Apéndice I. Antecedentes del universo maestro

   
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APÉNDICE I

ANTECEDENTES DEL UNIVERSO MAESTRO

La Primera Era del Universo

Las relaciones fuente en la eternidad

La Era Cero

El concepto pre-Cero

Antes del pre-Cero

Nota al pie: la secuencia reversible de la eternidad

Tendemos a considerar el universo maestro como una "empresa en marcha", como algo que ha estado ahí durante mucho tiempo y que seguirá estando ahí durante mucho tiempo. Esta es una forma muy legítima de considerar el universo maestro; es una creación duradera. En su centro está la Isla estacionaria y el universo de la perfección eterna. Vivimos en el borde exterior de uno de los superuniversos que lo rodean y que evoluciona lentamente hacia la perfección. Más allá de nosotros, en las regiones del espacio exterior, están los nuevos universos de las eras futuras, extensas creaciones físicas que se están organizando para los desarrollos de las eras futuras. Todavía más lejos, en las regiones más remotas del espacio exterior, la creación física comienza a disminuir hasta que finalmente no hay nada sino la quietud del espacio vacío en los sectores más alejados de la creación maestra.

El universo maestro ha estado ahí durante mucho tiempo y estará ahí durante toda la eternidad futura, pero no siempre ha sido tan extenso como lo es ahora. Si pudiéramos retroceder en el tiempo, se encogería; sería más pequeño. Cuanto más retrocediéramos en el tiempo, menos materia física habría (estrellas y nebulosas) en las regiones del espacio exterior. Al final podríamos retroceder tanto en el pasado que descubriríamos que no había nada en el espacio exterior, nada fuera de los siete superuniversos excepto espacio vacío.

En ese momento lejano del pasado, incluso los superuniversos estarían "dispersos". Las estrellas serían mucho menos numerosas que ahora. Estamos pensando en el pasado de los superuniversos hace mucho tiempo, antes del comienzo de toda actividad física en el espacio exterior. Y podríamos pensar en retroceder aún más en el tiempo.

Si seguimos viajando conceptualmente hacia atrás en el tiempo, los universos seguirían dispersándose, seguirían encogiéndose. Podríamos pensar finalmente en un punto del pasado en el que hubiera comparativamente pocas estrellas, pocas nebulosas en los superuniversos; cuando casi todo era espacio vacío. Y no muy lejos de ese punto, en el pasado remoto, no habría nada en el nivel espacial de los superuniversos que, como los (entonces) niveles del espacio exterior, estarían vacíos de toda creación material.

Hasta ahora hemos viajado conceptualmente hacia atrás, hacia un tiempo anterior al comienzo de la era actual del universo. Hemos retrocedido hacia un punto en el tiempo que los Documentos describen como "casi la eternidad"  23:1.1 y como "los albores del tiempo"  23:1.3) ¿Hemos vuelto al tiempo pasado que precede al comienzo del universo maestro? La respuesta es "no", pero hemos recorrido todo el camino de vuelta hacia el núcleo eterno del universo maestro. Hemos retrocedido hasta un punto en el tiempo en el que no había nada sino espacio vacío en las regiones externas al universo central (probablemente en esos días no se llamaría el universo "central", sino "el" universo) Y de ahí en adelante, no importa lo mucho que intentemos retroceder conceptualmente, las cosas serían siempre igual; nada cambiaría; siempre estaría el Paraíso en el centro y Havona a su alrededor. No importa lo lejos que retrocedamos, seguiría sin cambiar; es el corazón eterno, el núcleo sin comienzo del universo maestro. Este es el sistema eterno Paraíso-Havona, sin origen en el tiempo.

El concepto del universo maestro es eterno; vive para siempre en la mente de los Arquitectos Maestros. Estos seres son superinfinitos, los "programas" vivientes de todo el plan de Dios para la creación maestra total  31:9.1

La realidad del universo maestro echa sus raíces en la eternidad pasada, en la existencia sin comienzo de Havona  8:1.9 Su primera expresión fue la perfección de Havona en la Primera Era del Universo  14:0.1 Su siguiente expresión es la Segunda Era del Universo (la era actual), en la que los superuniversos del tiempo entran en relación con el universo perfecto y central de la eternidad para constituir el gran universo de perfección evolutiva y creciente  0:1.8 Su expresión final está relacionada con los ahora deshabitados universos exteriores y su relación futura con el gran universo. Estas creaciones físicas en movilización del espacio exterior no están ni habitadas ni organizadas; rodean al gran universo actualmente habitado y organizado ( 0:1.8 y 11;  0:2.18; Apéndice III, sección 3)

