Comentarios sobre crecimiento personal, administración y servicio

   
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Público: Ahí va una pregunta tan infantil que igual no se la han hecho. Leo este libro y, por supuesto, lo quiero leer todo, pero quiero vivirlo. No quiero simplemente que las palabras me lleguen y conocerlo intelectualmente. Quiero vivirlo. ¿Cómo? ¿Por dónde empezamos? Es muy infantil, pero es–

Es una pregunta muy buena. Pienso que usted–no puedo hablar por nadie que no sea yo. Es algo demasiado íntimo. Lo que me ha preguntado, en esencia, es: "Cuál es su religión–no su teología ni su filosofía."

Estoy interesado en conseguir tanta ayuda de mi compañero como pueda. Siento bastante reticencia a conversar sobre mis problemas con un Dios infinito, aunque en mi mente y en mi corazón sé que él tiene todo el tiempo del mundo para mí. Pero de alguna manera parece presuntuoso. Él está dirigiendo un gran universo, y me parece que hay muchas otras cosas en las que él podría emplear su tiempo de manera más provechosa.

Pero no me siento así con el Ajustador del Pensamiento, porque el Ajustador del Pensamiento es Dios individualizado para mí. Y yo soy asunto suyo. Para esta misión particular, soy su preocupación principal. Quizá él tenga algunas actividades periféricas en marcha, pero son definitivamente secundarias para mí. Igual que ustedes son lo primero para la función de su Ajustador del Pensamiento.

No dudo en discutir cualquier cosa con el Ajustador del Pensamiento. Tengo un sentimiento de camaradería hacia él. Dejen que me explique. Jamás le he oído decirme nada. Si alguna vez lo hiciera, probablemente me asustaría terriblemente y sentiría inmediatamente que es una paranoia. Y lo pondría todo en cuarentena y pensaría en ello durante muchas semanas o meses hasta que mi juicio humano pudiera evaluarlo, o hasta que pasara un poco de tiempo.

Y aún así, no he dudado nunca de que haya un diálogo. Es un diálogo entre dos seres conscientes, uno de los cuales es sordo. Puedo hablar, pero no puedo oír. Y no dejo que mi sordera afecte en lo más mínimo a mi fe. Sigo pidiendo ayuda a mi compañero en ciertos aspectos: ¿cómo puedo ser más útil? ¿Cómo puedo hacer un trabajo mejor cuando hago frente a mi ego? Ese yo beligerante que no estoy seguro de haber conquistado del todo. Y si estuviera seguro, entonces tendría miedo de ese concepto, también– temería que fuera orgullo espiritual, que precede a una cadena de choques.

Intento contarle a mi compañero cómo es la vida aquí abajo. Hay muchas cosas que él no saca de este mundo porque no tiene ojos. No tiene oídos. Tiene mecanismo sensorial, pero es muy diferente al mío. Sé que está intentando hablarme del Paraíso. Yo le hablo de este mundo–lo que significa para mí.

Cuando vamos a una ciudad nueva, le hago ver la ciudad a través de mis ojos. Hablamos sobre esto. Probablemente paso más tiempo hablando con él en el cuarto de baño que en ningún otro lugar de la Tierra, porque es el único lugar en el que estoy seguro de estar solo. Cuando voy en tren en ocasiones–en el dormitorio-se está solo. Pero eso no es porque quiera a mi Ajustador del Pensamiento. Resulta que soy una criatura que necesita soledad periódicamente. Es parte de mi carácter.

Creo que, si voy a poder vivir más de esto, él tiene que ayudarme. Tiene que ayudarme a ser menos mamífero y más humano. Al diablo con ser más espiritual. Eso es para el futuro. Estoy contento si puedo hacerme menos mamífero y más humano. No estoy intentando ser una rana. Puedo pensar en ser una rana, pero ahora soy un renacuajo. No estoy intentando salir a tierra firme, no podría vivir. Tengo que vivir en el agua. Me despertaré en tierra firme.

Le pregunto a mi compañero: "¿cómo puedo ayudar más?" Porque en mi religión no hay nada de eso. Mi religión es muy, muy sencilla. En algún lugar, en el centro de todas las cosas, está el jefe. Y esos viejos bichos con los que me topo aquí abajo en la Tierra son hijos del jefe, y deberían ser tratados como corresponde. Esa es mi religión. Puedo decirlo en tres frases. Mi compañero está interesado en esto, porque procede del jefe. Él comprende que esos son hijos del jefe, y estoy seguro de que él me ayudará de todas las formas posibles. No tengo ninguna duda al respecto.

Lo que me desanima es mi propia inconstancia. Esa inercia de mamífero. No es que haga cosas malas o pecaminosas, sino que no hago lo bastante. No es que tenga pensamientos pecaminosos, sino que olvido tratar con el Jefe y con mi compañero. Aún así, el libro me dice que Dios puede mirar dentro de mí y ver esa imagen desalentadora y deprimente que conozco, y aún así me ama.

Considero las imperfecciones de los doce apóstoles. Y créanme, si quieren tratar con sus aspectos negativos, y di una charla sobre ese tema anoche, eran todos una banda de patanes. Pero también tenían cualidades–y Jesús los amaba–y la mayoría de ellos se sobrestimaban.

Hagamos un inventario de los doce. Andrés, inexpresivo, le costaba alabar a la gente. Pedro, mercurial, no era de fiar. Juan, un ego grande–que también aparece en el cuarto evangelio, cuando era viejo y senil; él era "el apóstol al que Jesús amaba."

Santiago, falto de discreción; causó que lo mataran al principio del juego porque no comprendía lo que no era asunto suyo. Felipe, sin imaginación. Natanael, el de las ocurrencias ingeniosas. Mateo, un tipo con un pasado escabroso, un publicano, recaudador de impuestos. Simón Celotes, un patriota testarudo. Tomás, mala disposición–la mujer estaba encantada de que se uniera a ellos porque así estaría lejos de casa. Judas, un pedante culto. Los gemelos Alfeo, estúpidos.

Cuando pienso en esto, me animo. He aquí algunos verdaderos miembros de la raza humana, bien considerados, con los que el Hijo Creador no tuvo miedo de asociarse. Y no tenían en cuenta las debilidades y limitaciones de mamífero de estos humanos, sino lo que podría lograrse cuando el espíritu de su Padre trabajara dentro de esos hombres, y cuando trabajara con esos hombres como hombre entre los hombres. Y tuvo una buena media de bateo; solo le falló una vez. (Corte en la cinta.)

–creo que es divertido, dicho sea de paso. Es desalentadoramente divertido. El humor que hago descansar sobre mis propios problemas religiosos es un humor triste. Es un despertar y una búsqueda desesperada. Miren, mis ideales de lo que un hombre debería ser crecen geométricamente, pero como mucho mi progreso es una débil progresión aritmética. Y estoy en el triste aprieto de un tipo que, en un bote de remos, persigue diligentemente una lancha motora.

Cuando tenía unos 15 ó 17 años iba corriendo a la par con la lancha motora. Yo era lo más. Cuando eres un joven marine, ya está hecho. Has llegado. Desde entonces, se ha ensanchado la brecha entre el barco de remos y la lancha motora.

Había considerado–es una verdadera paradoja–había considerado las reacciones alternativas. Una era torpedear la lancha motora. Eso hace más fácil todas las tensiones a costa de todo progreso–o al menos a costa de todos los ideales. Luego pensé en dejar de remar. Simplemente decir, ¡al diablo con ello! Dijeron que era imposible, y por eso decimos que al diablo con ello. Y creo que el mejor curso de acción es el tercero, que es echar mano profundamente del humor.

Puedo mirar la orilla del río, y creo que estoy haciendo progresos río arriba. Miro la lancha motora y esa condenada cosa se aleja de mí como nunca. Creo que en este punto deberíamos reírnos. Solo hay dos alternativas–decir palabrotas y llorar. Y creo que reír es con mucho la mejor de las tres.

Público: Yo estoy en la orilla intentando todavía tallar un tronco.

