda sin fin de la verdad de la vida eterna.”
53. LA ENSEÑANZA SOBRE LOS ACCIDENTES
A. AÑO: 30 d.C. 30
B. LUGAR: Durante la misión en el norte de Perea, de camino a Filadelfia.
C. MOMENTO: Si bien la mayoría de palestinos comían solo dos veces al día, Jesús y los apóstoles, cuando estaban de viaje, tenían a menudo un almuerzo al mediodía. Y fue en una de esas comidas al mediodía cuando Tomás preguntó a Jesús: Maestro, después de haber escuchado tus palabras mientras viajábamos esta mañana, me gustaría preguntar si los seres espirituales tienen que ver con la producción de acontecimientos extraños y extraordinarios en el mundo material y además, si los ángeles y otros seres espirituales son capaces de prevenir accidentes.
D. REFERENCIAS: (1830.1) 166:4.1 [855] (Lucas 13:1-9 [856])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. ¿Acaso no habéis observado mi vida y que rechazo emplear las fuerzas espirituales para mi sustento? Vivimos de la misma manera en que existen los hombres. Veis fuerzas de espíritu en la vida material de este mundo, excepto en la revelación del Padre y la curación esporádica de sus hijos afligidos.
2. All too long have your fathers believed that prosperity was the token of divine approval; that adversity was the proof of God’s displeasure. All such notions are but superstitions.
3. ¿Acaso no observáis que los pobres reciben con regocijo el evangelio? Si la riqueza es prueba del poder divino ¿por qué se niegan los ricos tan frecuentemente a creer en esta buena nueva del cielo?
4. La lluvia cae sobre justos e injustos; del mismo modo, el sol brilla sobre los que son rectos y los que no lo son. Vosotros sabéis de aquellos galileos cuya sangre Pilato mezcló con los sacrificios, pero yo os digo que esos galileos no eran más pecadores que sus semejantes.
5. Sabéis de los dieciocho hombres sobre los que cayó la torre de Siloé, matándolos a todos. No penséis que estos hombres eran más pecadores que todos sus hermanos. Estos seres fueron simplemente víctimas inocentes de uno de los accidentes temporales.
6. Existen tres tipos de acontecimientos que pueden ocurrir en vuestras vidas:
- Podéis compartir de aquellos acontecimientos normales que son parte de la vida que vivís vosotros y vuestros semejantes en la tierra.
- Podéis caer víctimas de uno de los accidentes de la naturaleza.
- Podéis cosechar los frutos de vuestros esfuerzos directos por cumplir con las leyes naturales que gobiernan el mundo.
7. Después contó la historia de un hombre que plantó un árbol en su patio. Tres años después, como no dio fruto, pidió un año más mientras le daba fertilizante. Y después, debido a las leyes de la naturaleza, tuvo la recompensa de una cosecha abundante.
8. La salud y la enfermedad son resultado de causas materiales. La salud no es la sonrisa del cielo ni la aflicción la ira de Dios.
9. Los hijos humanos del Padre tienen igual capacidad para recibir las bendiciones materiales, por lo tanto, él dona las cosas físicas a los hombres sin discriminación.
10. Cuando se trata de los dones espirituales, el Padre se limita a la capacidad que el hombre tiene para recibir estos dones. Aunque el Padre no hace acepción de personas, en su entrega de los dones espirituales está limitado por la fe del hombre y por el deseo de éste de acatar siempre la voluntad del Padre.
54. LA CONVERSACIÓN SOBRE LOS ÁNGELES
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: En el camino de Jericó a Betania
C. MOMENTO: En el camino de Jericó a Betania (por la resurrección de Lázaro), mientras subían por las colinas, Natanael preguntó a Jesús: “Puesto que el sumo sacerdote es un saduceo, y puesto que los saduceos no creen en los ángeles, ¿qué debemos enseñar al pueblo sobre los ministros celestiales?”
D. REFERENCIAS: (1840.6) 167:7.1 [857]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Los ángeles son una orden de creación totalmente diferente a las criaturas mortales materiales. En las Escrituras, a los ángeles no se les llama Hijos de Dios; tampoco a los espíritus de los seres humanos que han partido.
2. Los ángeles son una creación directa, y no se reproducen. A medida que el hombre progresa en su viaje al Paraíso, pasa por un estado del ser análogo al de los ángeles, pero el hombre mortal nunca se convierte en ángel.
3. Los ángeles no mueren nunca—son inmortales a menos que se impliquen en el pecado y la rebelión, como hicieron algunos en la sublevación de Lucifer. Los ángeles son puros y santos, pero no lo saben todo ni son todopoderosos.
4. Si vuestros ojos pudieran abrirse, veríais a los ángeles ascender y descender. Por medio de los ángeles nos mantenemos en contacto con otros mundos. Os he dicho muchas veces que tengo ovejas que no son de este rebaño.
5. Los ángeles no son los espías del mundo espiritual que os vigilan y luego van al Padre y le dicen los pensamientos de vuestro corazón y cuentan sobre las acciones de la carne.
6. El Padre no necesita tal servicio porque su propio espíritu habita en vosotros. Pero estos ángeles funcionan para mantener informada una parte de la creación celestial sobre los acontecimientos de otras partes.
7. Los ángeles, mientras funcionan en el gobierno del Padre y los universos de los Hijos, son asignados al servicio de las razas humanas.
8. Cuando llamamos espíritus ministrantes a estos serafines, no hablamos en lenguaje figurativo ni en términos poéticos.
9. Los ángeles se ocupan de la obra de salvar a los hombres, porque, ¿acaso no os he dicho de la felicidad seráfica cuando un alma elige abandonar el pecado y comienza a buscar a Dios?
10. Y también os hablé de la felicidad en la presencia de los ángeles cuando un pecador se arrepiente—y esto significa que hay otras órdenes más altas de seres celestiales que están interesadas también en la salvación del hombre.
11. Y estos ángeles se ocupan también de la manera en que se libera el espíritu del hombre de los tabernáculos de la carne, cuando se le escolta a las mansiones celestiales.
12. Los ángeles son los guías certeros y celestiales del alma del hombre durante ese período desconocido que va entre la muerte en la carne y la nueva vida en las moradas del espíritu.
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: En el camino de Betania a Pella
C. MOMENTO: Después de la resurrección de Lázaro, de camino a Pella, los apóstoles plantearon muchas preguntas que Jesús respondió, excepto a las relacionadas con los detalles de la resurrección de los muertos. Estaban muy preocupados con la respuesta a las oraciones. Recordaron el comentario de Jesús en Filadelfia, cuando supieron de la enfermedad de Lázaro, cuando dijo: “Esta enfermedad no es realmente de muerte.”
D. REFERENCIAS: (1848.1) 168:4.1 [858]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. La oración es la expresión de la mente finita en su esfuerzo por acercarse al Infinito. Por lo tanto el acto de orar debe estar limitado por el conocimiento, la sabiduría y los atributos de lo finito; del mismo modo, la respuesta debe condicionarse por la visión, los fines, los ideales y las prerrogativas del Infinito.
2. No puede nunca observarse una continuidad ininterrumpida de fenómenos materiales entre el acto de orar y la recepción de la plena respuesta espiritual.
3. Cuando una oración aparentemente no recibe respuesta, esta demora frecuentemente representa una respuesta mejor, aunque, por alguna razón valedera, es largamente demorada. (Cuando Jesús dijo que la enfermedad de Lázaro no era realmente para la muerte, éste ya había muerto hacía once horas)
4. No se niega la respuesta a ninguna oración sincera, excepto cuando el punto de vista superior del mundo espiritual ha encontrado una respuesta mejor,una respuesta que satisface la solicitud del espíritu del hombre en contraste con la oración de la mera mente humana.
5. Una oración del tiempo puede estar tan iniciada por el espíritu y expresada por la fe, y tanto abarcan que tan sólo pueden ser contestadas en la eternidad.
6. la solicitud finita está a veces tan llena del alcance de lo Infinito, que la respuesta ha de aguardar largamente, hasta tanto se haya creado una capacidad adecuada de receptividad; la oración de fe puede llegar a ser tan completa que tan sólo se podrá recibir su respuesta en el Paraíso.
7. Las respuestas a la oración de la mente mortal son frecuentemente de naturaleza tal que pueden ser recibidas y reconocidas sólo después de que esa misma mente oradora haya alcanzado el estado inmortal.
8. La ignorancia puede distorsionar y la superstición deformar tanto la oración de una persona que conoce a Dios que la respuesta a ésa sea altamente indeseable.
9. Esas oraciones confusas tienen que traducirse tanto por los espíritus que intervienen que, cuando la respuesta llega, la persona que ha hecho la petición no consigue reconocerla como respuesta a su oración.
10. Todas las oraciones verdaderas son dirigidas a los seres espirituales, y todas estas solicitudes deben ser respondidas en términos espirituales—realidades espirituales. Los seres espirituales no pueden otorgar respuestas materiales.
11. Los seres materiales pueden orar eficazmente sólo cuando «oran en el espíritu». Ninguna oración puede esperar una respuesta a menos que haya nacido del espíritu y haya sido alimentada por la fe.
12. Vuestra fe sincera implica que habéis otorgado virtualmente por adelantado a los que oigan vuestra oración el pleno derecho de responder a vuestras solicitudes de acuerdo con la sabiduría suprema y el amor divino.
13. El niño está siempre en su derecho de solicitarle al padre; y el padre siempre debe determinar la respuesta a lo inmaduro de acuerdo con la sabiduría madura.
14. En consecuencia, las respuestas a las oraciones de la inmadurez pueden postergarse, modificarse, segregarse, transcender o posponerse hasta otra etapa de la ascensión espiritual.
15. No titubeéis en orar las oraciones de los anhelos del espíritu; no dudéis de que recibiréis respuesta. Estas respuestas podrán estar en depósito, aguardando el momento en que alcancéis niveles espirituales futuros—en este mundo o en otros.
16. Todas las solicitudes nacidas del espíritu tendrán, con certeza, respuesta. Pedid y recibiréis.
17. Pero debéis recordar que sois criaturas del tiempo y del espacio. Debéis considerar siempre el factor espacio-temporal en la experiencia de vuestra recepción personal de las respuestas a vuestras muchas oraciones.
56. EL CONCEPTO DE JESÚS SOBRE EL REINO
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: En el campamento de Pella
C. MOMENTO: Este fue el último sermón del Maestro en el campamento de Pella. Estuvo entre las alocuciones notables de su ministerio público. Fue un esfuerzo por aclarar la confusión existente en la mente de sus seguidores respecto a la verdadera naturaleza del reino celestial. En lo que respecta al reino, la última palabra de Jesús siempre fue: “El reino está dentro de vosotros”.
D. REFERENCIAS: (1859.11) 170:2.1 [859]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. El concepto del reino estaba basado en la verdad de la paternidad de Dios y el hecho de la hermandad de los hombres.
2. Esta enseñanza liberaría al hombre de la larga esclavitud del miedo animal y enriquecería el vivir humano con la vida de libertad espiritual.
3. El evangelio imparte nuevo valor y poder espiritual aumentado. Las almas así liberadas pueden atreverse a esperar la vida eterna.
4. El evangelio lleva nueva confianza y verdadero consuelo para todos los hombres, aun los pobres.
5. Es una nueva norma de valores morales,una nueva vara de ética para medir la conducta humana - el ideal del nuevo orden de la sociedad humana.
6. Enseña la preeminencia de lo espiritual en comparación con lo material; glorifica las realidades espirituales y exalta los ideales sobrehumanos.
7. El logro espiritual se convierte en la meta auténtica del vivir. La vida humana recibe una nueva dotación de valor moral y dignidad divina.
8. La lucha mortal del hombre adquirió nuevos significados, incluso recompensas eternas.
9. la salvación humana es la revelación de un propósito divino de largo alcance—el servicio sin fin de los hijos salvados de Dios.
10. Hay dos fases del reino:
- En este mundo—el deseo supremo de hacer la voluntad de Dios.
- En el mundo siguiente—el estado perfeccionado en el que la voluntad de Dios se hace de manera más divina.
11. Las condiciones para entrar en el reino— fe, sinceridad, hambre de verdad.
El niño recibe la filación como un regalo.
Hacer la voluntad de Dios sin cuestionar nada.
Confíar plenamente en la sabiduría del Padre.
Libertad de prejuiciios e ideas preconcebidas.
Mente abierta del niño no mimado.
Hambre y sed de rectitud.
El motivo para encontrar a Dios y ser como él.
12. En este sermón, y durante las conversaciones de esa noche, Jesús presentó cinco fases de la doctrina del reino.
- La experiencia personal e interior de la vida espiritual.
- La hermandad social de creyentes.
- La hermandad espiritual invisible de creyentes.
- El vivir espiritual mejorado de la siguiente edad del hombre.
- El reino en su plenitud—la edad espiritual de luz y vida.
13. Al resumir su instrucción, Jesús hizo hincapié en los siguientes cinco puntos:
- Preeminancia del individuo.
- La voluntad como factor determinante en la experiencia del hombre.
- Camaradería con Dios Padre.
- Satisfaciones del servicio del hombre.
- La trascendencia de lo espiritual sobre lo material en la personalidad humana.
57. EL MARTES POR LA MAÑANA EN EL TEMPLO
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El templo de Jerusalén
C. MOMENTO: Jesús estaba en casa de Simón, cerca de Betania. Esa mañana, Jesús aconsejó a Lázaro que huyera a Filadelfia; se despidió de Simón; dio consejos de despedida al cuerpo de mujeres; y se dirigió a cada uno de los apóstoles con un saludo personal. Antes de ir al templo, Santiago y Pedro entablaron con el Maestro una conversación sobre el perdón. Cuando comenzó a enseñar en el templo, se enfrentó a una serie de preguntas formuladas para que cayera en una trampa o se viera comprometido.
D. REFERENCIAS: (1897.1) 174:0.1 [860] (Mat 22:15-40 [861]; Mar 12:13-34 [862]; Lucas 20:20-40 [863])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Al dar los buenos días a los apóstoles, pronunció un saludo apropiado a cada uno:
Andrés: No te desanimes por los acontecimientos inminentes. Controla firmemente a tus hermanos y cuida de que no te vean deprimido.
Pedro: No deposites tu confianza en el brazo ni en el acero. Establécete sobre los cimientos espirituales de las rocas eternas.
Santiago: No titubees por las apariencias exteriores. Permanece fiel en tu fe, y pronto conocerás la realidad de aquello en lo que crees.
Juan: Sé tierno; ama aun a tus enemigos; sé tolerante. Y recuerda que yo te he confiado muchas cosas.
Natanael: No juzgues por las apariencias; permanece firme en tu fe aun cuando todo parezca esfumarse; sé fiel a tu misión de embajador del reino.
Felipe: No te dejes conmover por los acontecimientos inminentes. Permanece inmutable, aun cuando no puedas ver el camino. Sé leal a tu juramento de consagración.
Mateo: No olvides la misericordia que te recibió en el reino. Que ningún hombre te quite tu recompensa eterna. Así como has resistido las inclinaciones de la naturaleza mortal, dispónte a ser constante.
Tomás: Aunque sea muy difícil, ahora debes caminar por lo que crees y no por lo que ves. No tengas dudas de mi habilidad para completar la obra que he comenzado, hasta que finalmente veré a todos mis fieles embajadores en el reino más allá.
Gemelos Alfeo: No permitáis que las cosas que no podéis comprender os sobrecojan. Sed fieles al afecto de vuestro corazón y no coloquéis vuestra confianza ni en grandes hombres ni en la actitud cambiante de la gente. Aliaos con vuestros hermanos.
Simón el Zelote: Simón, puedes estar sobrecogido por la desilusión, pero tu espíritu se elevará por sobre todas las cosas que te puedan suceder. Lo que no pudiste aprender de mí, mi espíritu te lo enseñará. Persigue las realidades verdaderas del espíritu y deja de ser atraído por las sombras irreales y materiales.
Judas: Judas, te he amado y he orado para que tú amaras a tus hermanos. No te canses de hacer el bien; y quiero advertirte que te cuides de los senderos resbalosos de las lisonjas y de los dardos envenenados del ridículo.
LA PREGUNTA DE PEDRO SOBRE EL PERDÓN
Santiago sostiene que tú enseñas que el Padre nos perdona aun antes de que nosotros se lo pidamos, y yo pienso que el arrepentimiento y la confesión deben preceder al perdón. Jesús respondió:
1. Erráis porque no comprendéis la naturaleza de esas relaciones entre la criatura y el Creador. Falláis en captar esa compasión comprensiva que el padre sabio tiene para con su hijo inmaduro que, a veces, yerra.
2. Es en verdad discutible que los padres afectuosos tengan que perdonar a un hijo. Una parte de todo padre vive en el hijo—y asegura que le comprenda.
3. Para el hijo terrenal, el padre divino posee infinidad y divinidad de comprensión y entendimiento—el perdón es inevitable.
4. Es inalienable al conocimiento perfecto que Dios perdona. La justicia divina es tan eternamente ecuánime que infaliblemente comprende una compasión misericordiosa.
5. Si comprendéis a vuestros semejantes los amaréis. Cuando amáis a vuestro hermano, ya le habéis perdonado.
6. El hijo a menudo se siente separado—pero el padre amoroso no crea tal separación. El pecado es una experiencia de la conciencia de la criatura; no es parte de la conciencia de Dios.
7. Vuestra incapacidad de perdonar es la medida de vuestra inmadurez—de vuestra incapacidad para alcanzar una compasión adulta, comprensión y amor.
8. El padre que alberga rencor ignora los verdaderos anhelos interiores del hijo. El amor está fundado en la comprensión, alimentado por el servicio altruista y perfeccionado en la sabiduría.
1. En una reunión del Sanedrín el lunes por la noche, se había instruido a varios grupos a que asistieran a las charlas de Jesús en el templo y le hicieran caer en una trampa e incomodarle.
2. La primera pregunta vino de un grupo de estudiantes. “Maestro, sabemos que eres un instructor recto, y sabemos que proclamas los caminos de la verdad...nuestra dificultad es ésta: ¿Es legal pagar tributo al césar?...?”
3. Jesús percibió su hipocresía y dijo: “Mostradme el dinero del tributo, y yo os contestaré.” Cuando le entregaron un denario, lo miró y dijo: “¿Qué imagen e inscripción lleva esta moneda?”
4. Y cuando respondieron “la del césar”, Jesús dijo: “Dad al césar las cosas que son del césar y dad a Dios las cosas que son de Dios.”
5. A continuación vino la pregunta sobre el hombre moribundo que tenía seis hermanos y no tenía hijos, y cómo los seis hermanos se casaron sucesivamente con su viuda. Querían saber de quién sería la esposa en la resurrección.
6. Todo eso era improbable y esa ley era letra muerta en aquellos tiempos. No obstante, Jesús respondió: erráis porque no conocéis ni las Escrituras ni el poder vivo de Dios.
7. Los que llegan a los mundos por venir ni se casan ni son dados en matrimonio—son más parecidos a los ángeles del cielo.
8. Estos seres resurrectos son eternamente los hijos de Dios; son los hijos de la luz resucitados al progreso de la vida eterna.
9. Incluso Moisés ante la zarza ardiente oyó a Dios declarar que era el Dios de los vivos, no de los muertos.
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El templo de Jerusalén
C. MOMENTO: Es todavía martes por la mañana en el templo. Los fariseos y saduceos están todavía planteando preguntas comprometedoras a Jesús. Después de la pregunta respecto a la resurrección, los saduceos permanecieron callados y los fariseos tomaron la palabra.
D. REFERENCIAS: (1901.1) 174:4.1 [864] (Mat 22:34-40 [865])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Dijo uno de sus interrogadores: Maestro, soy abogado, y me gustaría preguntarte cuál, en tu opinión, es el mandamiento más grande. Respondió Jesús: existe tan sólo un mandamiento: amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón y con toda tu alma, con toda tu mente y con toda tu fuerza.
2. Jesús continuó—el segundo mandamiento es como el primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Sobre estos dos mandamientos se apoyan toda la ley y los profetas.
3. Cuando el abogado vio que Jesús había respondido sabiamente y de acuerdo con la religión judía, pensó que lo mejor sería alabarle diciendo: en verdad, Maestro, has dicho bien.
4. Jesús bajó la mirada sobre él y dijo: «Amigo mío, percibo que no estás muy lejos del reino de Dios».
5. Esa misma noche, ese abogado fue al campamento de Getsemaní, profesó su fe y fue bautizado.
6. Como no hubo más preguntas, Jesús planteó a los fariseos una pregunta: ¿Qué pensáis del Libertador? ¿De quién es hijo? Después de una breve pausa, alguien respondió: “El Mesías es el hijo de David.”
7. Dijo Jesús: Si en efecto el Libertador es hijo de David, ¿cómo puede ser que él mismo dice: ‘El Señor dijo a mi señor: siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos de escaño a tus pies’? Si David lo llama Señor, ¿cómo es posible que éste sea su hijo? (Salmos 110:1 [866])
8. No hicieron más preguntas. Más adelante cambiaron este salmo para que se refiriera a Abraham en lugar de al Mesías.
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén, alrededor del mediodía de ese martes
C. MOMENTO: Mientras Felipe compraba abastecimiento para el nuevo campamento de Getsemaní, se le acercó una delegación de griegos alejandrinos que pedían ver a Jesús. Felipe se quedó sorprendido ante este episodio inesperado. Decidió buscar a Andrés. Luego Andrés y Felipe llevaron a los griegos a casa de José, donde estaban Jesús y los apóstoles.
D. REFERENCIAS: (1902.2) 174:5.1 [867] (Juan 12:20-36 [868])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Mi Padre me envió a este mundo para revelar su comprensión amante a los hijos de los hombres, pero aquellos a quienes primero me dirigí se han negado a recibirme.
2. Al rechazarme, rechazan a Aquél que me envió. Les he hablado de la filiación con felicidad, libertad y vida más abundante en el espíritu. Mi Padre ha hecho muchas obras maravillosas entre estos hijos del hombre dominados por el temor.
3. En verdad el profeta Isaías se refirió a este pueblo cuando escribió: ‘Señor, ¿quién ha creído nuestras enseñanzas? ¿A quién ha sido revelado el Señor?’ (Isa. 53:1) En verdad los líderes de mi pueblo deliberadamente han cegado sus ojos para no ver, y endurecido su corazón para no creer ni ser salvados.
4. Todos estos años he buscado curar su descreimiento y salvarlos. Algunos han respondido, pues en esta habitación hay una veintena de hombres que fueron una vez miembros del Sanedrín.
5. Me veo obligado a mostrar paciencia, puesto que temo por la seguridad de los que han estado por tanto tiempo junto a mí.
6. Aquí hay judíos y gentiles en números aproximadamente iguales. Quizá este sea el primer y el último grupo que pueda instruir en el evangelio antes de ir a mi Padre.
(Estos griegos se habían reunido en casa de Nicodemo la noche antes. Treinta eligieron entrar en el reino. Al estar Jesús de pie ante ellos en este momento, percibió el fin de una dispensación y el comienzo de otra).
7. El que cree en este evangelio, cree no solamente en mí sino en Aquél que me envió. Yo soy la luz del mundo, y el que crea mi enseñanza ya no vivirá en las tinieblas.
8. Si vosotros los gentiles me escucháis, entraréis en la libertad regocijante de la verdad de la filiación de Dios.
9. No juzgo a los judíos que me rechazan. No vine a juzgar sino a salvar. Pero todo el que rechace la verdad será juzgado.
10. Estas palabras que el Padre me dijo que hablara al mundo son palabras de verdad divina, misericordia sempiterna y vida eterna.
11. Tanto a los judíos como a los gentiles yo declaro que está por llegar la hora en la que el Hijo del Hombre será glorificado. Excepto que un grano de trigo caiga a la tierra y muera, permanece solo. Pero si muere en buena tierra, surge nuevamente a la vida y rinde mucho fruto.
12. Aquél que ama con egoísmo su vida, corre peligro de perderla; pero el que está dispuesto a dar su vida por mí y por el evangelio gozará de una existencia más abundante sobre la tierra y en el cielo, vida eterna.
13. Estoy turbado, pues sé que mi hora se avecina. Mi pueblo está decidido a despreciar el reino. Me regocija recibir a estos gentiles que buscan la verdad.
14. Mi corazón sufre por mi pueblo. Cuando miro hacia delante, no puedo pedir al Padre que me salve de esta hora horrible, pues fue por este mismo propósito que yo vine a este mundo.
15. Más bien diré: Padre, glorifica tu nombre; se hará tu voluntad. (Entonces el Ajustador Personalizado habló—”He glorificado mi nombre muchas veces en tus autootorgamientos, y una vez más lo glorificaré.”)
16. Si bien los que estaban con Jesús no escucharon ninguna voz, concluyeron que un ángel le había hablado.
17. Dijo Jesús: Todo esto no ha ocurrido por mi bien, sino por el vuestro. Yo sé con certidumbre que el Padre me recibirá y aceptará mi misión, pero es necesario que seáis preparados para la prueba de fuego que se avecina.
18. Dejadme aseguraros que la victoria coronará vuestros esfuerzos unidos por esclarecer al mundo y liberar a la humanidad.
19. El viejo orden se está enjuiciando a sí mismo; yo ya he expulsado al Príncipe de este mundo; y todos los hombres serán libres por la luz del espíritu que yo derramaré sobre toda carne.
20. Cuando sea elevado de la tierra y de vuestras vidas, atraeré a todos los hombres y a mí a la comunidad de mi Padre.
21. Habéis creído que el Libertador moraría por siempre en la tierra, pero yo declaro que el Hijo del Hombre será rechazado por los hombres, y que volverá al Padre. Sólo por un corto tiempo estaré con vosotros.
22. Caminad mientras tengáis esta luz. El que camina en las tinieblas no sabe a dónde va. Si camináis en la luz seréis en verdad hijos liberados de Dios.
23. Y ahora venid todos conmigo para regresar el templo a despedirnos de los dirigentes de Israel sumidos en la ignorancia.
60. EL ÚLTIMO DISCURSO EN EL TEMPLO
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El templo de Jerusalén.
C. MOMENTO: Poco después de las dos de la tarde de ese martes, Jesús, acompañado por once apóstoles, José de Arimatea, los treinta griegos y otros discípulos, llegó al templo y pronunció su último discurso en los patios del edificio sagrado. Esta fue su última llamada al pueblo judío y la acusación final a sus enemigos. Los cambistas de moneda habían sido expulsados del templo. Todo estaba en silencio. Nadie le hizo ninguna pregunta.