En este Apéndice, es nuestra intención examinar los antecedentes del universo maestro. Nos proponemos comenzar este examen del pasado cuando no había más que espacio vacío más allá de Havona. Esto es, Havona en la Primera Era del Universo. Si podemos pensar en los albores del tiempo, entonces podemos intentar retroceder más, antes del tiempo mismo, en la eternidad pasada. Podemos intentar imaginar las condiciones que podrían haberse dado "antes de" Havona. Ideas como "antes de la aparición de Havona" no serían realidades objetivas, pero podrían seguir siendo conceptos válidos. Los Documentos las encuentran útiles para considerar el concepto de un "tiempo" anterior a la existencia de Havona, un "tiempo" previo a la existencia del Espíritu Infinito  8:1.4, 8:1.10

1. LA PRIMERA ERA DEL UNIVERSO

Si nos quedamos en la realidad objetiva, no importa lo mucho que retrocedamos en el tiempo con la mente, el núcleo más interno del universo maestro (el universo central y divino) está siempre ahí; es eterno  14:0.1 Esta creación modelo de perfección divina es tan eterna como el Espíritu Infinito, la Tercera Persona de la Deidad  8:1.8 Se eterniza por la voluntad del Padre-Hijo a través del Dios de Acción, el Espíritu Infinito (p.91:1), que se eterniza al mismo tiempo que aparece esta creación central (p.91:5)

Cuando hablamos de Havona en la Primera Era del Universo, ¿qué queremos decir en realidad con este concepto? El concepto de universo central es algo bastante distinto a la historia de Havona que se cuenta en los Documentos. Los Documentos describen Havona en la era actual, la Segunda Era del Universo, y han pasado muchas cosas en Havona durante esta era. Supongamos que examinamos la creación central como existió una vez, en la Primera Era del Universo. Podríamos considerar primero la estructura física del universo central, y después examinar las actividades de la personalidad en el Havona de la Primera Era (Vean también el Apéndice VI, 3. Paradojas del estatus de Havona)

1-A. ESTRUCTURA FÍSICA DEL HAVONA DE LA PRIMERA ERA

La mejor descripción de la estructura física del universo central se da en los Documentos en la página 152, párrafos del 3 al 11 14:1.1. Aquí se nos da una imagen simplificada de Havona con tres elementos principales: los satélites del Paraíso, los circuitos de Havona y los cuerpos gravitatorios oscuros. ¿Cómo describimos estas creaciones físicas en la Primera Era del Universo?

(a) Los tres circuitos de satélites del Paraíso. Estos tres circuitos están en las regiones cercanas del Paraíso y cada circuito contiene siete mundos: los mundos del Padre, los mundos del Hijo y los mundos del Espíritu 13:0.1Se nos informa que cada uno de estos tres grupos de siete mundos "está eternizado de manera diferente"  13:0.2 Esto debe significar que tienen diferentes "orígenes" en la eternidad. Parece paradójico, pero exploraremos un concepto muy parecido a este en la próxima sección de este Apéndice. Este diferencial de estatus en la eternidad podría simbolizarse con el hecho de que tanto el Paraíso como Havona están iluminados por la luminosidad espiritual de los mundos del Padre y los mundos del Hijo  13:0.3, pero los mundos del Espíritu no iluminan el Paraíso (solo Havona)  13:0.5 Como observaremos más adelante (vean el punto 2), el Padre y el Hijo pueden considerarse algo más eternos que el Espíritu Infinito.

La construcción material de estos satélites del Paraíso no se parece a nada más en toda la creación  13:0.2 Los siete mundos del Hijo son iguales en naturaleza física, pero cada uno de los otros 14 es único (Ibíd.) Esto significa que hay 15 diferentes tipos de materialización totalmente desconocidos para nosotros.

(b) Los siete circuitos de los mundos de Havona. Cuando pensamos en la creación central, normalmente pensamos en los siete circuitos planetarios de Havona, en cuya trayectoria mil millones de esferas perfectas rodean a la Isla del Paraíso  14:1.9 Todos esos mundos están hechos de una materialización de energía denominada "triata"  14:3.6; 42:2.16 Es una forma de materia física, pero no del tipo que conocemos; no es como la materia física de la que están hechos los universos del espacio y el tiempo. Esos mil millones de esferas habitadas estaban presentes en el Havona de la Primera Era.