Aún no me he metido en el agua. Bueno, es una persecución austera y no la conseguimos nunca. Volvamos a los ideales, Betty. Los ideales son como las estrellas. Si vamos a navegar por la noche, no puedo pensar en nada más útil que en que haya estrellas. Pero un navegante sería necio si pensara que podría realmente navegar hacia ellas. El lugar para las estrellas está en el cielo, no en nuestros ojos.

Público: (No se entiende el comentario).

Tienen una función, pero malinterpretamos su función y entonces surge la decepción, al menos en esta vida. Un anarquista es un verdadero idealista, y cuando llega a Havona puede ser feliz, porque se dice aquí respecto al gobierno del universo central que no hay ninguno. Cuando los seres son perfectos o perfeccionados, ya no necesitan gobierno.

¿Le gustaría una imagen de la mente humana, Betty?

Público: ¡Sí, me encantaría!

¿Han estado alguna vez en el planetario?

Público: Sí.

¿Han estado todos en el planetario? Quiero que se imaginen un doble planetario. Tiene otro hemisferio, así como un hemisferio superior. Y en el centro hay una plataforma con un soporte. En la plataforma hay un reflector, y este reflector tiene un giro de 360 grados alrededor del planetario, y tiene un arco un poco hacia arriba y un poco hacia abajo. Puede iluminar–si podemos usar algunos términos geográficos–lo que yo llamaría la zona tórrida del planetario. Puede hacer el cinturón completo del ecuador, y un poco hacia arriba y un poco hacia abajo. Cuando vamos al área templada del sur, debajo de la zona tórrida, creo que hemos llegado al verdadero subconsciente. Creo que el área templada del norte es el superconsciente. Creo que el foco de luz que lanzamos al hemisferio es la parte consciente en un momento dado. Y podemos moverlo por todas partes, sabemos que podemos hacerlo.

Puedo imaginar ahora mismo un problema en Cleveland, que es el telegrama que tengo, y puedo pensar en él. Puedo ver a George Hays. Puedo ver el problema de la guerra fría que existe entre el director y el redactor jefe. El director se vuelve loco y el redactor jefe corre atemorizado hasta el punto en que mentirá. Y puedo concebir las maniobras de distracción que tenemos que usar para salvar la situación. Y ahora vuelvo a California. ¿Me siguen? He movido el reflector. Y podría sentirlo.

Cuando nos vamos a dormir por la noche, apagamos el reflector. Y hay una cálida luminosidad verde por todas partes. Pienso por encima de la zona tórrida, o esa, por encima de la zona templada del norte, en el hemisferio superior, en las regiones polares, donde está el alma embrionaria. Y me imagino al Ajustador en el polo norte.

El alma es un verdadero embrión que está en el útero de la mente. Se concibió cuando el Ajustador invadió este hemisferio. El alma es una entidad en crecimiento.

Aquí abajo en la plataforma–oh, podríamos llevarla más abajo hacia los reflejos espinales del polo sur, el sistema nervioso vegetativo. En esta plataforma, hay un botón rojo. Es el botón rojo de la decisión. Toda decisión tiene lugar en el nivel consciente de la mente. Todas las decisiones conscientes. No puedo tomar decisiones en el nivel del alma o en el superconsciente, porque no puedo hacer que mi reflector llegue hasta allí arriba. Solo llego hasta una altura. ¿Me siguen? Hay un goteo continuo desde las áreas superiores de oscuridad hacia lugares que puedo encontrar, ¿saben? Hay una corriente ascendente continua desde los niveles más bajos del subconsciente hasta el nivel donde puedo llegar con el reflector. Cuando despertamos por la mañana con una solución buenísima a un problema muy misterioso, nos preguntamos de dónde ha venido. ¿Vino de la parte de abajo o de la de arriba?

No considero que la parte de abajo sea malvada, aunque es claramente mamífera en sus niveles más bajos. La parte de abajo puede hacer un trabajo computerizado extraordinario–recorriendo las tarjetas de memoria y dando una solución endiabladamente buena e ingeniosa a un problema puramente temporal y material. Pienso que salen muchas cosas buenas del subconsciente, así como muchas tonterías.

Creo que el espíritu de la verdad trabaja en el hemisferio superior. Creo que todas las influencias espirituales están en el hemisferio superior. Diría que los cinco ayudantes mamíferos trabajan en el hemisferio sur. Los dos ayudantes humanos y los ayudantes intermedios– adoración y sabiduría–el Espíritu Santo, el Espíritu de la Verdad y el Ajustador trabajan en el hemisferio norte.

Este es mi modelo de trabajo del concepto de mente humana.

Cuando nos despertemos en los mundos mansión, el botón rojo de la decisión se registrará directamente en el alma. Creo que el alma humana es consciente. La mente superconsciente es la zona templada del norte, pero las regiones polares del norte son las regiones de lo que denominaría la mente intermedia. Es la mente que está entre la mente divina y la mente puramente humana. Y no es la mente material. Es una realidad morontial. Un embrión morontial que estoy llevando, cuyo proceso de gestación está en marcha. Estoy surgiendo para ser.

Creo que el alma puede registrar cosas, si está más allá de la etapa puramente fetal, la primera etapa fetal. He aquí una afirmación interesante, hacia la página 432, el tercer párrafo de los serafines supervisores. Ahora estamos en el nivel de la constelación, donde está la función legislativa. Están hablando sobre los pronosticadores de la ley. En otras palabras: son los expertos que ellos consultan cuando dicen que están contemplando la aprobación de tal y tal ley–¿y cómo funcionará? Miren, si tuviéramos expertos como esos, nunca aprobaríamos la enmienda de la prohibición; los pronosticadores de la ley dirían: van a convertir a un grupo moderado en un grupo de bebedores.

Casi al final del párrafo:

"Estos serafines no pretenden favorecer especialmente a un grupo o a otro,"–no son lobistas–"pero comparecen ante los legisladores celestiales para hablar en nombre de aquellos que no pueden estar presentes para hablar por sí mismos. Incluso el hombre mortal puede contribuir a la evolución de la ley universal, pues estos mismos serafines describen plena y fielmente, no necesariamente los deseos transitorios y conscientes del hombre, sino más bien los verdaderos anhelos del hombre interior, del alma morontial evolutiva del mortal material que reside en los mundos del espacio."

Estos serafines realizan una encuesta Gallop. ¿Y con qué tratan? Tratan con seres humanos en el nivel del alma en evolución. Nunca supimos que nos estaban encuestando. Todo sucedió en las regiones polares del norte. ¿Me siguen? Y esto me dice algo sobre el alma aquí abajo. El alma no es del inconsciente, aunque no soy consciente de la conciencia de mi alma embrionaria. El alma puede hablar y puede hablar por mí, porque mi mente material es la madre del alma y el Ajustador es el padre del alma. Es nuestra hija.

Hay unos mil seres humanos en la Tierra que colaboran con los serafines que son, en sentido práctico, el gobierno superhumano de este planeta. Hablamos acerca de dos grupos de serafines, los ángeles del progreso y los guardianes religiosos, como buenos ejemplos del equilibrio Prometeo-Epimeteo.

Estos mil mortales–unos mil aproximadamente–son capacitados y probados para actuar ante ciertas emergencias planetarias. Si piensan en un ser humano famoso, probablemente no sea un reservista, porque la inmensa mayoría viven y mueren sin funcionar nunca como tales. La emergencia no tuvo lugar. Es como una póliza de seguros. Es como una póliza contra accidentes. La tienes, pero esperas no tener que usarla.

Estos tipos, que tomo de esta sección, funcionan con sabiduría de grupo. En la siguiente página dice, en el tercer párrafo:

"Aunque el cuerpo de reserva del destino no tiene un jefe permanente en Urantia, tiene sus propios consejos permanentes que constituyen su organización gubernamental. Éstos abarcan el consejo judicial, el consejo de la historicidad, el consejo de la soberanía política y otros muchos. De vez en cuando, y de acuerdo con la organización del cuerpo, estos consejos permanentes han nombrado a unos jefes titulares (mortales) de todo el cuerpo de reserva para una función específica. La ocupación de estos jefes reservistas es un asunto que dura generalmente pocas horas, estando limitada a la realización de alguna tarea específica e inmediata."

