Conocer a Dios como experiencia personal cualitativa

   
   Números de párrafo: Activar | Desactivar
Versión para imprimirVersión para imprimir

Tenemos la pregunta completa–cuando consideramos que el Supremo y el Último golpean el muro absoluto y establecen una cabeza de playa en las orillas de la infinidad–tenemos la pregunta completa de: "¿En qué parte entramos en esta imagen?"

Creo que entramos dentro. Creo que debemos separar nuestro pensamiento de la calidad del logro del destino de la cantidad de logro del destino. De nuevo quisiera llamar su atención sobre un párrafo que leímos–página 1226, párrafo 14.

Los documentos afirman que los seres humanos son personalidades que tienen siete dimensiones, y que la séptima dimensión de la personalidad es (cito) "es un absoluto asociable y, aunque no es infinita, posee un potencial dimensional que permite la penetración subinfinita de lo absoluto" (fin de la cita). 1226, párrafo 14.

No puedo beber todo el zumo de naranja de la ciudad de Chicago, pero eso no significa que no pueda beber un poco de zumo de naranja o que no pueda seguir bebiendo zumo de naranja.

Creo que, en el mismo sentido, Dios Absoluto es alcanzable en sentido subinfinito. Creo que, en el mismo sentido, Dios Absoluto es trinitizable como valor subinfinito.

La calidad no se pone en peligro. Solo que no es infinita en cantidad.

Recordarán que echamos un buen vistazo cuando consideramos Havona. Tenemos aquí el mejor ejemplo de que no peligra la calidad, pero hay una limitación cuantitativa muy clara. Cuando el Padre y el Hijo proyectaron Havona, y crearon Havona a través del Espíritu, crearon su ideal de universo.

Hagamos ahora un inventario de lo que hay en Havona. Hay muchísimas cosas de Havona de las que estos documentos no se ocupan, cuando entramos en los niveles últimos, coabsolutos y absolutos de existencia. No sabemos nada sobre eso.

Este universo es un universo perfecto. Y el concepto de perfección no es nuestro concepto, es el concepto que contemplan el Padre Universal y el Hijo Eterno. Eso significa que es perfecto en todos los sentidos de las tres plantas del cuartel de bomberos. Pero lo limitaron a mil millones de mundos. No llenaron todo el espacio con Havona. Aquí tenemos perfección cualitativa sin límite en presencia de limitación cuantitativa. Havona no es un universo infinito–es simplemente un universo absolutamente perfecto.

¿Ven la diferencia entre calidad y cantidad? ¿Ven cómo se pueden separar? En este sentido, creo que podemos pensar sobre ello de manera lógica: número uno, la habilidad del Supremo y del Último de trinitizar a Dios Absoluto.

Esta será una manifestación subinifita, pero no necesariamente de calidad subabsoluta. Subinfinita en cantidad.

El mero hecho de que nunca tendremos capacidad infinita para comprender a Dios–como la tienen el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito–no nos limita en lo más mínimo para comprender la Deidad Absoluta en un sentido menos que infinito.

Lo que sí comprendemos será la calidad absoluta. Nunca se convertirá en cantidad infinita. Creo que hay solo dos seres que realmente conocen a Dios en el sentido cuantitativo infinito–y son el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito. Son los únicos dos seres existentes que tienen una capacidad infinita de comprensión. Pueden conocer a Dios no sólo como calidad absoluta, sino también como cantidad infinita. Pero ningún otro ser conocerá a Dios de ese modo. ¿Tiene sentido para ustedes?

Público: Sí.

Escuchen: incluso en esta vida, pueden hacerse una idea. ¿Saben? Vivo con una idea del sabor de Dios. No me he criado en una iglesia, y puede que les parezca un tipo muy poco religioso. Simplemente porque mi experiencia con Dios no parece fluir por los canales normales. Puedo saborear al Padre Universal. Para mí, es algo muy común. Y me asombra que la mayoría de la gente no tenga ese sabor. Pero para mí es tan común y normal como el hecho de que puedo sentir cómo actúa la gravedad en la masa de mi cuerpo para darme la sensación de peso. ¿Saben? Tan normal como eso. Para mí, Dios es tan sencillo y simple como las manzanas secas y el agua de lluvia. ¿Por qué armar un gran alboroto sobre ello? Es una experiencia humana normal y natural. Y me sorprende continuamente encontrar un montón de gente que dicen que no tienen esta experiencia.

Pues bien, si ningún ser humano estuviera de acuerdo conmigo, decidiría que estoy paranoico, pero no cambiaría mis convicciones. No puedo. Ya tenía esta sensación antes de haber leído los documentos. Y la tuve justo antes de saber de ellos.

Un día me senté y escribí a mi madre una larga carta, preguntándole qué creían ella y mi padre. Cuando comencé aquella carta, no estaba seguro; y cuando terminé aquella carta lo sabía, y lo he sabido desde entonces. Y no tuve sudores fríos ni ninguna otra cosa. No puedo decirles en qué momento mientras escribía la carta descubrí que lo sabía. Fue un descubrimiento muy común, completamente desprovisto de emoción.

Darme cuenta de eso no surgió por el simple hecho de escribir esa carta. Lo descubrí. Hubo, sospecho, un prenacimiento aproximadamente un año antes.

INFORMACIÓN SOBRE LA FUNDACIÓN

Versión para imprimirVersión para imprimir

Urantia Foundation, 533 W. Diversey Parkway, Chicago, IL 60614, USA
Teléfono: (fuera de EUA y Canada) +1-773-525-3319
© Urantia Foundation. Reservados todos los derechos