(c) Los dos circuitos de cuerpos gravitatorios oscuros. Estos cuerpos espaciales únicos rodean el límite exterior de Havona. Son tan enormes que la ocultan de las creaciones exteriores  14:1.14; p.154:1-3) Su constitución física y sus propiedades físicas son únicas en el universo maestro  11:8.7 Estas materializaciones únicas estaban presentes en el Havona de la Primera Era.

Esta es la imagen física del Havona de la Primera Era. Por lo que nos dicen, la Segunda Era del Universo solo ha producido un cambio de naturaleza física en Havona; en la Segunda Era, la supervisión del poder del universo central estaba integrada con la supervisión del poder de los superuniversos  29:1.3; esto supuso estacionar ciertos centros del poder en los mundos del Espíritu (p.321:4) Cuando comparamos el Havona físico de "ayer" con el Havona físico de "hoy" parece que ha habido pocos cambios; pero cuando se trata de las actividades de la personalidad hay muchas cosas que cambian.

1-B. LAS ACTIVIDADES DE LA PERSONALIDAD EN EL HAVONA DE LA PRIMERA ERA

Havona en la Primera Era debe haber sido un universo completamente existencial; no podía contener nada de naturaleza experiencial (real) Lo más que podemos determinar es que los Siete Espíritus Maestros fueron las primeras personalizaciones de la deidad experiencial  10:2.7 Esto significa que los Siete Espíritus Maestros no estuvieron presentes en el Havona de la Primera Era; y si no estuvieron presentes, entonces tampoco lo estuvieron todas las huestes de creadores y criaturas cuyos orígenes fueron posteriores al origen de los Espíritus Maestros. Con esto en mente, exploremos las actividades probables que podrían haber caracterizado a Havona en la Primera Era del Universo:

(a) Los mundos del Padre. Los siete mundos del Padre existían y eran administrados entonces (y ahora) por los Secretos Trinitizados de la Supremacía 18:1.1Sin embargo, las actividades de esos mundos deben haber sido muy diferentes comparadas con las de ahora. Consideremos la Primera Era. ¿Qué sucedía en Ascendington cuando no había ascendentes? (147.2–4) 13:1.21–23 No había serafines para atravesar los círculos de Serafington (441.1–2) 39:8.7–8 porque no había Espíritus Creativos o universos locales en la Primera Era. No había Mensajeros Solitarios (256.3–4) 23:1.1–2 ni Directores del Poder  29:0.10 que estuvieran domiciliados en Solitarington  13:1.15 Si ninguno de esos Hijos Descendentes de Dios existían (porque todos ellos deben ser posteriores a los Espíritus Maestros), ¿cuáles eran los seres que estaban domiciliados en Sonarington?  13:1.7 Entonces, como ahora, Divinington era sin duda el hogar de los fragmentos del Padre (144.4–5) 13:1.4–5, pero ningún Ajustador del Pensamiento había salido para residir en un ser humano (no había seres humanos) Se nos informa de que las relaciones del Padre con el mundo sí que cambian con el paso de las eras del universo  13:2.5 En la Primera Era deben haber diferido enormemente de la historia que se nos ha contado respecto a sus actividades en la era actual. En futuras eras del universo, sin duda estas relaciones seguirán cambiando.

(b) Los mundos del Hijo. Tenemos poca información sobre los mundos del Hijo. Se nos dice que las personalidades no visitan estos mundos, hogar de "seres que no son personales" con origen en el Hijo Eterno 13:3.1 Por lo que sabemos, la transición de la Primera a la Segunda Era supuso poco o ningún cambio en las actividades de estas esferas. Pero eso no significa que no pudiera haber cambios considerables; simplemente significa que virtualmente no tenemos información sobre los mundos del Hijo.

(c) Los mundos del Espíritu. Cuando consideramos las actividades de los mundos del Espíritu y comparamos la Primera Era con la Segunda, hay grandes diferencias. Estos siete mundos son ahora la morada ejecutiva de los Espíritus Maestros (150.2–6) 13:4.1–5; cada uno es el centro administrativo de información para uno de los superuniversos; cada mundo tiene como responsable a uno de los Siete Ejecutivos Supremos  17:1.1 Pero en la Primera Era no había Espíritus Maestros  10:2.7 17:5.3 26:2.6, ni tampoco Ejecutivos Supremos, porque estos seres fueron creados por la Trinidad del Paraíso de acuerdo con las especificaciones de los Espíritus Maestros  17:1.1; tampoco había superuniversos que precisaran una coordinación administrativa. Estamos seguros de que estos siete mundos del Espíritu estaban ocupados en actividades relacionadas con los asuntos de la Primera Era del Universo. Pero ¿cuáles eran esas actividades? No lo sabemos; el tratamiento de estos mundos en los Documentos pertenece a los asuntos de la era actual.