¿Qué está funcionando aquí? Creo que el alma está funcionando. Y creo que el alma podría funcionar si detuviéramos todas las demás funciones. Y si detuviéramos todas las demás funciones, el reservista tendría que estar dormido, ¿no? No podría haber ninguna interferencia consciente. Quizá ni siquiera el Ajustador del Pensamiento estaría ahí. Y quizá esos seres humanos podrían colaborar–colaborar sin saberlo–como grupo en el nivel morontial del alma.

Lo he considerado a menudo. Supongamos que el reservista estuviera implicado en una guerra real. ¿Le pondrían a dormir y dejarían que le dispararan? No. Estoy seguro de que no harían eso. Estoy seguro de que nunca pondrían en peligro al ser humano. Pero supongamos que hay una batalla en marcha. ¿Qué podrían hacer? Bueno, puedo pensar en una cosa. Siempre pienso que hacen lo más sencilla posible. Podrían hacer niebla. Podrían hacer que hubiera tanta niebla que no pudiera haber combates, si fuera tan importante.

Mientras estemos tratando sobre el alma, creo que este párrafo es muy interesante. Creo que, en ciertos casos, un alma es funcional aquí en la Tierra, pero solo bajo circunstancias peculiares. Está en la página 1196. Hay una sección titulada "Los Ajustadores autónomos." Y está en el punto cuatro.

Sigue diciendo que estos Ajustadores "parecen poseer un notable grado de voluntad en todos los asuntos que no conciernen a las personalidades humanas en las que habitan directamente, tal como lo indican sus numerosas proezas tanto dentro como fuera de los sujetos mortales a los que están vinculados. Estos Ajustadores participan en numerosas actividades del planeta, pero actúan con más frecuencia como habitantes desapercibidos de los tabernáculos terrestres que ellos mismos han elegido."

"Estos tipos de Ajustadores más elevados y más experimentados pueden comunicarse indudablemente con aquellos que se encuentran en otros mundos. Pero aunque los Ajustadores autónomos se comunican así entre ellos, sólo lo hacen en los niveles de su trabajo mutuo y con la finalidad de conservar los datos entregados a su custodia, esenciales para que los Ajustadores efectúen su ministerio en los mundos donde residen, aunque se sabe que en ciertas ocasiones han actuado en asuntos interplanetarios durante las épocas de crisis."

Es la línea de comunicaciones para emergencias reales que funcionaría en ausencia de cualquier otra línea de comunicación.

Público: Aunque, en el siguiente párrafo, dice que "pueden dejar el cuerpo humano a voluntad." ¿Qué relación particular tendrían el alma y la personalidad si nuestro Ajustador se marchara durante un período de tiempo?

Pienso que, si fuera intencionado, estaríamos dormidos. No creo que fuéramos funcionales a todos los efectos durante ese tiempo. Es una suposición mía, pero parece razonable.

Público: Aquí dice de nuevo que "Los Ajustadores estaban previstos en los planes originales de vida, pero no son indispensables para la existencia material."

Es cierto. Porque no todos los mortales los tienen antes de la llegada del Espíritu de la Verdad. Caín no tuvo Ajustador hasta que pidió uno.

Público: ¿Ha conocido personalmente a alguien que pensó que quizá no tenía Ajustador?

Diría que cualquier idiota–y aquí uso el término literalmente–No creo que los idiotas lo tengan. No creo que sean humanos. No creo que los dos ayudantes superiores estén ahí. No creo que sean personales, tampoco. Creo que si un–oh, pensemos en un ser humano que fue herido de manera que su proceso normal de pensamiento quedó destruido a partir de entonces. Pienso que el Ajustador se marcha en ese momento. Y en ese momento, en los registros del universo, los asuntos de ese ser humano están cerrados; está muerto en lo que respecta al universo. Su cuerpo podría vivir como un vegetal durante cierto número de años pero, en los registros del universo, él murió el día del accidente.

Público: Es lo mismo si una persona se vuelve totalmente loca.

Sí. La locura total, creo, liberaría al Ajustador.

Público: ¿Y si se encontrara con alguien que está loco en ocasiones, como un pervertido sexual?

Creo que el Ajustador seguiría allí si el individuo tiene intervalos lúcidos, e intentaría ayudar a esa persona. Creo que–digamos que estás fuera durante mucho tiempo, pero podrías regresar. Creo que el Ajustador se quedaría aquí mismo, esperando pacientemente el regreso a la conciencia normal. Claro. Bien, uso esa palabra porque soy paciente. El Ajustador está más allá de eso. A menudo soy impaciente, también.

Público: Algo sobre lo que me gustaría tratar en algún momento, Bill, cuando lleguemos a esto, es que la vida espiritual–lo mencionamos, Dorothy–como la energía física, se consume; el esfuerzo espiritual da como resultado un agotamiento espiritual relativo. ¿Cómo se repone el espíritu, cómo se recupera la energía espiritual?

Leamos lo que dijo Rodán acerca de esto.

"Pero el mejor de todos los métodos para solucionar los problemas lo he aprendido de Jesús, vuestro Maestro. Me refiero a lo que él practica con tanta perseverancia, y que tan fielmente os ha enseñado: la meditación adoradora en solitario. En esta costumbre que tiene Jesús de apartarse con tanta frecuencia para comulgar con el Padre que está en los cielos, se encuentra la técnica, no sólo para acumular las fuerzas y la sabiduría necesarias para los conflictos ordinarios de la vida, sino también para apropiarse de la energía necesaria para resolver los problemas más elevados de naturaleza moral y espiritual. Pero incluso los métodos correctos para solucionar los problemas no compensan los defectos inherentes a la personalidad, ni reparan la ausencia de hambre y de sed de verdadera rectitud."

"Me impresiona profundamente la costumbre de Jesús de retirarse a solas para emprender esos períodos de examen solitario de los problemas de la vida; para buscar nuevas reservas de sabiduría y de energía para poder enfrentarse a las múltiples exigencias del servicio social; para vivificar y hacer más profundo el propósito supremo de la vida, sometiendo realmente su personalidad total a la conciencia del contacto con la divinidad; para tratar de conseguir métodos nuevos y mejores para adaptarse a las situaciones siempre cambiantes de la existencia viviente; para efectuar esas reconstrucciones y reajustes vitales de las actitudes personales, que son tan esenciales para comprender mejor todo lo que es válido y real. Y hacer todo esto con miras a la sola gloria de Dios — decir sinceramente la oración favorita de vuestro Maestro: 'Que se haga, no mi voluntad, sino la tuya'.'"

"Esta práctica de adoración de vuestro Maestro aporta ese descanso que renueva la mente, esa iluminación que inspira el alma, ese valor que permite enfrentarse valientemente con los problemas de uno mismo, esa comprensión de sí mismo que elimina el temor debilitante, y esa conciencia de la unión con la divinidad que equipa al hombre con la seguridad que le permite atreverse a ser como Dios. El descanso de la adoración, o comunión espiritual, tal como la practica el Maestro, alivia la tensión, elimina los conflictos y aumenta poderosamente los recursos totales de la personalidad. Y toda esta filosofía, más el evangelio del reino, constituyen la nueva religión tal como yo la comprendo."

Creo que hay otra cita muy buena en la página 1001:

"La oración puede convertirse en una costumbre establecida; muchas personas rezan porque otras lo hacen. Otras rezan también porque temen que pueda sucederles algo terrible si no presentan sus súplicas habituales."

"Para algunos individuos, la oración es la expresión sosegada de la gratitud; para otros, una expresión colectiva de alabanza, las devociones sociales; a veces consiste en la imitación de la religión de otras personas, mientras que la verdadera oración es la comunicación sincera y confiada entre la naturaleza espiritual de la criatura y la presencia ubicua del espíritu del Creador."

"La oración puede ser una expresión espontánea de la conciencia de Dios, o una recitación sin sentido de fórmulas teológicas. Puede ser la alabanza extática de un alma que conoce a Dios, o el homenaje servil de un mortal dominado por el miedo. A veces consiste en la expresión patética de un anhelo espiritual, y a veces en el grito estridente de unas frases piadosas. La oración puede ser una alabanza gozosa o una humilde petición de perdón."

