Capítulo XII - La síntesis imposible

   
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CAPÍTULO XII

LA SÍNTESIS IMPOSIBLE

La base para la Deidad y la Trinidad experienciales

La barrera de la infinidad, el impasse de los Absolutos

La Trinidad de Trinidades inacabada

En nuestro estudio, hemos recorrido la historia del universo maestro desde los “albores del tiempo” hasta después del final de la Sexta Era. Hemos visto la finalización de la primera división principal de esta historia en la primera síntesis, la emergencia de Dios Supremo. Después estudiamos la segunda división principal de esta historia y vimos su culminación en la segunda síntesis, en la emergencia de Dios Último. Ahora es el momento de plantearnos estas preguntas: ¿Por qué evolucionan y emergen estas Deidades experienciales? ¿Por qué tenemos esas dos Deidades que emergen? ¿Habrá una tercera?

1. LA BASE PARA LA DEIDAD Y LA TRINIDAD EXPERIENCIALES

Como siempre, las decisiones y los planes de Dios están en la parte inferior de todo el fenómeno de las Deidades y Trinidades experienciales. Volviendo a la eternidad pasada, esos planes hacen bastante inevitable la aparición de esas Deidades y Trinidades. Sin embargo, para responder a nuestras preguntas (¿Por qué Deidades experienciales? ¿Y Trinidades?), tendremos que recorrer todo el camino de vuelta hasta la Primera Era del Universo, e incluso hasta la Era Cero.

Quizá comprendamos mejor el resultado de los propósitos de Dios si analizamos lo que sucedió realmente. De esa forma podremos entender mejor lo que parecen ser sus planes respecto a la Deidad y la Trinidad experienciales. Consideren estos pasos:

(1) Síntesis existencial de los potenciales. Cuando Dios crea los Absolutos, los sintetiza en el Absoluto Universal, de modo que en la eternidad son un Absoluto. Esta es una síntesis existencial; no es una síntesis experiencial.

(2) No síntesis de los actuales. Cuando Dios crea la tesis de deidad del Hijo Eterno, también crea la antítesis del Hijo: el Paraíso no espiritual y no personal. Dios no sintetiza estas dos actualidades absolutas; sí que las coordina mediante la mente pero por lo demás las deja separadas, como un problema que resolverá la aparición posterior de las Deidades y Trinidades experienciales.

(3) Tesis sobre tesis. Puesto que el Hijo Original es la Persona Absoluta, se convierte en la tesis original de la Deidad; Dios, como Padre de este Hijo, se convierte en la pretesis de la Deidad. Después, Dios se une con el Hijo para trinitizar al Espíritu, que se convierte de este modo en la tesis conjunta de la Deidad. Los tres se unen en la Trinidad del Paraíso, que se convierte en la tesis indivisa de la Deidad. Esta es una superimposición de la tesis sobre la tesis, no la creación de una síntesis. Tiene el efecto de unificar completamente la Deidad existencial y de separarla completamente de la no deidad, excepto como coordinada funcionalmente por la mente.

(4) La realidad subabsoluta. Con la aparición de Havona, Dios proyecta dos nuevos niveles de realidad, además del nivel absoluto en el que todo tiene lugar. Estos dos nuevos niveles son el nivel finito y el absonito, lo que hacen tres: finito, absonito y absoluto. En la Primera Era y en Havona, los tres niveles son existenciales; todavía no ha aparecido nada de naturaleza experiencial.

(5) La realidad experiencial. En los albores del tiempo, Dios proyectó un nuevo tipo de realidad, la realidad experiencial. Así comenzó la Segunda Era del Universo. La Trinidad del Paraíso (se supone que) siempre había penetrado los tres niveles funcionales de la realidad (finito, absonito y absoluto) Por consiguiente, en cada nivel habrá un reflejo de la presencia de la Trinidad. Parece razonable asumir que, con la creación de la realidad experiencial, estos reflejos de la Trinidad se convierten en los potenciales de las tres Deidades experienciales: en el nivel finito, la persona espiritual de Dios Supremo; en el nivel absonito, Dios Último; en el nivel absoluto, el potencial de una persona experiencial en el Absoluto de la Deidad, el potencial de Dios Absoluto.

(6) La síntesis del poder y la personalidad. Estos tres potenciales de la Deidad experiencial (Supremo, Último y Absoluto) pueden personalizarse como Deidades actuales solo si se resuelve el problema que Dios ha dejado irresuelto deliberadamente: ¿Qué hacer con la Isla del Paraíso? O ¿cómo puede la realidad actual total consolidarse (sintetizarse) en los niveles finito, absonito y absoluto? Este problema puede resolverse (aparentemente) únicamente mediante el proceso de la síntesis del poder y la personalidad, que significa reunir el poder total en cada nivel y coordinarlo (unificarlo) con la persona espiritual de la Deidad mediante la acción de la mente. En otras palabras: la mente consigue la conquista de la energía-materia y se subordina a la dirección del espíritu en virtud del poder de elección de la personalidad.