D. REFERENCIAS: (1905.1) 175:0.1 [869] (Mat 23 [870])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. He estado con vosotros este largo tiempo, yendo y viniendo por la tierra proclamando el amor del Padre por los hijos de los hombres, y muchos han visto la luz y, por la fe, han entrado al reino del cielo.
2. En relación con esta enseñanza y predicación, el Padre ha hecho muchas obras maravillosas, aun hasta la resurrección de los muertos. Muchos enfermos y afligidos han sido curados porque han creído; pero todo esto no abrió los ojos de los que se niegan a ver la luz.
3. De toda forma posible, que esté de acuerdo con el hacer la voluntad de mi Padre, yo y mis apóstoles nos hemos esforzado por vivir en paz con nuestros hermanos, por conformar con los requisitos razonables de las leyes de Moisés.
4. Hemos persistentemente buscado la paz, pero los líderes de Israel no lo quieren así. Al rechazar la verdad de Dios y la luz del cielo, se están aliando con el error y con las tinieblas.
5. No puede haber paz entre la luz y las tinieblas, entre la vida y la muerte, entre la verdad y el error.
6. Muchos de vosotros os habéis atrevido a creer en mis enseñanzas y ya habéis entrado en la felicidad y libertad de la conciencia de la filiación de Dios. Y atestiguaréis que he ofrecido esta misma filiación de Dios a toda la nación judía, aun a aquellos mismos hombres que ahora buscan mi destrucción.
7. Aun ahora mi Padre recibiría a estos maestros cegados y a estos líderes hipócritas si tan sólo se volvieran a él y aceptaran su misericordia. Aun ahora no es demasiado tarde para que reciba esta gente la palabra del cielo y dé la bienvenida al Hijo del Hombre.
8. Generación tras generación enviamos nuestros profetas para enseñarles y advertirles, y generación tras generación ellos mataron a estos maestros enviados por el cielo. Y ahora, vuestros obstinados altos sacerdotes y vuestros potentados testarudos siguen haciendo la misma cosa, así como Herodes ocasionó la muerte de Juan.
9. Hasta tanto haya una posibilidad de que los judíos busquen la salvación, Dios mantendrá tendidas sus manos de misericordia.
10. Pero cuando finalmente rechacéis la misericordia de mi Padre, esta nación caerá en un fin ignominioso.
11. Este pueblo fue llamado para ser la luz del mundo, para mostrar la gloria espiritual de una raza conocedora de Dios.
12. Pero tanto os habéis alejado del cumplimiento de vuestros privilegios divinos que estáis a punto de cometer la suprema locura de todos los tiempos.
13. Una vez que rechacéis esta revelación de Dios al hombre, el reino del cielo será entregado a otros pueblos, que lo recibirán con regocijo y felicidad.
14. Os advierto solemnemente que estáis a punto de perder vuestra posición en el mundo como abanderados de la verdad eterna y custodios de la ley divina.
15. Estoy en este momento ofreciéndoos vuestra última oportunidad de arrepentiros para significar vuestra intención de buscar a Dios como niños y por la fe sincera, en la seguridad y salvación del reino del cielo.
16. Mi Padre por mucho tiempo ha laborado por vuestra salvación, y yo he descendido para mostraros el camino. Muchos han creído el evangelio del reino, pero los que deberían ser los primeros en aceptar la luz del cielo se han negado a creer la revelación de la verdad—Dios revelado en el hombre y el hombre elevado a Dios.
17. Mis apóstoles están aquí ante vosotros en silencio, pero pronto oiréis sus voces resonando con el llamado a la salvación—con la admonición de uniros con el reino como hijos del Dios vivo.
18. Y ahora os llamo para que seáis testigos de que he ofrecido una vez más a Israel y a sus dirigentes la liberación y la salvación. Pero contempláis cómo la misericordia del Padre es despreciada y rechazados los mensajeros de la verdad.
19. Sin embargo, os advierto que estos escribas y fariseos aún están sentados en el trono de Moisés; por lo tanto, hasta que los Altísimos que gobiernan en los reinos de los hombres sobrecojan esta nación, os exhorto a que cooperéis con estos ancianos de Israel.
20. No se os requiere que os unáis con ellos en sus planes de destrucción del Hijo del Hombre, pero en todo lo que se relaciona con la paz de Israel, debéis someteros a ellos.
21. Este es el pecado de estos gobernantes: que dicen lo que es bueno, pero no lo hacen. Echan pesadas cargas sobre vuestros hombros, pero no están dispuestos a ayudaros a vosotros. Os han oprimido con ceremonias y esclavizado con tradiciones.
22. Los dirigentes se deleitan en hacer sus buenas obras para ser vistos por los hombres. Demandan las sillas de honor en las sinagogas. Quieren que todos los llamen rabinos. Al mismo tiempo, se apoderan de las casas de las viudas y sacan provecho de los servicios del templo. Rezan largas oraciones y dan limosna para ser vistos.
23. Aunque debéis honrar a vuestros dirigentes y reverenciar a vuestros maestros, no debéis llamar Padre a ningún hombre. No tratéis tampoco de dominar a vuestros hermanos. Si queréis ser grandes en el reino, debéis ser siervos de todos.
24. Si presumís exaltaros, seréis humillados; pero los que verdaderamente se humillan, serán exaltados. Buscad no la autoglorificación, sino la gloria de Dios. Someted vuestra voluntad a la voluntad del Padre.
25. No tengo malicia alguna contra los altos sacerdotes y los potentates que buscan mi destrucción; no tengo mala voluntad contra estos escribas y fariseos que rechazan mis enseñanzas.
26. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Queréis cerrar las puertas del reino del cielo a los hombres sinceros, tan sólo porque ignoran los caminos de vuestra enseñanza. Os negáis a entrar en el reino y al mismo tiempo evitáis que entren todos los demás.
27. Recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, no os conformáis hasta hacerle dos veces peor de lo que era.
28. ¡Ay de vosotros, altos sacerdotes que os apropiáis de los bienes de los pobres y demandáis onerosos impuestos de los que quieren servir a Dios como piensan que ordenó Moisés! Vosotros que os negáis a mostrar misericordia, ¿podéis esperar misericordia?.
29. ¡Ay de vosotros, falsos maestros, guías ciegos! ¿Qué se puede esperar de una nación cuando los ciegos conducen a los ciegos?
30. ¡Ay de vosotros que disimuláis al jurar! Sois tramposos porque enseñáis que si alguno jura por el templo no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. ¿Qué es mayor, el oro o el templo que supuestamente ha santificado al oro?
31. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos y todos los demás hipócritas que se aseguran de diezmar la menta, el eneldo y el comino, y hacen caso omiso de los asuntos más serios de la ley: la fe, la misericordia y la justicia!. Guías ciegos y maestros necios; coláis el mosquito y tragáis el camello.
32. ¡Ay de vosotros, escribas, fariseos e hipócritas! Escrupulosamente limpiáis la parte de afuera de la copa y del plato, pero adentro queda la suciedad de la extorsión, los excesos y el engaño. Sois espiritualmente ciegos.
33. ¡Vosotros, viciosos malvados! Hacéis que las manifestaciones exteriores de vuestra religión se conformen con la letra de vuestra interpretación de la ley de Moisés, mientras que vuestra alma está hundida en iniquidad y llena de asesinato.
34. ¡Ay de todos vosotros que rechazáis la verdad y os burláis de la misericordia! Muchos entre vosotros sois como sepulcros blanqueados, que por fuera aparecen hermosos pero por dentro están llenos de los huesos de hombres muertos.
35. Vosotros que rechazáis a sabiendas el consejo de Dios aparecéis por fuera como santos y rectos a los hombres, pero por dentro vuestro corazón está lleno de hipocresía e iniquidad..
36. ¡Ay de vosotros, falsos guías de una nación! Habéis construido más allá un monumento a los profetas mártires de antaño, mientras complotáis para destruir a aquel de quien ellos hablaban.
37. Sois los hijos protervos de los que mataron a los profetas. ¡Id pues y llenad la copa de vuestra condenación hasta su plenitud!
38. ¡Ay de vosotros, hijos del mal! Juan en verdad os llamó los descendientes de las víboras, y yo os pregunto, ¿cómo podéis escapar al juicio que Juan pronunciara sobre vosotros?
39. Pero aun ahora os ofrezco en nombre de mi Padre misericordia y perdón—la mano amante de la hermandad eterna.
40. Mi Padre os ha enviado a los profetas—a algunos los matasteis. Luego llegó Juan y proclamó el advenimiento del Hijo del Hombre. Ahora os preparáis a derramar aun más sangre inocente.
41. ¿Acaso no comprendéis que llegará el día terrible del juicio, cuando el Juez de toda la tierra requerirá de este pueblo que rinda cuentas de la forma en que rechazaron, persiguieron y destruyeron a estos mensajeros del cielo?
42. Si continuáis por este camino malvado, puede que este rendimiento de cuentas os sea requerida en esta misma generación.
43. ¡Oh Jerusalén, oh hijos de Abraham, vosotros que habéis apedreado a los profetas y matado a los maestros que os fueran enviados, aun ahora yo juntaría a vuestros hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de las alas, pero vosotros no queréis!
44. Ahora yo me despido de vosotros. Habéis oído mi mensaje y habéis tomado vuestra decisión. Los que creyeron mi evangelio están aun ahora a salvo en el reino de Dios. A vosotros, que habéis elegido rechazar la ofrenda de Dios, yo os digo que ya no me veréis enseñando en el templo. Mi obra para vosotros está hecha. ¡He aquí que ahora yo salgo con mis hijos, y vuestra casa os queda desolada!
61. LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Monte de los Olivos
C. MOMENTO: El martes por la tarde, cuando dejaron el templo, Mateo llamó la atención sobre las piedras macizas del templo, y Jesús dijo: “En los días que pronto llegarán no quedará piedra sobre piedra.” De camino al campamento de Getsemaní, pasaron por la pendiente occidental del Olivete, vieron el templo glorificado por los rayos del sol poniente y vieron aparecer las luces de la ciudad.
Se sentaron y, mientras el Maestro estaba hablando con ellos, Natanael preguntó: “Dinos Maestro, ¿cómo sabremos cuándo ocurrirán estos acontecimientos?”
D. REFERENCIAS: (1912.1) 176:0.1 [871] (Mat 24- 25:26 [872]; Mar 13:1-37 [873]; Lucas 21:5-46 [874])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. En respuesta a la pregunta de Natanael, Jesús dijo: os hablaré de los tiempos en los que la justicia caerá súbitamente sobre esta ciudad de nuestros padres. Después que os deje, prestad atención que ningún hombre os engañe, pues muchos intentarán llevaros por el camino equivocado.
2. No os preocupéis por las guerras y los rumores de guerras, por la escasez y los terremotos. Seréis perseguidos y expulsados de las sinagogas; seréis encarcelados y a algunos de vosotros os matarán.
3. Cuando os lleven ante los jueces, no os sintáis ansiosos por lo que debéis decir, pues el espíritu os enseñará en esa misma hora lo que debéis contestar a vuestros adversarios.
4. En estos días de congoja, aun vuestros parientes os entregarán a la prisión y a la muerte. Durante un tiempo, puede que todos los hombres os odien por mí, pero yo no os abandonaré.
5. ¡Tened paciencia! No dudéis de que este evangelio del reino triunfará sobre todos los enemigos y finalmente será proclamado a todas las naciones.
6. Entonces Andrés inquirió: Pero, Maestro, si la ciudad santa y el templo han de ser destruidos, ¿cuándo debemos abandonar Jerusalén?
7. Dijo Jesús: Podéis permanecer durante las persecuciones amargas, pero cuando los ejércitos romanos rodeen Jerusalén, debéis huir a las montañas. No os quedéis para salvar nada.
8. Este pueblo caerá por la espada y será cautivo de todas las naciones; así destruirán los gentiles la ciudad de Jerusalén.
9. Que no os engañen los falsos instructores, diciendo que el Libertador está aquí o allí.
10. Entonces Pedro preguntó: Maestro, sabemos que todas las cosas pasarán cuando aparezcan los nuevos cielos y la nueva tierra, pero, ¿cómo sabremos cuándo retornarás tú para que todo esto ocurra?
11. Dijo Jesús: Tú caes constantemente en el error porque siempre tratas de vincular la nueva enseñanza con la vieja; estás resuelto a tergiversar todas mis enseñanzas. Sin embargo, trataré de esclarecerte.
12. ¿Por qué persistís en considerar que el Hijo del Hombre se sentará en el trono de David? ¿Acaso no os he dicho en todos estos años que mi reino no es de este mundo?
13. Las cosas que contempláis ahora a vuestros pies están llegando a su fin, pero éste será un nuevo comienzo del evangelio que se expanderá a todo el mundo.
14. Cuando el reino haya llegado a su fruto pleno, estad seguros de que el Padre no dejará de visitaros con una revelación ampliada de la verdad.
15. Llegó Adán, después Melquisedek, y en estos días el Hijo del Hombre. Así, mi Padre continuará manifestando su misericordia y mostrando su amor, aun a este mundo tenebroso y malvado.
16. Después que mi Padre me haya investido de todo poder y autoridad, continuaré siguiendo vuestra suerte y guiando los asuntos del reino mediante la presencia de mi espíritu que pronto será derramado sobre toda carne.
17. Y os prometo que alguna vez volveré a este mundo, donde he vivido esta vida en la carne.
18. Muy pronto debo abandonaros y emprender la obra que el Padre ha confiado en mis manos. Pero sed valerosos porque alguna vez retornaré. Mientras tanto, mi Espíritu de la Verdad de un universo os confortará y os guiará.
19. Ahora me contempláis en debilidad y en la carne, pero cuando retorne, será con poder y en el espíritu. El ojo de la carne contempla al Hijo del Hombre en la carne, pero sólo el ojo del espíritu podrá contemplar al Hijo del Hombre glorificado por su Padre y apareciendo en la tierra en su propio nombre.
20. Pero los tiempos de la reaparición del Hijo del Hombre tan sólo son conocidos en los concilios del Paraíso; ni siquiera los ángeles del cielo saben cuándo ocurrirá.
21. Pero cuando este evangelio del reino haya sido proclamado a todo el mundo en la plenitud de los tiempos, el Padre os enviará otro otorgamiento dispensacional, o si no, el Hijo del Hombre retornará para adjudicar la era.
22. En cuanto a las tribulaciones de Jerusalén, no pasará esta generación hasta que se cumplan mis palabras. Pero en cuanto a mi regreso, nadie en el cielo ni en la tierra puede presumir hablar.
23. Pero debéis estar alertas para discernir los signos de los tiempos. Sabéis que cuando la rama de la higuera está tierna y brotan sus hojas, el verano está cerca.
24. Cuando el mundo haya pasado el largo invierno de la mentalidad materialista y discernáis el advenimiento de la primavera espiritual de una nueva dispensación, sabréis que se acerca el verano de una nueva visitación.
25. Cuando cada uno de vosotros sea llamado a abandonar la lucha de la vida y transponer la puerta de la muerte, estaréis en la inmediata presencia de la justicia, y que estáis cara a cara ante el hecho de una nueva dispensación.
26. Lo que el mundo entero debe afrontar al final de una edad, lo debéis afrontar indidivualmente cuando llegáis al final de vuestra vida natural.
27. Más tarde aquella noche, alrededor del fuego, Tomás preguntó: Puesto que has de volver para terminar la obra del reino, ¿cuál debe ser nuestra actitud mientras tú estás lejos, ocupado en los asuntos de tu Padre?
28. Dijo Jesús: Tomás, tú tampoco comprendes lo que he estado diciendo. He enseñado todo este tiempo que tu relación con el reino es espiritual e individual, mediante la comprensión por la fe de que tú eres un hijo de Dios. ¿Qué más he de decir?
29. Si conocéis a Dios y vuestra vida se ha refugiado al amparo del reino eterno, qué importa si:
Caen las naciones.
Los imperios sufren la derrota.
Los judíos perecen.
Termina una era del mundo.
Suceden altibajos temporales.
Ocurren cataclismos terrestres.
Que todo lo visible se destruya.
30. Incluso si todo eso pasara, no puede afectaros porque vuestra vida, el don del Hijo, está eternamente segura en el Padre.
31. Habiendo vivido la vida temporal por la fe—y habiendo rendido los frutos del servicio amoroso a vuestros semejantes—podéis contemplar con confianza el próximo paso en la carrera eterna.
32. Cada generación de creyentes debe continuar su obra, en vista del posible retorno del Hijo del Hombre, jexactamente como cada creyente lleva hacia adelante su obra de vida en vista de la muerte natural inevitable y siempre amenazante.
33. Cuando te hayas establecido de una vez por la fe como hijo de Dios, ninguna otra cosa importa en cuanto a la certeza de la sobrevivencia.
34. ¡No os equivoquéis! Esta fe de sobrevivencia es una fe viva, y cada vez manifiesta más frutos del espíritu divino.
35. El que hayáis aceptado cierta vez la filiación en el reino celestial, no os salva si persistentemente y de sabiendas rechazáis aquellas verdades esenciales para el logro espiritual progresivo.
36. Incluso los que habéis estado conmigo en los asuntos del Padre en la tierra, podéis desertar ahora si no amáis el servicio al Padre.
62. EL DISCURSO SOBRE LA FILIACIÓN Y LA CIUDADANÍA
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El campamento de Getsemaní
C. MOMENTO: Ese jueves por la mañana se dio una charla a un grupo elegido de judíos y gentiles. Fue realmente su alocución de despedida a la compañía combinada de apóstoles y discípulos principales. Los doce estaban presentes, excepto Judas. Habló durante casi dos horas a este grupo de cincuenta creyentes y respondió a una veintena de preguntas. Este registro es un resumen de esta conversación.
D. REFERENCIAS: (1929.2) 178:1.1 [875]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Los reinos de este mundo pueden emplear la fuerza para mantener el orden. El reino celestial de la hermandad espiritual puede promoverse únicamente por el poder del espíritu.
2. Esto no anula el derecho de los creyentes a mantener el orden ante miembros díscolos.
3. No hay nada incompatible entre la filiación en el reino espiritual y la ciudadanía en el gobierno secular. Es deber del creyente dar cuentas al César de lo que es del César, y a Dios de lo que es de Dios.
4. No puede haber desavenencia alguna entre esos dos requisitos, siendo uno material y otro espiritual, a menos que un César presumiese usurpar las prerrogativas de Dios.
5. No prestaréis adoración espiritual a los gobernantes terrenales; tampoco debéis emplear la fuerza física de gobiernos terrestres para avanzar la misión del reino espiritual.
6. La filiación debería volveros ciudadanos ideales—amor por vuestros semejantes y ausencia de odio.
7. Pero los de mente materialista nunca conocerán vuestra luz y verdad a no ser que os acerquéis a ellos en servicio social desinteresado.
8. Os enfrentáis a una responsabilidad triple—servicio a Dios y a los hombres—y una entrega especial a la hermandad de creyentes.
9. Los frutos del espíritu—servicio amoroso-son la poderosa palanca social que eleva las razas de las tinieblas. El Espíritu de la Verdad será vuestro fulcro multiplicador de poder.
10. Manifestad sabiduría y exhibid sagacidad en vuestro trato con los gobernantes civiles. Por discreción, mostraos expertos en solucionar desacuerdos menores.
11. Tratad de vivir en paz con todos los hombres. Sed siempre sabios como serpientes pero inocuos como palomas.
12. La filiación debería haceros mejores ciudadanos y dirigentes del gobierno secular. La sinceridad en una esfera de la vida debería favorecer la respuesta al deber en otra esfera.
13. Si los dirigentes civiles se convierten en dictadores religiosos, sufriréis persecución. Pero la manera en la que sufrís y morís acabará iluminando al mundo.
14. Este evangelio ocasionará un divorcio de la política y la religión—libertad intelectual y libertad religiosa.
15. Bajo las persecuciones, el reino prosperará, pero vosotros estaréis en grave peligro en los tiempos siguientes, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros, cuando los hombres de altas posiciones acepten nominalmente el evangelio.
16. Aprended a ser fieles incluso en tiempos de paz y prosperidad. No deberíais necesitar problemas para salvar vuestra alma de la deriva fácil.
17. Estáis comisionados para predicar el evangelio—que nada desvíe vuestra devoción de este deber único. Que la humanidad toda se beneficie de vuestro ministerio espiritual amante, vuestra comunión intelectual esclareciente, vuestro servicio social edificante.
18. Pero estas labores humanitarias no han de tomar el lugar del evangelio. Estas ministraciones poderosas son los efectos sociales secundarios de las ministraciones aún más poderosas que el Espíritu ha hecho en el corazón de los hijos del reino por la fe.
19. No empleéis el poder civil para promover la religión. Persuadid a los hombres, pero no les obliguéis nunca. Aquello que os gustaría que os hicieran los hombres, hacédselo a ellos.
20. Cuando los creyentes sirven al gobierno civil, su servicio debería ensalzarse con la iluminación espiritual de su religión. Si el creyente no es un servidor civil superior, en comparación con el no creyente, algo falla en su vida espiritual.
21. La conciencia de la filiación de Dios debe estimular la entera vida de servicio de todo hombre, mujer y niño que posea tan poderoso estímulo para todos los poderes inherentes de una personalidad humana.
22. No debéis ser místicos pasivos ni ascetas insulsos; no debéis llegar a ser soñadores ni vagabundos, que confían supinamente en una Providencia ficticia para que provea aun sus necesidades vitales.
23. Sed tiernos en vuestro trato con los mortales que yerran, pacientes en vuestras relaciones con los ignorantes, serenos cuando se os provoque; pero también sed valientes en la defensa de la rectitud, poderosos en la promulgación de la verdad y enérgicos en la predicación del evangelio.
24. Este evangelio de la verdad viva es como levadura en la masa, como el grano de la semilla de mostaza, es también como la semilla del ser vivo que se extiende de generación en generación.
25. Os he hecho una revelación viva, y debería rendir frutos espirituales en generaciones sucesivas de creyentes.
26. De generación en generación este evangelio debe mostrar una vitalidad en aumento y exhibir mayor profundidad de poder espiritual. No debe permitirse que se vuelva meramente un recuerdo sagrado, un mero relato tradicional sobre mí y los tiempos en los que vivimos ahora.
27. No hemos atacado en forma directa ni las personas ni la autoridad de los que se sientan en el trono de Moisés; tan sólo les ofrecimos la nueva luz, que ellos tan vigorosamente rechazaron.
28. Tan sólo hemos denunciado su deslealtad espiritual a las mismas verdades que profesan enseñar y salvaguardar. Tan solo entramos en conflicto con ellos cuando se opusieron a la prédica del evangelio.
29. Aun ahora, nosotros no los atacamos, sino que buscan nuestra destrucción. Váis a salir a predicar sólo la buena nueva. No debéis atacar las viejas costumbres.
30. Dejad que el Espíritu de la Verdad realice su obra. Dejad que haya controversia sólo cuando os fuercen a ello. Pero no titubeéis en defender vigorosamente la verdad que os ha santificado.
31. A lo largo de las vicisitudes de la vida, recordad siempre que debéis amaros unos a los otros. No luchéis con los hombres, ni siquiera con los incrédulos. Mostrad misericordia a los que os insultan.
32. Mostrad que sois ciudadanos leales, artesanos nobles, vecinos dignos de encomio, parientes devotos, padres comprensivos y creyentes sinceros en la hermandad del reino.
33. Y mi espíritu estará sobre vosotros, aun hasta el fin del mundo.
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—en la habitación del piso superior de la casa de los padres de Juan Marcos.
C. MOMENTO: Jesús, sabiendo que no podría celebrar la Pascua con sus apóstoles el viernes, planeó tener esta comida especial con ellos ese jueves por la noche.
D. REFERENCIAS: (1933.2) 178:2.5 [876] (1938.1) 179:2.2 [877] (Mat 26:17-30 [878]; Mar 14:12-26 [879])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. De camino a la última cena, permanecieron en la cresta occidental del monte Olivete, mientras Jesús comenzó una discusión íntima de su trabajo en la tierra tras su partida. Se refirió de nuevo a la destrucción de Jerusalén y les amonestó que evitaran todas idea insensata de defenderle cuando sus enemigos llegaran hasta ellos. Se refirió a las "muchas moradas" del universo de su Padre. Prometió que, después de muchas tribulaciones, se sentarían con él en el reino espiritual de lo alto. (Vean El libro de Urantia, (1934.4) 178:3.2 [880])
2. Cuando los apóstoles entraron por primera vez en la habitación de arriba, hubo mucha confusión pues buscaban para ellos los asientos de honor en la mesa.
3. Después de tomar la primera copa de la ceremonia de Pascua, Jesús se preparó para representar la parábola de lavar los pies de los apóstoles.
4. Después de sentarse, Jesús dijo: He querido comer con vosotros una vez más antes de mi sufrimiento. He dispuesto esta cena esta noche porque mañana estaremos todos en manos del Padre. No volveré a comer con vosotros hasta que nos sentemos en el reino.
5. Jesús se dirigió entonces a donde estaba el agua, las vasijas y las toallas y, después de envolverse en una toalla, fue hacia donde Pedro y, arrodillándose, se preparó para lavarle los pies. Todos se levantaron en asombro total.
6. Al principio, Pedro no dejó que el Maestro le lavara los pies. Entonces dijo Jesús: Si no te lavo los pies, no participarás tú conmigo en lo que estoy a punto de realizar.
7. Entonces respondió Pedro: Entonces, Maestro, lávame no sólo los pies sino también las manos y la cabeza.
8. Mientras lavaba los pies de Pedro, Jesús dijo: El que ya está limpio, tan sólo necesita que le laven los pies. Vosotros que os sentáis conmigo esta noche estáis limpios —pero no todos. Haré este servicio por vosotros como una parábola para ilustrar el significado de un nuevo mandamiento que pronto os daré.
9. Cuando hubo terminado de lavar sus pies, Jesús dijo: ¿Comprendéis realmente lo que os he hecho? Me llamáis Maestro, y he lavado vuestros pies— ¿Por qué vosotros no queríais lavaros los pies unos a otros? Un siervo no es más grande que su amo. ¿Por qué sois tan lentos en aprender el secreto de la grandeza del reino espiritual?
10. Cuando entré a este aposento esta noche, no os conformabais con negaros orgullosamente a lavaros los pies unos a otros, sino que también caísteis en disputas entre vosotros sobre quiénes se merecían los sitios de honor en mi mesa.
11. No puede haber sitio de preferencia en mi mesa. Os amo a cada uno de vosotros como a los demás. El que quiere ser grande entre vosotros, que sea como el más joven; y el que quiere ser jefe, que sea como el que sirve.
12. Observaréis que estoy entre vosotros como el que sirve. Deberías estar dispuestos a ser siervos conmigo al hacer la voluntad del Padre.