(d) Los siete circuitos de Havona. En la Primera Era ya existían los mil millones de mundos eternos de Havona, con sus nativos eternos  14:4.10 19:6.1 Cada una de estos mil millones de esferas estaba (y todavía está) bajo el gobierno perpetuo de un Eterno de los Días 18:2.1Los siete circuitos de Havona estaban organizados físicamente, entonces como ahora, pero no había Espíritus de los Circuitos  26:2.6 ni Centros del Poder en el universo divino  29:2.12

Cuando examinamos el Havona de la Primera Era vemos una perfección existencial impecable, y es improbable que pudiera haber algún tipo de progresión evolutiva por parte de los nativos de Havona  14:4.14  19:6.4 Parece improbable que el crecimiento de naturaleza evolutiva pueda haber aparecido en Havona hasta mucho después del comienzo de la Segunda Era, quizá no hasta la llegada real de Grandfanda. En la Primera Era no había progresión en dos direcciones, de los ascendentes del superuniverso y de los descendentes del Paraíso en Havona. Esta procesión en dos direcciones comenzó con un acontecimiento que ocurrió en algún momento posterior al inicio de la Segunda Era: la llegada de Grandfanda, el primer mortal ascendente en alcanzar la creación central  24:6.5 26:5.1

Muchas personalidades ahora activas en Havona no estaban presentes en la Primera Era del Universo. Entre ellos están los siguientes: los Guías de los Graduados  24:7.5, los Servitales de Havona  25:1.2, los supernafines secundarios  26:2.4 y los supernafines terciarios 26:2.7 De hecho, casi todos los tipos de seres sobre los que se nos ha hablado no estaban en los siete circuitos de Havona en la Primera Era (excepto los Eternos de los Días y los nativos de Havona) En la Primera Era del Universo, el universo central carecía de esas cosas y seres que se han introducido al convertirse en una creación nuclear en relación con los siete superuniversos (citoplasmáticos) El Havona de la Primera Era no tenía relaciones externas porque no había sino espacio vacío fuera de él; tenía relaciones solo dentro de sí mismo y hacia dentro, hacia el Paraíso.

1-C. UN INVENTARIO DE LAS EXISTENCIAS DE LA PRIMERA ERA

Hemos considerado con un poco de detalle las actividades que tuvieron lugar en el Havona de la Primera Era. ¿Qué más existía? Hagamos un inventario de todo lo que tenía existencia real en la Primera Era del Universo:

(a) Las Tres Personas de la Deidad. El Padre Universal, el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito estaban presentes en la Primera Era.  105:3.10

(b) La Trinidad del Paraíso existía. La Trinidad surge a la existencia con la aparición del Espíritu Infinito, y esto significa que la Trinidad es coexistente con el universo central  8:1.3; 8:1.4

(c) Los Tres Absolutos también existían. Son los Absolutos de Potencialidad - de la Deidad, Universal e Incalificado  105:3.10

(d) La Isla del Paraíso existía  105:3.9, junto con parte (pero probablemente no todos) de los numerosos órdenes de Ciudadanos del Paraíso  19:7.2 Los trascendentales también debían estar presentes  31:8.1 junto con su cuerpo de gobierno (los Arquitectos del Universo Maestro)  31:9.1 -.

(e) El universo central. Como hemos apuntado antes, Havona y sus habitantes eternos estaban presentes en la Primera Era del Universo.

¡Todas estas realidades son eternas! Las Deidades y la Trinidad del Paraíso, los tres Absolutos, la Isla del Paraíso con sus ciudadanos y Havona con sus nativos; todos esos seres, entidades y creaciones son existenciales, y constituyen el inventario de lo original, el núcleo eterno del universo maestro y de la Realidad Total. Si intentáramos pensar de nuevo en esto, nos estaríamos alejando de la realidad objetiva. Sin embargo, todavía sería posible contemplar conceptos válidos sobre estas cosas y seres que son conceptualmente (si no objetivamente) anteriores a las existencias eternas de la Primera Era del Universo.