"La oración puede ser la petición infantil de lo imposible, o la súplica madura por el crecimiento moral y el poder espiritual. Una petición puede ser por el pan de cada día, o puede expresar el anhelo sincero de encontrar a Dios y hacer su voluntad. Puede tratarse de un ruego totalmente egoísta, o de un gesto sincero y magnífico hacia la realización de la fraternidad desinteresada."

"La oración puede ser un grito airado de venganza, o una intercesión misericordiosa por vuestros enemigos. Puede ser la expresión de la esperanza de cambiar a Dios, o la técnica poderosa de cambiarse a sí mismo. Puede ser la súplica acobardada de un pecador perdido ante un Juez supuestamente severo, o la alegre expresión de un hijo, liberado, del Padre celestial vivo y misericordioso."

"El hombre moderno se siente desconcertado ante la idea de hablar de sus asuntos con Dios de una manera puramente personal. Muchos han abandonado la oración asidua; sólo rezan cuando se encuentran bajo una presión inhabitual — en casos de urgencia. El hombre no debería tener miedo de hablar con Dios, pero sólo una persona espiritualmente infantil intentaría persuadir, o atreverse a cambiar, a Dios."

Esa es la práctica de la magia, o el intento de practicar la magia. De ahí es de donde creo que procede la energía. La gastamos, y tenemos que rellenar el depósito de gasolina en alguna parte. Creo que la energía espiritual procede de la oración y de la adoración, de la meditación. Creo que la energía física, la energía mental, se pierde y se rellena mediante el juego, la relajación, la revitalización y la diversión.

Jesús dijo: "Tomémonos un día libre." Quién fue, fue Andrés quien dijo: dile que estoy muy cansado, y que me gustaría tomarme un día libre y que, mientras descansemos, no hablaremos de nuestros problemas y nos divertiremos un poco. Esto era psicológico, no necesariamente espiritual. Estos hombres tenían los nervios a flor de piel. Se habían quedado sin gasolina espiritual.

Público: Dorothy y yo, al tratar sobre esto, pensamos que hacer el bien era, en cierto sentido, un tipo de recarga espiritual.

Claro. Creo que estamos equipados con tres tipos de energía. Si trabajamos físicamente, necesitamos calorías y sueño. Si trabajamos en un muelle de carga, diría que necesitamos unas 4.500 calorías y 10 horas de sueño.

Me gustaría ver cómo estarían ustedes si comieran 4.500 calorías todos los días durante un año–los efectos serían sorprendentes. No precisamos de tanta energía física porque no la vamos a quemar. Sí que precisamos restaurar la energía mental, la energía nerviosa, y creo que se restaura a través del juego, la relajación, el humor, pasárselo bien, aventurarse con las cosas.

Y cuando pienso espiritualmente, esta es la técnica de la recarga. Necesitamos recargarnos de muchas maneras. Y después necesitamos descargarnos. Esto es vivir espléndidamente. Tomar mucho y dar mucho.

En mi propia filosofía de vida, quiero vivir tan espléndidamente como pueda. Para mí, vivir espléndidamente es recibir de esta vida sencillamente todo lo que tengo la capacidad de recibir, y darle a la vida todo lo que está en mi mano dar. Y no podría desear honradamente una cosa sin estar dispuesto también a pagar por la otra. Cuanto más va en las dos direcciones, más espléndida es la vida. Esto es riqueza de vida. Esto es la vida en tecnicolor, en una gran pantalla, en lugar de solo blanco y negro.

Público: Así es como me siento, pero no sé muy bien cómo obtenerlo. Tengo miedos, inhibiciones, cosas que me hacen contenerme de–

Oh, bueno, planteamos las preguntas en las partes uno, dos y tres, y obtenemos las respuestas en la parte cuatro.

"Jesús tuvo una larga conversación con un joven que estaba temeroso y abatido. No pudiendo encontrar ánimo y consuelo en la relación con sus semejantes, este joven había buscado la soledad de las colinas; había crecido con un sentimiento de desamparo e inferioridad. Estas tendencias naturales se habían visto acrecentadas por las numerosas circunstancias difíciles que el muchacho había sufrido a medida que crecía, principalmente la pérdida de su padre cuando tenía doce años. Al encontrarse con él, Jesús le dijo: '¡Saludos, amigo mío!, ¿por qué estás tan triste en un día tan hermoso?. Si ha sucedido algo que te aflija, quizás pueda ayudarte de alguna manera. En todo caso, es para mi un placer ofrecerte mis servicios'."

"El joven estaba poco dispuesto a hablar, por lo que Jesús intentó otra manera de acercarse a su alma, diciendo: 'Comprendo que subas a estos montes para huir de la gente; por eso es natural que no quieras conversar conmigo, pero me gustaría saber si te son familiares estas colinas. ¿Conoces la dirección de estos senderos?. ¿Y podrías quizás indicarme cuál es el mejor camino para ir a Fénix?'. El joven conocía muy bien aquellas montañas, y se interesó tanto en mostrar a Jesús el camino de Fénix, que dibujó en la tierra todos los senderos, explicándolos con todo detalle. Pero se quedó sorprendido y lleno de curiosidad cuando Jesús, después de decirle adiós y de hacer como el que se iba, se volvió repentinamente hacia él diciendo: 'Sé muy bien que deseas quedarte a solas con tu desconsuelo; pero no sería ni amable ni justo por mi parte recibir de ti una ayuda tan generosa para encontrar el mejor camino de llegar a Fénix, y luego alejarme despreocupadamente sin hacer el menor esfuerzo por responder a tu petición de ayuda y orientación para encontrar el mejor camino hacia el destino que buscas en tu corazón mientras permaneces aquí en la ladera de la montaña'."

Saben, él haría cualquier cosa para ayudar a una persona, ¿no es así? Se haría el tonto y el humilde para poder crear esa oportunidad de aceptar ayuda, que a su vez le daría la oportunidad de ayudar. Y digo una vez más, vaya un hombre de negocios.

Público: Tacto.

"'Al igual que tú conoces muy bien los senderos que conducen a Fénix, por haberlos recorrido muchas veces, yo conozco bien el camino de la ciudad de tus esperanzas frustradas y de tus ambiciones contrariadas. Y puesto que me has pedido ayuda, no te decepcionaré'. El joven se quedó prácticamente atónito, y apenas logró balbucear: 'Pero... si no te he pedido nada'. Entonces Jesús, poniéndole suavemente la mano en el hombro, le dijo: 'No, hijo, no con palabras, pero apelaste a mi corazón con tu mirada anhelante. Hijo mío, para el que ama a sus semejantes hay una elocuente petición de ayuda en tu actitud de desaliento y desesperación. Siéntate a mi lado mientras te hablo de los senderos del servicio y de los caminos de la felicidad, que conducen desde las penas del yo a las alegrías de las actividades afectuosas en la fraternidad de los hombres y en el servicio del Dios del cielo'.'"

"En aquel momento el joven sentía muchos deseos de hablar con Jesús, y se arrodilló a sus pies suplicándole que lo ayudara, que le mostrara el camino para escapar de su mundo de penas y fracasos personales. Jesús le dijo: 'Amigo mío, ¡levántate! ¡Ponte de pie como un hombre! Puedes estar rodeado de enemigos mezquinos y muchos obstáculos pueden retrasar tu marcha, pero las cosas importantes y reales de este mundo y del universo están de tu parte. El Sol sale todas las mañanas para saludarte exactamente igual que lo hace para el hombre más poderoso y próspero de la Tierra. Mira — tienes un cuerpo fuerte y músculos poderosos — tus facultades físicas son superiores a la media'.