13. Durante la comida Jesús, mirándolos, dijo: Sabiendo que las fuerzas del mal han conspirado para efectuar la muerte del Hijo del Hombre, decidí comer la cena con vosotros un día antes de la Pascua, puesto que no estaré con vosotros a esta hora mañana por la noche.
14. Ahora ha llegado mi hora, pero no hacía falta que uno de vosotros me traicionara para entregarme a las manos de mis enemigos. Mirándose unos a otros, se preguntaron: ¿soy yo?
15. Debo ir al Padre, pero no hacía falta que uno de vosotros se volviera traidor. Esto es la maduración del mal escondido en el corazón del que no supo amar la verdad con toda su alma.
16. ¡Cuán engañoso es el orgullo intelectual que precede a la caída espiritual! Mi amigo de muchos años, el que aun ahora come mi pan, está dispuesto a traicionarme.
17. Y cuando Judas preguntó: ¿soy yo?, Jesús entregó el pan a Judas, diciendo: Tú lo has dicho. Era tan natural para el anfitrión dar el pan mojado al que se sentaba a su lado izquierdo que los apóstoles no lograron comprender que Judas era el traidor.
18. Dijo Jesús: Me apena que este mal tuviera que ocurrir y esperé aun hasta esta hora que el poder de la verdad pudiera triunfar sobre el mal. Pero estas victorias no se ganan sin la fe basada en el amor sincero por la verdad.
19. Os digo estas cosas solo para que os fortalezcáis ante las tentaciones y las pruebas que os esperan. Entonces Jesús se inclinó hacia Judas y dijo: «Lo que has decidido hacer, hazlo enseguida».
20. Cuando le llevaron a Jesús la tercera copa de vino, la «copa de la bendición», tomando la copa en sus manos, la bendijo, diciendo: Tomad todos vosotros esta copa, y bebed de ella. Ésta será la copa de mi conmemoración. Ésta es la copa de la bendición de una nueva dispensación de gracia y verdad. Ésta será para vosotros el emblema del don y el ministerio del Espíritu divino de la Verdad.
21. Y no beberé otra vez de esta copa con vosotros hasta que la beba en forma nueva con vosotros en el reino eterno del Padre.
22. El Maestro estaba instituyendo una nueva cena del recuerdo como símbolo de la nueva dispensación en la cual el individuo esclarecido emerge de las cadenas del ceremonialismo y del egoísmo al gozo espiritual de la hermandad y la comunidad de los hijos de la fe liberados del Dios vivo.
23. A continuación, Jesús tomó el pan y, después de dar las gracias y de romperlo, les dijo que lo pasaran, diciendo: Tomad este pan de conmemoración y comedlo. Os he dicho que yo soy el pan de la vida. Este pan de la vida es la vida unida del Padre y del Hijo en un solo don. El verbo del Padre, tal como es revelado en el Hijo, es en verdad el pan de la vida.
24. Cuando hagáis estas cosas, recordad la vida que he vivido en la tierra entre vosotros y regocijaos de que he de seguir viviendo en la tierra con vosotros y sirviendo a través de vosotros.
25. No discutáis entre vosotros quién será el más grande. Sed todos vosotros como hermanos..
26. Esta poderosa ocasión ocurrió en un aposento superior en la casa de un amigo. No hubo nada de formalismo sagrado ni de consagración ceremonial, ni en la cena ni en el edificio. La cena de conmemoración se estableció sin sanción eclesiástica.
27. Dijo Jesús como conclusión: Toda vez que hagáis esto, será en memoria mía. Cuando me recordéis, pensad primero en mi vida en la carne, recordad que estuve cierta vez con vosotros y luego, por la fe, discernid que todos vosotros vendréis alguna vez a cenar conmigo en el reino eterno del Padre.
28. Esta es la nueva Pascua que os dejo: la memoria de mi vida autootorgadora, el verbo de la verdad eterna; y la memoria de mi amor por vosotros, el derramamiento de mi Espíritu de la Verdad sobre toda la carne.
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—a continuación de la Última Cena en casa de Marcos.
C. MOMENTO: Después de la Última Cena, Jesús volvió a recordar su gira de predicación y les aconsejó que se aprovisionaran para apoyar adecuadamente su trabajo futuro. Les dijo que él debía volver al Padre pero que ellos iban a llevar el trabajo del evangelio.
D. REFERENCIAS: (1944.1) 180:0.1 [881] (Juan 15:1-27 [882])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Dijo Jesús: Cuando os presenté una parábola indicando de qué manera debéis estar dispuestos a serviros los unos a los otros, dije que deseaba daros un nuevo mandamiento. Así lo haré ahora que estoy a punto de dejaros.
2. Conocéis el mandamiento que manda que os améis los unos a los otros; que ames a tu prójimo como te amas a ti mismo. Pero no estoy plenamente satisfecho aun con esa devoción sincera.
3. Os doy este nuevo mandamiento: Que os améis los unos a los otros así como yo os he amado. Así todos los hombres sabrán que sois mis discípulos.
4. Este nuevo mandamiento no pone una nueva carga en vuestras almas. Más bien trae un nuevo goce al conocer las delicias de donar el afecto de vuestro corazón a vuestros semejantes.
5. Esta es la la medida suprema del verdadero afecto, porque el hombre no puede tener mayor amor que el de dar la vida por sus amigos.
6. Vosotros sois mis amigos. Me habéis llamado Maestro, pero yo no os llamo siervos. Os he elegido y os he ordenado para que salgáis al mundo para rendir el fruto del servicio amante a vuestros semejantes.
7. Experimentaréis la divina plenitud de felicidad si obedecéis mi mandamiento de amaros unos a los otros, aun como yo os he amado.
8. Si quieres compartir la felicidad del Maestro, debes compartir su amor-su servicio. Esto no te libera de las dificultades de este mundo, pero sí crea un mundo nuevo.
9. Es lealtad, no sacrificio, lo que demando. El sacrificio implica la ausencia de ese afecto sincero que hubiera hecho de ese servicio amante la felicidad suprema.
10. El deber significa que tienes la mentalidad del siervo—y así te falta el estímulo poderoso de hacer tu servicio para un amigo.
11. El impulso a la amistad trasciende todas las convicciones del deber, y el servicio a un amigo no puede ser llamado nunca sacrificio.
12. Jesús llamó a sus apóstoles hijos de Dios y hermanos; ahora los llama amigos.
13. Jesús se puso en pie y dijo: Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el viñatero. Yo soy la vid, vosotros sois las ramas.
14. El Padre requiere que rindáis mucho fruto. La vid se poda tan sólo para multiplicar los frutos de sus ramas. Toda rama que no dé fruto, el Padre la podará.
15. Toda rama que rinda fruto, el Padre la limpiará para que rinda más fruto. Vosotros ya sois limpios por la palabra que yo he expresado.
16. La rama muere si se la separa de la vid. Debéis vivir en mí, y yo en vosotros.
17. Yo soy la vid verdadera, y vosotros sois las ramas vivas. No podéis dar los frutos del servicio amoroso a no ser que viváis en mí.
18. Si mantenéis esta relación viva espiritual conmigo, rendiréis abundante fruto espiritual.
19. Si os imbuye el espíritu, podéis pedir lo que queráis con la seguridad de que el Padre concederá vuestra petición.
20. Así es glorificado el Padre: que la vid tenga muchas ramas vivientes, y que cada rama rinda mucho fruto.
21. Y cuando el mundo vea estas ramas rendidoras de frutos —mis amigos que se aman unos a otros, así como yo los amé a ellos— todos los hombres sabrán que sois verdaderamente mis discípulos.
22. Así como el Padre me ha amado, así os he amado yo. Vivid en mi amor aun como yo vivo en el amor del Padre.
23. Después de tratar sobre los comentarios de la vid y las ramas, el Maestro continuó: Cuando os haya dejado, no os desalentéis por la enemistad del mundo. Aun los creyentes de corazón débil pueden volverse contra vosotros.
24. Si el mundo os odia, recordad que también me odió a mí. No sois de este mundo, y por lo tanto el mundo se niega a amaros.
25. Si bien estáis en este mundo, nuestras vidas no han de ser mundanas. Os he elegido en el mundo para representar el espíritu de otro mundo.
26. Recordad siempre que el siervo no es más grande que su amo. Si se atreven a perseguirme, también os perseguirán a vosotros. Y todo esto os harán a vosotros porque no creen en mí ni en Aquél que me envió.
27. Cuando sufráis estas tribulaciones, debéis recordar que yo también sufrí antes que vosotros. Algunos de vuestros enemigos son ignorantes, pero no todos. Algunos han rechazado conscientemente la luz salvadora-no tienen excusa para su pecado.
28. ¿Qué he hecho para que los dirigentes me odien? Solo les he ofrecido la salvación. ¿Pero acaso no habéis leído en las Escrituras: ‘Y me odiaron sin causa’?
29. Pero no os dejaré solos en el mundo. Pronto os enviaré un ayudante espiritual para consolaros y enseñaros el camino de la verdad.
30. Que no se turbe vuestro corazón. Créeis en Dios; creed también en mí. Aunque os debo dejar, no estaré lejos de vosotros.
31. En el universo de mi Padre hay muchas esferas. Me voy a estos mundos de luz, a los que vosotros algún día ascenderéis.
32. Si así voy yo antes que vosotros al reino celestial de mi Padre, del mismo modo con certeza enviaré a buscaros. Entre tanto, estaré presente con vosotros en espíritu mientras permanecéis en este mundo.
33. Aunque voy al Padre y vosotros no podéis seguirme, con certeza me seguiréis en las eras venideras.
34. Cuando Jesús se sentó. Tomás se puso de pie y dijo: «Maestro, no sabemos adónde vas, pero te seguiremos si nos muestras el camino». Jesús contestó: Tomás, yo soy el camino, la verdad y la vida. Ningún hombre va al Padre excepto a través de mí.
35. Esto era demasiado profundo para muchos de ellos. Dijo Felipe: Maestro, muéstranos al Padre, y todo lo que nos has dicho se aclarará. Dijo Jesús: Felipe, ¡por tanto tiempo he estado contigo y sin embargo tú ahora aun no me conoces! El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.
36. Hablo las palabras del Padre, hago la voluntad del Padre y eso he hecho.
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén, después de la Última Cena, en casa de Marcos.
C. MOMENTO: Esta fue una de las charlas que se dieron después de la Última Cena, parte del discurso de despedida.
D. REFERENCIAS: (1948.2) 180:4.1 [883] (Juan 14:16-31 [884]; Juan 15-16 [885])
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Cuando yo haya ido al Padre, después de que haya recibido la soberanía final de mi propio dominio, de acuerdo con mi promesa, os enviaré a otro maestro—derramaré el Espíritu de la Verdad sobre toda la carne.
2. Ya el espíritu de mi Padre está en vuestro corazón—y tendréis este nuevo don del espíritu de la verdad viva.
3. Los descreídos no escucharán al principio las enseñanzas de este espíritu, pero los hijos de la luz lo recibirán con regocijo y de todo corazón. Y conoceréis a este espíritu como me habéis conocido a mí.
4. Percibís que no os dejaré sin ayuda ni guía. Hoy tan sólo puedo estar con vosotros en persona. En los tiempos venideros estaré con vosotros y con todos los demás hombres allá donde estéis.
5. Así que es mejor para mí que me vaya; que os deje en la carne, para poder estar con vosotros mejor y más plenamente en el espíritu.
6. Dentro de unas pocas horas, el mundo ya no me verá. Me seguiréis conociendo porque enviaré mi espíritu para vivir dentro de vosotros. He cumplido con la palabra del Padre y mantendréis mi palabra. Y este espíritu os confortará y finalmente os conducirá a toda la verdad.
7. Os digo estas cosas para prepararos para las pruebas que os esperan. Dentro de vosotros residirá tan el Hijo como el Padre, y este amigo espiritual os hará recordar todo lo que os he enseñado.
8. En este momento, Judas Alfeo planteó una de las pocas preguntas que dirigió a Jesús: Maestro, has vivido siempre entre nosotros como un amigo; ¿cómo te conoceremos cuando ya no te manifiestes excepto por este espíritu?
9. Sonriendo, Jesús dijo: Vuelvo al Padre. Dentro de muy poco tiempo os enviaré mi espíritu, tal como yo, excepto por este cuerpo material. Este maestro de la verdad vivirá en vosotros.
10. De esta misma manera mi Padre y yo podremos vivir en ecada uno de vosotros. Y aprenderéis a amaros los unos a los otros como yo os he amado.
11. Después de que se plantearan muchas preguntas, Jesús continuó: Estoy intentando prepararos para lo que está por ocurrir. Os expulsarán de las sinagogas y algunos de vosotros os matarán.
12. Se niegan a conocer al Padre negándome a mí, y cuando os rechacen, rechazarán recibirme.
13. Os estoy hablando claramente porque estáis enfrentados a problemas. Los enemigos de un hombre pueden ser los de su propia casa.
14. Aunque el evangelio trae gran paz al alma, no traerá paz en la tierra hasta que los hombres estén dispuestos a hacer la voluntad del Padre.
15. Me sorprende que ninguno de vosotros me haya preguntado: ¿Por qué nos dejas? Como os he dicho, Es realmente beneficioso para vosotros que me vaya. Si no me voy, no podrá entrar en vuestro corazón el nuevo maestro. Él os ayudará a discernir entre el pecado y la rectitud.
16. Mucho aún tengo que deciros, pero vosotros no podéis recibir más ahora. Este Espíritu de la Verdad os guiará a través de las numerosas moradas del universo de mi Padre.
17. Este espíritu no hablará de sí mismo, pero os declarará lo que el Padre ha revelado al Hijo, y aun os mostrará las cosas por venir.
18. Todo lo que el Padre tiene en este dominio es ahora mío; por eso yo os dije que este nuevo maestro se ocupará de lo que es mío y os lo revelará.
19. Dentro de muy poco tiempo os dejaré por un corto período. Después, cuando me veáis de nuevo, no será por mucho tiempo, porque ya estaré camino de mi Padre.
20. Los apóstoles estaban muy confundidos. No comprendían lo que quería decir con esos comentarios de "muy poco tiempo".
21. Dijo Jesús: ¿Por qué estáis tan confundidos? Os he dicho claramente que el Hijo del Hombre debe morir, pero que resucitará. ¿Por qué no podéis entender estas cosas?
22. Una mujer puede sufrir dolores en el parto, pero después se regocija con su hijo. Igualmente sufriréis vosotros pesares, pero después vuestra pena se transformará en alegría.
23. Os llegará una nueva revelación de la salvación de Dios que ningún hombre podrá quitaros jamás.
24. Hasta ahora habéis hecho todas vuestras peticiones en nombre de mi Padre. Después de que me veáis nuevamente, podréis también pedir en mi nombre, y yo os oiré.
25. He tenido que hablaros en parábolas porque erais tan sólo niños en el espíritu. Pero llegará el momento en el que os hablaré claramente sobre el Padre y su reino.
26. El Padre desea estar más plenamente revelado a vosotros. Os he mostrado al padre, pero cuando estéis perfeccionados en crecimiento espiritual, veréis al Padre mismo.
27. Después de una pausa, Jesús se dirigió a ellos de nuevo: en la carne, solo puedo ser uno entre vosotros; pero cuando me libre de esta vestidura de naturaleza mortal, puedo convertirme en una encarnación espiritual en el alma de todos los creyentes sinceros.
28. Y así estaré mejor preparado para guiaros a través de esta vida, como os guiaré por las muchas moradas en la vida futura del cielo de los cielos.
29. Vuestra vida futura no es un descanso sin fin en la holgazanería y facilidad egoísta, sino más bien una progresión sin cesar en gracia, verdad y gloria.
30. Iréis de una gloria a otra hasta que logréis finalmente el estado divino en el que estáis espiritualmente perfeccionados, como el Padre es perfecto.
31. Si queréis seguirme, esforzaos en hacer la voluntad del Padre, antes que intentar imitar mi vida en la carne.
32. No todos recibirán al nuevo maestro como su guía, pero todos los que lo reciban serán esclarecidos, limpiados y consolados. Y este Espíritu de la Verdad se convertirá en ellos en un manantial de agua viva que mana a la vida eterna.
33. Ahora que ya pronto os dejaré, quiero decir palabras de consuelo. Dejo la paz con vosotros; mi paz os doy. Os doy todo lo que recibiréis.
34. Que no se atribule vuestro corazón, y no os dejéis dominar por el temor. Yo he superado el mundo, y en mí triunfaréis todos por la fe. Os he advertido que el Hijo del Hombre será matado, pero volveré antes de ir adonde mi Padre.
35. Os amo con gran afecto, y no quisiera dejaros—pero es la voluntad de mi Padre. Mi hora ha llegado. Recordad que os enviaré al nuevo maestro.
36. No dudéis incluso aun cuando estéis dispersos por el mundo debido a las persecuciones y sufráis por tanta congoja. Pero no estaréis solos, del mismo modo que yo nunca estoy solo-siempre tenemos al Padre con nosotros.
37. Todas estas cosas os las he dicho para que podáis tener paz y tenerla más abundantemente. En este mundo tendréis tribulaciones, pero permaneced de buen ánimo; yo he triunfado en el mundo y os he mostrado el camino a la felicidad eterna y al servicio sempiterno.
66. ADMONICIONES PERSONALES DE DESPEDIDA
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: Jerusalén—la habitación superior de la casa de Marcos.
C. MOMENTO: Esta fue la parte final de las observaciones del Maestro después de la cena.
D. REFERENCIAS: (1955.2) 181:2.1 [886]
E. IDEAS PRINCIPALES: Estas observaciones finales no se prestan a ningún tipo de resumen. Será mejor, por lo tanto, ir directamente al texto.
67. LA ÚLTIMA ORACIÓN EN GRUPO
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: El monte Olivete—en una gran roca plana, a poca distancia del campamento de Getsemaní.
C. MOMENTO: Momentos después de llegar al campamento, Jesús dijo: Amigos míos y hermanos, ya poco tiempo me queda con vosotros, y deseo que nos apartemos a solas mientras oramos a nuestro Padre en el cielo para pedirle la fuerza que nos sostenga en esta hora y de aquí en adelante en toda la obra que debemos hacer en su nombre.
Se arrodillaron en círculo alrededor de Jesús como habían hecho el día de su ordenación; y luego, en medio de ellos y glorificado por la luz de la luna, ofreció la última oración en grupo.
D. REFERENCIAS: (1963.3) 182:1.1 [887] (Juan 17 [888])
E. IDEAS PRINCIPALES: No se ha hecho ningún esfuerzo para condensar esta extraordinaria oración. Las referencias deben ir al texto.
68. LA HORA ANTES DE LA TRAICIÓN
A. AÑO: 30 d.C.
B. LUGAR: En el campamento de Getsemaní.
C. MOMENTO: Hubo algún intercambio que tuvo lugar entre Jesús y algunos de sus compañeros en su última noche con ellos, y justo antes se retiraron para dormir.
D. REFERENCIAS: (1966.1) 182:2.1 [889]
E. IDEAS PRINCIPALES:
1. Cuando David Zebedeo y Juan Marcos informaron a Jesús de que Judas pretendía traicionarlo, Jesús dijo: Amigos míos, nada puede suceder al Hijo del Hombre a menos que sea la voluntad del Padre en el cielo. Que no se atribule vuestro corazón; todas las cosas laborarán juntas para la gloria de Dios y la salvación de los hombres.
2. Entonces Jesús dirigió sus últimas palabras a los once: Amigos míos, id a descansar. Preparaos para la tarea de mañana. Recordad, todos debemos someternos a la voluntad del Padre en el cielo.
3. Jesús llamó a David Zebedeo y dijo: Envíame tu mensajero más veloz y confiado. David trajo a Jacobo-y Jesús le dijo: Vete a toda prisa adonde Abner en Filadelfia y di: El Maestro te envía salutaciones de paz y dice que ha llegado la hora en que será él entregado a las manos de sus enemigos, quienes lo matarán, pero que él se levantará de entre los muertos y aparecerá ante ti pronto, antes de ir al Padre.
Después de ensayar este mensaje, Jesús dijo a Jacobo: No temas a ningún hombre, Jacobo, ya que esta noche un mensajero invisible correrá a tu lado.
4. Dirigiéndose al jefe de los griegos, Jesús dijo: Hermano mío, no te turbes por lo que está por suceder, puesto que ya te he avisado de antemano. El Hijo del Hombre será matado por instigación de sus enemigos, los altos sacerdotes y los potentados de los judíos, pero me levantaré para estar con vosotros un corto tiempo antes de ir al Padre. Y cuando hayas visto todo esto, glorifica a Dios y fortalece a tus hermanos.
5. Dijo Jesús a Andrés, al alejarse éste de su lado esa noche: «Andrés, haz lo que puedas para mantener juntos a tus hermanos hasta que yo vuelva adonde vosotros después de haber bebido esta copa. Fortalece a tus hermanos, ya que te lo he dicho todo. Que la paz sea contigo».
6. Andes de que David fuera a su tarea autoimpuesta de vigilancia, se despidió de Jesús, diciendo: Maestro, he conocido gran felicidad al servir contigo. Mis hermanos son tus apóstoles, pero yo me he regocijado en las cosas menores que se debían hacer, y te echaré de menos con todo mi corazón cuando tú te hayas ido.
7. Dijo Jesús a David: David, hijo mío, otros han hecho lo que se les indicó que hicieran, pero este servicio tú lo has hecho de tu propio corazón, y conozco tu devoción. Tú también algún día servirás conmigo en el reino eterno.
8. Mientras se preparaban para vigilar, David dijo a Jesús: Sabes Maestro que envié por tu familia, y tengo noticias por un mensajero de que ellos están esta noche en Jericó. Estarán aquí mañana temprano antes del mediodía puesto que sería peligroso para ellos recorrer el camino sangriento por la noche.
And Jesús dijo: Que así sea, David.
LA VIDA DE JESÚS COMPARADA CON LOS CUATRO EVANGELIOS
DIVISIONES PRINCIPALES DE LA VIDA DE JESÚS
120. El autootorgamiento de Miguel en Urantia.
121. Los tiempos del autootorgamiento de Miguel.
I. LA INFANCIA Y LA NIÑEZ DE JESÚS
122. El nacimiento y la infancia de Jesús.
123. La infancia de Jesús.
124. La niñez posterior de Jesús.
125. Jesús en Jerusalén.
II. LA ADOLESCENCIA Y LOS PRIMEROS AÑOS DE LA VIDA ADULTA DE JESÚS
126. Los dos años cruciales.
127. Los años de la adolescencia.
128. Los primeros años de la vida adulta de Jesús.
129. La vida adulta de Jesús.
III. EL VIAJE A ROMA Y LOS AÑOS DE TRANSICIÓN
130. En el camino a Roma.
131. Las religiones del mundo.
132. La estadía en Roma.
133. El regreso de Roma.
134. Los años de transición.
135. Juan El Bautista.
IV. EL BAUTISMO Y LOS DOCE APÓSTOLES
136. El bautismo y los cuarenta días.
137. El tiempo de espera en Galilea.
138. La capacitación de los mensajeros del reino.
139. Los doce apóstoles.
140. La ordenación de los doce.
V. EL COMIENZO DE LA OBRA PÚBLICA
141. El comienzo de la obra pública.
142. La Pascua en Jerusalén.
143. De paso por Samaria.
144. En Gilboa y en la Decápolis.
145. Cuatro días memorables en Capernaum.
VI. LAS TRES GIRAS DE PREDICACIÓN
146. La primera gira de predicación en Galilea.
147. El interludio en Jerusalén.
148. La capacitación de los evangelistas en Betsaida.
149. La segunda gira de predicación.
150. La tercera gira de predicación.
VII. LA CRISIS DE CAPERNAUM Y FENICIA
151. La estadía y la enseñanza junto al mar.
152. Los acontecimientos que condujeron a la crisis de Capernaum.
153. La crisis de Capernaum.
154. Los últimos días en Capernaum.
155. La huida por Galilea del norte.
156. La estadía en Tiro y Sidón.
VIII. LOS ACONTECIMIENTOS DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN
157. En Cesarea de Filipo.
158. El monte de la Transfiguración.
159. La gira por la Decápolis.
160. Rodán de Alejandría.
161. Las conversaciones ulteriores con Rodán.
162. En la fiesta de los tabernáculos.
163. La ordenación de los setenta en Magadán.
164. En la fiesta de la consagración del templo.
165. Comienza la misión de Perea.
166. La última visita al norte de Perea.
167. La visita a Filadelfia.
168. La resurrección de Lázaro.
169. La última enseñanza en Pella.
170. El reino del cielo.
XI. LA ÚLTIMA VISITA A JERUSALÉN
171. Camino a Jerusalén.
172. La entrada a Jerusalén.
173. El lunes en Jerusalén.
174. El martes por la mañana en el templo.
175. El último discurso en el templo.
176. El anochecer del martes en el monte de los Olivos.
177. El miércoles, día de descanso.
178. El último día en el campamento.
179. La última cena.
180. El discurso de despedida.
181. Las advertencias y admoniciones finales.
XIII. LA TRAICIÓN Y LOS JUICIOS
182. En Getsemaní.
183. La traición y el arresto de Jesús.
184. Ante el tribunal del Sanedrín.
185. El juicio ante Pilato.
186. Poco antes de la crucifixión.
XIV. LA CRUCIFIXIÓN Y LA RESURRECCIÓN
187. La crucifixión.
188. El periodo en la tumba.
189. La resurrección.
XV. LAS APARICIONES POSTERIORES A LA RESURRECCIÓN
190. Las apariciones morontiales de Jesús.
191. Las apariciones a los apóstoles y a otros líderes.
192. Las apariciones en Galilea.
193. Las apariciones finales y la ascensión.
194. El advenimiento del Espíritu de la Verdad.
195. Después de Pentecostés.
196. La fe de Jesús.
LA VIDA DE JESÚS COMPARADA CON LOS CUATRO EVANGELIOS
PRINCIPALES DIVISIONES DE LA VIDA DE JESÚS
DOCUMENTO 120. El autootorgamiento de Miguel en Urantia.
Este documento no se encuentra en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 121. Los tiempos del autootorgamiento de Miguel.
Si bien este documento no está en el Nuevo Testamento, hay algo que señalar en conexión:
- El prólogo al evangelio de Juan que no se encuentra en los Documentos Urantia. Juan 1:1-18.
- El prefacio al evangelio de Lucas que no se encuentra en los Documentos Urantia. Lucas 1:1-4.
- Las dos genealogías de Jesús, que no se encuentran en los Documentos Urantia. Mat. 1:1-17. Lucas 3:23-38.