2. LAS RELACIONES FUENTE EN LA ETERNIDAD

Hay tres grados de relaciones fuente entre realidades eternas que son paradójicas cuando se consideran desde nuestra perspectiva temporal. Tendemos a decir: "Si estas realidades eternas hubieran surgido a la existencia en el tiempo, entonces la fuente debería ser más antigua que lo que procede de ella". Si pudiéramos contemplar el concepto de una Era Cero (una era anterior a la Primera Era del Universo), entonces podríamos tener una perspectiva desde la cual poder analizar algunas de esas relaciones (El concepto "Era Cero" es el de un estado de cosas anterior a la existencia del Espíritu, Havona y la Trinidad) Cuando establecemos una comparación de lo que es fuente con lo que procede de ella, nos encontramos con tres grados de relaciones fuente entre realidades eternas:

(a) Si el Espíritu Infinito y el universo central son eternos  8:1.9,, entonces se sigue lógicamente que:

(b) El Hijo Original y la Isla del Paraíso son más eternos, porque el Hijo Original es coancestro (con el Padre) del Espíritu Infinito  8:0.3, y porque la unión Padre-Hijo (que crea al Espíritu y Havona) tuvo lugar en presencia del Paraíso  9:0.1 La Isla del Paraíso es también la fuente de lo materializado como universo central  8:1.4 Y, avanzando un paso más en esta línea de razonamiento se sigue lógicamente que, si el Hijo y el Paraíso pueden concebirse como más eternos, entonces:

(c) El Padre Universal es el más eterno, puesto que es Padre del Hijo Eterno  6:0.1 y Fuente del Paraíso eterno  11:9.3

Esta línea de razonamiento comienza con el concepto de "eterno", que sería el equivalente a la Primera Era. Luego introduce el concepto de "más eterno", que sería equiparable a la Era Cero. Luego tenemos el concepto de "el más eterno", que equivaldría a la idea de un "concepto pre-cero". Y, si podemos imaginar un concepto "pre-cero", quizá podamos pensar al menos en un paso previo a esa idea; quizá podamos alcanzar el concepto de "antes de pre-cero". Examinemos ahora el concepto de la hipotética Era Cero, y volvamos a la eternidad pasada todo lo lejos que nos lleve nuestra imaginación.

3. LA ERA CERO

Podemos intentar mejorar nuestro concepto de la Era Cero llamándole "la primera era preuniversal". A medida que entramos en esta era hipotética, dejamos atrás la realidad objetiva, pero no nos apartamos del concepto válido. Al hacer inventario del contenido de la Era Cero, en primer lugar deberíamos tomar nota de la ausencia de la Trinidad del Paraíso, el Espíritu Infinito y el universo central. El concepto de la Era Cero es pre-Espíritu, y por tanto pre-Havona; y, sin el Espíritu, no hay Trinidad. En la Era Cero encontramos las siguientes realidades:

(a) El Padre Universal. Dios ha alcanzado la expresión dual de sí mismo  11:9.3, pero no la expresión de trinidad. Ha otorgado la personalidad de espíritu absoluto e incalificada al Hijo Eterno  10:1.4; 10:2.2; 10:3.6, y ha expresado su naturaleza de no-deidad en la aparición coordinada de la Isla del Paraíso  11:9.3

(b) El Hijo Eterno. El Hijo Original existe, pero todavía no ha actuado. El primer acto funcional del Hijo se hace en colaboración con el Padre, y da como resultado la aparición del Espíritu  8:0.3 y Havona, dando así fin a la Era Cero e inaugurando la Primera Era del Universo.

(c) La Isla del Paraíso. El Paraíso está presente; la Isla eterna surge a la existencia como repercusión y antítesis de la acción del Padre que personaliza al Hijo  11:9.3 Pero el Paraíso todavía tiene que actuar como la Fuente de toda la creación física subsiguiente. Fuera del Paraíso no hay universos; no hay espacio, únicamente no-espacio (Vean el Apéndice II, 1. Donación de espacio del Paraíso, y 2. Donación del Paraíso de la potencia espacial)

(d) El Absoluto de la Deidad está presente - pero, ¿estamos usando el nombre apropiado? Quizá sería mejor designarlo como "Absoluto Calificado" o "Absoluto Condicionado". La Era Cero es pre-trinidad en concepto, y en una situación de pre-trinidad el Padre todavía no ha conseguido escapar completamente de la difusión a través de la Deidad Total  0:3.22; 10:0.1; 10:3.8

(e) El Absoluto Incalificado también está presente, pero esta presencia es bastante diferente a la presencia y la función espacial posterior del Incalificado en las eras universales subsiguientes. En primer lugar, probablemente no exista el espacio en este punto conceptual de la eternidad pasada; en segundo lugar, apenas podría haber potencia espacial (Apéndice II, secciones 1 y 2)

(f) El Absoluto Universal está presente como coordinador de los Absolutos de la Deidad e Incalificado  0:11.11, 0:11.15 Sin embargo, el Absoluto Universal podría no haber tenido ninguna función real y activa al igualar las tensiones cósmicas producidas por la coexistencia de realidades absolutas y subabsolutas  0:11.13 En la Era Cero, tal como la concebimos, podrían no haber existido realidades subabsolutas. ¿O sí podría haberlas?