"Por supuesto, todo eso no sirve prácticamente para nada mientras te quedes aquí sentado en la ladera de la montaña lamentándote de tus desgracias, reales o imaginarias. Pero podrías hacer grandes cosas con tu cuerpo si quisieras apresurarte hacia los lugares donde hay grandes cosas por hacerse. Tratas de huir de tu yo infeliz, pero eso no es posible. Tú y los problemas de tu vida son reales; no puedes huir de ellos mientras estés vivo. Pero mira además, tu mente es clara y capaz. Tu cuerpo robusto tiene una mente inteligente que lo dirige. Pon tu mente a trabajar para resolver sus problemas; enseña a tu intelecto a trabajar para ti. No te dejes dominar por el miedo como un animal sin discernimiento. Tu mente debería ser tu valiente aliada en la resolución de los problemas de tu vida, en lugar de ser tú, como lo has sido, su abyecto esclavo atemorizado y el siervo de la depresión y de la derrota. Pero lo más valioso de todo, tu verdadero potencial de realización, es el espíritu que vive dentro de ti; él estimulará e inspirará tu mente para que se controle a sí misma y active a tu cuerpo si deseas liberarlo de las cadenas del miedo; así permitirás que tu naturaleza espiritual comience a liberarte de los males de la indolencia, gracias a la presencia y al poder de la fe viviente. Verás entonces cómo esta fe vencerá tu miedo a los hombres mediante la presencia irresistible de ese nuevo y predominante amor por tus semejantes que pronto llenará tu alma hasta rebosar, porque en tu corazón habrá nacido la conciencia de que eres un hijo de Dios."

"En este día, hijo mío, has de nacer de nuevo, restablecido como un hombre de fe, de valor y de servicio consagrado a los hombres por amor a Dios. Cuando te hayas reajustado así a la vida, dentro de ti mismo, también te habrás reajustado con el universo; habrás nacido de nuevo — nacido del espíritu — y en adelante toda tu vida será una consecución victoriosa. Los problemas te fortificarán, las decepciones te espolearán, las dificultades serán un desafío y los obstáculos, un estímulo. ¡Levántate, joven!. Di adiós a la vida de temores serviles y de huidas cobardes. Regresa rápidamente a tu deber y vive tu vida en la carne como un hijo de Dios, como un mortal dedicado al servicio ennoblecedor del hombre en la Tierra, y destinado al magnífico y perpetuo servicio de Dios en la eternidad."

Público: Es una verdadera obra maestra.

Le lanzó hacia el ascenso al Paraíso.

Veamos lo que los griegos tenían que decir al respecto.

Público: ¿En qué página está?

Página 1777, el segundo año de la Guerra Revolucionaria.

"El esfuerzo por conseguir la madurez necesita trabajo, y el trabajo requiere energía. ¿De dónde viene el poder para realizar todo esto? Las cosas físicas se pueden dar por sentadas, pero el Maestro bien ha dicho que 'No sólo de pan vive el hombre'."

El pan de la señora Stephen se acercaría, pero–

Público: Risas.

"Una vez que se posee un cuerpo normal y una salud razonablemente buena, debemos buscar a continuación aquellos atractivos que actuarán como estímulo para hacer surgir las fuerzas espirituales dormidas del hombre. Jesús nos ha enseñado que Dios vive en el hombre; entonces, ¿cómo podemos inducir al hombre a que libere estos poderes de la divinidad y de la infinidad que están ligados en su alma? ¿Cómo induciremos a los hombres a que dejen paso a Dios y Éste pueda brotar para refrescar nuestras propias almas mientras transita hacia el exterior, y luego sirva al propósito de iluminar, elevar y bendecir a otras innumerables almas? ¿De qué manera puedo despertar mejor estos poderes latentes para el bien que yace dormido en vuestra alma? De una cosa estoy seguro: la excitación emocional no es el estímulo espiritual ideal. La excitación no aumenta la energía; más bien agota las fuerzas de la mente y del cuerpo. ¿De dónde viene pues la energía para hacer estas grandes cosas? Observad a vuestro Maestro. En este mismo momento se encuentra allá en las colinas, llenándose de fuerza, mientras nosotros estamos aquí gastando energía. El secreto de todo este problema está envuelto en la comunión espiritual, en la adoración. Desde el punto de vista humano, se trata de combinar la meditación y la relajación. La meditación pone en contacto a la mente con el espíritu; la relajación determina la capacidad para la receptividad espiritual. Este intercambio de la debilidad por la fuerza, del temor por el valor, de la mente del yo por la voluntad de Dios, constituye la adoración. Al menos, el filósofo lo ve de esta manera."

"Cuando estas experiencias se repiten con frecuencia, se cristalizan en hábitos, en unos hábitos de adoración que dan fuerzas, y estos hábitos se traducen con el tiempo en un carácter espiritual, y este carácter es reconocido finalmente por nuestros semejantes como una personalidad madura. Al principio, estas prácticas son difíciles y llevan mucho tiempo, pero cuando se vuelven habituales, proporcionan descanso y ahorro de tiempo a la vez. Cuanto más compleja se vuelva la sociedad, cuanto más se multipliquen los atractivos de la civilización, más urgente será la necesidad, para los individuos que conocen a Dios, de adquirir estas prácticas habituales protectoras destinadas a conservar y aumentar sus energías espirituales."

Estas dos afirmaciones siempre han sido complementarias para mí. El consejo personal de Jesús al joven, y la filosofía de Rodán acerca de exactamente lo mismo.

(Corte en la cinta).

Esta discusión sobre paradojas humanas recorre todo el libro. Podría asemejarse al problema de la cuerda que hay entre el espiritualismo y el laicismo, entre tener valor y no tener orgullo. Carecer de orgullo implica la deprimente imagen de un ego desinflado. Y un ego desinflado se puede describir mejor asemejándolo a un auto con los cuatro neumáticos desinflados. Un auto así no sirve casi para nada.

El problema es la presión del aire. ¿Cómo obtenemos la presión suficiente en esos neumáticos de modo que el auto se mueva y marche bien? Esto significa que los bombeamos con orgullo. Pero siempre existe el peligro de que bombeemos demasiado y hagamos explotar los neumáticos por un exceso de amor hacia nosotros. Se necesita un poco de orgullo para que una persona se mantenga en pie.

Fue necesario algo de orgullo para que Van se enfrentara a Caligastia y a Daligastia, y más tarde también a Lucifer. Hizo falta verdadero valor, y hay un componente de orgullo en ese valor.

Carecer por completo de orgullo implicaría ser totalmente inútil como finalitario potencial. Un hijo no es un esclavo servil. Un hijo puede enorgullecerse de ser miembro de su familia. Un finalitario no es una marioneta de Dios; un finalitario es un socio de menor rango respecto a un socio de mayor rango. Hay una dignidad implícita en una relación entre socios. No importa lo pequeño que sea uno de los socios y lo grande que pueda ser el otro.

Cuando investimos a un animal de una personalidad compleja, que realmente puede elegir, que realmente tiene libre albedrío. Cuando respaldamos esto con una parte de divinidad absoluta– absoluta en términos de calidad, aunque menos que absoluta en términos de cantidad–divinidad sin diluir y sin disminuir, este individuo está tan bien equipado que podría contemplarse a sí mismo y decir "vaya, ¿no soy maravilloso?" Es algo muy parecido a uno de los administradores, o mejor aún, llamémosles vicepresidentes. Un gran magnate se fue de viaje. Dio a cada uno de sus vicepresidentes varios millones de dólares y les dijo, ya está bien, muchachos, multipliquemos las ganancias. Supongamos que el vicepresidente ve esos millones de dólares no como fideicomisario sino como propietario, y siente un gran orgullo por esos fondos que simplemente se le han confiado.

Cómo podemos tener confianza en nosotros mismos y al mismo tiempo darnos cuenta de que esta riqueza de la naturaleza de la personalidad y del espíritu no es nuestra en virtud del hecho de que nos la hayamos ganado. Se nos ha dado. Es gratis. Si podemos darnos cuenta de que se nos ha confiado, entonces podemos tener confianza sin demasiado orgullo. La gran humildad puede estar vinculada a un gran valor. De eso trata la presión correcta de aire para los neumáticos del auto.

"La economía universal está basada en el consumo y la producción; durante toda la carrera eterna nunca encontraréis la monotonía de la inacción o el estancamiento de la personalidad. El progreso es posible gracias al movimiento inherente, el avance surge de la capacidad divina para la acción, y la consecución es hija de la aventura imaginativa. Pero en esta capacidad para alcanzar los objetivos se encuentra de manera inherente la responsabilidad de la ética, la necesidad de reconocer que el mundo y el universo están llenos de una multitud de tipos diferentes de seres. Toda esta magnífica creación, incluido tú mismo, no ha sido hecha sólo para ti. Este universo no es egocéntrico. Los Dioses han decretado: 'Es más noble dar que recibir'."