I. LA INFANCIA Y LA NIÑEZ DE JESÚS
DOCUMENTO 122. El nacimiento y la infancia de Jesús.
Intro. La elección de Palestina—José y María. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. José y María. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. Gabriel se aparece ante Elisabet. Lucas 1:5-25.
- María visita a Isabel. Lucas 1:39-56.
- El nacimiento de Juan, 25 de marzo del 7 a.C. Lucas 1:57-80.
Sec. 3. La anunciación de Gabriel a María. Lucas 1:26-38.
Sec. 4. El sueño de José. Mat. 1:18-25.
Sec. 5. Los padres terrenales de Jesús. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. La casa en Nazaret. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 7. El viaje a Belén. Lucas 2:1-5.
Sec. 8. El nacimiento de Jesús. Lucas 2:6,7.
- Los ángeles y los pastores. Lucas 2:8-20.
- Los hombres sabios. Mat. 2:1-8.
- La estrella de Belén. Mat. 2:9-12.
(Nota: Lucas 2:21, al tratar sobre la circuncisión, no está en los Documentos Urantia.)
Sec. 9. La presentación en el templo. Lucas 2:22-39.
Sec.10. Herodes actúa. (Huida a Egipto) Mat. 2:13-23.
DOCUMENTO 123. La infancia de Jesús.
Intro.Dos años en Alejandría. Parten hacia Belén el 4 de agosto del 4 a.C.
Van a Nazaret en octubre. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. De regreso a Nazaret. Mat. 2:23. Lucas 2:39,40.
Nacimiento de Santiago el 2 de abril del 3 a.C. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. El quinto año (2 a.C.) No está en el Nuevo Testamento.
- Llega el Ajustador del Pensamiento. 11 de febrero del 2 a.C.
- Discusión de la cultura hebrea acerca de los niños.
Sec. 3. Acontecimientos del sexto año (1 a.C.) No está en el Nuevo Testamento.
- Educación—hace preguntas sobre la naturaleza.
- Visita de Juan el Bautista—verano del 1 a.C.
- Se interesa por la historia hebrea.
- Problemas con sus oraciones.
- José se convierte en contratista.
- Desarrolla el control emocional.
- Estudia la naturaleza.
Sec. 4. El séptimo año (1 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Vida de juegos.
- Accidente de julio—discusión.
Sec. 5. Los días escolares en Nazaret. No está en el Nuevo Testamento.
- Comienza la escuela a los siete años.
- Descripción de la vida escolar.
- Conoce a un amplia variedad de extranjeros.
- Alumno brillante—domina tres idiomas.
- Nazaret, uno de los 24 centros de sacerdotes .
- El estatus social de Jesús.
Sec. 6. Su octavo año (2 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Visita la granja de su tío en junio.
- Se interesa por las matemáticas.
- Simón nace el 14 de abril del 2 d.C.
- Le visita Nahor, de Jerusalén.
DOCUMENTO 124. La niñez posterior de Jesús.
Intro. Contraste de Galilea respecto a Alejandría. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El noveno año de Jesús (3 d.C.).
- Mención de una enfermedad menor.
- La vida escolar—retrato del profesor en el suelo.
- El abandono del dibujo y el modelado.
- Marta hace el 13 de septiembre.
- El estudio del clima y el tiempo.
- Hace viajes con su padre.
Sec. 2. El décimo año (4 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Se vuelve consciente de su misión.
- Entra en la escuela avanzada.
- Jacobo—el hijo del albañil.
- Líder de los jóvenes-le gustan las personas más mayores.
- Piensa en una vocación.
Sec. 3. El undécimo año (5 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Pasa mucho tiempo en la tienda de las caravanas.
- Judá nace el 24 de junio.
- Estudia las escrituras hebreas.
- Viaje a Escitópolis—los juegos anuales.
- La única vez que vio furioso a su padre.
Sec. 4. El duodécimo año (6 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Comienza el trabajo regular de carpintero.
- A sus padres les cuesta comprenderle.
- Busca la música. Enseña en casa.
- Sus padres difieren en lo que respecta a su misión.
- El pergamino de la puerta.
Sec. 5. Su decimotercer año (7 d.C.). Lucas 2:41-51.
(Aparte de este pasaje de Lucas, la historia de este año no está en el Nuevo Testamento.)
- Amós nació el 9 de enero.
- Adquiere la certeza de su destino.
- Se gradúa el 20 de marzo.
- Se habla sobre estudiar en Jerusalén.
Sec. 6. El viaje a Jerusalén. No está en el Nuevo Testamento.
- Va a la Pascua.
- Revisa la historia descendiendo por el Jordán.
- Descanso en Betania—conoce a Simón y a tres niños.
- Se detiene en Jerusalén con parientes de su madre.
- Le impresiona el templo, pero le repelen las matanzas.
- Aparece un mensajero que le recuerda su misión.
DOCUMENTO 125. Jesús en Jerusalén.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
- Intrigado por el templo.
- Decepcionado por los servicios superficiales.
- Dios no puede amarnos menos que un padre terrenal.
Sec. 1. Jesús visita el templo. No está en el Nuevo Testamento.
- Sorprendido por la irreverencia.
- Asqueado por la matanza.
- José explica los festivales principales.
Sec. 2. Jesús y la Pascua. No está en el Nuevo Testamento.
- Cinco familias celebran la Pascua en Betania.
- Jesús piensa en una Pascua sin sangre.
- Perturbado, durmió poco.
- Lázaro da un paseo con Jesús.
- Jesús va a Betania el miércoles por lanoche.
- Disponen que Jesús regrese dentro de dos años.
- Disfruta conociendo a jóvenes del imperio.
Sec. 3. La partida de José y María. Lucas 2:41-44.
Cómo Jesús se quedó atrás.
Sec. 4. El primer y el segundo día en el templo. No está en el Nuevo Testamento.
- Escucha en el templo. Pasa la noche en Betania.
- A la mañana siguiente, llora en el Olivete.
- Sus padres regresan a Jerusalén. Lucas 2:45.
- Jesús comienza a plantear preguntas. Es ridiculizado.
- Regresa a Betania a pasar la noche. Medita en el jardín.
Sec. 5. El tercer día en el templo. No está en el Nuevo Testamento.
- Hace preguntas y participa en los debates.
- Sus padres le están buscando.
Sec. 6. El cuarto día en el templo. Lucas 2:46-51.
- Regresa a las discusiones del templo.
- Sus padres lo encuentran y lo regañan.
- La respuesta juiciosa de Jesús.
- Regreso a Nazaret. Las promesas de Jesús.
- José y María se quedan perplejos.
II. LA ADOLESCENCIA Y LOS PRIMEROS AÑOS DE LA VIDA ADULTA DE JESÚS
DOCUMENTO 126. Los dos años cruciales. (14 y 15)
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
- Conciencia de su divinidad y su destino.
- Interés aumentado en el pueblo judío.
Sec. 1. El decimocuarto año (8 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Trabajos en madera, tela y piel.
- Escala la colina y revisa la hsitoria.
- Continúa un curso avanzado de lectura.
- Sus padres tienen un dilema.
Sec. 2. La muerte de José. No está en el Nuevo Testamento.
- Muerto accidentalmente en Séforis.
- Jesús se convierte en el cabeza de familia.
- Se entretiene con el arpa.
Sec. 3. El decimoquinto año (9 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Vende una casa en Nazaret.
- Rut nace el 17 de abril.
- Formula la primera oración familiar.
- Pensamientos muy confusos.
- Encuentra “Hijo del Hombre” en el Libro de Enoc.
- Reflexiona sobre cómo será su misión.
- Su madre está cada vez más alarmada.
Sec. 4. El primer sermón en la sinagoga. No está en el Nuevo Testamento.
- Cumplir quince años lo califica para ocupar el púlpito de la sinagoga.
- Da su primer sermón.
Sec. 5. La lucha financiera. No está en el Nuevo Testamento.
- Decae el estándar de vida.
- Declae el trabajo. Dificultad con los impuestos.
- Herodes rechaza la indemnización por José.
- Alquila una parcela de terreno.
DOCUMENTO 127. Los años de la adolescencia
Intro. Consciente de su preexistencia. Aumentan las luchas con sus propiedades. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El decimosexto año (10 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- El Jesús adolescente.
- Un individuo plenamente maduro.
- Más difícil de comprender.
- Vende otra casa.
- Contempla su trabajo futuro.
- Un verdadero padre para su familia.
Sec. 2. El decimoséptimo año (11 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- El dilema de la organización de los zelotes.
- Su actitud divide a los jóvenes de Nazaret.
- Primera evasiva de franqueza.
- Alude a la responsabilidad familiar como excusa.
- Santiago se gradúa y empieza a trabajar.
Sec. 3. El decimoctavo año (12 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Todas las propiedades han desaparecido, excepto su hogar.
- Lleva a Santiago a la Pascua.
- La celebran en Betania. Simón de Betania muere.
- Santiago es recibido en la comunidad.
- “Mi hora aún no ha llegado.”
- Vuelve a la vieja tienda de reparaciones de la familia.
- Lee en la sinagoga.
- Elizabeth y Juan visitan Nazaret.
- Amós muere el 3 de diciembre.
Sec. 4. El decimonoveno año (13 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Se lleva mejor con su madre.
- Enseñanza positiva respecto a la negativa.
- La no resistencia y los niños.
- Liberalizar la observancia del sábado.
- Judá comienza la escuela.
Sec. 5. Rebeca, la hija de Esdras. No está en el Nuevo Testamento.
- Rebeca se enamora.
- Cómo Jesús gestiona el asunto.
Sec. 6. Su vigésimo año (14 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Continuación de la historia de Rebeca.
- Va a la Pascua.
- Pascua sin derramamiento de sangre en Betania.
- María habla con él acerca del matrimonio.
- Consigue un trato justo con la propiedad de Capernaum.
- Se convierte en un hombre plenamente crecido.
DOCUMENTO 128. Los primeros años de la vida adulta de Jesús.
Intro. Doble propósito del otorgamiento. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El vigesimoprimer año (15 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Reconoce su naturaleza dual.
- Combina conocimiento y experiencia para obtener sabiduría.
- Es cada vez más consciente de su divinidad.
- No tuvo objeciones a sus títulos.
- El suspense del universo.
- Lleva a José a la Pascua.
Sec. 2. El vigesimosegundo año (16 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Problemas de adolescente de sus hermanos.
- Simón se gradúa.
- Herrero en Séforis.
- Coloca a Santiago como cabeza de familia.
- Seis meses en Séforis.
- Se prepara para apartarse de la familia.
Sec. 3. El vigesimotercer año (17 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Se relaja la presión económica.
- Lleva a Simón a la Pascua.
- Le ofrecen ir a Damasco para trabajar en un negocio de importaciones.
- Conoce a Esteban en Jerusalén.
- Preocupación de María por Jesús.
Sec. 4. El episodio en Damasco. No está en el Nuevo Testamento.
- Cuatro meses en Damasco.
- La escuela propuesta en Damasco.
- Por qué se separaba de los episodios de su vida.
Sec. 5. El vigesimocuarto año (18 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- El primer año de libertad de las responsabilidades familiares.
- Rechazo de las propuestas hechas desde Alejandría.
- Seis meses tranquilos.
- Santiago habla de su amor por Esta.
- Miriam ama a Jacobo.
Sec. 6. El vigesimoquinto año (19 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Soberbio espécimen de hombre.
- Lleva a Judá a la Pascua.
- Judá es arrestado.
- Cómo gestiona Jesús este asunto.
- Los niños juegan en la tienda de reparaciones.
Sec. 7. El vigesimosexto año (20 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Contempla su misión.
- La familia funciona sin problemas.
- Disfruta del ocio—enseña a Santiago y José.
- Judá se escapa.
- Doble boda—Santiago y Miriam.
- José se convierte en cabeza de familia.
- Le da la tienda a Santiago—se prepara para marcharse.
DOCUMENTO 129. La vida adulta de Jesús.
Intro. Se separa de su familia. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El vigesimoséptimo año Year (A.D. 21). No está en el Nuevo Testamento.
- En enero, Jesús deja el hogar.
- Visita algunas ciudades y va a Capernaum.
- Se convierte en constructor de barcas.
- Trabaja un año para Zebedeo.
- Vive y trabaja en Betsaida.
- Toda la familia admira a Jesús.
- Envía dinero a casa.
- Inscrito como “artesano especializado.”
- Disfruta de la biblioteca de la sinagoga.
- Dirige reuniones en casa y en la tienda.
Sec. 2. El vigesimoctavo año (22 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- En marzo, Jesús se marcha de Capernaum.
- Va a Jerusalén para la Pascua.
- Pone a Juan Zebedeo a cargo de su familia.
- Compran una casa a nombre de Jesús.
- Estuvo en Jerusalén dos months.
- Fue con Anás a visitar las escuelas.
- Conoce a Gonod y va a Roma.
Sec. 3. El vigesimonoveno año (23 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Pasa este año en una gira por el Mediterráneo.
- Conocido como el escriba de Damasco.
- Como tutor judío en Corinto.
- Solo Zebedeo sabía algo de este viaje.
- Otorgamiento en Urantia—para el universo.
- Propósito del viaje: conocer a los hombres.
- Hace grandes avances en su carácter.
Sec. 4. El Jesús humano. No está en el Nuevo Testamento.
- Periodo de su ministerio personal.
- Perfecciona la vida de oración—comprende a los hombres.
- Una inspiración—no un ejemplo.
III. EL VIAJE A ROMA Y LOS AÑOS DE TRANSICIÓN
DOCUMENTO 130. En el camino a Roma.
Intro. El viaje por Roma cubre casi dos años. No está en el Nuevo Testamento.
- Descripción del viaje.
- Pasa la mitad del día con Ganid y Gonod.
Sec. 1. En Jope—Discurso sobre Jonás. No está en el Nuevo Testamento.
- Gadia pregunta por Jonás.
- La conversación de Jesús sobre Jonás.
- Trata sobre el bien y el mal.
Sec. 2. En Caesarea. No está en el Nuevo Testamento.
- Se detienen debido a la rotura de un aspa del timón.
- Instruye al mercader chino.
- Anaxando cuenta sus problemas a Jesús.
- Ganid está intrigado por el trabajo personal de Jesús.
- Habla a Ganid de psicología animal.
Sec. 3. En Alejandría. No está en el Nuevo Testamento.
- Se acomodan. La biblioteca y la ciudad.
- Ganid recopila datos de las religiones del mundo.
- Prepara los traslados a Roma.
- Gonod conoce a Alejandro—hermano de Filón.
Sec. 4. El discurso sobre la realidad. No está en el Nuevo Testamento.
- Conversa sobre Platón con un profesor de la biblioteca.
- Una de sus disertaciones científicas.
- Charla especial a Ganid.
Sec. 5. En la isla de Creta. No está en el Nuevo Testamento.
- Van a Creta para distraerse.
- Primera charla con Gonod sobre religión.
- Un borracho ataca a una esclava.
Sec. 6. El joven que tenía miedo. No está en el Nuevo Testamento.
- Cómo hacía Jesús el trabajo personal.
- Mensaje al joven deprimido.
Sec. 7. En Cartago—El discurso sobre el tiempo y el espacio. No está en el Nuevo Testamento.
- Habla con un sacerdote mitraísta.
- Siete conceptos del espacio condicionado por el tiempo.
Sec. 8. En el camino a Neápolis y Roma. No está en el Nuevo Testamento.
- Parada en Malta. Claudo—suicidio.
- Semana en Siracusa—ayuda a Esdras.
- Parada en Nápoles.
- A Roma por Capua.
DOCUMENTO 131. Las religiones del mundo.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. Cinismo.
Sec. 2. Judaísmo.
Sec. 3. Budismo.
Sec. 4. Hinduismo.
Sec. 5. Zoroastrismo.
Sec. 6. Suduanismo (jainismo).
Sec. 7. Sintoísmo.
Sec. 8. Taoísmo.
Sec. 9. Confucianismo.
Sec.10. “Nuestra religión.”
DOCUMENTO 132. La estadía en Roma.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
- Se reúne con líderes de los estoicos, los cínicos y los mitraístas.
- Prepara el camino para los misioneros posteriores.
- Tres factores en la divulgación del cristianismo.
Sec. 1. Los verdaderos valores. No está en el Nuevo Testamento.
Charla con Angamón—líder estoico.
Sec. 2. El bien y el mal. No está en el Nuevo Testamento.
Charla con Mardus—líder cínico.
Sec. 3. La verdad y la fe. No está en el Nuevo Testamento.
Charla con Talk with Nabón—líder mitraísta.
Sec. 4. El ministerio personal. No está en el Nuevo Testamento.
- Ministra a más de quinientas personas.
- Al soldado, al orador del foro, y al hombre acusado falsamente.
Sec. 5. Los consejos para un rico. No está en el Nuevo Testamento.
- Diez maneras de acumular riqueza.
- Discusión sobre los ricos.
Sec. 6. El ministerio social. No está en el Nuevo Testamento.
La viuda con cinco hijos.
Sec. 7. Los viajes fuera de Roma. No está en el Nuevo Testamento.
- Cinco viajes fuera de Roma.
- En Suiza—habla de la religión con Gonod.
- Ganid propone que creen una nueva religión.
DOCUMENTO 133. El regreso de Roma.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Trata sobre el sistema de castas de la India.
Sec. 1. La misericordia y la justicia. No está en el Nuevo Testamento.
- Un acosador ataca a un joven. Discusión.
- Hablaron de ello durante días.
- Por qué las personas no atacaban a Jesús.
Sec. 2. El embarque en Tarento. No está en el Nuevo Testamento.
- Un hombre ataca a su mujer.
- Travesía placentera a Nicópolis.
Sec. 3. En Corinto. No está en el Nuevo Testamento.
- Contacto con la sinagoga.
- Encuentro con Crispo.
- Pablo, Silas y Timoteo conocieron a estas personas más adelante.
- Jesús evita los baños públicos.
- Episodio de las dos cortesanas.
- Marta y las dos mujeres.
Sec. 4. La obra personal en Corinto. No está en el Nuevo Testamento.
El molinero, el centurión, el mitraísta, el epicúreo, el contratista, el juez, la posadera, el mercader chino, el viajero, el muchacho fugitivo y el criminal condenado.
Sec. 5. En Atenas—El discurso sobre la ciencia. No está en el Nuevo Testamento.
- Visita a la universidad.
- Conversación con el filósofo griego.
Sec. 6. En Efeso—El discurso sobre el alma. No está en el Nuevo Testamento.
Charla con el fenicio nostálgico y el filósofo griego.
Sec. 7. La estadía en Chipre—El discurso sobre la mente. No está en el Nuevo Testamento.
- Descanso durante dos semanas.
- La enfermedad de Ganid—Jesús le cuida.
- Mente animal y mente humana.
Sec. 8. En Antioquía. No está en el Nuevo Testamento.
Jesús se va poniendo más serio.
Sec. 9. En Mesopotamia. No está en el Nuevo Testamento.
- Visita Ur.
- Se despide de los indios.
- Final de la misión de Josué el maestro.
DOCUMENTO 134. Los años de transición.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Jesús se reconcilia con Palestina.
Sec. 1. The trigésimo año (24 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Deja a los indios en Charax—Diciembre del 23 d.C.
- Regresa a Nazaret.
- La familia pensaba que había estado en Alejandría.
- Visita a la familia durante varias semanas.
- Judá y Simón se casan.
- El conductor de caravanas cae enfermo.
Sec. 2. El viaje con la caravana al Caspio. No está en el Nuevo Testamento.
- El viaje lleva un año completo.
- Se detiene en el lago Urmia a la vuelta.
Sec. 3. Las conferencias de Urmia. No está en el Nuevo Testamento.
- Cimboitón y el foro religioso.
- Discrepancias entre los ángeles de las iglesias y los ángeles del progreso respecto a la Revelación Urantia.
Sec. 4. La soberanía—divina y humana. No está en el Nuevo Testamento.
Conversaciones de Jesús.
Sec. 5. La soberanía política. No está en el Nuevo Testamento.
Reformulación hecha por los reveladores.
Sec. 6. La ley, la libertad y la soberanía. No está en el Nuevo Testamento.
- Conversaciones continuadas.
- Muerte de Cimboitón, y del foro.
Sec. 7. El trigesimoprimer año (25 d.C.). No está en el Nuevo Testamento.
- Visita Capernaum, Tiro y Antioquía.
- Va a muchas ciudades de camino a Beerseba.
- Estancia en el monte Hermón.
Sec. 8. La estadía en el monte Hermón. No está en el Nuevo Testamento.
- En agosto contrata a Tiglat.
- Seis semanas en el monte Hermón.
- Se enfrenta a sus enemigos del universo.
- Completa técnicamente su otorgamiento.
Sec. 9. El periodo de espera. No está en el Nuevo Testamento.
- Se reúne con su familia en Capernaum.
- Pasa la fiesta de los tabernáculos con Juan Zebedeo.
- Se detiene en Betania.
- Regresa solo. Trabaja en un taller de barcas.
- Juan el Bautista está en Pella.
DOCUMENTO 135. Juan el Bautista.
Intro. Nacimiento de Juan. Lucas 1:57-80.
Visita a Jesús en junio del 1 a.C.
Sec. 1. Juan se hace nazareo. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. La muerte de Zacarías. No está en el Nuevo Testamento.
- Zacarías muere en julio del 12 d.C.
- En septiembre, Juan y su madre visitan Nazaret.
- Va a Hebrón cuando Juan tiene 20 años.
- Se hace pastor cerca de En-Gedi.
- Se hace amigo de Abner.
Sec. 3. La vida de un pastor. No está en el Nuevo Testamento.
- Ezda, el muchacho huérfano.
- Sigue en contacto con los asuntos del mundo.
- Estudia a Daniel.
Sec. 4. La muerte de Elisabet. No está en el Nuevo Testamento.
- Ella muere el 17 de agosto del 22 d.C.
- Asiste al funeral. Le da los rebaños a Abner.
- Entra en En-Gedi. Estudia la Biblia.
- Cautivado por Elías.
Sec. 5. El reino de Dios. No está en el Nuevo Testamento.
- El reino en el Antiguo Testamento.
- El punto de vista hebreo.
Sec. 6. Juan comienza a predicar. Mat. 3:1-12. Mar 1:1-6. Lucas 3:1-15.
- Frente a Jericó—marzo del 25 d.C.
- En el vado de Betania—cuatro meses.
- Los sacerdotes preguntan si él es el Mesías. Juan 1:19-28.
Sec. 7. Juan viaja al norte.
- En Adam. Mat. 3:11. Mar 1:7,8. Lucas 3:16-18.
- Expande su enseñanza.
Sec. 8. Encuentro de Jesús y Juan. Mat. 3:13-17. Mar 1:9-11. Lucas 3:21-22.
- Juan llega a Pella en diciembre del 25 d.C.
- Santiago, Juan y Judá planean ver a Juan.
- Justo antes del mediodía del domingo 13 de enero del 26 d.C., Jesús deja sus herramientas y dice: “Ha llegado mi hora.”
- Al día siguiente se presenta para bautizarse al mediodía del 14 de enero del 26 d.C.
- Juan le cuenta la visita de Gabriel a su madre.
Sec. 9. Los cuarenta días de predicación.
- Nueva delegación de sacerdotes. Juan 1:19-28.
- Jesús regresa el 23 de febrero.
- Juan le proclama "Hijo de Dios". Juan 1:29-34.
- A la mañana siguiente se separan.
Sec.10. Juan viaja al sur. No está en el Nuevo Testamento.
- El 3 de marzo Juan viaja al sur.
- Permanece varias semanas en Adam.
- Hacia junio regresa al vado de Betania.
- Herodes se alarma. Arresta a Juan el 12 de junio.
Sec. 11. Juan en la cárcel. Mat. 14:1-4.
- Los discípulos de Juan le informan. Juan 3:25-36.
- Juan envía mensajes a Jesús. Este fue su último mensaje. Mat. 11:2-30. Lucas 7:18-35. (También está en el documento 144)
Sec. 12. La muerte de Juan el Bautista. Mat. 14:5-12. Mar 6:14-29. Lucas 9:7-9.
- En la cárcel de Macaerus.
- La fiesta de cumpleaños.
- Herodías hace que baile su hija.
- Herodes cumple su palabra. Juan es decapitado.
- Los discípulos entierran a Juan.
IV. EL BAUTISMO Y LOS DOCE APÓSTOLES
DOCUMENTO 136. El bautismo y los cuarenta días.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Diferencia de los mensajes de Juan y Jesús.
Sec. 1. Los conceptos del Mesías esperado. No está en el Nuevo Testamento.
- Siervo del Señor. Hijo del Hombre. Hijo de Dios.
- Restauración del trono de David.
- El pecado nacional y el gobierno romano.
Sec. 2. El bautismo de Jesús. Mat. 3:13-17. Mar 1:9-11. Lucas 3:21-22.
- Jesús logra la cima del desarrollo.
- En lugar de fusionarse, su Ajustador se personalizó.
- El Ajustador habla.
- Jesús tiene 31-1/2 años.
- Final de la vida puramente humana de Jesús.
Sec. 3. Los cuarenta días. Mat. 4:1-11. Mar 1:12,13. Lucas 4:1-13.
- La gran tentación había sucedido antes, en el monte Hermón.
- Se reúne con Gabriel y con el Padre de la Constelación.
- Compleción de la soberanía.
Sec. 4. Los planes para el ministerio público. No está en el Nuevo Testamento.
- Revisa las instrucciones de Emanuel.
- Ayunó solo dos días.
- Dos sendas—la suya y la del Padre.
- Tiempo de grandes decisiones.
Sec. 5. La primera gran decisión. No está en el Nuevo Testamento.
- No utilizar poderes superhumanos.
- Asigna el mando de todas las huestes espirituales a su Ajustador Personalizado.
- El Ajustador le advierte respecto al tiempo.
Sec. 6. La segunda decisión. Mat. 4:2-4. Lucas 4:3,4.
- No satisfará milagrosamente sus necesidades personales.
- Rechaza autodefenderse.
- No será una misión en la que se obren prodigios.
Sec. 7. La tercera decisión. Mat. 4:5-7. Lucas 4:9-12.
Respetar las leyes naturales en su vida personal.
Sec. 8. La cuarta decisión. Mat. 4:8-10. Lucas 4:5-8.
- Rechazo de los métodos superhumanos de llamar la atención.
- Nada de poder político.
- Era un mortal del siglo primero.
Sec. 9. La quinta decisión. No está en el Nuevo Testamento.
- Aparecería como el Príncipe de la Paz.
- No habría pruebas materiales para resolver problemas espirituales.