Este es, pues, el inventario de las realidades absolutas en la Era Cero. Sin embargo, ¿podemos estar seguros de que no está presente en ella ninguna realidad subabsoluta? Eso es discutible. Observemos la Era Cero con más detalle:

¿Estaban presentes los Arquitectos Maestros? Las tradiciones del Paraíso sostienen que el Arquitecto más antiguo, el Arquitecto del Paraíso, y los tres Arquitectos de Havona contribuyeron a diseñar Havona  31:9.4) Si esto es correcto, entonces al menos estos cuatro Arquitectos debían estar presentes en la Era Cero. Hay una afirmación adicional que indica que el Arquitecto número 28.012 no se pudo absonitizar, pues habría trascendido los límites superiores de la absonidad  31:9.10 Puesto que el Arquitecto del Paraíso es el Arquitecto más antiguo y actúa como el "límite superior de la absonidad", pudo haber sido no el primer Arquitecto existenciado, sino la existenciación número 28.011, el último Arquitecto posible (y el más elevado) Este razonamiento sugiere que todo el cuerpo de 28.011 Arquitectos estaba presente en la Era Cero. Si los Arquitectos Maestros estaban presentes, entonces la realidad subabsoluta estaba presente.

Reversibilidad de las secuencias. El hecho de que la secuencia de aparición de los Arquitectos parezca ser tan lógica tanto en una dirección como en la contraria sugiere que podríamos estar tratando con una secuencia intemporal. La relación entre el Hijo y el Padre plantea una paradoja similar: si el Hijo Eterno es la "personalidad espiritual incalificada" de la que el Padre se despojó 10:1.6 entonces, en cierto sentido, el Hijo es anterior al Padre. De nuevo nos encontramos con lo que parece ser una secuencia intemporal. Y se nos informa de que el tiempo, tal como lo entendemos, no forma parte de la vida en el Paraíso, aunque los nativos de la Isla eterna son conscientes de la "secuencia intemporal de los acontecimientos"  11:2.11

¿Estaban presentes el espacio y el tiempo? Creemos que no. Es muy posible que las zonas de espacio intermedio llenaran todas las regiones exteriores al Paraíso  11:7.1 El espacio y el tiempo podrían no haber estado objetivamente presentes (Apéndice II, secciones 13), pero si los Arquitectos del Universo Maestro ya existían, entonces el espacio y el tiempo podrían haber estado conceptualmente presentes en la mente absonita de los Arquitectos trascendentales.

¿Estaban presentes los Ciudadanos del Paraíso? Si los nativos de Havona son "eternos", entonces parece razonable suponer que los Ciudadanos del Paraíso son "más eternos". Aunque este fuera el caso, sabemos que esta denominación podría no aplicarse a los "más de tres mil órdenes" de estos ciudadanos, porque el último de estos grupos fue personalizado en los tiempos del mandato de la Trinidad que organizó los superuniversos  19:7.1, y esto debió suceder en los "albores" de la Segunda Era del Universo.

4. EL CONCEPTO PRE-CERO

Podríamos pensar en el concepto pre-Cero como "la segunda era preuniversal". En este concepto nos estamos alejando aún más de la realidad objetiva. No obstante, hagamos inventario de nuevo de lo que existía; pero antes deberíamos tomar nota de la ausencia del Hijo Eterno y de la Isla del Paraíso. En el concepto pre-Cero encontramos las siguientes realidades:

(a) El Absoluto Calificado, la Deidad Total. Aquí apenas sería apropiado emplear la designación "Padre Universal" como el nombre de esta realidad pre-Padre de la Deidad casi-Total  0:3.22 No es que Dios Padre sea inexistente, más bien este concepto le visualiza como pre-Padre  10:3.5 Dios existe como Personalidad Absoluta y, como tal, se difunde a lo largo de la Deidad Total  10:0.1

Al despojarse de la Personalidad Absoluta (que se convierte en el Hijo Eterno)  10:1.4 y a través de la unión con el Hijo en la trinitización del Espíritu  8:0.3, el Principio Volitivo de la Deidad, la "existencia de la posibilidad de la voluntad autónoma"  105:1.5, se convierte en el Padre Universal; en la Trinidad del Paraíso se escapa de la difusión a lo largo de la Deidad Total  0:3.23 Y, por la sustracción de la Trinidad de la Deidad Total, queda un residuo infinito como el Absoluto de la Deidad (y el Absoluto Universal) de todas las eras futuras.