Jesús lo expresó así: "Nos hace más felices dar que recibir."

"La economía universal está basada en el consumo y la producción; durante toda la carrera eterna nunca encontraréis la monotonía de la inacción o el estancamiento de la personalidad. El progreso es posible gracias al movimiento inherente, el avance surge de la capacidad divina para la acción, y la consecución es hija de la aventura imaginativa. Pero en esta capacidad para alcanzar los objetivos se encuentra de manera inherente la responsabilidad de la ética, la necesidad de reconocer que el mundo y el universo están llenos de una multitud de tipos diferentes de seres. Toda esta magnífica creación, incluido tú mismo, no ha sido hecha sólo para ti. Este universo no es egocéntrico. Los Dioses han decretado: 'Es más noble dar que recibir', y vuestro Hijo Maestro dijo: 'Aquel que quiera ser el más grande entre vosotros, que sea el servidor de todos'."

Pienso lo siguiente. Si estudiáramos los consejos de Jesús al senador romano respecto a las riquezas, obtendríamos un tipo peculiar de vara ética con la que medir nuestras dotaciones. El consejo de Jesús al romano no es capitalista, socialista, comunista, utópico o cualquier otra cosa. Es uno de los pronunciamientos sobre economía más originales que he leído en toda mi vida. ¿Lo recuerdan?

Público: No, no lo recuerdo.

Tiene que ver con grados de propiedad. Y es una afirmación asombrosa. Creo que ayuda. Jesús divide la riqueza en diez tipos: heredada, descubierta, comercial, injusta, del interés, debida al talento, accidental, robada, en depósito y ganada.

Público: ¿En qué página?

1462. En esta sección, sigue señalando los grados de propiedad que están vinculados a estos diferentes tipos de riqueza, y señala un principio; número 1, si es injusta, deshazte de ella, devuélvela.

Esto nos deja la riqueza justa, la riqueza honorable. Y luego señala que nuestro derecho a tener algo que decir en lo que se hace con ello está en proporción directa al esfuerzo empleando en la adquisición. Cuanto más hayamos hecho personalmente, más podremos decir sobre ello. Cuanto menos hayamos hecho, más se parecerá nuestra propiedad al fideicomiso.

Público: ¡Justo! Es muy justo.

Claro. Es algo proporcional. Jesús nunca dijo a los gemelos Alfeo, allí en el mar de Galilea, casi al final de su carrera morontial en la Tierra: "ahora, muchachos, salgan a predicar a las multitudes." Los envió de vuelta a las redes de pescar.

Pero a Pedro le dijo: "Pedro, sé un buen pastor. Alimenta a mi rebaño." Jesús había hecho una inversión en Simón Pedro, y quería que esa inversión rindiera.

En algún lugar de los documentos se hace esta afirmación: "¿Qué es la lealtad? No es sino una sensación de justicia. ¿Cómo podríamos recibir mucho y no dar nada?" ["¿Qué es la lealtad? Es el fruto de una apreciación inteligente de la fraternidad universal; uno no puede recibir mucho sin dar nada."]

Estos dones que hemos recibido de Dios no los hemos ganado. Fue un don de libre elección por parte de Dios. Podemos estar orgullosos de que pensara lo bastante en nosotros como para darnos estos dones, pero recibirlos debería crear en nosotros un sentimiento, primero de afecto hacia él y a cambio, y segundo de obligación. Cuanto más grande es el don para la persona–ya sea el Ajustador del Pensamiento de Divinington o las simples aptitudes humanas–, mayor es la obligación para esa persona. Al administrador, el vicepresidente que tiene cinco millones de dólares, se le hizo responsable por lo que pudiera ganar con cinco millones. El vicepresidente que tiene dos millones es responsable por lo que pueda ganar con dos millones.

De alguna manera, tiene más significado para mí cuando hablo de vicepresidentes y millones que de administradores y talentos.

Yo lo veo así: si un ser humano tiene algo, entonces debe algo. Debe algo al mundo en el que vive. Podemos tener este sentido de moralidad aquí abajo, en el nivel humano.

Consideren la herencia de un americano. Es una herencia muy rica. Hemos cosechado donde no hemos sembrado. Vivimos en una sociedad imperfecta, que a pesar de eso exige que los niños tengan educación. Si mis padres no hubieran creído en la educación, la sociedad me habría garantizado una mínima alfabetización. Me habrían garantizado lo suficiente de modo que, si realmente tenía hambre, yo por mi propia iniciativa podría haber salido y luchado para obtener más.

Vivimos en una sociedad que teoriza al menos la igualdad de la justicia. Eso está bien, aunque no la tengamos aquí. Pero al menos nos esforzamos en ello. Vivimos en una sociedad que dice que todos tenemos derecho a expresarnos libremente y a la libertad de culto. Ninguna de esas cosas nos las hemos ganado personalmente. Todo eso representa la herencia no ganada. Y digo una vez más, ¿cómo podemos recibir tanto y no dar nada?

Mirando atrás, ¿quien hizo esto posible? Bueno, unos pocos tipos grandes, pero un gran grupo de pequeñas personas que cooperaban, como nosotros. Se necesitó mucho apoyo de pequeñas personas para que las grandes personas hicieran estos avances. Y una vez más, retornemos la inversión. Siento una responsabilidad moral ante la sociedad y ante la civilización imperfecta a la que pertenezco. Una vez más, ¿cómo podemos recibir tanto y no dar nada? ¿Cómo podemos equilibrar el orgullo y el valor? ¿Cómo podemos equilibrar el altruismo y el egoísmo? Necesitamos un equilibrio. De nuevo, si carecemos totalmente de egoísmo, tenemos los cuatro neumáticos desinflados. No somos de utilidad para nadie. Y si tenemos un ego demasiado desarrollado, nuestros neumáticos estarán a punto de estallar, y tampoco seremos de mucha ayuda para nadie.

Cómo podemos caminar entre los dos–bien, volvamos a Jesús y a esa maravillosa sección sobre "El apogeo de la vida religiosa" de la tercera parte.

Usan palabras como estas: su fe era como la de un niño, pero no infantil. Hay mucha diferencia. Confiaba en Dios, pero no daba por hecho a Dios. En otras palabras: hacía lo que debía hacer, y confiaba en que Dios haría lo que Dios debía hacer y que él no podía hacer. Era valiente pero no temerario. Era compasivo pero no sentimental. Era estable pero no prosaico.

¿Cómo podemos llegar a una vida equilibrada? Esta es la única solución, creo, a la paradoja humana. De nuevo, en estos documentos admiran a Jesús no tanto porque fuera una cosa u otra, sino por la exquisita simetría, por el equilibrio de su carácter.

Era generoso, pero no tonto. Era frugal, pero no mísero. Era cauto, pero nunca cobarde.

Esto es algo en lo que hemos de trabajar cada uno. Estoy muy orgulloso de poderme llamar un hijo de Dios, un hijo humano de Dios. Estoy muy orgulloso del futuro que se despliega ante mí. Pero también me siento muy humilde, porque no me he ganado ni siquiera un poquito de todo eso.

Solo puedo tener crédito por la manera en que uso estos talentos. Si tengo algo de cerebro, no puedo tener ningún crédito por el cerebro. Nací con él. Los genes fueron buenos conmigo. Tampoco puedo ser crítico con alguien que dice, como dijo un superintendente, "¿me quiere usted decir que mi encargado salió a por una cerveza cuando el Todopoderoso repartió la inteligencia?" Y yo dije: "sí, así es."

No se le puede culpar. Los gemelos Alfeo lo hicieron lo mejor que pudieron. Esa, para mí, es la solución de la paradoja humana. ¿Podemos recibir? Alegremente. Y al recibir alegremente, ¿podemos dar generosamente? Aquí hay un ciclo. Cuanto más obtenemos, más damos. Cuanto más tenemos, más se espera de nosotros. Del maestro se espera más que del alumno. Y del amo, más que del sirviente.