Sec. 10. La sexta decisión. No está en el Nuevo Testamento.
En todos los asuntos, estar sometido a la voluntad del Padre.
DOCUMENTO 137. El tiempo de espera en Galilea.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Se reúne de nuevo con Juan el sábado 23 de febrero del 26 d.C.
Sec. 1. La selección de los primeros cuatro apóstoles. Juan 1:35-42. Mat. 4:18-22. Mar 1:16-20. Lucas 5:1-11.
- Andrés abandona a Juan el Bautista por Jesús.
- Trae a Pedro ante Jesús.
- Santiago y Juan buscan a Jesús.
Sec. 2. La elección de Felipe y Natanael. Juan 1:43-51.
- Jesús deja a Juan. 24 de febrero del 26 d.C.
- Llama a Felipe, después a Natanael.
- Se alojan con José en el antiguo hogar de Jesús.
Sec. 3. La visita a Capernaum. No está en el Nuevo Testamento.
- Se detiene con Zebedeo.
- Envía a apóstoles a Caná.
- Al día siguiente van todos a Caná para una boda.
- María está exultante.
Sec. 4. Las bodas de Caná. Juan 2:1-11.
- La historia del agua y el vino.
- No es un milagro.
Sec. 5. De regreso a Capernaum. Mat. 4:13-16. Lucas 4:31. Juan 2:12.
- Jesús y los seis dejaron Caná al día siguiente.
- Charlas serias co nlos seis.
- Judá cree en Jesús.
Sec. 6. Los acontecimientos de un sábado. No está en el Nuevo Testamento.
- Primera aparición pública, 2 de marzo.
- Predica en la sinagoga.
- Visita a Santiago y Judá—con los apóstoles.
Sec. 7. Cuatro meses de capacitación. No está en el Nuevo Testamento.
- Santiago (hermano) se incorpora a la enseñanza.
- La espera fue dura para ellos, especialmente para Pedro.
- Fariseos, saduceos, esenios, zelotes, herodianos y nazareos.
Sec. 8. El sermón sobre el reino. No está en el Nuevo Testamento.
- El último día en el banco de carpintería. 18 de junio.
- Preparación para la gira de predicación.
- Predicaciones sobre "el reino". 22 de junio.
DOCUMENTO 138. La capacitación de los mensajeros del reino.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
- Cuenta sus planes a los apóstoles.
- Alejamiento de su familia.
Sec. 1. Las instrucciones finales. No está en el Nuevo Testamento.
- El 23 de junio da las instrucciones finales.
- Primera gira—de trabajo personal.
- Les habla de 12 apóstoles.
- La gira dura dos semanas.
Sec. 2. La selección de los seis. No está en el Nuevo Testamento.
NOMBRAMIENTOS
- Mateo Leví—por Andrés.
- Tomás Dídimo—por Felipe.
- Santiago Alfeo—por Santiago Zebedeo.
- Judas Alfeo—por Juan Zebedeo.
- Simón Zelotes—por Pedro.
- Judas Iscariote—por Natanael.
Sec. 3. La llamada a Mateo y Simón. Mat. 9:9-13. Mar 2:13-17. Lucas 5:27-32.
- Almuerzan con Mateo. Llaman a Simón.
- El banquete nocturno.
- Se alojan con Mateo.
Sec. 4. La llamada a los gemelos. No está en el Nuevo Testamento.
Llaman a los gemelos Alfeo en Queresa.
Sec. 5. La llamada a Tomás y Judas. No está en el Nuevo Testamento.
Todos regresan a casa de Zebedeo.
Sec. 6. La semana de capacitación intensiva. No está en el Nuevo Testamento.
- Los seis primeros apóstoles capacitan a los otros seis.
- Establecen un descanso a mitad de semana.
Sec. 7. Otra desilusión. No está en el Nuevo Testamento.
- Pedro está ansioso por comenzar.
- Jesús les pregunta sobre el dinero y sus familias.
- Los envía a pescar durante dos semanas.
Sec. 8. El primer trabajo de los doce. No está en el Nuevo Testamento.
- Qué predicar, y qué no predicar.
- Jesús enseña al público con parábolas.
- Enseña a los apóstoles mediante preguntas y respuestas.
Sec. 9. Cinco meses de prueba. No está en el Nuevo Testamento.
Su familia (excepto Rut) le abandona.
Sec. 10. La organización de los doce. No está en el Nuevo Testamento.
- A cada uno se le asigna un trabajo.
- Son ordenados el 12 de enero del 27 d.C.
DOCUMENTO 139. Los doce apóstoles.
No está en el Nuevo Testamento, excepto Mat. 10:2-4. Mar 3:13-19. Lucas 6:12-16.
DOCUMENTO 140. La ordenación de los doce.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Mediodía del domingo 12 de enero del 27 d.C.
Sec. 1. La instrucción preliminar. No está en el Nuevo Testamento.
El mensaje del reino.
Sec. 2. La ordenación. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. El sermón de la ordenación. (Sermón de la montaña) Mat. Capítulos 5-7.
Lucas 6:20-49. El llamado “Sermón de la montaña” no es el evangelio de Jesús.
Sec. 4. Vosotros sois la sal de la tierra.
- Vosotros sois la luz del mundo.
- Por sus frutos los conoceréis.
Sec. 5. El amor paterno y el fraterno.
Revisión de los deberes de la ordenación.
Sec. 6. La noche de la ordenación. No está en el Nuevo Testamento.
- Charla en el jardín.
- Los mandamientos. Mat. 5:21-48; 6:1-34; 7:1-29.
- Los apóstoles hacen preguntas.
- Jesús los manda a dormir.
Sec. 7. La semana posterior a la ordenación. No está en el Nuevo Testamento.
- Tomás pide una prórroga.
- Empiezan a reunirse multitudes.
- El evangelio.
- Pedro y Santiago: “Estamos listos.”
Sec. 8. El jueves por la tarde en el lago. No está en el Nuevo Testamento.
Lo que cada apóstol ganó de las siguientes conversaciones:
- Hacer la voluntad del Padre.
- Actitud política.
- Actitud social.
- Actitud económica.
- Religión personal.
Sec. 9. El día de la consagración. No está en el Nuevo Testamento.
- Al sábado siguiente volvieron al monte de la ordenación.
- Jesús revisa el sermón de la ordenación.
Sec.10. La noche después de la consagración. No está en el Nuevo Testamento.
- Los apóstoles hacen muchas preguntas.
V. EL COMIENZO DE LA OBRA PÚBLICA
DOCUMENTO 141. El comienzo de la obra pública.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Jesús llora por el abandono de su familia.
Sec. 1. La salida de Galilea. No está en el Nuevo Testamento.
- Se detienen dos semanas en Pella.
- Jesús no predicó.
Sec. 2. La ley de Dios y la voluntad del Padre. No está en el Nuevo Testamento.
Más sobre el reino.
Sec. 3. La estadía en Amatus. No está en el Nuevo Testamento.
- Predican y hacen trabajo personal.
- Andrés hace que los apóstoles se organicen.
- Retratos desafortunados de Jesús.
Sec. 4. Las enseñanzas sobre el Padre. No está en el Nuevo Testamento.
Diferentes tipos de enfermedades humanas.
Sec. 5. La unidad espiritual. No está en el Nuevo Testamento.
El discurso de Jesús a los doce sobre unidad.
Sec. 6. La última semana en Amatus. No está en el Nuevo Testamento.
- Tejerma—el persa.
- Simón Zelotes—lección.
Sec. 7. En Betania más allá del Jordán. Juan 3:22-24 (?)
- Enseñaron durante cuatro semanas.
- Expande la enseñanza del evangelio.
Sec. 8. El trabajo en Jericó. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 9. La partida a Jerusalén. No está en el Nuevo Testamento.
- Los discípulos de Juan se quedan en Betania.
- Jesús y los doce van a Jerusalén.
- El 6 de abril están todos en Jerusalén por primera vez.
DOCUMENTO 142. La Pascua en Jerusalén.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Jesús hace una visita a Anás.
Sec. 1. La enseñanza en el templo. No está en el Nuevo Testamento.
Carga de sus mensajes.
Sec. 2. La ira de Dios. No está en el Nuevo Testamento.
- Reunión secreta en casa de Flavio.
- La pregunta de Jacobo.
Sec. 3. El concepto de Dios. No está en el Nuevo Testamento.
- Evolución de la idea de Dios.
- Yahvé.
- El Altísimo.
- El Shaddai.
- Elohim.
- El Yahvé Supremo.
- El Padre en el cielo.
- Los apóstoles están anonadados.
- Los primeros diez mandamientos.
Sec. 4. Flavio y la cultura griega. No está en el Nuevo Testamento.
Sorprendido por el interés de Jesús en el arte.
Sec. 5. El discurso sobre la certidumbre. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. El encuentro con Nicodemo. Juan 2:23-3:21.
- En casa de Flavio.
- El nuevo nacimiento.
Sec. 7. La lección sobre la familia. No está en el Nuevo Testamento.
- El miércoles en Betania.
- Siete fundamentos de la familia.
Sec. 8. En la Judea del Sur. No está en el Nuevo Testamento.
- Las hostilidades los llevan al sur.
- Jesús y Abner visitan En-Gedi.
DOCUMENTO 143. De paso por Samaria.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Predicación en Samaria.
Sec. 1. Las predicaciones en Arquelais. No está en el Nuevo Testamento.
- Establecen aquí su cuartel general.
- Los griegos ridiculizan su enseñanza.
Sec. 2. La lección sobre el autodominio. No está en el Nuevo Testamento.
Enseñanza ampliada.
Sec. 3. La recreación y el esparcimiento. No está en el Nuevo Testamento.
- Se desarrollan tensiones.
- Se toman unas vacaciones.
Sec. 4. Los judíos y los samaritanos. No está en el Nuevo Testamento.
Historia y antagonismos.
Sec. 5. La mujer de Sicar. Juan 4:4-26.
- Jesús espera en el pozo.
- Habla con Nalda.
- Llegan los apóstoles.
- Nalda regresa a la ciudad.
- Ella le cuenta la historia a Juan al día siguiente.
Sec. 6. El renacimiento samaritano. Juan 4:27-42.
- Predican dos días en Sicar.
- Establecen el campamento en el monte Gerizim.
- Se quedan hasta finales de agosto.
Sec. 7. Las enseñanzas sobre la oración y la adoración. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 144. En Gilboa y en la Decápolis.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
En septiembre y octubre, retiro en el campamento de Gilboa.
Sec. 1. El campamento de Gilboa. No está en el Nuevo Testamento.
Tres razones para el retiro:
1. Mejorar la comprensión del reino.
2. Permitir que remitiera la oposición.
3. Aguardar el destino de Juan el Bautista.
Sec. 2. El discurso sobre la oración. Lucas 11:1-13.
- Préstame tres panes.
- Padre e hijo.
- El juez injusto. Lucas 18:1-8.
Sec. 3. La oración del creyente. Mat. 6:9-13. Lucas 11:2-4.
Sec. 4. Más sobre la oración. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. Otras formas de oración. No está en el Nuevo Testamento.
Oraciones de otros mundos.
Sec. 6. La conferencia con los apóstoles de Juan. No está en el Nuevo Testamento.
- La conferencia duró tres semanas.
- Abner y sus apóstoles estuvieron presentes.
- Jesús los dejó durante dos semanas.
- Están de acuerdo sobre muchos problemas.
Sec. 7. En las ciudades de la Decápolis. No está en el Nuevo Testamento.
- Noviembre y diciembre en las ciudades griegas.
- Los apóstoles de Juan bautizaban; los apóstoles de Jesús enseñaban.
Sec. 8. En el campamento cerca de Pella.
El último mensaje de Juan. Mat. 11:2-30. Lucas 7:18-35. (También se hace referencia en el documento 135.)
Sec. 9. La muerte de Juan el Bautista. Mat. 14:1-12. Mar 6:14-29. Lucas 9:7-9.
- Juan murió el 10 de enero del 28 d.C.
- El 13 de enero, Jesús y los doce van a Capernaum.
DOCUMENTO 145. Cuatro días memorables en Capernaum.
Intro. Mat. 4:12-17. Mar 1:14,15. Lucas 4:14,15. Juan 4:43-45.
- Cuartel general: la casa de Zebedeo.
- Visita de su hermana Ruth.
Sec. 1. La redada de los peces. Lucas 5:1-11.
No fue un milagro.
Sec. 2. La tarde en la sinagoga.
- La religión como experiencia personal.
- Cura a un epiléptico. Mar 1:21-28. Lucas 4:31-37.
- Cura a la suegra de Pedro. Mat. 8:14,15. Mar 1:29-31. Lucas 4:38,39.
Sec. 3. La curación a la puesta del sol. Mat. 8:16,17. Mar 1:32-34. Lucas 4:40,41.
La historia de la curación a la puesta del sol.
Sec. 4. La noche siguiente. No está en el Nuevo Testamento.
La retirada de Jesús.
Sec. 5. Domingo por la madrugada. No está en el Nuevo Testamento.
Santiago y Judá echan de menos a Jesús.
VI. LAS TRES GIRAS DE PREDICACIÓN
DOCUMENTO 146. La primera gira de predicación en Galilea.
Intro. Mat. 4:23. Mar 1:35-39. Lucas 4:42-44.
- Comienza el 18 de enero del 28 d.C.
- Les dijo que se alejaran de Nazaret.
Sec. 1. La predicación en Rimón. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. En Jotapata. No está en el Nuevo Testamento.
Discurso sobre la oración.
Sec. 3. La parada en Ramá. No está en el Nuevo Testamento.
El secreto de la seguridad.
Sec. 4. El evangelio en Irón.
Curación del leproso. Mat. 8:1-4. Mar 1:40-45. Lucas 5:12-16.
Sec. 5. De vuelta en Caná.
El hijo del noble. Juan 4:46-54.
Sec. 6. Naín y el hijo de la viuda. Lucas 7:11-17.
Sec. 7. En Endor. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 147. El interludio en Jerusalén.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El siervo del centurión. Mat. 8:5-13. Lucas 7:1-10.
Sec. 2. El viaje a Jerusalén. No está en el Nuevo Testamento.
Pascua sin derramamiento de sangre en Betania.
Sec. 3. En el estanque de Betesda. Juan, capítulo 5.
Sec. 4. La regla del vivir. No está en el Nuevo Testamento.
Natanael y la regla de oro.
Sec. 5. La visita a Simón el fariseo. Lucas 7:36-50.
Charla sobre el estatus relativo respecto a Dios.
Sec. 6. El regreso a Capernaum.
Arrancar grano el sábado. Mat. 12:1-8. Mar 2:23-28. Lucas 6:1-5.
Sec. 7. De vuelta en Capernaum.
Reanuda la enseñanza a los apóstoles. Mat. 9:14-17. Mar 2:18-22. Lucas 5:33-38.
Sec. 8. La fiesta de la bondad espiritual. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 148. La capacitación de los evangelistas en Betsaida.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
- Del 3 de mayo al 3 de octubre del 28 d.C.
- Pedro estuvo al cargo.
- David organizó una gran ciudad de tiendas.
Sec. 1. Una nueva escuela de profetas. No está en el Nuevo Testamento.
Se capacitó a más de 100.
Sec. 2. El hospital de Betsaida. No está en el Nuevo Testamento.
Elman estaba al cargo.
Sec. 3. Los asuntos del Padre. No está en el Nuevo Testamento.
Jesús pasa muchas temporadas en solitario.
Sec. 4. El mal, el pecado y la iniquidad. No está en el Nuevo Testamento.
La naturaleza del hombre.
Sec. 5. El propósito de la aflicción. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. La interpretación errónea del sufrimiento. No está en el Nuevo Testamento.
- Discurso sobre Job.
- Elifaz habla con Job.
- Bildad exhorta a Job.
- Zofar da consejo.
- Comienza la segunda sesión.
Sec. 7. El hombre de la mano seca. Mat. 12:9-14. Mar 3:1-6. Lucas 6:6-11.
El primer milagro hecho para desafiar a sus enemigos.
Sec. 8. Última semana en Betsaida. No está en el Nuevo Testamento.
Quirmet—médium de Bagdad que entraba en trance.
Sec. 9. La curación del paralítico. Mat. 9:1-8. Mar 2:1-12. Lucas 5:17-26.
- Descendido desde el tejado.
- Llegan mensajeros para ordenar el regreso de los seis espías.
- Tres son bautizados.
DOCUMENTO 149. La segunda gira de predicación.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
- Comienza el 3 de octubre del 28 d.C. Termina el 30 de diciembre.
- Santiago asigna cometidos a los nuevos evangelistas.
- Santiago y Juan se quedan con Jesús.
- David Zebedeo—cuartel general en la casa de su padre.
Sec. 1. La propagación de la fama de Jesús. Mat. 4:23-25; 12:15-21. Mar 3:7-12. Lucas 6:17-19.
- Fenómenos de curación no intencionados.
- Explicación de muchos milagros.
Sec. 2. La actitud de la gente. No está en el Nuevo Testamento.
- Dos errores del cristianismo primitivo.
- La actitud hacia las mujeres.
- Su atractiva personalidad.
Sec. 3. La hostilidad de los líderes religiosos. No está en el Nuevo Testamento.
Las conversiones alarman a los líderes.
Sec. 4. El progreso de la gira de predicación. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. La lección sobre el contentamiento. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. El “temor al Señor”. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 7. El retorno a Betsaida. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 150. La tercera gira de predicación.
Intro. Mat. 9:35. Mar 6:6.
- 16 de enero del 29 d.C. Abner, de Hebrón, en reunión.
- Ungían a los enfermos.
- El 18 de enero, 75 evangelistas se les unen.
- Los evangelistas salen en grupos de cinco.
- Jesús y los doce permanecen juntos la mayor parte del tiempo.
Sec. 1. El cuerpo evangelista de mujeres. Lucas 8:1-3.
Se seleccionaron diez mujeres-se incorporaron dos más adelante.
Sec. 2. La parada en Magdala. No está en el Nuevo Testamento.
El cuerpo de mujeres en acción.
Sec. 3. El sábado en Tiberias. No está en el Nuevo Testamento.
Discurso sobre la superstición.
Sec. 4. El envío de los apóstoles en grupos de dos en dos. Mat. 9:36-11:1. Mar 6:7-13. Lucas 9:1-6; 12:2-9.
Los dos gorriones. Mat. 10:29-31. Lucas 12:6,7.
Sec. 5. ¿Qué debo hacer para ser salvada? No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. Las lecciones vespertinas. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 7. La estadía en Nazaret. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 8. El servicio del sábado. Mat. 13:54-58. Mar 6:1-6. Lucas 4:16-30.
Sec. 9. El rechazo en Nazaret. Vean referencias para sec. 8.
(La Biblia enumera dos rechazos en Nazaret. Se alude al primer rechazo en Lucas 4:16-30 y sigue muy fielmente la historia de Urantia. Se alude al segundo rechazo en Mat. 13:54-58 y Mar 6:1-6, y está muy resumido. La historia de Lucas es correcta, pero lo sitúa tan temprano en la carrera de Jesús como para que parezca que es otro episodio. Realmente pertenece a la tercera gira de predicación.)
VII. LA CRISIS DE CAPERNAUM Y FENICIA
DOCUMENTO 151. La estadía y la enseñanza junto al mar.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
La misión de las adversidades.
Sec. 1. La parábola del sembrador. Mat. 13:1-17. Mar 4:1-12. Lucas 8:4-10.
Sec. 2. La interpretación de la parábola. Mat. 13:18-23. Mar 4:13-20. Lucas 8:11-15.
Sec. 3. Más sobre las parábolas. Mar 4:21-25. Lucas 8:16-18.
Sec. 4. Más parábolas junto al mar. Mat. 13:24-53. Mar 4:26-32. Lucas 13:18-21.
- Buena semilla en el campo.
- Semilla de mostaza. Levadura.
- Tesoro escondido.
- Perlas. Red de arrastre.
Sec. 5. La visita a Queresa. Mat. 8:18,23-27. Mar 4:35-41. Lucas 8:22-25.
La tempestad.
Sec. 6. El lunático de Queresa. Mat. 8:28-34. Mar 5:1-20. Lucas 8:26-39.
- La piara de cerdos.
- Amós quería ir con Jesús.
Paper 152. Los acontecimientos que condujeron a la crisis de Capernaum.
Intro. Va a ver a la hija de Jairo. Mat. 9:1,18,19. Mar 5:21-24. Lucas 8:40-42.
La mujer que tenía hemorragias. Mat. 9:20-22. Mar 5:25-34. Lucas 8:43-48.
Sec. 1. En la casa de Jairo. Mat. 9:23-26. Mar 5:35-43. Lucas 8:49-56.
Dos hombres ciegos y un muchacho mudo. Mat. 9:27-34.
Sec. 2. La comida para cinco mil. Mat. 14:13-21. Mar 6:30-44. Lucas 9:10-17. Juan 6:1-13.
(La comida para cuatro mil no está en El libro de Urantia.)
Sec. 3. El episodio de la coronación. Juan 6:14,15.
Sec. 4. La visión nocturna de Simón Pedro. Mat. 14:22-33. Mar 6:45-52. Juan 6:16-21.
Sec. 5. De vuelta en Betsaida. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. En Genesaret. Mat. 14:34-36. Mar 6:53-55.
Sec. 7. En Jerusalén. No está en el Nuevo Testamento.
- Comenzó el 3 de abril.
- Dejó Jerusalén el 24 de abril.
DOCUMENTO 153. La crisis en Capernaum.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La preparación del escenario. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. El memorable sermón. Juan 6:22-51.
El pan de la vida.
Sec. 3. La reunión después del sermón.
Carne y sangre. Juan 6:52-71.
Comer con las manos sucias. Mat. 15:1-20. Mar 7:1-23.
Sec. 4. Las últimas palabras en la sinagoga.
La curación del joven perturbado. Mat. 12:22-45. Mar 3:20-30. Lucas 11:14-23.
Sec. 5. El sábado por la tarde. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 154. Los últimos días en Capernaum.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
- Los fariseos se reúnen con Herodes.
- Chuza envía informes directos a Herodes.
Sec. 1. Una semana de asesoría. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. Una semana de descanso. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. La segunda reunión en Tiberias. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. El sábado por la noche en Capernaum. No está en el Nuevo Testamento.
«¿Qué hemos de hacer con Jesús?»
Sec. 5. El memorable domingo por la mañana. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. Llega la familia de Jesús. Mat. 12:46-50. Mar 3:31-35. Lucas 8:19-21.
Sec. 7. La apresurada huida. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 155. La huida por la Galilea del norte.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. ¿Por qué se amotinan los paganos? No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. Los evangelistas en Corazín. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. En Cesarea de Filipo. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. En el camino a Fenicia. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. El discurso sobre la verdadera religión. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. El segundo discurso sobre la religión. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 156. La estadía en Tiro y Sidón.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La mujer siria. Mat. 15:21-28. Mar 7:24-30.
Sec. 2. La enseñanza en Sidón. No está en el Nuevo Testamento.
Progresión espiritual.
Sec. 3. El viaje costa arriba. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. En Tiro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. La enseñanza de Jesús en Tiro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. El regreso de Fenicia. No está en el Nuevo Testamento.
VIII. LOS ACONTECIMIENTOS DEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN
DOCUMENTO 157. En Cesarea de Filipo.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Visita frustrada a su familia.
Sec. 1. El recolector de impuestos del templo. Mat. 17:24-27.
La historia del pez y el siclo.
Sec. 2. En Betsaida-Julias.
Los fariseos buscan una señal. Mat. 15:39-16:12. Mar 8:10-21.
Sec. 3. La confesión de Pedro. Mat. 16:13-17. Mar 8:27-30. Lucas 9:18-21.
Sec. 4. La conversación sobre el reino. Mat. 16:18-20.
Sec. 5. El nuevo concepto. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. La tarde siguiente. Referencias dispersas en el Nuevo Testamento.
Entra en la cuarta etapa de la vida.
Sec. 7. Los diálogos de Andrés. No está en el Nuevo Testamento.
Habla de sus temores acerca de Judas.
DOCUMENTO 158. El monte de la transfiguración.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
12 de agosto del 29 d.C. Se lleva a Pedro, Santiago y Juan.
Sec. 1. La transfiguración. Mat. 17:1-8. Mar 9:2-8. Lucas 9:28-36.
Sec. 2. El descenso de la montaña. Mat. 17:9-13. Mar 9:9-13.
Sec. 3. El significado de la transfiguración. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. El muchacho epiléptico. Mat. 17:14-20. Mar 9:14-29. Lucas 9:37-43.
Sec. 5. Jesús cura al muchacho. See references for Sec. 4.
Sec. 6. En el jardín de Celsus. No está en el Nuevo Testamento.
¿Quién será el más grande?
Sec. 7. La protesta de Pedro. Mat. 16:21-28. Mar 8:31-9:1. Lucas 9:22-27.
Sec. 8. En la casa de Pedro. Mat. 18:1-10. Mar 9:33-37; 42-47. Lucas 9:46-48.
Hacer que tropiecen los pequeños. Lucas 17:1,2.
DOCUMENTO 159. La gira por la Decápolis.
Intro. Mar 7:31.
Sec. 1. El sermón del perdón.
- La oveja perdida. Mat. 18:12-14. Lucas 15:3-7.
- Cuando tu hermano peca contra ti. Mat. 18:15-20.
- El mayordomo desagradecido. Mat. 18:21-35.
Sec. 2. El extraño predicador. Mar 9:38-41. Lucas 9:49,50.
Sec. 3. La instrucción para maestros y creyentes. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. La conversación con Natanael. No está en el Nuevo Testamento.
Respecto a las Escrituras.
Sec. 5. La naturaleza positiva de la religión de Jesús. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. El retorno a Magadán. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 160. Rodán de Alejandría.
Intro. Este documento no está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La filosofía griega de Rodán.
Sec. 2. El arte de vivir.
Sec. 3. Los alicientes de la madurez.
Sec. 4. El equilibrio de la madurez.
Sec. 5. La religión del ideal.
DOCUMENTO 161. Las conversaciones ulteriores con Rodán.
Intro. Este documento no está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La personalidad de Dios.
Sec. 2. La naturaleza divina de Jesús.
Sec. 3. Las mentes humana y divina de Jesús.
DOCUMENTO 162. En la fiesta de los tabernáculos.
Intro. La llamada a que caiga fuego del cielo. Lucas 9:51-5
Sec. 1. Los peligros de la visita a Jerusalén. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. El primer discurso en el templo. Juan 7:1-36.
Sec. 3. La mujer adúltera. Juan 7:53-8:11.