(b) El Absoluto Incalificado está también presente porque el libre albedrío de la deidad ha causado que la Realidad Total se separe en lo deificado y lo no deificado. El Absoluto Calificado se ha separado de la no deidad total, constituyendo de ese modo y por último el Absoluto Incalificado: el Absoluto Incondicionado  0:11.10; 0:3.22

(c) El Absoluto Universal también está presente e iguala funcionalmente la tensión producida por la separación de la Realidad Total en lo deificado y lo no deificado  0:11.10; 0:3.22

Deberíamos recordar que el concepto pre-Cero no es una realidad objetiva (111.3 10:3.4 Ni siquiera el concepto precedente de Era Cero es una realidad objetiva, pero ambos son herramientas útiles de pensamiento y, como tales, son conceptos válidos. Incluso una proyección posterior de nuestro pensamiento "antes del pre-Cero" podría seguir siendo válida como concepto.

5. ANTES DEL PRE-CERO

Podemos dar al menos un paso más en la exploración del "pasado histórico" de la eternidad pasada; podemos hacer un esfuerzo para visualizar un concepto que está antes del pre-Cero, una hipotética "tercera era preuniversal". Los Documentos nos proporcionan ese punto de partida; se refieren a él como el "momento estático hipotético de la eternidad"  105:1.5 Aquí nos encontramos con un concepto que presenta un estado de las cosas previo a la separación de lo deificado y lo no deificado. Pero los Documentos no validan el monismo, ni siquiera en este concepto fundamental - "Doctrina que afirma que solo hay un tipo de sustancia o realidad última" (Webster) -. Los Documentos no validan el concepto de uniformidad absoluta en el comienzo de todas las cosas. Los Documentos insisten en que este concepto de realidad eterna en el pasado debe incluir el potencial (la posibilidad de la expresión) de la voluntad autónoma  0:3.22 105:1.2 y 105:2.1)

Antes del pre-Cero contemplamos un concepto fundamental que es prepotencial (el concepto de lo que existe ante de que los potenciales hayan aparecido siquiera) Este debe ser el primer nivel de la función de la Deidad Total: el nivel estático  0:1.4 Este es el "momento tranquilo", el momento en que la deidad está "contenida en sí misma y existente por sí misma" (Ibíd.) La presencia de la posibilidad de la voluntad autónoma en ese momento eternamente lejano queda demostrada por el hecho de que los potenciales se segregaron y desarrollaron desde la condición estática, y por el hecho posterior de que estos potenciales se han ido actualizando desde entonces mediante técnicas asociativas, creativas y evolutivas.

Pero esta condición estática es más que un concepto válido. También es una realidad objetiva: la Deidad Total sigue actuando en el nivel estático. La existencia continua del nivel estático de la Realidad Total se menciona en los Documentos cuando tratan sobre la Infinidad  105:2.2 y sobre el Uno Universal de la Infinidad  105:2.11 Por lo tanto, en la conclusión de nuestro análisis de la eternidad pasada, hallamos más de un concepto válido, hallamos la realidad objetiva: el eterno pasado también es el eterno presente, y el eterno presente también es el eterno futuro.

6. NOTA AL PIE: LA SECUENCIA REVERSIBLE DE LA ETERNIDAD

En nuestra exploración de los antecedentes del universo maestro, hemos seguido la secuencia convencional de acontecimientos que está presente varias veces en los Documentos  0:3.22 105:2.3 En esta narración, el pre-Padre emerge desde lo Absoluto, dejando como residuo el Absoluto Incalificado, y unifica la presencia aparecida de la Deidad Total (Absoluto Calificado) con el Incalificado mediante la acción del Absoluto Universal. Entonces el pre-Padre da una expresión dual al Paraíso y al Hijo Eterno y, ya como Padre, se une al Hijo para trinitizar el Espíritu; se une con el Hijo y el Espíritu como la Trinidad; y sustituye su presencia anterior en la Deidad Total con la presencia de la Trinidad del Paraíso.