Cuando nos sentimos tentados a magnificar nuestra propia importancia, si nos detenemos a contemplar la infinidad de la grandeza y la grandiosidad de nuestros Hacedores, nuestra propia autoglorificación se vuelve sublimemente ridícula, raya incluso lo humorístico.

Una de las funciones del humor es ayudarnos a tomarnos menos en serio.

"El humor es el antídoto divino contra la exaltación del ego."

Creo que una de las sesiones de risas más tristes que he tenido en mi vida estuvo en relación con un viaje a California. Había visto a este grupo y tenía después un fin de semana muy difícil en San Pablo Bay con una par de locos marines, colegas míos, que dirigían un periódico allí. Fue un fin de semana muy, muy perdido. Y de vuelta al Superjefe–casi pierdo el tren–me desplomé en la cama, porque había hecho de todo menos dormir. A la mañana siguiente me levanté y me miré en el espejo, y los acontecimientos del fin de semana estaban grabados en mi cara. Mis ojos parecían un par de ostras sangrientas flotando en un tazón de leche desnatada.

Público: Risas.

Y los pelos de la barba parecían especialmente poco atractivos. Parecía un fracasado. Parecía un tipo que debía ir a la escuela durante muchos años para llegar al nivel de los gemelos Alfeo. Y me puse a reír cuando pensé: "Willy, aquí estás, intentando ser san Policarpo para el movimiento del libro azul y, si esto es con lo que nuestros amigos invisibles tienen que trabajar, solo Dios sabe que lo tienen muy difícil aquí abajo, ¡lo tienen muy difícil!" Nunca me sentí tan humilde y con tan buen humor en toda mi vida. Jamás he olvidado aquel incidente.

Y tengo un sentimiento de enorme compasión hacia esas personas que no puedo ver y que estoy seguro de que crearon este libro. Sí que lo tiene difícil. Están desesperados. Salen a reclutar como hicimos nosotros durante la guerra. ¿Está caliente el cuerpo? ¿Puede hablar? Contrátale. Creo que puedo contarles esto sobre pruebas psicométricas. No es siempre cierto, pero bastante a menudo una persona que es una verdadera fanática religiosa tiene una puntuación extremadamente alta en motivación religiosa, y suspende nuestro tosco test de humor.

Público: ¿Suspende qué?

Humor. Del test de inteligencia social. ¿Conocen Moss? No es un test muy bueno, pero Dios, es el único que existe. Se toma a Dios muy en serio, y eso es maravilloso, pero luego se toma en serio a él mismo, y eso es horrible. Puedo verlo–atrasemos el reloj unos años. Veamos, eso nos lleva a 1459. Eso es.

Puedo verme de pie, con haces de leña apilados alrededor de las piernas, y un tipo con sonrisa de labios finos que dice: "Sadler, por el bien de su alma," y enciende la yesca. No quiero ser un mártir. Estoy dispuesto a serlo, pero van a tener que atraparme primero.

Para mí, esta es la manera de resolver esta paradoja humana.

Ejemplo: intenten esto alguna vez. Salgan cuando el cielo esté muy claro por la noche. Cuando puedan ver–siempre pienso en esa maravillosa ilustración de la vieja revista Life. Es un callejón del bajo East Side de Nueva York, mucho antes de que comenzaran a construir casas modernas. Hay dos niños en el callejón y hay colada tendida por todas partes. Están mirando el cielo nocturno y el niño está tomando la mano de la niña y le dice: "Dios, hermanita, mira las estrellas, son tan gordas como chinches."

Público: Risas.

Así que salgan una noche cuando las estrellas sean tan gordas como chinches, y comiencen a pensar en lo grandes que son. Consideren los años-luz de distancia. Consideren que cada una de esas pequeñas motas–con excepción de los planetas–es una estrella. Y la mayoría de ellas es mucho más grande que nuestro Sol. Consideren las vastas distancias que están contemplando. Consideren cuántos planetas hay. Cuánta gente hay en ellos. Cada uno de ellos con egos, cada uno de los cuales con sus paradojas que resolver, cada uno de ellos con su Ajustador, su personalidad y el Espíritu de la Verdad, y todo el equipamiento que brilla tanto. Consideren lo pequeño que es el universo que están contemplando.

Consideren cuánto más hay del universo que no podemos ver. Y sigue y sigue. Consideren que hay medio millón de años-luz de aquí a Uversa, lo que significa que debe haber otro medio millón de Uversa hasta los márgenes exteriores de Havona.

Consideren todo lo que puedan considerar. Elévenlo al cuadrado, al cubo, a la cuarta potencia. Deténganse a pensar que toda esta enorme imagen que están intentando construir en su mente no es más que el detalle mínimo de la revelación de un Dios infinito. Cuando contemplen esto, comenzarán a encogerse.

No pueden resistir esto mucho tiempo. Entren rápido antes de desaparecer. Siguen haciéndose más y más pequeños, y menos y menos importantes. ¿Me siguen? Pónganse bajo techado, donde puedan sentir de nuevo que tienen un tamaño normal. Porque creo que podrían desvanecerse completamente si siguen con ese proceso el tiempo suficiente.

Esto es bueno para el ego, también. Aquí están, pavoneándose alrededor de la bola de lodo, como un pequeño mosquito, chillando con una voz diminuta, soy importante, soy importante, soy importante, soy importante . ..

La paradoja humana, creo, es una cuestión de estar cuerdo. Y la cordura se define como la disposición ordenada de los sistemas mentales. En otras palabras: si tenemos el Ajustador que opera como núcleo controlador de nuestro vehículo vital, vamos a estar bastante cuerdos, porque tenemos un átomo estable allí. Podemos hacer girar nuestro ego alrededor del Ajustador como un electrón orbital, pero no podemos hace girar el Ajustador alrededor de nuestro ego como núcleo humano. Las masas son demasiado desproporcionadas. Si lo intentáramos–¿Pregunta?

Público: Perdone. Acaba de decir que todos estamos un poco perturbados.

Oh, desde luego.

Público: ¿Estamos todos (ininteligible)? ¿Está de acuerdo este libro en que estamos todos?–

No, es una idea mía. Incluso como Pablo, algunas cosas las enseño por mandato, otras con permiso.

Público: Risas.

No le pongas bozal al buey mientras esté trillando. No, creo que todos estamos un poco perturbados. No pensamos realmente–creo que Jesús estaba cuerdo, completamente cuerdo. No creo que nadie haya logrado ese nivel de cordura. En otras palabras: Jesús veía claramente. Jesús veía dónde estaban los valores. Estaba completamente cuerdo. Ahora bien, creo que logramos un grado relativo de cordura, lo que significa que estamos relativamente perturbados, porque si somos menos que totalmente cuerdos, estamos parcialmente perturbados. La cordura real significa, en parte, menos racionalización. La racionalización no es sino mentirse a uno mismo, o encontrar buenas razones para hacer cosas malas. ¿Saben? Es un engaño interior. Significa menos proyección. Es como expresar una crítica más honesta de los propios defectos y criticar menos los defectos cuando se descubren en otras personas.

Público: ¿Cómo podemos ser honestos con nosotros mismos, completamente?

No pueden. Es un ideal. Aquí estoy describiendo un ideal. No creo que ninguno de nosotros pueda lograrlo, pero eso no significa que no nos esforcemos en ello. Una vez más, creo que aquí es donde entra el humor. Justo para cuando piensen que están realmente cuerdos, que quizá deberían tener un "san" pegado en la frente, echen un vistazo al espejo, ríanse y pongan de nuevo los pies en la tierra, ¿saben lo que quiero decir? El humor, junto con la oración y la adoración, son las herramientas de la cordura. Creo que hay una afirmación terriblemente buena justo antes de "La paradoja humana" en la página 1221. Dicen: "Este hecho de elegir la voluntad del Padre es el descubrimiento espiritual del Padre espíritu por parte del hombre mortal, aunque tenga que transcurrir una era antes de que el hijo creado pueda estar verdaderamente delante de la presencia real de Dios en el Paraíso. Esta elección no consiste tanto en la negación de la voluntad de la criatura — 'Que no se haga mi voluntad sino la tuya' — sino más bien en la afirmación categórica de la criatura: 'Es mi voluntad que se haga tu voluntad'."