Sec. 4. La fiesta de los tabernáculos. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. El sermón sobre la luz del mundo. Juan 8:12-30.
Sec. 6. El discurso sobre el agua de la vida. Juan 7:37-44.
Sec. 7. El discurso sobre la libertad espiritual. Juan 8:31-59.
Sec. 8. La visita con Marta y María. Lucas 10:38-42.
Sec. 9. En Belén con Abner. No está en el Nuevo Testamento.
(Posiblemente confundido con Juan 11:47-54.)
DOCUMENTO 163. La ordenación de los setenta en Magadán.
Intro. No está en el Nuevo Testamento. Abner y cincuenta discípulos llegan de Belén.
Sec. 1. Ordenación de los setenta. Lucas 10:1-12,16.
Sec. 2. El joven rico y otros. Mat. 19:16-22. Mar 10:17-22. Lucas 18:18-23.
Sec. 3. La discusión sobre la riqueza. Mat. 19:23-30; 20:1-16. Mar 10:23-31. Lucas 18:24-30.
Sec. 4. La despedida de los setenta. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. El traslado del campamento a Pella. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. El retorno de los setenta. Lucas 10:17-24; 10:13-15.
Sec. 7. La preparación para la última misión. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 164. En la fiesta de la consagración del templo.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La historia del buen samaritano. Lucas 10:25-37.
Sec. 2. En Jerusalén. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. La curación del pordiosero ciego. Juan Chapter 9.
Sec. 4. Josías ante el sanedrín. See reference for Sec. 3.
Sec. 5. La enseñanza en la logia de Salomón. Juan 10:22-42.
DOCUMENTO 165. Comienza la misión de Perea.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. En el campamento de Pella. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. El sermón del buen pastor. Juan 10:1-21.
Sec. 3. El sermón del sábado en Pella. Lucas 12:1-12.
Confianza en Dios.
Sec. 4. La división de la herencia. Lucas 12:13-15.
- El hombre rico necio. Lucas 12:16-21.
- Discusión sobre la riqueza.
Sec. 5. Las conversaciones con los apóstoles sobre la riqueza. Lucas 12:22-40.
Sec. 6. La respuesta a la pregunta de Pedro. Lucas 12:41-53.
DOCUMENTO 166. La última visita al norte de Perea.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. Los fariseos en Ragaba. Mat. 23:1-27. Lucas 11:37-54.
Sec. 2. Los diez leprosos. Lucas 17:11-19.
Sec. 3. El sermón en Gerasa. Lucas 13:22-30.
Sec. 4. La enseñanza sobre los accidentes. Lucas 13:1-9.
Sec. 5. La congregación en Filadelfia. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 167. La visita a Filadelfia.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El desayuno con los fariseos. Lucas 14:1-14.
Sec. 2. La parábola de la gran cena. Lucas 14:15-24.
Sec. 3. La mujer de debilidad de espíritu. Lucas 13:10-17.
Sec. 4. El mensaje de Betania. Juan 11:1-16.
Sec. 5. En el camino a Betania.
- El publicano y el fariseo. Lucas 18:9-14.
- En Jericó—matrimonio y divorcio. Mat. 19:3-12. Mar 10:2-12.
Sec. 6. La bendición de los niños. Mat. 19:13-15. Mar 10:13-16. Lucas 18:15-17.
Sec. 7. La conversación sobre los ángeles. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 168. La resurrección de Lázaro.
Intro. Llegada a Betania. Juan 11:17-33.
Sec. 1. Junto a la tumba de Lázaro. Juan 11:34-40.
Sec. 2. La resurrección de Lázaro. Juan 11:41-46.
Sec. 3. La reunión del Sanedrín. Juan 11:47-54.
Sec. 4. La respuesta a la oración. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. Qué pasó con Lázaro. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 169. La última enseñanza en Pella.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La parábola del hijo perdido.
- La oveja perdida. Lucas 15:1-7.
- Diez piezas de plata. Lucas 15:8-10.
- El hijo pródigo. Lucas 15:11-32.
Sec. 2. La parábola del mayordomo sagaz. Lucas 16:1-13.
Sec. 3. El rico y el pordiosero. Lucas 16:19-31.
Sec. 4. El Padre y su reino. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 170. El reino del cielo.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. Los conceptos del reino del cielo. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. El concepto de Jesús sobre el reino. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. En relación con la rectitud. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. Las enseñanzas de Jesús sobre el reino. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. Las ideas posteriores sobre el reino. No está en el Nuevo Testamento.
XI. LA ÚLTIMA VISITA A JERUSALÉN
DOCUMENTO 171. Camino a Jerusalén.
Intro. Comentarios sobre "el reino del cielo”.
La ambición de Santiago y Juan. Mat. 20:20-28. Mar 10:35-45.
Sec. 1. La partida de Pella. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. Sobre cómo calcular el gasto. Lucas 14:25-35.
Sec. 3. La gira en Perea. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. La enseñanza en Livias.
- Predice su muerte. Mat. 20:17-19. Mar 10:32-34. Lucas 18:31-34. (Comparen con una predicción anterior. Mat. 17:22,23. Mar 9:30-32. Lucas 9:43-45.)
- Aviso contra Herodes. Lucas 13:31-35.
Sec. 5. El ciego en Jericó. Mat. 20:29-34. Mar 10:46-52. Lucas 18:35-43.
Sec. 6. La visita a Zaqueo. Lucas 19:1-10.
Sec. 7. “Al pasar Jesús”. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 8. La parábola de las minas. Lucas 19:11-28.
DOCUMENTO 172. La entrada a Jerusalén.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El sábado en Betania. Mat. 26:6-13. Mar 14:3-9. Juan 11:55-12:11. María unge a Jesús.
Sec. 2. Domingo por la mañana con los apóstoles. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. La partida a Jerusalén. Mat. 21:1-11. Mar 11:1-10. Lucas 19:29-44. Juan 12:12-19.
Sec. 4. La visita al templo. Mar 12:41-44. Lucas 21:1-4.
Sec. 5. La actitud de los apóstoles. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 173. El lunes en Jerusalén.
Intro. No está en el Nuevo Testamento. Judas está confundido.
Sec. 1. La limpieza del templo. Mat. 21:12-17. Mar 11:15-19. Lucas 19:45-48. Juan 2:13-17. (La Biblia se refiere a dos limpiezas del templo. La historia de Juan está de acuerdo con El libro de Urantia,pero Juan la sitúa tan pronto en la carrera de Jesús que los expertos de la Biblia la consideran un episodio distinto al que relata Mateo, Marcos y Lucas, que lo sitían en el periodo de tiempo adecuado—la última semana de la vida de Jesús.)
Sec. 2. El desafío a la autoridad del Maestro. Mat. 21:23-27. Mar 11:27-33. Lucas 20:1-8. El bautismo de Juan.
Sec. 3. La parábola de los dos hijos. Mat. 21:28-32.
Sec. 4. La parábola del amo ausente. Mat. 21:33-46. Mar 12:1-12. Lucas 20:9-19.
Sec. 5. La parábola del festín de boda. Mat. 22:1-14. “Destruid este templo” (su cuerpo). Juan 2:18-22.
DOCUMENTO 174. Martes por la mañana en el templo.
Intro. Saludos individuales. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El perdón divino. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. Las preguntas de los dirigentes judíos. Mat. 22:15-22. Mar 12:13-17. Lucas 20:20-26. Tributo al césar.
Sec. 3. Los saduceos y la resurrección. Mat. 22:23-33. Mar 12:18-27. Lucas 20:27-40.
Sec. 4. El gran mandamiento. Mat. 22:34-46. Mar 12:28-37. Lucas 20:41-44.
Sec. 5. Los griegos indagadores. Juan 12:20-36.
DOCUMENTO 175. El último discurso en el templo.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El discurso. Mat. Capítulo 23. Mar 12:38-40. Lucas 20:45-47.
Sec. 2. La posición del judío. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. La fatídica reunión del Sanedrín. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. La situación en Jerusalén. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 176. El anochecer del martes en el monte de los Olivos.
Intro. Destrucción del templo. Mat. 24:1,2. Mar 13:1,2. Lucas 21:5,6.
Sec. 1. La destrucción de Jerusalén. Mat. 24:3-28. Mar 13:3-23. Lucas 21:7-24.
Sec. 2. El segundo advenimiento del Maestro. Mat. 24:29-44. Mar 13:24-37. Lucas 21:25-36.
Sec. 3. La conversación posterior en el campamento. La parábola de los talentos. Mat. 25:14-30.
Sec. 4. El retorno de Micael. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 177. El miércoles, día de descanso.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. Un día a solas con Dios. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. La vida hogareña de los primeros años. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. El día en el campamento. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. Judas y los altos sacerdotes. Mat. 26:1-5, 14-16. Mar 14:1,2,10,11. Lucas 22:1-6.
Sec. 5. La última hora social. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 178. El último día en el campamento.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La disertación sobre la filiación y la ciudadanía. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. Después del almuerzo. Mat. 26:17-19. Mar 14:12-16. Lucas 22:7-13.
Sec. 3. Camino a la cena. No está en el Nuevo Testamento.
XII. LA ÚLTIMA CENA
DOCUMENTO 179. La última cena.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El anhelo de la preferencia. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. El comienzo de la cena. Mat. 26:20. Mar 14:17. Lucas 22:14-18.
Sec. 3. El lavado de los pies de los apóstoles. Juan 13:1-20. Lucas 22:24-30.
Sec. 4. Las últimas palabras al traidor. Mat. 26:21-25. Mar 14:18-21. Lucas 22:21-23. Juan 13:21-30.
Sec. 5. El establecimiento de la cena de conmemoración. Mat. 26:26-30. Mar 14:22-26. Lucas 22:19,20.
DOCUMENTO 180. El discurso de despedida.
Intro. Lucas 22:35,36. Juan 13:31-33.
Sec. 1. El nuevo mandamiento. Juan 13:34,35.
Las secciones restantes de este discurso se encuentran en Juan 14:1-16:28.
Sec. 2. La vid y las ramas.
Sec. 3. La enemistad del mundo.
Sec. 4. El ayudante prometido.
Sec. 5. El Espíritu de la Verdad.
Sec. 6. La necesidad de partir.
DOCUMENTO 181. Las advertencias y admoniciones finales.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. Las últimas palabras de consuelo. Juan 16:29-33.
Sec. 2. Las admoniciones personales de despedida. No están en el Nuevo Testamento, excepto la predicción de la negación de Pedro tal como sigue: Mat. 26:31-35. Mar 14:27-31. Lucas 22:31-34. Juan 13:36-38.
XIII. LA TRAICIÓN Y LOS JUICIOS
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La última oración en grupo. Juan, capítulo 17.
Sec. 2. La última hora antes de la traición. No está en el Nuevo Testamento.
- Mensaje a Abner.
- David y Juan Marcos hacen guardia.
Sec. 3. A solas en Getsemaní. Mat. 26:36-46. Mar 14:32-42. Lucas 22:39-46. Juan 18:1.
DOCUMENTO 183. La traición y el arresto de Jesús.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La voluntad del Padre. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. Judas en la ciudad. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. El arresto del Maestro. Mat. 26:47-56. Mar 14:43-52. Lucas 22:47-53. Juan 18:1-12.
Sec. 4. La discusión junto al lagar. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. Con rumbo al palacio del sumo sacerdote. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 184. Ante el tribunal del Sanedrín.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El interrogatorio de Anás. Juan 18:12-14; 19-24.
Sec. 2. Pedro en el patio. Mat. 26:58, 69-75. Mar 14:53,54; 66-72. Lucas 22:54-62. Juan 18:15-18;25-27.
Sec. 3. Ante el tribunal de los sanedristas. Mat. 26:59-66. Mar 14:55-64. Lucas 22:54.
Sec. 4. La hora de la humillación. Mat. 26:67,68. Mar 14:65. Lucas 22:63-65.
Sec. 5. La segunda reunión del tribunal. Mar 15:1. Lucas 22:66-71.
DOCUMENTO 185. El juicio ante Pilato.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. Poncio Pilato. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. Jesús comparece ante Pilato. Mat. 27:1,2;11-14. Mar 15:1-5. Lucas 23:1-3. Juan 18:28-32.
Sec. 3. El interrogatorio privado de Pilato. Lucas 23:4-7. Juan 18:33-38.
Sec. 4. Jesús ante Herodes. Lucas 23:8-12.
Sec. 5. Jesús vuelve ante Pilato. Mat. 27:15-23. Mar 15:6-15. Lucas 23:13-23. Juan 18:39,40.
Sec. 6. El último llamado de Pilato. Mat. 27:27-31. Mar 15:16-19. Juan 19:1-8.
Sec. 7. La última entrevista con Pilato. Juan 19:9-15.
Sec. 8. La trágica derrota de Pilato. Mat. 27:24-26. Lucas 23:24,25. Juan 19:16.
DOCUMENTO 186. Poco antes de la crucifixión.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El fin de Judas Iscariote. Mat. 27:3-10.
Sec. 2. La actitud del Maestro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. El confiable David Zebedeo. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. La preparación para la crucifixión. Mat. 27:31. Mar 15:20.
Sec. 5. La muerte de Jesús en relación con la Pascua. No está en el Nuevo Testamento.
XIV. LA CRUCIFIXIÓN Y LA RESURRECCIÓN
DOCUMENTO 187. La crucifixión.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. En camino al Gólgota. Mat. 27:32. Mar 15:21. Lucas 23:26-32. Juan 19:17.
Sec. 2. La crucifixión. Mat. 27:33-38. Mar 15:22-27. Lucas 23:33,34. Juan 19:18-24.
Sec. 3. Los que vieron la crucifixión. Mat. 27:39-44,55,56. Mar 15:29-32,40,41. Lucas 23:35-38. Juan 19:25.
Sec. 4. El ladrón en la cruz. Lucas 23:39-43. Juan queda al cargo de la madre de Jesús. Juan 19:26,27.
Sec. 5. La última hora en la cruz. Mat. 27:45-54. Mar 15:33-39. Lucas 23:44-49. Juan 19:28-37.
Sec. 6. Después de la crucifixión. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 188. El periodo en la tumba.
Intro. Mat. 27:57,58. Mar 15:42-45. Lucas 23:50-52. Juan 19:38.
Sec. 1. El entierro de Jesús. Mat. 27:59-61. Mar 15:46,47. Lucas 23:53-56. Juan 19:39-42.
Sec. 2. La vigilancia de la tumba. Mat. 27:62-66.
Sec. 3. Durante el sábado. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. El significado de la muerte en la cruz. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. Las lecciones de la cruz. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 189. La resurrección.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. El tránsito morontial. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. El cuerpo material de Jesús. Mat. 28:2-4; 11-15.
Sec. 3. La resurrección dispensacional. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. El descubrimiento de la tumba vacía. Mat. 28:1-10. Mar 16:1-11. Lucas 24:1-11. Juan 20:1,2,11-18.
Sec. 5. Pedro y Juan junto a la tumba. Lucas 24:12. Juan 20:3-10.
XV. LAS APARICIONES POSTERIORES A LA RESURRECCIÓN
DOCUMENTO 190. Las apariciones morontiales de Jesús.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. Los heraldos de la resurrección. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. La aparición de Jesús en Betania. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. En la casa de José. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. La aparición a los griegos. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. La caminata con los dos hermanos. Mar 16:12,13. Lucas 24:13-35.
DOCUMENTO 191. Las apariciones a los apóstoles y a otros líderes.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La aparición a Pedro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. La primera aparición ante los apóstoles. Mar 16:14. Lucas 24:36-40. Juan 20:19-23.
Sec. 3. Con los seres morontiales. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. La décima aparición (en Filadelfia). No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. La segunda aparición ante los apóstoles. Juan 20:24-29.
Sec. 6. La aparición en Alejandría. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 192. Las apariciones en Galilea.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La aparición junto al lago. Juan 21:1-14.
Sec. 2. Las conversaciones con los apóstoles de dos en dos. Juan 21:15-24.
Sec. 3. En el monte de la ordenación. Mat. 28:16-20.
Sec. 4. La reunión junto al lago. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 193. Las apariciones finales y la ascensión.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La aparición en Sicar. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. La aparición en Fenicia. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. La última aparición en Jerusalén. Lucas 24:44-49.
Sec. 4. Las causas de la caída de Judas. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. La ascensión del Maestro. Mar 16:19,20. Lucas 24:50-53.
Sec. 6. Pedro convoca una reunión. Hechos 1:12-26.
DOCUMENTO 194. El advenimiento del Espíritu de la Verdad.
Intro. Hechos 2:1-4.
Sec. 1. El sermón de Pentecostés. Hechos 2:5-42.
Sec. 2. El significado de Pentecostés. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. Lo que ocurrió en Pentecostés. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. Los comienzos de la Iglesia cristiana. No está en el Nuevo Testamento.
La muerte de Esteban. Hechos 7:54-60.
DOCUMENTO 195. Después de Pentecostés.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. La influencia de los griegos. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. La influencia romana. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. Bajo el imperio romano. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 4. La edad de las tinieblas en Europa. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 5. El problema moderno. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 6. El materialismo. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 7. La vulnerabilidad del materialismo. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 8. El totalitarismo secular. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 9. El problema del cristianismo. No está en el Nuevo Testamento.
Sec.10. El futuro. No está en el Nuevo Testamento.
DOCUMENTO 196. La fe de Jesús.
Intro. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 1. Jesús—El hombre. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 2. La religión de Jesús. No está en el Nuevo Testamento.
Sec. 3. La supremacía de la religión. No está en el Nuevo Testamento.+
RELATOS DEL NUEVO TESTAMENTO QUE NO ESTÁN EN EL LIBRO DE URANTIA
I. LOS APÓCRIFOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
A. EL CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO
B. LOS APÓCRIFOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO (Ocultos o espurios)
1. I ESDRAS
Declive y caída de Judá desde los tiempos de Josías. Derribo de Jerusalén y exilo babilónico. Regreso bajo Esdras—reorganización del Estado judío. Los reyes persas reconstruyen el templo. La guerra de Esdras a los matrimonios mixtos.
2. II ESDRAS
La ira del Señor contra Israel—el final de la edad. Las siete visiones de Esdras de juicio y castigo, que incluyen la visión de las mujeres. Profecías de guerra y calamidades. Gobierno del Mesías durante 400 años.
3. TOBIT
El ciego Tobit, cautivo en Nínive, envía a su hijo Tobías a recaudar una deuda en Media. Tobías se casa con una virgen siete veces viuda y con unas agallas de pez despacha al demonio que había matado a sus maridos. Recauda la deuda, regresa y su padre recupera la vista. Tobías parte de Nínive antes de que sea destruida.
4. JUDIT
Holofernes, un general asirio que actúa para Nabucodonosor, asedia Betulia. Judit, una piadosa viuda judía, entra en su campamento y, mientras él está en sopor etílico, lo decapita y se lleva la cabeza al campamento judío. El ejército asirio se dispersa.
5. AÑADIDOS A ESTER
Tienen que ver con la presencia de Esther en la corte de Artajerjes y el sueño de Mardoqueo. Discusión del sueño de Mordecai. El edicto del rey a favor de los judíos.
6. LA SABIDURÍA DE SALOMÓN
Contrasta lo recto y lo impío. Las recompensas del placer y la salvación. Los logros de la sabiduría—el don de Dios. Héroes sabios desde Adán a Moisés—comparados con los malvados. Los israelitas comparados con los egipcios.
7. LIBRO DEL ECLESIÁSTICO
(Sabiduría de Jesús, hijo de SIRAC)
Uno de los mejores textos apócrifos del Antiguo Testamento—es comparable al Proverbios y el Eclesiastés. Resignación y humildad. Cómo obtener sabiduría. Amabilidad y autocontrol. El sabio y el necio. Pecados de los ricos. La educación de los niños. Sueños y viajes. Educación más elevada. A pesar de la miseria, la pobreza es lo mejor. Los padres se preocupan por las hijas. Padres de antaño, de Adán a Nehemías. Denuncia de los gentiles. Dar gracias al Señor. Buenas y malas esposas. Maneras en la mesa. Luto. Doxología.
8. BARUC—asistente de Jeremías
Arrepentimiento de los judíos tras la destrucción de Jerusalén. Elogio de la sabiduría. Promesa de regreso del exilio babilónico.
9. LA EPÍSTOLA DE JEREMÍAS
Denuncia sarcástica de la insensatez de la idolatría.
10. CANCIÓN DE LOS TRES JÓVENES
(La oración de Azarías)
Incluida en el tercer capítulo de Daniel. Canción de los tres jóvenes en el horno de fuego.
11. SUSANA
Susana, esposa de un rico exilidado judío, rechaza las insinuaciones de dos ancianos judíos. Ellos la acusan de adulterio y es condenada a muerte. Daniel acusa a los ancianos de falso testimonio—ella fue absuelta y ellos fueron ejecutados.
12. BEL Y EL DRAGÓN
Daniel atrapa a los sacerdotes de Bel con cenizas en el suelo del templo—que muestran que ellos, y no Bel, se comían la comida. Daniel envenena al Dragón y lo arroja a la cueva del león. Habacuc fue llevado desde Judea por los ángeles para traerle su cena. Finalmente Daniel fue liberado.
13. LA ORACIÓN DE MANASÉS
Un salmo de penitencia compuesto para ir junto a 2 Crónicas 33:11-13.
14. EL PRIMER Y SEGUNDO LIBRO DE LOS MACABEOS
El primer y segundo Macabeo presentan una historia fiable. Los Macabeos son en realidad la familia asmonea. Ganaron la independencia de los judíos de 166 a 63 a.C.
- Judas Macabeo fue uno de los cinco hijos del sacerdote Matatías.
- Se rebeló contra Antíoco Epífanes (IV), rey de Siria.
- Antíoco profanó el templo de Jerusalén. (Vean Dan. 11:31)
- Después de matar a un aspirante sirio a sacerdote, Matatías y sus cinco hijos huyeron a las colinas.
- Judas, con una guerra de guerrillas, derrotó a los sirios, entró en Jerusalén y reestableció los servicios del templo. (La fiesta de la consagración—vean Juan 10:22)
- Judas siguió luchando por la independencia política y murió en batalla. Le sucedió su hermano menor, pero fue asesinado más tarde por un general sirio.
- Entonces Simón, el último hijo, tomó el mando. Hizo un tratado de paz con Siria.
- En el 134 a.C., Simón y dos hijos fueron asesinados por su yerno.
- El tercer hijo, Juan Hircano, tomó el mando. Llevó a los judíos a la cima de su poder.
- Juan fue sucedido por su hijo Aristóbulo, que asesinó a su madre y a un hermano, y encarceló a otros tres hermanos.
- Alejandra—la viuda—se casó con uno de los hermanos. Las guerras continuaron, y comenzó la lucha entre fariseos y saduceos.
- Después, Alejandra toma el trono y fue sucedida por su hijo, Aristóbulo II.
- Problemas internos hicieron que Roma entrara en escena. En el 63 a.C. la dinastía terminó, y Roma tomó el poder.
- Herodes el Grande se casa con Mariamna, nieta de Hircano II. Era una bella mujer. Herodes la asesinó a ella y a los hijos de ella.
- El primer Macabeo cubre 40 años, desde el comienzo de Antíoco hasta la muerte de Simón.
El segundo Macabeo cubre el resto de la dinastía. Herodes gobernó bajo Roma.
(El tercer y cuarto Macabeo no es fiable.)
C. APOCALIPSIS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Si bien los libros del apocalipsis se pueden encontrar entre las escrituras de una sinagoga y se leen a menudo en los servicios, nunca formaron parte del Antiguo Testamento. Se consideraron tan inferiores como los textos apócrifos.
Estos libros son:
- Los Oráculos sibilinos
- La Asunción de Moisés
- Libro LV de Esdras
- Baruc el sirio
- Baruc el griego
- Salmos de Salomón
- Testamentos de los doce patriarcas
- El libro de los Jubileos
- Ascensión de Isaías
- Historias de Adán y Eva
- Apocalipsis de Abraham
- Apocalipsis de Elías
- Apocalipsis de Zefanías
- La Oración de José
- Los libros de Enoc
- Vidas de los profetas
- Testamento de Job
- Martirio de Isaías
- Tercer y cuarto Macabeo
- Tercer y cuarto Esdras
- Historia de los tres jóvenes
II. LOS APÓCRIFOS DEL NUEVO TESTAMENTO
El canon del Nuevo Testamento fue adoptado en tres sesiones. Hipona 393 d.C., Cartago 397 y 419.
A. FRAGMENTOS DE LOS PRIMEROS EVANGELIOS
Hay más de cien fragmentos de estos—los más extensos son:
- Evangelio de los ebionitas
- Evangelio de the egipcios
- Evangelio de Matías
- Evangelio de Pedro
- Evangelio de Tomás
- Predicación de Pedro
- El evangelio de Fayum
- Dichos of Jesús
- Dos fragmentos de evangelio
- Fragmentos coptos
- Agrapha—Fragmentos del evangelio que se encuentran en otras obras
1. PROTEVANGELIO (Libro de Santiago)
Trata de Ana—madre de María. La oración acaba con su infertilidad. Su marido era Joaquín. María es llevada al templo cuando tenía tres años y es alimentada por un ángel. Los viudos trajeron varas y José trajo una paloma—así que se convirtió en el esposo de María.
Un ángel se aparece a María para hablarle de el hijo que tendría. Ella va a ver a Elisabet. María tiene 16 años. José está preocupado por el embarazo de María. Tanto José como María pasaron por "la prueba del agua"—con basura del suelo. Ninguno enfermó. Fueron a Belén. Se alojaron en una cueva. Él encuentra una comadrona—y nace Jesús. Llegan los sabios y Herodes toma interés. Herodes busca matar a Juan y a Jesús. Las colinas esconden a Juan y a su madre. Zacarías es asesinado. Herodes muere. Usado por los gnósticos.
2. EVANGELIO DE TOMÁS
A los cinco años, Jesús limpia estanques de agua. En sábado, hace 12 gorriones de barro.
Jesús da unas palmadas y los gorriones se alejan volando. El hijo de Anás agita el estanque y Jesús hace que se marchite. Un niño choca con Jesús —lo enoja—y cae muerto. Los padres se quejan y se quedan ciegos.
El primer día de escuela, Jesús conoce sus letras de alfa a omega. El maestro le pide a José que se lleve a Jesús—diciendo: “busqué a un discípulo y encontré a un maestro.”
Jesús maldice a sus compañeros y luego los cura. Al jugar con niños en el tejado, uno cae y muere. Jesús lo revive. Un hombre joven pierde el pie con un hacha—Jesús le devuelve el pie. Siembra grano y cosecha cien medidas de una sola vez.