Esta secuencia de acontecimientos comienza con los Absolutos de Potencialidad - de la Deidad (Calificado), Universal e Incalificado - y lleva a a la aparición de los Absolutos de la Actualidad (el Hijo, el Paraíso y el Espíritu) Pero esta secuencia podría revertirse. Si recurrimos a otras dos fuentes de los Documentos  0:11.1; 0:12.1, es posible narrar toda la historia al revés (excepto en que Dios permanece como Primera Causa en ambas narraciones) Como ilustración de la reversibilidad de la secuencia en las relaciones eternas, sería provechoso narrar esta historia de contraste.

Historia alternativa de los orígenes. Esta narración comienza con una consideración sobre la inevitabilidad de la Trinidad del Paraíso  0:12.1 Se cree que la Trinidad es ineludible cuando el Padre Universal elige expresarse en dos fases originales (personal e impersonal) y cuando elige causar estas dos realidades hechas actuales para que se coordinen mediante la mente. Esta secuencia de acontecimientos comienza con Dios como la realidad original, y luego describe al Hijo Eterno y a la Isla del Paraíso (realidad personal e impersonal) como que surgen en el segundo paso. Se nos informa en otra parte (127.1 11:9.3 de que la expresión del Padre de su yo espiritual en el Hijo Eterno está complementada por la revelación de su yo impersonal en la Isla eterna.

Hasta ahora, hemos pasado por dos etapas en nuestra historia: en la primera etapa, tenemos el concepto de Dios como un ser solitario; en la segunda etapa, ha alcanzado una expresión dual y opuesta de sí mismo. Se ha expresado espiritual y personalmente en el Hijo y se ha expresado no espiritualmente e impersonalmente en el Paraíso. No es extraño que sea imposible advertir la diferencia entre el espíritu del Hijo y la energía del Paraíso, excepto en que se les da nombres diferentes  42:2.19 Ambos están demasiado cerca de la Fuente de toda Realidad como para ser distinguibles de otra manera  56:1.5

En el tercer paso de esta secuencia desplegada de acontecimientos, Dios elige coordinar las realidades duales de lo personal y lo impersonal mediante la mente  0:12.1; 56:1.6 Esto trae a la existencia al Dios de la Mente, el Espíritu Infinito. Este tercer paso, la aparición del Espíritu Infinito y la existenciación de la Trinidad del Paraíso, lleva inmediatamente al cuarto paso: la aparición de Havona. Aquí tenemos una historia de los orígenes de la Realidad que comienza con actualidades y prosigue hasta la aparición completa de la Deidad, el Paraíso, la Trinidad y Havona, sin ninguna consideración hacia las potencialidades (hasta ahora)

De vuelta a la secuencia sugerida en los Documentos  0:11.1, encontramos que estos acontecimientos se recapitulan como sigue: Dios se expresa conjuntamente con el Hijo a través del Dios de Acción (el Espíritu Infinito) en la creación del universo central. Al hacer esto, Dios separa "…su presencia de Havona de los potenciales de la infinidad". En ese momento, en los albores de la Primera Era del Universo, Dios se ha expresado (con su Hijo y a través de su Espíritu) en Havona; fuera de Havona, Dios todavía no se ha expresado.

Respecto a su presencia fuera de Havona, Dios pasa a esconder su potencial no espiritual (a través del Paraíso) en la presencia espacial del Absoluto Incalificado. Al mismo tiempo, cubre su potencial de divinidad no revelado (¿a través del Hijo Eterno?) en el Absoluto de la Deidad. Luego unifica los dos Absolutos en y a través del Absoluto Universal. Pero el Absoluto Universal es algo más que el unificador del Absoluto de la Deidad y el Absoluto Incalificado: Dios también ha escondido algo de sí mismo en este Absoluto, pues se nos dice (Ibíd.) que "…el Absoluto Universal (es) la unidad-infinidad no revelada del Padre Paradisíaco".

(Es la creencia personal del autor que el Infinito  0:3.24 está cósmicamente oculto y divinamente escondido tras la presencia y la función del Absoluto Universal)

Hemos narrado la historia del comienzo de todas las cosas al revés, y sigue teniendo sentido. Hemos establecido el hecho de que la historia de los Orígenes de la Realidad puede narrarse comenzando por los Potenciales y terminando con los Actuales, o también comenzando por los Actuales y terminando con los Potenciales. Pero difícilmente podría haber una "secuencia temporal" objetiva en ninguna de estas narraciones, y por esta razón la historia se puede narrar en cualquier secuencia y aún así tener sentido. Puede haber un "concepto secuencia" pero difícilmente puede haber una "secuencia objetiva" en la historia de los acontecimientos desarrollados en la eternidad pasada.

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