Me parece que gran parte de esta paradoja de la criatura, de esta paradoja humana, puede resolverse si estamos muy seguros de Dios. Si estamos seguros de Dios, y seguros de su amor, y si tenemos bastante madurez para no darlo por hecho, simplemente confiamos en él, creo que en la relación Padre-hijo tenemos la mejor cura para esta paradoja humana. Sabemos que somos criaturas. Somos de un orden diferente de seres. No somos su igual, simplemente estamos hechos parcialmente a su imagen. Y así mantenemos las cosas en proporción.

(Corte en la cinta).

Un mamífero y un Ajustador del Pensamiento no tienen nada en común. Y el hombre está atrapado en medio, porque la naturaleza humana afecta tanto a la naturaleza mamífera como al espíritu residente, indirectamente.

Pero de nuevo, se trata de mamíferos. Tenemos potencial espiritual. No lo sé. Me parece que la gente tiende a moverse en una de las dos direcciones. O bien abandonan el lado espiritual y simplemente disfrutan siendo mamíferos–y me temo que mucha gente está simplemente reaccionando al simple impulso mamífero para vivir–o se vuelven verdaderos quisquillosos por otro lado, y algo–¿quién fue el que fundó la Iglesia Metodista? ¿Fue Wesley?

Público: Wesley–

Wesley. Sí. Intentan la santidad en esta vida. Y creo que al intentar la santidad en esta vida, nos vamos a enredar como un pretzel. O sea, pienso que acabamos siendo una especie de monstruos. Porque estamos intentando ser una rana, pero no somos ranas. Somos renacuajos.

Igual es que soy un poco duro de mollera, pero no acabo de ver la razón de todo este ruido y gritos acerca de ello. Porque me siento alegre de ser un mamífero. Me siento ilusionado ante la idea de ser finalitario. Sé que estoy en medio. Y los dos extremos están haciendo que yo juegue en medio. Y me río pensando en ello, y no puedo estar más ilusionado. Personalmente, no veo este problema en mi propia vida. Quizá estoy ciego. Sé que soy un mamífero. La anatomía comparada me ha convencido de ello. Hace un tiempo hice alguna que otra disección. Y me siento emparentado con Dios. La paradoja, para mí, es divinamente humorística. Es graciosa. No es trágica. Es simple y condenadamente graciosa. Puedo reírme de la paradoja.

Público: También es fascinante.

Sí, lo es.

Público: Bueno, ¡yo creo que es emocionante!

Quiero decir que hay tanto–lo veo en mí mismo, y lo veo en mis semejantes–hay tantas cosas fantásticas, grandes y nobles en la humanidad, y tantas cosas que son simplemente malditas tonterías.

Creo que algunas personas establecen estándares que son sencillamente irreales. Y ellos–creo que la gente confunde las costumbres y convenciones con la moral.

Público: Oh, sí.

Un estudiante de historia–incluso un estudiante informal de historia–está obligado a desarrollar cierta sofisticación en su actitud hacia las costumbres y convenciones, o hacia las costumbres de la tribu en la que le ha tocado vivir. Me ha tocado vivir en una tribu del medio oeste americano. Y tenemos nuestras costumbres y convenciones.

Momentos y lugares diferentes proporcionan diferentes estándares de conducta. Y surgen sentimientos de culpa, psicológicamente, cuando se transgreden las costumbres y convenciones. Esto no significa necesariamente la culpa que acompaña al pecado, que los documentos definen específicamente como deslealtad consciente. Pero nos sentimos incómodos si vamos contra las costumbres y convenciones de nuestro tiempo y lugar. Si es que creemos en esas costumbres y convenciones.

No estoy tan preocupado por la cita "lujuria de la carne" -y la palabra lujuria significaba algo bastante diferente cuando se empleó en la traducción; significaba deseo.

Pienso que la gente establece ideales que no son realistas. Y luego fallan. Toman un ideal y dan por hecho que es una idea. Y no lo es.

Una idea es un plan validado para actuar. Podríamos ejecutar una idea. Un ideal es otra cosa. No se puede ejecutar hasta que ha sido traducida y promocionada hasta el nivel de una idea. Hasta ese momento, es simplemente un sueño sobre un plan para actuar. Es algo que podría estimular la conducta, pero que no puede guiar la conducta.

Creo que si llevamos nuestros ideales al nivel de las ideas, entonces podemos llevarlos a cabo. No podemos llevar a cabo un ideal exactamente. Podemos intentarlo, pero vamos a fracasar. Aquí, creo yo, es donde decimos: bueno, hemos caído. Mea culpa, mea culpa. Traigan el cilicio y las cenizas. No creo que esto sea vivir de manera realista. Creo que hay una posibilidad de desarrollar, a partir de este libro azul, una religión que este mundo no ha visto jamás. Una religión llena de buen humor. Una religión que está llena de la alegría de la existencia. Una religión totalmente desprovista de miedo sobre la naturaleza teológica o espiritual.

Una religión que la gente lleva puesta de manera informal pero seria. Una religión benévola en su tolerancia, en su fuerza controlada. Una religión que no tiene nada que ver con ningún día de la semana. Una religión que permea todo el ser humano, veinticuatro horas al día. Una religión que se trata de manera familiar y amigable. Una religión que es parte del ser humano.

Una religión inseparable de la filosofía, de la ética, de la moralidad, de la economía, del pensamiento político y de todo lo demás. Una religión que cala en todos los niveles de la personalidad humana hasta que se hace indistinguible de toda la esencia social de ese ser humano.

Esta, para mí, es la religión que atrae. Esta, para mí, es la religión que no abunda en la historia humana.

¿Recuerdan el gobierno de un planeta vecino? No tienen iglesias en absoluto. He aquí un mundo que ha evolucionado hasta el punto en que están por delante de nosotros, al menos social, económica y políticamente. Todavía no ha aparecido ninguna iglesia en esa sociedad. Eso me intriga. Eso me intriga. ¿Qué piensan sobre esta idea de religión?

Es una religión que nos resulta simpática. Es una religión en la que no elegimos con precaución. La respiramos como si fuera aire. La bebemos como si fuera agua. Es una parte normal del vivir. Es real. No es algo que esté desvinculado, compartimentado o apartado. Es algo que es tan parte de nuestra vida que nos sentimos relajados con ella. Es algo familiar. Nos sentimos relajados con ella como con nuestra ropa vieja. Es algo amigable, familiar, cálido. No es algo con lo que nos sintamos avergonzados o valientes. Es algo que simplemente somos.

He aquí un pensamiento sobre religión. ¿Podemos tener religión sin clero?

Público: Sí.

Creo que soy de las personas menos parecidas a un obispo que se han conectado con un movimiento religioso. Soy totalmente seglar. Y cualquier otra cosa distinta me resulta repulsiva. ¿Podemos tener algo como esto sin tener sacerdotes ni ministros?

Jesús comenzó con un puñado de pescadores.

Público: Era seglar.

Era seglar.

Público: Un carpintero.

Y ni uno solo de los apóstoles se había graduado en un seminario teológico. ¿Es posible que podamos hacer esto con los asuntos del libro azul? O si hemos de tener algo, podríamos al menos ser tan sabios como lo fueron en el territorio de Israel, cuando exigieron que cada rabino aprendiera un oficio. Pablo era fabricante de tiendas de profesión. Al menos de esta forma el rabino se mantiene en contacto con la realidad. Los pocos ministros que he conocido que realmente me han atraído–bueno, más de la mitad tenían esta cualidad. Entraron en el ministerio tarde, después de haber sido hombres de negocios de mucho éxito. Y había algo muy auténtico en todos esos tipos.

Conocí a un sacerdote episcopaliano en Hudson (Ohio), que había sido organizador de fiestas de un agente de seguros y entró en el ministerio con 40 años. Le conocí cuando él tenía 50 años. Dios, ese tipo hablaba de manera auténtica, ¿saben?

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