El padre corta una viga demasiado corta. Jesús la alarga. Otro lo lleva a la escuela—predica un sermón. Santiago está recogiendo ramitas—una víbora le muerde. Jesús exhala sobre la herida—Santiago se cura—la víbora estalla. Resucita a trabajadores muertos. Historia de enseñanza en el templo con doce años.
Huida con Jesús a Egipto. Comió grano de un campo, que dio cosechas milagrosas para siempre. Vivió un año con una viuda. Arrojó peces muertos al agua—volvieron a la vida. Regresaron a Palestina—Jesús tenía siete años.
Pone muchas prendas en tinte negro. Las saca y cada una tiene un color distinto. Transforma a niños en cerdos. Niños entran en un horno y salen cabras—Jesús los transforma de nuevo en niños.
Jesús patina en un rayo de sol. Sostiene un cántaro en un rayo de sol. Hace que un león traiga a un muchacho de vuelta. Cura a un hombre que se tragó a una víbora. Parece ser de origen agnóstico.
3. EVANGELIO DEL PSEUDO-MATEO
Repetición de la historia del nacimiento de María, la estancia en el templo, el matrimonio, el viaje a Beén, el nacimiento de Jesús. Los dragones veneran a Jesús. Las bestias salvajes lo veneran. Los árboles se inclinan ante María—llega la primavera. Van a Egipto. Los ídolos caen. Saliendo de Jericó juega con cachorros de león. Resucita a un muerto en Capernaum.
4. EVANGELIIO DEL NACIMIENTO DE MARÍA
Pocas novedades. María nace en Nazaret. Vive en el templo. Las viudas la llamaron cuando tenía 14 años. José la lleva a casa. Nace Jesús.
5. EVANGELIO ÁRABE DE LA INFANCIA
Cubre la época del nacimiento al regreso a Nazaret. Un milagro sigue a otro en rápida sucesión. Pañales a prueba de incendios. Mujer demoníaca curada en Egipto. Novia muda curada. Chica leprosa curada por el agua de baño de Jesús. Un hombre se transforma en mula y vuelve a ser hombre. Conoce a uno de los ladrones que fueron crucificados con él. Docenas de milagros asombrosos en Belén. Más milagros en Nazaret. Animales de barro caminan y vuelan. Hace que una serpiente extraiga el veneno de su propia mordedura—el niño que se salvó así era Simón Zelotes.
6. EVANGELIO ARMENIO DE LA INFANCIA
Repite la historia del nacimiento hasta la estancia en Egipto. Jesús es acusado de la muerte de un niño—lo resucita de entre los muertos—pero muere de nuevo. Juega a hacer trucos a otros niños. Cura la lepra.
7. LA MUERTE DE JOSÉ
Libro egipcio. Vivió 111 años. Viudo—tuvo cuatro hijos y dos hijas. Historia habitual del nacimiento virginal de Jesús y de la estancia en Egipto. Regreso a Nazaret. José no pudo morir hasta que Jesús salió de la habitación. Gabriel puso el alma en un pañuelo de seda y un ángel se la llevó.
8. VIDA CÓPTICA DE LA VIRGEN
Poco diferente a otras narraciones.
1. EVANGELIO DE PEDRO
Encontrado en una tumba egipcia en 1884 con parte del Libro de Enoc. Su fecha probable es el 150 d.C.
Es docético—duda de la realidad del sufrimiento de Jesús. Antijudío. Lava la imagen de Pilato.
Una historia bastante ortodoxa de acuerdo a los evangelios con añadidos relacionados con la resurrección. Narra la historia de Jesús que va al Hades a liberar a los Padres rectos.
2. HECHOS DE PILATO (Evangelio de Nicodemo)
Veintinueve secciones. En general, está de acuerdo con la historia de los cuatro evangelios.
Características especiales: los estándares romanos se inclinaban ante el paso de Jesús. Lo mismo cuando los judíos fuertes lo agarraban. Hacían esto cada vez que Jesús pasaba.
Los judíos acusaron a Jesús de ser ilegítimo. Muchos testificaron a favor de Jesús-un hombre sufría desde hacía 38 años y fue curado. Un ciego fue curado.
Encerraron a José de Arimatea. Jesús lo sacó. Los sacerdotes de Galilea vieron la ascensión de Jesús. Otro le oyó hablar de beber veneno y manejar serpientes. (Mar 16)
Nicodemo y José convierten a Anás y Caifás.
La gallina asada de la esposa de Judas intenta evitar que Judas se suicide al tener el gallo.
María Magdalena va a Roma.
Jesús desciende al infierno. Planta su cruz. Libera a Adán y Eva y a todos los ancianos respetables. Encierra a Satanás. Los lleva a todos al Paraíso.
Pilato va ante Anás y confiesa que crucificó al Hijo de Dios. Pilato escribe una confesión al emperador Claudio.
Appendice. Unos hombres sabios vieron una cruz y dijeron: “Este es el Hijo de Dios.” Jesús revive un gallo muerto para que siguiera a Judas y lo avisara. El gallo avisó, y Jesús lo envió a volar durante mil años.
El césar, al oír sobre la crucifixión de Jesús, ordena que Pilato sea llevado ante él como prisionero. Ordena que le corten la cabeza. Un ángel muestra la cabeza a su esposa, Procla. Ella cae muerta. El emperador cayó enfermo y mandó a por Jesús—al conocer que Pilato lo había crucificado, ordena la muerte de Pilato. Tiberio tenía fiebre, úlceras y nueve tipos de lepra. Supo de Jesús por Verónica.
Varios de los pacientes curados por Jesús aparecen en su nombre. La narración continúa con la crucifixión y la resurrección.
Satanás y el Príncipe del infierno tienen una pelea por Cristo. Satanás es expulsado. Se lleva a muchos del infierno, incluyendo a Adán, que conoce a Enoc y a Elías.
Pilato reúne a los judíos y les hace leer las Escrituras relacionadas con Cristo. Confiesan que cometieron un error al crucificar a Jesús. Todos se arrepienten.
3. EVANGELIO DE BARTOLOMÉ
Jesús cuenta a Bartolomé que 30.000 almas dejan este mundo cada día. Le habla de descender al Hades. Más adelante, Jesús le dice que solo 50 de estas almas son rectas, pero algunas de las demás podrían salvarse más adelante. En otra ocasión, Jesús le dijo que 12.880 personas mueren cada día. Suplica a Jesús que le muestre al Diablo. Jesús finalmente se lo muestra—un dragón-como un monstruo. El Diablo le dice cómo engañar a los hombres. (Gula, adulterio, blasfemia, idolatría, suicidio, etc.)
Bartolomé mira al pozo sin fondo. Conoce diferentes tipos de castigo para los pecados. Satanás dijo que tenía 600 demonios ayudantes. Discusión sobre el pecado contra el Espíritu Sagrado.
Satanás dijo que Dios le había expulsado del Paraíso porque no quería adorar a Adán—hecho a imagen de Dios. Unos asistentes subieron desde el infierno y hablaron con Jesús—él los venció, se levantó, bajó al infierno y lo hizo pedazos en general. Ató a Satanás.
Adán y Eva parados en las puertas del Paraíso para dar la bienvenida a los santos que llegan.
Tomás va a casa porque su hijo murió. Lo resucita de entre los muertos en nombre de Jesús.
4. LIBRO DE JUAN EL EVANGELISTA
Jesús no adoptó la naturaleza humana, sino más bien la naturaleza angélica. Las leyes mosaicas son obra del Diablo.
Engañados una tercera parte de los ángeles al hacerles escribir cincuenta talentos debidos a Dios en lugar de cien.
Los ángeles caídos entran en las mujeres y corrompen a la humanidad.
Historia de la segunda venida de Cristo, poco después de la enseñanza de Pablo.
El pozo del Hades es tan profundo que una piedra arrojada a él tardaría tres años en llegar al fondo.
5. ASUNCIÓN DE LA VIRGEN
Evodio, compañero de Andrés y Pedro y discípulo número setenta y dos, dice que vio todo esto: Jesús regresó con un carro de querubines y el alma de Maria saltó a su seno. Entonces María muere y su cuerpo es escondido. No se corrompe. Jesús regresa y lleva el cuerpo al Paraíso. David viene con Jesús. Mary vivió en Jerusalén con un grupo de vírgenes. Pasaron 206 días desde su muerte a la asunción. La voz de la Trinidad dio la bienvenida a María al Paraíso. Jesús trajo de vuelta el alma de María para abrazar al cuerpo resucitado.
Cortada la mano del sumo sacerdote. Confiesa ser culpable de la crucifixión, abraza el cuerpo de María y la mano crece de nuevo en el brazo.
María fue diariamente a orar al sepulcro de Jesús, pero nadie podía oírla. Gabriel la visitaría. Muchos apóstoles resucitaron para saludar a María en la asunción—Pedro era el portavoz de ellos. Tomás vino de la India. Todo enfermo que tocaba el muro del sepulcro de María se curaba. María y los apóstoles son transportados por el aire a Jerusalén-desde Belén para escapar de los sacerdotes que querían quemar el cuerpo de María cuando muriera. Mientras los apóstoles llevaban a María a su lecho, un judío se sentó en él. Sus brazos fueron cortados por una espada angélica y flotaban en el aire encima del lecho.
Cuando María estuvo en peligro en Belén, Juan estaba predicando en Éfeso y fue transportado por el aire para ayudar a María. El cuerpo muerto de María brilló con una luminosidad cegadora. Una nube brillante planeó sobre la procesión funeraria. Los ángeles cantaban en la nube.
El hombre que habló con Pedro la noche de la negación toca el féretro y sus manos se secan. Confirma su creencia y, tras besar el féretro, es curado. Toma una palma de Juan, va a Jerusalén y cura a todos los ciegos.
Después de la asunción de María, los apóstoles son transportados por el aire a sus casas.
Tomás llega tarde—pasó a María en el aire—ella le arrojó su cinturón—él lo mostró a los apóstoles.
E. HECHOS
1. LOS HECHOS DE JUAN
Mucha predicación y muchas oraciones.
El gobernante hace que Juan beba veneno pero no le hace daño. El veneno mata a un criminal. Juan resucitó al criminal de entre los muertos. No obstante, fue desterrado a Patmos.
En Éfeso, el altar de Artemisa se parte en dos y el sacerdote cae muerto. Resucita a un joven de entre los muertos.
El difamador potencial de una mujer casada busca profanar el cuerpo muerto de ella. Cae muerto. El siervo que le permitió entrar en la tumba también muere. Juan resucita a la mujer de entre los muertos. Ella perdona a tiempo y resucita a los dos hombres, que se convierten.
En una posada desierta, Juan es atacado por chinches. Les ordena que desistan y lo hacen. Se reúnen en la puerta hasta el amanecer. Cuando Juan se marcha, se precipitan al lecho y desaparecen entre las junturas.
Todos los que tocan sus ropas son curados.
En medio de un apasionado sermón fúnebre, el muerto se levanta.
Dos hombres ricos lo dan todo por dos joyas y las rompen en público. Juan las recompone en beneficio de los pobres. Juan convierte guijarros en un montón enorme de joyas. Resucita a otro joven de entre los muertos.
Los sacerdotes de ídolos retan a Juan a beber el veneno que ha matado a dos criminales condenados. Juan lo bebe y no sufre daños. Aún así, el sacerdote duda y exige que Juan devuelva la vida a los dos criminales muertos. Juan lo hace—el sacerdote cree.
El abrigo de Juan resucita a un muerto. Juan finalmente va al cielo con su cuerpo-la asunción de Juan.
2. HECHOS DE PABLO
Tertuliano dice que el autor de este libro fue condenado por impostor y destituido. Era un presbítero de Asia. (Sobre el 160 d.C.) Pablo resucita a un joven (Barnabás) de entre los muertos. Paul crea una conmoción al predicar contra el matrimonio.
Tecla, una doncella, oye a Pablo. Renuncia a su compromiso matrimonial. Pablo es arrestado y desterrado. Tecla va a ser quemada. La lluvia y el granizo apagan el fuego y ella se salva. Más tarde, ella fue arrojada a las bestias, pero estas rechazaron hacerle daño. Ella se arrojó a un estanque y murió.
Paul golpea el abdomen de un hombre con hidropesía—se abre y el agua sale a borbotones. El hombre muere, y Pablo lo resucita de entre los muertos. La mitad del templo de Apolo cae a petición de Pablo. Cura a una mujer poseída por un demonio. Resucita a una joven de entre los muertos, que había sido arrojada a un acantilado.
Cuando las bestias se amansan ante Pablo, un león lame sus pies. Los ángeles liberan a Pablo de ataduras de hierro—va a la playa a bautizar a creyentes
El copero de Nerón que escucha a Pablo se cae por la ventana y muere. Pablo lo rescata. Pablo aparece ante Nerón después de ser decapitado.
3. HECHOS DE PEDRO
Cura toda clase de enfermedades. Su hija es curada y después vuelve a su antigua aflicción.
Por las oraciones de Pedro, su hija queda paralítica y la hija del jardinero muere. Más adelante, Pedro la resucita. Una adúltera, que viene a recibir la comunión, es reprendida y se queda muda. Pedro expulsa a un demonio de un joven. La estatua del césar estalla en pedazos. Pedro ordena que se rocíe con agua bendita y se reconstruye totalmente. Pedro hace hablar a un perro. El perro muere a los pies de Pedro. Hace que revivan peces muertos en el agua de su baño. Un niño de siete meses reprende a un pecador—y lo vuelve mudo.
Pedro cura a una viuda ciega. Simón, el mago, mata a un muchacho—Pedro lo resucita de entre los muertos. Resucita a varios de entre los muertos. Cura a muchos en sábado. Simón intenta volar, cae y se rompe la pierna por tres sitios—más tarde llega a su fin.
Pedro se mete en problemas serios porque aconseja a las esposas que se abstengan de mantener relaciones sexuales con sus maridos.
Agripa ordena que Pedro sea crucificado. Pedro pidió ser crucificado boca abajo.
4. HECHOS DE ANDRÉS
Andrés cura a un ciego. Resucita a un muchacho egipcio de entre los muertos. Una madre buscaba tener relaciones sexuales con su hijo. El joven buscó la ayuda de Andrés. La madre acusó falsamente a su hijo. El muchacho es encarcelando junto con Andrés. Un terremoto los libera y hiere a muchos—Andrés los cura a todos. Muchos son bautizados. Expulsa a un demonio. Resucita a un hombre al que mataron siete perros. Calma una tormenta rugiente.
Hace la “señal de la cruz” y derrota a una tropa de hombres armados. Apaga un incendio con agua bendita. Ciega a sus enemigos y les devuelve la vista. Un muchacho "poseído" se ahorca y Andrés lo rescata. Un hombre afligido durante 22 años con "llagas" se cura. Resucita a un soldado muerto.
Andrés es arrojado a las bestias, que rechazan tocarlo—se volvieron y devoraron a sus guardianes. Una serpiente mata a un muchacho—Andrés lo rescata y la serpiente muere.
Un procónsul es curado y bautizado. Resucita a 38 marineros muertos en un naufragio. Hace que un hijo ilegítimo nazca muerto. Cura a todos los enfermos de varias ciudades. Curó a un enfermo que tenía "úlceras y gusanos”. Curó a un epiléptico—que “echaba espuma por la boca”.
Fue crucificado, pero predicó durante tres días mientras estaba en la cruz.
5. HECHOS DE TOMÁS
El agente de un rey viene desde la India para contratar a un carpintero que construya un palacio para el monarca. Implica a Tomás. Un copero que golpea a Tomás es asesinado por un león. Un perro trae su mano. Tomás rescata al hombre.
El rey da a Tomás mucho dinero para que construya el palacio. Tomás da el dinero a los pobres. Cuando el rey llega, descubre que no hay palacio. Se pone furioso y ordena arrestar a Tomás.
Muere el hermano del rey, va al Paraíso y regresa para hablarle al rey del maravilloso palacio que Tomás había construido para el rey.
El hermano del rey vuelve a este mundo—Tomás es liberado de la prisión. Este es un relato largo y prolijo de los Hechos de Tomás.
Hay una larga historia de un dragón que estaba celoso de una doncella y al que Tomás hizo hincharse y estallar.
Un potro—descendiente de los antiguos Balaam—alaba a Tomás. Varios son resucitados de entre los muertos y se expulsan demonios de muchas personas. Muchos enfermos son curados al ser lavados en una corriente que Tomás había bendecido.
Cura y embellece a una hija patito feo.
Un rebaño de burros salvajes predica el evangelio, y uno de ellos expulsa demonios.
Tomás finalmente es encarcelado porque la mujer de un gobernante había evitado tener relaciones sexuales con él. El gobernante culpaba a las enseñanzas de Tomás. Relacionado con esto, y mientras estaba en prisión, Tomás pronuncia el famoso “Salmo del alma”—uno de los más valiosos de todo el documento desde un punto de vista literario. Después, Tomás es liberado y se marcha. Después de mucha predicación y muchos conversos, es encarcelado de nuevo y ejecutado.
Más tarde, cuando un hijo del rey está afligido, envía a por uno de los huesos de Tomás. No consiguen encontrar el cuerpo, pero traen algo de polvo de la tumba, y su hijo es curado.
6. HECHOS DE ANDRÉS Y MATÍAS (MATEO)
Matías fue a predicar a una tierra de caníbales que sacaban los ojos de sus víctimas y les daban veneno. El veneno no afectaba a Matías y recuperó sus ojos. Andrés fue enviado a liberarlo. Vinieron en barca. Dos ángeles remaban. Jesús dirigía la barca. Andrés descansó.
Rodearon a Andrés con una cuerda y lo arrastraron por las calles. Luego lo arrojaron a una celda. Hizo la señal de la cruz y se curó. Agua amarga fluye de una estatua.
7. HECHOS DE PEDRO Y ANDRÉS
Andrés es llevado de la ciudad de los caníbales a una montaña para reunirse con Pedro. Siembran unas semillas e inmediatamente brotan como grano maduro. Jesús aparece como un muchacho de 12 años y hace que un camello pase por el ojo de una aguja. Mil almas fueron bautizadas. Andrés se va a pescar. Atrapa 12.000 peces, que lo siguen incluso por la tierra seca.
1. CARTAS DE CRISTO Y ABGARO
Abgaro, un oficial romano de bajo rango, escribe una carta a Jesús felicitándole por curar a muchos enfermos, y le pide que venga y cure su aflicción. Jesús responde que enviará a uno de sus discípulos.
2. CARTA DE LÉNTULO
Contiene una descripción detallada del aspecto de Jesús.
3. EPÍSTOLA A LOS LAODICENSES
Se afirmó que había sido escrita por Pablo. Es una creación muy mediocre comparada con otros escritos de Pablo.
4. CORRESPONDENCIA DE PABLO Y SÉNECA
Séneca, en la corte del césar, intercambia unas 14 cartas con Pablo. No hay nada digno de destacar en estas comunicaciones.
5. EPÍSTOLA A LOS APÓSTOLES
Es la obra principal de las Epístolas. Es una revisión extensa pero común y corriente de muchos acontecimientos de la vida de Jesús. Hay una respuesta a la pregunta de cuándo volverá después de regresar a su Padre. La respuesta parece decir que regresaría después de 150 años.
G. APOCALIPSIS
1. APOCALIPSIS DE PEDRO
Comienza con una discusión sobre hijos ilegítimos—cómo se ponen en manos de "ángeles cuidadores”.
Pedro pide a Jesús que le muestre a alguien que ha partido de este mundo. Se le mostró un hombre cuyo rostro brillaba como el sol. Su cuerpo era más blanco que la nieve y parecía un arco iris.
Entonces a Pedro se le muestra el Infierno. Hombres colgados de su lengua. Mujeres que cuelgan de su cabello. Otros cuelgan por los pies—todos torturados por el fuego. Prestamistas usureros iba a un lago de fuego líquido. Había un agujero de fuego especial para los homosexuales.
En la resurrección, se pedía que bestias y aves salvajes restauraran todo lo que habían comido —que las mismas partículas idénticas se convirtieran en parte de los cuerpos resucitados de los santos. Los huesos, la carne y la piel deben ser los mismos que había antes de la muerte.
Cuando Jesús regrese en una nube de ángeles, el mar se convierte en fuego. A algunos malvados los devoran los gusanos. Se da un castigo especial a las mujeres.
2. EL APOCALIPSIS DE PABLO
Pretende ser lo que vio Pablo cuando fue transportado al tercer cielo—vean Cor. 12:2. Es evidente que Dante obtuvo de este documento gran parte del material para su Inferno.
Esta historia va lejos y abarca mucho.
Se encontró este libro al excavar los cimientos de un casa de Tarso. Fue llevado al emperador de Roma, que abrió la caja.
Hay un relato interesante del trabajo de los ángeles registradores. Parece haber dos tipos de ángeles—buenos y malos. Esta revelación enseña la resurrección de la muerte del cuerpo—contrario a la enseñanza de las cartas del Nuevo Testamento.
Ve en el Paraíso los nombres de los santos en letras doradas escritas en los muros de la ciudad. Vio ríos de leche y miel y el árbol de la vida con 12 frutos. Describe árboles con 10.000 ramas y 10.000 uvas en un racimo. Pablo aprende que la raíz de todo mal es el orgullo.
Es llevado a una ciudad especial—la ciudad de Cristo, donde ve ríos de leche, miel, aceite, vino, etc. Había un río de fuego y otro que no era ni frío ni caliente para los mortales tibios e indiferentes. Había un pozo profundo para algunos criminales—se necesitaban quinientos años para llegar hasta el fondo.
Los duros de corazón se ponían desnudos en una región de hielo y nieve, con gusanos que carcomían su carne. Paul visita a Moisés, Abraham, Isaac y and Jacob—también a Job, Enoc y Juan el Bautista.
3. EL APOCALIPSIS DE TOMÁS
Trata en gran parte sobre los últimos juicios en la tierra—lluvia de sangre, etc. Describe el fin del mundo, pero contiene poca cosa que no se encuentre en otros escritos atribuidos a Tomás.
4. APOCALIPSIS DE ESTEBAN
La historia de Saulo que ve como apedrean a Esteban hasta la muerte. Gamaliel reprende a Saulo.
1. EL CREDO DE LOS APÓSTOLES
“Pedro—1. Creo en Dios Padre Todopoderoso;
“Juan—2. Creador del cielo y de la tierra;
“Santiago—3. Y en Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor;
“Andrés—4. Que fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de la Virgen María;
“Felipe—5. Que sufrió por obra de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y enterrado;
“Tomás—6. Descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos;
“Bartolomé—7. Y subió hasta el cielo, se sentó a la derecha de Dios Padre Todopoderoso;
“Mateo—8. Desde donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos;
“Santiago, el hijo de Alfeo—9. Creo en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia Católica;
“Simón Zelotes—10. En la comunión de los santos y el perdón de los pecados;
“Judá, el hermano de Santiago—11. La resurrección del cuerpo;
“Matías—12. La vida eterna. Amén.”
2. EPÍSTOLA DE BERNABÉ
Este es uno de los mejores textos apócrifos—casi digno de tener un lugar en el canon del Nuevo Testamento. Uno de los pocos libros apócrifos que no tiene milagros.
Denuncia los sacrificios y la quema de ofrendas. Cita una buena parte del Antiguo Testamento, Daniel, Isaías y otros. Se refiere a muchas profecías relacionadas con Cristo. Trata sobre los aspectos espirituales de la circuncisión, etc. Trata sobre el significado espiritual de las bestias puras e impuras, y afirma que el bautismo y la cruz fueron predichos en profecías. Afirma que las promesas de Dios se refieren a los gentiles y a los judíos.
Trata sobre los aspectos espirituales de la observancia del sábado, y describe el significado real del templo y sus servicios.
Enseña la "manera de vivir"—las cosas que un cristiano debe ser y hacer para ser feliz.
En el capítulo 14, versículo 11, parece ofrecer objeciones al control de natalidad, así como al aborto y el infanticidio. Y a continuación describe el "camino de la oscuridad"—la senda a la destrucción.
3. LAS EPÍSTOLAS DE IGNACIO
a. A los efesios
Exhorta a ser leal al obispo. Advierte contra los instructores heréticos y falsos. Amonesta a recordar la oración y la caridad. Ama el evangelio. La virginidad de María y la Encarnación. Exhorta a la unidad.
b. A los magnesios
Exhortaciones y lugares comunes. Quiere que vivan pacíficamente y en unidad. Avisos contra las falsas opiniones. Elogia la fe y la piedad. Exhorta a la perseverancia.
c. A los tralianos
Los elogia por someterse a sus líderes espirituales. Advierte contra la herejía. Exhorta a la humildad y la unidad. La verdadera doctrina de Cristo.
d. A los romanos
Acerca del sufrimiento de Cristo. El honor del martirio. Exhortaciones generales.
e. A los filadelfios
Elogia a su obispo. Advierte contra las divisiones. Estad unidos-evitad juzgar. Se alegra de que hayan parado las persecuciones en Antioquía.
f. A los esmirniotas
Advierte contra menospreciar el sufrimiento de Cristo y las nuevas doctrinas de los herejes. Les da las gracias por su amabilidad.
g. A Policarpo
Les dice cómo mejorar su fe. Cómo ayudar a los demás. Les insta a escribir a las Iglesias.
4. POLICARPO A LOS FILIPENSES
Los elogia por su fe. Exhorta a la fe, esperanza y caridad. Les insta a hacer tareas sociales y otras tareas cristianas. Exercitad la fe. Creced en gracia. Exhorta contra la codicia.
5. EL PASTOR DE HERMAS
(Se encuentra en tres libros)
a. Primer libro de Hermas
Aviso contra el orgullo y los pensamientos obscenos. Sobre descuidar el castigo a los niños y corregir a la esposa parlanchina. La gloria de la Iglesia Triunfante. Cómo deshacerse de los depravados. Visión de juicios y tribulaciones.
b. Segundo libro de Hermas
Creer en un solo Dios. Contra la mentira, ser sencillo. Alejar a la esposa por adulterio. Tratar con un corazón triste—paciencia. Todo hombre tiene dos ángeles. Temed a Dios—no al Diablo. Huid del mal y haced el bien. Pedid ayuda diaria a Dios—evitad la duda.
No aflijáis al espíritu de Dios que vive en nosotros. Incluso los profetas deben ser puestos a prueba por su espíritu. Las órdenes de Dios no son imposibles.
c. Tercer libro de Hermas
Busca la ciudad perdurable que vendrá. Los ricos son ayudados por las oraciones de los pobres. Es difícil distinguir lo recto de lo malvado en este mundo. Los frutos de los verdaderos creyentes. Las recompensas de un vivir limpio. Dos tipos de hombres voluptuosos—y su muerte. Los frutos del arrepentimiento. Muchos tipos de elegidos y sus recompensas. Los misterios de la Iglesia triunfante.