(7) La síntesis finita del poder y la personalidad. Los Creadores Supremos trabajan con las Deidades del Paraíso (en Dios Séptuple) y el resultado de sus logros en las creaciones del espacio-tiempo es la convergencia del poder entrante del Todopoderoso Supremo. Este poder, este poder soberano, se une con la persona espiritual del Supremo en virtud de la acción coordinada de la mente. Cuando el potencial total del gran universo se ha agotado, este proceso de síntesis ha terminado; los superuniversos se han perfeccionado, el Supremo ha terminado su crecimiento y emerge como una Deidad recientemente accesible.

(8) La síntesis absonita del poder y la personalidad. La terminación del Ser Supremo trae a la existencia objetiva a la primera Trinidad experiencial. La función de esta Trinidad es la de ocasionar la terminación del universo maestro. La primera Trinidad experiencial se unifica, y en el proceso unifica (sintetiza) la realidad total de la creación maestra (física, mental y espiritual) Cuando el universo maestro se haya convertido en una creación terminada, Dios Último habrá terminado su crecimiento. Dios Último es la síntesis del poder y la personalidad de todo el poder experiencial del nivel absonito de la realidad en el extenso universo maestro.

(9) La síntesis absoluta del poder y la personalidad. Dios sintetiza existencialmente la absolutidad del poder potencial y la personalidad potencial en la síntesis de los tres Absolutos (que son uno en la eternidad y en la infinidad) El problema pendiente de solución experiencial es la síntesis experiencial de estos Absolutos, que se convierte en el problema de la segunda Trinidad experiencial, la Trinidad que nace con la aparición de Dios Último.

En muchos aspectos, este resumen es una recapitulación de todo el estudio del universo maestro. Responde razonablemente a nuestras preguntas: ¿Por qué Deidades experienciales? ¿Y Trinidades? También establece el escenario para que consideremos el difícil problema al que se enfrenta la segunda Trinidad experiencial: el problema de intentar dar lugar a la síntesis experiencial de los Absolutos.

2. LA BARRERA DE LA INFINIDAD, EL IMPASSE DE LOS ABSOLUTOS

El problema de la unificación de la segunda Trinidad experiencial, el logro de la síntesis final del poder y la personalidad, se puede formular de manera sencilla: los tres Absolutos de potencialidad son infinitos y la segunda Trinidad experiencial no lo es. Esta Trinidad Absoluta no puede ser infinita porque comprende a Deidades derivadas (el Supremo y el Último), Deidades experienciales derivadas de la Trinidad existencial, la Trinidad del Paraíso.

El alcance de la síntesis del poder y la personalidad ha estado creciendo de una etapa a otra y de un nivel a otro. El Supremo abarcó todo lo finito; el Último abarcó todo lo absonito; y ahora la segunda Trinidad experiencial se encuentra “cara a cara” con todo lo absoluto, ¡pero eso es lo infinito! El Supremo abarca el total de los valores-significados finitos del gran universo; el Último sintetiza el total de los valores-significados absonitos del universo maestro; Dios Absoluto (si pudiera experiencializarse) tomaría el total de los valores-significados experienciales de un universo sin fin: el cosmos infinito.

La Trinidad Absoluta, como su nombre sugiere, es realmente absoluta en función posible. Al fin hemos alcanzado la paradoja clásica: ¿Qué sucede cuando la “fuerza irresistible” de una trinidad absoluta se encuentra con el “hecho inamovible” de la infinidad eterna?

La unificación de la Deidad experiencial ha sido total en cada nivel, nada ha quedado fuera. Cosas, significados y valores; materia, mente y espíritu; hechos, ideas y relaciones; todo está comprendido en la síntesis de poder de las Deidades emergentes de naturaleza experiencial. Este proceso puede proceder con su finalización en los niveles finitos y absolutos porque estos niveles tienen límites (tienen un “fuera”) Sin embargo, en el último nivel nos encontramos con una situación que no tiene límites. ¿Qué está “fuera” de una creación infinita?

La síntesis final del poder y la personalidad requeriría la unificación experiencial de los Absolutos de la Deidad e Incalificado; significaría la unificación experiencial de los Absolutos ahora unidos existencialmente. Este es un proyecto infinito; ¡no tiene ni final, ni límites, ni fuera, ni más allá! Físicamente, este proyecto requeriría de la terminación material del cosmos infinito; espiritualmente, requeriría el agotamiento experiencial final (actualización) del potencial de infinidad del Absoluto de la Deidad; personalmente, requeriría la unificación total de estos dos potenciales de infinidad (deificado y no deificado) en un Absoluto comprensible y accesible. ¡Esto no es posible! La infinidad no se presta fácilmente al agotamiento cuantitativo.