6. DOCUMENTOS DE MENOR IMPORTANCIA
- El evangelio según los hebreos.
- El evangelio de los egipcios.
- El evangelio árabe de la infancia de Jesús.
- Evangelio de Felipe.
- Historia de José el carpintero.
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[6] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#4_REMARKS_TO_HIS_PARENTS
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[8] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#6_JESUS_OPTIMISTIC_ATTITUDE
[9] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#7_HIS_POSITIVE_METHOD_OF_TEACHING
[10] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#8_JESUS_REACTION_TO_REBECCAs_LOVE
[11] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#9_THE_NEW_LIBERTY_OF_LIGHT_AND_LIFE
[12] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#10_HIS_ATTITUDE_TOWARD_MARRIAGE
[13] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#11_HE_ALWAYS_WAITED_FOR_HIS_HOUR_TO_COME
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[27] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#25_COMFORTS_THE_FALSELY_ACCUSED
[28] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#26_REMARKS_ABOUT_THE_THOUGHTLESS_PAGAN
[29] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#27_DISCUSSION_OF_BUDDHA
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[31] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#29_DEALING_WITH_THE_IRATE_HUSBAND
[32] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#30_THE_HINDU_CASTE_SYSTEM
[33] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#31_DEALING_WITH_THE_COURTESAN
[34] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#32_PERSONAL_WORK_IN_CORINTH
[35] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#33_DISCUSSION_OF_THE_SOUL
[36] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#34_REMARKS_AT_HIS_BAPTISM
[37] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#35_MESSAGE_TO_JOHN_THE_BAPTIST
[38] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#36_WORDS_TO_JAMES_AND_JOHN_ABOUT_APOSTLESHIP
[39] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#37_CHOOSING_PHILIP_AND_NATHANIEL
[40] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#38_REMARKS_AT_THE_CANA_WEDDING
[41] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#39_REMARKS_AT_TURNING_WATER_INTO_WINE
[42] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#40_MORNING_AFTER_THE_WATER_AND_THE_WINE
[43] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#41_REMARKS_AT_MATTHEWs_DINNER
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[45] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#43_ABOUT_DEALING_WITH_CIVIL_RULERS
[46] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#44_ESTABLISHING_THE_MID-WEEK_REST_DAY
[47] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#45_THE_RELIGION_OF_JESUS
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[53] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#51_SONSHIP_AND_THE_KINGDOM_OF_HEAVEN
[54] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#52_GRIEF_OVER_LACK_OF_HIS_FAMILYs_INTEREST
[55] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#53_GODs_LAW_AND_THE_FATHERs_WILL
[56] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#54_GOD_IS_OUR_FATHER
[57] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#55_REMARKS_CONCERNING_EVIL_SPIRITS
[58] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#56_SPIRITUAL_UNITY
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[60] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#58_THREE_DAYS_WITH_PETER_JAMES_AND_JOHN
[61] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#59_GODs_WRATH
[62] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#60_FLAVIUS_AND_GREEK_CULTURE
[63] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#61_VISIT_WITH_NICODEMUS
[64] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#62_DIVERSION_AND_RELAXATION
[65] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#63_DELEGATION_FROM_JOHN_THE_BAPTIST
[66] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#64_THE_DRAUGHT_OF_FISHES
[67] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#65_RELIGION_AS_PERSONAL_EXPERIENCE
[68] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#66_REMARKS_ABOUT_THE_SUNDOWN_HEALING
[69] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#67_DISCUSSION_OF_DIVINE_ASSURANCE
[70] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#68_REMARKS_ABOUT_SPIRITUALISM
[71] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#69_THE_RULE_OF_LIVING
[72] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#70_THE_WOMAN_ANOINTING_JESUS_FEET
[73] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#71_THE_SPIES_AND_PLUCKING_THE_GRAIN
[74] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#72_FASTING_AND_CEREMONIALS
[75] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#73_THE_FEAST_OF_SPIRITUAL_GOODNESS
[76] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#74_MENTAL_AND_EMOTIONAL_REACTIONS
[77] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#75_LESSON_REGARDING_CONTENTMENT
[78] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#76_THE_WOMENs_EVANGELISTIC_CORPS
[79] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#77_MAGIC_AND_SUPERSTITION
[80] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#78_SENDING_THE_APOSTLES_OUT_TWO_AND_TWO
[81] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#79_MIDNIGHT_REMARKS
[82] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#80_THE_AFTER_MEETING
[83] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#81_THE_FAMILY_COMES_TO_SEE_HIM
[84] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#82_WHY_DO_THE_HEATHEN_RAGE
[85] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#83_SPIRITUAL_PROGRESSION
[86] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#84_THE_TEMPLE-TAX_COLLECTOR
[87] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#85_MOUNT_OF_TRANSFIGURATION
[88] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#86_COMING_DOWN_THE_MOUNTAIN
[89] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#87_REMARKS_AT_PETERs_HOUSE
[90] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#88_THE_STRANGE_PREACHER
[91] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#89_THE_POSITIVE_NATURE_OF_JESUS_RELIGION
[92] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#90_ABOUT_CALLING_FIRE_DOWN
[93] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#91_EBER_REFUSES_TO_ARREST_JESUS
[94] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#92_THE_WOMAN_TAKEN_IN_ADULTERY
[95] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#93_THE_VISIT_WITH_MARTHA_AND_MARY
[96] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#94_ORDINATION_OF_THE_SEVENTY
[97] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#95_THOMAS_AND_THE_SANHEDRIN
[98] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#96_ANSWER_TO_PETERs_QUESTION
[99] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#97_THE_PHARISEES_AT_RAGABA
[100] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#98_THE_MESSAGE_FROM_BETHANY
[101] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#99_TERMS_OF_SALVATION%E2%80%93MARRIAGE_AND_DIVORCE
[102] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#100_BLESSING_THE_LITTLE_CHILDREN
[103] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#101_MOTHER_SEEKING_HONOR_FOR_JAMES_AND_JOHN
[104] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#102_ON_COUNTING_THE_COST
[105] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#103_REMARKS_CONCERNING_HIS_DEATH
[106] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#104_THE_VISIT_TO_ZACCHEUS
[107] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#105_SABBATH_AT_BETHANY
[108] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#106_APPROACHING_JERUSALEM
[109] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#107_VISITING_ABOUT_THE_TEMPLE
[110] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#108_CHALLENGING_JESUS_AUTHORITY
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[112] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#110_EARLY_HOME_LIFE
[113] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#111_THE_LAST_SOCIAL_HOUR
[114] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#112_ALONE_IN_GETHSEMANE
[115] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#113_JESUS_ARREST
[116] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#114_EXAMINATION_BY_ANNAS_AND_THE_COURT
[117] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#115_THE_PRIVATE_EXAMINATION_BY_PILATE
[118] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#116_THE_CRUCIFIXION
[119] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#117_THE_THIEF_ON_THE_CROSS
[120] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#118_THE_RESURRECTION
[121] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#119_MORONTIA_APPEARANCES_OF_JESUS
[122] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#120_AT_THE_HOME_OF_JOSEPH
[123] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#121_THE_WALK_WITH_TWO_BROTHERS
[124] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#122_APPEARANCES_TO_THE_APOSTLES_AND_LEADERS
[125] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#123_APPEARANCES_IN_GALILEE
[126] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#124_VISITING_WITH_THE_APOSTLES_TWO_AND_TWO
[127] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#125_THE_LAKESIDE_GATHERING
[128] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#126_FINAL_APPEARANCES
[129] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#127_THE_APPEARANCE_AT_SYCHAR
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[132] https://www.urantia.org/es/parte-i-palabras-de-jesus#130_THE_MASTERs_ASCENSION
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[143] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#10_MAN_WITH_A_WITHERED_HAND
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[146] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#13_SUPPOSED_MIRACLE_OF_STILLING_THE_TEMPEST
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[149] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#16_FEEDING_THE_FIVE_THOUSAND
[150] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#17_CASTING_OUT_THE_UNCLEAN_SPIRIT
[151] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#18_THE_SYRIAN_WOMANs_DAUGHTER
[152] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#19_THE_EPILEPTIC_BOY
[153] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#20_HEALING_THE_BLIND_BEGGAR
[154] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#21_THE_TEN_LEPERS
[155] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#22_HEALING_THE_DROPSICAL_MAN
[156] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#23_THE_WOMAN_WITH_THE_SPIRIT_OF_INFIRMITY
[157] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#24_THE_RESURRECTION_OF_LAZARUS
[158] https://www.urantia.org/es/parte-ii-los-milagros#25_THE_BLIND_MAN_AT_JERICHO
[159] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#PART_III
[160] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#1_PARABLE_OF_THE_SOWER
[161] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#2_MORE_ABOUT_PARABLES
[162] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#3_MORE_PARABLES_BY_THE_SEA
[163] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#4_THE_PARABLE_OF_THE_BRIDGE
[164] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#5_THE_LILY_AND_FOUNDATIONS
[165] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#6_PARABLE_OF_THE_GREAT_SUPPER
[166] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#7_PARABLE_OF_THE_LOST_SON
[167] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#8_PARABLE_OF_THE_SHREWD_STEWARD
[168] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#9_THE_RICH_MAN_AND_THE_BEGGAR
[169] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#10_PARABLE_OF_THE_POUNDS
[170] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#11_PARABLE_OF_THE_TWO_SONS
[171] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#12_PARABLE_OF_THE_ABSENT_LANDLORD
[172] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#13_PARABLE_OF_THE_MARRIAGE_FEAST
[173] https://www.urantia.org/es/parte-iii-las-parabolas#14_PARABLE_OF_THE_TALENTS
[174] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#PART_IV
[175] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#1_THE_FIRST_SERMON_IN_THE_SYNAGOGUE
[176] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#2_DISCOURSE_ON_REALITY
[177] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#3_THE_YOUNG_MAN_WHO_WAS_AFRAID
[178] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#4_DISCOURSE_ON_TIME_AND_SPACE
[179] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#5_GOOD_AND_EVIL
[180] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#6_TRUTH_AND_FAITH
[181] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#7_COUNSELING_THE_RICH_MAN
[182] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#8_THE_DISCOURSE_ON_SCIENCE
[183] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#9_THE_DISCOURSE_ON_MIND
[184] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#10_SOVEREIGNTY_DIVINE_AND_HUMAN
[185] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#11_POLITICAL_SOVEREIGNTY
[186] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#12_LAW_LIBERTY_AND_SOVEREIGNTY
[187] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#13_THE_CAPERNAUM_SERMON
[188] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#14_SERMON_ON_THE_KINGDOM
[189] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#15_THE_ORDINATION_SERMON
[190] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#THE_SERMON_ON_THE_MOUNT
[191] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#16_THE_EVENING_OF_THE_ORDINATION
[192] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#17_TEACHING_OUT_ON_THE_LAKE
[193] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#18_THE_CONCEPT_OF_GOD
[194] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#19_DISCOURSE_ON_ASSURANCE
[195] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#20_LESSON_ON_THE_FAMILY
[196] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#21_IN_DEFENSE_OF_THE_GOSPEL
[197] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#22_LESSON_ON_SELF-MASTERY
[198] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#23_THE_WOMAN_OF_SYCHAR
[199] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#24_THE_DISCOURSE_ON_PRAYER
[200] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#25_PRAYER_THANKSGIVING_AND_WORSHIP
[201] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#26_EVIL_SIN_AND_INIQUITY
[202] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#27_THE_DISCOURSE_ON_JOB
[203] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#28_THE_FEAR_OF_THE_LORD
[204] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#29_WHAT_MUST_I_DO_TO_BE_SAVED
[205] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#30_THE_NAZARETH_SERMON
[206] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#31_THE_EPOCHAL_SERMON
[207] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#32_THE_DISCOURSE_ON_TRUE_RELIGION
[208] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#33_THE_SECOND_DISCOURSE_ON_RELIGION
[209] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#34_DISCUSSION_OF_TEMPTATION
[210] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#35_PETERs_CONFESSION
[211] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#36_TALKS_WITH_THE_APOSTLES
[212] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#37_SERMON_ON_FORGIVENESS
[213] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#38_INSTRUCTION_FOR_TEACHERS_AND_BELIEVERS
[214] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#39_SCRIPTURAL_AUTHORITY
[215] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#40_THE_FIRST_TEMPLE_TALK
[216] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#41_SERMON_ON_THE_LIGHT_OF_THE_WORLD
[217] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#42_DISCOURSE_ON_THE_WATER_OF_LIFE
[218] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#43_DISCOURSE_ON_SPIRITUAL_FREEDOM
[219] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#44_THE_RICH_YOUNG_MAN_AND_OTHERS
[220] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#45_FAREWELL_TO_THE_SEVENTY
[221] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#46_STORY_OF_THE_GOOD_SAMARITAN
[222] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#47_TEACHING_IN_SOLOMONs_PORCH
[223] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#48_SERMON_ON_THE_GOOD_SHEPHERD
[224] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#49_TRUST_AND_SPIRITUAL_PREPAREDNESS
[225] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#50_DIVIDING_THE_INHERITANCE
[226] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#51_TALKS_TO_THE_APOSTLES_ON_WEALTH
[227] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#52_THE_STRAIGHT_AND_NARROW_WAY
[228] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#53_TEACHING_ABOUT_ACCIDENTS
[229] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#54_THE_TALK_ABOUT_ANGELS
[230] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#55_THE_ANSWER_TO_PRAYER
[231] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#56_JESUS_CONCEPT_OF_THE_KINGDOM
[232] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#57_TUESDAY_MORNING_IN_THE_TEMPLE
[233] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#58_THE_GREAT_COMMANDMENT
[234] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#59_THE_INQUIRING_GREEKS
[235] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#60_THE_LAST_TEMPLE_DISCOURSE
[236] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#61_THE_DESTRUCTION_OF_JERUSALEM
[237] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#62_DISCOURSE_ON_SONSHIP_AND_CITIZENSHIP
[238] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#63_THE_LAST_SUPPER
[239] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#64_THE_NEW_COMMANDMENT
[240] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#65_THE_PROMISED_HELPER
[241] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#66_FAREWELL_PERSONAL_ADMONITIONS
[242] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#67_THE_LAST_GROUP_PRAYER
[243] https://www.urantia.org/es/parte-iv-los-sermones-de-jesus#68_LAST_HOUR_BEFORE_THE_BETRAYAL
[244] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#THE_LIFE_OF_JESUS_AS_COMPARED_WITH_THE_FOUR_GOSPELS
[245] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#INTRODUCTION
[246] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_120_The_Bestowal_of_Michael_on_Urantia
[247] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_121_The_Times_of_Michaels_Bestowal
[248] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#INFANCY_AND_CHILDHOOD_OF_JESUS
[249] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_122_Birth_and_Infancy_of_Jesus
[250] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_123_The_Early_Childhood_of_Jesus
[251] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_124_The_Later_Childhood_of_Jesus
[252] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_125_Jesus_at_Jerusalem
[253] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#ADOLESCENCE_AND_EARLY_MANHOOD_OF_JESUS
[254] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_126_The_Two_Crucial_Years
[255] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_127_The_Adolescent_Years
[256] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_128_Jesus_Early_Manhood
[257] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_129_The_Later_Adult_Life_of_Jesus
[258] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#TRIP_TO_ROME_AND_THE_TRANSITION_YEARS
[259] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_130_On_the_Way_to_Rome
[260] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_131_The_Worlds_Religions
[261] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_132_The_Sojourn_at_Rome
[262] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_133_The_Return_from_Rome
[263] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_134_The_Transition_Years
[264] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_135_John_the_Baptist
[265] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#BAPTISM_AND_THE_TWELVE_APOSTLES
[266] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_136_Baptism_and_the_Forty_Days
[267] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_137_Tarrying_Time_in_Galilee
[268] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_138_Training_the_Kingdoms_Messengers
[269] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_139_The_Twelve_Apostles
[270] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_140_The_Ordination_of_the_Twelve
[271] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#BEGINNING_THE_PUBLIC_WORK
[272] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_141_Beginning_the_Public_Work
[273] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_142_The_Passover_at_Jerusalem
[274] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_143_Going_through_Samaria
[275] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_144_At_Gilboa_and_in_the_Decapolis
[276] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_145_Four_Eventful_Days_at_Capernaum
[277] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#THE_THREE_PREACHING_TOURS
[278] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_146_First_Preaching_Tour_of_Galilee
[279] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_147_The_Interlude_Visit_to_Jerusalem
[280] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_148_Training_Evangelists_at_Bethsaida
[281] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_149_The_Second_Preaching_Tour
[282] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_150_The_Third_Preaching_Tour
[283] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#CAPERNAUM_CRISIS_AND_PHOENICIA
[284] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_151_Tarrying_and_Teaching_by_the_Seaside
[285] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#Paper_152_Events_Leading_Up_to_the_Capernaum_Crisis
[286] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_153_The_Crisis_at_Capernaum
[287] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_154_Last_Days_at_Capernaum
[288] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_155_Fleeing_through_Northern_Galilee
[289] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_156_The_Sojourn_at_Tyre_and_Sidon
[290] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#MOUNT_OF_TRANSFIGURATION_EVENTS
[291] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_157_At_Caesarea-Philippi
[292] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_158_The_Mount_of_Transfiguration
[293] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_159_The_Decapolis_Tour
[294] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#RODAN_AND_THE_SEVENTY
[295] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_160_Rodan_of_Alexandria
[296] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_161_Further_Discussions_with_Rodan
[297] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_162_At_the_Feast_of_Tabernacles
[298] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_163_Ordination_of_the_Seventy_at_Magadan
[299] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_164_At_the_Feast_of_Dedication
[300] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#THE_PEREAN_MISSION
[301] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_165_The_Perean_Mission_Begins
[302] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_166_Last_Visit_to_Northern_Perea
[303] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_167_The_Visit_to_Philadelphia
[304] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_168_The_Resurrection_of_Lazarus
[305] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_169_Last_Teaching_at_Pella
[306] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_170_The_Kingdom_of_Heaven
[307] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#LAST_VISIT_TO_JERUSALEM
[308] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_171_On_the_Way_to_Jerusalem
[309] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_172_Going_into_Jerusalem
[310] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_173_Monday_in_Jerusalem
[311] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_174_Tuesday_Morning_in_the_Temple
[312] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_175_The_Last_Temple_Discourse
[313] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_176_Tuesday_Evening_on_Mount_Olivet
[314] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_177_Wednesday_the_Rest_Day
[315] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_178_Last_Day_at_the_Camp
[316] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#THE_LAST_SUPPER
[317] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_179_The_Last_Supper
[318] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_180_The_Farewell_Discourse
[319] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_181_Final_Admonitions_and_Warnings
[320] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#THE_BETRAYAL_AND_TRIALS
[321] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_182_In_Gethsemane
[322] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_183_The_Betrayal_and_Arrest_of_Jesus
[323] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_184_Before_the_Sanhedrin_Court
[324] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_185_The_Trial_before_Pilate
[325] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_186_Just_before_the_Crucifixion
[326] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#CRUCIFIXION_AND_RESURRECTION
[327] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_187_The_Crucifixion
[328] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_188_The_Time_of_the_Tomb
[329] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_189_The_Resurrection
[330] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#POST-RESURRECTION_APPEARANCES
[331] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_190_Morontia_Appearances_of_Jesus
[332] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_191_Appearances_to_the_Apostles_and_Other_Leaders
[333] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_192_Appearances_in_Galilee
[334] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_193_Final_Appearances_and_Ascension
[335] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#AFTER_THE_ASCENSION
[336] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_194_Bestowal_of_the_Spirit_of_Truth
[337] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_195_After_Pentecost
[338] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#PAPER_196_The_Faith_of_Jesus
[339] https://www.urantia.org/es/la-vida-de-jesus-comparada-con-los-cuatro-evangelios#THE_APOCRYPHA
[340] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-125-jesus-en-jerusalen#U125_0_6
[341] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-125-jesus-en-jerusalen#U125_2_1
[342] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-125-jesus-en-jerusalen#U125_5_2
[343] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-125-jesus-en-jerusalen#U125_6_7
[344] https://biblehub.com/luke/2-49.htm
[345] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-125-jesus-en-jerusalen#U125_6_11
[346] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-127-los-anos-de-la-adolescencia#U127_2_3
[347] https://www.urantia.org/urantia-book-standardized/paper-127-adolescent-years#U127_2_8
[348] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-127-los-anos-de-la-adolescencia#U127_3_14
[349] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-127-los-anos-de-la-adolescencia#U127_4_2
[350] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-127-los-anos-de-la-adolescencia#U127_5_3
[351] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-127-los-anos-de-la-adolescencia#U127_6_6
[352] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-127-los-anos-de-la-adolescencia#U127_6_8
[353] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-128-los-primeros-anos-de-la-vida-adulta-de-jesus#U128_1_15
[354] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-128-los-primeros-anos-de-la-vida-adulta-de-jesus#U128_5_4
[355] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-128-los-primeros-anos-de-la-vida-adulta-de-jesus#U128_7_4
[356] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-128-los-primeros-anos-de-la-vida-adulta-de-jesus#U128_7_5
[357] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-128-los-primeros-anos-de-la-vida-adulta-de-jesus#U128_7_13
[358] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-130-en-el-camino-roma#U130_3_2
[359] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-130-en-el-camino-roma#U130_2_6
[360] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-130-en-el-camino-roma#U130_2_4
[361] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-130-en-el-camino-roma#U130_8_4
[362] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-130-en-el-camino-roma#U130_8_2
[363] https://biblehub.com/jeremiah/29-13.htm
[364] https://biblehub.com/jeremiah/24-7.htm
[365] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-130-en-el-camino-roma#U130_8_3
[366] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-132-la-estadia-en-roma#U132_1_1
[367] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-132-la-estadia-en-roma#U132_4_6
[368] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-132-la-estadia-en-roma#U132_4_7
[369] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-132-la-estadia-en-roma#U132_4_8
[370] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-132-la-estadia-en-roma#U132_7_1
[371] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-132-la-estadia-en-roma#U132_7_3
[372] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-133-el-regreso-de-roma#U133_1_1
[373] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-133-el-regreso-de-roma#U133_2_1
[374] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-133-el-regreso-de-roma#U133_0_3
[375] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-133-el-regreso-de-roma#U133_3_6
[376] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-133-el-regreso-de-roma#U133_4_1
[377] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-133-el-regreso-de-roma#U133_6_4
[378] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-135-juan-el-bautista#U135_8_5
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[386] https://biblehub.com/niv/john/1-45.htm
[387] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-137-el-tiempo-de-espera-en-galilea#U137_3_5
[388] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-137-el-tiempo-de-espera-en-galilea#U137_4_4
[389] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-137-el-tiempo-de-espera-en-galilea#U137_4_6
[390] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-137-el-tiempo-de-espera-en-galilea#U137_4_8
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[393] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-138-la-capacitacion-de-los-mensajeros-del-reino#U138_3_6
[394] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-138-la-capacitacion-de-los-mensajeros-del-reino#U138_5_1
[395] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-138-la-capacitacion-de-los-mensajeros-del-reino#U138_5_4
[396] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-138-la-capacitacion-de-los-mensajeros-del-reino#U138_6_2
[397] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-138-la-capacitacion-de-los-mensajeros-del-reino#U138_6_3
[398] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-138-la-capacitacion-de-los-mensajeros-del-reino#U138_7_1
[399] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-138-la-capacitacion-de-los-mensajeros-del-reino#U138_7_4
[400] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-138-la-capacitacion-de-los-mensajeros-del-reino#U138_8_2
[401] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-140-la-ordenacion-de-los-doce#U140_1_1
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[405] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-140-la-ordenacion-de-los-doce#U140_10_4
[406] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-140-la-ordenacion-de-los-doce#U140_10_7
[407] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-141-el-comienzo-de-la-obra-publica#U141_0_2
[408] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-141-el-comienzo-de-la-obra-publica#U141_2_1
[409] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-141-el-comienzo-de-la-obra-publica#U141_4_1
[410] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-141-el-comienzo-de-la-obra-publica#U141_4_4
[411] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-141-el-comienzo-de-la-obra-publica#U141_5_1
[412] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-141-el-comienzo-de-la-obra-publica#U141_6_2
[413] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-141-el-comienzo-de-la-obra-publica#U141_7_2
[414] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-142-la-pascua-en-jerusalen#U142_2_1
[415] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-142-la-pascua-en-jerusalen#U142_4_1
[416] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-142-la-pascua-en-jerusalen#U142_6_3
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[419] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-144-en-gilboa-y-en-la-decapolis#U144_8_2
[420] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-144-en-gilboa-y-en-la-decapolis#U144_8_7
[421] https://biblehub.com/niv/luke/7-18.htm
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[427] https://biblehub.com/niv/mark/1-21.htm
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[430] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-146-la-primer-gira-de-predicacion-en-galilea#U146_7_2
[431] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-147-el-interludio-en-jerusalen#U147_4_1
[432] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-147-el-interludio-en-jerusalen#U147_5_3
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[438] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-147-el-interludio-en-jerusalen#U147_7_2
[439] https://biblehub.com/niv/matthew/9-14.htm
[440] https://biblehub.com/niv/mark/2-18.htm
[441] https://biblehub.com/niv/luke/5-33.htm
[442] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-147-el-interludio-en-jerusalen#U147_8_1
[443] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-149-la-segunda-gira-de-predicacion#U149_3_3
[444] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-149-la-segunda-gira-de-predicacion#U149_5_1
[445] https://biblehub.com/proverbs/20-27.htm
[446] https://biblehub.com/psalms/16-6.htm
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[449] https://biblehub.com/proverbs/15-13.htm
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[502] https://biblehub.com/niv/matthew/19-3.htm
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[506] https://biblehub.com/niv/mark/10-13.htm
[507] https://biblehub.com/niv/luke/18-15.htm
[508] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-171-camino-jerusalen#U171_0_4
[509] https://biblehub.com/niv/matthew/20-20.htm
[510] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-171-camino-jerusalen#U171_2_1
[511] https://biblehub.com/niv/luke/14-25.htm
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[513] https://biblehub.com/niv/matthew/17-22.htm
[514] https://biblehub.com/niv/matthew/20-17.htm
[515] https://biblehub.com/niv/luke/13-31.htm
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[730] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-143-de-paso-por-samaria#U143_1_1
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[732] https://biblehub.com/proverbs/16-32.htm
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[885] https://biblehub.com/niv/john/15.htm
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[889] https://www.urantia.org/es/el-libro-urantia/documento-182-en-getsemani#U182_2_1