Ninguna trinidad subinfinita puede hacer (experiencialmente) lo que la trinidad infinita hizo en realidad (existencialmente) La Trinidad Absoluta puede comenzar este proyecto, puede continuar con él indefinidamente pero nunca lo terminará: nunca logrará esa unificación. Esto significa que Dios Absoluto no podrá emerger del potencial de infinidad del Absoluto de la Deidad.

Este es el punto muerto de la Barrera de la Infinidad; este es el punto muerto del Impasse de los Absolutos.

3. LA TRINIDAD DE TRINIDADES INACABADA

A pesar de la frustración de la Trinidad Absoluta, su aparición objetiva sí hace posible que se origine la gran consolidación de la Deidad Total (la Trinidad) en la unión de las tres Trinidades. Esta unión crea una trinidad múltiple, una trinidad triple, la Trinidad de Trinidades. Esta es una unión de deidad única; no una trinidad de tres Deidades, sino una trinidad de tres trinidades, y una trinidad de tres niveles de asociación de la deidad. Tres trinidades se unen en el primer nivel, tres Deidades experienciales intentan unirse en el segundo nivel, y alguna realidad de deidad final debe estar presente en el tercer nivel.

Al considerar la Trinidad de Trinidades, revisemos primero las naturalezas de las tres Trinidades, cuya unión traerá a la existencia objetiva a esta Trinidad triple:

(a) La Trinidad del Paraíso. La Trinidad Original es existencial, absoluta, infinita y unificada.

(b) La Trinidad Última. La primera Trinidad experiencial es experiencial, subinfinita, subabsoluta y unificada.

(c) La Trinidad Absoluta. La segunda Trinidad experiencial es experiencial, subinfinita, absoluta y no unificada.

Aquí está por fin el objetivo del largo, largo crecimiento y desarrollo del universo maestro: la formación de una unión compleja de trinidad que incluye a toda la Deidad (existencial y experiencial) Esta es la tesis de las tesis, la tesis final de la deidad.

Puesto que esta trinidad tiene también una dimensión vertical triple, deberíamos considerar la naturaleza del segundo nivel. Hay tres Trinidades en el primer nivel, y se han proyectado tres Deidades experienciales para el segundo nivel. Dos tercios de los miembros del segundo nivel están presentes actualmente, Dios Supremo y Dios Último; pero nos falta Dios Absoluto; ni siquiera tenemos una personalización limitada del Absoluto de la Deidad. La personalización experiencial de Dios Absoluto depende de la unificación de la segunda Trinidad experiencial. La unificación de esta Trinidad requiere el agotamiento de toda la infinidad, pero la infinidad no puede agotarse cuantitativamente. Por lo tanto, mientras que la Trinidad de Trinidades puede formarse, debido a que sus Trinidades constituyentes son realidades objetivas, no va a ser posible terminar el segundo nivel de esta Trinidad triple. Y, si el segundo nivel no se puede terminar, es inútil incluso conjeturar sobre lo que podría constituir el tercer nivel. Una vez más, nuestro estudio está frustrado por la Barrera de la Infinidad, por el Impasse de los Absolutos.

Este parece ser el final de la historia del universo maestro. Esta creación experiencial gigantesca tiene la capacidad de generar dos Deidades experienciales y dos Trinidades experienciales, y de proporcionar la formación objetiva de la Trinidad de Trinidades. Pero aquí nos encontramos en un punto muerto. La Trinidad Absoluta no puede unificar, por tanto Dios Absoluto no puede personalizarse en poder, y la Trinidad triple no puede terminar la formación objetiva de su segundo nivel.

De este modo, Dios no está frustrado. Habita en la eternidad, y por consiguiente se acerca al infinito desde dentro (existencialmente) Pero la Deidad experiencial debe acercarse al infinito desde fuera; y terminar la penetración experiencial de toda la infinidad requeriría de otra eternidad.

Hemos recorrido todo el camino alrededor del círculo. Para agotar la infinidad es necesario alcanzar el final de la eternidad; pero la eternidad es infinita, del mismo modo que la infinidad es eterna. Ni siquiera la Trinidad del Paraíso podría experimentar al Absoluto de la Deidad; solo podría hacerlo si ella misma fuera una trinidad experiencial. Ni siquiera la Trinidad de la Infinidad puede hacer lo que no se puede hacer.

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